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Estimulación precoz en bebés sanos

¿Es necesario tener conocimientos especiales para lograr que un bebé sano se desarrolle normalmente? Estimulación precoz en bebés sanos.

Los padres siempre nos hemos preocupado por nuestros hijos. Hoy en día no solemos tener muchos. Y eso hace que nos planteemos cosas que hace tiempo eran inconcebibles. Siempre hay formas mejores y peores de hacer las cosas. Lo que no creo es que exista «LA FORMA PERFECTA» de hacer las cosas.

Cuando hablamos de estimulación precoz yo pienso en las unidades de Estimulación precoz que yo he conocido durante mi formación hospitalaria. Son equipos de varios expertos en desarrollo infantil que se coordinan para ayudar a niños con problemas de desarrollo. Esto es a mi entender un gran avance.

Pero cada vez veo más como se habla de estimulación precoz para bebés normales y ahí ya encuentro salvedades.

La necesidad de expertos para todo

El objetivo principal de mi proyecto es dar a los padres la información necesaria para conseguir en el menor tiempo posible que se sientan capacitados para afrontar los principales problemas que pueden surgir en la crianza de sus hijos. Algunos son problemas de salud, otros son de educación. En ocasiones hablamos de cómo curar o aliviar, otras de cómo prevenir.

Yo soy un experto que trabaja para ser prescindible.

Intento en todo caso dar respuesta a las dudas que los padres me plantean. No generarles nuevas o hacerles sentir más inseguros.

En la actualidad el conocimiento se expande de forma explosiva. Una de las formas de generar nuevos campos es extrapolar. Es decir, conocimientos que han tenido éxito en un ámbito concreto, los sacamos de ahí y los aplicamos a una situación diferente. Y vemos si son útiles en esa nueva ubicación.

Un ejemplo es la estimulación precoz. Apareció para dar apoyo en el desarrollo a niños que tenían problemas. Pero ¿y si aplicamos lo aprendido para favorecer un mayor desarrollo de los niños sin problemas? Suena bien.

Pero hay dudas que me surgen:

  1. ¿Es el objetivo de los padres lograr un desarrollo óptimo de sus hijos?
  2. ¿No tienen ya los padres demasiados aspectos por los que preocuparse para añadir este nuevo?
  3. ¿No hemos perdido en exceso ya la espontaneidad en el día a día de los niños?
  4. ¿Significa esto que hay formas correctas e incorrectas de jugar con mi hijo?
  5. ¿Puedo hacer daño a mi hijo jugando con él guiado sólo por el sentido común?

La realidad es que un niño sano tiene una amplísima capacidad de adaptación. Que cuando yo me crié, lo hice con 6 hermanos y desde luego ni mis padres ni mucho menos mis hermanos se plantearon si para mi edad eran más o menos adecuados tales o cuales ejercicios. Y que yo tampoco he tenido que tirar de formación especial para hacerlo con mi hijo.

No considero que haya sido algo que me haya faltado ni le haya supuesto una carencia a mi hijo.

 

 

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¿Qué mochila portabebés es la mejor para mí?

Si quieres una mochila para llevar a tu bebé y no sabes cual escoger, hay expertas que pueden ayudarte.

En esta web encontráis mucha información gratuita sobre salud infantil. Mi deseo es ayudar a los padres a ser más autónomos. Pero yo no soy experto en todo lo que pueda relacionarse con niños. Y a veces establezco colaboraciones con otras personas que lo son en campos complementarios. Si tu lo eres no dudes en comentármelo.

El tema del porteo es uno de ellos. Yo puedo hablar de las ventajas para la salud que tiene el porteo. Es una necesidad que en realidad tienen todos los padres: Llevar a su bebé en brazos. Pero especialmente recomendable en niños con Reflujo o con Cólico del lactante. Pero hay una madre a la que conocí a través de la web que ha hecho de ello una pasión y al tiempo una forma de sacar adelante a su propia familia. Y colaboro con ella por medio de un sistema de afiliación. Lo que quiere decir que si compráis vuestra mochila a través de uno de los enlaces presentes en esta página yo recibo una comisión y esta madre vende sus productos. Lo que no supone que os los cobren por encima del precio de mercado. Es una forma de «premiarme» sin que a vosotros os cueste nada por la información que os doy.

En este caso, para escoger la mochila con la que transportar a vuestro bebé que puede ser útil en tu caso, hay que tener en cuenta varias cuestiones: Edad y peso de tu bebé, cuál es la utilidad que quieres darle a la mochila, tus propias preferencias…

Una de las ventajas de la web que os recomiendo es que su autora está disponible para que podáis pedirle información sobre cuál es la mochila que mejor se adapta a vuestras necesidades.

Podéis solicitar su ayuda a través de este formulario.

 

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Cómo dormir a un bebe sin dejarlo llorar

Enseñar a un bebé a dormir sin dejarlo llorar es posible.

★¿Quieres que tu bebé aprenda a DORMIR SÓLO? NO LE DEJES LLORAR ☹. Hazlo sin que llore☺. Explico cómo. Al método Duérmete Niño le falta imaginación.

Un niño puede despertarse por muchos motivos durante la noche: Puede tener hambre, pedir afecto, porque esté incómodo o con dolor, pero también porque se haya despertado, quiera volver a dormirse y no sepa hacerlo sólo.

Cuando sale este tema muchos empiezan negando la mayor: «¿Y para qué quiero que mi hijo aprenda a dormir sólo?»

Yo, personalmente hace tiempo que no me dedico a juzgar a los demás. Tengo claro que existen muchas circunstancias diferentes en las familias, que pueden hacer que las mejor opción no sea la que en condiciones ideales pueda calificarse como óptima. Y cuando los padres me plantean cómo conseguir que su hijo aprenda a dormir sólo les explico lo siguiente.

Hay que entender varias cosas cuando hablamos de dormir a un bebé:

En primer lugar, la forma instintiva de dormirse de los bebés incluye en su ritual a los padres. Especialmente, si toma pecho a demanda, a la madre. En ese sentido yo recomiendo no plantearse el enseñar a un niño a dormir solo mientras sea posible evitarlo. Hasta aquí llegan muchos defensores de la crianza respetuosa, entre los que me incluyo.

Pero, hay situaciones en las que para que unos padres descansen (y en ocasiones también para que lo haga el hijo) hay que modificar ese instinto. Los motivos son muy variados.

Pero como digo, no es mi papel juzgar a los padres decidiendo si en su caso está más o menos justificado. Lo que sí tengo claro es que si unos padres no descansan con una calidad mínima, a la larga el niño se va a ver afectado negativamente.

Una de las causas más frecuentes es el inicio del trabajo por parte de la madre al acabar la baja maternal. En España, esa baja es claramente demasiado corta. Lo recomendable, como mínimo sería llegar a los 6 meses. Llegar a lo que tienen otros países europeos parece imposible…

Siendo como es esto, entiendo que hay padres para los que sin que su hijo aprenda a dormirse sólo, el ritmo de despertares nocturnos puede impedir un descanso mínimo «compatible con una existencia decente». Ante eso hay quien dice: «La prioridad es el bienestar del niño, y ser padres es sacrificarse». Lo que traducido a coloquial significa «ajo y agua…»

Pero, por favor, vamos a ser un poco menos radicales y a entender que si unos padres no descansan mínimamente, eso afectará negativamente al niño.

Muchos, aún así optan por mantener que la mejor opción es que los padres se sacrifiquen, porque la alternativa en España durante mucho años era el método Estivill, que resulta bastante agresivo.

La verdad es que escribir todo un libro sobre este método tiene mérito. Porque consiste en resumen en que dejes al niño en la cuna y acudas a calmarlo dejando un tiempo que va en aumento (reloj en mano) entre asistencia y asistencia, hasta que el niño se resigna a que no lo vas a coger y se duerme entre sollozos. Hala, ya te has ahorrado leer el libro.

En la mayoría de las ocasiones (aunque funcione, que funciona) supone situaciones límite para el niño y los padres que ponen seriamente a prueba la relación afectiva entre ellos. Pero lo más grave a mi parecer, es que hay alternativas viables e infinitamente menos traumáticas para conseguir el mismo objetivo. Eso es lo que voy a explicar ahora.

En los que eligen que su bebé aprenda a dormir sólo, ¿cuál es el objetivo?

Un niño puede despertarse por muchos motivos durante la noche: Puede tener hambre, pedir afecto, porque esté incómodo o con dolor, pero también porque se haya despertado, quiera volver a dormirse y no sepa hacerlo sólo. Cuando unos padres se plantean que su hijo aprenda a dormirse sólo, no es para no acudir en cualquiera de esos casos. La intención es sólo que no sea necesario en el último. Si un niño llama a sus padres por hambre, necesidad de afecto, dolor o incomodidad, la única opción razonable es que sus padres resuelvan esas necesidades del niño. En la mayoría de los casos de niños «que no duermen bien», los niños duermen bien, son los padres lo que no lo hacen. Y para el niño el problema es convivir con unos padres de mal humor. Por tanto el objetivo para mejorar la calidad de vida de la familia (niños y padres) es reducir el número de despertares de los padres al mínimo necesario. Hacer compatible que se atiendan las necesidades del niño y que los padres tengan la mejor calidad de sueño posible.

Despertares de bebés que no lo son

Los niños son seres vivos. Se mueven, y hacen ruidos. Incluso durante el sueño. Cuando unos padres llevan varios meses sin dormir, llega un momento que ante cualquier signo de actividad del niño, el padre más cercano al niño (habitualmente la madre) de forma instintiva hace cosas para intentar que el niño se vuelva a dormir (hablarle, acariciarlo, mover la cuna…). Pero es que en muchos casos, el niño está en realidad dormido. De hecho algunos de los despertares pueden ser provocados por hacer esas cosas. Los niños, como los adultos, tienen ciclos de sueño. En el caso de los bebés son más breves. A veces duran unos 45 minutos. Cuando sale de un ciclo de sueño y empieza el otro, pasa por una fase en la que se mueve más, hace más ruidos. Pero generalmente, sin llegar a despertarse. Si en ese momento hacemos algo que le estimule, podemos despertarlo con facilidad. En esto la regla es clara: «Si se mueve o hace ruidos, pero sigue tranquilo, no hagas nada.» Incluso en los padres que sabiendo esto no hacen nada, el resultado es que la madre se despierta cada vez que oye a su bebé hacer alguno de estos ruiditos. Y eso no son los 5-6 despertares que los padres suelen relatar como un problema para descansar. Pueden ser 15 ó 20 veces en una noche. Es decir, calidad de sueño = 0.

Ritual para dormirse

Para conseguir que el bebé, cuando se despierte y no tenga otra necesidad que dormirse, sea capaz de hacerlo sin ayuda, la clave es ¿cuál es el ritual que usa para dormirse? Todos lo tenemos. Para dormirnos, necesitamos una serie de condiciones: Luz/oscuridad, horario, temperatura, lugar, postura, ruido o ausencia de él… Hay una serie más o menos larga dependiendo de la persona. Y los bebés y niños no son una excepción. Si el ritual para dormirse implica la presencia de los padres, cuando el niño se despierte, va a reclamar esa presencia, simplemente porque quiere dormirse y son un elemento imprescindible para realizar el ritual que le permite hacerlo. Si tiene un ritual en el que la presencia de los padres no es un elemento esencial, cuando se despierte, si tiene sueño, volverá a dormirse sin pedir ayuda.

Y ahora la clave: ¿Como hacer el cambio? Dormir sólo a un bebé sin llorar

Es decir, ¿cómo cambiar el ritual que traen los bebés de serie para dormirse, que incluye a sus padres, por uno en el que sean capaces de hacerlo sin ayuda?

Y lo principal, ¿cómo hacerlo sin que el bebé lo pase mal y no dañar la relación afectiva con sus padres? Es decir, dormir al bebé sin llorar.

Como en la mayoría de los bebés, por desgracia, el punto de inflexión suele darlo el momento de la reincorporación de la madre al trabajo, voy a centrarme como ejemplo en esa situación. Ese momento está en la mayoría de los casos entre los 4 y 6 meses.

En esta época es, además, cuando algunos padres empiezan a plantearse cuándo sacar al bebé a su propia habitación.

Vuelvo a aclarar. Si hacéis colecho y todos descansáis bien, este planteamiento sobra. Pero si vuestra calidad de sueño es pésima y eso repercute en vuestra salud o gravemente a nivel anímico, podéis intentar lo que sigue.

Vamos a ver cual es el ritual de sueño ideal para mejorar la calidad de sueño de los padres. Como hemos dicho, buscamos que los despertares de los padres sean los mínimos durante la noche. Y por mínimos se entiende aquellos en los que pueden hacer algo por su hijo (darle alimento, afecto o aliviar alguna incomodidad).

No sirve para nada al bebé que su madre se despierte cada vez que en sueños hace un gemido, ni cada vez que sale de un ciclo de sueño, si es capaz de entrar solo en el siguiente. Para lo primero, la única solución es que la madre no oiga esos gemidos o ruidos normales del niño durante el sueño que no precisan que haga nada. Y eso no tiene más que una solución, y es que el bebé duerma en otra habitación.

Cuando esto se hace, si el niño tiene hambre, quiere afecto a está incómodo con más de 4-6 meses va a llamar a su madre. Y no parará de hacerlo hasta que se alivie su necesidad. Y en esos casos hay que acudir lo antes posible y actuar en consecuencia.

En cuanto a que sepa conciliar el sueño en su cuna y sin necesitar a sus padres, es necesario el cambio de ritual. Para eso:

  1. En su dormitorio, pon junto a su cama, un asiento cómodo para ti. Del que además no te cueste trabajo levantarte con tu bebé en brazos.
  2. Cuando notes signos de sueño, acúnalo en brazos sentado en ese asiento de su dormitorio. Dándole el pecho o el biberón. De la forma que suele hacerlo.
  3. Cuando veas que está tranquilo, pero no dormido, ponlo en su cuna. Pueden pasar dos cosas:
    1. Que se quede tranquilo en la cuna y se duerma a la primera. ¡Ya está! Pero eso sería lo fácil, y también lo menos frecuente.
    2. Lo normal es que conforme te levantas, o al echarlo en la cuna, te mire como diciendo «¿pero qué haces? que estaba a punto de dormirme» o se empiece a «mosquear». Aquí viene la diferencia radical con el método Estivill: Ni se te ocurra dejarlo llorar. Cógelo de nuevo y vuelve a acunarlo en brazos, alimentándolo de nuevo si es necesario. Cuando vuelvas a ver que está tranquilo, pero no dormido, de nuevo a la cuna.
  4. Repite esa operación, una y otra vez hasta que en una de las veces tu hijo se duerme en la cuna. Eso en algunas ocasiones son 3 veces y en otras 15.

¿Qué hemos conseguido?

Hasta este momento, tu hijo se dormía siempre en tus brazos, fuera de su cuna.

Cada vez que se despertaba y quería volver a dormirse, necesitaba realizar su ritual para dormir: En tus brazos, fuera de su cuna.

Cuando conseguimos que se duerma en su cuna unas cuantas veces, hemos creado un ritual alternativo. A partir de ahora, puede elegir.

Si las condiciones son que está en su cuna y tú no estás cerca, tiene la posibilidad de realizar sin ayuda su ritual alternativo.

Le hemos dado una herramienta nueva. Al estar durmiendo fuera de vuestro cuarto, no escucharás los ruidos normales que tu hijo hace durante el sueño, con lo que tendrás menos interrupciones en el tuyo.

Pero si tiene hambre, está asustado o desea tu afecto, o tienen dolor o incomodidad por algún motivo, te llamará como hacía antes. Y lo normal es que acudas para resolver su necesidad.

¿Algo más que pueda ayudar?

Hay varios detalles que a veces ayudan en este cambio para dormir a tu bebé:

  • Tu olor puede ayudar a dormir a tu bebé. Una de los sentidos más desarrollados de los bebés es el olfato. Si las sábanas de la cuna de tu bebé las metes en tu cama y duermes con ellas la noche anterior a ponerlas en su cuna, van a oler a ti. Eso a algunos niños les hace adaptarse con más facilidad a su cuna y a su nuevo cuarto.
  • El chupe no para dormir a un bebé. Intenta no introducir elementos nuevos en el ritual que el bebé no va a poder reproducir. Explicado claro. Si tu hijo no se dormía con biberón o con chupe, no lo uses para inducirle el sueño. Ya que si lo haces, como él sólo no va a poder buscar el chupe o el biberón para cogerlo, va a seguir necesitando tu colaboración para dormirse. Si lo usaba, al hacer el cambio intenta acunarlo sin chupe ni biberón, y acostarlo sin chupe.
  • ¿Medicación para dormir a un bebé?. Hay medicamentos que se usan para intentar resolver los problemas de sueño en niños. Lo más usado son anti-histamínicos que dan sueño. Los menciono en último lugar, porque no son la solución. Pueden ayudar. Pero por sí solos no resuelven el problema. Haciendo lo anterior, si damos uno de estos medicamentos puede hacer que el número de intentos de echarlo a la cuna antes de que se quede dormido se reduzca. No menciono el nombre ni la dosis, porque lo mejor es que vuestro pediatra os recomiende el medicamento y dosis disponible en vuestro país. Pero lo fundamental en estos medicamentos es saber que puede prescindirse de ellos y que por sí solos no solucionan nada.

De nuevo os aclaro, hablando de sueño, a mi entender, en una familia la prioridad es que todos sus miembros tengan la mejor calidad de sueño posible. Hay muchos padres que hacen colecho con sus hijos y todos descansan bien. Cuando eso es así, todo lo escrito en este artículo, sobra. Haced colecho.

Espero vuestros comentarios para mejorar este artículo. Me gusta estar en Internet para aprender al compartir.

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Los bebés y el sol: Peketip 15

Los bebés y el sol:

Evita las horas de calor más intenso (incluso bajo la sombrilla)

La mejor protección contra el sol es la física (ropa protectora, gorro y sombrilla)

Si usas crema protectora aplícala al menos 15 minutos antes de exponer al sol o ir al agua.

El agua del mar es buena para la piel (mejora la dermatitis atópica)

Si la piel se enrojece (quemadura solar) debe retirarse del sol de inmediato y no exponerlo de nuevo hasta que desaparezca.

Llega el verano y con él para muchos niños su primera exposición seria al sol en la playa. El sol tiene muchos efectos positivos para la salud. Pero también tiene sus peligros. Y los bebés son más sensibles a su efecto. Por lo que puede ser útil para los padres saber cómo disfrutar de él sin que el bebé sufra daños.

De los consejos que os doy en este peketip:

Uno de los peligros del sol es la insolación. Un bebé puede sufrir el golpe de calor con más facilidad de en otras edades. Y debajo de una sombrilla a las 4 de la tarde en la playa puede haber 45º. Es fácil que aunque no salga de la sombrilla, esa noche el bebé tenga fiebre. Por eso, entre las 12:00 y las 18:00 es mejor evitar que el bebé esté en el sol. Incluso bajo una sombrilla.

Hoy en día la gente tiene muy asumido el uso de las cremas de foto-protección para los niños. Pero a veces se actúa creyendo que con eso basta. Por desgracia el efecto de las cremas de protección solar es limitado. Ninguna tiene un efecto adecuado más de dos horas después de su exposición al sol. En muchos casos además suele aplicarse justo antes de poner al niño al sol o de bañarlo. Pero para un efecto adecuado, la crema necesita fijarse bien a la piel, y eso quiere decir que hay que dejar al menos unos 15 minutos la crema antes de exponerlo al sol o que se bañe.

En verano la dermatitis atópica puede evolucionar a mejor o a peor. A favor juega que el sol la mejora y que si se baña en agua marina suele irle bien. En contra, que el cloro de las piscinas y el sudor puede empeorarla.

Si finalmente aparece la quemadura solar (la piel se enrojece), es un signo de que el sol está ya dañando la piel. Ha superado la capacidad de la piel de soportar el sol. Ese es el mejor indicador de que debe evitarse más sol. El momento en que esto ocurre varía mucho entre una persona y otra. Hasta que la piel no pierda su irritación no debería volver a exponerse al sol, porque hasta que esto ocurra, es que la piel no ha recuperado su capacidad de defenderse frente al sol.

Peketip 14
Peketip 16

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Dormir sólo o colecho: PekeTip 3

Lo más importante cuando hablamos de sueño en niños, es elegir la opción que consiga que toda la familia descanse.

Hablar de sueño y niños es un tema peligroso. Lo es porque se despiertan muchos prejuicios. Es un tema en el que en España hay mucho radicalismo. Casi se puede decir que los padres se dividen en pro y anti «Duérmete niño». O pro o anti «Colecho».

En mi práctica habitual como pediatra es muy frecuente que uno de los problemas que más afecta a las familias son las alteraciones del sueño.

El principal consejo que yo doy a las embarazadas es «duerme». Tanto como puedas, especialmente en el último mes. Y en los primeros días, duerme al ritmo que lo haga tu bebé.

A partir de ahí, en los siguientes 2-3 años las opciones son infinitas, casi tantas como familias.

Pero cuando se habla de cuál es la mejor opción a veces se pierde de vista el objetivo. Leeréis soluciones para todos, con explicaciones que las apoyan. Pero por convincentes que resulten si el resultado es que ese sistema no os permite descansar todos (primero el bebé, pero casi tan importante, vosotros también), es que no es válido para vosotros.

Para encontrar vuestro sistema, mi consejo general es: Observad a vuestro hijo, en la medida de lo posible adaptaos a sus necesidades, pero buscad de la forma más fácil para él, que eso sea compatible con que vosotros también descanséis.

Si elegís el colecho, disfrutadlo, pero si vosotros también descansáis.

El primer perjudicado si sus padres no descansan día tras día es el niño que tiene que con convivir con unos padres de mal humor.

Si preferís que aprenda a dormir sólo, hay sistemas para conseguirlo menos traumáticos para el niño y los padres que el «duérmete niño» y hay momentos adecuados para conseguirlo con más facilidad y pasos para hacerlo más sencillo para el niño.

Peketip 2
cada niño es único
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Diarrea en niños: PekeTips 2

Texto del PekeTip 2: Diarrea en niños

Diarrea es hacer caca muchas veces, mucha cantidad y líquida. Si un bebé no reune las tres cosas, no es diarrea. Cuando es diarrea, además, suele comer mal, perder peso y se irrita el culete. Si no tiene la tres primeras y ninguna de las tres segundas, seguramente está bien.

Explicación del PekeTip 2: Diarrea en niños

Los bebés, especialmente en los primeros meses de vida, pueden hacer caca con mucha frecuencia. Tienen un reflejo, el gastrocólico, que hace que en cuanto comen, empiece a moverse la tripa. Y sus cacas son además muy blandas. Esto hace, que muchos padres piensen que es diarrea. O que cuando de verdad tienen diarrea, resulte difícil tener claro que lo es.

Por eso se suele decir que para que se considere diarrea en un bebé debe tener las tres cosas: Líquida, abundante y muchas veces. Porque de dos en dos puede ser normal. Que haga líquido y abundante pero una vez al día, es normal. Líquido y muchas veces, pero poca cantidad, es normal. Es cuando se juntan las tres cosas cuando deja de serlo.

Además, lo malo de la diarrea es que hace que el niño coma, peor, porque en cuanto come, empieza a doler la tripa. No permite además que se absorban bien los  alimentos, con lo que el bebé pierde peso o deja de ganarlo. Y cuando la caca es diarrea, suele ser una caca más irritante y que al salir con tanta frecuencia, irrita el culete. No siempre aparecen estas tres cosas. Pero es raro que siendo diarrea no tenga ninguna de ellas.

Clasificar si lo que hace el niño es o no diarrea, no es por ponerle un cartelito, sino para decidir cuándo merece realmente la pena tratar «la diarrea» y cuando no.

Peketip 1
Peketip  3
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Niños que se despiertan mucho de noche

Niños que se despiertan mucho durante la noche. Descubre las causas más frecuentes y cómo solucionarlas.

Lo primero que debéis tener claro. En este artículo hablo mucho de sacar al niño del cuarto de los padres. Si hacéis colecho y dormís bien, y por tanto no sentís la necesidad de que vuestro hijo aprenda a dormir sólo en este momento, este artículo no es para vosotros, continuad con el colecho.

El problema en muchos niños no es la dificultad para dormirse, sino que se despiertan con “demasiada” frecuencia.

En esta primera frase ya hay dos conceptos a aclarar: se despiertan y frecuencia.

Se despiertan: Uno de los errores más frecuentes de los padres durante el sueño de sus hijos es interpretar que se despiertan, cuando en muchos casos no es así.

Todos los niños pequeños hacen ruido mientras duermen. Unas veces porque están soñando, en otras ocasiones son pequeños gemidos que emiten durante el sueño.

Y otras veces porque está acabando un ciclo de sueño y empezando el siguiente y puede “acunarse” solo.

En ninguno de esos casos el niño está realmente despierto.

Pero aquellos padres que tienen excesiva tendencia a intervenir cuando oyen estos sonidos acaban despertándolos.

La regla que se deduce es clara:

“Si hace ruido

pero no llora y tiene los ojos cerrados,

no hagas NADA”.

Facilitar el cumplimiento de esta regla es uno de los objetivos de sacar la cuna del dormitorio de los padres no más tarde de los 6 meses en aquello niños cuyos padres quieren que aprendan a dormir solos.

Frecuencia: Todos nos despertamos habitualmente durante la noche. Nuestro sueño sigue ciclos que en los adultos son de unos 90 minutos y en los niños aún más cortos (30-40 minutos).

Por lo general no llegamos a despertarnos del todo entre ciclo y ciclo. Pero lo que hacemos, sin darnos cuenta en ese momento, puede interpretarse como que se está despertando sin ser así.

Sí hay casos en que los despertares son muy frecuentes.

No hay una cantidad fija normal, pero un niño suele despertarse por la noche cada vez menos veces cuando va creciendo.

Esto no es así cuando se hace colecho. En ese caso los despertares pueden hacerse más frecuentes entre los 4 y los 15 meses.

Errores que favorecen los despertares cada vez más frecuentes:

El primero, lo estáis despertando vosotros, cuando él estaba dormido:

“Si hace ruido

pero no llora y tiene los ojos cerrados,

no hagas NADA”.

A este respecto y hablando de lactantes conviene distinguir dos situaciones frecuentes que si los padres no interpretan bien generan problemas:

El niño está soñando. Se mueve inquieto en la cuna emitiendo sonidos como gemidos. Pero tiene los ojos cerrados.

– Ha terminado un ciclo de sueño y va a iniciar otro. Igual que en el caso anterior emite gemidos, está inquieto y los ojos cerrados o los abre de forma intermitente pero con facilidad para cerrarlos, bostezos, se estira y se relaja…

En ambos casos (especialmente en el segundo) si los padres hacen algo es muy probable que le despierten. Y si le despiertan es fácil que tarden bastante en volver a dormirlo. O sea, “noche toledana”.

Si queremos que el niño aprenda a dormir solo la cuna debe estar fuera del cuarto de los padres antes de los 6 meses (yo recomiendo entre los 4 y 6 meses).

De nuevo, vamos con el porqué:

Los niños conforme van creciendo, van controlando cada vez más su entorno.

Alrededor de los 4-6 meses la mayoría ya se dan cuenta, si se despiertan, de que sus padres están al lado.

Si el niño al despertarse te ve, te oye, o simplemente nota tu presencia, es mucho más probable que reclame tu atención que si no te ve.

Con la edad de la que hablamos ya no existe la muerte súbita del lactante, con lo que el miedo a que le pase algo y no te enteres debe reducirse. Si le ocurre algo mínimamente importante llorará y te enterarás.

De lo que no te enterarás será de las 200 veces que a lo largo de la noche hace ruiditos sin importancia y que si duerme a tu lado puede impedirte descansar de verdad.

Y como he dicho en otras ocasiones, pensando en el sueño, la calidad del sueño de los padres es importante para la calidad de vida de los niños.

De hecho, con esa edad, la madre que duerme con la cuna al lado (suele ser la madre, que le vamos a hacer), cada vez que nota uno de esos ruiditos (200 en toda la noche), llega un momento en que ya de forma casi inconsciente (está hecha polvo a estas alturas), echa mano a la cuna para moverla, ponerle el chupe, hace ruiditos que tranquilicen al bebé… y en más de un caso, lo despierta.

El segundo error frecuente:

Hemos introducido en su ritual para dormirse algo que favorece que se despierte al poco tiempo.

El ejemplo más claro y más frecuente de esto es dormir al niño con el biberón.

Muchos padres toman la costumbre, cada vez que el niño se despierta o simplemente está inquieto (aunque esté dormido) de “enchufarle” el biberón con agua, manzanilla, leche…

Si un niño bebe mucho, filtra más orina, llena la vejiga, esto le incomoda y puede despertarle con más frecuencia. A lo que se suele responder dándole más líquido para volver a dormirlo… Y así toda la noche.

Pero además hace necesario cambiar una o más veces el pañal para que no acabe empapado hasta las orejas: Nuevos despertares que rompen el ritmo de sueño del niño y de los padres.

Solución si pasa esto, si ya le habéis acostumbrado:

“Reducid progresivamente la cantidad de líquido que le dais, hasta que dejéis de darle o le deis una cantidad razonable (no más de 100 ml en toda la noche).”

No se va a deshidratar y al final comerá de día lo que le dabais de noche.

De hecho alimentarlo dormido es una de las causas más habituales de que el niño coma mal despierto.

Hay otros despertares, como los causados por las pesadillas o los problemas respiratorios mientras duerme que se tratarán en apartados posteriores.

Cuando lo que prefieren los padres es hacer colecho y eligen que siga durmiendo con ellos, es habitual que los niños aumenten el número de despertares entre los 4 y los 15 meses. A partir de esa edad suelen reducirse.

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Bronquitis crónica en niños y bebés

La bronquitis en niños y bronquiolitis en bebés. ¿Qué es? ¿Porqué unos lo sufren y otros no? ¿Porqué es crónica en algunos niños?

Síntomas de bronquitis en niños y bebés

La bronquitis es la inflamación en los bronquios, que son los canales por los que se reparte el aire en el pulmón cuando respiramos.

Cuando un niño tiene bronquitis, es que algún irritante ha hecho que se tres mecanismos para defenderse:

  1. En torno al bronquio hay una capa de músculo que se contrae, estrechando el paso de aire. Eso evitaría que el irritante entre, pero también dificulta la entrada del aire.
  2. En el interior del bronquio, la mucosa se inflama para intentar aislar al irritante. Pero eso estrecha aún más el paso de aire, empeorando la respiración.
  3. Esta mucosa inflamada produce moco, cuya función es bloquear al irritante y atraparlo para expulsarlo.
  4. Para expulsar ese moco con el irritante y dejar libre el paso de aire, aparece la tos.

El resultado es que el niño tose y tiene que esforzarse para que el aire entre en los pulmones.

Ese esfuerzo se nota sólo con observar al niño:

Respira más rápido,

levanta las alas de la nariz al aspirar,

la piel se hunde entre las costillas cuando coge aire

y mueve la barriga al respirar más de lo normal en él.

Cuando están ya muy mal la piel se pone pálida

y los labios se amoratan.

¿Porqué la bronquitis se hace crónica en algunos niños y bebés?

Generalmente la bronquitis suele repetir.

El niño o bebé que la sufre, es porque tiene unos bronquios más sensibles y en cuanto se irritan responden de forma exagerada.

No es que tenga las defensas bajas. Sino más bien lo contrario. El problema del niño con bronquitis crónica, es que cuando otros sufren un simple resfriado, produciendo algo de moco con estornudos y un poco de tos, él desencadena toda la reacción descrita arriba.

Existe predisposición genética para reaccionar de esta forma crónica. Pero el desencadenante de la primera crisis suele ser una infección por un virus que afecte a los bronquios. Cuanto antes sufre el bebé su primera crisis de bronquitis más fácil es que se vuelva crónica.

Alteración del «Equilibrio Omega»

Una teoría que explica porqué algunos niños tienen tendencia a hacer inflamaciones (en la piel, en la vía respiratoria, en el intestino) más intensas que otros ante los mismos estímulos es un desequilibrio entre las grasas que componen nuestro cuerpo. El origen está en la alimentación.

En nuestro cuerpo hay muchas grasas. Algunas de ellas que sólo podemos obtener de la alimentación, porque no somos capaces de producirlas.

Es lo que llamamos Ácidos grasos esenciales. Los más conocidos son los Omega 3 y 6.

Todas son necesarias, pero hay grasas «buenas y malas»:

Omega 3: Están presentes en las grasas de origen vegetal (chía, onagra, oliva…) y en el pescado azul. Son buenos.

Omega 6: Los hay buenos, procedentes de aceites vegetales (oliva, nuez…) y malos (grasa de la carne y piel de animales).

El exceso de Omega 6 de origen animal frente a Omega 6 vegetales y Omega 3 favorece los procesos inflamatorios (entre los que están las alergias).

Por eso se recomienda reducir el aporte de grasas animales y aumentar los aportes de grasas vegetales o de pescado azul en los niños con tendencia a hacer alergia.

Pero mientras lo conseguimos y en niños en los que lograrlo resulta muy complicado podemos recurrir a suplementos de Omega 3.

Alteración de la Flora

Otro factor clave en la regulación del sistema defensivo es la Flora: Las bacterias que conviven en nuestro cuerpo.

Desde que se descubrieron las bacterias como causantes de enfermedades las hemos visto siempre como los malos de la película. Pero hay muchos tipos de bacterias y la mayoría no sólo no son perjudiciales, sino que nos benefician.

Muchas de ellas conviven con el sistema defensivo sin agredirlo, o incluso produciendo sustancias que tranquilizan a nuestras defensas.

Hay factores que pueden hacer que esa flora sea inadecuada y resulte agresiva, haciendo que el sistema defensivo responda de forma cada vez más exagerada.

Ciertos niños tienen esta flora agresiva y no la amigable por:

– Nacer por cesárea. En lugar de tener como primeros colonos a los gérmenes de la vagina de la madre, que son los buenos, empezó relacionándose con gérmenes hospitalarios (agresivos y muy resistentes).

– Vivir en un ambiente estéril. Nuestra flora es más equilibrada cuanto más variada es. Vivir en un ambiente en el que limpiamos de forma obsesiva reduce la variedad de esa flora dejando que contactemos sólo con los que precisamente son más resistente a nuestra limpieza (los malos), eliminando a todos los demás (los buenazos que puedes eliminar con facilidad).

– Uso de Antibióticos sin reponer flora. Cuando damos un antibiótico a un niño debe estar justificado porque tiene una infección bacteriana. Darlo “ante la duda” no es algo inocuo, porque va a dañar algo tan importante como nuestra flora. En los casos en los que sí es necesario debe darse, pero siempre acompañado de Probióticos que repongan la flora intestinal.

– Alimentación pobre en azúcar y rica en fibra. Para conservar una flora adecuada es fundamental que los gérmenes buenos tengan recursos para alimentarse (fibra) y que no haya un exceso de azúcar que los gérmenes malos usan para crecer y desequilibrar la flora.

Tipos de Bronquitis en niños.

En su forma de evolucionar se pueden distinguir dos tipos de bronquitis en los niños y bebés:

Bronquitis Específica o Inespecífica

  1. En la específica (alérgica) los bronquios reaccionan de forma exagerada sólo ante ciertas estímulos a los que es alérgico: Por ejemplo al polen del olivo, y las crisis de ahogo aparecen en aquella época del año en que está el polen en el aire.
  2. La inespecífica (no alérgica) no es tan selectiva. Cualquier cosa que halla en el aire y pueda ser irritante, altera sus bronquios. Puede tener crisis en cualquier época del año.

Los irritantes bronquiales más frecuentes son las infecciones virales, por lo que los que tienen bronquitis inespecífica suelen sufrir más crisis en invierno, pero otras cosas, como el polvo (días con mucho viento), el tabaco, el cloro de las piscinas o el ozono pueden desencadenar crisis en cualquier momento.

El ozono es un gas que se libera por ejemplo cuando el suelo está muy seco y llueve de repente

Es lo que produce el «olor a lluvia».

Es muy frecuente que acudan niños con bronquitis a urgencias tras las tormentas de verano por esta causa.

¿Cómo evoluciona la bronquitis infantil?

La evolución de ambos tipos de bronquitis es distinta.

La inespecífica (no alérgica) suele aparecer en menores de un año con una primera Bronquiolitis que se debe a una infección viral (el más frecuente es el Virus Respiratorio Sincitial que es más agresivo en España entre Noviembre y Abril).

Los que sufren esta infección quedan con los bronquios más sensibles y desarrollan una bronquitis inespecífica con crisis más frecuentes en invierno.

Suelen mejorar a partir de los 3 años aproximadamente.

A partir de ese momento las crisis son cada vez menos frecuentes y menos intensas y acaban desapareciendo o bien empiezan a tenerlas en Primavera o Verano. Las posibilidades de que acabe haciendo una bronquitis alérgica aumentan si:

  1. La primera bronquitis la sufrió cuando era un bebé de menos de 6 meses.
  2. Tiene dermatitis atópica o alergias alimentarias.
  3. Hay antecedentes de asma alérgica en su familia.

Estos últimos han desarrollado una alergia a pólenes generalmente y tienen crisis sólo cuando aumenta el polen en el aire, más graves en las zonas de interior y menos en las playas.

También los hay que empiezan a tenerlas en ciertas situaciones: cuevas, casas viejas, bibliotecas, playa (alergia a hongos o a los ácaros -insectos microscópicos que crecen en el polvo en habitaciones cerradas con humedad y temperatura constantes-), o por contacto con animales (alergia a epitelios animales) o tras el ejercicio físico (asma de esfuerzo).

Habitualmente al alérgico de interior le va bien irse a la playa y al de playa irse al interior (pero no caserones o cuevas).

La evolución en las bronquitis específicas (alérgicas) es a mejorar conforme se acerca la pubertad hasta que cede en algunos casos.

Aunque la bronquitis es más frecuente en niños que en niñas, al llegar la pubertad es más frecuente que ceda en los niños, y son más las niñas que siguen con la bronquitis tras la pubertad.

En esto puede influir el efecto beneficioso del ejercicio físico sobre la bronquitis (y los niños suelen hacer más ejercicio que las niñas).

Un asmático no debe dejar de hacer ejercicio físico, debe tratarse de forma adecuada para poder tener una vida sin limitaciones.

Si pasa la pubertad y siguen con bronquitis ya suele permanecer de por vida.

Tratamiento de la Bronquitis en niños

El tratamiento de la bronquitis hoy día es una de las cosas más estructuradas que hay en pediatría.

Tratamiento de la Crisis de Bronquitis en niños y bebés.

En la crisis el tratamiento es siempre un Broncodilatador (Terbutalina, salbutamol, formoterol, salmeterol, adrenalina) cuyo efecto es abrir los bronquios en menos de 15-20 minutos.

Todos ellos suelen tener el efecto secundario de acelerar el corazón, poner al niño nervioso (como una moto) y dar temblor en las manos.

Son efectos pasajeros y que en cualquier caso mejor que ahogarse.

Pero son menores o mayores según como se administre.

Se pueden dar en forma de jarabe o inyección, pero por estas vías de administración, la medicación pasa a sangre y produce los efectos secundarios en todo el cuerpo y una parte del medicamento llega a los pulmones que es donde realmente interesa que actúe.

También se puede administrar con aerosoles y de este modo la mayor parte del medicamento llega al pulmón y una mínima parte pasa a sangre con lo que es más efectivo en los pulmones y tiene menos efectos secundarios en el resto del cuerpo.

Por ello en la crisis, siempre que se puede se administra un Broncodilatador en aerosol.

Cuando hay una crisis es porque los bronquios no solo se han contraído sino que además se han inflamado.

Para eso se añade al tratamiento un Corticoide en aerosol.

Su efecto no es inmediato como el broncodilatador sino que empieza a hacer efecto en torno a las 8 horas y se mantiene entre 12 y 24 horas.

Los corticoides tienen mala fama.

Y la tienen porque en sus inicios se usaban mal.

Se daban a dosis altas, durante mucho tiempo y se suspendían de golpe.

Los efectos secundarios que producen son:

Actúa en el cartílago de crecimiento de los huesos haciendo que madure y se transforme en hueso, por lo que si se usan mucho tiempo y a dosis altas cierran estos cartílagos y reducen el crecimiento.

Tenemos unas glándulas , las suprarrenales, que producen corticoides en nuestro cuerpo y entre otras cosas regulan la tensión y el azúcar de la sangre.

Si se dan dosis altas de corticoides mucho tiempo las glándulas suprarrenales se van atrofiando.

Si los retiramos poco a poco se pueden recuperar, pero cuando se suspenden de golpe el cuerpo pasa de tener muchos corticoides en sangre a prácticamente no tener ningunos.

Si esto sucede se producen una bajada brusca de la tensión y del azúcar en sangre que a veces es grave.

Por eso cuando los damos por boca, hay que usarlos a la dosis adecuada, el tiempo justo y retirarlos poco a poco.

Si los damos en aerosol, la mayor concentración se alcanza en el bronquio (donde interesa) y llegará mucha menos cantidad al cartílago de crecimiento y a las glándulas suprarrenales.

Se han hecho estudios en niños con bronquitis crónica que han tomado corticoides en aerosoles durante mucho tiempo (algunos durante años) sin alteraciones en el cartílago de crecimiento ni en suprarrenales.

Sólo cuando no es posible adminístralos en aerosoles (porque el niño no se deja) o si a pesar de estar en tratamiento con broncodilatador y corticoide inhalados, no mejora, se añaden los Corticoides por boca, siempre ajustando bien la dosis, manteniéndolos sólo el tiempo necesario y retirándolos de forma gradual.

Tratamiento preventivo de la bronquitis en niños y bebés

Cuando las crisis de bronquitis son frecuentes y difíciles de controlar en niños, se usan medicaciones de mantenimiento durante la época en que sufre más crisis.

Hay dos tipos:

  1. Los inhibidores de los leucotrienos (montelukast) actúan frenando la reacción inflamatoria en su inicio. Se pueden usar durante meses previniendo las crisis y facilitando su control.
  2. Aerosoles combinados de corticoides a dosis bajas con broncodilatadores de larga duración. Reducen la inflamación crónica de los bronquios y los relaja manteniéndolos abiertos.

Medicamentos no indicados en bronquitis en niños y bebés.

No tiene sentido, por ejemplo, el uso de antibióticos si el niño no tiene fiebre.

Ni los corticoides pinchados en las crisis, porque su efectividad no es mayor que tomado por boca o en aerosol y como hemos dicho alcanza su efecto horas después, y si tiene la crisis el niño se está ahogando ahora y necesita fármacos más rápidos.

Otros medicamentos que no deben usarse generalmente en asmáticos son los mucolíticos y los antitusígenos.

  1. Los mucolíticos son fármacos que hacen que el moco sea más claro, pero aumenta su cantidad. Por lo que si el moco está en el pecho (como pasa en el asma) al aumentar la cantidad de moco, aunque sea más claro dificultará más la respiración.
  2. En cuanto a los antitusígenos, reducen la tos, pero sin tratar la inflamación y la contracción de los bronquios que hay en el asma. Por eso no suelen hacer efecto, porque si el niño dejase de toser el ahogo aumentaría al retener el moco en los bronquios y a la larga ese moco retenido se infectaría produciendo una neumonía.

Controlándose de forma adecuada, hoy en día un niño con asma puede hacer vida normal.

Incluso hay deportistas de élite que son asmáticos.

Y actualmente se usan medicamentos suficientemente conocidos y estructurados para controlar la casi totalidad de los niños asmáticos hasta ese punto sin producir efectos secundarios graves

Forma de administrar los aerosoles a niños con bronquitis

Pueden administrarse con:

  • Sistemas de polvo seco (mayores de 6 años que lo hacen bien).

inhalador polvo seco

 

En menores o no colaboradores:

  • Nebulización. Un compresor al que conectamos una mascarilla en la que colocamos la medicación. El paso de aire hace que la medicación se transforme en una «niebla» que el niño respira con la mascarilla puesta hasta que deja de salir «humillo».

nebulizador pediatrico

 

  • Sprays: Son pequeños dispositivos que al apretarlos expulsan la medicación suspendida en aire a presión. No sirve echar el spray directamente a la boca, hay que usar cámaras de inhalación.

Spray MDI

Las cámaras de inhalación son como una botella de plástico que en uno de sus extremos tiene un orificio en el que encaja el spray, y en el contrario una mascarilla que ponemos al niño.

Al pulsar el spray la medicación queda suspendida en el aire de la cámara y el niño al respirar va aspirando la medicación. Se recomienda seguir aspirando entre medio minuto y un minuto.

Y en los niños que colaboran se recomienda que respiren despacio, reteniendo el aire un par de segundos antes de expulsarlo (para facilitar que la medicación se deposite en el bronquio).

camara de inhalacion

Numero de pulsaciones-aspiraciones

En una crisis suele tratarse con un broncodilatador (Ejemplo: Salbutamol) que abre los bronquios y cuyo efecto se nota a los 15-20 minutos.
Y un corticoide inhalado (Ejemplo: Budesonida) que baja la inflamación del bronquio pero cuyo efecto no se nota.
Yo recomiendo dar la Budesonida / 12 horas hasta que cede la tos y una semana más. Porque la inflamación del bronquio tarda más en desaparecer que la tos.
El Salbutamol, una pulsación si el niño tiene tos o ahogo. Esperamos 20 minutos y si sigue con tos o con ahogo otra pulsación. Y si 20 minutos después de la 2ª el niño sigue con tos o ahogo una tercera pulsación.

Se puede repetir esta pauta a las 2 horas si vuelve la tos y el ahogo.

No se da si no hay tos ni ahogo.

Esta forma de darlo tiene 3 ventajas frente a dar por ejemplo 2 pulsaciones seguidas por norma cada 8 horas:

  1. Hay crisis más intensas que otras, unas puede precisar más medicación y otras menos. Si esperamos a ver el efecto de la dosis mínima y repetimos si no mejora, podemos dar la medicación que precisa en cada momento para mejorar. A veces con 2 pulsaciones seguidas sigue con ahogo. Y a veces con una hubiese sido suficiente y la segunda sólo sirve para ponerlo como una moto.
  2. Cuando damos una pulsación y esperamos 20 minutos, aunque no haya resuelto totalmente el problema habrá abierto algo los bronquios con lo que la segunda pulsación entrará con más facilidad haciendo más efecto y la tercera si es necesaria, aún más.
  3. Si anotamos el número de pulsaciones que han sido necesarias y el horario en que las damos puede ser muy indicativo de la intensidad de las crisis para valorar tratamientos de mantenimiento más o menos intensos.
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Duérmete Niño : Mi opinión☟ Le falta imaginación y es muy mejorable.

Porqué ya No Recomiendo el Método Duérmete Niño

El método «duérmete niño» para aprender a dormir sólo. Porqué recomendaba antes este método y Ya No lo recomiendo. Hay opciones mejores.

Cuando yo hice la especialidad (de 1996 á 2000) estaba de moda «Duérmete niño» como forma de enseñar a los niños a dormir sólos.

Mientras me formaba como pediatra, conocí el sistema y además cuando preguntaba a algunos padres que lo habían usado, te decían que les había dado resultado.

En la especialidad, en realidad, no nos explican gran cosa de estos temas. Primero porque son bastante controvertidos. Y segundo porque la formación como pediatra se centra más en el tratamiento de las enfermedades que en otros temas, como la crianza.

Sin embargo, los padres te piden información sobre temas de crianza en cuanto dejas el hospital y trabajas en atención primaria.

Por suerte, después de acabar la especialidad y ya trabajando en atención primaria, empecé a moverme en internet.

Aquí encontré lo que no había encontrado en el Hospital: Distintas opciones. Formas muy distintas de conseguir lo mismo: Que padres e hijos puedan descansar decentemente.

Opciones a Duérmete Niño

Aparte del «Duérmete niño» había otras opciones, como el Colecho. Los defensores de ambas opciones eran bastante críticos con la otra. Ambos consideran una barbaridad a la otra y argumentan en su contra.

En mi caso, al leer los argumentos de ambos, no es que haya ido acercándome al colecho. Es que he ido alejándome del «Duérmete niño«.

Hay padres a los que ambos sistemas han ayudado a descansar mejor en la familia.

Pero cuando en la actualidad unos padres me preguntan cómo conseguir que su hijo duerma mejor, y dormir mejor ellos, les expongo las opciones que recomiendo:

Colecho.

Enseñarle a dormir sólo.

Pero a aquellos que prefieren la segunda, no recomiendo el «Duérmete niño«.

Dejar a un niño llorando en su cuna, para que aprenda a dormir sólo, funciona. Pero pocos padres son capaces de hacerlo como recomienda el libro.

Y sobre todo, hay formas menos «traumáticas» de hacerlo.

En este punto quiero ser claro. De igual modo que tomar un batido de chocolate a veces no supone un problema de salud importante, tampoco que un niño llore unas cuantas veces destruye la relación afectiva con los padres (como algunos pretenden). Se tiene una dieta sana si habitualmente comemos bien, aunque un día, excepcionalmente se tome un batido de chocolate.

Así mismo, aunque un niño llore sin que se le consuele (sea para que duerma en su cuna o porque tiene el capricho de jugar con el cuchillo jamonero y no se lo dejemos), si a diario le mostramos cariño y respeto, la relación afectiva con sus padres será buena.

Pero hay que ser cuidadoso escogiendo cuales son las situaciones en las que eso está justificado.

A mi entender, enseñarle a dormir sólo no es una de ellas. Porque hay formas mejores de conseguirlo. Sólo había que echarle un poco de imaginación y tener claro que el se pueden buscar equilibrios entre las necesidades del bebé y las nuestras.

Os remito al artículo dedicado a ello en esta misma web:

Aprender a dormir sólo al bebé sin llorar.