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Salud Infantil en Halloween

Halloween, salud y niños

Halloween: Caras pintadas, pesadillas y chucherías. Una combinación que a veces genera preocupación. Claves para que los niños lo disfruten sin problemas.

Yo no voy a entrar en discusiones sobre si esta fiesta tiene sentido en nuestra cultura, bla, bla, bla…

Los que me conocéis sabéis que soy muy pragmático. Y la realidad es que Halloween se está convirtiendo en una festividad de alcance mundial en cualquier cultura. Hay lugares donde siempre ha existido con otros nombres y lo que siempre fue está siendo «contaminado» por la visión difundida en televisión e internet de Halloween. Pero eso no afecta a la salud infantil y aquí de lo que hablamos es de salud en niños.

Sí hay 3 aspectos que Halloween toca de forma muy directa en este campo:

  • Los riesgos de alergia por el uso de maquillaje en niños.
  • Las pesadillas por la propia estética de esta fiesta.
  • Las chucherías en la salud de los niños.

Alergias a maquillajes de Halloween en niños

Una de las cosas típicas de Halloween es disfrazar a los niños (y a los adultos). Como parte del disfraz suelen usarse maquillajes. Os voy a dar una serie de consejos simples al respecto:

  • No uses maquillajes de mala calidad adquiridos en cualquier parte sin garantías. Uno de los «seguros mínimos» es que miréis que tienen el sello de calidad correspondiente a vuestro país. En España «CE» de la Comunidad Europea.
  • Si además especifica que son hipoalergénicos y apto para uso en niños mejor.
  • Otra opción es usar productos que ya conocéis. Por ejemplo, para poner una cara blanca va muy bien cualquier pasta al agua de las que usáis para proteger el culete mientras usan el pañal, o un protector solar de los que os han sobrado del verano.
  • Prueba si tu hijo es alérgico al producto antes de usarlo: Si vas a usar cualquier producto nuevo, antes de poner toda la cara de tu hijo cubierta con él, prueba a pintar una zona pequeña en la muñeca y esperar unas horas. Si aparece irritación en la piel sabrás que tu hijo es alérgico a alguno de sus componentes y habrás evitado ponerle toda la cara encendida como una bombilla.
  • No usar lentillas en niños como parte del disfraz. Los niños tienen los ojos especialmente delicados. Una lentilla de disfraz no es precisamente un producto de alta calidad. En algunos casos pueden llegar a producir daños serios. Y si, como es tendencia normal en los niños, se frota con la lentilla puesta porque le molesta, puede causar erosiones corneales.
  • En niños con Dermatitis atópica todo lo anterior es especialmente importante. Hablando del disfraz en sí, en muchas ocasiones están hechos de telas bastante irritantes para una piel atópica. Es recomendable que evitemos el contacto directo con la piel poniendo bajo el disfraz ropa de algodón.

Pesadillas en los niños por culpa de Halloween

Depende de cada niño. Es difícil valorar si el uso que se hace en Halloween de objetos, personajes y animales que habitualmente son causa de pesadillas en los niños es perjudicial o beneficioso.

Por un lado está claro que en esta época las pesadillas aumentan. Ya que el tema está en todas partes es bastante difícil escapar de él.

Pero por otro lado se está contribuyendo a una banalización del tema que hace que muchos niños pierdan el miedo a elementos que sin esta aproximación festiva serían foco de miedos más intensos.

Yo creo que la clave está en que el niño se acerque a esta fiesta por propia iniciativa, de modo que su curiosidad venza a su miedo. Pero no forzando nunca por nuestra parte y estando siempre a su lado.

Chucherías en Halloween

Empecemos por la definición: Chucherías no son caramelos, chocolatinas, piruletas, nubes… Chuchería es cualquier alimento que damos al niño por su sabor apetecible o como premio, no por sus características nutricionales. Es cualquier alimento que damos sin que el niño lo necesite como parte de su dieta equilibrada.

El problema de las Chucherías es que alteran la relación con la comida sana cuando se toman con frecuencia, porque por norma general son alimentos ricos en azúcar. Y cuando el azúcar en sangre sube el hambre desaparece. Al ser alimentos más atractivos por sabor y aspecto tienen facilidad para distorsionar la dieta si el niño puede acceder a ellas con facilidad a diario.

Su riqueza en azúcar añade el riesgo de la Caries. Para evitarlo es recomendable que no reparta el consumo de chuches a lo largo de todo el día y que se cepille los dientes, especialmente antes de acostarse.

A pesar de lo importante que es para mí la dieta, mi opinión es que si un día concreto el niño se harta de chuches y hasta le sientan mal, puede ser útil para que el niño empiece a auto-regularse, lo que siempre es positivo.

Resumiendo: Como toda situación especial, Halloween tiene sus riesgos concretos para la salud. Pero está ahí y va a seguir ahí. Tu hijo va a participar en ella antes o después. Y para la mayoría de los niños es una de esas fiestas que les permite salir de la rutina y tener la oportunidad de pasárselo bien.

Tómalo como lo que es. Una ocasión de pasarlo bien con tu hijo si no se hacen barbaridades.

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Actividades al Aire Libre con Niños

Actividades al Aire Libre con niños

La importancia de realizar Actividades al Aire Libre con Niños, pero con Seguridad. Una de las cosas más importantes para su desarrollo físico y emocional.

Mi hijo ha ido creciendo con este blog. Y yo he ido creciendo como padre con ambos.

Muchas de las cosas que yo aprendí en mi formación como pediatra han cambiado. Pero sobre todo ha cambiado lo que como padre cobra más importancia o menos. Y eso va evolucionando conforme los hijos crecen.

Tocaré madera, pero hace muchos meses que no ha enfermado, come razonablemente bien (es de poco comer, pero variado), duerme bien, y empiezan a ser prioritarias otras cuestiones.

Como todos los niños de su edad (7 años) es muy activo, pero el tipo de ocio al que está acostumbrado es muy sedentario. Le encanta ver sus series favoritas de dibujos animados, o explorar en Youtube, jugar con el iPad o el móvil. Hasta está empezando a pillarle el gusto a la lectura como entretenimiento.

Pero es hijo único y aunque con frecuencia juega con amigos (visitas) y lo hace a diario en el colegio, los padres tenemos demasiada tendencia a planificar el ocio de forma poco activa.

Actividades sin salir de la ciudad, y cuando lo hacemos al campo solemos plantearlo como si nos llevásemos la ciudad con nosotros. Zonas de campo, pero especialmente adaptadas como áreas de recreo… Comer y comer moviéndonos en torno a la comida…

Muchos niños desconocen lo que es una auténtica excursión por el campo. Andar y andar sin más equipaje que una mochila con agua y algo de comer (bocadillo y fruta). Simplemente para disfrutar espacios abiertos y moverse a un ritmo diferente.

Lo normal cuando haces esto por primera vez es que tu hijo se queje: «¡Me aburro!»

Puedes empezar a explorar y rastrear, empezar a explicar detalles sobre la naturaleza que te rodea. Pero seguramente al principio esto, comparado con el aluvión de estímulos al que están acostumbrados, le resulte demasiado lento.

Puede ser buena idea compaginarlo con algo que les llame la atención. Nosotros llevamos unas semanas visitando Castillos de nuestra zona. Hay muchos, la mayoría derruidos casi totalmente, pero están en parajes que con la primavera son auténticas maravillas. Yo estoy descubriendo muchos que no sabía ni que existían.

Castillo de Aldeire, Granada, España

Las ruinas son algo que gusta a la mayoría de los niños. Son como un campo de aventura. Estimulan su imaginación y a explorar.

Y andar hasta llegar a ellas permite algo extraordinario. Tiempo en el que no hacemos nada más que andar y Hablar. Piénsalo un poco. ¿Cuánto hace que no dispones de varias horas seguidas para hablar con tu hijo? Esto, en niños por encima de los 6 años, es una de las mayores carencias que tienen. La oportunidad de Hablar hasta no tener más temas que tocar, desahogarse, vaciarse de preocupaciones, compartir ilusiones… Hablar.

Realizar Actividades al Aire Libre con Seguridad

Lo dicho hasta ahora es todo ventajas, pero conviene tener en cuenta una serie de cosas para que la actividad al aire libre resulte placentera y segura.

Pueden sufrir accidentes.

Pues sí. Y está bien que siempre vayas con un móvil con batería suficiente y compruebes de vez en cuando la cobertura. De modo que si ocurriese algo tengas claro el último punto desde el que podrías hacer una llamada.

También es bueno que escojas al principio Actividades al Aire Libre que no resulten muy arriesgadas, aumentando progresivamente la complejidad. En primavera vemos con frecuencia traumatismos en niños, porque tras meses sin casi salir al Aire Libre, están como locos, pero tienen poca práctica y los reflejos no dan mucho de sí.

El Sol en el campo y la montaña.

Si tu hijo está poco acostumbrado a hacer actividades al aire libre puede quemarse con facilidad o sufrir un golpe de calor. Planifica las actividades teniendo esto en cuenta, de modo que a las horas de más sol estéis en una zona algo más cubierta (edificio o arbolado).

Lleva siempre agua suficiente y un poco más y prepárate para el sol.

Ropa adecuada para evitar las quemaduras solares. La ropa puede ser fresca, pero si es resistente y cubre la mayor parte del cuerpo mejor. Además del sol a la mayoría de los niños no les gusta pasar entre plantas y que le rocen, con lo que suelen agradecer llevar unos pantalones largos.

Otros elementos a recordar son Gafas de sol: Deben ser de buena calidad. No hay mejor forma de tener un accidente que no ver bien. Especial cuidado a que las gafas no estén dañadas. Es mejor no usarlas que usar unas con el cristal rayado.

Otro detalle importante es la crema de protección solar. Lo mejor en cuanto al protector solar es aplicarlo antes de salir de casa si el día es soleado y vamos a estar horas expuestos a él. Solemos pensar en esto cuando vamos a playa o piscina, pero en el campo o la montaña el Sol puede ser incluso más agresivo, porque no vamos a refrescar la piel bañándonos. Llévalo por si a lo largo del día es necesario aplicarlo de nuevo.

El calzado para actividades al Aire Libre

Piensa que la idea es andar mucho y sobre superficies irregulares. Conviene llevar un calzado que:

No escurra con facilidad.

– Sea resistente, con suela gruesa y ancha y cubra si es posible el tobillo. Junto con los pantalones largos evitarán que las plantas le vayan rozando al caminar entre ellas. Pero además puede evitar heridas por accidentes leves que pueden estropear el día.

Calcetines altos y gruesos. Para proteger junto a la bota y los pantalones de «bichos» y «plantas». Pero además son esenciales para evitar la formación de rozaduras y ampollas. Recuerda que tu hijo posiblemente no está acostumbrado a recorrer distancias grandes y hacerlo con un calcetín fino con el que el pie «baila» dentro del zapato es rozadura garantizada.

Hazlo con seguridad, pero hazlo. Tu hijo necesita reducir el ritmo de estímulos y descubrir la realidad que existe fuera de las ciudades y de las pantallas. Aunque de entrada le pueda resultar aburrido, casi todos lo acaban agradeciendo.

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Niños superdotados

Llamamos superdotado al niño que destaca en alguna capacidad intelectual comparado con la media de la población. ¿Pero qué significa más allá de serlo o no?

Este es un tema que me he resistido a escribir. Y lo he hecho, porque de todas las etiquetas que pueden colgársele a un niño, calificarlo de superdotado es una de las que creo que más repercute en su vida.

Podría hablar sobre las pruebas, las clasificaciones y otras consideraciones para llegar a calificar a un niño de superdotado. Si queréis información sobre estos asuntos podéis echar un vistazo a la página de wikipedia sobre superdotación intelectual.

Pero yo voy a centrarme en este artículo en otros enfoques.

¿Qué significa para los padres tener un niño superdotado?

En la mayoría de los casos, un problema. Puede que asombre, pero es cierto. Y lo es porque raramente la superdotación es general y equilibrada.

Me refiero a que la inteligencia no es algo unificado. Cada vez se distinguen más tipos de inteligencia. Si hacemos una reducción muy exagerada yo distinguiría inteligencia emocional (que más bien llamaría madurez afectiva) e inteligencia en su concepción clásica, como capacidad de aprendizaje, comprensión de conceptos y creatividad… Como digo es una reducción burda. Pero útil para lo que quiero explicar.

Consideramos habitualmente como superdotados intelectuales a los que tienen una alta capacidad en la inteligencia. Pero no tienen porqué tenerla en la madurez afectiva.

Lo que vemos muchas veces es a niños que con edades muy precoces son capaces de entender cosas que a la mayoría de los de su edad se les escapan. Pero el problema es que en muchos casos su madurez afectiva no está al nivel de asimilar esas cosas que entienden. Temas como la muerte, los problemas económicos familiares, una mala relación de pareja entre los padres, problemas sociales, políticos o económicos… Algunos de estos niños podrían explicarnos perfectamente esos temas, pero otra cosa es que sepan cómo afrontarlos a nivel afectivo. Y en muchos casos viven esos temas con angustia.

Para los padres, tratar con un niño superdotado puede ser complejo, porque se debe cuidar la información que se le facilita y cómo se hace. Y hay que estar especialmente atento a la forma en la que le afecta anímicamente. Suelen dar la impresión de ser demasiado sensibles, pero es que entienden lo que captan más allá de lo que cabría esperar para su edad, con una capacidad para asimilarlo similar a su edad real.

Otra preocupación para muchos padres de niños superdotados, es que se sienten a veces abrumados por una responsabilidad añadida. ¿Qué deberíamos hacer para que pueda desarrollar ese «don» que ha recibido? ¿Colegios especiales? ¿Actividades extra-escolares?

En bastantes casos significa, por raro que parezca, tener problemas en el colegio. Esto lo explicaremos en el siguiente apartado.

¿Qué significa para un niño ser superdotado?

Lo primero y más llamativo, como decía, problemas en el colegio. Aunque parezca extraño, la mayoría de los niños superdotados que conozco tienen problemas en el colegio. Especialmente en los primeros años de escolarización. A veces mejoran con la edad y otras empeoran.

Y creo que el factor determinante en esto es si conseguimos que su madurez afectiva alcance a su alta capacidad intelectual. Cuanto mayor es el desfase, peor lo pasa. Si conseguimos reducir el desfase, mejora.

Puede resultar extraño que un a un «niño listo» no le vaya bien en el colegio, pero no lo es. Un niño superdotado suele aburrirse con los niños de su edad. Entiende y le interesan cuestiones que la mayoría de los de su clase no comprenden aún. Con lo que cuando entra en una conversación o un juego e intenta llevar la atención del grupo hacia uno de los temas que le gustan a él suelen mirarlo extrañados sin entender de lo que va. Si esto ocurre con frecuencia no es raro que se sienta marginado.

Es frecuente que acabe intentando juntarse con niños mayores que él o incluso con adultos, rehuyendo a los niños de su edad. Eso suele interpretarse como un problema para relacionarse con los demás. Pero no lo es. Es que está fuera de sitio. Por eso cuando se habla de subir de curso a algunos de estos niños superdotados puede ser un acierto. No como medida general, pero sí individualizada. Dependerá de si tiene un nivel de madurez afectiva que le permita relacionarse con niños mayores.

Otra de las cosas que ocurren es que suelen responder muy bien a actividades nuevas, pero llevan fatal la repetición. En cuanto dominan una actividad les aburre soberanamente hacerla una y otra vez. Muchas veces se dicen cosas como «iba muy bien y ahora, de repente, ha dado pasos atrás». Cuando en realidad si probamos a que afronte el paso siguiente vemos que responde adecuadamente. No es que haya olvidado lo que logró hace una semana, es que necesita un reto nuevo y si le hacen repetir lo de la semana pasada lo hace cada vez con más desgana.

Tengo que decir que a un buen número de los niños superdotados que he conocido los habían calificado de niños con déficit de atención. Lo que significa que se otorga este diagnóstico tal vez de forma muy superficial en algunos casos.

¿Qué pasa cuando «descubren» que es un niño superdotado?

Pues puede variar mucho.

Depende de la forma en la que reaccionan los adultos que le rodean: los profesores y especialmente sus padres.

Hay gente que es como si descubriese una mina de oro: «Hay que sacar hasta la última pepita». Está claro que esa actitud convierte al niño en un esclavo de su «don». «Deberías hacer tal o cual cosa porque tú puedes». No somos felices porque hagamos lo que podemos hacer mejor que nadie. Sino porque hagamos lo que nos guste hacer.

También los hay que lo hacen mucho mejor. Centrándose en que es un niño con necesidades especiales y podemos facilitárselas. El planteamiento aunque parezca similar difiere mucho. No es cuestión de hacer todo lo necesario para que gane el premio Nobel. Sino de poner a su alcance lo necesario para que acabe siendo feliz y se sienta realizado. Y eso significa:

  1. Adecuar su ritmo educativo a sus demandas (y estas no tienen porqué ser lineales). Pero esto es complicado porque los centros escolares llevan mal la educación a ritmo individualizado. No es cuestión de voluntad, que la hay, sino de medios en la mayoría de los casos. Si un sistema no permite la movilidad de estudiantes entre niveles y satura a los profesores con un número excesivo de alumnos y una carga burocrática incomprensible e inútil, la individualización es la primera sacrificada.
  2. Que los padres nos esforcemos ante todo en ayudarle en la maduración afectiva, que como decía antes, creo que es la clave real para que estos niños superdotados acaben siendo felices.
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El niño que pega

Una de las conductas que más preocupan a los padres es que su hijo pegue. Suele aparecer a partir del año y si actuamos bien puede aprender que no es bueno.

Conforme el niño crece, va adquiriendo la capacidad de hacer cada vez más cosas. Algunas las consideramos positivas, pero otras no tanto. Vamos a hablar de los niños que empiezan a pegar y cómo actuar durante los primeros años parar reducir esa conducta.

Que un niño pegue es algo muy mal visto. La progresión de la sociedad se ha basado entre otras cosas en la contención de la agresividad.

Pero es normal que todos los niños lo hagan. En realidad no es sino la evidencia de que ya tiene la capacidad de hacer daño. Lo importante en los primeros momentos es entender que cuando pega por primera vez no sabe en realidad lo que está haciendo. No usa su fuerza con intención de dañar. En la mayoría de los casos, la primera torta que cualquier padre se ha llevado aparece porque el niño se emociona mientras juega con nosotros o porque ha agitado la mano para «defenderse» de nosotros durante un juego y lo ha hecho con «puntería». En esas ocasiones la postura más lógica es no darle importancia.

Pero poco a poco sí que empieza a hacerse consciente de que esa acción hace daño. Y en algunos casos empieza a hacerse cada vez más frecuente.

Parte de las funciones de la educación es el hecho de modular las capacidades que el niño adquiere en su desarrollo. Y si lo entendemos desde una visión respetuosa, lo que buscamos es fundamentalmente el bien futuro del niño.

En este caso concreto, si el niño no entiende que pegar no es una conducta adecuada, tendrá problemas serios en el futuro, porque la sociedad no admite la agresividad como medio para conseguir las cosas, ni como expresión aceptable.

En educación hay que entender algunas claves:

  1. Los resultados no son nunca inmediatos. Educar es un proceso, diferente en cada niño en cuanto a su duración y en la forma en la que se pueden conseguir resultados. Seguro que vamos a llevarnos muchos tortazos, bocados o arañazos antes de que nuestro hijo entienda que no debe hacerlo.
  2. En el fondo una de las cosas que buscamos es que el niño aprenda a convivir con otros en el futuro. Debemos pensar cómo actúa la sociedad frente a una conducta negativa para saber cómo le resultará más fácil al niño entender la reacción de los demás en el futuro. Y dentro de un ambiente más comprensivo y cariñoso del que encontrará después enseñarle cuál es el resultado de su conducta. Debemos escoger el mensaje que queremos transmitir.

Cuando hablamos de niños que pegan, hay quien reacciona con la idea de «el niño va a entender que puestos a pegar yo lo hago más fuerte». El problema es que el mensaje que comunicamos al niño es que la agresividad es una forma válida de imponer cosas a los demás y de conseguir objetivos. Mientras sean los padres los más fuertes tal vez eso funcione, pero ¿qué pasará el día que nuestro hijo sea más fuerte que nosotros?

Además, aunque pensemos sólo a corto plazo, conseguiremos «contener» al niño ¿a qué coste? Haciendo que nos tema en lugar de querernos y respetarnos.

Recurrir a la violencia como herramienta educativa no es sino un fracaso de nuestra capacidad como padres de lograr un objetivo sin perder el afecto y el respeto de nuestro hijo.

Hay soluciones mejores sin duda.

Yo la que os propongo es la siguiente:

Si estás jugando con tu hijo y de repente te pega, muerde, escupe, grita o agrede de cualquier otro modo, levántate y aléjate de él. Y pon cara de pena. Hay que ser algo teatrales. La reacción habitual de la mayoría de los niños pequeños ante esto es de sorpresa. Y a los pocos segundos acude a buscarte para que vuelvas a jugar con él y extrañado de que te hayas marchado.

Es en ese momento cuando debes explicarle que te ha hecho daño, que eso no te gusta y que volverás a jugar con él, pero si vuelve a hacerte daño no jugarás y te marcharás de nuevo.

Esa misma conducta hay que repetirla cada vez que el niños nos agreda.

¿Cuál es el mensaje que le transmitimos? «Si haces daño a las personas que quieres, se alejan de ti.» Esto es lo que pasa en la realidad. El agresivo acaba sólo, en una cárcel o fuera de ella, pero los que lo quieren acaban abandonándolo uno tras otro.

Además logramos algo importante y es que el niño desarrolle la empatía: la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y entender sus sentimientos, identificándose con ellos. La mayoría de las personas agresivas lo son porque carecen de empatía.

Si actuamos así, conseguimos que el niño nos respete, porque le queremos, nos quiere y entiende que si nos hace daño nos sentimos mal. Y si el afecto preside nuestra relación no querrá hacernos sentir mal.

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Niños de alta demanda o Hipereactivos con déficit de atención

Una de las características de los bebés de alta demanda es que son muy activos. Muchos padres los confunden con niños hiperactivos con déficit de atención.

Lo primero que conviene aclarar es que calificar a un niño de alta demanda o como hiperactivo con déficit de atención, es una simplificación. Lo que hacemos es dar un nombre a algo que parece salir de la normalidad. Pero hay niños muy diferentes dentro de esa calificación. Por tanto al establecer diferencias entre estos dos grupos lo único que hacemos es destacar matices a partir de conceptos. En los niños concretos, estas diferencias pueden no ser tan fáciles de apreciar.

Los niños hiperactivos con déficit de atención (TDAH) son mucho más conocidos que los de alta demanda. Hay varios motivos para ello. Uno es que parecen ser mas frecuentes. Otro, que como los niños con TDAH tienen tratamiento farmacológico, las empresas que comercializan el tratamiento se han esforzado en dar a conocer el TDAH. Para mi gusto hasta más de la cuenta. Se diagnostican demasiados, en mi opinión.

La cuestión es que tanto los niños de alta demanda como los que tienen TDAH son hiperactivos, es decir agotadores.

Pero existe una diferencia fundamental entre ellos y es la capacidad de atención:

El TDAH supone que los niños tienen dificultad para centrarse en una actividad porque la porción anterior de su cerebro (la que controla la conducta) tiene una actividad reducida. Eso genera problemas, especialmente en la adaptación escolar. Son niños a los que cuesta mucho mantener la atención durante las explicaciones del maestro y que suelen dejar las tareas inacabadas. Por eso se tratan para conseguir que el niño pueda centrar su atención y tenga un desarrollo más normal.

Los niños de alta demanda, lo que tienen es una capacidad de centrar su atención incluso por encima de lo normal. Cuando se empeñan en un objetivo es muy complicado que lo abandonen. Podría pensarse que eso significa que no van a tener problemas de adaptación escolar. Sin embargo pueden tenerlos también, porque escogen sus propios objetivos y en muchos casos no tienen nada que ver con los que se establecen en el colegio. De hecho, suelen consumir estímulos y actividades a gran velocidad, lo que hace que su problema sea que se aburren en el colegio. Cuando no hacen una tarea no es porque no puedan completarla. Serían de hecho capaces de acabarla mucho más rápido que la mayoría. Pero no la hecen porque no les motiva. A estos niños no les sirve el tratamiento del TDAH, si se les diese los pondría «como una moto». No tienen un defecto que tratar.

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La risa del niño: Peketip 9

La infancia acaba el día que desaparece la sonrisa pura y sincera.

Los adultos, incluso cuando reímos, seguimos preocupados por otras cosas.

Pero cuando un niño ríe, lo hace con todo su ser.

Por eso es tan valiosa la risa de un niño.

Este peketip precisa poca explicación. Pero sí una meditación:

Dejad a los niños que lo sean mientras puedan. Dejad que disfruten de la vida sin los agobios que nos rodean hasta que le beneficie en algo ser consciente de ellos.

Tendrán toda la vida para preocuparse. Evita que lo haga antes de que le sirva o pueda contribuir a solucionar un problema. Protege su niñez. Un día la perderá y no volverá más.

Y mientras dure, con su risa, sana todos tus males. Haces posible esa risa, y sólo eso dice que mereces estar en este mundo, porque eres muy importante para una personita especial.

Peketip 8
Peketip 10

 

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¿Qué es fiebre en niños? Pekevideos

Hoy inauguro otra forma más de dar información a los padres sobre la salud de sus hijos:

Los Pekevídeos.

Son vídeos de corta duración para aclarar conceptos sobre salud infantil que puedan ser interesantes.

El primero con el que vamos a empezar es sobre la fiebre en niños:

– Diferencia entre fiebre y febrícula.

– Cuándo merece la pena tratar la fiebre en un niño.

Espero vuestros comentarios y sugerencias sober los temas que creáis más interesantes.

¿Qué es fiebre en niños?

 

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Pediatría basada en la diferencia: PekeTip 6

Los bebés son cambio continuo y continua adaptación. Pero tienen herramientas instintivas que le ayudan a adaptarse. Cada bebé es único y usa las suyas.

Los padres podemos observar a los bebés y sus cambios y respetar sus formas de adaptarse a ellos. No llevando la contraria a la forma instintiva de actuar de un bebé más que cuando tengamos una razón clara para hacerlo.

Esta es la base de lo que algunos llaman Crianza Respetuosa.

Hay muchas teorías sobre la crianza de niños. Cuando yo hice la especialidad me dieron poca información sobre estos temas. Pero en su mayoría eran informaciones basadas en el conductismo o en algunos casos, simples prejuicios.

En realidad la especialidad, tal como yo me formé, está muy centrada en la enfermedad del niño. Tocando la crianza y la educación como un tema paralelo. En ese aspecto no hay guías, ni protocolos… Nada a lo que acercarse cuando te interesa.

Pero cuando uno llega a atención primaria lo que te encuentras es que los padres no te preguntan sólo sobre enfermedades. En algunos casos les preocupa mucho más la crianza y sus problemas que las enfermedades propiamente dichas. A veces, ante esas dudas la respuesta puede ser bloquear tus respuestas y reconocer que no tienes formación en ese campo. Otras, intentas dar una respuesta según la poca información que tengas sobre el tema. Y en algunos casos, como me pasó a mí, decides que tienes que informarte sobre esos temas para dar una atención más completa a los padres.

Así empecé a conocer distintas versiones de la Crianza.

Yo, en pediatría, soy un convencido de que los niños son diferentes. Por eso las respuestas monolíticas de tipo, así se hace para resolver esto en todos los niños, no me valen mucho. Cuando conocí y comprendí el concepto de la Crianza respetuosa, supe que era lo más aproximado en crianza que encontraría a mi concepción de la salud infantil.

Cada niño es único. Hay formas más o menos comunes de responder frente a los retos adaptativos. Pero hay particularidades entre ellos. Cuando notamos un problema en un niño, sea en su crecimiento o en una enfermedad, en la mayoría de los casos, lo que podemos ver son las formas en las que el niño responde a algo que está desafiando su bienestar (el hambre, una infección, la sensación de inseguridad…).

Tanto en Pediatría como en Crianza, mi objetivo cuando veo esos fenómenos de adaptación (llanto, rabietas, fiebre, vómitos, moco, tos…) es en primer lugar encontrar la causa. Y en segundo lugar, valorar si la respuesta que da el niño le ayuda a superar la situación o la empeora.

Cuando su respuesta le ayuda a afrontar la situación (tos productiva, o buscar el afecto de sus padres cuando se siente inseguro, por ejemplo…) busco la forma de ayudar a ese mecanismo a adaptarse al desafío.

Cuando su respuesta empeora la situación (tos irritativa, o una rabieta…) busco la forma de reconducir su mecanismo hacia otros que le ayuden de forma más eficaz. Siempre observando como responde el niño a mis intentos. Y asumiendo que si la respuesta no es la esperada, por muy seguro que estuviese de que era lo adecuado, no lo es en ese niño concreto y tengo que valorar de nuevo toda la situación.

No hay respuestas universales. Eso en Crianza es lo que se llama Crianza respetuosa, y en Pediatría es lo que yo llamo Pediatría basada en la diferencia.

alimentado a demanda
Peketip 7

 

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El niño con piojos

Piojos en niños

Cómo se detectan y se tratan los piojos y las liendres. Un problema muy frecuente durante durante el curso explicado con claridad

Los piojos son un problema muy frecuente entre los 3 y 10 años. Es decir durante la primera etapa de escolarización.

Evidentemente pueden cogerse antes de los 3 y después de los 10 años.

Pero los piojos son más frecuentes en esa edad, porque los niños se relacionan ya con otros niños de forma muy activa. Y además lo hacen sin guardar las distancias.

Qué son los piojos y las liendres

Los piojos son insectos que acompañan al hombre desde que existe en este mundo. Viven en el pelo y se alimentan de la sangre de quien les alberga.

piojo

Las liendres son los huevos que los piojos ponen cerca de la raiz del pelo. Los piojos tardan en salir de la liendre entre 8 y 10 días después de que los pongan. Y dos semanas después, ya es adulto, y es capaz de poner nuevos huevos. Cuando tratamos a un niño que los tiene conviene eliminar las liendres. Ya que los productos que eliminan al insecto no siempre consiguen matar al huevo.

Para retirarlas lo más efectivo son las liendreras.

Liendres

Cómo se contagian los piojos

Como son insectos, se mueven y buscan continuamente «territorios» nuevos que conquistar.

Los piojos no vuelan, como dice alguna gente. Pasan de un niño a otro por contacto del pelo.

Cuando aparecen en una clase, suelen extenderse con facilidad. Especialmente entre los niños más pequeños, porque tienden a no guardar «las distancias».

Da igual la higiene. Evidentemente al piojo no le gusta el lavado de cabeza diario, pero no le mata y sobrevive perfectamente a él.

Tratamiento de los piojos en niños

Tradicionalmente se han usado productos que contienen Permetrina. La permetrina es un insecticida. No es inocuo. Es tóxico a dosis altas. El problema es que los piojos y las liendres se están volviendo cada vez más resistentes a ella. Los productos para eliminarlos han ido aumentando su concentración. Pero no podemos hacer eso mucho más sin que empiecen a generar problemas para el niño.

Hay gente a la que agobia tanto el tema de los piojos que lava la cabeza al niño de forma periódica con estos champús que contienen permetrina. Eso no es correcto. Como decía, son pesticidas con efectos secundarios que dependen de la frecuencia y dosis que demos al niño.

Hay otras alternativas que contienen Ciclometicona y Miristato de isopropilo.

Nada es inocuo. Por lo que no recomiendo usar de forma preventiva y periódica productos que están diseñados para tratar.

Lo adecuado es usar estos productos sólo cuando tenemos claro que hay piojos.

Cómo aplicar Productos antipiojos:

Depende del producto concreto. Sigue las instrucciones de cada fabricante.

En la mayoría necesitan una aplicación en todo el pelo, lo dejamos durante 10 minutos, y después lavamos la cabeza.

Es suficiente con aplicarlo una sola vez para acabar con todos los piojos. Pero como a veces no acaba con todas las liendres, conviene hacer una segunda aplicación a los 10 días. Con eso acabamos con los nuevos piojos que hayan nacido de las liendres, antes de que tengan edad de poner nuevos huevos.

Cómo tratar los piojos en los niños

Tratamiento colectivo en el colegio

El mayor problema para acabar con ellos, es que mientras dura el curso, cada niño se trata (o no) cuando sus padres detectan el problema. Y el tratamiento los elimina, pero no evita que se contagie de nuevo.

Por lo tanto, mientras quede un niño en clase con piojos, el problema va a volver una y otra vez.

Lo que os recomiendo, es que si detectáis piojos en vuestro hijo, lo comuniquéis a la maestra, para que ella a su vez lo comunique a todos los padres y que el tratamiento sea coordinado. Es decir, que todos los padres apliquéis el tratamiento la misma semana.

A los maestros les recomiendo que coordinen esa aplicación.

Una forma de hacerla más efectiva es pedir que cuando los niños los apliquen («semana contra el piojo»), traigan a clase la solapa de la caja del tratamiento que han aplicado al niño.

Así el maestro tiene constancia de cuales son los niños que lo han hecho. Y de los que no. De forma que si el problema se repite, se conozca el foco. Por desgracia, a veces, la única forma de combatir la dejadez de algunos es que se sepa que lo son.

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Problemas con la comida en niños

INTRODUCCIÓN A LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA COMIDA EN NIÑOS

Los problemas de los niños con la comida: No come, estreñimiento, obesidad. Aprende a evitarlos y solucionarlos.

 

Manual para evitar Problemas con la Comida

 

Las dudas sobre alimentación en los niños son uno de los temas de consulta más frecuente al pediatra. Y no es para menos.


Hay tres pilares fundamentales para la salud:

Nuestros genes, nuestra alimentación y nuestras costumbres.


El primero es como la lotería, te toca lo que toque. Los otros dos podemos modificarlos.

Voy a centrarme aquí en los principales aspectos que en la alimentación de un niño pueden marcar diferencias importantes para su vida.

La preocupación por dar a los niños una alimentación sana, suele tener un efecto extraño en la familia: Cuando ponemos las bases para que nuestro hijo coma bien, en muchos casos aprendemos nosotros mismos a comer mejor.

Trataremos primero la teoría que conviene conocer para entender el tema y después nos centraremos en las dos alteraciones más frecuentes (no come y sobrepeso), que sorprendentemente, no son más que dos caras del mismo problema.