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La programación de conductas

La repetición de conductas inconscientes en los primeros años de vida, que permanecen para siempre en la personalidad

Lo que llamo programación de conductas es la única forma de prevención que conozco en psicología. Soy pediatra. Y los pediatras somos fundamentalmente preventivos. Intentamos que los niños crezcan con unos cimientos firmes. Tal vez por eso, veo la psicología infantil centrándome más en lo que se puede hacer para que no aparezcan los problemas, que en intentar ponerles un parche una vez que son evidentes.

Dar, a lo largo de los primeros años de vida, a nuestra personalidad, los esquemas de actuación básicos que nos protegerán el resto de nuestra vida, es algo que recuerda inevitablemente a la vacunación. Esta prevención se centra en los impulsos inconscientes, que influyen durante el resto de la vida en nuestra conducta.

Podemos agrupar algunos ejemplos de estos impulsos en tres grupos:

Alimentarios

El alimento como ansiolítico.

El alimento como premio.

El rechazo al alimento.

De autonomía

Los miedos.

Afectivos

Agresividad.

Ingenuidad.

Rabietas.

Estos son algunos de los ejemplos de conductas sobre las que podemos empezar a influir en los primeros años de vida y que tienen clara influencia en la forma de ser a largo plazo. Ayudar a nuestro hijo a que defina esas conductas durante los primeros años de vida de la forma más positiva para su desarrollo es lo que llamo programación de conductas.

Para saber como hacerlo es necesario entender un poco la psicología infantil y pensar en los efectos a largo plazo. Y en su aplicación, algo que facilita que el resultado sea el mejor es hacerlo con amor y respetando los ritmos de cada niño.