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Porqué se estriñe mi niño y cómo solucionarlo

Cómo resolver el estreñimiento en niños que ya tienen una dieta completa y sin pañal.

Cuando un niño se estriñe sufre. Te explico cómo arreglar el problema entendiendo las causas. Explicación para Madres y Padres.

Este artículo no es corto. Pero si de verdad quieres solucionar el estreñimiento de tu hijo, aquí tienes realmente las respuestas que necesitas.

Me voy a centrar aquí en el estreñimiento en niños que ya tienen una dieta completa y han dejado de usar pañal.

El mecanismo en estos casos es igual al de los adultos. Así que si además de tu hijo tú sufres estreñimiento, esto es igual de válido para ambos.

¿Qué es estreñimiento y qué no lo es?

Estreñido es el niño que sufre cuando tiene que hacer caca.

La clave no es la frecuencia. Es habitual que el estreñido haca caca con poca frecuencia. Pero si un niño tarda días en hacer, sin que eso le produzca dolor, tampoco es un problema.

La clave es el dolor. Y puede ser de dos tipos:

  1. Si no hacer caca aumenta la presión en la barriga y esa presión le hace quejarse con frecuencia de dolor de barriga, no pudiendo resolverlo haciendo con facilidad, tiene estreñimiento.
  2. También puede ocurrir que haya dolor haciendo caca. Esto puede producirse porque las heces sean duras y voluminosas y hagan daño al salir, en ocasiones generando una herida en el ano que llamamos fisura anal. Cuando hay fisura suele haber una hemorroide en el exterior y puede manchar la caca con sangre, con dolor intenso al intentar expulsar la caca. La fisura suele estar en el interior y en la mayoría de las veces no se ve.

¿Qué ocurre cuando un niño se estriñe?

El estreñimiento puede empezar de muchas formas, pero lo más habitual es que lo haga porque en su dieta hay poca fibra o demasiados alimentos astringentes.

Fibra y estreñimiento

Muchas veces veo niños a los que para resolver el estreñimiento se le dan suplementos de fibra. Esto sólo funciona si hay poca fibra en la dieta.

La fibra es la parte de la alimentación que no podemos digerir y que por tanto se queda en la caca dándole volumen.

Si un niño toma poca fibra, hay poca caca. Esto pude hacer que el intestino reduzca su movilidad en la parte final, ya que la cantidad que tiene que expulsar es escasa y puede acumular lo que sobra durante más tiempo.

Para que un niño haga caca necesita que se abran dos esfínteres (dos cierres en el ano): el interno, que es involuntario y se abre de forma automática cuando detecta que la parte final del colon se dilata de repente; y el externo, que es voluntario y que podemos mantener cerrado hasta que llegamos al baño, para relajarlo entonces y dejar salir las heces.

Cuando hay poca fibra, la parte final del colon no se llena rápidamente, sino poco a poco. Eso hace que no detecte la sensación de estar llenándose que relaja el esfinter interno.

Por eso llega un momento en que hay mucha caca acumulada, hay presión y dolor, pero el niño intenta hacer caca y no puede, porque el cierre interno del ano está cerrado.

Dureza de las heces y estreñimiento

Pero no es sólo cuestión de fibra. De hecho, muchos niños toman cantidad suficiente de fibra, y las heces son voluminosas, pero son tan duras que causan dolor al salir.

Para algunos niños, hacer caca es como un parto. Por su ano deben salir heces de un volumen tan grande y tan duras que resulta muy doloroso.

El motivo no es la falta de fibra. La composición de esa gran bola que le cuesta expulsar es fibra. El problema es que está tan seca que se ha vuelto compacta y es tan grande que no puede salir.

La Causa es la falta de agua en la caca. Y esto puede ocurrir por tres motivos:

  1. El niño bebe poco líquido. Teóricamente sería lo que pensaríamos en primer lugar. Pero por experiencia os digo que es la menos frecuente.
  2. Toma demasiados alimentos astringentes. Los alimentos astringentes son aquellos que clásicamente se han dado a un niño con diarrea, porque incluso con el intestino dañado se digieren con facilidad y se absorben, arrastrando agua al interior del cuerpo: Patata, zanahoria, arroz, plátano maduro, manzana, yogur, queso fresco, pan blanco…. Si un niño toma demasiados alimentos de este tipo su caca tendrá poca agua, porque al digerirse en forma de azúcares simples se absorben con facilidad arrastrando agua y dejando la caca seca. Tomar alimentos en puré degrada la fruta y la verdura haciéndolos más fáciles de digerir, lo que los vuelve astringentes.
  3. Tiene un intestino que se ha acostumbrado a absorber demasiado bien el agua. Esto ocurre en algunos niños de forma espontánea, en otros porque toman alimentos astringentes con mucha frecuencia y en otros porque el paso de heces es lento y deja tiempo de sobra al colon para absorber el agua.

El círculo vicioso del dolor

Haya empezado por falta de fibra, por exceso de alimentos astringentes, por falta de agua…. el problema se agrava si hacer caca duele. 

Porque si duele el niño va a retener más la caca. Cuando note que el esfínter interno se relaja y tiene ganas de hacer caca, va a cerrar el externo de forma voluntaria, porque tiene miedo de que le haga daño.

Si esto ocurre, la caca se retiene, se compacta y aumenta su tamaño, con lo que cuando no tenga más remedio que hacer el dolor aumenta.

En muchos niños esto empeora si al salir se estira tanto la mucosa del ano que se desgarra, haciendo una fisura anal. 

Esta fisura hace que el dolor sea muy intenso cuando la caca sale, a veces acompañada de sangre, y con frecuencia justo debajo de la fisura se forma una bolsa de piel en la que las venas del ano están dilatadas (una hemorroide o almorrana), que también es dolorosa por sí misma.

Para romper el círculo vicioso hace falta tiempo

El principal problema que veo al tratar estreñimientos es que no se entiende que esto es un problema crónico.

El estreñimiento no se resuelve:

Haciendo dieta, sino cambiando a una dieta sana. Si un niño se estriñe porque su dieta es pobre en fibra o rica en astringentes debe cambiar su dieta para siempre, o volverá el estreñimiento.

Cuando hace blando. Hacer blando una vez es signo de que vamos por buen camino, pero muchos padres en cuanto su hijo hace blando eliminan el tratamiento, con lo que volvemos a empezar.

Para resolver de verdad el estreñimiento necesitamos:

Que el dolor desaparezca y no vuelva. Porque si duele entramos en el círculo vicioso con mucha facilidad.

Cerrar la fisura si la había. Esto suele ocurrir en cuanto pasa 7-10 días sin que haga cacas duras ni voluminosas. Las cremas para que cierre una fisura anal son innecesarias y contraproducentes. Pueden ser útiles para aliviar el dolor. Pero en muchos casos enlentecen la curación, especialmente porque el propio aplicador de la crema puede reabrir la fisura.

Mantener el final del colon (recto) vacío el tiempo suficiente para que recupere la sensibilidad que relaja el esfínter interno cuando se llena. Esto puede tardar semanas en recuperarse.

Recuperar la movilidad normal de intestino. Depende de cuanto tiempo lleve con el estreñimiento. En casos en los que ha durado años, pueden ser necesarios muchos meses para esto.

Acostumbar al colon a que no absorba tanta agua y no compacte tanto las heces. Esto en alguna ocasiones no se logra nunca, porque hay personas en las que esta capacidad es excesiva y sólo puede compensarse reduciendo de forma radical los astringentes o con laxantes de forma casi permanente.

Todo esto se consigue teniéndo una estrategia clara a largo plazo. Es un problema crónico y la solución es siempre de largo plazo.

El tratamiento del niño que se estriñe

Tiene 3 elementos fundamentales:

– Hábito de no aguantar la caca.

– Dieta adecuada.

– Laxante.

Los enemas son algo que puede usarse sólo de forma puntual, cuando la presión de caca en la barriga es tal que necesita vaciar rápidamente para que desaparezca. Pero el estreñimiento debe arreglarse por arriba, por lo que entra por la boca. El Enema es una solución de último recurso, porque puede empeorar el dolor abriendo una fisura y porque el niño tiende a cerrar aún más el esfínter si se le irrita.

No aguantar la caca

Muchos niños cuando tienen ganas de ir al baño se aguantan hasta que se le pasan las ganas.

Evidentemente lo hará si hay dolor al hacer caca.

Pero muchos lo hacen simplemente porque están haciendo algo que les gusta y prefieren aguantarse para seguir con su actividad. O porque no se dan las circunstancias para que haga cómodamente, como ocurre a veces si les da ganas fuera de casa o en el colegio y el baño disponible no está muy en condiciones.

Debemos procurar que el niño disponga de buenas condiciones para hacer caca cuando tenga ganas, para eso lo mejor es que se acostumbre a hacer a una hora en la que habitualmente está en casa: Al levantarse por la mañana, a lo largo de la tarde….

Esto se hace estando atento a si presenta ganas en cualquiera de estos momentos y animándolo a que vaya al baño en ese momento.

Dieta adecuada

Tiene tres puntos clave, y no es algo temporal. Son los puntos de definen una dieta sana, no astringente:

Cantidad suficiente de fibra. Esto se consigue con Fruta, Verdura y Legumbres lo menos procesadas que sea posible. Hasta que reeduquemos los gustos del niño puede ser necesario usar Suplementos de Fibra. Pero si tu hijo tiene unas heces voluminosas que le causan dolor no aumentes la cantidad de fibra.

Evitar alimentos astringentes, ricos en azúcares de absorción fácil: Estos alimentos suelen gustar a los niños porque al absorberse el azúcar con facilidad producen endorfinas, que dan sensación de placer. Los alimentos ricos en fibra enlentecen la absorción de azúcar reduciendo ese pico de endorfinas. Por eso la mayoría de los niños tienden a comer mejor los alimentos astringentes y a rechazar los ricos en fibra. Alimentos astringentes a reducir son: Patata, zanahoria, arroz, plátano, manzana, lácteos, harinas refinadas (pan, pasta, cereales destronados…)

Cantidad suficiente de agua. Muchos niños no beben nunca agua. Toman todo tipo de bebidas azucaradas en su lugar, porque le hacen sentirse bien al tomarlas. Pero recuerda que este azúcar, además de otros problemas nutricionales, se va a absorber arrastrando más agua y resecando la caca.

Laxantes

Los dejo para el final porque son lo más importante cuando el estreñimiento ya es un problema crónico.

Evidentemente si con hábito y dieta se resuelve, no vamos a necesitar el laxante.

Pero en muchos, muchos casos, es la herramienta que nos permite romper el círculo vicioso del estreñimiento.

El problema es que la gente no sabe usarlos.

Se tiende a recurrir a ellos tarde y a retirarlos pronto.

En niños sólo usamos laxantes osmóticos, ni los grasos ni los procinéticos.

Un laxante graso tiene el problema de que si el niño lo vomita y lo aspira puede dañar los pulmones.

Los procinéticos son laxantes que directamente ordenan al intestino que se mueva. Su problema es que generan tolerancia y dependencia.

Los que usamos en niños son los Laxantes Osmóticos. Son sustancias que no podemos digerir, de modo que se quedan en la caca y tienen una gran capacidad de retener agua. Es como fibra húmeda. Su función es hacer la caca más blanda. Y siempre funcionan. No hay nadie a quien no le sirvan, es cuestión de cuánta dosis necesita para vencer la capacidad del intestino de absorber el agua y el efecto de los alimentos astringentes.

Y lo importante es que cuando los usamos para romper el círculo vicioso del estreñimiento debemos mantenerlos el tiempo suficiente para que:

– Al niño se le olvide que hacer caca duele.

– Si hay una fisura se cierre.

– El recto recupere la sensibilidad que le hace relajar el esfínter interno cuando se llena.

– El intestino recupere su movilidad y se acostumbre a dejar una caca blanda.

Esto puede ser cuestión de meses, muchos meses. 

Suelo recomendarlos en forma de jarabe porque así se dosifican mejor que en sobres, y permite ir subiendo o bajando la dosis según su efecto.

Como hay tantos factores que definen la dureza de la caca, la dosis va a tener que cambiar cada día, de forma que aumentemos si se endurece y bajemos si se ablanda.

A modo de ejemplo:

Macroglol en jarabe:

Podemos empezar con 1 ml al día por cada año de vida. De modo que en un niño de 5 años empezamos con 5 ml al día. 

Si la caca es dura (duele) o no hace subimos 1 ml cada día. 

Si la caca es blanda (no duele) bajamos 1 ml cada día. 

Con esa norma tan simple de modificación podemos estar el tiempo que sea necesario y llegar a la dosis que haga falta. No hay problema si son cifras que te parecen altas. Si vas subiendo ml a ml sólo puede ocurrir que se aligere mucho, pero mejorará en cuanto bajes dosis.

No se suprime el laxante cuando hace blando. Se baja poco a poco, volviendo a subir si vuelve a estreñirse.

No se suprime el laxante porque lleve “mucho tiempo tomándolo”. Recuerda que es un problema crónico y el tratamiento debe mantenerse de forma prolongada.

Si necesitar un consejo personalizado estoy a tu disposición. Puedes consultarme por WhatsApp y te contestaré en menos de 24 horas.

Consulta Online de Pediatria por WhatsApp a Jesús Garrido

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Adivinanza: ¿Por qué tu bebé se mete las manos en la boca?? No son los dientes….?

Los bebés se meten las manos en la boca, pero no es por los dientes. Sino para cosas mucho más importantes.

Comprender porqué los bebés hacen lo que hacen es muy interesante, especialmente para orientarnos sobre cómo debemos actuar nosotros en la crianza.

Sabes que cada bebé se desarrolla a una velocidad diferente, pero que hay cosas que prácticamente todos los bebés hacen en unas fechas parecidas.

La mayoría de los bebés, en torno a los 2 meses, se meten constantemente las manos en la boca. ¿Sabes la causa?

Ya te he dado una pista en el título: No es por los dientes.

La dentición en mucho más variable: Hay niños que nacen con algún diente y niños a los que el primer diente les sale con más de un año. Pero independientemente de cuándo empiecen a salir los dientes la mayoría de los bebés se mienten las manos en la boca en torno a los 2 meses. 

Lo que voy a explicarte ahora es resultado de cosas que estamos descubriendo en los últimos años. Cosas que hace tan sólo 10 años ni siquiera imaginábamos. Así de rápido está aumentando nuestro conocimiento….

Los Instintos del Bebé y la Selección Natural

Durante muchos años, en pediatría, como en otras muchas áreas de conocimiento, hemos puesto normas y establecido explicaciones sobre cómo se debían hacer las cosas con un conocimiento muy limitado de cómo funcionaban sin nuestra intervención.

La naturaleza es mucho más compleja de lo que imaginábamos. Incluso de lo que hoy en día podemos intuir, pero nos vamos acercando y cada cosa nueva que conocemos nos asombra, formando un puzzle que poco a poco empieza a tener sentido.

Debemos acercarnos a ese conocimiento con humildad, reconociendo que mucho de lo que hicimos hasta ahora, con toda nuestra buena intención, puede haber sido un error.

El punto de partida de un nuevo enfoque en Pediatría está siendo empezar a entender cómo funciona la adaptación del bebé a entorno sin nuestra intervención. Y no alterar esa adaptación sin comprender las razones por las que tras miles de generaciones de prueba y error natural las cosas han llegado a ser como son.

Partimos de la premisa de que la Naturaleza ha ido probando mutaciones genéticas y las que han progresado hasta la actualidad lo han hecho porque generan una mejor supervivencia.

Las conductas instintivas están codificadas en nuestro ADN, por eso la mayoría de los bebés tienen una especie de Programación de Desarrollo Normal que van cumpliendo como Hitos del Desarrollo.

Un bebé hace lo que hace cuando lo hace, porque está preparado para hacerlo y porque hacerlo es necesario en su adaptación al entorno.

¿Qué utilidad tiene que un bebé se meta las manos en la boca?

Que sepamos por ahora:

  1. Es una forma de conseguir estímulos para su desarrollo cerebral. Cuando hablamos de las necesidades de los bebés entendemos que precisa respirar, comer y dormir, pero la mayoría de la gente ignora que hay otra cosa sin la que un bebé no puede sobrevivir: Estímulos. Somos en realidad procesadores de información. Cuando crecemos nos adaptamos al entorno en el que vivimos y lo hacemos procesando tanta información como podemos de ese entorno, porque nuestra supervivencia depende de ello. En torno a los dos meses los bebés tienen especialmente desarrollada la sensibilidad de la boca y la lengua y una fuente de estímulos importante el meterse las manos en la boca.
  2. Es un paso previo a la alimentación complementaria. No puedes llevarte alimentos a la boca si previamente no eres capaz de llevar tu mano a la boca. Para alimentarte necesitas dirigir la mano al alimento, hacer la pinza sugetándolo y llevar el alimento a la boca. El paso más simple de este proceso es dirigir la mano a la boca.
  3. Mastica. Otro paso imprescindible para alimentarte con sólidos es masticar. Pero un bebé durante los dos primeros meses de vida no mastica, succiona. Es el movimiento básico que ha usado para alimentarse con la leche. En este movimiento están implicados unos músculos y unos movimientos concretos. Sin embargo, cuando empiece a tomar sólidos va a tener que hacer cosas nuevas: Desplazar los alimentos en la boca con la lengua y masticar. Es todo un proceso complejo para transformar un alimento sólido en un bolo fácil de tragar. Cuando tu bebé se mete las manos en la boca verás que juega con la lengua y muerde la mano. Está practicando. ¡Déjale que lo haga!
  4. Aumentar la producción de saliva.  ¡Esto sí que van a ser los dientes! ¿A que sí? ¡Pues no! Cuando meten la mano en la boca estimula la salivación y esto es necesario también para cuando empiece a comer sólidos, porque va a necesitar más saliva para deshacer y lubricar esos sólidos, haciendo el primer paso de la digestión y facilitando la deglución.
  5. Se provoca arcadas. Cuando empiece a tomar sólidos uno de los riesgos asociados es que se puede ahogar. Llama la atención que los bebés se meten los dedos y la mano en la boca hasta el punto de llegar a provocarse arcadas. Pero es otro movimiento con una coordinación compleja que va a necesitar si cuando coma sólidos un trozo se va hacia donde no debe. De nuevo, cuando se provoque arcadas déjale: Está practicando para no ahogarse cuando coma sólidos.

Quitarle a un niño las manos de la boca y ponerle un chupe es interferir en todos estos procesos. ¡No lo hagas!

Pero hay más… Hablemos de autonomía:

Cuando un bebé se entretiene con su mano en la boca y luego con objetos, como decíamos está cubriendo una de sus necesidades básicas. Seguramente durante los primeros meses has tenido la sensación de que tu bebé demanda constantemente atención. Unos más que otros.

Esto es así porque no puede cubrir por sí mismo esa necesidad de estímulos cambiantes que precisa su cerebro para desarrollarse.

Cuando empieza a jugar con su manos y más tarde con objetos que se mete en la boca está empezando a explorar en la medida que le permite su propia capacidad. Es un proceso que va a hacer cada vez más autónomo en su capacidad de explorar su entorno y adaptarse a él. De nuevo, limitar ese proceso a un sólo objeto como es el chupe es limitar su autonomía ya desde los primeros pasos.

Y más… ¿Qué pasa con el sueño?

Las tres necesidades básicas, que como no me harto de decir son Comer, Estímulos y Dormir, están siempre en un juego de equilibrios. Para que un bebé se duerma tiene que tener razonablemente cubiertas su necesidad de comida y estímulos.

Cuando tiene sueño y falta alguna de ellas vemos como el bebé “se pelea con el sueño”. Y acaba durmiéndose cuando cubrimos la falta de estímulos (por ejemplo meciéndolo) o de comida.

Esto hace que muchos bebés aprendan a dormirse con rituales que necesitan nuestra colaboración en los que básicamente aportamos estímulos hasta que tiene el tope cubierto para que le permita dormirse:

  • En brazos mientras lo mezo.
  • Con el chupe en la boca.
  • En el carro paseando.
  • Con objetos que se mueven, hacen ruido o generan luces.

El problema es que todos estos son rituales que dependen de que nosotros los completemos. Generamos así Rituales de Sueño Dependientes. En pocos meses el cerebro madurará y tendrá unos ciclos de sueño bien definidos. Ciclos entre los que, para enlazarlos, tiene que realizar sus Rituales de Sueño. Si sólo dispone de rituales que dependen de nuestra colaboración es habitual que nos pidan hacerlo entre 5 y 10 veces en una noche.

¿Pero qué pasa con los niños que cubren su necesidad de estímulos por sí solos?

Un bebé que aprende a entretenerse con su mano en la boca es fácil que acabe durmiéndose así. Está cubriendo por sí mismo la falta de estímulos y puede hacerlo hasta llegar al nivel que le permita dormirse sin nuestra ayuda.

Son los bebés capaces de hacerlo los que por encima de los 4-7 meses siguen durmiendo con menos de 2 despertares cada noche. Piensa en esto cada vez que le quites la mano de la boca….

Y mucho más… Desarrollo Inmunitario

Cada vez sabemos más sobre el desarrollo del sistema defensivo de los bebés y empezamos a entender porqué están aumentando los problemas asociados a su mal funcionamiento.

El sistema defensivo necesita para modularse adecuadamente:

  1. Un volumen de actividad mínimo, que en muchos casos no cubrimos. Uno de los avances que ha mejorado la supervivencia infantil ha sido la Salubridad. Tenemos unas condiciones higiénicas inigualables en cualquier época previa de la humanidad. Esto es útil para reducir la frecuencia de infecciones. Pero nos hemos pasado. El sistema defensivo al nacer debe empezar un proceso en el que tiene que ir clasificando todos los gérmenes con los que va a convivir en este mundo y tiene que hacer una respuesta ante ellos gradual, de forma que los mantenga a raya, pero sin generar un daño excesivo en el propio cuerpo.
  2. Inmunidad Pasiva. Siempre se ha realizado una parte importante de esta clasificación y respuesta a los gérmenes en los primeros meses de vida, mientras el sistema defensivo cuenta con tutela por parte de la inmunidad de la madre. Esta tutela se produce por dos vías:
    1. Los anticuerpos recibidos a través de la placenta durante el embarazo. Estos anticuerpos actúan desde el primer día de vida bloqueando a todos los gérmenes contra los que la madre ha generado anticuerpos en toda su vida. Pero no sólo los bloquean, avisan al sistema defensivo del bebé y lo activan haciendo que responda ante esos gérmenes y desarrolle sus propios anticuerpos.
    2. Los que sigue recibiendo a través del pecho con la Lactancia Materna. Los anticuerpos maternos recibidos a través de la placenta se perderán a partir de los 4-6 meses hasta desaparecer por completo antes del año. Pero si toma lactancia materna:
      1. El bebé seguirá recibiéndolos en la leche.
      2. Y recibirá anticuerpos nuevos que la madre genera de las infecciones que sufra durante la lactancia. Es decir de aquellas infecciones que ataquen durante este periodo y posiblemente afecten también al bebé.
    3. Que en este periodo de Inicio Tutelado el bebé clasifique y responda con ayuda de las defensas de la madre a una mayor proporción de gérmenes hace que esté mejor preparado para la fase posterior en la que tendrá que hacer el trabajo por sí mismo. Por lo que criarlo en un ambiente excesivamente limpio limita ese entrenamiento dejando al bebé sólo ante el peligro sin haber regulado adecuadamente sus Defensas. Dejar que el bebé se meta las manos en la boca (sin limpiarle con las toallitas de forma compulsiva) y que contacte con el mayor porcentaje posible de gérmenes mientas cuenta con la ayuda de la inmunidad de su madre favorece un mejor ajuste del Sistema Defensivo.
  3. Microbiota. Cada vez conocemos mejor a nuestra flora saprofita: Esos gérmenes con los que convivimos y que en muchos casos pueden ayudarnos en nuestra Nutrición, desarrollo Neurológico e Inmunitario o generar problemas en esos campos. Una de las claves que influyen de forma clara según los últimos estudios es que cuanto mayor es la variedad de gérmenes que componen nuestra flora menos problemas. En el estudio que os he enlazado se demuestra por ejemplo que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal se asocia con floras intestinales pobres. Porque cuando la variedad es escasa es más fácil que uno de los gérmenes se haga con el dominio del intestino generando una agresión. Dejar que tu hijo se meta las manos en la boca tocando por todas partes es la forma en la que aumenta la variedad de esa flora. 

Y por último, Tolerancia Alimentaria

Todos estos pasos que he descrito, son necesarios para que lleguemos al pasos siguiente bien preparados: Alimentación Complementaria.

Para tener éxito en la alimentación completa vamos a necesitar esa coordinación de la mano llevando objetos a la boca, la capacidad de formar el bolo alimenticio con movimientos de la lengua, masticación y salivación y una deglución segura en la que la arcada nos defienda si algo no va bien.

Pero además necesitaremos tener un sistema defensivo con la madurez suficiente para mantener a raya a todos los gérmenes que van a entrar acompañando a los alimentos, y hacerlo sin cometer errores que le hagan dañar el intestino (enfermedad inflamatoria intestinal) o responder frente a lo que no nos agrede, sino que es el objeto de nuestra alimentación (alergias alimentarias).

Cuando estamos preparados, entre 6 y 10 semanas después de empezar a llevarse las manos a la boca, el bebé empieza a mostrar interés por nuestra comida cuando nos ve alimentarnos y activamente intenta llevarse alimentos sólidos a la boca.

Lo hace cuando lo hace porque está preparado, con todo el proceso previo, y porque lo necesita: Este momento suele coincidir con la etapa en la que el bebé empieza a agotar las reservas de micronutrientes que consiguió durante el embarazo y no están presentes en cantidad suficiente en la leche.

Hacerlo además de forma precoz, mientras cuenta con la ayuda de los anticuerpos maternos que pasaron durante el embarazo y siguen llegando con la Leche Materna,  se ha demostrado que reduce la aparición de alergias alimentarias.

Resumiendo: ¡Hay que ver qué bien hecho está el bebé! Entender toda su capacidad innata para adaptarse al mundo es clave para no interferir con nuestros cuidados generando problemas.

Deja que se meta las manos en la boca, ¡Y si no están limpias MEJOR!

Y éramos tan inocente que pensábamos que lo hacía simplemente porque le iba a salir un diente😂😂😂😂

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Frutos Secos en la Alimentación del Bebé: Cómo y cuándo introducirlos

 Frutos secos en alimentación infantil, cuándo y cómo para evitar alergia y atragantamiento

Frutos Secos: la primera causa de muerte por atragantamiento en niños y causa frecuente de alergia. ¿Cómo introducirlos para reducir ambos riesgos?

Los frutos secos suelen aparecer al final de la “lista clásica” cuando hablamos de introducción de alimentación complementaria.

Les tenemos respeto porque son:

  1. La primera causa de muerte por atragantamiento en niños.
  2. Uno de los grupos de alimentos que con más frecuencia producen alergias alimentarias.

Para reducir el riesgo de que aparezcan ambos problemas durante mucho tiempo se ha recomendado retrasar su introducción cuanto sea posible. Yo mismo decía «no le des frutos secos a tu hijo mientras te acuerdes de la última vez que se atragantó».

El problema surge porque está cada vez más claro que introducir tarde los frutos secos puede duplicar las posibilidades de que un niño acabe desarrollando sensibilidad a ellos. No es algo exclusivo de los frutos secos. Como explico en otro artículo, introducir tarde los alimentos favorece que aparezcan alergias alimentarias.

Para conjugar ambos problemas, lo que recomiendo desde hace un tiempo es:

Evita los frutos secos, SECOS.

Pero puedes dárselos Triturados y Humedecidos.

Te explico el porqué.

El peligro de atragantamiento en los frutos secos es porque no se deshacen cuando lo pones en un ambiente húmedo. Lo que hace es hincharse pudiendo aumentar su tamaño por 5.

Imagina el proceso:

Un niño está comiendo por ejemplo cacahuetes mientras juega por ahí.

Se cae.

Cualquiera al caer hace una aspiración. Como cuando te asustas por cualquier otro motivo.

Si tienen trocitos de cacahuete masticados en su boca y algunos son arrastrados a los bronquios por esa aspiración, se depositan ahí.

La diferencia con cualquier otra cosa que pueda llegar al bronquio es que los frutos secos, en el ambiente húmedo del bronquio, empiezan a absorber humedad y se hinchan.

El resultado es un tapón que bloquea al bronquio y que al hincharse se queda atascado ahí sin posibilidad de ser expulsado con el moco o la tos.

Las posibilidades de que esto ocurra dependen mucho de cada niño. Hay niños que casi nunca se atragantan con menos de 2 años y otros que lo hacen con facilidad con más de 4-5 años.

Para evitar el atragantamiento lo mejor sería que no tomasen frutos secos hasta esa edad. Pero….

El riesgo de alergia aumenta si no toman los frutos secos en los primeros 12 meses

Hay estudios que demuestran que lo niños que toman pronto los frutos secos tienen la mitad de posibilidades de desarrollar alergia a ellos que quienes los toman tarde.

La razón es que en los primeros meses de vida los niños casi no tienen infecciones porque cuentan con las defensas que su madre le pasó a través de la placenta. Conforme pierde esas defensas de la madre empiezan a tener infecciones cada vez con más frecuencia y entre el año y los 3 años pillan todo lo que se cruce en su camino.

Una alergia no es más que una confusión del sistema defensivo en la que el sistema defensivo se había activado por una infección y buscando al culpable se encuentra por primera vez algo que no conoce (un alimento nuevo que pasaba por allí). Le echa la culpa y a partir de ese momento, cada vez que lo detecta lo ataca. Las posibilidades de que se produzca esa coincidencia de tomar el fruto seco las primeras veces y coincida con un sistema defensivo activado por infecciones aumenta claramente entre el año y los 3 años, cuando no paran de pillar de todo.

Desde el punto de vista de la alergia lo recomendable sería que tomen frutos secos de forma habitual antes del año de vida.

La respuesta para encajar ambos problemas

Si en la masa de repostería añades frutos secos picados, estos van a humedecerse y a cocer con la masa. Ejemplos en España: Mazapán, Torta de Santiago…

Si haces una salsa en la que uses frutos secos picados, van a cocinarse humedeciéndose. Ejemplo: Salsa de ajillo. En mi tierra se hace con Pimiento rojo seco, pan frito picado, almendras fritas picadas, ajo crudo y vinagre. Todo esto picado se añade a una carne frita y se deja cocer un rato hasta que la carne se impregna bien del sabor de la salsa.

De este modo, antes de tomarlos, los frutos secos han dejado de ser «secos». Lo que impide que se hinchen en los bronquios si son aspirados. Un atragantamiento con frutos secos picados y humedecidos es como atragantarse con cualquier otra cosa. 

Pero en esta forma puede darse a niños menores de un año, desde que iniciamos la alimentación complementaria sin limitación, y hacerlo reduce el riesgo de alergia a los frutos secos.

Pero no le des frutos secos si tiene diarrea, vómitos, fiebre o vas a vacunarlo. Porque son situaciones en las que se activa el sistema defensivo y puede generar la lergia.

Por tanto, la mejor opción para evitar atragantamiento y alergia por frutos secos es ofrecérselos picados y humedecidos en salsas, masas de repostería…

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Reflujo? Ácido ? en bebés??

Reflujo Gastro-esofágico o Ácido en bebés

El Reflujo ácido o Gastro-Esofágico: Bebés que se pelean con la comida, tiene crisis de dolor intenso y a veces echan bocanadas.

¿Cómo es el bebé con Reflujo Gastroesofágico?

  • Son bebés que lloran con frecuencia. Especialmente en la comida, poco después de ella o cuando se les tumba.
  • Habitualmente es un dolor que hace al niño estirarse hacia atrás (en los gases es más normal que se encoja), retirándose de la comida.
  • Es frecuente que notemos que tiene el aliento ácido, como de leche agria.
  • La lengua suele tener una capa blanca por encima, resultado del efecto del ácido sobre las papilas de la lengua.
  • A veces echan bocanadas con frecuencia, pero en ocasiones casi no echan.
  • El peso suele ir regular, porque el niño no consigue comer bien. Ya que el dolor que le causa el reflujo, interrumpe continuamente su alimentación.

¿Qué es el Reflujo Gastroesofágico de los bebés?

Cuando un bebé nace, es frecuente que eche bocanadas, y suelen aumentar durante los cuatro primeros meses de vida.

Pero hay bebés que echan con frecuencia y sin embargo comen bien y ganan peso.

Hay otros (los que tienen realmente Reflujo Gastroesofágico ácido), que incluso echando menos, tienen lo descrito arriba.

Los bebés con reflujo gastroesofágico tienen dos problemas:

– El cierre de arriba del estómago no funciona bien, y el contenido del estómago escapa con facilidad hacia arriba.

– Pero además son bebés que producen más ácido en su estómago. Lo que hace que ese contenido, al pasar al esófago (el tubo que une garganta y estómago), lo irriten produciendo dolor. Y que cuando echen, huela a leche agria.

Tratamiento del Bebé con Reflujo Gastroesofágico.

El tratamiento consiste en contrarrestar los dos problemas descritos arriba:

– Damos un relajante del píloro (el cierre de abajo del estómago). Al abrir el estómago por debajo, favorecemos que su contenido tenga más facilidad para salir por ahí, y al haber menos presión es más difícil que se escape hacia arriba. Poco a poco, la válvula de arriba va haciendo mejor su trabajo, gracias a que evitamos que las bocanadas la fuercen una y otra vez.

– Además damos un antiácido para hacer que el contenido del estómago, si sube, haga menos daño en el esófago, lo que reduce el dolor.

Es un problema que suele responder bastante bien al tratamiento entre una y dos semanas después de iniciarlo. Pero que tarda en resolverse del todo mucho más.

Lo habitual es mantener el tratamiento durante meses. A veces, más de un año.

Es su pediatra o digestivo infantil, quien irá ajustando dosis y decidiendo el momento de retirarlo, en función de su evolución.

Otra herramienta que puede ayudar en el Reflujo gastroesofágico es el portabebés:

Ser portado en posición erguida es fantástico para aquellos bebés que presentan reflujo y habituales regurgitaciones. De hecho, mamar en esta posición es estupendo para ellos.

 

Os añado dos vídeos de un caso real. Esta niña acude a la consulta porque su alimentación es un desastre. Como se ve en el primer vídeo llora en cada toma. Se le nota que quiere comer, pero en seguida rechaza la comida con signos de dolor. Se estira hacia atrás separándose. Como no ganaba peso, indicaron a la madre que complementase con biberón. Además tenía frenillo labial, del que fue intervenida. Una vez tratado el reflujo y el frenillo la niña pasó a comer sin dolor, aceptando el pecho como se ve en el segundo vídeo.

 

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Bebé de 1 mes, claves para entender cómo funciona

Bebé de un mes de vida.

Un bebé de 1 mes ha experimentado muchos cambios desde el parto. Conoce los mecanismos de adaptación instintivos que rigen este proceso para tener claro cómo actuar en cada tema.

Empiezo con este artículo una serie destinada a esquematizar los principales cambios sufridos por un bebé en los primeros meses de vida. Y los organizaré por meses para que pueda ser más útil.

Lo ideal sería que las madres y padres lo leyeseis al comienzo de cada mes. Para estar «avisadas» de esos cambios con la idea de evitar la ansiedad que muchas veces generan al no esperarlos y tener una idea de cómo actuar ante ellos. Veréis que hay bastantes enlaces. Os llevan a artículos en los que se explica ese tema más a fondo.

Crecimiento del bebé en el primer mes de vida


Lo normal es que la primera semana puedan perder algo de peso. Habitualmente no más del 10-12% de lo que pesó al nacer. Si supera esa cantidad conviene que lo valore el pediatra por si hay algún problema.

A partir de esa primera pérdida es normal que el peso suba entre 150 y 200 gramos por semana. Estas cifras son orientativas. Mientras veas que las cumple aproximadamente no te preocupes por el peso.

Si se sale mucho por debajo puede haber algún problema (en la mayoría de los casos no es grave y tienen fácil solución, no te agobies). Los que ganan por encima de esa cifra, por «algún motivo» no generan preocupación.

En cuanto a la longitud, suele sorprender que a los pocos días del parto han crecido a veces 3-5 cm. Por un lado, dos personas pueden medir a los bebés de formas muy diferentes y eso puede dar medidas muy dispares. Pero además, cuando un niño nace tras 9 meses encogido, no conseguimos estirarlo bien. A los pocos días del nacimiento, ya está más relajado y permite que lo estiremos a su longitud real.

Portada del Libro Crianza Respetuosa del Pediatra Jesús GarridoAlimentación del bebé con 1 mes

En esta edad la única alimentación de un bebé es la leche y no necesita nada más, ni agua ni manzanilla. Y la cantidad y ritmo de las tomas es a demanda mientras no haya problemas.

Los problemas más frecuentes en alimentación en el bebé con 1 mes son:

Bajadas de azúcar. Cuando un bebé nace no tiene muchas reservas de azúcar en el hígado. Pero a partir del momento que recupera su peso al nacer ya si puede aguantar el ayuno. Esto hace que habitualmente durante esas dos semanas se recomiende no dejar al bebé sin comer más de 4-5 horas, ni siquiera de noche.

Pero una vez que supera su peso al nacer, si de noche duerme y no pide durante más tiempo, no es necesario despertarlo.

Muchos niños tienen el ritmo cambiado y comen más de noche, durmiendo más de día. Especialmente frecuente que esto pase en invierno.

Para evitarlo, durante el día tiene que haber tanta luz como sea posible y de noche tanta oscuridad como se pueda. Además conviene que ofrezcamos alimento con más frecuencia (2-3 horas), porque si de día duerme mucho y come poco ¿adivina lo que hará de noche? No hay mínimo de tiempo entre las tomas, hay que darle cada vez que pida. Si no tenemos claro si está inquieto por hambre, prueba a ofrecerle alimento, si se alivia comiendo, era hambre.

Come con ansiedad: La solución es ofrecerle alimento con más frecuencia.

No gana peso en los límites que dijimos arriba: Como es difícil conseguir que un niño coma más cantidad en cada toma, de nuevo la solución puede ser ofrecer leche con más frecuencia. Si haciéndolo no mejora, hay que descartar otros problemas (al pediatra).

Rechaza el alimento o se pelea con el pecho o el biberón. En esta edad suelen aparecer el cólico del lactante y el reflujo gastroesofágico.

Caca en el bebé de un mes

La caca puede cambiar mucho de aspecto durante los primeros meses de vida del bebé. Son normales:

Cambios de color de la caca. Entre el amarillo y el verde, pasando por el mostaza, casi todo es normal.

Estreñimiento: Es estreñido el bebé que hace la caca dura y con dolor. Si no hace todos los días pero es blanda, es lo que llamamos Pseudoestreñimiento del lactante.

– ¿Diarrea? Hablar de diarrea en lactantes es a veces complicado. Porque un lactante de pocas semanas puede hacer caca cada vez que come. No es raro que hagan 5-10 veces al día. La diarrea es cuando hacen muchas veces, pero además es líquida (esto también es frecuente) y muy abundante (se sale del pañal). Cuando hay dudas, lo que nos aclara si es realmente diarrea es si come mal, le duele la tripa, se le irrita el culete y pierde peso. Si no cumple ninguna de esas 4 condiciones, en principio no es diarrea.

Desarrollo del bebé de un mes

Esta es una de las partes en las que quiero ser más claro. El desarrollo de los bebés varía mucho entre ellos. Se puede hablar de «normalidad». Pero hay que entenderlo de forma muy flexible. Las fechas que habitualmente se dicen sobre cuando mantiene cabeza (3 meses), se sienta (6 meses), se pone en pie (9 meses) o anda (12 meses) es evidente que se han definido más para ser memorizadas que porque correspondan a una regla natural (la naturaleza no hace las cosas cada 3 meses exactos ni siquiera para empezar las estaciones).

Lo fundamental que hay que tener claro en los niños de un mes es si hay algún problema.

Los problemas más habituales en el desarrollo neurológico en el primer mes de vida son:

Convulsiones. No hay que confundirlos con los temblores normales del bebé en las primeras semanas. Como los niños no controlan mucho el movimiento de los músculos, cualquier movimiento brusco suele seguirse de una especie de temblor que dura unos segundos (es como cuando uno se asusta o tiene frío). Una convulsión son movimientos repetitivos sin movimiento brusco de comienzo y que parecen ser marcados por un ritmo (pueden aparecer como sacudidas repetidas de un solo brazo o pierna, del cuello o como muecas de la cara). Si tienes dudas, lo mejor, si puedes, es que grabes en vídeo (con el móvil si lo tienes a mano) los movimientos para poder mostrarlos al pediatra.

No ve. Con menos de un mes los bebés ven con poca definición y fundamentalmente lo hacen en blanco y negro. Le llaman la atención los focos de luz, pero sigue los objetos con dificultad. Si tu hijo no reacciona ante un aumento importante de la luz hay que descartar problemas de visión.

No oye. A la mayoría de los niños en España se les hace cuando nacen una prueba para comprobar si oyen o no. Pero además lo normal es que reaccione ante ruidos fuertes e inesperados. Si no es así, consulta a tu pediatra u Otorrino.

No gira la cabeza hacia uno de los lados. Algunos niños al nacer tienen problemas para girar el cuello. Es lo que se llama tortícolis congénita. Tiene solución con fisioterapia, pero conviene empezar lo antes posible.

No mueve algún miembro. Lo más frecuente es que el problema sea para mover un brazo. Es habitual en partos en los que ha costado sacar al recién nacido. Pueden hacerse daño en el nervio que va hacia el brazo o en la clavícula (con un mes se le notaría un bulto en la clavícula del brazo que mueve menos). De nuevo la solución es fisioterapia y conviene empezarla lo antes posible.

Infecciones en el bebé de 1 mes

Cuando un bebé nace, su madre le ha pasado los anticuerpos que la defienden a ella contra todas las infecciones que ha pasado en su vida. Esas defensas se mantienen en la sangre del bebé durante 4-6 meses. Por eso es raro ver infecciones por debajo de esa edad. Pero cuando tienen alguna, las armas con las que cuenta el niño para defenderse son escasas y además no siempre dan síntomas claros. En un niño con menos de 3 meses que presente fiebre, mal estado general (muy irritable o decaído) o come de repente mucho menos, hay que descartar que sufra una infección, y para ello, conviene que lo vea el pediatra lo antes posible.

Pero uno de los principales errores que se cometen en este tema es pretender que el niño pase estos meses en una burbuja de cristal, que nadie se le acerque, y nadie lo toque.

Durante esta etapa de inmunización pasiva, gracias a los anticuerpos de su madre, el bebé está preparado para reconocer, bloquear y eliminar la mayor parte de los gérmenes que hay en su entorno, porque ya los ha pasado su madre. Si en este período se relaciona con un porcentaje importante de ellos el sistema defensivo va practicando con la ayuda de los anticuerpos maternos y cataloga una parte significativa de los gérmenes de su ambiente.

Es mejor eso que un sistema defensivo infrautilizado y no formado por los anticuerpos maternos. Porque el resultado son alergias  por una mala regulación frente a los agresores y que cuando desaparezcan los anticuerpos maternos el niño tendrá que hacer frente a todos esos gérmenes sin la ayuda de las defensas de su madre.

Microbiota en los bebés de 1 mes

Otro de los factores que es decisivo en la regulación del sistema defensivo, en nutrición y en desarrollo neurológico es la microbiota: Los gérmenes que conviven en nuestro cuerpo sin agredirlo.

Esta microbiota es mejor cuanto más variada es.

Hay bebés que pueden tener problemas digestivos, inmunitarios y del desarrollo neurológico si está desequilibrada o es muy pobre.

La única forma de que se vaya formando y enriqueciendo es el contacto con un entorno que no  esté limpio en exceso. Como siempre hemos tenido miedo a las infecciones, porque en el pasado eran la principal causa de mortalidad, hemos hecho de la higiene un hábito de vida. Pero nos estamos pasando, y uno de los resultados es una microbiota demasiado frágil y pobre en exceso. Lo estamos pagando en alergias, Hiperreactividad y alteraciones del desarrollo.

Especialmente vulnerables son los niños que han nacido por cesárea, porque en lugar de iniciar esa flora con los gérmenes de la vagina de la madre, que son los adecuados, lo ha hecho con gérmenes hospitalarios, agresivos y resistentes….

También tienen una flora agresiva de ese tipo los niños que de forma muy precoz han tenido que ser tratados con Antibióticos.

Por eso, si tu hijo está creciendo en un ambiente muy higiénico, no tiene contacto con la naturaleza, ha nacido por cesárea o ha tenido que recibir antibióticos de forma precoz es esencial:

– Que no te pases con la higiene.

– Que lo expongas a la naturaleza desde ya.

– Que le suplementes con Probióticos.

En este sentido los probióticos que suelo recomendar son por orden:

  • 1 sobre de Symbioram cada día hasta acabar el envase.
  • Cuando lo acabes una cápsula abierta cada día de Saccharomices hasta acabar el envase.
  • Y tras acabarlo, 5 gotas de Reuteri cada día hasta acabar el envase.
  • Y vuelta a empezar.

 

Pulsa aquí para acceder a todos los artículos referentes al Recién Nacido y Primer mes de vida.

Y aquí los vídeos del canal de Youtube que te recomiendo para el primer mes de vida de tu hijo son.

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Las necesidades del bebé en su primer mes ¿Recuerdas los Tamagochi?

Recuerda al Tamagochi, puedes entender a tu bebé

Entender las necesidades del bebé durante el primer mes de vida. Recuerda los Tamagochis y estarás muy cerca de comprender a tu hijo.

Estoy seguro de que el inventor del Tamagochi tuvo su idea después de tener un bebé. Claro, clarísimo…

Yo uso mucho este símil en la consulta.

Cuando queremos entender a un bebé el primer mes de vida es muy útil.

Tu bebé es como esos Tamagochis que fueron un gran éxito en tu niñez. ¿Los recuerdas? Seguro que sí.

Era ese cacharrito electrónico en forma de huevo con una pantalla pixelada del que tenías que cuidar. Iba creciendo y lloraba cuando no cubrías sus necesidades. Demandaba constantemente tu atención y en cuanto recibía lo que necesitaba dejaba de llorar. Iba creciendo y cada vez interactuaba más contigo…. Un bebé, vamos….

La gracia del juego estaba en que había “mamás” más dedicadas que otras. Si atendías bien a tu “bebé” iba creciendo fuerte y sano, más que el de tus amig@s. Y si no le atendías podía enfermar e incluso morir.

La dificultad era averiguar cuál era el botón a pulsar en cada momento y hacerlo de forma eficiente…

Tu bebé durante el primer mes es como un Tamagochi que va añadiendo botones

Yo explico a los padres que durante el primer mes un bebé es como un Tamagochi. Tiene tres necesidades básicas:

  1. Confort. Entendido como ausencia de molestias. No tener frío ni calor, no tener irritada la piel porque no me cambien el pañal…
  2. Alimentarse. Cubrir su necesidad de nutrientes dándole leche cuando lo necesite.
  3. Estímulos. Es el alimento para desarrollar el cerebro. Y los niños lo necesitan aún más que nosotros.
  4. Sueño. No es una necesidad en sí que tengamos que cubrir nosotros. Es necesario, muy necesario. Pero entra en ella cuando las tres primeras se cubren adecuadamente.

Parece una tontería, pero con este símil se entiende muy bién la Crianza con Apego y porqué las alternativas no son viables.

El cerebro de tu Bebé Recién Nacido es tan simple como un Tamagochi. No tiene capacidad de hacer estrategias elaboradas para dominar el mundo empezando por su madre y su padre… Por mucho que te digan que tengas cuidado y que hay que educarlo desde el primer día, que sino se te suben a las barbas….

Al principio no se educa, se cuida. La educación llegará cuando tenga capacidad de pedir cosas que le perjudiquen. No es el caso. Por ahora sólo puede manifestar necesidades biológicas básicas: Las 3 que te he comentado. Si tiene frío, hambre o no puede acceder a estímulos nuevos simplemente manifiesta que tiene una carencia llorando.

Tres necesidades (confort, alimento, estímulos) y una manifestación cuando no tiene cubiertas alguna de ellas (el llanto).

Pero esas necesidades no se manifiestan todas a la vez. Lo hacen de una en una y desde el primer día de vida.

Primer día de vida

Tras el parto la madre está agotada. Normal. Y el bebé precisa muy poco para estar bien.

Repasemos cada una de sus necesidades:

  1. Confort. Necesita una temperatura adecuada y estar cómodo. Y es lo que recibe haciendo contacto Piel con Piel con su madre.
  2. Alimento. Lleva recibiendo alimento de forma constante durante todo el embarazo a través de la placenta, tiene reservas. No para mucho tiempo, porque hasta ahora no hacía falta, ya que llegaba de forma continua. Pero para unas horas hay. De todas formas, tiene un instinto nada más nacer que hace que si se le deja busque el pezón y chupe nada más nacer. Estamos avisando al pecho de que empiece a trabajar, y con la producción de oxitocina que produce en la madre chupar el pezón, está favoreciendo la expulsión de la placenta y la formación del sentimiento de apego de la madre hacia el bebé.
  3. Estímulos. Si algo recibe al nacer son estímulos. Es un torrente inmenso comparado con lo que había dentro del útero. Sensaciones nuevas en la piel, ruidos, luz… Y algunos especiales y muy importantes: el contacto con mamá, su olor, el sonido de su corazón que tan familiar me resulta, la sensación de chupar el pecho, el sabor del calostro…

Tras el parto, si mantenemos el confort, con el Contacto Piel con Piel tenemos al Tamagochi tranquilísimo…

El primer día de vida cuesta despertarlo para que coma. Tiene aún reservas de alimento, su necesidad de estímulos está cubierta a tope y si está en un ambiente cómodo, duerme y duerme.

Pero necesitamos que vaya comiendo para estimular el pecho y evitar que haga una bajada de azúcar que lo deje aún más dormido. Podemos caer en la trampa del primer día. Un Tamagochi al que no le hago nada porque no lo pide.

Conviene que no pase más de 3-4 horas sin comer. Y la forma de despertarlo, cuando no hay manera es: Privarlo del Confort.

Incomodarlo, y cuando no hay manera, con frío, quitándole la ropa.

En cuanto lo hacemos el bebé despierta y se activan sus tres necesidades. Tiene frío, hambre y necesidad de estímulos.

Y fíjate si lo hace bien la naturaleza que te ha dado un Tamagochi para novatos. Sólo tiene un botón.

Lo coges y le das el pecho. Ese es el botón:

Llora, lo coges, le das el pecho y se siente a gusto (el frío desaparece), recibe alimento y estímulos por el contacto contigo.

El bebé chupa un ratito de nada y se vuelve a dormir.

Vamos añadiendo botones

Al principio es muy raro que un bebé se queje por ejemplo porque haya que cambiarlo de pañal. De hecho, más bien se queja cuando lo haces. O por sentir calor (dentro de su madre estaba a 37 grados).

Pero llega un momento en que sí lo hace. Empieza a sentir frío o calor, incomodidad por estar en una postura fija (piensa que no puede cambiar por sí mismo), leve irritación por la caca o la humedad de la orina, irritaciones leves de la piel….

Aparece el Botón del Confort y repasas si hay que Taparlo o Destaparlo, Cambiarle el Pañal, Darle un baño e hidratarle la piel….

Pero si alguno gana protagonismo claro a partir del 2º día de vida es el botón de Alimentar.

Se están agotando las reservas que tenía del embarazo y Necesita Comer. Empieza a pedir cada vez con más insistencia. Y que le des es esencial para estimular el aumento de producción del Pecho. 

Si le das de verdad cada vez que pide es Comer y Dormir. Y de vez en cuando Cambio de pañal, Limpieza, poner y quitar ropa, ajustar ropa según temperatura….

En torno a las 2 semanas la cosa va bien: Se ha superado el peso que tenía al nacer, le has pillado el tranquillo a Comer y Dormir. Se alimenta bien empieza a tener momentos de estar Despierto sin pedir comida. Pero empieza a pedir Estímulos.

Y tienen que ir cambiando cada poco tiempo. Puede estar sólo en su cuna o su capazo despierto unos minutos, pero llora. Y se calla en cuanto lo coges en brazos.

Si lo tienes en brazos estará bien unos minutos, pero llora y se calla si te pones en pie con él.

Tras unos minutos callado, llora, y se calla si andas.

Unos minutos más tarde y llora aunque sigas andando, pero deja de llorar si cambias de habitación o sales a la calle a pasear….

Está consumiendo estímulos y en cuanto agota uno necesita otro nuevo.

Hay niños que agotan estos estímulos en menos tiempo y otros que tardan más.

Para el mes todos los botones del Tamagochi están en marcha. Pero sigue funcionando casi siempre el botón para todo. Llora, lo pones al pecho y se calla. 

No compliques el Tamagochi: No añadas más botones de los que trae de serie

Por alguna extraña razón, a mucha gente le gusta complicar lo simple. Son enrevesados… 😓

Bueno, en realidad la razón es muy conocida. Hay gente a la que le fastidia ver a gusto a los demás. 😖

Y ese tipo de gente, de forma consciente o inconsciente, te dice cosas como:

– “No lo puedes coger tanto, que se acostumbra a brazos”: Tamagochi tiene necesidad de estímulos, no cubres necesidad, Tamagochi llora😭. Cubres necesidad, Tamagochi a gusto…. ☺️

– “No puedes darle tanto el pecho, que le interrumpes la digestión”: Tamagochi tiene hambre, no le das de comer “porque no es la hora aún”, tamagochi no para de llorar😩, Tamagochi acaba comiendo con ansiedad y luego doler tripa😢, Tamagochi no ganar peso 😱 y entonces te dicen que tu pecho no alimenta y le des biberón… Alternativa mejorada: Tamagochi recibe alimento, Tamagochi calla, Tamagochi come tranquilo 😌y no tiene gases, Tamagochi gana peso…. Pecho funciona y gusta a Tamagochi….🥰

– “El Tamagochi tiene que hacer sus horas”: Vamos, que aunque llore no le des de comer antes de 3 horas😩⏰. Pero el Tamagochi tiene hambre y llora😩. Así que te ofrecen dos soluciones:

– “Tienes que darle Manzanilla entre las tomas”: Este es un botón nuevo que quieren ponerle al Tamagochi, que la mamá del Tamagochi no sabe cuándo pulsar en lugar del magnífico “Botón para todo” que tan bien funciona. Si lo usas Tamagochi entretiene el hambre, pero acaba comiendo con ansiedad, Tamagochi traga gases, Tamagochi dolor😢, Tamagochi llanto😭… Tamagochi más manzanilla para los gases…. Tamagochi no gana peso😱. Le quitan la teta al Tamagochi y el Tamagochi no entiende porqué narices no le dan su Teta y dejan de darle tonterías….😤

– “Ponle el chupe entre las tomas”: Tamagochi tiene hambre y le ponen el chupe. Tamagochi no quiere chupar (estímulos), quiere comer. Tamagochi llora😭. Pero si insistes como el estímulo es similar al que asocia al alimento, a veces funciona. Entonces el Pecho no se entera de que tiene que producir más y no lo hace. Tamagochi acaba comiendo con ansiedad, Gases, No gana peso😱. Vuelven a quitarle la teta al Tamagochi…🍼

Y acabas eliminando el magnífico “Botón para Todo” y sustituyéndolo por:

– Botón chupe.

– Botón biberón de leche.

– Botón biberón de manzanilla…

Adividan cuando toca cada uno…. Ahora tienes un Tamagochi con gases y que no para de llorar y encima con muchos más botones que antes….

Con lo bien que funcionaba el “Botón para todo”. 😜

Por cierto: ¿Por qué hay emoji biberón y no #emojilactanciamaterna ?

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¿Qué puedo hacer si mi bebé echa muchas bocanadas? ?

Qué hacer si tu bebé echa bocanadas.

Prácticamente todos los bebés echan bocanadas. En la mayoría de los casos no son nada serio. Pero te explico las causas más habituales y qué hacer cuando ocurren.

En la etapa en la que el bebé toma sólo leche, la expulsión de esa leche es algo muy, muy habitual. No lo hacen el 100% a diario, pero casi.

Bocanadas normales en el bebé

Cuando esto ocurre la causa más frecuente es simple. El estómago del bebé no tiene un cierre efectivo en su parte superior. Es como una bolsa de agua caliente sin tapón. Si la llenas de leche y presionas, rebosa.

A veces la presión la hace el propio bebé al moverse apretando la barriga o moviendo las piernas… Otras veces lo hacemos nosotros al cambiarle de postura. Pero no te preocupes, es algo muy normal y no le has hecho ningún daño.

Muchos piensan que conforme crece irá echando menos. Pero lo normal es lo contrario. Cuanto más crece, más come y más se mueve. Y si esto ocurre las bocanadas suelen ir a más.

Mejoran sin hacer nada cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos, más fáciles de retener y se acaba formando un pliegue en la salida superior de sus estómago que actúa como válvula (el cardias).

Si nos preocupan y queremos que haya menos bocanadas la solución no es espaciar las tomas. Cuanto más las separemos mayor cantidad tomará en cada toma, y si llenas mucho el estómago hay más bocanadas. Lo que te recomiendo es precisamente lo contrario: Dale con más frecuencia. Al hacerlo el bebé irá tomando cantidades menores que caben mejor en su estómago y las bocanadas se reducirán.

La duda más frecuente es ¿Lo ha echado todo con la bocanada?

Si esto nos preocupa es en parte porque pensamos que si echa la leche no va a alimentarse bien. Pero es que con las bocanadas se echa sólo una parte. Son muchas las familias que me dicen que ellos creen que no le ha quedado nada dentro.

Hay una forma fácil de saberlo: ¿Gana peso? ¿Llora por hambre?

Si gana peso y cuando llora le damos de comer y se calma aunque eche, está quedando suficiente en su interior para alimentarle.

Si las bocanadas se acompañan de un llanto inconsolable o de pérdida de peso, entonces hay que buscar la causa, porque hablamos de otra cosa…

Cuando el bebé echa Leche y Sí es un Problema (algo más que bocanadas)

Si la expulsión se acompaña de llanto o malestar evidente en el bebé o el peso va ma hay que descartar varios problemas:

  1. Gastroenteritis. Cualquiera puede sufrir una infección que afecte al tubo digestivo. No son muy frecuentes en los primeros meses de vida porque el bebé cuenta con los anticuerpos de su madre en su sangre y es inmune a todas las infecciones que ella haya superado en su vida. Pero a veces algún virus nuevo se presenta y desarrolla una gastroenteritis. Suelen presentar algo de moco, fiebre y empiezan con vómitos. En alguna ocasión después viene la diarrea y otras no. Lo más característico de la infección es la fiebre. Siempre que la hay debemos pensar en infección. El tratamiento en bebés suele ser dar un probiótico, fraccionar las tomas de leche, dándole cantidades más pequeñas más veces y tratando la fiebre si sube con antitérmicos. Si los vómitos son frecuentes puede darse un medicamento para cortarlos y en los casos más intensos puede necesitar un suero para rehidratarlo.
  2. Infección de Orina. Otra infección que puede acompañarse de vómitos con facilidad es la de Orina. Debemos pensar en ella cuando un bebé está irritable, con fiebre, orina que huele más fuerte o más oscura y rechazo del alimento con vómito fácil. La forma de saber si hay infección de orina es analizar la orina y si se confirma infección daremos tratamiento con antibióticos.
  3. Algunas Infecciones Respiratorias. En Catarros, Bronquitis y otras infecciones en las que hay mucho moco, algunos bebés tienen facilidad para vomitar con la tos. Los vómitos suelen mejorar al tratar la mucosidad.
  4. Alergias alimentarias. Cuando un bebé toma algo en la leche que no tolera puede vomitar tras tomarla. El vómito no se diferencia de la bocanada por la cantidad o la fuerza con que expulsa, sino porque antes de echar está molesto y cuando echa la cara se pone pálida y sudorosa. Si no tiene fiebre, en lugar de pensar en infecciones (aunque las puede haber sin fiebre) solemos pensar en alergias. La más frecuente en la leche es a las proteínas de la leche de vaca. Cuando toma biberón suele mejorar al cambiar la leche adaptada normal por una hidrolizada. Y si toma pecho hay casos en los que el problema es uno de los alimentos que toma la madre y pasa a través del pecho.
  5. Estenosis Hipertrófica de Píloro. Mucho menos frecuente que los casos anteriores, pero se ve a veces. Es un problema más frecuente en bebés varones y consiste en que el cierre inferior del estómago (píloro) tiene tanta fuerza que impide que el contenido del estómago pase al intestino. Lo que vemos es que de repente un niño que comía perfectamente echando alguna bocanada, sigue queriendo comer, pero al poco de acabar expulsa cada vez más cantidad de leche hasta que llega el momento que lo hace en todas las tomas y el peso empieza a bajar. Puede diagnosticarse mediante una Ecografía.

Como siempre la información general orienta, pero en muchos casos hay que hacer una valoración más individualizada para ver la causa y la solución.

Recuerda que puedes consultar a tu pediatra y que yo estoy a tu disposición Online.

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Tipos de Leche Adaptada para bebés y cuándo se usan

Cuál es la mejor leche artificial o adaptada para mi bebé?

Hay muchos tipos de leche artificial o adaptada para bebés. Cada una de esas leches tiene una indicación y puede resultarte muy confuso. Intento aclarártelo.

La mejor leche que puede tomar un bebé es la de su madre.

Pero hay casos en los que esto no es posible. Nadie mejor que su familia (con la ayuda de los profesionales en los que confíe), según sus circunstancias puede tomar esta decisión.

En aquellos casos en los que el bebé toma leche artificial o adaptada, una de las dudas más frecuentes es cuál. No me refiero a marcas. Sino a que cada día tenemos más tipos diferentes de leche adaptada. Y puede resultar muy confuso. Por supuesto puedes consultarlo con tu profesional de confianza, pero sé que muchos preferís entender por vosotros mismos las razones por las que como profesionales hacemos unas recomendaciones u otras.

Niño normal: Leche normal

Todas las marcas de leche infantil tienen una línea básica con 2-3 variantes que responden a la edad del bebé:

  1. Leche de Inicio o Leche 1. Es la recomendada en niños normales que han nacido tras un embarazo completo que acaba por encima de las 38 semanas de gestación. Y cubre las necesidades del bebé hasta los 6 meses.
  2. Leche de Continuación o Leche 2. El la diseñada para alimentar a bebés entre los 6 meses y los 12 meses.
  3. Leche 3. Hay marcas que la tienen y otras que no. Se hace para bebés por encima del año de vida hasta los 2-3 años.

La recomendación oficial es que un bebé sano que tome leche adaptada debe tomar la “1” desde el nacimiento hasta los 6 meses, la “2” de los 6 a los 12 meses, y la “3” puede usarse hasta que pase a tomar leche entera. Lo que puede hacerse a partir de los 12 meses.

Como en todo, las fechas exactas son siempre orientativas y depende de las características de cada bebé.

Otros tipos de leche adaptada para situaciones especiales

Voy a centrarme en los principales tipos de leche especial, en qué se diferencian y cuándo suelen recomendarse:

  • Leche para Prematuros.
  • Leche antiestreñimiento.
  • Leche anticólico.
  • Leche antireflujo.
  • Leche sin lactosa.
  • Leche hidrolizada.
  • Leche vegetal.

Leche Adaptada para Prematuros

Es la que se recomienda para bebés que nacen antes de las 38 semanas de embarazo y hasta que superan los 3.000 g de peso.

Están diseñadas para ser mejor digeridas por un intestino inmaduro y cubrir el aporte de nutrientes que el bebé recibiría dentro de su madre en la fase final del embarazo.

Leche Adaptada Antiestreñimiento

Recomendable cuando el bebé hace caca dura y con dolor. No sirven en los casos de Pseudoestreñimiento del Lactante en los que no hace caca todos los días, pero la caca es blanda.

Modifican la composición de la leche para favorecer el movimiento del intestino y que la caca sea blanda.

Leche Adaptada Anticólico

Mi planteamiento sobre el cólico del lactante es que no existe. Se tiende a diagnosticar como cólico todo llanto de un lactante en el que no sabemos identificar su causa. Cada vez se van identificando más posibles causas entre las que algunas son atribuibles a una mala tolerancia de la leche (intolerancia leve a lactosa, alergia leve a proteínas de la leche de vaca, alteración de la flora intestinal). Las leches para Cólicos tienen menor cantidad de lactosa, proteínas más pequeñas, probióticos y prebióticos. Pueden ayudar a veces. Pero lo importante de verdad es hacer un diagnóstico previo. Porque el cólico sólo desaparece si tratamos todas sus causas. Y es posible hacerlo.

Leche Adaptada Antireflujo

Son leches que se espesan al llegar al estómago reduciendo la regurgitación, las bocanadas.

Pero si un niño tiene Reflujo Ácido no son suficiente. El tratamiento de elección en el reflujo ácido es un antiácido.

Que un bebé eche bocanadas no es problema si no hay dolor y gana peso y no tiene un problema que le haga tener más tendencia al atragantamiento. Sí pueden ayudar si no gana peso por un exceso de expulsión o tiene problemas de atragantamiento especiales.

En algunos bebés pueden generar estreñimiento. Conviene tenerlo en cuenta.

Leche Adaptada Sin Lactosa

Algunos bebés no son capaces de digerir el Azúcar de la leche (intolerancia a la lactosa). Esto puede ser algo transitorio o permanente.

Cuando no digerimos la lactosa alimenta a gérmenes en exceso en nuestro intestino, lo que aumenta los gases y permite a veces el desarrollo de algunos que no deberían estar ahí y pueden ser agresivos. Pueden aparecer molestias con diarrea, caca ácida, maloliente, con muchos gases y que irrita la piel alrededor del ano al salir. Mejoran habitualmente en cuestión de pocos días al cambiar la leche por una sin lactosa.

Leche Adaptada Hidrolizada

También hay bebés cuyo problema es una alergia (se defiende contra) o intolerancia (no puede digerir) a las Proteínas de la Leche de Vaca. 

Cuando esto ocurre suele aparecer malestar, con dolor de barriga, a veces dermatitis y vómitos.

La solución es evitar la presencia de estas proteínas de la leche de vaca en la fórmula. Puede hacerse rompiéndolas tanto que sean digeribles e irreconocibles por el sistema defensivo, o haciendo la leche a partir de una composición que no incluya la leche de vaca.

La mayoría de las leches adaptadas se hacen modificando la leche de vaca. Pero pueden hacerse también a partir de otras leches animales como la de cabra o partiendo de componentes vegetales.

Las Leches Vegetales

No es lo mismo hablar de leches vegetales (para adultos) y de Leches Adaptadas Vegetales.

La leche de coco, avena, arroz, soja… son en realidad jugos de esos vegetales que llamamos leche por su riqueza en calcio, pero que poco más tienen en común con la leche que especialmente los niños necesitan durante los primeros años de vida.

Una Leche Adaptada Vegetal es una leche que busca imitar la composición de la leche materna, pero partiendo de compuestos vegetales y no desde leche animal.

Son útiles en niños que presentan alergias muy intensas a las proteínas de las leches animales.

Suelen tener mejor sabor que las leches hidrolizadas y por eso se usan con frecuencia en las alergias a proteínas de la leche de vaca.

Suelen hacerse de soja (no recomendada antes de los 6 meses) o de arroz (yo la prefiero).

 

Hay otras muchas variedades de leche. Pero creo que no resultaría útil extender tanto esto que os perdáis aún más.

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Alimentación del Bebé y el Niño Blog Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Niño de 24 meses, 2 años Rabietas

Berrinches a la hora de comer a los 2-3-4 años

Rabietas o berrinches con la comida 2 3 4 años

Si cada comida es una pelea con tu hijo preescolar (2, 3, 4 años) te explico lo que está fallando y cómo solucionarlo sin que vuelvas a pelear y mejorando la alimentación de tu hijo.

Respuesta a la petición de Peketema de esta semana de Gandy en nuestra comunidad de Facebook: “Cómo lidiar con los berrinches de nuestros “adolescentes” de dos años a la hora del almuerzo.”

Los terribles dos años, la época de los berrinches, las rabietas… es un gran desafío para las familias. De repente descubres que tu bebé tiene carácter. Y ¡vaya si lo tiene!

Cuando un bebé es pequeño y se habla de educación, suelo decir a los padres que:

Al bebé se le atiende, al niño se le educa además de atenderlo.

Os lo explico:

Los bebés tienen un cerebro muy básico con capacidad de expresar necesidades biológicas. Si está incómodo, tiene hambre, frío, dolor, falta de estímulos, afecto…. Llora. Y en cuanto suples su necesidad o alivias su molestia deja de llorar.

Un niño ha desarrollado su cerebro y es más complicado. Se parece más a nosotros: Tiene preferencias, deseos y herramientas más elaboradas para lograrlos.

Cuando un niño que ya tiene capacidad para pensar, prever y elegir quiere algo, lo pide. Y si se encuentra una negativa, pone en marcha una serie de estrategias para alcanzar su objetivo.

Empieza haciéndolo con lenguaje, a veces hablado y a veces con gestos.

Pero si hay una negativa reiterada se frustra y manifiesta esa frustración mediante lo que llamamos rabieta, berrinche…

Es cuando empieza esta etapa cuando tiene sentido plantearse la educación de nuestro hijo.

Educar es:

Evitar que tenga acceso a aquello que le perjudica.

Promover conductas que le permitan adaptarse mejor a la sociedad, evitando aquellas que dificultan la adaptación.

Que un niño haga rabietas con estas edades no es un signo de que esté mal educado.

Simplemente está probando conductas innatas para ver las que le permiten adaptarse mejor a su entorno.

La rabieta y la violencia son conductas innatas. Hubo épocas en las que mejoraban la supervivencia de los niños:

El niño violento o que hacía rabietas sobrevivía frente a que no lo era si había 10 niños y comida para 4….

Pero hoy en día preferimos que usen herramientas diferentes, como la inventiva, la oratoria, la colaboración, el pacto, ser zalamero… Son conductas mejor aceptadas y que permiten conseguir los objetivos de forma “correcta” en nuestra sociedad.

Desde esta idea, ahora vamos con la comida.

Hay una serie de ideas erróneas que suelen generar peleas con la comida:

– Come poco.

– Si no le insisto no come.

– Tiene que sentarse a comer.

Voy comentarlas una por una.

Mi hijo come poco

¿Tiene tu hijo actividad para agotarte a ti y todo el vecindario?

Si es así, ¿de dónde crees que saca tanta energía?

La etapa preescolar, comparada con la de lactante es una fase de crecimiento lento, tanto en peso como en talla:

En el primer año de vida se sube alrededor de un 50% la talla y un 200% de peso.

En los 3 años siguientes se gana en torno a un 10% de talla y un 25% de peso cada año.

Como veis hay una diferencia muy evidente. Esto significa muchos menos recursos necesarios para crecer. Por lo que muchos preescolares comen menos que cuando eran bebés.

Si esto no se entiende empezamos a hacer cosas para aumentar a costa de lo que sea la cantidad de lo que come.

Pueden pasar dos cosas:

Que el niño pelee para no comer más y lo consiga, en cuyo caso tu sigues con la pelea, generando una relación cada vez peor con la comida.

Haciendo berrinches cada vez que toca comer.

O que ganes tú y generes sobrepeso.

Ambas opciones son malas.

Pasamos entonces a la segunda, ¿nos creemos de verdad “Es que…?

“…Si no le insisto, no come.”

Yo suelo poner un ejemplo aquí: ¿Habéis tenido mascota alguna vez?

Yo perro durante 13 años. Y no murió de hambre, a pesar de que nunca le di de comer. Mi labor respecto a su comida consistía en ponerle comida en su cuenco. Él venía a comer cuando quería y cuando no le apetecía no lo hacía.

Tengo claro que mi niño no es menos inteligente que mi perro… No tiene estropeado el instinto de supervivencia, y cuando tiene hambre, teniendo comida a su alcance, no va a pasar hambre pudiendo evitarlo.

Luego, si está sano, no hay niño que pase hambre teniendo acceso a la comida, a no ser……

A no ser que haya cosas que distorsionen su conducta alimentaria. 

Si un niño hace un berrinche con la comida es porque:

– Le estás obligando a comer cuando no tiene hambre.

– Le estás obligando a comer cuando tiene más interés en jugar o lograr estímulos para desarrollar su cerebro.

– Le estás obligando a comer cuando tiene sueño.

– Le estás obligando a comer cuando tiene una molestia que le impide comer.

– Le estás ofreciendo un alimento que no le gusta, y aunque tiene hambre, prefiere comer otra cosa.

En los 3 primeros casos, no pasa nada por que no coma si tiene otra necesidad en este momento. Simplemente, ya comerá más adelante. La próxima comida no va a ser en una semana… No se va a morir de hambre antes de que llegue.

Si hay una molestia es evidente que no es cuestión de insistirle en comer, sino de buscar la causa y tratarla.

Y por último, si es que no le gusta la comida, una comida que antes sí tomaba,  la cuestión es si estamos distorsionando la alimentación ofreciendo cosas ricas en azúcar. Cuando lo hacemos, además de producir obesidad, estamos haciendo que poco a poco rechace aquellos alimentos cuyos sabores son menos atractivos en comparación. En este caso la solución no es pelear para que coma lo que debe. Sino para no darle aquello que no debe.

Recuerda que educar era evitar aquello que perjudica al niño. 

El origen de la disputa otras veces no es sobre si come o no, es la forma en la que come…

No hay forma de que se quede sentado comiendo y voy persiguiéndole con la comida

Para los niños de estas edades, comer es una necesidad que se cubre con facilidad. Con lo que comen un poco y en seguida muestran interés por volver al juego.

Muchos adultos pretenden que un niño de 2-3 años se quede sentado mientras todos comemos y hacemos la sobremesa…. Pero para el niño eso no es un estímulo en el que pueda participar. Así que se aburre y quiere levantarse de la mesa en cuanto se siente saciado. Si es que habíamos logrado sentarle….

Tiempo habrá de que acabe portándose como un “caballerito” o una “dama” en unos años. Pero en esta edad es absurdo.

Asegurado el acceso a comida y a una dieta variada, el principal problema en esta edad con la comida son las conductas a las que llegamos para lograr algo que se consigue sólo: Que coma.

Cuando cada comida es un berrinche, quiere decir que estamos distorsionando tanto la relación del niño con ese momento que no le dejamos otra alternativa.

La solución, especialmente en los peores casos pasa por cambios drásticos. Debemos desvincular de la comida todos esos aspectos emocionales.

Para eso, en niños con autonomía para desplazarse y cuyo interés por la comida es secundario lo mejor es ponerles de comer, no darles de comer. Y nunca pelear por ellos para que coman.

Os lo concreto.

Si a partir de ahora en cada una de las 5 comidas del día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena) tu pones el plato de comida para el niño en una mesa baja a la que pueda llegar cuando el quiera.

El plato del desayuno está a su alcance para que venga y coma cuando quiera. A media mañana lo cambias por lo que tú vayas a comer a media mañana. A medio día lo cambias por los que vayas a comer a medio día…

Y te olvidas de la comida.

Cuando él quiera que se acerque, coma y se vaya a jugar. Al ritmo que se lo marque el hambre.

No le ofreces otra comida alternativa. Hay lo que tú vayas a comer. No hay zumos, batidos, galletas, pan…. Hay comida en el plato.

No le entretienes para que coma, no le das de comer, no peleas con él para que coma.

Es lo que hacemos con las mascotas y funciona.

¿Sabes qué ocurre en el 100% de los casos cuando haces esto?

Ninguno se muere de hambre. 

Alguno pelea para que le des aquellos alimentos ricos en azúcar que tanto le gustan en vez de lo que comes tú y debería comer él. Ante lo que debes simplemente negárselos. Y si hace una rabieta debes tener claro que eran tan malos para él que le generaban adicción. Está desenganchándose.

Haciendo esto la comida deja de ser un momento desagradable en el que me impiden jugar y me obligan a comer sin hambre. Pasa a ser algo a su alcance que busca cuando necesita y come sin tanto teatro.

Deja de ser una negociación en la que regateo un poco de buena comida para conseguir la comida de mala calidad.

Pero sé que hay familias para las que hacer esto es “superior a sus fuerzas”. Estás pensando a corto plazo, en que hoy “no se acueste sin cenar”, y empeorando su relación con la comida. No es eso lo que conviene al niño….

Pasar un mal rato y hacérselo pasar a un niño por no cubrirle una necesidad es absurdo.

Perjudicarle a él y su nutrición por no pasar un mal rato, es malo. Y lo paga el niño con su salud futura.

 

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Alimentación del Bebé y el Niño Blog Lactancia Artificial Primer Mes de vida del Bebé

Empezar con buen pie la Lactancia Artificial

Ideas para empezar bien la lactancia artificial.

La Lactancia Artificial es la opción cuando un bebé no puede recibir Lactancia Materna. Os doy algunas claves para inicarla con buen pie y que entendáis los problemas más frecuentes que pueden aparecer en las primeras semanas.

Si me preguntas cuál es la mejor alimentación para un bebé desde su primer día de vida te diré sin dudarlo que la Leche Materna.

Pero hay muchos motivos por los que esta opción puede no ser la escogida. Desde preferencias personales, circunstancias vitales hasta el hecho de que no se logre que funcione.

En este último caso es una pena que queriendo dar lactancia materna no se logre. En muchas ocasiones por no disponer de la ayuda necesaria para resolver los problemas que pueden hacer que la Lactancia Materna no sea esa opción positiva para la madre y el bebé que queremos que sea.

Sea como sea, dar Lactancia Artificial no es pecado, ni te expulsa del club de buenas madres…. Es una opción disponible que permite criar a un bebé.

Como defendemos la Lactancia Materna como la mejor opción, se tiende a no hablar de la alternativa, como si explicar a una familia que opta por la Leche Artificial cómo hacerlo mejor fuese un ataque a la Lactancia Materna. En mi opinión no lo es. Es ayudar a unos padres a dar a su hijo la opción escogida de la forma más beneficiosa para él. Ni más, ni menos.

Nuevas tendencias en Lactancia Artificial

En este vídeo me centro en dar las claves para que un bebé se alimente lo mejor posible con Leche Adaptada.

Durante mucho tiempo se han dado pautas rígidas de alimentación y crianza que generan problemas.

Cada vez más optamos por no poner esas normas, sino entender las necesidades del bebé y cómo cubrirlas. Es una forma mucho más flexible y natural de suplir su demanda de alimento. Haciéndolo bien evitaremos llantos por hambre, exceso de gases, bocanadas….

Y también es importante detectar cuándo la leche que está tomando no le sienta bien. Hablaremos por eso de los síntomas más habituales cuando un bebé tiene Alergia a las Proteínas de la Leche de Vaca o Intolerancia a la Lactosa.

Son poco más de 8 minutos que espero que os ayuden en estos primeros días en los que todo son dudas:

Si te ayuda dale un “me gusta y compártelo”.