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Ayudar a un niño a dejar el chupe.

Cómo ayudar a un niño a dejar el chupe. A partir de que edad. Trucos para conseguirlo fácilmente. Éste es el tema escogido como Peketema esta semana.

El chupe es algo que la mayoría de los niños empieza a usar porque los padres se lo damos. Pero llega un momento en que lo piden ellos cada vez más.

¿Para qué sirve?

Para los niños existe una clara relación entre la alimentación, el afecto que la acompaña al alimentar a un lactante y el chupeteo en sí con la relajación. Tal vez os interese saber mi opinión sobre el uso del chupe en las primeras semanas de vida.

El chupe es un elemento de sustitución. Parece que siempre hubiese estado ahí. Pero fue inventado en 1949. Hasta entonces los niños introducían todo tipo de objetos en su boca para chupar. El más habitual era el propio dedo, aparte por supuesto del pecho de la madre.

Chupar, para muchos niños es una forma de tranquilizarse, entretenerse, dormirse…

Llega luego otro elemento añadido: Los dientes (Aquí tenéis enlace a otro artículo sobre el orden de salida de los dientes de leche).

La aparición de los dientes tiene dos resultados respecto al chupe:

  • Por un lado, la salida de los dientes molesta. Y muchos niños usan el chupe como mordedor, y porque el propio chupeteo libera endorfinas (sustancias que alivian el dolor).
  • Pero por otro lado, el uso del chupe con frecuencia produce una deformidad de los dientes. Muy similar a la que produce el chuparse el dedo. Suele hacer que los dientes de arriba y los de abajo no coincidan. Los separa evitando que crezcan hasta su posición normal o desplazando los dientes de arriba hacia delante y los de abajo hacia detrás.

Los dientes de arriba y abajo dejan un espacio ocupado habitualmente por el chupe.

Los dientes de arriba han sido desplazados por el chupe hacia delante.

Eso define el momento de quitar el chupe. Es decir, que si quitamos el chupe antes de que al niño le hayan salido los dientes, lo más probable es que acabe metiéndose otros objetos en la boca, como el dedo (que suele ser más complicado de quitar).

Pero una vez que los dientes han salido, no conviene retrasar mucho la retirarda del chupe.

Os recuerdo que de los dientes de leche, los últimos en salir suelen ser los colmillos (están también las últimas muelas de leche, pero al estar mucho más atrás el chupe no sirve ahí ya como mordedor). Los colmillos suelen salir en torno a los dos años (pero es muy variable de un niño a otro).

Yo suelo recomendar a los padres que empiecen a pensar en retirar el chupe a su hijo cuando los colmillos han salido ya por completo y especialmente si empezamos a notar las deformidades de dientes mostradas arriba.

Trucos para ayudar a un niño a dejar el chupe

Vale, Y ¿cómo lo hacemos? Porque fácil, lo que se dice fácil, no parece de entrada.

Os voy a aclarar aquí algo. Un niño de 2 años, que es la edad de la que estamos hablando, puede ser bastante persistente cuando se propone algo. Es de hecho la edad de las Rabietas. Pero por otra parte se están adaptando continuamente a cosas nuevas. Por eso, si intentamos quitar el chupe generando un enfrentamiento en torno al tema, va a ser bastante complicado. Pero si lo hacemos dando una explicación al niño que le parezca razonable, y comprueban por sí mismos que se cumple lo dicho, lo hacen con bastante facilidad.

Los sistemas que os voy a explicar ahora no están sacados de ningún manual de Pediatría. Son trucos que las madres me han ido comentando desde que soy pediatra y que a su vez yo he recomendado a otras madres. Y si os los propongo es porque mayoritariamente las madres me han dicho que les ha funcionado.

Sistema número uno: Lo muerdes sin darte cuenta.

Cuando el niño se acueste a dormir con su chupe y lo suelte, cogemos el chupe y cortamos la tetina por la mitad.

En cuanto se despierte y pruebe a usar el chupe va a notarlo. Y además cuando el chupe se rompe y ya no hace vacío, pierde toda la gracia.

La clave está en la explicación: Debemos decirle que lo que ha pasado es que, como ya es grande y tiene dientes, sin darse cuenta cuando está dormido lo muerde y se rompe.

Es bastante probable que el niño te pida otro de sus chupes. Se lo das si es así, y cuando vuelva a dormirse le pasa lo mismo al segundo chupe. De nuevo al despertarse le damos la misma explicación.

Hay niños que usan el chupe incluso partido (los menos). Suele pasar especialmente en los que son «adictos» a un único chupe. Si esto ocurre, cada vez que se duerma y lo suelte le cortamos un trozo a la tetina, explicándole que mientras duerme lo sigue mordiendo y se está rompiendo. Y seguimos cortando trocitos hasta que la tetina desaparece.

Deja a la vista todos los chupes a los que le hayamos hecho el corte. Ofrece sólo uno de los que están enteros si te lo pide expresamente. Y repite el proceso hasta que se convenza de que los niños grandes no tienen chupe, porque los rompen por la noche con los dientes sin darse cuenta.

Este sistema es el que os recomiendo especialmente si debéis ayudar a dejar el chupe a un niño cuando ha nacido un hermanito y el bebé si tiene chupe.

Sistema número dos: Le han salido bichos

Éste es otro sistema que he recomendado mucho. Y que de hecho fue el que usé con mi hijo en su momento. Para que os hagáis una idea de la efectividad, mi hijo era de los que dormían con 5 chupes en la cuna. Lo dejó en menos de dos días sin llorar una sola lágrima.

Explicamos al niño en varias ocasiones a lo largo del día, que los niños grandes no tienen chupe, porque cuando crecen les salen bichos negros al chupe. Se lo recordamos antes de acostarlo. A lo que con casi total seguridad él va a responder que muy bien, pero que le demos el chupe.

Se lo damos. Y cuando se duerma, cogemos el chupe, una aguja para coser lana y lana negra. Enhebramos la aguja con lana y atravesamos la tetina del chupe. Cortamos un trocito de lana y repetimos la operación 8 ó 10 veces. De forma que dejamos el chupe atravesado por trozos de lana negra.

Cuando se despierta, descubre los «bichos». Ante eso hay algunos que piden otro chupe. Al que repetimos la operación cuando se duerma de nuevo.

De nuevo, dejamos los que tienen «bichos» a la vista, y son los que le ofrecemos cuando nos pide un chupe. Sólo damos otro sin bichos si lo pide expresamente. Y a ese, la próxima vez que se duerma le pasa lo mismo.

Si le funciona el primer sistema, prefiero el primero. Si no funciona podemos usar el segundo.

¿Qué vamos a notar al niño en los días siguientes a dejar el chupe?

Hay niños más nerviosos que otros. En los que usaban mucho el chupe como forma de relajarse, vamos a notar que el niño está más inquieto. En los que lo usaban para dormirse, notaremos que les cuesta un poco más. Pero en la mayoría de los casos lo han superado en menos de una semana.

Peketema 3
Peketema 5

 

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