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El Cólico del Lactante no existe, pero tu bebé llora

El cólico del laxante no existe. Causas del cólico, llanto de tu bebé.

El Cólico del Lactante no existe. No hay un problema que explique el llanto de los bebés menores de 3-5 meses. Hay un libro que te explica cómo resolverlo.

Cuando hice la especialidad me explicaron que el cólico del lactante era un problema que afectaba según estadísticas a entre un 10% y un 40% de los niños. Según lo estrictos que fuésemos en la definición.

Pero lo peor viene después. Cuando vas a ver la causa y te encuentras con que no se define, tampoco hay un modo de diagnosticarlo con claridad ni un tratamiento que funcione….

Hace ya años que viendo sufrir a niños en mi consulta me planteé que tenía que haber respuestas a la altura del conocimiento que tenemos en el siglo XXI.

¿Y si eliminamos el diagnóstico de Cólico del Lactante?

En mi experiencia la respuesta ha llegado del hecho de descartar el Cólico del Lactante como diagnóstico. Ya que no podemos definir ni causa, ni diagnóstico ni tratamiento, cada vez que entra un niño en mi consulta que llora mucho con menos de 5 meses lo que hago es repasar los principales fallos en la adaptación inicial del bebé a la vida fuera del útero y ver si hay desviaciones que expliquen el llanto. La sorpresa es que entendiendo estos procesos adaptativos siempre encontramos respuestas.

Cuando un niño llora mucho en sus primeros meses suele haber uno, o más frecuentemente varios problemas de adaptación, que explican el llanto del bebé.

Los motivos de llanto del bebé que con más frecuencia encuentro en mi consulta son:

  • Una pauta de Alimentación incorrecta. Se sigue recomendando a los padres que alimenten a sus hijos con pautas rígidas que favorecen que el niño coma con ansiedad. Hay llantos que simplemente son por hambre, otros se producen cuando los gases o el reflujo empeoran por comer desesperado. Esta es una de las causas más fácil de tratar y sin embargo se bombardea constantemente a los padres con consejos en contra de hacerlo.
  • Necesidad de estímulos no cubierta. Si con la comida se dan consejos absurdos, en este campo es peor aún.
  • Bebés de alta demanda. No todos los niños son iguales. Los que tienen una mayor necesidad e estímulos son carne de cañón del “lo vas a acostumbrar a brazos”. Hay que entender a estos niños y cómo cubrir sus necesidades de forma más llevadera.
  • Alergias e intolerancias. Es un fallo en la asimilación de los alimentos que en sus formas más intensas suele diagnosticarse con facilidad, pero en sus formas leves o moderadas explican muchos llanto calificados como Cólicos.
  • Pseudoestreñimiento del lactante. En el control inicial del esfínter anal se puede producir un fallo de coordinación que suele superarse en semanas. Pero son semanas en las que hay una clara retención de heces y gases que lleva al llanto desconsolado.
  • Alteración de la Flora Intestinal. En los primeros meses de vida hay cambios constantes en esta flora y dependiendo de su composición pueden aparecer molestias evidente que pueden mejorar si regulamos esa microbiota.
  • Reflujo Ácido. Desde que el bebé nace la producción de ácido del estómago va aumentando progresivamente hasta cumplir su función de romper las proteínas en el estómago. Pero a veces supera lo que sería normal y aparecen problemas. Un llanto que interrumpe la toma arqueándose hacia atrás, acompañado de otra serie de signos claros de que sufre reflujo.

Estas siete causas explican más del 95% de lo que se ha llamado hasta ahora Cólico del Lactante. Pero estas sí son problemas definidos con un diagnóstico que puede confirmarse de forma objetiva y con medidas que pueden resolverlos.

En el libro Bebés sin Cólicos he hecho un esfuerzo por explicar de forma clara a las familias estos problemas, cómo identificarlos sin tener que recurrir a pruebas complementarias y las medidas para resolverlas recurriendo al mínimo de medicación necesaria.

Bebés sin Cólicos, Libro, ebook, el método para resolver los cólicos del lactante y el llanto de tu bebé.
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Tipos de Leche Adaptada para bebés y cuándo se usan

Cuál es la mejor leche artificial o adaptada para mi bebé?

Hay muchos tipos de leche artificial o adaptada para bebés. Cada una de esas leches tiene una indicación y puede resultarte muy confuso. Intento aclarártelo.

La mejor leche que puede tomar un bebé es la de su madre.

Pero hay casos en los que esto no es posible. Nadie mejor que su familia (con la ayuda de los profesionales en los que confíe), según sus circunstancias puede tomar esta decisión.

En aquellos casos en los que el bebé toma leche artificial o adaptada, una de las dudas más frecuentes es cuál. No me refiero a marcas. Sino a que cada día tenemos más tipos diferentes de leche adaptada. Y puede resultar muy confuso. Por supuesto puedes consultarlo con tu profesional de confianza, pero sé que muchos preferís entender por vosotros mismos las razones por las que como profesionales hacemos unas recomendaciones u otras.

Niño normal: Leche normal

Todas las marcas de leche infantil tienen una línea básica con 2-3 variantes que responden a la edad del bebé:

  1. Leche de Inicio o Leche 1. Es la recomendada en niños normales que han nacido tras un embarazo completo que acaba por encima de las 38 semanas de gestación. Y cubre las necesidades del bebé hasta los 6 meses.
  2. Leche de Continuación o Leche 2. El la diseñada para alimentar a bebés entre los 6 meses y los 12 meses.
  3. Leche 3. Hay marcas que la tienen y otras que no. Se hace para bebés por encima del año de vida hasta los 2-3 años.

La recomendación oficial es que un bebé sano que tome leche adaptada debe tomar la “1” desde el nacimiento hasta los 6 meses, la “2” de los 6 a los 12 meses, y la “3” puede usarse hasta que pase a tomar leche entera. Lo que puede hacerse a partir de los 12 meses.

Como en todo, las fechas exactas son siempre orientativas y depende de las características de cada bebé.

Otros tipos de leche adaptada para situaciones especiales

Voy a centrarme en los principales tipos de leche especial, en qué se diferencian y cuándo suelen recomendarse:

  • Leche para Prematuros.
  • Leche antiestreñimiento.
  • Leche anticólico.
  • Leche antireflujo.
  • Leche sin lactosa.
  • Leche hidrolizada.
  • Leche vegetal.

Leche Adaptada para Prematuros

Es la que se recomienda para bebés que nacen antes de las 38 semanas de embarazo y hasta que superan los 3.000 g de peso.

Están diseñadas para ser mejor digeridas por un intestino inmaduro y cubrir el aporte de nutrientes que el bebé recibiría dentro de su madre en la fase final del embarazo.

Leche Adaptada Antiestreñimiento

Recomendable cuando el bebé hace caca dura y con dolor. No sirven en los casos de Pseudoestreñimiento del Lactante en los que no hace caca todos los días, pero la caca es blanda.

Modifican la composición de la leche para favorecer el movimiento del intestino y que la caca sea blanda.

Leche Adaptada Anticólico

Mi planteamiento sobre el cólico del lactante es que no existe. Se tiende a diagnosticar como cólico todo llanto de un lactante en el que no sabemos identificar su causa. Cada vez se van identificando más posibles causas entre las que algunas son atribuibles a una mala tolerancia de la leche (intolerancia leve a lactosa, alergia leve a proteínas de la leche de vaca, alteración de la flora intestinal). Las leches para Cólicos tienen menor cantidad de lactosa, proteínas más pequeñas, probióticos y prebióticos. Pueden ayudar a veces. Pero lo importante de verdad es hacer un diagnóstico previo. Porque el cólico sólo desaparece si tratamos todas sus causas. Y es posible hacerlo.

Leche Adaptada Antireflujo

Son leches que se espesan al llegar al estómago reduciendo la regurgitación, las bocanadas.

Pero si un niño tiene Reflujo Ácido no son suficiente. El tratamiento de elección en el reflujo ácido es un antiácido.

Que un bebé eche bocanadas no es problema si no hay dolor y gana peso y no tiene un problema que le haga tener más tendencia al atragantamiento. Sí pueden ayudar si no gana peso por un exceso de expulsión o tiene problemas de atragantamiento especiales.

En algunos bebés pueden generar estreñimiento. Conviene tenerlo en cuenta.

Leche Adaptada Sin Lactosa

Algunos bebés no son capaces de digerir el Azúcar de la leche (intolerancia a la lactosa). Esto puede ser algo transitorio o permanente.

Cuando no digerimos la lactosa alimenta a gérmenes en exceso en nuestro intestino, lo que aumenta los gases y permite a veces el desarrollo de algunos que no deberían estar ahí y pueden ser agresivos. Pueden aparecer molestias con diarrea, caca ácida, maloliente, con muchos gases y que irrita la piel alrededor del ano al salir. Mejoran habitualmente en cuestión de pocos días al cambiar la leche por una sin lactosa.

Leche Adaptada Hidrolizada

También hay bebés cuyo problema es una alergia (se defiende contra) o intolerancia (no puede digerir) a las Proteínas de la Leche de Vaca. 

Cuando esto ocurre suele aparecer malestar, con dolor de barriga, a veces dermatitis y vómitos.

La solución es evitar la presencia de estas proteínas de la leche de vaca en la fórmula. Puede hacerse rompiéndolas tanto que sean digeribles e irreconocibles por el sistema defensivo, o haciendo la leche a partir de una composición que no incluya la leche de vaca.

La mayoría de las leches adaptadas se hacen modificando la leche de vaca. Pero pueden hacerse también a partir de otras leches animales como la de cabra o partiendo de componentes vegetales.

Las Leches Vegetales

No es lo mismo hablar de leches vegetales (para adultos) y de Leches Adaptadas Vegetales.

La leche de coco, avena, arroz, soja… son en realidad jugos de esos vegetales que llamamos leche por su riqueza en calcio, pero que poco más tienen en común con la leche que especialmente los niños necesitan durante los primeros años de vida.

Una Leche Adaptada Vegetal es una leche que busca imitar la composición de la leche materna, pero partiendo de compuestos vegetales y no desde leche animal.

Son útiles en niños que presentan alergias muy intensas a las proteínas de las leches animales.

Suelen tener mejor sabor que las leches hidrolizadas y por eso se usan con frecuencia en las alergias a proteínas de la leche de vaca.

Suelen hacerse de soja (no recomendada antes de los 6 meses) o de arroz (yo la prefiero).

 

Hay otras muchas variedades de leche. Pero creo que no resultaría útil extender tanto esto que os perdáis aún más.

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La importancia de tratar los Cólicos del Lactante

Los Cólicos del Lactante marcan la crianza

Los Cólicos del Lactante marcan la experiencia de crianza de muchas familias. La palmadita en la espalda y «a los 3 meses se pasa» puede marcar la infancia.

Cuanto tu bebé llora y no consigues calmarle ¿Sientes que no estás entendiéndolo? ¿Dudas de tu capacidad para criar a tu hijo? ¿Te sientes mala madre o mal padre? ¿Te sientes juzgado por los demás?

Suele decirse de los Cólicos del Lactante que:

  • Hay niños que lloran más que otros.
  • Algunos padres son muy nerviosos y transmiten esa ansiedad al bebé.
  • En realidad son niños sanos sin problemas.
  • Nada funciona y en realidad se acaban pasando solos.

Cuando se dicen cosas así:

  • Se falta a la verdad. Ningún niño sano llora de forma insistente sin que le pase nada. Cuando un bebé llora o le duele algo o tiene una necesidad que no se está cubriendo adecuadamente. En mi experiencia, todos los Bebés con Cólicos del Lactante tienen motivos para llorar. Motivos identificables y tratables. Restarle importancia deja a un bebé pasándolo mal por problemas a los que podemos poner solución si los identificamos.
  • No se entiende lo que el llanto inconsolable de un bebé significa para unos padres. Y menos aún lo que decir que es porque los padres son nerviosos significa para ellos. Los Cólicos del Lactante minan la autoestima de los padres como cuidadores.
  • Se puede marcar la infancia de un bebé. Cuando un problema real hace que un bebé no esté bien se interfiere con su alimentación, con su descanso, con la convivencia del bebé con quienes le rodean. Puede generar problemas que ni mucho menos desaparecen cuando el motivo del llanto desaparezca. En muchos casos marca la crianza de los padres y no de la mejor forma posible.

Cuando un bebé con Cólicos del Lactante no es tratado sigue llorando mientras su problema o problemas (que siempre los hay) siga sin resolverse. Algunos lo hacen de forma espontánea en los meses siguientes. Otros pueden prolongarse mucho tiempo.

Cuando identificamos las causas de su llanto y las resolvemos logramos varias cosas:

  • Desde el punto de vista del Bebé. Deja de llorar porque sus necesidades están cubiertas y no sufre dolor. Pero no sólo hemos logrado que deje de llorar. Lo realmente importante es que hemos descubierto que había cosas que iban mal y las hemos resuelto.
  • Desde el punto de vista de los Padres. Mejoramos el conocimiento que tienen sobre su hijo. No sólo por darles un diagnóstico. Sino porque para resolver los Cólicos del Lactante es indispensable enseñarles pautas básicas de Crianza. Este problema no es resuelto por el Pediatra o el Fisioterapeuta de forma independiente. Es un equipo en el que Fisioterauta, Pediatra y Padres actúan en conjunto y todos son indispensables. Cuando el bebé mejora, también lo hace la autoestima como Criadores de sus padres, que se sienten más capacitados tras colaborar en la mejora de su hijo.

Al principio los Cólicos del Lactante parecen una Maldición para cualquier familia. Todos desearían que su bebé fuese ese típico retoño que no hace más que comer y dormir con el que todos sueñan.

Cuando no es así, y llora sin parar desconcierta, agobia, estropea la relación de los padres con su bebé y entre ellos, porque resulta desesperante.

Pero cuando logramos tratarlo de forma efectiva puede acabar siendo un regalo para los padres: Un desafío que se ha superado en cuya resolución han colaborado aprendiendo muchísimo sobre su hijo.

No te conformes con una palmadita en la espalda.

No te resignes a tu hijo llore de forma inconsolable.

No aceptes que él es así o es culpa tuya.

Busca respuestas, porque las hay.

Este vídeo puede ser una primera aproximación para entenderlo.

Si quieres mi ayuda puedo dártela a través de la Consulta Online.

 

 

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Mi planteamiento sobre el Cólico del Lactante

Bebé sin cólico. Un enfoque diferente al Cólico del Lactante

El Cólico del Lactante es un cajón de sastre. No tiene una solución válida porque en él hay bebés con causas diferentes y diferentes son las soluciones.

Se dice que un bebé tiene Cólico del Lactante cuando:

«Entre las 3 semanas y los 3 meses de vida, llora más de 3 horas al día, más de 3 días por semana, sin otros signos de enfermedad.»

¡Qué bonito, cuanto «3»!¡Y qué absurdo!

Esto no es más que una descripción sin comprensión. No hablamos de causas, no tenemos por dónde cogerla. Y claro a una definición vacía corresponden soluciones que no funcionan. Por eso la lista de «soluciones para el cólico del lactante» es tan larga y no sirve.

Pero es lo que nos explican a todos los pediatras cuando nos formamos. Junto con la solución definitiva: La palmadita en la espalda con la frase «para los 4 meses se quita».

Cuando empecé a ejercer en atención primaria no tardé en darme cuenta de que tenía que haber un planteamiento mejor que ese para este problema.

Lo primero que entendí es que ningún niño llora tanto sin motivo. Siempre lo hay. Así que toca buscar el o los motivos por los que cada niño concreto tiene cólico del lactante.

Lo primero es ver los remedios. Hay que suponer que cuando un remedio concreto se mantiene en la lista es porque a algún bebé le habrá servido para mejorar. Pero el problema es que no hay ningún remedio que sirva a todos.

La deducción es sencilla: El Cólico del Lactante es un cajón de sastre en el que estamos colocando a muchos niños que sólo tienen en común la manifestación a rasgos generales de lo que muestran: Llanto insistente y que no puede calmarse supliendo sus necesidades, en los primeros meses de vida.

Pero cada uno de esos niños está en ese cajón de sastre por una combinación personal de causas que le hacen llorar. Y parece que muchas de ellas tienen tendencia a mejorar con el tiempo de forma espontánea.

La solución al Cólico del Lactante que aplico en la actualidad

Descartar lo que no es cólico del lactante

Todos los niños hacen ruidos. No es raro que muchos padres piensen que su hijo tiene «gases» porque da «apretones» o «pujos» con frecuencia.

En muchos casos le están dando medicación para «los gases», pero cuando les preguntas: «¿Llora mucho?» La respuesta es «no». ¡Pues no es Cólico del Lactante ni tiene más gases de lo normal! Y le des lo que le des va a seguir dando apretones… Hacer ruidos es una de las diferencias entre un bebé una maceta de geranios.

¿Se calma cuando cubres sus necesidades?

Hay niños que lloran mucho, pero lo tomas en brazos y se calla, le das de comer y se calla…

Esto no es cólico del lactante. Es un bebé al que sus padres no están dando lo que necesita, cuando lo necesita. Y esto surge de los consejos erróneos que reciben.

Todavía son mayoría las personas que piensan que hay que:

  • Que hay que dejar a los bebés llorando en la cuna para que «no se acostumbren a brazos».
  • Que hay que marcar un ritmo fijo de las tomas para que «se regule».
  • Que hay que marcarle sus horarios de sueño para que, de nuevo, «se regule».
  • Que hay que echarlo en la cuna tras la toma antes de que se duerma para que «aprenda a dormir sólo».

Esto es no entender a los bebés. Un bebé es un ser vivo. Y como tal se adapta a su entorno. Juegan en un equilibrio de necesidades. En las edades en las que el Cólico del Lactante ocurre son tres, por este orden: «Comer, estímulos, dormir».

Los niños no tienen con esta edad pensamiento consciente. No tienen una estrategia maquiavélica para dominar su entorno. Simplemente cuando tienen hambre, necesidad de estímulos o sueño y no obtienen lo que necesitan, lloran.

El llanto es una manifestación de dolor o insatisfacción. No es otra cosa. Hay quien dice que es normal que cualquier bebé llore un número determinado de horas al día. Yo aún no he visto ninguno que aliviando su dolor o satisfaciendo lo que necesita en ese momento no deje de llorar.

El problema en muchos casos es que los padres no interpretan bien cual es la necesidad que tiene en ese momento para cubrirla.

Especialmente a muchos se les pasa por alto la necesidad de estímulos. Los niños necesitan cambiar de postura con frecuencia y no pueden hacerlo solos con esta edad, necesitan estímulos sensoriales cambiantes y como no pueden cambiar su postura ni el lugar en el que están no pueden conseguir nuevos sin ayuda, y necesitan afecto que sólo puedes darle tú.

Lo que yo aconsejo:

Si un bebé de pocos meses está incómodo, antes de que llore, ofrécele alimento. Darle el pecho o el biberón satisface las 3 necesidades a la vez. Porque quita el hambre, al dárselo en brazos da estímulos de cambio de postura, sensoriales y afectivos y si tiene sueño ayuda a dormir.

Por eso, la solución es mucho más simple de lo que parece. Y de hecho muchos padres lo dicen: «Sólo se calla comiendo». Lo que no significa que sólo tenga hambre.

Cuando sí es Cólico del Lactante

Cuando un bebé sí que llora y mucho, y no se calma al ofrecerle alimento, pero además no tiene fiebre, ni moco, ni tos persistente… y ha sido explorado por un pediatra sin encontrar enfermedad alguna, hablamos entonces de cólico del lactante.

Y es aquí donde mi planteamiento ha evolucionado más, buscando cuales son las causas reales que cuando estudiamos cada bebé con cólico del lactante aparecen.

Es una lista cada vez más larga, pero son patologías conocidas e identificables. Y entonces, ¿porqué no se hace?

El motivo es que se combinan entre sí y que hay grados variables de cada una de esas patologías. ¡Sí, patologías!

Dicho de otro modo: Que el Cólico del Lactante no existe según su propia definición.

Decimos que el Cólico del Lactante son niños que no están enfermos. No es verdad. Tienen enfermedades que no hemos identificado, pero que son identificables y tratables. Muchas de ellas tienen una evolución hacia la curación espontánea, pero puede acortarse de forma importante cuando las identificamos y tratamos.

En la actualidad llevo más de dos años tratando muchos bebés con Cólico del Lactante con este planteamiento y siempre se encuentra una o con más frecuencia varias causas que lo explican. Aún no he encontrado ningún Bebé sano con cólico del lactante.

La clave en la que suele fallarse es que se tratan los posibles problemas de uno en uno y muchas veces se pasan por alto algunos de los presentes. O tratamos todos los problemas de forma simultánea o la mejoría es sólo parcial o inapreciable. 

Y hay que conocer cada uno de esos problemas para identificarlos no sólo en su forma clásica de manifestación, sino también en sus variantes y formas leves.

Cuando identificamos adecuadamente cada una de las causas y las tratamos simultáneamente mi experiencia es una clara mejora del bebé en menos de 10-15 días. Cuando no se alcanza esa clara mejoría valoro que debe haber alguna causa más que no hemos tratado de entrada.

Con este planteamiento todos los bebés con Cólico del Lactante dejan de tener esa calificación para tener diagnósticos y tratamientos concretos. Y lo más importante, una mejoría clara.

Porqué es importante resolver el cólico del lactante cuanto antes

Hay quien dice que como se va a resolver sólo en la mayoría de los casos antes de los 4 meses de vida, pues ya está, paciencia.

Yo no estoy nada de acuerdo, porque ¿qué significa para un bebé y sus padres tener un cólico del lactante durante meses?

  • Significa para empezar un sufrimiento evitable. Sólo eso debería ser motivo suficiente para no rendirse en la búsqueda de sus causas.
  • Significa para unos padres una experiencia de paternidad marcada por la inseguridad. Por el sentimiento de que su hijo sufre y no saben cómo ayudarle.
  • Significa un bebé que crece teniendo una mala relación con la alimentación y con el sueño que puede perpetuarse durante años.

Si es lo que hay y no tenemos solución, ¿qué le vamos a hacer? Pero no es mi experiencia. Mi experiencia es que cada bebé con Cólico del Lactante tiene unos motivos tratables y que podemos hacer que mejore mucho antes de lo que lo haría de forma espontánea.

Podemos evitar antes que siga sufriendo.

Podemos ayudar a los padres a conocer mejor a su hijo para que colaboren en su mejoría dándoles el conocimiento necesario para que cuiden mejor de él y sepan suplir sus necesidades.

Podemos evitar que un problema puntual arrastre sus consecuencias durante mucho tiempo.

Si quieres que te ayude en tu caso, puedes hacerme una consulta online  o visitarme en Mi Consulta en Granada.

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Empacho en bebés de 1 mes

Empacho en bebés de un mes.

Empacho en bebés es cuando comen más de lo ideal. Muchos padres lo temen, pero a veces por evitarlo se generan problemas mayores.

Hay quien dice que un bebé puede seguir comiendo mientras tenga comida disponible. No es cierto.

Si ofreces a cualquier bebé una cantidad ilimitada de leche llega un momento en que no quiere más.

Esa cantidad no es la misma en dos bebés diferentes. Ni es la misma siempre en un bebé concreto.

Al tratarse de seres vivos que se adaptan a un ambiente cambiante sus necesidades de alimento se modifican constantemente.

Yo siempre defiendo que la alimentación de los lactantes debe hacerse a demanda. Lo que significa ofrecer alimento ilimitado siempre que el bebé lo pida.

En ciertas situaciones incluso recomiendo ofrecer antes de que lo pida:

Cuando un bebé come con más frecuencia de día que de noche. En estos casos recomiendo ofrecer durante el día con tanta frecuencia como pide de noche. Así lograremos que de día coma más y duerma menos, haciendo lo contrario de noche.

Cuando un bebé come con ansiedad. En estos casos es que estamos ofreciendo al bebé una cantidad escasa para él o con una frecuencia insuficiente. Sea porque sólo le damos de comer cuando llora o porque sea dormilón y cuando por fin se despierta está ya desesperado por comer. En ambos casos la solución para que coma más tranquilo es ofrecerle antes.

Cuando un bebé echa muchas bocanadas. A pesar de lo que muchos piensan, si espacias las tomas lo normal es que las bocanadas aumenten, ya que al comer con más hambre tomará más cantidad de golpe que si hace más tomas. Cuando hace tomas más frecuentes acaba convenciéndose de que no le vamos a «matar de hambre» y acaba tomando más tranquilo cantidades menores que retiene con más facilidad.

Pero cuando recomiendo esto, lo habitual es que los padres manifiesten «miedo al Empacho».

¿Qué es un empacho?

Un empacho es cuando dejamos acceso libre a la comida, y la cantidad que se toma es claramente superior a lo ideal. Entendiendo por ideal aquella cantidad que no genera problemas.

Está claro que la barriga de un bebé es un espacio limitado. Es flexible, pero limitado.

Cuando el estómago o el intestino se llenan demasiado pueden aparecer molestias.

Es un dolor intermitente. A ratos muy fuerte, a ratos más pasable.

Pero los momentos en los que es intenso puede ser Muy Intenso.

Cuando ocurre el bebé reacciona en primer lugar moviendo el intestino para intentar vaciar la barriga. Lo que vemos es que el bebé da apretones o pujos y se encoge, intentando hacer presión para que el contenido del intestino salga.
Si no lo consigue es cuando aparece el dolor cuando la presión es excesiva.

Decimos que el bebé está empachado cuando esto ocurre. Cuando ha comido tanto que le genera molestias.

Ante esto surge la pregunta ¿qué debo hacer para que no se empache?

Y la respuesta es «nada». Aún teniendo esto claro mi recomendación sigue siendo que no le dejes con hambre, que si te pide le des y que lo hagas hasta que no quiera más.

Os explico porqué.

Si por miedo al empacho limitamos la cantidad de comida que damos a un niño por debajo de lo que su cuerpo le pide, tenemos garantizado que cuando coma lo hará con ansiedad.

Al comer con ansiedad se tragan más gases. Y esos gases en exceso producen las mismas molestias que el temido empacho.

Esta opción es peor que la de dejarle que se empache.

Lo es porque cuando un niño se empacha, llega la siguiente toma y suele comer menos. Pasan unas cuantas tomas y vuelve a comer con alegría. Tal vez se vuelva a empachar. Pero finalmente, a fuerza de que le siente mal cuando se pasa, acaba aprendiendo a no hacerlo.

Esto significa que dejándole acceso libre a la comida acaba autoregulándose.

Pero ¿qué pasa cuando por miedo al empacho limitamos su acceso a la comida?

Pues que lo que aprende es que la comida es algo escaso que necesita y cuando la consigue la tomará con ansiedad. El hambre no es algo a lo que uno pueda acostumbrarse. Puedes, dentro de ciertos límites aguantarte con ella. Pero en cuanto puedes saciarla lo haces.

Con lo que el llanto en los niños a los que se limita el acceso al alimento para evitar el empacho acaban llorando mucho más: Unas veces lloran por hambre, otras porque tras comer cuando por fin se les permite siguen con hambre. Y por fin, con gases por haber comido con desesperación.

Por tanto, confía en la capacidad de tu hijo de autoregularse y aprender. Dale la oportunidad de que se empache. Tras hacerlo varias veces aprenderá a evitarlo y los llantos desaparecerán.

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Biberones Anticólicos

biberones anticólicos y su papel real en la solución del Cólico del Lactante.Biberones anticólicos como remedio para el Cólico del Lactante. Pueden ser parte de la solución, pero no lo remedian por sí solos. Tipos y utilidad.

Qué es el Cólico del Lactante

No todos los bebés lloran lo mismo. Suele hablarse de Cólico del Lactante cuando un bebé «teóricamente sano» menor de 3 meses llora más de 3 horas al día de forma inconsolable, más de 3 días por semana, más de 3 semanas seguidas. Esto es lo que define la regla de Wessel que se usa clásicamente para definir el cólico.

Os marco entre comillas «teóricamente sano», porque yo soy un convencido de que el cólico del lactante, cumpliendo esa definición, no existe. Para mí, cualquier bebé que llora de forma inconsolable (es decir, que no deja de llorar si cubrimos sus necesidades) es porque algo le duele. Y siempre hay una causa para ese dolor. Luego no está sano.

Para los que queráis un abordaje más a fondo de mi enfoque sobre el Cólico del Lactante podéis entrar en mi página Bebé sin Cólico. Lo que explica es cuáles son las causas más frecuentes de lo que confundimos como Cólico del Lactante. Aclara también cómo identificarlas y cómo resolverlas para acabar con el Cólico de un bebé concreto.

Qué son los Biberones Anticólicos

Si por algo se caracteriza el Cólico del Lactante es porque, como en todos los problemas de difícil solución, la lista de remedios ha ido creciendo cada vez más. Uno de los últimos en llegar ha sido una amplia gama de Biberones Anticólicos que prometen eliminar el llanto del bebé.

Os explico en lo que consisten y el porqué de su existencia.

Cuando un bebé toma el biberón está extrayendo leche de un recipiente cerrado cuya única salida es la abertura de la tetina por la que chupa la leche.

Si un bebé toma el biberón con ansiedad está generando una presión negativa al sacar la leche. Llega un momento en que esa presión es tan fuerte que:

  • Puede generar molestias en los oídos.
  • Obliga al bebé a interrumpir la toma para dejar que entre aire a través del orificio de la tetina hasta que se equilibra la presión.
  • El aire pasa a través de la leche oxidándola, lo que degrada algunos de sus componentes, como vitaminas, hierro… empobreciéndola.
  • Hace que el bebé coma con más ansiedad. Porque no le permitimos que tome la leche al ritmo que desea hacerlo. Lo que favorece que trague gases al comer.

Los biberones anticólicos añaden simplemente algo que permita entrar al aire conforme el bebé extrae la leche. Esto hace que el bebé pueda regulara el ritmo de salida de leche que desee con menos esfuerzo. Y además conservando mejor las cualidades nutricionales de la leche y evitando el dolor de oídos por presión negativa.

Tipos de Biberones Anticólicos

Para permitir la entrada de aire mientras el bebé extrae leche hay distintas soluciones:

  1. Un segundo orificio en la tetina que deje entrar aire en el biberón pero no salir a la leche. Soluciona la presión negativa, permite al bebé regular el ritmo de alimentación y evita el dolor de oídos. Pero no evita que el aire que entra pase a través de la leche oxidándola.
  2. Un sistema algo más complejo con un Tubo que lleva el aire directamente al fondo del biberón sin que atraviese la leche. Así cumple con todo lo anterior y además conserva mejor las cualidades nutricionales de la leche. Son levemente más complicados de montar y limpiar que los de la primera opción.

Cada tipo de biberón tiene formas de tetina diferentes. Y es otro factor a tener en cuenta, porque cada bebé se las apaña mejor con una forma concreta.

Yo suelo recomendar la segunda opción siempre que el bebé no rechace expresamente ese tipo de tetina.

En los casos en los que el biberón lo vamos a usar sólo de vez en cuando, en una lactancia materna suplementada (sea con leche materna o artificial) podéis usar el primer tipo, si os resulta más cómodo y el bebé prefiere alguno de esos modelos.

Pero cuando va a alimentarse completamente con Leche artificial a través del modelo de biberón que escojamos lo mejor es usar uno de los del segundo tipo, que conserve mejor las cualidades nutricionales de la leche.

Utilidad de los Biberones Anticólicos ¿Por qué no pueden resolver el Cólico por sí solos?

De las muchas causas que pueden dar lugar a Cólico del Lactante, una de ellas, es que el bebé coma con ansiedad.

Pero es sólo una de muchas causas. En unos pocos bebés puede que sea la única. Pero mucho más que el biberón con el que come la ansiedad depende de la frecuencia y cantidad de alimento que le ofrecemos.

Incluso sin usar biberones anticólicos un bebé en el que la ansiedad sea la única causa de Cólico mejora si le ofrecemos alimentarse libremente, con más frecuencia y hasta que se sacie.

Pero es verdad que aunque lo hagamos se mantiene la ansiedad por comer un tiempo, y que este se reduce si usamos biberones anticólicos.

De hecho, usar estos biberones no genera problemas en niños sin cólico. Por lo que cuando me preguntan yo recomiendo usar estos modelos de biberón en todos los bebés.

Si tu hijo tiene cólico del lactante te recomiendo que entres en este artículo para obtener más información:

Bebé sin Cólico

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Estímulos: La 3ª Necesidad del Bebé

La 3º necesidad del bebé: EstímulosEstímulos para que se desarrolle su cerebro. Esa necesidad básica del bebé con la que nadie cuenta. Junto a Comer y Dormir lo más necesario para crecer.

Cuando se habla de las necesidades de un bebé casi todo el mundo espera que un «buen Bebé» sea «comer y dormir».

Efectivamente el bebé necesita comer para obtener nutrientes que usa en su actividad y en su crecimiento. Necesita dormir, para regenerarse y descansar.

Pero mucha gente olvida una tercera necesidad que no es sólo importante en los bebés, también en nosotros. Esta necesidad esencial son los Estímulos.

Evolución de las 3 necesidades básicas del bebé en los primeros días de vida.

Voy a hacer una pequeña descripción de cómo evolucionan las tres necesidades básicas del bebé durante los primeros días de vida para que lo entendáis y lleguemos a comprender la importancia de los Estímulos. Sus 3 necesidades básicas se mueven en un equilibrio constante en el que el bebé actúa atendiendo o pidiendo en cada momento aquella de la que tiene más necesidad.

Cuando un bebé nace, tras unos minutos de adaptación inicial, tiene una necesidad imperiosa de dormir. El parto es un proceso duro para la madre y también para el bebé. Ha hecho un gran esfuerzo, primero soportando la expulsión del útero e inmediatamente adaptándose a controlar la temperatura, respirar, cambiar la circulación para llevar la sangre a los pulmones en vez de hacerlo hacia la placenta….

Hasta ese momento se ha estado alimentando de forma constante a través de la placenta y si lo logramos habrá tomado el pecho justo al nacer. Tras eso estará agotado y habrá recibido una gran carga de estímulos en poco tiempo. Va a dormirse y durante los primeros 2-3 días de vida esta va a ser su prioridad, descansar.

En estos primeros días recibe estímulos sin que hagamos nada a un ritmo muy superior al que estaba acostumbrado. La luz, el tacto, el ruido, el olfato y los sabores, son mucho más intensos de lo que nunca ha sentido y sin que hagamos nada recibe un torrente de estímulos que cubre su necesidad de sobra.

Dormirá muchas horas al día, despertando cuando tenga hambre para saciarla lo justo y volver a dormir enseguida.

Tras descansar lo suficiente, para el 3º o 4º día hacen su aparición de verdad la necesidad de comer y la de estímulos.

Es como si hubiésemos «despertado al monstruo». Empieza a llorar si nos retrasamos un instante en alimentarlo. Ésta ha pasado a ser la necesidad esencial y puede demandarla cada pocos minutos, dejando en muchos casos no más de 2 horas sin pedir comida en ningún momento.

Si, como es lo adecuado, le damos de comer cada vez que pida, sueño y comida irán equilibrando su balance y comerá cada vez más tranquilo, espaciando poco a poco las tomas.

Es entonces cuando empezamos a notar que el bebé empieza a llorar por el tercer motivo.

Ha dormido, acaba de comer, lo dejamos en la cuna o a nuestro lado en la cama… y llora. Lo tomamos en brazos y se calla. Volvemos a soltarlo y de nuevo llanto… Vuelves a tomarlo, lo paseas y se calma…

Ha aparecido la necesidad de estímulos.

Los distintos tipos de Estímulos para el Bebé

Todo intento de esquematizar cualquier cosa es una simplificación. Pero a veces pueden ser útiles. Podríamos distinguir tres tipos básicos de estímulos que el bebé consume:

  • Afectivos. Contacto, seguridad, comunicación son estímulos necesarios para cualquier ser humano. Se puede vivir sin ellos, pero empeorando mucho la calidad de vida si faltan.
  • Posturales. Todos necesitamos cambiar de postura con cierta frecuencia. Pero un bebé tiene muy limitada su capacidad de hacerlo, de modo que cuando tras mantener un rato la misma postura necesita hacerlo, muestra su incomodidad y si no se le ayuda a moverse, llora.
  • Sensoriales. Estímulos visuales nuevos (cambio del ambiente o del punto de vista desde el que se observa), sonidos nuevos, olores cambiantes… Nuestro cerebro consume estos estímulos como la comida o el oxígeno. Si agota la novedad de los que recibe y no hay cambios, llora.

Para qué usa el bebé los Estímulos y por qué pide tantos

Un bebé es un ser humano en rápido desarrollo en muchos aspectos. Uno de los más importantes es el desarrollo cerebral. Un cerebro de bebé es un gran mar lleno de conexiones posibles, de las que tendrá que eliminar aquellas inútiles en su adaptación al entorno y reforzará las que le sirvan para hacerlo.

La forma en la que se produce este proceso es reaccionando a estímulos del entorno en el que crece. Su supervivencia, su bienestar, su felicidad, dependen de que este proceso se produzca pronto y bien. Por eso no puede permitirse ralentizarlo por debajo de cierto ritmo. Cuando detecta que el flujo necesario de estímulos no está cubriéndose llora para conseguirlos.

No hay un proceso consciente en esto. Es como el hambre, es una sensación de malestar que crece conforme la necesidad va creciendo sin ser cubierta.

Dar estímulos no es malcriar, es colaborar en su desarrollo

Cuando un bebé pide estímulos y no se los damos llora. Cuando se los damos deja de llorar. Pero es una necesidad importante y variable. No la cubres y ya está para x horas.

Pretender que un  bebé pase x tiempo sin recibir estímulos nuevos por parte de sus cuidadores es tan ilusorio en esta fase como establecer una pauta fija de alimentación. No hay una pauta correcta y constante. La pauta es darle los estímulos al ritmo que su cerebro los consume.

Ante esto hay dos opciones: Dejarlo llorar o darle lo que pide.

Dejarlo llorar es absurdo, estás negando a tu hijo algo que necesita, que sabes lo que es y que no le perjudica.

La educación no consiste en negar algo así. Si lo hacemos, como para el bebé es algo que necesita para sobrevivir y desarrollarse, va a luchar por conseguirlo. La única pregunta es ¿hasta dónde quieres empeorar su relación contigo haciendo que te vea como alguien que le niega lo que necesita?

Educar es ayudarle a entender cuándo lo que pide no debe tenerlo porque le perjudica. Pero es algo que no ocurrirá hasta bastantes meses más adelante. Al principio el bebé sólo demanda que se cubran necesidades elementales. Y atenderlas no es malcriar es cuidar. No atenderlas no es educar, es descuidar.

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Mi bebé no duerme en todo el día

Mi Bebé no duerme en todo el día, tendrá algún problema.«Mi bebé no duerme en todo el día». Cuándo es por un problema y cuándo es parte de su carácter. Otras características en bebés que casi no duermen de día.

Mi bebé no duerme en todo el día

¿Es posible? Hablamos de bebés de pocas semanas o pocos meses. ¿Puede un bebé de esa edad estar bien sin dormir durante horas y horas?

Todas habréis leído que los bebés duermen mucho más cuanto más pequeños son. Y que conforme crecen van reduciendo el número de horas que duermen al día estando cada vez más activos, especialmente durante el día.

Esto se debe a dos motivos:

  • Conforme un bebé crece se hace cada vez más marcado el ritmo día/noche. De forma que tienden a estar más activos y alimentarse más durante el día y de noche tienden a espaciar las tomas y dormir más.
  • Al crecer las dos necesidades básicas de comer y dormir van dando espacio a la tercera esencial: Estímulos. Son necesarios para desarrollar su cerebro y conforme el bebé crece vemos que destina cada vez menos tiempo a dormir y más a buscar estímulos.

El resultado es que hay muchas estadísticas que te dicen cuánto es el tiempo normal que duermen los bebés en función de su edad. Hay que entender que estas cifras que te ofrecen son las medias. Pero que sin tener problemas hay bebés que duermen bastante más o bastante menos de las cifras que se mencionan en estas escalas.

Respecto a la pregunta ¿Hay realmente algún bebé que no duerme en todo el día? Puede que lo haya. Pero no conozco a ninguno. Me refiero en este caso a bebés menores de un año. Lo que sí que hay son bastantes que pueden estar activos durante 10, 12, 14 horas al día con muy breves siestas. A veces son siestas de no más de 10 minutos. Pero casi siempre estas siestas están ahí. Ahora después hablaremos de estos casos.

Por tanto la realidad en casi todos los casos es:

Mi bebé no duerme en todo el día. Bueno, sí que duerme algo, pero muy poco y está mucho más activo que la mayoría de bebés de su edad.

La clave cuando esto ocurre es diferenciar dos situaciones:

  • Mi bebé no duerme en todo el día más, porque tiene un problema. Si no duerme más y notamos que el bebé no está bien, si tiene fiebre o llanto inconsolable, si come mal, si vemos signos de que algo no va bien como una piel irritada, mucosidad, tos…. debemos descartar que el bebé no duerma bien porque tenga algún problema. Cuando esto ocurre, la situación de no dormir en todo el día es algo nuevo. Son bebés que siempre han dormido más y de repente dejan de hacerlo con signos de que algo no va bien. Si esto ocurre mi recomendación es que lo lleves al Pediatra para que lo explore e identifique la causa.
  • Mi bebé no duerme en todo el día más, porque él es así y está sano siendo así. Pero hay bebés que desde siempre han sido así, en los que dormir poco o casi nada durante el día es la norma desde hace tiempo y sin embargo el bebé parece estar bien. Se alimenta bien, no tienen signos de dolor ni un llanto inconsolable. Estos bebés suelen llorar con frecuencia, pero suelen calmarse cuando le damos estímulos: Si lo tomas en brazos, si te levantas con él y le das un paseo, si cambias de ambiente, si sales a la calle… Cuando un bebé ya desde los primeros días o semanas de vida se comporta así solemos hablar de Bebés de Alta Demanda.

Mi bebé no duerme en todo el día, o casi ¿Será un Bebé de Alta Demanda? ¿Qué significa esto?

No todos los bebé son iguales. Podemos simplificar diciendo que un bebé tiene tres necesidades básicas: Comer, Dormir y Estímulos.

Hay bebés comilines, dormilones y De Alta Demanda. Dependiendo de cuál de las tres necesidades es la prioritaria para ellos.

El Bebé de Alta Demanda muestra que lo es ya desde los primeros días de vida. Habitualmente a partir del 2º o 3º días de vida, en cuanto supera la primera fase de agotamiento tras nacer.

Son llamativos porque demandan muchos estímulos y además cambiantes y eso se refleja en su relación con la comida y con el sueño.

Cómo come un bebé de alta demanda

Habitualmente hacen muchas tomas de poca cantidad. Como todos los bebés necesita comer. Pero como su necesidad prioritaria es buscar estímulos nuevos aguanta lo que puede mientras está distraído. Cuando por fin el hambre es ineludible parece que de repente lo estuvieses matando sin comer desde hace días. Pide comer desesperado. Pero en cuanto se sacia un poco se distrae con cualquier estímulo nuevo.

Por tanto son bebés que comen con ansiedad, pero hacen tomas muy numerosas y cortas.

Cómo duerme un bebé de alta demanda

Pueden pasar casi todo el día activos. Es llamativo que algunos de estos bebés, con pocas semanas, sean capaces de estar activos durante más de 10,12,14 horas, interrumpiendo esa actividad sólo con siestas cortas y a las que se resisten cuanto pueden. Su necesidad prioritaria es buscar estímulos y aunque estén reventados intentan aguantar despiertos.

Una cosa característica es que estas siestas sólo llegan si lo tomas en brazos cuando está agotado. Y que la siesta puede durar algo más si lo mantienes en brazos. Pero si lo separas de ti la siesta se acabó en 10-15 minutos. Dejándolo en brazos puede prolongarse hasta 1 hora o más. Pero como lo sueltes ya se ha acabado.

Esto se debe a que mientras lo tienes en brazos está recibiendo estímulos, con lo que puede prolongar la siesta ya que su necesidad primordial no está desatendida. Pero si lo dejas separado cesan los estímulos que recibía y si ha superado el agotamiento inaplazable que le llevó a dormir vuelve a la carga a por más estímulos.

Qué implica ser un bebé de alta demanda

Son bebés cuyo desarrollo neurológico es más rápido y el cerebro para desarrollarse necesita estímulos. Los consume para este proceso. Cuanto más rápido es el desarrollo cerebral de un bebé más estímulos consume. Por lo tanto ser bebé de alta demanda no es una mala noticia pero tiene su precio: Son agotadores.

Pero para su salud, dormir menos de lo que lo hacen los demás bebés de su edad no supone un problema. Y además es imposible conseguir que duerman mucho más.

Lo único que puede lograrlo es el porteo. Como el contacto le ofrece unos estímulos afectivos constantes si lo llevas mucho en mochila, fular o en tus brazos es más fácil que cuando necesite dormir lo haga. Mi recomendación en estos niños es que busques una buena mochila ergonómica y la uses tanto tiempo como veas que el bebé la acepta. Permite darle esos estímulos de forma más cómoda y dejando tus manos libres.

Si quieres saber más sobre los bebés de alta demanda puedes leer en estos artículos:

¿Cómo son los niños de alta demanda al ir creciendo?

Niños de alta demanda o Hipereactivos con déficit de atención

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Cómo evitar los gases del bebé: 3 claves

Medicamentos que no funcionan en el cólico del lactanteEvitar los gases del bebé es posible. Basta con entender las 3 causas más frecuentes y tratarlas adecuadamente para que se reduzcan de forma evidente.

Muchas veces al hablar de gases en el bebé o de Cólico del Lactante, que os aclaró que no es lo mismo, parece que fuese una maldición bíblica. Sin que haya una causa identificable, parece que a unos bebés les toca y a otros no.

Pues no es el caso. Todo bebé que tiene una cantidad de gases significativa, lo hace por motivos siempre identificables. Y lo más importante: Tratables. Por tanto sí que se pueden evitar los gases del bebé. Pero hay que entender las causas.

A mí me gusta simplificar mucho las cosas para que se entiendan. Y ese es el abordaje que tomé cuando me planteé cómo evitar los gases de los bebés.

Entender 3 ideas para evitar los gases del bebé

Si un bebé tiene muchos gases en su tripa no hay muchas formas de que esto ocurra. Básicamente el aparato digestivo es un tubo. Si en su interior hay muchos gases es porque:

  1. Entran muchos más gases de lo normal.
  2. Se fabrican en su interior muchos gases.
  3. Salen menos gases de los que deberían.

No hay más. Estas son las 3 causas genéricas que pueden explicar que un bebé acumule más gases de lo normal. Vamos a explicar cada una de esas vías para entenderlas y que identifiques en tu bebé las que pueden estar causando el problema.

¿Qué entendemos por muchos más gases de lo normal?

Pero antes de entrar en materia me vais a permitir que haga una aclaración: Cuándo debemos preocuparnos y hacer algo para evitar los gases del bebé. 

Os lo digo porque, todos los bebés tienen gases, y eso no implica que haya un problema en todos ellos.

Suelen interpretarse como problemas de gases muchas cosas que son, primero normales, y segundo, inevitables.

Por ejemplo, no son problemas de gases por los que tengamos que preocuparnos:

  1. Cuando un bebé no echa los gases después de cada toma. Pues eso. Que no es un reloj que toca las horas sistemáticamente. Que a veces echan los gases por arriba y otras por abajo. Y hay niños que raramente eructan después de las tomas. Pero si un niño no tiene molestias significativas por culpa de los gases es que no debemos preocuparnos, aunque no eche los gases tras la toma.
  2. Cuando un bebé da apretones con frecuencia como intentando hacer caca. Los bebés tienen un intestino muy activo. Se mueve con facilidad. Y más en cuanto empezamos a llenar el estómago. Es un reflejo que hace que la tripa haga sitio para la comida nueva que llega. Algunos bebés hacen caca en cada toma, pero si no es así mueven la tripa en cada toma. Con lo que cómo se alimentan comiendo con frecuencia tienen «apretones» casi todo el día. Dar apretones no es malo, es algo que va a seguir haciendo y que no podemos tratar. Si no hay dolor que le cause llanto, no consideramos que haya un problema en el que tengamos que plantearnos cómo evitar los gases del bebé.
  3. Cuando un bebé echa muchos gases. Sea por arriba o por abajo, si un bebé expulsa lo que creamos muchos gases, pero no tienen molestias, no hay problema. ¡Mejor fuera que dentro! De hecho el problema es cuando a pesar de echar muchos sí que tiene molestias, porque es signo de que realmente tiene tantos gases que a pesar de los muchos que salen quedan los suficientes para causar dolor.

Vamos ya al meollo de la cuestión.

Evitar los gases del bebé reduciendo los que entran

La razón esencial por la que entran muchos gases en la barriga de algunos bebés es Comer Con Ansiedad.

Y el motivo suele ser que el bebé no está recibiendo el alimento que necesita. O en cantidad o en frecuencia.

Cómo diferenciar una opción de la otra para saber cómo actuar:

– Cuando un bebé come poco, notamos que come con ansiedad y la ganancia de peso es escasa.

– Cuando un bebé come bastante pero con poca frecuencia, notamos que come con ansiedad y la ganancia de peso es suficiente o incluso por encima de lo normal.

La solución para empezar es ofrecer al bebé las tomas con más frecuencia.

Suelo recomendar, darle cada vez que pida, aunque haga 10 minutos de la última toma. Y si no pide, durante el día ofrecerle no dejando más de dos horas sin hacerlo. De noche, déjale descansar y hazlo tú.

Sólo me plantearía que puede necesitar más alimento además de con más frecuencia si, a pesar de ofrecerle con mucha frecuencia el bebé se queda con hambre tras la toma y la ganancia de peso es escasa.

Evitar los gases del bebé reduciendo los que se producen en su tripa

Hay dos formas de que se produzcan muchos gases en la tripa de un bebé:

  1. Que tenga una flora intestinal que fabrique muchos gases. Cuando un bebé nace no hay gérmenes en su intestino. Pero desde el primer día de vida empiezan a entrar y a colonizarlo. Si esos gérmenes son buenos, en lo que puede influir mucho que el parto sea vaginal o cesárea (el parto vaginal se asocia a una mejor flora que la cesárea), producen menos gases y nos ayudan en la digestión de los alimentos. Pero si no son los buenos pueden fermentar produciendo más gases, más malolientes y con toxinas que irritan el intestino.
  2. Que tenga una alergia o intolerancia a algo de lo que está comiendo. Es decir que en la leche haya algo que no le siente bien. Cuando toman biberón puede ser la lactosa o las proteínas de la leche de vaca. Hay alternativas para ambos casos. Si lo que toma es el pecho, puede ser algún alimento de los que toma la madre. Olvídate de los alimentos que pueden producir gases, no son esos. Si tú comes garbanzos los gases son para ti, no para el bebé. El problema más frecuente es que la madre tome algún alimento al que el bebé es alérgico. Los más habituales son leche de vaca, huevo, pescado…

Podemos evitar los gases que se producen en su tripa dando un probiótico que siembre «bichitos buenos» en su tripa o eliminando los alimentos que no tolera de su alimentación o de la de la madre, si toma pecho.

Evitar los gases del bebé aumentando los que salen

En otros niños el problema es la salida. Y no me refiero a los eructos. La mayoría de los gases no salen por arriba, sin por abajo. Un bebé puede estar perfectamente sin eructar, pero cuando no salen bien por abajo es cuando aparecen los problemas.

Aquí hay que diferenciar el estreñimiento real (caca dura) del Pseudo-estreñimiento del lactante (no hace con frecuencia y tiene molestias, pero cuando sale es blanda).

En el primer caso (caca dura) puede ser necesario el uso de laxantes. Recuerda no usarlos si la caca es blanda, aunque pase días sin hacer, porque dar el laxante si la caca es blanda suele empeorar las molestias.

En el caso de pasar varios días sin hacer caca, que cuando sale sea blanda, pero que se acompañe de molestias que empeoran conforme pasan los días sin hacer y mejoran el día que hace, la solución es ayudarle a relajar el ano para que abra cuando tiene retortijones, vacíe y se quede a gusto. Para eso pueden usarse sondas rectales, enemas…

Mi recomendación es que si tu hijo llora por culpa de los gases valores cuál o cuáles de la causas descritas puede estar en su origen y las trates todas a la vez para evitar los gases.

Cuando lo hacemos bien suele notarse una mejoría evidente en menos de una semana.

Hay otras causas que pueden estar en el origen de un cólico del lactante. Te recomiendo que leas la presentación de nuestro sistema de ayuda Bebé Sin Cólico. 

Bebé sin CólicoOtra alternativa si quieres mi ayuda personalizada es que me hagas una Consulta Online.

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Fisioterapia Infantil

Fisioterapia y Osteopatía Infantil en Alhama de MurciaLa fisioterapia infantil es una de las especialidades más importantes en los primeros años de vida. Útil en muchos problemas que deben tratarse a tiempo.

Peketema sugerido por Alba en nuestra Página de Facebook:

¿Podrían hablar de Fisioterapia pediátrica? Mucha gente no conoce los múltiples beneficios de la fisioterapia en nuestros bebés y niños. Tanto fisioterapia respiratoria (bronquiolitis, neumonías, asma, catarro de vías altas), digestiva (estreñimiento, cólico del lactante, diarrea) como neurológica (trastornos pre y post natales como hipotonía e hipertonía, malformaciones congénitas, daño cerebral o cerebeloso, pie equino varo…) y muchos más campos.

Me encanta que hayáis pedido este tema. Porque realmente creo que en Pediatría a veces no se da la importancia debida a la Fisioterapia Infantil. y por lo concreta que es la propuesta imagino que Alba es Fisioterapeuta.

En las primeras etapas del desarrollo infantil hay una serie de problemas que pueden corregirse con ayuda de la Fisioterapia Infantil y que son importantes. Porque tienen repercusión a largo plazo.

Pero son muchos más lo problemas en los que la Fisioterapia Infantil puede ser útil.

¿Qué es la Fisioterapia Infantil?

La Fisioterapia Infantil es una serie de técnicas terapéuticas que usa exclusivamente medios físicos: Movimientos, masajes, frío, calor, corrientes eléctricas…

Es una de las Ramas Terapéuticas esenciales junto a la Farmacología, la Cirugía, la Psicología y la Nutrición.

La Fisioterapia Infantil no es simplemente Fisioterapia aplicada a niños. Los niños sufren problemas específicos y en los problemas comunes con los adultos la forma de responder del niño y la evolución a largo plazo no es igual que en el adulto.

Hay dos características importante que diferencian la respuesta del niño frente al adulto cuando aplicamos Fisioterapia:

  • La mejor capacidad de regeración del niño. Ante los problemas que suelen precisar Fisioterapia el niño tiene más facilidad para evolucionar hacia la curación que el adulto. Por ejemplo, muchos esguinces de tobillo en niños curan espontáneamente o con menos ayuda de la que precisaría un adulto.
  • La importancia de tratar adecuadamente un cuerpo en crecimiento por la forma en la que un problema no resuelto puede influir en el posterior desarrollo de este organismo. Un problema no tratado adecuadamente puede dar lugar a más problemas posteriores de los que daría en el adulto. Con el mismo ejemplo, si un esguince en un niño no cura adecuadamente, puede degenerar en alteraciones posteriores en otras partes del organismo con más facilidad, ya que el crecimiento amplifica el problema no resuelto. Pueden aparecer desviaciones de espalda, por ejemplo.

Por tanto, para tratar niños, especialmente cuanto menores son, más importante es que el Fisioterapeuta esté especializado en Fisioterapia Infantil, para que entienda los problemas exclusivos del niño y la forma particular en que cualquier problema evoluciona en un cuerpo en crecimiento.

¿Cuáles son los campos más frecuentes en los que la Fisioterapia Infantil puede ser útil?

Alba los nombra en su propuesta de Peketema: Problemas Respiratorios, Digestivos, Neurológicos y por supuesto Traumatológicos y Ortopédicos. Hay algunos más. Pero usemos estos a modo de ejemplo. Veréis que en todos voy a hablar de la Fisioterapia infantil, pero lo haré siempre desde el enfoque multidisciplinar que tanto me gusta.

Fisioterapia Infantil en problemas Digestivos

Estreñimiento, Reflujo, Gases, Cólico del Lactante… La Fisioterapia Infantil dispone de técnicas que permiten mejorar la movilidad del intestino y relajar la tensión en sus estructuras. Lo que puede ser muy útil para mejorar la expulsión de heces y gases, el vaciamiento adecuado del estómago… Puede reducir la excitabilidad nerviosa que origina algunos dolores…

Pero puede ser útil también en problemas digestivos en los que no pensamos en la Fisioterapia Infantil. Por ejemplo en las Intolerancias Alimentarias. Si un niño tiene Alergia a las Proteínas de la Leche de Vaca, la medida más importante para eliminar los síntomas es evidentemente suprimir la leche de vaca de su dieta. Pero aplicar Fisioterapia puede hacer que la recuperación de la movilidad intestinal, que está alterada se produzca antes y así los síntomas mejoren en menos tiempo.

Fisioterapia Infantil en problemas Respiratorios

Bronquitis y Bronquiolitis, Neumonías, Catarros… Situaciones en las que uno de los problemas es la acumulación de mocos en zonas donde estorba. Hay técnicas de Fisioterapia que pueden ayudar a movilizar y expulsar esa mucosidad. Esto puede mejorar los síntomas del bebé, pero pueden también evitar complicaciones y actuar sobre pacientes con un problema crónico mejorando su evolución.

Fisioterapia Infantil en problemas Neurológicos

Es uno de los aspectos en los que la Fisioterapia es muchas veces la única técnica terapéutica de la que disponemos. Y en estos casos puede marcar una clarísima diferencia.

Son bastantes los niños que presenta problemas de hipertonías (exceso de fuerza), hipotonías (falta de fuerza) que pueden corregirse con Fisioterapia. A veces no se detectan, no actuándose sobre ellas y pueden llevar a que con el desarrollo generen problemas en cascada.

Por ejemplo, una distonía de la musculatura de la espalda que haga que un bebé suela arquearse levemente hacia un lado puede llevar a una deformidad de la cabeza, y a problemas posteriores a la hora de alcanzar logros del desarrollo, como la capacidad de sentarse, mantenerse en pie o caminar de forma adecuada. En algunos casos esto lleva a deformidades que ya no son reversibles en piernas, espalda, cabeza…

No es cuestión de generar alerta ni agobios. Es cuestión de que si vemos algo que no parece normal sea valorado y en caso de necesidad actuemos a tiempo para corregirlo.

La Fisioterapia es también esencial en la rehabilitación y estimulación precoz de niños con problemas desde el nacimiento. Como prematuridad, sufrimiento fetal, traumatismos del parto…

Fisioterapia Infantil en problemas Traumatológicos y Ortopédicos

Y por supuesto aquello en lo que todos piensan en la Fisioterapia: La Rehabilitación tras un traumatismo; la corrección de problemas en las extremidades. Sea por deformidad o por accidentes.

Resumiendo: La Fisioterapia Infantil no es Fisioterapia de adultos aplicada a niños. Tiene problemas muy específicos de los niños. Y la aplicación en problemas comunes a los adultos tiene en los niños matices importantes.

Es una de las Terapéuticas esenciales que puede colaborar con otras para resolver los problemas de salud del niño.

Todo Pediatra necesita a un Fisioterapeuta Infantil de referencia. Con él colabora en el tratamiento de los niños que atienden.