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Alergia o intolerancia a proteínas de leche de vaca

Inmunoterapia para eliminar la Alergia a Proteínas de la Leche de Vaca en niños y bebés.

Alergia a proteínas de la leche de Vaca. Bebés a los que sienta mal la leche de vaca y sus derivados. Cómo se diagnostica y se trata. Podemos eliminar la alergia con Inmunoterapia.

Se habla mucho sobre la leche de vaca. Hay quien la considera un alimento imprescindible para los niños y quien la llama directamente veneno.

Como de costumbre, ni un extremo, ni el otro. La leche es un alimento completo, pero no imprescindible. Su mala fama nace de que es el alimento que con más frecuencia produce alergias o intolerancias.

Hay dos elementos que pueden generarlo:

  • Proteínas de leche de vaca. Especialmente la Caseína, la lactoalbúmina y la lactoglobulina.
  • Lactosa. Es el azúcar de la leche.

En este artículo nos centraremos en las proteínas de la leche de vaca.

Hay otro artículo en el que hablo de la intolerancia a la lactosa.

Alergia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé cuando toma leche y tiene alergia?

  • Una reacción al tomar leche de vaca con vómitos, diarrea, erupción en la piel, tos, bajada de tensión con palidez de piel y decaimiento. La alergia significa que el sistema defensivo del bebé se defiende contra las proteínas de leche de vaca porque considera que son algo agresivo. Si ocurre esto, sospechamos que puede haber una alergia.
  • A veces la alergia es más lenta, produciendo unos síntomas menos llamativos: Dolores de barriga, duerme mal, dermatitis atópica o del pañal que no acaba de mejorar, tendencia a responder de forma inadecuada a las infecciones…

Analíticas para confirmar la alergia a proteínas de leche de vaca:

  • IgE total elevada. Son los anticuerpos que habitualmente suben en las alergias. Las cifras totales elevadas nos dicen que hay algo que le está generando sensibilización del sistema defensivo. Pero no nos dice qué.
  • IgE específica a caseína, Alfalactoalbúmina y Betalactoglobulina. Son las tres proteínas de la leche a las que son alérgicos con más frecuencia. Si sale positiva a alguna o varias de ellas se confirma la sensibilización. Pero:
    • Si son negativas no se descarta. Porque en la leche hay muchas más proteínas capaces de causar alergia y también hay alergias no mediadas por IgE.
    • Hay niños con IgE positiva que sin embargo cuando tienen contacto con la leche no reaccionan. Hablamos de sensibilización pero en este caso sin alergia.
  • Prick o prueba de parche positiva: Contacto en la piel con aquello que sospechamos que produce la alergia. Esta prueba es más fiable, porque probamos con leche completa y sea lo que sea que produzca alergia, el cuerpo reacciona. También tiene 2 problemas:
    • Tiene sus riesgos, especialmente cuando la primera reacción ha sido muy intensa. Si hacemos una herida leve y ahí aplicamos la leche la tendencia a reaccionar del sistema defensivo aumenta. Hacer pruebas de Prick varias veces a un niño puede hacer que sus reacciones a la leche sean cada vez mayores. Hasta el punto de llegar a veces a hacer un shock anafiláctico con una prueba de Prick.
    • Que tenga un Prick positivo no implica que tomando la leche por vía oral genere reacción.

Intolerancia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé?

En este caso no es que el sistema defensivo se defienda por error contra las proteínas de leche de vaca. El problema es que el intestino del bebé no puede digerirlas. Cuando quedan sin digerir, algunos gérmenes de la flora intestinal lo hacen y pueden liberar sustancias que irritan el intestino, haciendo que no absorba bien el resto de nutrientes y provocando molestias.

Las más frecuentes son: Digestiones pesadas, irritabilidad, no gana peso, diarrea o vómitos esporádicos.

Pruebas para confirmar:

  • IgA sérica elevada. A veces aparece. Pero con frecuencia no.
  • Esteatorrea o creatorrea elevados. Es decir, como el intestino está irritado no podemos absorber bien los nutrientes y hay demasiada grasa en las heces y algunas otras indicaciones de que algo no va bien.
  • En biopsia (no indicada) se verían zonas de atrofia vellositaria parcheadas. Se hace en estudios, pero no es necesaria para diagnosticar la intolerancia.

Diagnosticar Alergia o intolerancia a las proteínas de la leche de vaca: Retirada- Reintroducción

Es la prueba más clara y la que yo suelo usar siempre que la reacción al tomar la leche no genere síntomas demasiado intensos.

Si sospechamos que un bebé tiene intolerancia o alergia a las proteínas de leche de vaca, podemos retirarlas de su alimentación. Al hacerlo el bebé suele mejorar en unas semanas (2-4 semanas suele ser suficiente).

Tras ese periodo reintroducimos de nuevo las proteínas de leche de vaca en su dieta y si hay Intolerancia o Alergia , las molestias reaparecen en pocos días. A veces en horas.

Esta es la única prueba que responde a las dos preguntas esenciales ante una alergia o intolerancia digestiva:

  • ¿Cuál es el causante?
  • ¿Es mejor mantener el alimento en la dieta o eliminarlo?

Esta prueba no precisa medios técnicos, no hay que pinchar al niño, no precisa la remisión a un especialista para realizarla…

Leches especiales para niños que no toleran la leche de vaca:

Esto puede ocurrir también en niños que toman sólo pecho, pero cuya madre toma leche de vaca o productos que la contienen en sus ingredientes. Cuando esto ocurre se trata eliminando la leche de vaca de la alimentación de la madre.

El tratamiento en los bebés que toman leche artificial es cambiarla por otra que:

  • No contenga proteínas de leche de vaca. Especialmente útiles en alergias muy marcadas. Hoy en día las hay de soja o de arroz. Las de soja no me gustan porque pueden generar alergias cruzadas con la de vaca.
  • En alergias o intolerancias leves pueden usarse leches hidrolizadas o parcialmente hidrolizadas a partir de leche de vaca.
  • Las elementales son leches en las que rompemos tanto las proteínas que ya sólo quedan aminoácidos individuales. Se usan en alergias muy intensas.

Pero es tu pediatra o el digestivo infantil quien te indicará la más adecuada en cada caso.

Actuación en niños a los que sientan mal las proteínas de leche de vaca

La leche de vaca es algo omnipresente en la alimentación occidental.

En la mayoría de los casos la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca acaba desapareciendo con la edad conforme madura el intestino.

Pero la alergia puede reducirse, aumentar o persistir durante mucho tiempo. El riesgo más importante en un niño que va creciendo y sigue siendo alérgico a la leche de vaca, especialmente en las alergias graves, es que conforme crece cada vez resulta más difícil evitar los contactos accidentales. Es vivir con una espada de Damocles sobre su cabeza.

Pero además, durante los primeros años de vida la tendencia de las alergias es a desaparecer. Conforme va creciendo, si la alergia persiste cada vez tiene más riesgo de que persista de por vida.

Inmunoterapia

Cada vez más se tiende a buscar la tolerancia de forma activa. Esto es lo que yo hago en mi consulta. Se puede conseguir en casi todos los niños que dejen de ser alérgicos a la leche en menos de un año. Y se puede hacer de forma que además normalicemos el funcionamiento del sistema defensivo. Porque una alergia alimentaria no es algo aislado. Es una señal de que la inmunidad está mal regulada.

Una mala regulación que en algunos niños va aumentando su lista de señales poco a poco con dermatitis atópica, una lista creciente de alergias alimentarias, hiperreactividad bronquial, asma…

Si tu hijo tiene alergia a las proteínas de la leche de vaca y tienes interés por hacer este proceso de normalización del sistema defensivo consiguiendo la tolerancia a la leche pregunta a tu pediatra.

Yo también estoy a tu disposición en mi consulta en Granada o para que me consultes online.

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Problemas en el Habla de un Niño

problemas del habla en niños

«Estimulación correcta del habla. Qué hacer y qué no hacer. Desde qué edad. Cómo detectar problemas como la dislexia y cómo actuar si aparece».

Esta pregunta de una madre, propuesta como Peketema a través de nuestra comunidad de Facebook, es la que intentaré responder con el artículo que lees.

Cuando tratamos del habla o el lenguaje en niños estamos en uno de los temas clave del desarrollo. Los seres humanos nos caracterizamos entre otras cosas porque podemos comunicarnos de forma más elaborada que el resto de animales. Y el modo básico de hacerlo es el lenguaje hablado.

En la actualidad hemos desarrollado otras muchas alternativas, desde el lenguaje escrito hasta la lengua de signos…. La forma en que estás leyendo este artículo es una muestra más de lo importante que es para nosotros la comunicación y hasta qué punto hemos desarrollado soluciones que la faciliten.

Valorar si el desarrollo del habla es normal en un niño

Como en otras adquisiciones del desarrollo, el habla no es algo que se logre un día determinado. Por eso preguntas del tipo «¿Con qué edad debería preocuparme si mi hijo no habla?» no tienen sentido. Es todo un proceso con muchos escalones. Y cada niño sube esos escalones a un ritmo que es totalmente personal, porque son muchas las causas que pueden influir en el proceso.

Para evaluar de forma algo más objetiva esta evolución del habla se han diseñado muchas escalas. Son formas gráficas de ver el resultado de una estadística. Tomamos los pasos más significativos del desarrollo del lenguaje y vemos a qué edad lo desarrolla un volumen importante de niños.

En función de los resultados, establecemos cuál es la edad en la que han alcanzado ese punto el 25% de los niños, el 50%, el 75% y el 90% de ellos.

Escala de hitos precoces de desarrollo del lenguaje

Esta que os muestro aquí, en Inglés es la de la Sociedad India de Desarrollo Pediátrico. Como veis tiene arriba y abajo una escala que corresponde a los meses de vida del niño.

Y divide los hitos del Lenguaje en tres escalas: Expresión sonora, Recepción sonora y Visual.

Cada uno de esos hitos como veis tiene una franja de tres colores. La franja blanca comienza en la edad en la que el 25% de los niños ya lo ha alcanzado. La franja gris va de la edad en la que lo ha alcanzado un 50% de los niños hasta que lo hace el 75% de ellos. Y la franja negra va hasta que lo consiguen el 90% de los niños.

Hay que entender esto bien. Hay un 10% de niños sanos (sin problemas y que acabarán desarrollando bien el lenguaje) que por encima de la edad en la que acaba la franja negra no han cumplido con ese hito concreto.

Por lo tanto, que se supere esa edad sin alcanzarlo no implica que tenga un problema necesariamente. Pero sí que debería ser valorado por un especialista. Especialmente si no es uno sólo de los hitos, sino varios.

Una duda frecuente ¿Si hay varios idiomas en el entorno del niño, retrasa el inicio del habla?

No tiene porqué. Que un niño se relacione de forma precoz con cualquier idioma favorece su comprensión, porque desde una etapa precoz se van adecuando sus estructuras nerviosas a la comprensión de esa lengua.

La capacidad de asimilara simultáneamente varios de esos esquemas es muy alta.

En mi opinión, ni debe obsesionarnos buscar el bi o trilingüismo en un bebé. Ni debemos limitarlo. Si en su entorno de forma natural hay familiares con diferentes lenguas veo absurdo evitarlo. Y si no los hay también resulta un poco absurdo forzarlo.

Hay niños con un sólo idioma en su entorno que hablan tarde y niños bi o trilingües precoces en el habla. Sin que una cosa o la otra nos tenga que preocupar especialmente.

Estimulación correcta del habla en un niño ¿Qué hacer y qué no hacer?

Hay dos situaciones diferentes:

  • Corregir un problema cuando ya lo hemos diagnosticado.
  • Estimular en un niño normal sin problemas el desarrollo del lenguaje.

Y a mi parecer el planteamiento es totalmente diferente.

Corregir un problema cuando ya lo hemos diagnosticado.

Una vez que un especialista valora que realmente un niño puede tener problemas con el desarrollo del lenguaje suelen seguirse una serie de pasos:

  • Valoración por el neurólogo infantil para estimar si la alteración del lenguaje es algo aislado o va acompañado de otros problemas.
  • Valoración por el ORL para ver si hay algún problema de audición. Este es el paso previo imprescindible. Porque desarrollar el lenguaje sin escucharlo es complicado.
  • Valoración y tratamiento por el Logopeda. Es el profesional que trata los problemas del lenguaje.

Estimular el desarrollo del habla en un niño normal sin problemas.

Vuelvo a aclarar aquí mi planteamiento frente a la estimulación precoz en niños sanos:

Un niño sano no necesita medidas especiales que estimulen su desarrollo. El desarrollo cuando no hay problemas se produces de forma espontánea en condiciones normales sin hacer nada especial.

Ejemplo de cosas que suelen decirse cuando un niño parece tener un habla menos desarrollada que la de otros niños de su edad:

«Si tu hijo no habla, no le des lo que pida cuando señala algo, dile el nombre del objeto y no se lo des hasta que lo repita él».

Me parece absurdo por lo siguiente. Veo dos opciones:

  • El niño tiene capacidad de hacerlo. Si la tiene, ¿qué interés tenemos en obligarle a hacerlo «ahora»? Acabará haciéndolo de forma espontánea. Y obligarle a hacerlo en este preciso momento sólo genera un conflicto innecesario.
  • El niño no puede hacerlo aún. Cuando no tiene aún capacidad de hablar, esa actitud sólo puede generar frustración en niño.

Lo que tiene sentido es hacer una valoración adecuada de la situación del niño, detectar si existe realmente un problema o no y una vez identificado, si el problema existe, poner las medidas adecuadas.

La «dislexia» como ejemplo más frecuente de problema del habla en niños.

Dislexia es en realidad «dificultad para leer». Pero mucha gente lo usa para referirse a los problemas que algunas personas tienen para pronunciar ciertos sonidos. Y a eso se refería la consulta realizada por la madre en Facebook.

En realidad son dislalias, o alteraciones en la pronunciación de fonemas. Posiblemente en español la dislalia más frecuente sea la dificultad para pronunciar la r.

En la mayoría de los casos hay un problema anatómico que ha llevado a esta situación:

  • Frenillo.
  • Hipertrofia adenoide o amigdalar.
  • Una alteración dentaría.
  • Paladar ojival.
  • Falta de fuerza o agilidad en la lengua y labios.
  • Problemas de audición que hace que no pueda reproducir un sonido porque no se escucha adecuadamente.

Ante esta situación se actúa en primer lugar resolviendo la causa orgánica que tenga solución y tras resolver lo solucionable hay que hacer ejercicios que recuperen la movilidad y la fuerza de lengua, labios y musculatura de la boca.

Son problemas que tratados adecuadamente tienen solución. Por lo que como en otros casos, no es cuestión de «preocuparse» sino de consultar al profesional que pueda valorarlo adecuadamente y os recomiende la mejor forma de actuar en cada caso.

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Adenoides o Vegetaciones Grandes, ¿Se operan?

Hipertrofia de Vegataciones o Adenoides. Una forma de hiperreactividad

Cuando decimos a unos padres que su hijo tiene grandes las adenoides o vegetaciones suele salir el tema de la operación. ¿Cuándo nos planteamos esta opción y qué podemos hacer para no llegar a ella?

Este artículo lo hago en respuesta a la pregunta de Katy Rojas en nuestra comunidad de Facebook:

“Adenoides.. amigadalas grandes.. ¿Operar o no? ¿Será esa la mejor solución? Algun tratamiento alternativo…”

¿Qué son las vegetaciones o adenoides?

Son el principal órgano de producción de defensas que se encarga de responder a las infecciones que entran por la nariz.

Están justo detrás de la nariz, en la parte alta de la garganta.

Todos tenemos vegetaciones. Incluso cuando nos las han quitado, porque no se eliminan por completo y tienden a reproducirse.

¿Por qué crecen las vegetaciones?

Como cualquier órgano del cuerpo, las vegetaciones crecen cuando tienen más trabajo y se reducen cuando tienen una etapa de menor ocupación.

Las vegetaciones son rápidas creciendo, pero lentas en reducirse.

Entendiendo esto es normal que las vegetaciones:

Crezcan en invierno y se reduzcan en verano. Durante el invierno, las infecciones respiratorias son mucho más frecuentes. Esto hace que crezcan rápidamente con cada catarro. Cuando acaba esa infección empiezan a reducirse lentamente. Pero antes de volver a su tamaño previo llega el siguiente resfriado. El resultado es un crecimiento con altibajos, pero constante, que lleva a que al final del invierno tengan su mayor tamaño. Cuando en verano las infecciones respiratorias se espacian dan tiempo a que el tamaño de las vegetaciones se reduzca entre catarro y catarro más de lo que crece en cada episodio. Y al final del verano alcanzan su menor tamaño.

Crecen más entre los 2 y 4 años. El crecimiento como hemos dicho es acumulativo. Los niños empiezan a pasar infecciones respiratorias con frecuencia desde el primer invierno con más de 6 meses. Y la máxima frecuencia de catarros llega en los 2 primeros años de escolarización. Para los 4-5 años el niño ha sufrido, vencido y fichado a la gran mayoría de los gérmenes que hay en su entorno, y las infecciones empiezan a ser mucho menos frecuentes. Por lo que a partir de los 5-6 años las vegetaciones tienden a reducirse progresivamente de tamaño.

¿Qué síntomas tiene un niño con las vegetaciones grandes?

Cuando las adenoides crecen demasiado generan un doble problema:

– Dificultad el paso de aire.

– Producen moco espeso.

Dificultad para respirar cuanto las Vegetaciones crecen

En condiciones normales se debe respirar por la nariz. Aprendemos a respirar por la boca en la etapa de 1-2 años habitualmente obligados por las vegetaciones y la mucosidad nasal de los resfriados. Mientras un bebé pueda respirar por la nariz, nunca lo hará por la boca.

Cuando las vegetaciones crecen, pueden llegar a ser tan grandes que bloqueen completamente el paso de aire que entra por la nariz. Vemos que el niño tiene que respirar por la boca aunque no veamos moco en la nariz.

Esa dificultad empeora cuando el niño se tumba. El motivo es el movimiento del paladar. El paladar es como una cortina que cuelga.

Cuando nos tumbamos, cuelga hacia atrás, y si las vegetaciones están grandes choca con ellas y cierra el paso de aire.

Cuando nos levantamos, cuelga hacia abajo, y abren el paso de aire.

Por tanto hay una dificultad para respirar por la nariz que mejora de día y empeora de noche en cuanto se tumba. 

A veces esa dificultad es tan intensa que produce interrupciones en la respiración mientras duerme de varios segundos. Es lo que llamamos Apnea del Sueño. 

Moco espeso en la garganta cuando las Adenoides están grandes

Las vegetaciones producen moco. Es un moco espeso que escurre por la garganta y el niño se va tragando.

Cuando estornuda puede salir el velón de moco verde o amarillento.

Si está tumbado, el moco se va acumulando en la garganta y llega un momento que puede despertar al niño tosiendo hasta que consigue eliminar la flema de la garganta.

Durante el día si ese moco, en lugar de tragárselo se va hacia la vía respiratoria, puede toser. Es lo que suele ocurrir cuando se despierta y se incorpora, cuando se agita, llora, corre, salta, se rie… Pero suele ser más persistente de noche.

Hay niños con las vegetaciones grandes en los que lo más llamativo es la dificultad para respirar y otros en los que lo es el moco espeso de garganta.

Este moco, cuando está tumbado puede irse con facilidad hacia los oídos. Y esto hace que mu nos niños con las vegetaciones grandes tengan tendencia a las otitis de repetición.

Ya tenemos los dos principales motivos para plantearnos la Operación cuando las Adenoides están grandes:

Apnea del sueño. Porque empeora seriamente la calidad de vida impidiendo el descanso.

Otitis de repetición. Porque puede generar una pérdida de audición irrecuperable.

Alternativas para mejorar la Apnea del Sueño y las Otitis sin recurrir a la Operación

Una operación, incluso tan sencilla como la reducción de adenoides, tiene sus riesgos.

Por lo que para nadie es plato de buen gusto meter a su hijo en un quirófano si se puede evitar.

De hecho, hubo un tiempo en el que se operaba de vegetaciones con mucha ligereza. Yo lo fui. Y me lo hicieron sin siquiera hacer un preparatorio. De haberlo hecho habrían descubierto que tengo un defecto de la coagulación… Todavía recuerdo la cantidad de sangre que eché tas la operación….

Hoy en día tenemos alternativas para reducir el tamaño de las Vegetaciones sin recurrir a la cirugía. No siempre funcionan. Pero cuando lo hacen evitan una cirugía más agresiva.

Para ver lo que podemos hacer para que las vegetaciones no crezcan tanto debemos entender primero

¿Por qué a algunos niños les crecen mucho más las Vegetaciones que a otros?

Como hemos dicho antes, las vegetaciones crecen para aumentar las defensas contra las infecciones que entran por la nariz.  adenoides.. amigadalas grandes.. operar o no? será es la mejor solución? algun tratamiento alternativo…

Ante un mismo catarro cada persona responde de un modo diferente. Hay niños que casi sin fiebre y un poco de moco acaban con el virus en 1 día. Y otros que con ese mismo virus tienen fiebres altas y muchísimo moco durante una semana.

La Hipertrofia de Adenoides (vegetaciones grandes) es un síntoma más de la Hiperreactividad.

Se trata de niños cuyo sistema defensivo responde de forma demasiado exagerada ante cualquier agresión. Parte de esa respuesta es un crecimiento mayor de lo normal de las Vegetaciones. 

Por eso los tratamientos que pueden mejorar a estos niños son medicamentos que reducen la respuesta del sistema defensivo. Son medicinas habitualmente usadas en los alérgicos:

Antihistamínicos. Reducen la congestión de la mucosa y la producción de moco nasal.

Corticoides. Bajan la inflamación y pueden reducir el tamaño del tejido linfático (del que se componen las Vegetaciones).

Inhibidores de los Leucotrienos. Reduce la tendencia de los tejidos a desencadenar reacciones defensivas intensas.

Muchos niños que tiene ya Apnea del Sueño o Infecciones de Oído frecuentes mejoran claramente si:

Pautamos un Inhibidor de los Leucotrienos durante todo el invierno. Sirve como tratamiento de base.

Cuando hay moco claro de nariz toman un Antihistamínico. Reduce la mucosidad clara abundante de nariz y hace que durante el catarro crezcan menos las vegetaciones.

Cuando hay moco espeso de garganta reducimos el tamaño de las Vegetaciones con un Spray de Corticoide Nasal. Lo que reduce antes el tamaño de las Vegetaciones a su tamaño normal, reduciendo la producción de moco y la obstrucción nasal.

La gran mayoría de las Hipertrofias de Adenoides pueden resolverse hoy en día así, no precisando operación.

Cuando a pesar del tratamiento las otitis siguen siendo frecuentes o la calidad de sueño es mala, la operación puede ser necesaria.

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Vitíligo en niños y adolescentes

Vitíligo en Niños y Adolescentes

La principal cuestión que se plantea ante un caso de Vitíligo en niños es si debe ser tratado o no, y qué edad es la más propicia para empezar con el tratamiento.

Para dar respuesta a esta cuestión hay que tener en cuenta algunos datos:

  • Por una parte, cuanto antes empecemos a tratar el Vitíligo, antes conseguiremos evitar que avance y mejorar.
  • Por otra parte y como ya hemos dicho en otras ocasiones, esta enfermedad no tiene consecuencias para el organismo, su efecto es solo estético. Esto quiere decir que debe ser el paciente quien valora si se encuentra o no condicionado psicológicamente por tener Vitíligo y en función de ello, decidir si quiere comenzar un tratamiento. Según nuestros datos, aproximadamente el 50% de los menores de 14 años no están condicionados por la enfermedad, y sin embargo el 96% de los pacientes adolescentes con Vitíligo sí lo están.

Teniendo en cuenta estos datos, los padres deben decidir si tratar o no el Vitíligo de sus hijos aunque éste no les afecte psicológicamente, a fin de evitar que en un futuro sí lo haga, o bien retrasar el comienzo de un tratamiento hasta el momento en que los hijos manifiesten su preocupación.

Cuando atiendo a padres interesados en tratar el Vitíligo de su hija/o, considero que previamente hay que tener en cuenta varios aspectos:

  1. Participación del niño. El tratamiento requiere una participación activa consciente del niño, ya que es muy importante que tenga los ojos cerrados, de manera fiable, mientras recibe Fototerapia en la zona facial. Es por ello que la edad mínima que considero necesaria para poder tratar a un niño es 5 o 6 años, aproximadamente y previa valoración conjunta con los padres.
  1. Motivación: El tratamiento requiere, para su eficacia, una constancia diaria, razón por la cual el niño debe estar motivado a realizarlo, sin sentirse obligado o forzado a ello diariamente.
  1. Posibilidad de repigmentación espontánea: En un 12 % de los casos de Vitíligo en niños, éste desaparece espontáneamente, sin causa aparente alguna. Por ello, yo siempre recomiendo esperar al transcurso de un año desde que aparece la lesión, a fin de descartar esta posibilidad.
  1. Impacto psicosocial en la vida de niños y adolescentes: Según mi experiencia, hasta los 8 – 10 años de edad, el Vitíligo no tiene repercusión en la vida de los niños afectados, desde un punto de vista estético. En estos casos la preocupación principal procede de los padres. Sin embargo, no podemos perder de vista posibles sucesos en la vida de los niños como el acoso escolar, lo cual puede adelantar el impacto psicológico de esta enfermedad. Aproximadamente el 50% de los niños con Vitíligo que están condicionados por la enfermedad, han sido diagnosticados de problemas psicológicos.

¿Qué tratamientos ofrece Lumiderm?

  1. Fototerapia

En general, la línea de tratamiento en niños es la misma que en los adultos, dosificada en menor medida. La piel de pacientes jóvenes suele reaccionar mejor, lo que significa que con menor dosis se puede conseguir más efecto.

Como principio básico y prioritario aplicable a todos los pacientes, considero que ningún tratamiento para remediar el Vitíligo debe tener repercusión negativa alguna en la salud de los afectados. Por tanto, la dosificación de la terapia en menores debe fijarse acorde a sus características y circunstancias personales, tal como se hace en el resto de pacientes.

¿Quieres saber más sobre Fototerapia y sus límites? Click aquí

  1. Microinjerto de Melanocitos

El Microinjerto es una técnica poco invasiva puesto que afecta a la capa más superficial de la piel y se realiza bajo anestesia local. Además es un procedimiento ambulatorio, que no requiere una estancia en la clínica. Según la extensión de la zona afectada, el procedimiento puede durar varias horas, motivo por el cual se requiere cierta edad mínima para contar con la colaboración de paciente tanto en la intervención como en la Fotoestimulación posterior a ella.

A mi juicio y en virtud de mi experiencia, podría fijarse esta edad mínima en torno a los 12-14 años, si bien, como siempre, cada caso tiene que valorarse de forma individual, y esa valoración tiene que ser consensuada entre padres, médico y el propio paciente.

El Microinjerto de Melanocitos está indicado en los siguientes casos:

Vitíligo Segmentario

Piebaldismo

-Determinados casos de Vitíligo Simétrico estable

-Otros desórdenes de la pigmentación (hipopigmentación, cicatrices)

¿Quieres saber más sobre el Microinjerto de Melanocitos? Click aquí

Nuestra experiencia con niños y adolescentes con Vitíligo

Siguiendo los principios y pautas mencionadas anteriormente, he tratado a muchos niños y adolescentes con Vitíligo que a día de hoy, son adultos felices por haberse quitado su problema en aquel momento.

La decisión de tratar o no un caso de Vitíligo en niños como hemos comentado, corresponde en última instancia a los padres y al propio paciente. Por nuestra parte, en base a nuestra experiencia y a los datos reales, tratamos orientar a las familias a fin de tomar la mejor decisión para la persona afectada. En caso de decidir realizar el tratamiento, lo que sí garantizamos es la existencia de un alto porcentaje de éxito que hemos conseguido tras 12 años de dedicación exclusiva a los pacientes con Vitíligo, muchos de ellos niñas/os y adolescentes.

Uno de los casos más severos que he tratado es el de Sonia, una pre-adolescente que se negaba a ir al colegio y a la piscina debido al gran impacto psicológico que tenía en su vida el Vitíligo. En las siguientes imágenes pueden ver su situación antes y después del tratamiento. En 8 meses conseguimos eliminar prácticamente la totalidad de sus lesiones y con ello todos los problemas psicológicos que se desencadenaron con la enfermedad:

Vitíligo antes del tratamientoVitíligo después del tratamiento

Vitíligo antes del tratamientovitíligo después del tratamiento

Actualmente, Sonia es una persona sin problemas de autoestima. Recientemente ha publicado su testimonio en nuestra página para animar a otras personas en su misma situación (Si quiere leer la historia de Sonia: click aquí)

En la siguiente imagen vemos a una niña de 12 años también con excelentes resultados, en esta ocasión en 12 meses de terapia

Vitíligo tratamiento

Por último, os hablaremos de un caso contrario, el de April Star, una niña de 10 años que en lugar de decidir tratar o camuflar su Vitíligo, ha optado por integrarlo en su vida y considerarlo como una característica personal en lugar de un problema. April se ha convertido en la primera niña modelo con Vitíligo:

Vitíligo en niños

Para leer la historia de April, click aquí.

En resumen, cuando una niña/o es aun pequeño para tomar la decisión de tratar su Vitíligo y esta decisión tiene que ser tomada por otras personas, nunca se sabrá a ciencia cierta si la opción tomada es la correcta, puesto que desconocemos lo que hubiese pasado en caso de optar por el camino contrario. Por tanto, en mi opinión ha de prestarse mucha atención y cuidar el nivel de autoestima del menor en todo momento, y tomar las decisiones que mejor se adapten a sus necesidades presentes y futuras.

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Las normas en educación infantil

Las normas en educación. Positivas cuando se definen en función de las necesidades del niño

Las normas en la psicología infantil. Útiles para dar seguridad afectiva cuando se definen en función de las necesidades del niño.

Las normas son otro concepto que ha caído en desgracia en las teorías pedagógicas imperantes durante los últimos años.

Despreciamos el hecho de que la existencia de normas y su conocimiento es un beneficio claro para aquel que las sigue.

Una norma es un resumen de la forma adecuada de actuar para conseguir cosas o conductas de los demás en el ambiente en que vivimos.

Las normas no son leyes universales inamovibles.

Hay normas que varían radicalmente en función de las circunstancias.

Pero fundamentalmente las normas son muy útiles y nos proporcionan cierto grado de seguridad.

Pensad un momento si la razón por la que leéis este artículo no es otra que la de aprender normas para educar a vuestro hijo.

Las normas son especialmente importantes en temas afectivos entre personas que se quieren.

Porque cuando quieres a alguien deseas reducir al mínimo la posibilidad de hacerle daño.

Y es evidente que no siempre sabemos como hacerlo.

De hecho todos hemos echado de menos que nuestra pareja, un amigo o nuestro hijo no vengan con un claro manual de instrucciones que nos de las normas para relacionarnos con ellos sin hacerles daño involuntariamente.

Si tenemos una adecuada relación afectiva con nuestro hijo (lo queremos y respetamos y él lo sabe), éste tendrá una tendencia instintiva a tratar de agradarnos y a no disgustarnos.

Cuando le damos unas reglas claras de lo que esperamos de su conducta le estamos regalando algo muy importante para un niño: le damos seguridad.

Esto le permite que si en un momento concreto necesita nuestro afecto, sabe cómo conseguirlo. Le garantiza el cariño de sus padres cuando lo precisa.

Entender así las normas hace que las veamos necesariamente como una moneda con dos caras:

Establece una obligación para el niño, pero lo hace de forma aún más fuerte para los padres.

Os obliga a premiar SIEMPRE una conducta adecuada de vuestro hijo con una muestra de aprobación.

Y los casos en que la norma tenga excepciones deben ser aclarados inmediatamente y de forma que pueda entenderlo.

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Mocos claros en niños y bebés

El niño y bebé con mocos claros

Los mocos en los niños y bebés nunca faltan. Pero pueden ser de muchos tipos. Aquí explicamos a los padres las ideas más importantes sobre los mocos claros.

Las Causas del moco claro en niños.

Cuando a un niño o bebé le cae moco claro continuo de nariz es que hay algo que está irritando la mucosa nasal. Y que la irritación es bastante intensa como para que la producción de moco sea abundante.

No es raro que se acompañe de picor de nariz, estornudos, lagrimeo e irritación de los ojos.

Su causa suele ser una infección viral o una alergia.

La diferencia entre la infección viral y la alergia es que los virus suelen ceder en menos de una semana, mientras la alergia puede durar mucho más. Y que los virus producen una congestión y moqueo sin un horario claro, mientras que las alergias producen un moqueo más intenso cuando el niño tiene contacto con lo que le produce la alergia. Por ejemplo, en las alergias a pólenes lo habitual es que estén peor por la mañana, mejoren durante las horas de más calor y empeore mucho más cuando empieza a atardecer (que es cuando la concentración de polen en el aire es máxima).

Medicamentos cuando un niño tiene moco claro

Se puede reducir la congestión nasal y la producción de moco con anti-histamínicos. Hay quien está en contra de usar medicamentos que no curen. Y los anti-histamínicos son un ejemplo. Pero yo soy de la opinión de que la medicina no sólo sirve para curar, también puede aliviar.

Yo suelo recomendárselo a los padres cuando el moco es tan abundante que irrita la nariz, impide que el niño duerma o coma bien.

En cuanto a qué anti-histamínico y su dosis, te recomiendo que consultes a tu pediatra, que te lo indicará en función de su edad y peso.

Otro medicamento que no es raro ver tomar a los niños con mocos claros es un mucolítico. Pero no sirven para nada. El mucolítico lo que hace es que el moco sea más fluido. Si lo que tiene tu hijo es moco claro que cae constantemente, el mucolítico no va a ayudarle.

Los lavados nasales no suelen arreglar el problema con moco claro

No suelo recomendar los lavados nasales cuando el moco es tan claro que cae continuamente, ya que no resuelve el problema. A los pocos minutos puede estar de nuevo atascada de moco claro. Y no podemos estar haciendo lavados todo el día. Entre otras cosas porque no es cuestión de que seamos nosotros más molestos que el catarro.

Generalmente cuando se corta el goteo de moco es porque la causa que irritaba la nariz es ya menos intensa. En ese momento al ser menor el flujo de moco, da tiempo a que se deshidrate espesándose y adquiere un color verdoso. Lo que no significa, como creen algunos, que el moco corresponda a una infección bacteriana. Sino simplemente que su flujo es más lento.

El moco espeso en niños y bebés

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El niño que se muerde las uñas

Qué problemas puede generar que un niño se muerda las uñas y cómo conseguir que deje de hacerlo.

Todos tenemos ciertas conductas que hacemos cuando nos sentimos nerviosos o aburridos. Hay quien come, quien se toca el pelo, quien se chupa el dedo, se toca la oreja, se balancea, se arranca el pelo, se rasca, se presionan granos… Y quien se muerde las uñas.

Son conductas que se vuelve cada vez más arraigadas conforme se hacen una y otra vez.

Con el tema de las uñas sabemos que hay montones de adultos que siguen haciéndolo y es una conducta que puede resultar más difícil de erradicar que dejar de fumar. A fin de cuentas si no compras tabaco no fumas, pero las uñas siguen creciendo y «siempre están a mano».

Qué problemas pueden dar que un niño se muerda las uñas.

El que más suele preocupar a los padres es el estético. No está bien visto en nuestra sociedad hacer evidente nuestro nerviosismo. Entre otras cosas porque se interpreta que nos hace vulnerables. Este, aunque tiene la importancia que queramos darle, sé que es lo que más agobia a muchos padres.

Aspecto de las manos. También desde el punto de vista estético, unas uñas mordidas son un marcador evidente y siempre visible de este tipo de carácter y «no quedan bonitas».

Molestias. La mayoría de las personas que se muerden las uñas tienen heridas en torno a las uñas, porque suelen pasarse. Esas heridas no suelen causar infecciones importantes, pero a veces son muy molestas y sobre todo son muy persistentes.

Lombrices. Bajo las uñas se deposita suciedad. Cuando los niños juegan en la tierra, la acumulan en sus uñas y al comérselas se comen también la tierra en la que están los huevos de las lombrices. Por este motivo los niños que se muerden las uñas son especialmente propensos a tener lombrices.

¿Apendicitis? El apéndice es como un saco que sale de nuestro intestino. No se tiene muy claro cómo aparece la apendicitis en todos los casos. Pero en algunos casos es la entrada de un cuerpo extraño en el apéndice y la irritación que produce en él lo que desencadena la apendicitis. En algunos casos se encuentra un trozo de uña ahí. Es evidente que hay gente que lleva años y años mordiéndose las uñas sin tener una apendicitis. Os lo comento porque suele decirse.

Qué puedo hacer para que mi hijo deje de morderse las uñas

Como decía al principio, morderse las uñas es una conducta para disipar la ansiedad. ¿Qué pasa cuando no podemos hacer esa conducta durante un tiempo? Que la sustituimos por otra.

Y ¿cómo hago que no pueda morderse las uñas durante un tiempo suficientemente prolongado? Pues cubriéndolas de forma que no estén accesibles.

Modificar conductas es más fácil cuanto menos tiempo llevan haciédose, por lo que te recomiendo hacer esto cuanto antes si tu hijo se muerde las uñas:

  • Si es mayor hace falta que él quiera usar el sistema. Si es más pequeño dile que como se muerde las uñas, se está haciendo «pupa» y hay que ponerle tiritas.
  • Con esparadrapo del de toda la vida (el marrón pegajoso) lía cada uno de los dedos cubriendo todas las uñas. Este esparadrapo es difícil de quitar y las uñas quedan fuera de su alcance.
  • Cambia el esparadrapo una o dos veces al día. Si está más o menos bien puede dejarse algo más. Debe tenerlos puestos tanto de día como de noche. Se los quitas para el baño y vuelves a ponérselos después.
  • Mantenemos esto durante un par de semanas. La mayoría de los casos, si en dos semanas no pueden morderse las uñas cuando están nerviosos o aburridos, buscan un sistema alternativo para disipar la ansiedad. Y en ese tiempo las uñas habrán crecido hasta un tamaño normal y se habrán curado la heridas que se hubiesen creado a su alrededor por morderse.
  • Si tras retirar los esparadrapos a las dos semanas vuelve a morderse las uñas, prolongamos una semana más.

Los típicos líquidos o lacas de uñas con mal sabor no suelen servir.

En niñas adolescente a veces funciona bien poner uñas postizas (aunque las hay que se muerden hasta las postizas).

 

 

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El niño obediente

Hay niños más «obedientes» que otros. Algunos no obedecen a nada de lo que se les dice. Cómo pueden actuar los padres ante esto.

Hablar de «obediencia» en niños tiene mucha carga negativa hoy día. Sobre todo cuanto menos contacto tiene uno con los niños. Cuando uno es padre, y especialmente si lo es de un niño que no hace caso nunca, las frases «debemos respetar la autonomía del niño», la «educación es afecto no autoritarismo»… Y otras similares, que suenan muy bien y se dicen mucho, empiezan a perder bastante su brillo.
Para abordar este tema sin remilgos, creo que hay que ser claro: La relación de los padres con el hijo no es una relación entre iguales. Debe buscarse que acabe siéndolo, pero es absurdo tratar como un igual a alguien incapaz de entender el entorno en el que vive y las consecuencias de sus actos.
Al final, es hablar de un término poco popular hoy día del que ya tengo otro artículo: Autoridad.
Hay quien con el niño desobediente cree que hay que tener mano dura: No.

La mejor forma de conseguir que un niño acepte hacer lo que le digamos sin discutirlo es una suma:

Amor+confianza+firmeza.

Las tres son difíciles de conseguir y fáciles de perder.
Con «mano dura», se pierde el afecto, la confianza no existe y la firmeza es sólo aparente.

Explicar a fondo este tema daría para un libro completo. Pero os voy a dar algunas claves:

– No queremos un niño sumiso. Sino uno que acepte nuestra ayuda cuando intentamos protegerlo.
– No queremos un niño que nos tema. Sino uno que valore nuestros consejos.
– No queremos un niño sin iniciativa. Sino uno que tenga paciencia cuando es necesario

Cómo conseguimos un niño no obediente:

Si basamos nuestra relación en la confrontación y el dominio.
Si haces de la relación con tu hijo una guerra por el dominio, ten claro que quien va a ganar es él. Él puede dedicar las 24 horas del día a esa guerra. Tú no.
Es mucho mejor basar la relación en el afecto. Si tu hijo se pone insoportable en cualquier momento, dale un abrazo y dile que lo quieres. Te sorprenderá el resultado.
Si perdemos los nervios. Lo más potente que existe en educación es el ejemplo. Si tú pierdes los nervios acabarás conviviendo con un niño que los pierde cuando no controla una situación. ¿Es eso lo que quieres?
Si usamos la violencia. Puede funcionar mientras seamos los únicos capaces de ejercerla. Pero lo que el niño aprende no es que es bueno escuchar lo que mis padres me dicen. Lo que aprende es que ejercer la violencia es un método que funciona para conseguir cosas. ¿Es eso lo que quieres que piense el día que él pueda ejercerla?
Si saturamos continuamente con órdenes. A veces tendemos a querer controlar lo incontrolable. Un niño no es un adulto pequeñito. No puede «estarse quieto» y «tener cuidado» con esto y aquello y lo de más allá. Por naturaleza, son impulsivos y no tienen la experiencia para cuidar de las muchas cosas que los adultos controlamos al hacer cualquier actividad. ¿Recordáis cuando aprendíais a conducir, no os parecía imposible manejar el volante, vigilar todos los ángulos del vehículo y al mismo tiempo controlar las marchas, los intermitentes. Pues si eso te costó siendo ya adulto, piensa lo que supone para un niño comer sin derramar la comida mientras ve sus dibujos animados favoritos y tú le das indicaciones continuas.

Cómo hacerlo bien:

Amor. Los niños necesitan afecto. Todos lo necesitamos. Pero para ellos es una necesidad aún más esencial. Y una tendencia natural es querer complacer a las personas a las que quieres. Por eso, lo niños que se sienten muy queridos por sus padres tienden a complacerlos. Esto no es el único factor, y por tanto si un niño no nos obedece no podemos deducir que no nos quiere o no se siente querido. Pero una relación en la que el afecto es evidente facilita mucho las cosas.
Confianza. Obedecer significa hacer las cosas de un modo concreto sin entender porqué, simplemente porque nos lo pide alguien. Alguien en quien confiamos. Y ¿cómo se gana la confianza de un niño? Pues entre otras cosas siendo fiel a nuestra palabra. Cuando cumplimos lo que decimos, nuestra palabra gana valor para el niño. Si hablamos continuamente prometiendo cosas que no cumplimos o amenazando con acciones que sabemos que no haremos, acabamos transmitiendo al niño que escucharnos es irrelevante.
Firmeza. Para que funcione como debe, hay que escoger muy bien cuando usarla. Eso de «lo voy a hacer así para que sepa quien manda» es una soberana estupidez. Lo que hagas con firmeza hazlo porque estés convencido de que es lo mejor para tu hijo, no para demostrarle nada, sino para protegerlo. Esa es la única justificación válida para ser inflexible con un niño. Y ¿en qué consiste esa firmeza? En no dar aquello que sabes que le perjudica, no facilitar que consiga lo que le perjudica o directamente a veces privarle de lo que le perjudica.

Sobre todo, la clave es pensar antes de actuar.
Y tener claro que en educación, aún haciendo las cosas bien los efectos nunca son inmediatos. Pero que con el tiempo el esfuerzo por hacerlo bien siempre se nota.

A los que queráis profundizar más en este tema os recuerdo que tengo un eBook sobre el tema:

Crianza y Educación.

Crianza y Educación Entre el amor y la responsabilidad
 

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8 consejos sobre educación para padres

A los padres nos preocupa hacer las cosas bien para no perjudicar a nuestros hijos cuando los educamos. Pero no siempre tenemos claro qué es lo mejor.

Aquí tenéis los 8 puntos que me parece que los padres podemos tener en cuenta para facilitar esta labor:

  • Hay que pensar a largo plazo. Determinadas formas de hacer las cosas, a las que no le damos la importancia debida, son las que a largo plazo forman el carácter de nuestros hijos.
  • Es complicado ser padre. No podemos actuar para salir del paso día a día, porque las soluciones fáciles a corto plazo, suelen ser desastrosas a la larga. Un buen padre tiene que aguantar muchos malos ratos cuando su hijo es pequeño, para evitar que el niño lo pase muy mal el resto de su vida.
  • Hay que pensar antes de actuar. Los padres a los que les preocupa educar bien a sus hijos, deben controlar sus propios impulsos y actuar de forma razonada.
  • Debemos educar para el mundo real. Por ley de vida, tu hijo debería vivir sin ti antes o después. No puedes educarlo para que siempre dependa de ti. Porque no siempre estarás ahí. Y cuando se quede sólo, le conviene tener unas expectativas realistas del mundo.
  • Es fundamental la tranquilidad. El simple hecho de tratar siempre a un niño de ese modo, lo hace más tranquilo y cuando llegue el momento, razonable.
  • La autoridad es necesaria en las primeras etapas. Mientras el niño no puede entender la diferencia entre lo que desea y lo que le conviene es necesario que alguien tenga esa capacidad y pueda aplicarla. Pero debes ser capaz de ir sustituyendo, poco a poco, esa autoridad por la capacidad del niño de decidir, conforme va creciendo.
  • Las conductas negativas nunca deben premiarse. Y aunque eso suponga que pase un mal rato, es una de las mayores demostraciones de que queréis a vuestro hijo.
  • Y por último, no olvidar nunca que todo lo anterior debe estar presidido por un sentimiento de amor a vuestros hijos. Todas nuestras decisiones deben orientarse en educación, hacia el bienestar actual y futuro del niño. Y es necesario que observemos y cuando ya se expresa, escuchemos las necesidades y preferencias del niño antes de actuar.

Aún más resumido:

Quered y respetad mucho a vuestros hijos.

Decídselo y demostradlo escuchando sus necesidades y preferencias.

Tranquilidad.

Mucho sentido común.

Pensad a largo plazo.

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Evitar el corte de digestión en niños: Peketip 17

3 claves para evitar a tu hijo un Corte de Digestión

Evitad las comidas pesadas si va a ir al agua.

Entrad en el agua poco a poco.

Que no vaya al agua nunca sólo.

El corte de digestión es parecido a un síncope. Cuando comemos mucho, nuestro intestino pide una cantidad importate de riego sanguíneo para hacer la digestión.

Si en ese momento se entra al agua y está fría, la piel, para mantener la temperatura en sangre pide también más riego sanguíneo.

Cuando los dos órganos más grandes del cuerpo (piel e intestino) piden sangre a la vez, puede faltar riego en otras zonas. Una de ellas es el cerebro.

Cuando no llega suficiente riego de sangre al cerebro se pierde el conocimiento. Eso es un síncompe. Cuando se produce por un cambio brusco de temperatura tras comer una comida de digestión pesada, es un corte de digestión.

En realidad es algo pasajero. Como los síncopes. Una vez tumbado la sangre llega con más facilidad al cerebro y se recupera la conciencia en poco tiempo.

El problema del corte de digestión es que uno se desmaya en el agua. Y si nadie se da cuenta, mientras se pasa o no se pasa, está uno ahogándose.

Yo recuerdo que cuando era pequeño no me dejaban entrar en el agua hasta 2 horas después de comer, por si me daba un corte de digestión.

En realidad, entendiendo el problema puede uno bañarse incluso tras comer:

1.- Evitad las comidas pesadas cuando vayáis a bañaros. Si la digestión no pide mucha sangre no se produce el corte de digestión. Por eso, para evitarlo, es mejor comer cantidades pequeñas más frecuentes.

2.- Al entrar al agua,  hay que hacerlo lentamente, para que la piel se vaya acostumbrando sin pedir una cantidad tan importante de sangre en toda su superficie a la vez.

3.- Entrar siempre acompañado al agua. Porque si aparece el corte de digestión basta con sacar del agua al que lo sufre y tumbarlo para que se reponga en poco tiempo. Pero si no hay nadie que lo saque, puede ahogarse antes de recuperar la conciencia.

Peketip 16
Peketip 18

 

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