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Caca verde en niños y bebés

Caca Verde: ¿Sabes el motivo de que tu hijo la haga de este color? ¿Cuándo es normal y cuándo puede ser signo de problemas? Te lo explico claramente.

El color de la caca puede cambiar cuando lo hacen las bacterias que forman parte de la flora intestinal del bebé. Podemos ver colores muy variados: Desde el verde al mostaza, el amarillo o el marrón.

El color y la consistencia pueden variar. Pero no es raro ver una caca verde en los bebés. La mayoría de las veces no es signo de que haya un problema.

La primera cuestión es diferenciar la caca verde con y sin diarrea. Explico cómo diferenciar la diarrea en un lactante de lo que no lo es en este «Peketip».

Peketip 2 Diarrea o no diarrea

Deposiciones verdes sin diarrea

En algunas ocasiones la caca del bebé puede tener color verde, sin que sea diarrea.

Es fácil de entender. Cuando un bebé nace, el color del popó es negro verdoso. Se debe a la bilis, que es de ese color. Si mezclamos eso con el blanco de la leche, sale una caca verde más clara. Pero la mayoría de las veces no vemos ese color. Pasa directamente del negro verdoso a un amarillo con grumos blancos.

La razón es que en cuanto el bebé sale a este mundo, empiezan a entrar bichitos por su boca, que van a colonizar su intestino. La mayoría de esos gérmenes digieren la bilis, transformándola en urobilinógeno (amarilla) o coprobilinógeno (marrón), dando su color habitual al popó. Pero en algunas ocasiones hay cambios en esa flora, y los bichos que hay, no digieren la bilis, saliendo de su color original: Caca verde, sin que sea diarrea.

Esto es bastante frecuente en las primeras fases de introducción de la alimentación, o durante la dentición.

Cuando esto ocurre sin diarrea, pero con molestias en el bebé, puede ayudar si damos probióticos (Lactobacilos) al bebé. Nos indicaría que la flora nueva no es buena, pudiendo generar más gases o irritar más el culete.

Caca verde en bebé sin diarrea
Esta caca es verde, pero tiene una consistencia normal. No es diarrea. Simplemente la bilis no ha sido digerida.

Cacas de color verde en bebés por cambios en la alimentación

Cuando un bebe toma una alimentación todos los días, como ocurre al principio con la leche, los gérmenes que hay en su intestino son aquellos que están mejor adaptados a la composición de esa leche. Si un bebé por ejemplo toma leche artificial y la cambiamos de marca, cambiará su flora intestinal. Las pequeñas diferencias de composición de la leche harán que unos gérmenes mueran al perder aquello de lo que se alimentaban. Al tiempo que otros que no tenían recursos los encuentre y crezcan.

Es como si cada vez que cambiamos la alimentación abriésemos las puertas y aceptásemos bichitos nuevos. El problema es que a veces serán buenos y otras no tanto. Por eso yo aconsejo que no cambies de leche sin motivo. Sea la que sea, si le sienta bien, no cambies. Si mantenemos la misma durante tiempo hacemos que la flora intestinal que no está dando problemas se asiente más firmemente.

No te extrañes porque cambie el color de la caca al hacer estos cambios. Es lo normal. Sea cual sea el color, incluso si la caca es verde, no hagas nada si el bebé no tiene molestias. Si al cambiar el color aparecen más gases, dolor de barriga o irritación de la piel en torno al ano entonces es que los bichitos nuevos no son buenos. En este caso puedes dar un probiótico para introducir gérmenes buenos que les hagan la competencia. Y si este cambio ha coincidido con un cambio de leche, vuelve a la que tomaba antes.

Cambios del color, consistencia y acidez de la caca con la dentición

Empezaré aclarando un pequeño detalle. Todos los bebés por encima de los 2 meses suelen meterse con frecuencia las manos en la boca, sin que tengan dientes a punto de salir. Simplemente es una forma de entretenerse. Busca estímulos, y algo que les entretiene mucho es meterse cosas en la boca para explorar. Lo que tienen más a mano: Las manos.

Pero es verdad que cuando los dientes están abriendo camino para salir, molestan. Entonces el bebé se mete las manos o cualquier otro objeto que pueda morder con mucha más frecuencia. Tanto las manos como esos objetos tienen gérmenes en su superficie. Gérmenes que van entrando hacia el intestino. Algunos no pueden vivir ahí. Pero otros sí. Cuando alguno de esos gérmenes se hace un hueco importante puede cambiar las características de la caca en color, consistencia o acidez. El resultado puede causar molestias o no. Si no las causa no haremos nada. Si aparecen molestias podremos tirar de nuestro amigo el probiótico.

No te agobies con la limpieza para evitar la entrada de gérmenes. Un exceso de higiene es contraproducente.

Caca verde con diarrea

En otros casos el bebé o el niño pueden hacer heces vedes y además con diarrea.

Recapitulamos lo que era diarrea:

Muchas veces, mucha cantidad, líquida, con dolor de barriga, come peor y con irritación de la piel al salir.

La causa en estas ocasiones es, que con la diarrea, se acelera tanto el paso por el intestino, que no da tiempo a que la bilis se transforme, con lo que la caca del bebé conserva su color verde.

Esto es muy frecuente, por ejemplo, en las diarreas del lactante producidas por Rotavirus.

Puede aparecer también cuando un niño tiene intolerancia a algún alimento. El más frecuente en causar esto es la Lactosa.

La intolerancia a la lactosa aparece en forma de: Diarrea ácida verdosa.

caca verde en bebé
A diferencia de la anterior esta es una caca verde muy líquida. Si va acompañada de irritación de la piel alrededor del ano es una diarrea. En este caso es verde porque el paso por el intestino ha sido tan rápido que no ha dado tiempo a digerirse la bilis.

Las cacas verdes del bebé pueden desencadenarse a partir de:

  • Cuando pasamos de lactancia materna a artificial en un bebé que no produce cantidad suficiente de lactasa. La lactasa es el enzima que usa nuestro intestino para digerir la lactosa. Algunos bebés producen poca lactasa y eso hace que no puedan digerir la Lactosa. Entonces los gérmenes del intestino la aprovechan, la fermentan y producen ácido láctico. Éste irrita la pared del intestino haciendo que se mueva más de lo normal. Aparece así la diarrea ácida.
  • Puede pasar también en bebés que toman leche materna si no se les deja vaciar el pecho por completo. Por ejemplo cuando se da el pecho y en todas las tomas después se saca con un sacaleches para hacer un banco de leche. Al hacer esto el bebé toma directamente la primera parte de la tetada que es rica en lactosa y se almacena la segunda parte que es rica en proteínas (entre las que está la lactasa) y grasas. O si hay alguna molestia que les impide hacer las tomas completas. Cuando esto ocurre la lactasa que el pecho contiene, y que está concentrada en la parte final de la tetada no sale. El bebé toma una leche muy rica en lactosa, pero sin la lactasa que le ayude a digerirla. Si el bebé en esto casos no tiene lactasa suficiente producida en su intestino aparecen los síntomas de intolerancia a la lactosa.
  • A veces un bebé que digería bien la lactosa pierde esa capacidad de hacerlo. Las causas más frecuentes son:
    • Otra intolerancia o alergia digestiva que dañe la mucosa e impida la regeneración de la pared del intestino. Con lo que pierde la capa superficial, donde están las células que que fabrican la lactasa.
    • Una infección que ataque la pared del intestino y destruya la capa superficial donde se produce la lactasa.
    • Una falta de hierro, necesario para regenerar la pared del intestino. Cuando los bebés van creciendo agotan el hierro que recibieron durante el embarazo. Su alimento esencial, la leche, aporta poco de este mineral. Y con el paso de los meses muchos bebés tienen una carencia. Una de las cosas en las que se nota es en la dificultad para regenerar la pared del intestino y con ella pueden aparecer algunas intolerancias. Estas intolerancias se corrigen dando al bebé un suplemento de hierro.

Puedes ver como tratarlo en el tema de la diarrea.

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Cómo saber si mi hijo tiene Intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la Lactosa: Comprende fácilmente en qué consiste este problema para digerir el azúcar de la leche y cómo puede resolverse en tu bebé.

¿Qué es la Intolerancia a la Lactosa?

Es la incapacidad para digerir la Lactosa.

¿Qué es la Lactosa?

La lactosa es el azúcar de la leche. Es lo que llamamos un disacárido. Es decir, que su molécula está formada en realidad por dos azúcares unidos: Una molécula de glucosa y otra de galactosa.

El intestino no puede absorber la molécula completa. Debemos partirla para que puedan entrar por separado glucosa y galactosa.

¿Qué es la Lactasa?

El encargado de romper la lactosa para que pueda ser asimilada es un enzima llamado Lactasa. 

Es algo que todas las crías de mamíferos deben tener capacidad de producir en su intestino.

Cuando no se produce suficiente Lactasa y tomamos Lactosa, aparece la intolerancia. 

En realidad la intolerancia a la Lactosa es la norma y no la excepción. Pero depende de la Genética.

En condiciones normales, llegada cierta edad, los mamíferos pierden la capacidad de producir lactasa. Esa edad en los seres humanos estaba entre los dos y los seis años.

Antes de que existiese la ganadería, los niños dejaban de consumir leche en ese rango de edad y por tanto dejaba de tener sentido la presencia de ese enzima en el intestino. La capacidad de seguir produciendo Lactasa tras la edad natural de lactancia es algo que apareció hace unos 10.000 años en las zonas donde los humanos realizaban ganadería de especies cuya leche era rica en lactosa. Por eso en las zonas de tradicional ganadería de vaca, como el norte de Europa o algunas razas ganaderas de vaca en África la intolerancia a la lactosa es algo muy raro. 

Sin embargo, la intolerancia a la lactosa es uno de los trastornos alimentarios más frecuentes, fuera de las zonas tradicionalmente ganaderas de vaca. En la zona mediterránea de Europa, donde está España, la leche consumida tradicionalmente fue de cabra y oveja, dos especies que liberan lactasa en su leche, por lo que aunque la persona no produzca lactasa suelen ser bien toleradas. Por eso en esta zona la intolerancia a la Lactosa puede llegar al 20-25 %. De hecho, yo mismo soy intolerante a la lactosa.

Hay razas en las que es raro y otras en las que es casi la norma.

Es casi normal por encima de los 4-6 años. Pero a veces ocurre incluso en bebés.

Si quieres saber si tú o tu bebé tenéis estos genes que predisponen a la intolerancia a la lactosa junto a otros muchos de otras patologías tienes a tu disposición análisis genéticos.

Síntomas de la Intolerancia a la Lactosa

Cuando alguien pierde la capacidad de digerir la lactosa y la toma aparecen una serie de reacciones poco agradables:

       Al no poder absorber la lactosa esta queda en el intestino sirviendo para que demasiadas bacterias se alimenten. Aumenta su número, lo que produce irritación en el intestino. Es lo que llamamos una Disbacteriosis.

       Estas bacterias fermentan la lactosa produciendo muchos gases. Lo que da a su vez más dolor abdominal.

       La fermentación de la lactosa produce ácido láctico, que vuelve las heces más irritantes al salir.

       Acaba produciendo una diarrea verdosa con dolor intenso e irritación de la piel en torno al ano.

Nada agradable. Cuando los mamíferos dejan de producir lactasa acaban rechazando la leche porque les sienta fatal.

Hace miles de años algunos seres humanos sufrieron mutaciones que les hicieron que siguieran produciendo lactasa más allá de la edad normal. En las razas ganaderas esto era una ventaja y la mutación fue extendiéndose hasta ser mayoría los adultos que toleran la lactosa en esas civilizaciones ganaderas.

Intolerancia a la Lactosa y Cólico del Lactante

Esta intolerancia es uno de los problemas que puede originar Cólico del Lactante en algunos bebés. Si deseas conocer los demás te recomiendo que visites nuestro Proyecto «Bebé sin Cólico».

Intolerancia Secundaria a la Lactosa

No todas las intolerancias a la lactosa son genéticas y definitivas.

La Lactasa se produce en la parte más superficial de la mucosa del intestino.

Si esta zona se pierde, la capacidad de digerir la lactosa puede alterarse de forma temporal. Cuando la pared intestinal se regenera recuperamos esa capacidad.

Las causas que con más frecuencia pueden llevar a una Intolerancia Secundaria a la Lactosa son:

  • Una infección del intestino. Cuando una gastroenteritis produce una diarrea intensa puede deteriorar la pared intestinal tanto que nos volvamos intolerantes a la lactosa. Una vez que incluso la infección ha cedido, la diarrea puede seguir porque si tomamos leche esta no pueda ser digerida y la intolerancia haga un círculo vicioso: Intolerancia-diarrea-intolerancia…
  • Otra intolerancia o alergia alimentaria. Cualquier intolerancia o alergia que afecte al intestino puede hacer que se pierda la capacidad de digerir la lactosa. Ya que al inflamar la pared puede causar que la zona donde se produce lactasa se pierda. Debemos sospechar que esto ocurre cuando tras retirar la lactosa hay una mejoría, pero sólo parcial. Suele significar que hay otro problema de base que no hemos resuelto.
  • Falta de hierro. Muchos bebés en torno a los 4-6 meses presentan una carencia de hierro. El hierro es necesario para regenerar la pared del intestino. Cuando éste falta podemos tener dificultades para que la zona más superficial, donde se produce la Lactasa se regenere adecuadamente. Puede aparecer una Intolerancia que mejora no eliminando la lactosa, sino aportando un suplemento de hierro.
  • Alteraciones de la Flora Intestinal. Ciertos gérmenes, como la Cándida Albicans pueden asentar en nuestro intestino y producen sustancias que irritan y dificultan el bienestar de la mucosa intestinal. Como consecuencia podemos desarrollar una intolerancia secundaria. Esto es fácil que ocurra tras una gastroenteritis agresiva, en la que la Flora intestinal se ha dañado mucho o tras tomar antibióticos, ya que los antibióticos eliminan la mayoría de los gérmenes del intestino, pero no a la Candida que es un hongo y resiste al efecto del antibiótico.

Si tienes alguna duda puedo resolvértela por WhatsApp en menos de 24 horas.

Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene intolerancia a la lactosa

Depende de la edad y de qué se alimenta:

Lactancia Materna exclusiva.

En los niños que toman lactancia materna exclusiva sólo puede haber signos de intolerancia a la lactosa si el pecho se vacía mal.

En la leche que sale al principio hay mucha lactosa y poca lactasa.

Por lo que si se interrumpen las tomas, habitualmente por una indicación errónea de que la toma de cada pecho debe tener una duración limitada, puede haber una carencia de lactasa.

La solución es dejar que vacíe cada pecho hasta que no quiera más.

Cuando toma ya Lactancia artificial o Leche de vaca entera

Si toma leche artificial, ésta tiene lactosa. Pero no Lactasa.

Si el niño no la produce aparece la Intolerancia a la Lactosa.

La solución es darle una leche sin lactosa adecuada para su edad:

– Leche adaptada de inicio sin lactosa en los 6 primeros meses de vida.

– Leche adaptada de continuación sin lactosa entre los 6 meses y el año de vida.

– Leche entera de vaca sin lactosa por encima del año de vida.

Puede tomar yogur normal o queso normal. Debe evitar aquellos con lactosa añadida tras acabar la fermentación.

Además de retirar la Lactosa es importante…

Cuando retiramos la lactosa, si hay una clara mejora de los síntomas es que el niño tenía intolerancia a la lactosa.

Pero muchas de estas intolerancias son transitorias.

Por eso, yo recomiendo durante la fase sin lactosa (unas 2 semanas) ofrecer al niño:

– Un suplemento de hierro. Es necesario para reparar la pared del intestino.

Probióticos: Cuando eliminamos el recurso extra de lactosa que está manteniendo a una población excesiva e inadecuada de gérmenes en el intestino, debemos restablecer el equilibrio de la flora intestinal. Debemos añadir dos tipos de probióticos diferentes:

– Levaduras.

– Bifidobacterias y Lactobacilos.

Tras esas dos semanas sin lactosa y tomando hierro y probióticos, la mayoría de las intolerancias transitorias a la lactosa se han corregido y al reintroducir la lactosa ya es bien tolerada.

Estas intolerancias transitorias son más frecuentes en algunas personas. Por lo que siempre que veamos aparecer los síntomas típicos (diarrea ácida con gases y dolor abdominal) podemos repetir esta pauta para recuperar la tolerancia.

Intolerancia a la lactosa en niños y bebés

Diagnóstico de la intolerancia a la Lactosa.

La intolerancia a la lactosa, tanto si es definitiva como en las transitorias tiene una base genética que puede estudiarse mediante análisis.

Hay también analíticas como el test del hidrógeno espirado que pueden decirnos si en este momento el niño digiere o no la lactosa. Pero no diferencia entre la intolerancia transitoria y la definitiva.

También podemos retirar y reintroducir la lactosa cada vez que el niño tiene síntomas sugerentes (gases, ardores, diarrea ácida…).

Hay muchos casos en los que niños que han sufrido intolerancia transitoria tienen una limitación en su dieta que era innecesaria. Otros en los que arrastran los síntomas durante años, porque son leves o moderados, pero empeoran la calidad de vida del niño.

Lo único capaz de darnos un diagnóstico definitivo que nos dice si el bebé debe o no eliminar la lactosa de su dieta de forma definitiva es el test genético. Estamos en el siglo XXI y este recurso está disponible.

Por tanto, si tu hijo tiene síntomas sugerentes de intolerancia a la lactosa te recomiendo que pruebes a retirarla de su dieta. Si mejora claramente es que en este momento tiene esa intolerancia, puedes intentar recuperar la tolerancia con un suplemento de hierro y probióticos durante las dos semanas de dieta sin lactosa. Pero si quieres una respuesta definitiva sobre si la lactosa puede estar en su dieta sin problema o debes retirarla de por vida, la genética puede dártela.

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Cólico del Lactante ¿Puede resolverse en días?

Cólico del Lactante. Realmente muchos de ellos pueden resolverse en pocos días.

#Bebéssincólicos Lo que describo en este libro no es palabrería, ni una ocurrencia que creo que puede ayudar a que los niños dejen de llorar. Son 10 años de experiencia de un Pediatra formado científicamente para abordar un problema concreto de forma científica. Ha dado sus frutos y quiero compartirlos tanto con las familias como con otros profesionales. Bienvenida sea toda experiencia que ayude a mejorar el resultado.

Un Cólico del Lactante es según los Criterios de Roma de 2016:

Vamos a desgranar esta definición del Cólico del Lactante:

1º- Aparece y desaparecen si no hacemos nada en los primeros 5 meses de vida

Durante mucho tiempo se ha atribuido a una inmadurez del intestino. Pero eso es un concepto muy general. Lo que he hecho en este libro es repasar las principales adaptaciones que hace en esa maduración durante estos primeros meses de vida.

2º- Episodios recurrentes y prolongados de llanto que los cuidadores no logran resolver

Es lo que llamo llanto inconsolable. El llanto es la forma que tiene el bebé de comunicar una necesidad sin cubrir o dolor:

  • El primer paso por tanto debe ser aclarar cuales son las necesidades del bebé y cómo cubrirlas adecuadamente.
  • Una vez cubiertas, si el llanto persiste debe haber dolor. Y todo dolor tiene una causa y por tanto una forma de resolverlo. Pero hay muchas causas posibles de dolor abdominal recurrente en un bebé. Desgranar esas causas es lo que he hecho en el libro.
  • Esto no es algo que haga yo. Lo hace cualquier pediatra. Lo que yo aporto es una sistematización de este problema que permite hallar con más facilidad esas causas.
  • No he descubierto la pólvora, sino una forma más eficiente de producirla.

3º- No hay fallo de medro, fiebre o enfermedad

Ninguno de los problemas descritos en el libro causan fiebre.

Todos los problemas descritos en el libro pueden en su forma leve permitir una ganancia de peso adecuada. En sus formas más intensas cualquiera de ellos puede afectar a esa ganancia de peso.

En mi opinión es un error dejar pasar el malestar evidente del bebé simplemente porque el peso no esté siendo afectado. Porque si hay llanto inconsolable recurrente y persistente debe haber una causa, un problema.

En los casos en los que estos problemas afectan al medro, es cuando suelen saltar las alertas, se estudia y aparecen causas definidas. Podemos hacer lo mismo desde que el primer signo, que no es otro que las crisis de llanto inconsolable recurrentes, nos dicen que algo va mal.

Algunos me han dicho que si encuentro una enfermedad en un niño catalogado de Cólico del Lactante, por definición ya no lo es.

Y esa es precisamente mi hipótesis: Que todo llanto inconsolable recurrente es causado por una enfermedad, luego el Cólico del Lactante no existe.

Lo que falta en la definición de Cólico del Lactante de los Criterios de Roma IV

Cualquier pediatra que quiera profundizar mínimamente en el Cólico del Lactante se da cuenta de que es imposible encontrar una solución para un problema en el que no se define más que un patrón de síntomas común, sin etiología, sin fisiopatología y por tanto sin posibilidad de atacar el problema. Porque en la propia definición de Cólico del lactante de los criterios de Roma de 2016 va implícita la admisión de que no entendemos lo que ocurre.

Mi libro es un esfuerzo desde el conocimiento científico y experiencia como Pediatra para establecer Etiologías (causas), Fisiopatología (mecanismos del cuerpo ante esas causas) y a partir de ahí buscar un diagnóstico lo más rápido posible, con el mínimo consumo de recursos técnicos y tratamientos para esas causas.

No hay más. ¡Ni menos!

Espero que lo leáis, lo disfrutéis, os resulte útil y me hagáis llegar vuestras recomendaciones y experiencias para mejorarlo.

Tal como expongo en la imagen, algunos de estos problemas pueden resolverse en pocos días. Entendiendo por resolver, que el niño deje de sufrir crisis de dolor inconsolable y sus padres entiendan cómo evitarlas en el futuro.

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Escala de Denver: Hitos del Desarrollo Neurológico en Bebés

Escalas para valorar el Desarrollo Neurológico del Bebé. Escala de Denver

Hitos del desarrollo neurológico en bebés: Escala de Denver. Valora si tu bebé se está desarrollando bien en psicomotricidad, sociabilidad y lenguaje.

Una de las cosas que más preocupan a los padres es que su hijo vaya superando etapas en el desarrollo neurológico de forma adecuada.

Para valorar de forma objetiva este proceso suelen usarse tablas de referencia. Una de las más utilizada es la Escala de Denver.

¿Qué es la Escala de Denver?

La Escala de Denver es un esquema en el que se han situado los principales hitos del desarrollo del bebé de forma gráfica en una escala de tiempo.

Aquí puedes ver una de las formas de representarla. Hay muchas.

Desarrollo neurológico. Escala de Denver

Como verás hay 4 grupos de adquisiciones del desarrollo infantil o hitos:

– Motoras gruesas: Son las que evalúan la movilidad del cuerpo en su conjunto o de partes importantes del mismo. En este grupo están las que más conoce la gente: Sostener la cabeza, sentarse, ponerse en pie, caminar….

– Motoras finas: Son las que valoran la movilidad más detallada, más compleja, que le permite hacer cosas en detalle.

– Lenguaje: Intenta objetivar con datos concretos si un niño está desarrollando su capacidad de comunicación de forma adecuada.

– Interacción Social: Se centra en las adquisiciones implicadas en las relaciones sociales.

Y que están organizadas de forma cronológica:

En una escala de tiempo que va desde el nacimiento hasta los 6 años.

Al principio va mes a mes, y desde los 14 meses ves que va saltando cada vez más meses juntos.

Cada uno de los Hitos del Desarrollo tiene una franja, no una fecha:

Esta Escala y otras similares, son una forma resumida de expresar una estadística.

Lo que hacen es tomar un grupo amplio de niños sanos en su desarrollo neurológico, y registrar cuándo adquieren cada una de esas habilidades.

Cuando se dice que los niños se sientan en torno a los 6 meses lo que expresamos es una media redondeada. Esto es muy importante entenderlo:

– Si miras la imagen de la Escala de Denver verás que para “sentarse solo” hay dos hitos: “se sienta sin apoyo” y “se sienta sólo”. Esto puede inducir a error. Entendemos por se sienta sin apoyo cuando un bebé lo pones tú sentado y sin tener donde apoyarse es capaz de mantenerse en esa posición. Y Se sienta sólo, cuando el bebé está tumbado y es capaz de incorporarse por sí mismo hasta quedarse sentado sin que le ayudes a hacerlo.

– Quedémonos con el Se sienta sin apoyo, que es al que suele referirse la gente con el hecho de que el bebé ya se sienta. Como ves tiene una franja que empieza en torno a los 5 meses, sigue en blando hasta algo más de los 6 meses y luego se prolonga en gris hasta los 8 meses. Esto significa que el 25 % de los niños normales ya se sienta sin apoyo a los 5 meses, que con algo más de 6 meses lo hacen el 75% de los bebés sanos y que a los 8 meses ya lo han logrado el 90% de los niños sin problemas. Importante: Un 10% de los niños que no tienen ningún problema en su desarrollo no se sientan aún a los 8 meses.

Esta Escala sólo nos orienta para saber si nuestro hijo está más o menos en línea con lo que hacen la mayoría. Que un niño no haya conseguido alguno de los hitos del desarrollo más allá de la edad en la que lo hacen según la estadística el 90% no quiere decir, ni que tenga un problema, ni que haya algo que tengamos que hacer. Lo único que se recomienda es sea valorado por un profesional. En la mayoría de los casos los niños van a ser normales y sólo tendremos que seguirlos de forma más estrecha.

Si detectas que tu hijo se sale de alguna de las franjas, no te preocupes demasiado, es muy normal. Pero pide cita con tu pediatra para que lo valore.

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¿Qué puedo hacer si mi bebé echa muchas bocanadas? ?

Qué hacer si tu bebé echa bocanadas.

Prácticamente todos los bebés echan bocanadas. En la mayoría de los casos no son nada serio. Pero te explico las causas más habituales y qué hacer cuando ocurren.

En la etapa en la que el bebé toma sólo leche, la expulsión de esa leche es algo muy, muy habitual. No lo hacen el 100% a diario, pero casi.

Bocanadas normales en el bebé

Cuando esto ocurre la causa más frecuente es simple. El estómago del bebé no tiene un cierre efectivo en su parte superior. Es como una bolsa de agua caliente sin tapón. Si la llenas de leche y presionas, rebosa.

A veces la presión la hace el propio bebé al moverse apretando la barriga o moviendo las piernas… Otras veces lo hacemos nosotros al cambiarle de postura. Pero no te preocupes, es algo muy normal y no le has hecho ningún daño.

Muchos piensan que conforme crece irá echando menos. Pero lo normal es lo contrario. Cuanto más crece, más come y más se mueve. Y si esto ocurre las bocanadas suelen ir a más.

Mejoran sin hacer nada cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos, más fáciles de retener y se acaba formando un pliegue en la salida superior de sus estómago que actúa como válvula (el cardias).

Si nos preocupan y queremos que haya menos bocanadas la solución no es espaciar las tomas. Cuanto más las separemos mayor cantidad tomará en cada toma, y si llenas mucho el estómago hay más bocanadas. Lo que te recomiendo es precisamente lo contrario: Dale con más frecuencia. Al hacerlo el bebé irá tomando cantidades menores que caben mejor en su estómago y las bocanadas se reducirán.

La duda más frecuente es ¿Lo ha echado todo con la bocanada?

Si esto nos preocupa es en parte porque pensamos que si echa la leche no va a alimentarse bien. Pero es que con las bocanadas se echa sólo una parte. Son muchas las familias que me dicen que ellos creen que no le ha quedado nada dentro.

Hay una forma fácil de saberlo: ¿Gana peso? ¿Llora por hambre?

Si gana peso y cuando llora le damos de comer y se calma aunque eche, está quedando suficiente en su interior para alimentarle.

Si las bocanadas se acompañan de un llanto inconsolable o de pérdida de peso, entonces hay que buscar la causa, porque hablamos de otra cosa…

Cuando el bebé echa Leche y Sí es un Problema (algo más que bocanadas)

Si la expulsión se acompaña de llanto o malestar evidente en el bebé o el peso va ma hay que descartar varios problemas:

  1. Gastroenteritis. Cualquiera puede sufrir una infección que afecte al tubo digestivo. No son muy frecuentes en los primeros meses de vida porque el bebé cuenta con los anticuerpos de su madre en su sangre y es inmune a todas las infecciones que ella haya superado en su vida. Pero a veces algún virus nuevo se presenta y desarrolla una gastroenteritis. Suelen presentar algo de moco, fiebre y empiezan con vómitos. En alguna ocasión después viene la diarrea y otras no. Lo más característico de la infección es la fiebre. Siempre que la hay debemos pensar en infección. El tratamiento en bebés suele ser dar un probiótico, fraccionar las tomas de leche, dándole cantidades más pequeñas más veces y tratando la fiebre si sube con antitérmicos. Si los vómitos son frecuentes puede darse un medicamento para cortarlos y en los casos más intensos puede necesitar un suero para rehidratarlo.
  2. Infección de Orina. Otra infección que puede acompañarse de vómitos con facilidad es la de Orina. Debemos pensar en ella cuando un bebé está irritable, con fiebre, orina que huele más fuerte o más oscura y rechazo del alimento con vómito fácil. La forma de saber si hay infección de orina es analizar la orina y si se confirma infección daremos tratamiento con antibióticos.
  3. Algunas Infecciones Respiratorias. En Catarros, Bronquitis y otras infecciones en las que hay mucho moco, algunos bebés tienen facilidad para vomitar con la tos. Los vómitos suelen mejorar al tratar la mucosidad.
  4. Alergias alimentarias. Cuando un bebé toma algo en la leche que no tolera puede vomitar tras tomarla. El vómito no se diferencia de la bocanada por la cantidad o la fuerza con que expulsa, sino porque antes de echar está molesto y cuando echa la cara se pone pálida y sudorosa. Si no tiene fiebre, en lugar de pensar en infecciones (aunque las puede haber sin fiebre) solemos pensar en alergias. La más frecuente en la leche es a las proteínas de la leche de vaca. Cuando toma biberón suele mejorar al cambiar la leche adaptada normal por una hidrolizada. Y si toma pecho hay casos en los que el problema es uno de los alimentos que toma la madre y pasa a través del pecho.
  5. Estenosis Hipertrófica de Píloro. Mucho menos frecuente que los casos anteriores, pero se ve a veces. Es un problema más frecuente en bebés varones y consiste en que el cierre inferior del estómago (píloro) tiene tanta fuerza que impide que el contenido del estómago pase al intestino. Lo que vemos es que de repente un niño que comía perfectamente echando alguna bocanada, sigue queriendo comer, pero al poco de acabar expulsa cada vez más cantidad de leche hasta que llega el momento que lo hace en todas las tomas y el peso empieza a bajar. Puede diagnosticarse mediante una Ecografía.

Como siempre la información general orienta, pero en muchos casos hay que hacer una valoración más individualizada para ver la causa y la solución.

Recuerda que puedes consultar a tu pediatra y que yo estoy a tu disposición Online.

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La importancia de tratar los Cólicos del Lactante

Los Cólicos del Lactante marcan la crianza

Los Cólicos del Lactante marcan la experiencia de crianza de muchas familias. La palmadita en la espalda y «a los 3 meses se pasa» puede marcar la infancia.

Cuanto tu bebé llora y no consigues calmarle ¿Sientes que no estás entendiéndolo? ¿Dudas de tu capacidad para criar a tu hijo? ¿Te sientes mala madre o mal padre? ¿Te sientes juzgado por los demás?

Suele decirse de los Cólicos del Lactante que:

  • Hay niños que lloran más que otros.
  • Algunos padres son muy nerviosos y transmiten esa ansiedad al bebé.
  • En realidad son niños sanos sin problemas.
  • Nada funciona y en realidad se acaban pasando solos.

Cuando se dicen cosas así:

  • Se falta a la verdad. Ningún niño sano llora de forma insistente sin que le pase nada. Cuando un bebé llora o le duele algo o tiene una necesidad que no se está cubriendo adecuadamente. En mi experiencia, todos los Bebés con Cólicos del Lactante tienen motivos para llorar. Motivos identificables y tratables. Restarle importancia deja a un bebé pasándolo mal por problemas a los que podemos poner solución si los identificamos.
  • No se entiende lo que el llanto inconsolable de un bebé significa para unos padres. Y menos aún lo que decir que es porque los padres son nerviosos significa para ellos. Los Cólicos del Lactante minan la autoestima de los padres como cuidadores.
  • Se puede marcar la infancia de un bebé. Cuando un problema real hace que un bebé no esté bien se interfiere con su alimentación, con su descanso, con la convivencia del bebé con quienes le rodean. Puede generar problemas que ni mucho menos desaparecen cuando el motivo del llanto desaparezca. En muchos casos marca la crianza de los padres y no de la mejor forma posible.

Cuando un bebé con Cólicos del Lactante no es tratado sigue llorando mientras su problema o problemas (que siempre los hay) siga sin resolverse. Algunos lo hacen de forma espontánea en los meses siguientes. Otros pueden prolongarse mucho tiempo.

Cuando identificamos las causas de su llanto y las resolvemos logramos varias cosas:

  • Desde el punto de vista del Bebé. Deja de llorar porque sus necesidades están cubiertas y no sufre dolor. Pero no sólo hemos logrado que deje de llorar. Lo realmente importante es que hemos descubierto que había cosas que iban mal y las hemos resuelto.
  • Desde el punto de vista de los Padres. Mejoramos el conocimiento que tienen sobre su hijo. No sólo por darles un diagnóstico. Sino porque para resolver los Cólicos del Lactante es indispensable enseñarles pautas básicas de Crianza. Este problema no es resuelto por el Pediatra o el Fisioterapeuta de forma independiente. Es un equipo en el que Fisioterauta, Pediatra y Padres actúan en conjunto y todos son indispensables. Cuando el bebé mejora, también lo hace la autoestima como Criadores de sus padres, que se sienten más capacitados tras colaborar en la mejora de su hijo.

Al principio los Cólicos del Lactante parecen una Maldición para cualquier familia. Todos desearían que su bebé fuese ese típico retoño que no hace más que comer y dormir con el que todos sueñan.

Cuando no es así, y llora sin parar desconcierta, agobia, estropea la relación de los padres con su bebé y entre ellos, porque resulta desesperante.

Pero cuando logramos tratarlo de forma efectiva puede acabar siendo un regalo para los padres: Un desafío que se ha superado en cuya resolución han colaborado aprendiendo muchísimo sobre su hijo.

No te conformes con una palmadita en la espalda.

No te resignes a tu hijo llore de forma inconsolable.

No aceptes que él es así o es culpa tuya.

Busca respuestas, porque las hay.

Este vídeo puede ser una primera aproximación para entenderlo.

Si quieres mi ayuda puedo dártela a través de la Consulta Online.

 

 

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OMS: “Lactancia Materna Exclusiva durante los 6 primeros meses de vida” ?¿ERROR?

Oms lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y BLW

Versión 2 de este artículo. No he quitado nada. He añadido. Parece que tenía poca dinamita….

Bienvenidas sean las críticas (llevo años aprendiendo de ellas), pero por favor, tened la decencia de leerlo completo antes. Eso sí, echadle paciencia, que es largo.

Las críticas que se hagan simplemente por sumarse al coro, son parte de la libertad de expresión. Pero no son críticas, son ruido.

La OMS recomienda mantener la Lactancia Materna como único alimento durante los primeros 6 meses de vida de los bebés.

Por favor, perded el tiempo un ratito y para saber de lo que hablamos, leed esa recomendación de la OMS. No os quedéis en el eslogan.

La tienes aquí.:

http://apps.who.int/gb/archive/pdf_files/WHA54/sa54id4.pdf?ua=1&ua=1

1º Consideración: Es del 1 de mayo de 2001. Y como reconocen en la declaración, se basan en datos disponibles hasta esa fecha que creen que deben completarse con investigaciones posteriores. Veréis que hacen referencia constantemente a países en vías de desarrollo y a un estudio realizado en Honduras…. Y plantea dudas sobre si a parte del hierro puede haber otras carencias de micronutrientes que generen problemas de desarrollo. No lo digo yo:

“10. En resumen, la consulta de expertos concluyó que la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses reporta varios beneficios al lactante y a la madre. Sin embargo, este tipo de alimentación puede dar lugar a un déficit de hierro en los niños susceptibles. Además, los datos disponibles no son suficientes para excluir otros riesgos potenciales asociados a la lactancia exclusiva durante seis meses, como las deficiencias del crecimiento y de otros micronutrientes en ciertos niños. Sean cuales sean las circunstancias, habrá que sopesar esos riesgos en función de los beneficios que reportaría la lactancia exclusiva, y más en particular la posible reducción de la morbilidad y de la mortalidad.”

Entra en la página de la OMS y léelo.

2º Consideración: A esta recomendación se sumaron la mayoría de las asociaciones profesionales de pediatría y de defensa de la lactancia. Yo soy pediatra y defensor de la lactancia. No diciendo lo mala que es la leche artificial, sino ayudando cada día a las madres que quieren dar el pecho a resolver los problemas que pueden hacer muy duro ese deseo. Y yo me sumé a esa recomendación.

3º Consideración: En un mundo en el que cada año se duplica el volumen de estudios publicados en cualquier campo científico ya tenemos muchos mas datos que hace 17 años. De hecho son los que había en (2001 x 2)17 veces….

Esta recomendación fue buena mientras no se convirtió en un Sacrosanto Mandamiento a pesar de que se iban acumulando investigaciones que la matizaban más y más.

Pero a ver quién la toca. Valga de ejemplo la respuesta a esta publicación.

La parte buena para mí:

No pretendo convencer a los “expertos”. Pretendo ayudar a los padres. Y aunque eso signifique contradecirme (yo también he recomendado muchos años la Lactancia Materna Exclusiva), me da más miedo acabar siendo uno de esos revolucionarios que derrocaron el régimen anterior al grito de libertad, para acabar siendo más tiranos y dogmáticos que aquellos a los que vencieron, que reconocer mis errores.

Como toda recomendación general, y tras 17 años de estudios, debe entenderse en su contexto o genera problemas indeseables.

Para los que ya conocéis esta web, creo que no hay dudas de que defiendo la Lactancia Materna y el BLW como mejores opciones para alimentar a un bebé. No diciendo que es lo mejor por ….., sino ofreciendo información que te ayude a resolver los problemas que pueden aparecer si quieres dar Lactancia Materna. Y que entiendas cómo hacer BLW.

Para aquellos que no me conocéis aún: Por supuesto que la lactancia materna es el mejor alimento para un bebé.

Pero hay recomendaciones que tienen mucha difusión, que se asocian como pilares inamovibles de la defensa de la Lactancia Materna, y que precisan matices.

Creo que voy a acabar siendo “El Pediatra de los Matices”.

Porque creo que, en la época de los protocolos simplistas y los lemas publicitarios, la “Verdad está en los Matices”.

Evidentemente lo que pongo en discusión no es el mantenimiento de la Lactancia Materna hasta los 6 meses y más allá, sino que sea el único alimento adecuado hasta esa edad.

La Lactancia Materna seguirá siendo la base fundamental de su alimentación mucho tiempo. Pero no en solitario.

No entiendo porqué alguna gente ve en la introducción de la alimentación complementaria antes de los 6 meses una amenaza a la lactancia materna:

– ¿Es no habéis dejado de dar el pecho tras introducir la alimentación complementaria?

– ¿Ha pasado vuestra leche a ser de peor calidad?

– ¿Ha dejado de aportarle una grasa, proteínas, hidratos de carbono, probióticos, minerales y vitaminas a vuestro hijo?

– ¿Habéis dejado de querer a vuestro hijo tras darle otros alimentos?

¿Me podéis explicar por qué …. (y aquí pondría un taco muy gordo)…. empezar antes la alimentación complementaria es un ataque a la sostenibilidad de esa Lactancia Materna?

El problema real, es que, antes de hacerlo yo, ya han atacado ese “Pilar” otros que sí buscaban mermar la validez de la lactancia materna. Entiendo el fuego amigo. Pero es que algunos sois de gatillo muy fácil,… (otro taco cariñoso).

Si os parece suficientemente aclarado que soy tan Prolactancia como el que más y que no me han abducido los extraterrestres ni me han hacheado el blog para hundirme….

Otra aclaración más: Es que me han sobornado…

Tal vez sabréis y si no os lo digo, que desde hace un mes estamos publicando una serie de vídeos en el canal de Youtube en colaboración con una empresa productora de alimentos para niños. ¡Jo, que fuerte, seguro que me han untado de lo lindo!

“Os lo confieso, escribo esto desde mi nueva isla privada en Caribe. Teníais que verla….”

Ya en serio os lo voy a explicar.

Ni yo soy un ángel ni quien me critique es un demonio. Nos gusta simplificar. Es tan bonito un mundo en el que sea evidente quién es bueno y quien es malo…

Hace un par de años me di cuenta de que estaba cada vez más cómodo en mi trinchera.

Muchos de los que me han criticado por este artículo me ponían por las nubes: Un ejemplo de pediatra.

Había pasado de ser un pediatra sin conocimientos de lactancia a decir menos tonterías y tener alternativas suficientes para ayudar a la mayoría de las madres a tener la lactancia efectiva y disfrutada que toda madre desea tener.

De recomendar triturados y papillas a defender con argumentos el BLW.

Cada vez más famoso. 2 millones de seguidores en FB… Ahora es cuestión de no meter la pata.

De repente, empiezo a darme cuenta de que ya casi no ayudaba a las madres en las que había fracasado intentando hacer que tuviesen una lactancia placentera y efectiva. Aquellas en las que todas nuestras respuestas en serie sobre pautas, agarre, estimulación del pecho y demás no habían funcionado.

Para ellas nada…. Fracasamos al ayudarles y encima las dejamos en el silencio, la recriminación… No lo ha intentado lo suficiente, ha sido débil y le ha dado un biberón cuando le dije que no lo hiciera….

Entendí entonces que además de generar información sobre cómo alimentar a sus hijos lo mejor posible sin lactancia materna, la alimentación infantil era claramente mejorable.

Y en eso los actores principales son LA INDUSTRIA ALIMENTARIA 👹. O sea, el diablo personificado….

Pues hice algo muy raro. Llevo 2 años hablando con empresas del sector para explicarles que entre tanto ruido digital, hay tendencias reales, con base científica, que demuestran que muchos problemas de salud infantil son atribuibles a errores de planteamiento mantenidos desde hace décadas (¿os va sonando?).

¿Creéis que me dieron una palmadita en la espalda y me mandaron a casa?

Pues resulta que hay una empresa que no. Que tras más de un año de conversaciones (debéis entender que mucho de lo que yo digo no les deja en muy buen lugar), deciden que mis planteamientos no les parecen descabellados y que su objetivo es ofrecer la mejor alternativa de nutrición que puedan para los niños (teniendo siempre en cuenta que la mejor es siempre la lactancia materna). Y que les interesa empezar un camino en el que mejoren su oferta aprovechando todo lo que se ha aprendido en los últimos años. No es un proceso de hoy para mañana. Pero hay empresas con voluntad de avanzar por ese camino.

Y si mi interés es mejorar la alimentación infantil tengo el deber de apoyar ese cambio. Aunque quede mejor no hablar con el enemigo, creo que en toda guerra pagan los débiles y no estoy yo por esa labor. Ya la hacen otros.

¿Y qué he pactado con esa empresa?

10 vídeos sobre alimentación infantil. Los temas los elijo yo. Los guiones los escribo yo. No me han cambiado ni una coma.

Estos vídeos los produzco en colaboración con MedicinaTV. Una parte es para ellos, por grabar, maquetas y mantener el canal de Youtube.

De lo que me llevo yo, hacienda se queda una buena porción. Y puede que me quede para pagar el servidor de esta página web este año. Es que con más de 1 millón de visitas al més no sale barato.

Es un negocio redondo. Llevo más de 10 años escribiendo artículos y haciendo vídeos para esto… Que hay más de 700 artículos escritos y más de 100 vídeos publicados…. Y puede que este año, no me cueste el dinero.

Creo que la Isla del Caribe no la compro este año….

Aclaradas ya mis motivaciones para escribir esto, o eso espero…

¿Por qué recomiendó la OMS Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses de vida en 2001, haciendo referencia constante a reducir mortalidad y morbilidad por malnutrición e infecciones gastrointestinales, y con constantes referencias a países en vías de desarrollo?

Si esto no lo tienes claro, de nuevo, léete la declaración:

http://apps.who.int/gb/archive/pdf_files/WHA54/sa54id4.pdf?ua=1&ua=1

Pensemos en un país con pocos recursos sanitarios en los que el principal problema de salud infantil es la malnutrición. Un país en el que las crisis acaban resolviéndose con medios externos de ayuda internacional. Con poca capacidad para hacer campañas de formación sanitaria.

En ese país, cuando un bebé toma Lactancia Materna con 3-4 meses, y está bien alimentado con ella, ¿es mejor que siga con Lactancia Materna Exclusiva o que inicie Alimentación complementaria?

La respuesta es clara: Mejor que siga con Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses o incluso un poco más.

La razón: Mientra siga con Lactancia Materna Exclusiva, con una ración de comida mantenemos a la madre y al bebé. Cuando empiece a tomar alimentación complementaria, lactancia mixta o artificial, va a cubrir una parte cada vez mayor de sus necesidades con un alimento que tal vez no podamos garantizar en unas semanas. Necesitaremos alimento para la madre y para el bebé. Si la comida y el agua que puedo ofrecerle, además no tiene una salubridad garantizada, mejor pecho que otra cosa.

Conclusión: Mantener la Lactancia Materna Exclusiva reduce los problemas por malnutrición en los países en los que no podemos garantizar una alimentación suficiente y de calidad.

Luego es una recomendación muy adecuada.

¿Pero es igual de adecuada en Países donde la comida no falta?

El problema es que las recomendaciones de la OMS a veces alcanzan más difusión en los países a los que no van dirigidas. Países en los que hay sistemas de salud que cubren las necesidades de su población, donde no hay problemas de falta de comida y donde accedemos con más facilidad a formación e información sanitaria.

Y esa recomendación, en estos países puede no ser adecuada.

En España, donde yo vivo, no hay niños muertos por falta de comida desde hace décadas.

Una vez superado ese problema los objetivos en nutrición pasan a ser otros. Los 4 que yo destacaría son:

  1. Reducir la Obesidad.
  2. Evitar las Alergias Alimentarias.
  3. Conseguir Dietas Equilibradas.
  4. Mejorar la Relación de los Niños con la Comida.

¿Cómo influye el mantenimiento de la Lactancia Materna Exclusiva en cada uno de esos objetivos?

Empiezo por los objetivos 1 y 3 juntos: Dieta Variada y Obesidad.

Para que un niño esté bien alimentado necesita Macronutrientes (hidratos de carbono, grasa y proteínas) y Micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales…).

La leche contiene los Macronutrientes en una proporción perfecta. Por eso un bebé puede crecer sano sólo con leche durante los primeros meses de vida.

Pero es rica sólo en algunos Micronutrientes y eso hace:

– Que siga siendo necesaria para aportar esos micronutrientes cuando la dieta se amplia.

Que no sea suficiente, porque tras meses de Lactancia Materna hay algunos micronutrientes que escasean ya. Cuando nació tenía una reserva de ellos que le llegó a través de la placenta. Pero llega un momento en que se agotan. Es la razón por la que no podemos seguir toda la vida tomando sólo leche.

Los niños muestran tendencia a echárselo todo a la boca a partir de los 3-4 meses. Y una parte de lo que ha hecho que ese instinto se mantenga en ese momento después de miles de generaciones de selección natural, es que hacerlo mejora su nutrición garantizando un aporte adecuado de micronutrientes cuando empiezan a faltar.

Ha habido quien ha comentado a la primera versión de este artículo que ningún niño antes de los 6 meses tiene interés real por la comida. ¿Perdona? Esto podéis comprobarlo cada uno en casa. Ofreced a vuestro hijo con menos de 6 meses vuestra comida. Puede pasar que alguno no muestre interés. Pero más del 90% lo muestran claramente antes, bastante antes de los 6 meses.

Y la segunda: Un día antes de los 6 meses ni una chupada a una manzana. Al día siguiente, viva el BLW, de todo. ¿Tan incautos somos para no darnos cuenta de que el planteamiento del BLW y la recomendación de nada hasta los 6 meses no encaja ni a martillazos?

Contradecir esa tendencia en un país en vías de desarrollo donde no puedo garantizar ni siquiera el aporte de Macronutrientes, es adecuado.

Hacerlo en un país donde no faltan los Macronutrientes, es empobrecer sin justificación la dieta. 

Esto puede favorecer además la Obesidad, porque cuando un individuo tiene falta de micronutrientes, tiende a comer algo más de lo que comería, buscando conseguir esa cantidad de micronutrientes que necesita y no recibe. El resultado es que para llegar a esa dieta variada toma más Macronutrientes de los necesarios, facilitando la obesidad.

Si queréis estudios los hay a espuertas que demuestran que una dieta pobre en variedad genera este efecto.

Evitar Alergias Alimentarias

La Lactancia Materna incluye en su composición trazas de todos los alimentos que la madre toma en su dieta. Este contacto precoz y mantenido durante los meses de Lactancia Materna Exclusiva es una de las razones por las que previene las Alergias Alimentarias.

Pero esas trazas son formas muy básicas de presentación del alimento. Son un primer paso necesario.

El salto a que el bebé lo tome directamente es importante.

Durante mucho tiempo ha habido una recomendación para que se introdujesen tarde aquellos alimentos que producen alergia con más frecuencia. Tras décadas de esa estrategia las Alergias Alimentarias no bajaron, se han disparado.

Hace ya años que disponemos de estudios que demuestran que introducir tarde en la alimentación los alimentos que generan alergia aumentan la frecuencia de alergias. Os recomiendo este vídeo:

La alergia a la leche de vaca aumenta si retrasas su introducción

Para los que piensen que este es un estudio aislado y no se lo crean, aquí tenéis un metaanálisis que lo dejaba claro hace ya casi 2 años.

https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2553447?utm_campaign=articlePDF&utm_medium=articlePDFlink&utm_source=articlePDF&utm_content=jama.2016.12715

El motivo es que en los primeros meses de vida el niño está protegido por los anticuerpos que su madre le ha pasado a través de la placenta (Inmunización Pasiva).

Estas defensas le protegen de todos los gérmenes que su madre ha pasado en su vida. Que son la mayoría de los del entorno donde ha nacido el bebé.

Por eso los bebés casi no enferman en los primeros 6 meses de vida.

Cuando esas defensas empiezan a bajar, las infecciones se hacen cada vez más frecuentes.

Una Alergia Alimentaria es un error del sistema inmunitario que ocurre cuando:

  1. Una infección causa un daño en el intestino.
  2. Coincide que el niño toma un alimento con el que no está familiarizado.
  3. El sistema defensivo lo encuentra en el foco del daño, no lo conoce e interpreta erróneamente que es el responsable.
  4. A partir de ese momento, cuando contacta con el alimento lo ataca para evitar que vuelva a dañarle.

Por eso, cuando retrasamos la introducción de alimentos que pueden generar alergia a la edad en las que las infecciones son más frecuentes, se multiplican las alergias.

Las alergias Alimentarias aparecen coincidiendo con el aumento de infecciones tras desparecer la inmunización pasiva

El retraso de esa Introducción de la Alimentación manteniendo la Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses que recomienda la OMS puede aumentar por tanto las Alergias Alimentarias en países donde la falta de alimentos no es un problema.

Mejorar la Relación del Niño con la Comida

Otro de los problemas más frecuentes en los países donde la falta de comida no es un problema: La relación de los niños con la comida es mala. 

Y lo es porque no respetamos la forma en la que el instinto del bebé la busca.  Respetar ese instinto mientras no haya un motivo justificado que lo impida, es la base del BLW.

A partir de los 3-4 meses casi todos los bebés tienen tendencia a echarse a la boca todo lo que encuentran a su alcance.

Ese instinto es positivo como decía más arriba para empezar a cubrir la necesidad de micronutrientes que ya no garantiza la leche. Mejora la supervivencia y por eso existe y en la fecha que existe. 

¿Desde el primer día que se echa algo a la boca es que ya tiene carencias de micronutrientes? Pues claro que no. Es un proceso en el que está preparándose para tomar sólidos. Pero ese proceso desde luego no dura meses. Y no tiene una fecha fija para todos los niños. Las fechas exactas no sirven en nada hablando de salud infantil y esto no es una excepción.

Pero cuando llegue al año y poco, y tenga autonomía para desplazarse aparecerá un nuevo instinto, aún más fuerte que lo contradice: No probar nada nuevo que no conozca de la etapa anterior.

Esa selectividad mejora la supervivencia porque evita intoxicaciones: “Si mis padres no lo han puesto a mi alcance mientras controlaban mi entorno, es que no es seguro”.

El problema viene cuando en la etapa de “todo a la boca” limitamos el acceso del niño a la variedad de alimentación que luego será necesaria para tener una dieta sana y variada: Limitación en alimentos, en texturas o en formas de prepararlo.

Si retrasamos 2-3 meses el inicio y luego encima lo hacemos lentamente, estamos perdiendo un tiempo precioso para lograr que la dieta del niño sea suficientemente variada.

Evitar además que un niño pruebe los alimentos cuando quiere hacerlo con 4-5 meses para luego pelear con él para que lo haga 2 años después es un absurdo que va a empeorar su relación con la comida. Y que quiere hacerlo no tengo que demostrarlo. Mira a tu hijo de esa edad cuando comes y está contigo. Y cuando pruebe tu comida verás cómo reacciona….

Por tanto: Si no puedes garantizar comida suficiente y de calidad para un niño y su madre, mantener la lactancia materna exclusiva como recomienda la OMS hasta los 6 meses es positivo.

Pero: Si tienes garantizado el acceso a comida suficiente y de calidad, desde el momento que el bebé muestre interés por la comida es bueno que empiece a tomarla.

Lo que no impide que la Lactancia Materna siga representando un papel de protagonista indiscutible, y no va ha hacer que dejes de dar el pecho, ya que la cantidad de alimentación complementaria que va a tomar los primeros meses es muy escasa.

Pero tiene una gran importancia no retrasarla para evitar alergias, obesidad, cubrir la necesidad de micronutrientes y permitir una adecuada relación del niño con una dieta variada.

Para acabar, dos frases de obras literarias que me encantan. Tal vez muchos las conozcáis:

”Ladran, luego cabalgamos.”

”Sigue con alegría al que busca La Verdad, y huye desesperadamente del que la encuentra.”

Yo aún no la he encontrado y sigo cabalgando. 

Si alguien con conocimientos que puedan matizar esto lo desea, estaré encantado de debatirlos con esa persona en público o en privado, y a seguir aprendiendo.

 

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¿Es un problema que se chupe el dedo para dormir con 3-6 meses?

Qué es mejor, que un bebé se chupe un dedo o que use el chupe?

Muchos dicen que es malo que un bebé se chupe el dedo para dormir y pretenden sustituirlo por el chupe. Te explico mi opinión sobre este tema.

Escribo este artículo a petición de Verónica como Peketema en nuestra comunidad de Facebook.

“Chuparse el dedo para dormir en bebes de entre 3 y 6 meses… Qué hacer para que conciliar el sueño sino sabe usar el chupete. Cómo hacer para evitar por la noche que se lo meta y no morir de sueño en el intento….. ¡Gracias!”

Sé que esta respuesta va a descolocar a Verónica. Pero ¿Por qué quieres que no haga lo que describes?

¿Por qué no dejarle que se duerma chupando su dedo?

¿Por qué morir en el intento de evitar algo natural que da al niño autonomía para dormirse?

Ahora voy a explicarlo:

¿Es malo que un bebé se duerma chupándose el dedo con 3-6 meses?

Mi respuesta es clara: ¡Por supuesto que no!

Un chupe no es otra cosa que un dedo de plástico. Antes de la invención de los chupes, la mayoría de los niños se chupaban el dedo.

Un chupe es un material inerte, sin capacidad de defenderse. Un dedo es un material vivo que se defiende para evitar é que en su superficie (como la del resto de la piel) crezcan gérmenes agresivos.

Chuparse el dedo puede deformar la encía. Pero es una deformidad reversible hasta cierta edad. Lo que pasa es que con el chupe ocurre exactamente lo mismo. Para evitar deformidades permanentes de la boca la clave es eliminar el chupe o el dedo antes de cierta edad. En esto hay quien es más restrictivo y quien menos. Mi opinión es que podemos hacerlo desde el momento en que el bebé tiene su arcada dentaría completa, en torno a los 2 años. Para esa edad tendrá ya 16 dientes. Le faltarán por salir únicamente los molares de atrás, que suelen aparecer en torno a los 3 años. Y a los que ni el chupe ni el dedo llegan ya para ayudar a aliviar la molestia.

Cuando llegue ese momento de retirar dedo o chupe hay trucos. En el caso que nos ocupa, el dedo, lo que suelo recomendar es poner un esparadrapo en ambos pulgares (si son los que usa) y mantenerlos tanto de día como de noche durante un par de semanas. Lo cambiamos las veces que haga falta según se deteriore el esparadrapo.

Haciéndolo así podemos conseguir fácilmente que deje de chuparse el dedo cuando está justificado que lo haga. Pero hasta entonces:

La autonomía para la que el bebé está preparado gracias a su dedo (ese chupe de carne que nunca se pierde).

Esto es algo en lo que no se piensa. Verónica preguntaba cómo lograr que su bebé no se durmiese con el dedo. Y mi pregunta es ¿para qué?

En la edad en la que consulta, entre los 3 y 6 meses, es precisamente el periodo en el que los bebés configuran su ritual de sueño. Os voy a aclarar lo importante que es esto.

La mayoría de los bebés durante los 3-4 primeros meses de vida duermen cada vez más de noche reduciendo el número de despertares.

Pero a partir de esa edad los ciclos de sueño se hacen más claros y se definen los rituales de sueño. El resultado es que cada vez que un bebé sale de un ciclo de sueño y quiere entrar en el siguiente aparece una pregunta: ¿sabe hacerlo sin que nosotros hagamos nada o no?

Rituales de sueño dependientes e independientes.

Y aquí surge una diferencia importante que va a definir el descanso de toda la familia durante muchos meses o años:

  1. Ritual dependiente. Cuando un niño sólo sabe dormirse con un ritual que precisa la ayuda de sus cuidadores va a pedir esa ayuda cada vez que se despierte, aunque lo único que necesite sea volver a dormirse. En el caso del que hablábamos, con el chupe, va a pedir que se lo pongas. Y ahí estarás, de ponedor oficial de chupe a las 3 de la mañana, a las 4, a las 5….
  2. Ritual independiente. Si por el contrario su ritual de sueño es algo que puede hacer sin ayuda, como chuparse el dedo, se despertará con la misma frecuencia que el niño anterior. Pero si su única necesidad es volver a dormirse, introducirá su dedo en su boca, chupará su dedo y se dormirá. Así en todos los ciclos de sueño en los que no haya ninguna otra necesidad.

No pretendamos que los bebés prescindan de nosotros, pero dejemos que adquieran la autonomía que su desarrollo les permite

Claro que tener un bebé supone asumir sacrificios. Nadie duda eso. Y para un defensor de la crianza con apego como yo  dar esa atención con el máximo agrado es muy importante.

Pero los niños van creciendo y se van haciendo cada vez más autónomos a una gran velocidad. Tanto, que en muchos casos los padres sentimos miedo o no vemos que el bebé tiene ya esa capacidad.

El que trato hoy es un ejemplo. Cuando un bebé se lleva su mano a la boca y después su dedo no está más que cubriendo etapas de su desarrollo normal.

Llevarse las manos a la boca es una forma de conseguir estímulos, y un paso previo a la autoalimentación.

Pero como todo en la naturaleza, cada nuevo paso tiene implicaciones en otros aspectos: Jugar con el dedo en la boca y chuparlo va a dar a la lengua una agilidad y fortaleza necesaria para el proceso de masticar y deglutir adecuadamente.

Y en el aspecto en el que tratamos, chuparse el dedo, da a bebé la capacidad de calmarse sin ayuda, no porque no queramos dársela. Sino porque llega el momento en que puede elegir entre perdírnosla o cubrirla por sí mismo. Es su primera técnica de autorelajación.

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¿Por qué las Alergias Alimentarias son cada vez más frecuentes?

Por qué las Alergias Alimentarias son cada vez más FrecuentesLas Alergias Alimentarias son cada vez más frecuentes en los niños. ¿Por qué?

Durante años como pediatra recomendé cosas que ahora contradigo. Voy a explicar en este artículo cuáles son esas diferencias y los motivos que me llevan a defender lo contrario de lo que hace pocos años defendía.

Empezaré aclarando algo: Este artículo no es una crítica a mis compañeros Pediatras. Es una autocrítica. Tal vez alguno se sienta identificado y, espero que no, atacado. Estoy abierto a seguir aprendiendo reconociendo mis errores y desde ese punto de vista, bienvenido sea el debate.

El Evidente aumento de las Alergias Alimentarias

Desde hace un tiempo, cuando llega el momento de explicar la introducción de la alimentación complementaria, pregunto a las familias:

«¿Tienen vuestros padres (los abuelos del bebé) alguna alergia alimentaria?»

La respuesta sistemáticamente, y también en mi caso, es que no.

Surge sin dudarlo la pregunta del millón:

«¿Por qué actualmente las alergias alimentarias son mucho más frecuentes que en la generación de nuestros padres?»

Hay muchas teorías que intentan explicar el porqué. Voy a enunciar la mía. Desde la humildad, pero también desde la convicción cada vez más clara de que «los tiros van por ahí».

¿Qué es una alergia alimentaria?

Es una respuesta inadecuada del sistema defensivo frente a un alimento. 

Un Alimento es algo que tomamos de nuestro entorno para nutrirnos.

Está claro que defendernos contra algo que necesitamos para nutrirnos es contraproducente.

¿Cómo se originan la alergia alimentarias?

Para que se produzca una alergia alimentaria hacen falta una serie de pasos:

  1. Predisposición genética: Es evidente que hay familias en las que las alergias son mucho más frecuentes que en otras. Hay factores que se heredan y hacen que en las circunstancias actuales en unos individuos aparezcan alergias con más facilidad que en otros.
  2. Factores ambientales: La contaminación ambiental está actuando sobre el sistema defensivo modificando sus respuestas. Hoy en día vemos una mayor tendencia a respuestas exageradas del sistema defensivo. La causa es que está sometido a una agresión química excesiva.
  3. Desencadenante: Para que la alergia aparezca es necesario que un sistema defensivo irritado que busca culpables de esa irritación se encuentre al alimento en el lugar y momento «inadecuados». Toda alergia aparece en algún momento concreto, un momento en el que se desencadena la «Tormenta Perfecta».

Voy a hacer un pequeño relato de una de esas «Tormentas Perfectas»:

Un bebé de una familia con tendencias atópicas prueba el huevo por primera vez.

Tener tendencias atópicas significa que el sistema defensivo es un guardia de seguridad de «gatillo fácil».

Puede que haya determinados contaminantes en su cuerpo que estén alterando a su sistema defensivo haciendo que no funcione demasiado bien. Es como un guardia de seguridad con los ojos irritados por el humo de un incendio.

Pero da la casualidad de que ese día que hemos dado el huevo, el bebé tenía una pequeña gastroenteritis viral. Estamos pasando constantemente infecciones de este tipo. Tan leves que casi no producen síntomas.

El sistema defensivo está en la zona irritada (el intestino), buscando al culpable.

Y de repente aparece por ahí un desconocido bastante llamativo: El huevo.

Nuestro guardia de seguridad, de «gatillo fácil» y con los ojos irritados por el humo, en plena búsqueda del culpable en una zona agredida: ¡Dispara!

Enhorabuena bebé: Ya eres alérgico al huevo.

¿Qué ha cambiado en sólo dos generaciones, para que las alergias alimentarias sean mucho más frecuentes en nuestros hijos que en nuestros padres?

Es evidente que tienen que ser factores ambientales.

Debemos buscar cuáles son esos factores ambientales que han cambiado de forma significativa y puedan influir en la generación de «Tormentas Perfectas».

Candidatos son todas las diferencias significativas entre la generación de nuestros padres y la de nuestros hijos:

  1. Contaminantes: Aquí podemos incluir químicos como conservantes, colorantes, disruptores hormonales, un exceso de omega 6 «malos», un exceso de azúcar en la dieta… La forma de evitar esto sería una Alimentación Ecológica, Biológica y Orgánica.
  2. Un exceso de Higiene: Una de las teorías que intenta explicar el aumento de las alergias es la Higienista. Se dice en ella que el sistema defensivo está preparado para una actividad mínima que no recibe en un ambiente actual excesivamente «esterilizado». Ante esa falta de estímulos adecuados empieza a responder a estímulos inadecuados. La forma de evitar esto sería exponer más a los niños a la Naturaleza y evitar la Esterilización. 
  3. Los Pediatras: He advertido al principio que este artículo no es una crítica a mis colegas. Sino una autocrítica. Pero si buscamos cosas que han cambiado entre la generación de nuestros padres y la de nuestros hijos, hay que ser claros. Nuestros abuelos no contaron con la asesoría de Pediatras. Nuestra generación sí masivamente. Algo podemos haber influido.

Los Pediatras y el aumento de alergias alimentarias

Aún a riesgo de ser pesado, no critico a mis colegas. Hago un ejercicio de autocrítica.

Desde que en este mundo hay pediatras a la disposición de la mayoría de las familias las alergias alimentarias han subido. 

También es justo decir que la mortalidad infantil ha bajado y a cifras impensables en otros tiempos. O sea, que malos, malísimos tampoco somos.

De hecho, sé que este grupo al que pertenezco está formado de personas que buscan el bienestar de los niños. Y debemos hacer autocrítica continua de todo lo que hacemos. Por si algo de todo ese balance positivo general es mejorable.

Creo que es el caso en el tema de las Alergias Alimentarias.

¿Qué hemos hecho los Pediatras, en dos generaciones, que haya cambiado significativamente la relación del Sistema Defensivo con los Alimentos?

Pues fundamentalmente dos cosas:

  1. Promover la higiene. Hace 65 años las condiciones de higiene dejaban mucho que desear en nuestro país. Los pediatras formamos a las familias indicando como tener una higiene mejor. El objetivo era proteger a los niños frente a las infecciones. 
  2. Retrasar la introducción de alimentos. Antes de que un pediatra dijese a las familias cómo introducir la alimentación complementaria se hacía de forma espontánea. Estabas todo el día con tu hijo y cuando mostraba interés evidente por probar un alimento, simplemente se lo dabas. Como especialidad nueva la Pediatría actuó en ese «desorden» intentando ver cuál sería el mejor orden de introducción. De partió de dos premisas:
    1. Establecer un orden que facilite la detección de alergia e intolerancias.
    2. Empezar con lo más fácil de digerir y retrasar para más tarde los alimentos que son más difíciles de digerir o que generan alergia con más frecuencia.

Cuando en la actualidad reximiendo alternativas al planteamiento que me enseñaron según estas premisas, vuelven a darme los mismos argumentos que ya conozco.

No he olvidado esos argumentos y no es que no los sepa. He recomendado lo que me enseñaron durante 18 años. 18 años en los que he defendido esos argumentos que lo justifican. 18 años en los que lamento haber aconsejado a los padres algo, que actualmente creo un error.

Si en la actualidad he cambiado mis recomendaciones es porque he entendido lo suguiente:

¿Cómo puede la suma de ambos factores favorecer la aparición de alergias alimentarias?

Desarrollo Inmunitario en los primeros meses de vida

Cuando un bebé nace, tiene las defensas que su madre le ha pasado a través de la placenta. Es lo que llamamos inmunización pasiva.

Esas defensas se mantendrán en la sangre del bebé durante los primeros meses de vida.

Son la causa de que durante los primeros meses de vida los bebés no suelan sufrir infecciones. O eso parece. En realidad sí que están expuestos a ellas. Pero con ayuda de los anticuerpos maternos bloquean un gran número de ellas sin manifestar síntomas. Pero desarrollando una respuesta que elimina la infección y genera anticuerpos propios para identificar a la infección la próxima vez que venga.

Un exceso de higiene en esta primera fase es perjudicial. Con ella lo que estamos haciendo es desaprovechar una fase en la que el bebé tiene ayuda para defenderse.

Si metiésemos a los bebés en una urna de cristal que evitase el contacto con gérmenes hasta los 6 meses estaríamos haciéndole una faena. Porque cuando los anticuerpos maternos vayan desapareciendo a partir de esa edad será el bebé el que tendrá que defenderse sólo.

Si en los primeros meses, en los que cuenta con ayuda, contacta con un número de gérmenes lo más amplio posible, serán menos las infecciones que le quedarán por pasar cuando por fin tenga que enfrentarse sólo a ellas.

Sin hacer esto ya en torno a los 9-12 meses va aumentando la frecuencia de infecciones. Pero con la obsesión actual por la asepsia y la higiene a ultranza estamos haciendo que el número de infecciones que va a pasar tras quedarse sin anticuaerpos de su madre aumente.

Es algo muy llamativo, un bebé que apenas pasaba infecciones en los primeros meses de vida, de repente, parece que no tiene tregua entre una y otra.

Esto aún sin ir a guardería. Si además pasa de esa burbuja aséptica en que han convertido la casa del recién nacido, a la jungla de la guardería…

Retraso de la introducción de alimentos

Por el otro lado está la alimentación.

Los niños que toman pecho están recibiendo pequeñas porciones de los alimentos que toma la madre a través de su pecho. Eso hace que para ellos cuando aparece el alimento en sí en el intestino no sea algo nuevo del todo. Es uno de los factores por los que la lactancia materna actúa como protectora frente a la aparición de Alergias Alimentarias.

En aquellos niños que toman lactancia artificial, no tendrán contacto con ninguno de esos alimentos en su intestino hasta que inicien la Alimentación Complementaria.

Los Pediatras retrasamos la introducción de alimentación complementaria en comparación con lo que se hace si no intervenimos. No sólo en el momento de empezarla, también en el ritmo al que se hace.

Antes de que nadie explicase a los padres la «forma correcta» de introducir los alimentos, ¿cómo se hacía? ¿Y cómo se hace ahora?

El niño estaba con el resto de la familia en cada comida. Y un día de repente mostraba interés por la comida. Ante eso, como no había nadie que les dijese que hacerlo podía perjudicar a su hijo, le dejaban probar.

En torno a los 2 meses la mayoría de los bebés se mete la mano en la boca. Eso que muchos interpretan como un signo de salida de los dientes (cosa que raramente es), no es sino una búsqueda de estímulos.

Desde aquí subo el tono sarcástico. Disculpadme por ello, pero no puedo evitarlo.

Entre los 4 y los 6 meses habitualmente la mayoría de los bebés ya manipulan y se llevan a la boca todo lo que queda a su alcance. Bueno, ya todo no. Pueden llevarse lo que esté «esterilizado» y que No sea comestible…. Porque hemos convencido a los padres de que deben evitar que prueben la comida, o corren el riesgo de producir una alergia a su bebé.

Ahí vemos a los niños de 4-5-6 meses chupándose un zapato pero sin poder probar la comida. Eso sí, el zapato es limpiado con toallitas de forma compulsiva cada 5 minutos. Dan igual los productos químicos usados para curtir la piel de vaca con la que está hecho el zapato, pero no se te ocurra dejarle probar la carne de la ternera con cuya piel está hecho, porque «su intestino no está preparado para digerir algo así»….

Entonces decidimos que el bebé puede tomar alimentos porque ha cumplido los 6 meses. «Es una suerte que alguien lleve la cuenta». Porque si lo hacemos 3 días antes o 3 días después «sería el acabose».

Y empezamos a hacerlo muy, muy, muy despacito. Y siguiendo una pauta «instaurada por alguna divinidad de la Pediatría» día arriba, día abajo de los Diez Mandamientos.

El pescado a los 9 meses, el huevo a los 11, las cocochas de bacalao no recuerdo en que fecha eran…

Y despacito, muy despacito… Esta semana la patata, la semana que viene la zanahoria….

Y todo triturado, que se puede ahogar…. Me pregunto cómo sobrevivió la especie humana antes de las batidoras….

Por supuesto los alimentos que con más frecuencia generan alergia los dejamos para más adelante, para cuando el sistema digestivo del bebé sea más maduro y pueda digerirlos mejor….

Así, regañando al abuelo para que no le dé al nieto ni un trocito de nada que no diga la «Lista Sagrada», van pasando los meses.

Y aquí se acaba el tono sarcástico para volver a hablar totalmente en serio.

Hemos dejado pasar un tiempo precioso. Un tiempo en el que nuestro bebé contaba con los anticuerpos maternos y en muchos casos con lactancia materna. Un tiempo en el que durante toda la evolución de la especie humana se introdujo la alimentación a los niños sin norma alguna, porque no había pediatras que las dictaran.

Cuando los anticuerpos de la madre ya están dejando al niño desprotegido contra todas las infecciones del entorno y cuando muchos bebés ya no toman lactancia materna, llegamos al momento que la «Lista» indica para introducir los alimentos que con más frecuencia producen alergia.

Hemos creado la auténtica «Tormenta Perfecta». 

En los niños que no han seguido el «orden establecido» esos alimentos llevan presentes en el intestino del bebé desde hace meses. Cuando una infección irrita la pared del intestino despertando la respuesta del sistema defensivo, busca al culpable y ve a los alimentos como el huevo, el gluten, la fresa, la leche y pasa de ellos. Los identifica como algo que lleva meses ahí sin generar problemas.

Pero si nuestro bebé toma por primera vez uno de esos alimentos llamativos cuando tiene una irritación intestinal, las posibilidades de que el sistema defensivo lo identifique como el causante suben claramente.

Las posibilidades de que se junten infección y primer contacto con alimento potencialmente alergénico se multiplican.

Ya hace años se demostró que la introducción tardía del gluten favorecía la aparición de celiaquía. Y a estos estudios se están añadiendo otros de forma constante que demuestran que la introducción precoz de alimentos alergénicos reduce claramente la aparición de alergias a esos alimentos. Los hay sobre leche, huevo, cacahuete….

En Canadá ya hay campañas de organismos públicos con el lema «Don´t Delay, Feed Today» que recomiendan la introducción precoz de alimentos alergénicos para evitar la sensibilización.

Os añado el enlace del vídeo de esta campaña. Está en Inglés.

Pero creo que puede seros de gran utilidad.

Otros factores que han contribuido a aumentar la frecuencia de alergias en los niños

Como en casi todo, cuando algo llamativo ocurre no suele haber una sola causa.

Hay muchos indicios de que otros factores pueden haber participado en el aumento de las alergias de los niños. Los más destacados son:

  • Dieta pro-inflamatoria. Aquí destaca el desequilibrio de omegas.
  • Exposición tardía a gérmenes y flora intestinal pobre.

Autocrítica

De nuevo aclaro que todo este artículo, perdonad por lo largo que es, es un ejercicio de autocrítica. No es mi intención atacar a mis compañeros. Yo hasta hace pocos años aconsejaba seguir «La Lista». Cada día en mi consulta veo niños en los que tengo que disculparme a los padres porque en su hijo lo hice y ahora les recomiendo que con un hermano menor hagan lo contrario.

Me veo como un detective buscando al culpable de un crimen, que tras evaluar todas las pistas, llega a la conclusión de que el asesino desconocido al que buscaba, soy yo mismo.

En la actualidad la hoja de recomendaciones de introducción de la Alimentación Complementaria que doy a los padres es ÉSTA.

 

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♨Temperatura normal en un Bebé

¿Cuál es la temperatura normal en un bebé?

¿Cuál es la ♨ Temperatura normal en un Bebé? Valores de referencia según el sitio donde la mides y cómo interpretarla. ¿Es grave o no?

El cuerpo humano tiene capacidad de adaptarse a los cambios de temperatura que hay a nuestro alrededor. De forma que mantiene una temperatura estable entre unas cifras que son las adecuadas para que nuestro organismo funcione.

Los bebés cuando nacen tienen menos capacidad para compensar estos cambios lo que los hace más sensibles a temperaturas extremas.

Una de las dudas más habituales de los padres y madres novatos es: ¿Cuándo es fiebre en un bebé? ¿Cuándo debo preocuparme si la temperatura es muy baja?

Temperatura normal en un bebé

Es la misma que un adulto: Entre 35 y 37º Centígrados.

Estas cifras son tomadas en la axila.

Las temperaturas normales son diferentes en sitios distintos del cuerpo:

  • Temperatura normal del bebé medidas en la boca:
    • Entre 35,5 y 37,5.
  • Temperatura normal del bebé medidas en la ingle:
    • Igual que en la boca: Entre 35,5 y 37,5.
  • Temperatura normal del bebé medidas en el recto (introduciendo el termómetro en el culo):
    • Algo más que las anteriores: Entre 36 y 38º Centígrados.

Si la temperatura está por encima del límite superior en cada sitio, hablamos de febrícula.

Cuando supera en un grado el límite superior hablamos de fiebre.

Por tanto será fiebre si tiene más de 38º en la axila, más de 38,5º en la boca o en la ingle o más de 39º en el recto.

¿Qué hacer cuando la temperatura del bebé sube?

Si el bebé tiene febrícula

En los bebés más pequeños la febrícula puede aparecer simplemente porque esté muy abrigado o en un sitio donde hace mucho calor. Para saber si es por eso o realmente tiene febrícula:

  1. Lleva al bebé a un lugar con temperatura normal (20-25º) y quítale ropa. 
  2. Espera 5 minutos y vuelve a tomarle la temperatura.
  3. Si ha bajado a cifras normales simplemente estaba demasiado abrigado o en un ambiente muy caluroso.
  4. Si sigue con la febrícula o sube es que realmente tiene algo que le causa esa febrícula.
  5. Lo más frecuente es que sea una infección. Pero en bebés puede subir también con facilidad si están un poco deshidratados, tras una comida abundante o por reacción a una vacuna.

Si el bebé tiene fiebre

Cuando sube por encima de lo que consideramos fiebre asumimos que tiene una infección, está deshidratado o es una reacción a una vacuna.

La gravedad de la fiebre y por tanto la urgencia para que sea valorado por un médico depende de:

  • Edad del niño. Cuanto más pequeño más importante es que sea valorado pronto. Especialmente en menores de 3 meses en los que no relacionamos la fiebre con una vacuna puesta hace 24-48 horas.
  • Estado general. Cuanto más decaído esté el bebé más importante puede ser el problema que causa la fiebre.
  • Lo alta y persistente que sea la fiebre. No es lo mismo una fiebre de 38,2 que una de 41º. Y no es igual un sólo pico de fiebre que ha cedido y pasan horas sin que vuelva a aparecer que una fiebre casi constante.

De los tres factores, el principal es el Estado General. Aunque la fiebre sea alta, si el estado general es bueno, resulta tranquilizador. Aunque no sea muy alta, si el estado general es malo incluso cuando la fiebre baja, puede ser más serio.

Cómo controlar la fiebre hasta que lo vea el médico

Hay tres opciones:

  • No hacer nada. Es lo indicado en la febrícula con buen estado general.
  • Medios físicos. Es decir bajar la temperatura refrescando al bebé.
    • Llevando al bebé a un lugar fresco. Si estamos por ejemplo en la playa bajo una sombrilla, ten en cuenta que con un sol intenso puede haber más de 40º grados bajo la sombrilla. Vete de la playa y entra en algún edificio. Busca una temperatura por debajo de 25-28º. Si vas en coche abre las ventanas, busca una sombra o pon el aire acondicionado.
    • Quitándole ropa. Al quitar ropa facilitamos que el cuerpo elimine calor a través de la piel.
    • Hidratándolo. Como he dicho en los bebés puede subir la temperatura con facilidad si se deshidratan. Dale líquido. Si toma pecho, basta con el pecho.
  • Con medicamentos. Cuando los medios físicos no son suficientes y tiene fiebre o malestar podemos usar antitérmicos. Los más usados en España para los niños son el paracetamol, el ibuprofeno (mayores de 6 meses) y el metamizol. Puedes pulsar sobre cada uno de ellos y te llevará a la calculadora de la dosis en función de su peso.