Categorías
Alta Demanda Autonomía Bebé de 7 meses Blog Botiquín para atender Bebés y Niños Conducta del Bebé y el Niño Cuesta Dormirlo Cuidados del Bebé y el Niño Duerme poco Edad del Bebé o Niño Otros temas de Salud Infantil Qué hacer si mi bebé.... Rituales de Sueño Infantil Se Despierta Mucho Sueño del Bebé y Niño

Han retirado el Variargil: Gotas para “dormir bebés”

Gotas para dormir bebés, no son la solución, a veces ayudan

Las Gotas para Dormir Bebés se usan, pero hay que hablar mucho sobre ellas. No son la mejor solución, ni funcionan por sí solas. Aunque en algún caso ayudan.

Han retirado el Variargil

Cuando yo era residente de Pediatría, es decir, en los años en los que te formas como pediatra, tuve mi primera noticia de un medicamento llamado Variargil (Alimemazina Tartrato).

Lo usaban especialmente en la sala de encamación de Lactantes.

Se trata de un antihistamínico. Un medicamento habitualmente usado para las Alergias. Pero que tiene un efecto secundario muy marcado: Somnolencia. Da sueño.

El Variargil raramente se usaba ya en alergias, porque disponemos de otros más modernos en los que ese efecto secundario se ha reducido.

Sin embargo seguía usándose por su capacidad para inducir el sueño en niños pequeños.

Tras pasar por un ingreso de Lactantes algunos bebés lo habían usado, y no era raro que los padres preguntasen por esas gotas maravillosas que habían logrado que el bebé durmiese incluso en un ambiente “tan hostil como el hospital”.

Algunos de esos padres, por similitud creían entender que era una “infusión de perejil”. Nos consta que alguno hasta probó ha hacerle esa infusión en casa… Y es que no dormir es algo que te lleva a hacer casi cualquier cosa.

Con fecha 28 de diciembre de 2018 se publicó una Alerta por la que se retiraban una serie de lotes por problemas en la dosificación.

El resultado es que no hay Variargil en las farmacias. Lo que pone a no pocas familias en un problema. Estaban consiguiendo dormir gracias a que lo usaban a diario. En algunos casos durante meses o años.

Claramente esto era una mala solución. Si es tu caso y desde que se te acabó el Variargil habéis vuelto a dormir mal, es hora de que os planteéis abordar el problema en serio para buscar una solución que no te haga depender de unas gotas, sino que consiga que tu hijo duerma bien sin medicación.

Si quieres que te ayude en esta labor puedes hacerme una Consulta Online por WhatsApp y te responderé en menos de 24 horas:

Consulta Online de Pediatria por WhatsApp a Jesús Garrido

 

Distintas opciones de Gotas para Dormir Bebés

Hay otras opciones. La más conocida hoy en día es la Melatonina.

El uso de otros medicamentos, como somníferos o barbitúricos (fuera del hospital) es excepcional en bebés.

Por tanto, los más usados son:

Melatonina. Es la hormona que produce el cuerpo para regular el ciclo diario de sueño y vigilia. Produce un sueño mucho más fisiológico que los antihistamínicos. Aunque tampoco está libre de efectos secundarios, como algunos piensan. Es útil, pero sólo en casos concretos en los que el bebé está segregando una cantidad inferior a la normal.

Antihistamínicos. Entre los que están el Variargil, Atarax… Son más potentes que la Melatonina induciendo el sueño. Pero es un sueño más artificial, por lo que sólo se debe usar en periodos cortos de días o semanas. No deberíamos superar el mes, más que por los efectos secundarios, porque es un error de planteamiento.

Los bebés no deberían necesitar medicamentos para dormir. Pueden ayudar en situaciones concretas a mejorar la calidad de sueño, pero plantearlo como algo de lo que se dependa para cada noche es un claro error.

Una de la críticas que se hace a estos medicamentos es que producen dependencia. Ninguno de los dos lo hace. Pero la realidad es que en la mayoría de los casos se recurre a ellos cuando no se entienden las causas que llevan a que duerma mal. Y si se usan sin resolver el problema de base, sí que generan una dependencia, pero más en la familia que en el bebé.

El caso más habitual es el bebé de 6-10 meses con un ritual de sueño dependiente y que ha aumentado claramente su número de despertares desde los 4-5 meses.

Si usamos por ejemplo Variargil y no cambiamos el ritual de sueño, conseguiremos reducir el número de despertares en los que el bebé pide ayuda para dormirse, pero sólo mientras damos el medicamento. Con lo cual, tal vez la familia duerma bien mientras le demos las gotas, empeorando en cuanto las abandonan. Esto sí genera dependencia, pero en los padres.

Cuándo tiene sentido usar Melatonina

El cuerpo la produce. De hecho en los niños tiene unas cifras normales mucho mayores que en los adultos.

Por eso, dar melatonina a un bebé suena raro. No debería tener una carencia. Pero hay muchas situaciones en las que puede ocurrir. La mayoría de ellas por una exposición a La Luz anormal.

La melatonina se libera en un pico máximo poco después del anochecer. Es lo que nos induce a tener sueño de noche.

Pero os pongo un ejemplo:

Hay niños que duermen mal por otros problemas. Por ejemplo por gases, que suelen ser más intensos en la tarde-noche. Muchos de estos niños tienen una molestia que les impide dormir hasta bastante tarde. Y mientras un niño llora, para atenderle, es frecuente que sigamos con La Luz encendida. Esto hace que acaben liberando la Melatonina mucho más tarde.

Veo casos en los que a partir de algo así, y una vez liberados del problema de gases, mantienen un ritmo de sueño muy tardío. Es la pescadilla que se muerde la cola:

  • No se duerme pronto porque la noche anterior lo hizo tarde.
  • Como está despierto y activo, está con La Luz encendida.
  • Lo que le hace liberar la Melatonina más tarde y no tener sueño, repitiendo el ciclo.

A veces podemos ayudar a romper este bucle con Melatonina, adelantando poco a poco la hora a la que se la damos. Pero por supuesto asociado a una reducción de la iluminación y de las actividades que le mantienen interesado en seguir despierto.

Hay otras muchas situaciones similares en las que puede ser útil la melatonina para reajustar unos hábitos de sueño adecuados. Se puede hacer sin Melatonina. Pero a veces puede ayudar a hacer más fáciles estos cambios.

Cuándo tiene sentido usar Antihistamínicos

Se pueden usar para inducir el sueño cuando es necesario por motivos médicos. Por ejemplo para hacer algunas pruebas diagnósticas en las que es importante que el bebé esté tranquilo.

Pero también para ayudar a cambiar rituales de sueño.

Yo no lo uso de entrada. Pero hay casos especiales en los que sin estos medicamentos resulta casi imposible, y en los que el deterioro de la calidad de vida de la familia justifica claramente su uso.

La clave es usarlos como ayuda, no como solución.

Me explico: Muchos niños, que lo que tienen es un ritual de sueño dependiente que hace que cada vez que se despiertan pidan ayuda para volver a dormir, toman Variargil o alguno similiar.

En muchos casos se les ha dado la indicación de estas gotas y nada más. Nadie les ha explicado que es un problema que puede resolverse si logramos que el bebé adquiera un ritual que le permita dormirse sin ayuda y ponemos las condiciones para que use esa nueva herramienta.

Cuando se toma el medicamento generalmente reducimos el número de despertares de forma evidente. Pero si no arreglamos el problema de base, será un espejismo. Un espejismo que durará sólo mientras toma las gotas.

Cuando entendemos que la clave está en cambiar los rituales de sueño surge un problema. Y es que no todos los niños son igual de fáciles para estos cambios. Hay algunos, especialmente los que llamamos niños de alta demanda, en los que hacer esto es bastante complicado. Y es precísamente en estos en los que a veces hace más falta, porque ya son agotadores de día.

Este tema tiene muchos matices, por lo que no os recomiendo usar ninguno de estos medicamentos sin que os lo indique un especialista en el tema. Y con especialista no me refiero a un Pediatra sin más. Sino a uno que entienda bien los problemas de sueño en niños.

Os puedo decir que yo no recibí esa formación durante mi instrucción como pediatra, sino que tuve que buscarla después por interés propio.

Categorías
Apego Bebé de 5 meses Blog Colecho Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Cuesta Dormirlo Rituales de Sueño Infantil Se Despierta Mucho Sueño del Bebé y Niño

¿Necesita un niño aprender a dormir?… Entre el Colecho y Dejarlo Llorar…

Alternativas para descansar.

Es uno de los puntos clave de conflicto entre modelos de crianza de las últimas décadas. ¿Enseñar a dormir o dejar que evolucione sólo? En esta guerra hay muchos heridos, entre los cuidadores y los niños… Como tantas veces es cuestión de matices y de ir más allá de ideas simplistas.

Hay tantos modelos de crianza como familias. Incluso dentro de cada familia hay tantos modelos como cuidadores. Es más, una misma persona no cría a su segundo hijo igual que al primero…

Pero hay tendencias, y las personas que buscan información sobre cómo criar a sus hijos se ven influidas por esas tendencias.

Cuando hablamos de sueño infantil en los primeros años de vida hay dos modelos que son los más difundidos:

– Crianza con Apego.

– Crianza Conductista.

Crianza con Apego

¿Pero, es que hay Crianza sin Apego? El contacto, el afecto, la seguridad, son necesidades básicas de cualquier persona. Y especialmente en la infancia. Criar sin Apego es como criar sin comida… El Apego es el alimento emocional, tan necesario o más que el físico.

La Crianza con Apego puede enmarcarse como la parte emocional de la Crianza Respetuosa.

¿Y qué es la Crianza Respetuosa?

Cuando la Pediatría empezó como especialidad intentó hacerlo lo mejor posible. Pero estaba empezando, y como todo novato, los primeros pediatras tenían una seguridad basada en la ignorancia. 

Su trabajo fue tan bueno como era posible…. Si por ejemplo vemos cómo ha bajado la mortalidad infantil en un siglo, es algo increíble.

Pero se empezaron a poner normas a diestro y siniestro cuando aún no se comprendía lo que había. Se regulaba todo sin entender antes qué era lo que ocurría sin intervención del “experto” de forma espontánea tras un proceso de selección natural de miles de generaciones.

Para argumentar se usaban estadísticas. Porque se pensaba que “todo lo que no puede convertirse en matemáticas, no es ciencia”.

Si por ejemplo, el promedio de horas de sueño de un bebé es de x horas con x meses, debías forzar a tu bebé a dormir ese número de horas. Cuando en realidad ni uno sólo de los niños de esa muestra dormía todos los días el mismo número de horas.

Esta forma de entender las cosas genera una ansiedad en los padres que convierte en patológicos a todos los niños. Porque el que se ajusta más o menos en las horas de sueño a la media no lo hace en la comida, y el que lo hace en lo anterior no lo hace en las adquisiciones motoras. No hay niños de media en todo. De hecho no los hay de media en nada. Porque somos seres vivos con capacidad de adaptación en un ambiente cambiante. 

Tras décadas de aplicación de esas normas ha surgido una nueva tendencia en Puericultura muy crítica con la anterior que se basa en comprender primero y si acaso mejorar después.

Hay quien se queda sólo en comprender primero y aceptar como fatalistas que nada podemos hacer.

Así, en el tema del sueño hay libros que te explican genial la Antropología del Sueño Infantil, lo que es sin duda el primer paso necesario.

Te resumo:

Es normal que un bebé en las primeras semanas de vida coma y duerma a un ritmo uniforme durante el día y la noche.

En los primeros meses, la melatonina va marcando un ciclo circadiano que hace que poco a poco se espacien las tomas en la noche, descansando más.

Durante el día el bebé busca mucha comida, muchos estímulos y algo de descanso cuando no puede más. Por la noche descansa mucho y pide algo de comida y estímulos cuando el nivel de estos ya está demasiado bajo.

De modo que en torno a los 4 meses la mayoría de los bebés duerme con 1-3 tomas en la noche.

Pero de repente sucede un cambio radical entre los 4 y 7 meses: Bebés que dormían toda la noche con 1-3 despertares pasan a despertarse 5-10 o incluso más veces.

Y lo hacen con un patrón muy definido: Un ciclo de sueño algo más largo de entre 3 y 5 horas en la primera parte de la noche, y ciclos cortos de en torno a una hora o menos durante la segunda parte de la noche.

¿Por qué ocurre esto?

El cerebro va madurando. Y lo hace siguiendo un esquema que es resultado de la evolución de nuestra especie.

Cuando el bebé crece llega un momento que sus conductas se van haciendo más complejas:

– Un bebé pequeño de menos de 3 meses generalmente necesita para dormir que su necesidad de comida y estímulos esté cubierta. Cuando lo está se duerme sin más.

– Cuando el cerebro madura va formando circuitos cada vez más definidos. En la etapa anterior, día tras día se ha dormido mientras recibía estímulos y alimento hasta saciarse de ambos. Lo que ocurría en brazos de quien le cuidaba. Ese circuito se va afianzando hasta llegar un momento en que pasa a ser el mecanismo de elección para dormir.

– Al Crecer, el sueño también se va haciendo más complejo, las fases de sueño y sus funciones van definiéndose y especializándose. Y en torno a los 4-7 meses ya hay un ciclo de sueño más profundo y reparador, y tras completarlo, ciclos cortos más superficiales.

– Si juntas ambos conceptos, cada vez que sale de un ciclo de sueño, necesita entrar al siguiente. Pero su forma de volver a dormirse es un ritual definido: Recibir Estímulos y/o Comida de quien le cuida. Por lo que pide ayuda para completar ese ritual. Es un Ritual de Sueño Dependiente. 

No necesita la comida porque tenga hambre, sino porque es parte de su ritual de sueño.

Rituales de Sueño Independientes

Todos antes o después desarrollamos Rituales de Sueño que podemos realizar sin ayuda de nadie.

Hay bebés que con esos 4-7 meses siguen durmiendo la noche con menos de 3 tomas. Incluso con ninguna.

Esto es porque ya tienen un Ritual de Sueño Independiente que le permite volver a dormirse entre ciclo y ciclo de sueño. Esos ciclos los tiene como el que se despierta 10 veces, pero cada vez que se despierta vuelve a dormirse sin pedir ayuda.

Y pasa igual en niños que toman pecho o biberón. Hay quien dice que ese ritmo tan intensivo de tomas es necesario para mantener la lactancia materna. No es cierto. Hay niños que toman pecho durante años tomando 1-2 veces por noche. El pecho ajusta su cantidad y ritmo de producción a la pauta con la que es vaciado.

Y aquí es donde llegan las discrepancias en los modelos de crianza:

– Hay quienes defienden Esperar a que esos Rituales de Sueño Independiente aparezcan de forma espontánea. Y mientras tanto, para facilitar el paso entre ciclos de sueño facilitemos al niño el acceso al alimento y los estímulos metiéndolo en la cama de los padres: Colecho.

– Y quienes creen que es necesario Acelerar la adquisición de esos Rituales de Sueño Independiente para mejorar el descanso de la familia.

Unos preconizan el respeto a los ritmos del bebé, otros el descanso de los padres…

¿Cuál de los dos creo que se equivoca? Creo que los dos y ninguno.

¿Qué te recomiendo yo? Que primero respondas a una pregunta….

Sin tener en cuenta tus preferencias “filosóficas”

ni la idea preconcebida de cómo te gustaría resolver esta situación,

cuando ya estás frente a ella,

en esa edad en la que cambia el patrón de sueño (4-7 meses),

¿DESCANSÁIS TODOS BIEN?

Por un lado está el sueño del bebé

Un bebé que se despierta 10 veces en la noche y recibe los estímulos y alimento necesarios para completar su Ritual de Sueño Dependiente, descansa bien. Aunque se despierte 10 veces.

Evidentemente si cada vez que se despierta los padres se resisten a colaborar en su ritual y lo tienen un rato llorando hasta que ceden, su calidad de sueño y de vida, ya no es buena….

Por otro lado está el sueño de sus cuidadores

Cuando unos cuidadores deciden probar el Colecho para facilitar esa labor hay varias posibilidades:

  1. Que funcione. Hay cuidadores que escogen el Colecho y además lo disfrutan. Muchas madres me han dicho a lo largo de mi vida profesional que cuando notaron este cambio pasaron al bebé a la cama a su lado, empezaron a dormir a pecho descubierto y que el bebé se agarra al pecho y mama cada vez que lo desea. Que ella ni se entera y todos duermen genial.
  2. Que ni se intente. Hay cuidadores que rechazan de entrada el Colecho. Les da miedo, no lo desean, están convencidos de que es contraproducente…. No son pocas las familias en las que una diferencia de criterio respecto a esto genera conflictos de pareja muy serios.
  3. Que se intente, y no funcione. No todos tenemos la misma facilidad para dormirnos. Hay cuidadores con el sueño ligero, que ante cualquier ruido o movimiento del bebé se despiertan. Y a los que cuesta mucho dormirse de nuevo. Descansar bien con un bebé al lado cuando esto ocurre es labor imposible.

Las familias del primer grupo asumen que el bebé acabará desarrollando un Ritual de Sueño Independiente cuando esté preparado para ello y mientras tanto hacen Colecho.

Pero ¿Qué le toca a los del 2º o 3º grupo?

Para muchos defensores de la Crianza con Apego, la prioridad es la necesidad del bebé y toca convencer a los cuidadores del 2º grupo de que se equivocan y prueben el Colecho.

Pero ¿y si los convencemos de que no hay nada perjudicial en el Colecho, lo prueban y son del 3º grupo?

¿Qué hacemos con las familias que descansan fatal haciendo Colecho?

Para algunos, de nuevo el Apego manda. Es una necesidad básica del bebé y toca que los cuidadores “se sacrifiquen”.

Y aquí llega el matiz.

Si defendemos el Apego, ¿no debemos defender la Calidad del Apego?

¿Es lo mismo para un bebé recibir estímulos emocionales de unos cuidadores descansados y de buen humor, que de unos zombis cabreados? Claramente no….

Cuando la mala calidad de sueño durante meses o años pone en serio peligro la convivencia familiar, ¿no estamos perjudicando de forma evidente el desarrollo emocional del bebé? 

Podemos dar todos los argumentos Antropológicos que queramos para justificar que el Colecho es la solución, pero si el resultado en una familia es una mala calidad de sueño, no dejan de ser Disertaciones Bizantinas…

La realidad es que si el Colecho no funciona debemos ofrecer alternativas, o todos saldrán perjudicados. Incluido el bebé. De hecho, especialmente el bebé, que es el que más puede verse afectado en su futuro desarrollo emocional. 

Y aquí entran en escena los “métodos para Aprender a Dormir Sólo”

Que sí, que queda muy guay un eslogan en plan “tu bebé no necesita que le enseñes a dormir, como no necesita que le enseñes a respirar”. ¡Qué ocurrente! ¡Qué bueno! Está genial si te dedicas a Publicidad o eres Humorista… Pero ¡es que no duermen!

¡Que hay familias que llevan meses con noches desastrosas!

Que lo último que necesitan es un chiste o que les digas que el problema es suyo y no descansan por culpa de sus prejuicios contra el Colecho.

Parece que los profesionales, cuando no somos capaces de ofrecer alternativas a los cuidadores, en lugar de ampliar nuestro conocimiento y flexibilizar nuestras ideas, tendemos a culpabilizarles a ellos. Y nos quedamos tan a gusto…

Es que es muy gratificante estar en el lado ganador. Cuando se ve esta discusión como una cuestión de Dialéctica, de lucha de ideas, de a ver qué tendencia gana, las medias tintas no venden.

A mí me han dicho a veces que lo mismo piso un charco que el contrario. Sería más fácil decantarse por uno sólo de los bandos, coger la bandera y a aplastar a los contrarios. Se siente uno tan bien portando una bandera con miles de seguidores incondicionales detrás apoyándote….

Pero es que “en todos los charcos” hay familias que necesitan ayuda, y los “contrarios”, a los que pretendemos aplastar, son familias que tienen tanto interés en criar bien a sus hijos como tú. Y que no lo están consiguiendo con tu método.

Yo no tengo ningún interés en alzarme con el trofeo de “hemos aplastado al contrario”. Porque ese contrario son familias y sus bebés.

Así que sí. Lo natural es el Colecho.

Si no lo has probado, te recomiendo que lo hagas.

Pero si no te funciona hay Alternativas.

Y son mejores que un Colecho que no funciona, porque todos necesitamos descansar. Y si no descansas vas a perjudicar a tu hijo, por mucho espíritu de sacrificio que tengas.

Lo que pasa es que hay “alternativas” y Alternativas.

¿Has oído hablar del método Estivill?

Pues no lo apliques. Se puede conseguir lo mismo sin dejar llorar a tu hijo.

El problema no es modificar el Ritual de Sueño. Como has leído ya, creo que es algo muy necesario a veces.

La cuestión es que no hace falta dejar llorar a un niño para hacerlo. Se puede hacer un Cambio de Ritual sin llorar.

De hecho el propio Estivill está revisando su propio método (¡ya era hora!).

Ya publiqué en Junio de 2013 este artículo expicándote “Cómo enseñar a un bebé a domir sin dejarle llorar”.

O si prefieres ver una visión de conjunto más completa y en papel puedes hacerlo en mi libro:

Crianza Respetuosa.

Gracias por leer más de 2200 palabras para entender mi visión sobre este tema. Sé que la mayoría de la gente prefiere una explicación sencilla y breve.

Pero la verdad está en los matices.

Te agradecería que compartas este artículo, porque las visiones simplistas en este tema están haciendo mucho daño.

Categorías
Alergias e Intolerancias Bebé de 6 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Cuesta Dormirlo Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños Enfermedades Raras Qué hacer si mi bebé.... Sueño del Bebé y Niño

Qué hacer si mi hijo se duerme muy tarde

Qué hacer cuando un niño se duerme muy tarde

Cuando un niño se duerme muy tarde es un problema para toda la familia. Te explico cómo cambiar esto de la forma más sencilla y efectiva.

Voy a centrarme en dos aspectos:

  • Razones para cambiar.
  • Cómo hacerlo.

Cómo afecta a la familia cuando un niño se duerme muy tarde

Soy el primero que opina que los niños tienen sus propios sistemas de regulación. Y que mientras no tengamos claro que generan un problema es mejor respetarlos.

Pero también opino que un niño y sus necesidades no son lo único a tener en cuenta cuando hablamos de crianza. El niño no vive sólo. Lo hace con una familia y para él no es indiferente cómo esté su familia. Es fundamental. Si una familia está bien en su conjunto genera un ambiente mucho más positivo para el desarrollo del niño.

En este caso concreto: Los padres no dejan de ser personas por ser padres. Está claro que para cumplir su nuevo papel están dispuestos a sacrificar lo que sea necesario para que su hijo esté bien. Pero algunos sacrificios son inevitables. Otros no.

¿Qué pasa cuando un niño se duerme muy tarde? Pues que generalmente priva a sus padres de la posibilidad de tener al menos un rato para ellos. Y esto es importante. Si sois padres, vuestro hijo no se duerme hasta la hora en la que vosotros lo hacéis o incluso os retrasa la hora de dormir, seguro que no tengo que explicar lo que ocurre:

Sientes frustración y agotamiento. 

Y no eres mala madre o mal padre por sentir esto. Es normal. Todos necesitamos algo de tiempo para nosotros. Una pareja siempre necesita algo de tiempo para la pareja….

Si tu hijo está enfermo y te da una mala noche, seguro que le atenderás y sacrificarás tu descanso sin quejarte.

Pero que sistemáticamente se duerma tarde puede superar tu capacidad de pasar un día tras otro sin tiempo para nada. Sin tiempo para ti.

Cómo cambiar la situación cuando un niño se duerme muy tarde

Cuando la situación es la descrita antes, muchas familias deciden cambiar. Pero no está claro cómo hacerlo.

Te aclaro algunos conceptos:

  • Hay niños que duerme realmente poco o lo hacen mal porque tienen un problema. Destaco dos que siempre recomiendo descartar porque pueden mantenerse durante meses:
    • Intolerancias alimentarias. Si un bebé tiene molestias abdominales (gases, irritabilidad con dolor de barriga, náuseas, irritación al rededor del ano cuando hace caca, abdomen hinchado con dolor…) conviene estudiar si tiene alguna intolerancia o alergia alimentaria que le impida descansar bien.
    • Apnea del sueño. Algunos niños respiran mal de noche. La causa más frecuente es tener grandes las vegetaciones. Cuando esto ocurre el niño suele roncar y le cuesta respirar tumbado. Esto puede hacer que el niño no descanse bien y se despierte de noche con frecuencia.
    • Cuando hay alguna causa que impide descansar bien al niño, lo primero es resolver ese problema.
  • Hay noches malas. Independientemente, en niños sin problemas serios, cualquiera puede tener una mala noche por una infección o la salida de los dientes.
  • Pero cuando no hay problemas especiales cada niño duerme las horas que necesita. Cada niño es diferente y gestiona sus necesidades de la mejor forma posible. Si un niño no duerme más horas y no tiene ningún problema que le impida hacerlo, es porque no lo necesita. Es casi imposible hacer que un niño sano duerma más horas de las que lo hace de forma espontánea.
  • Lo que sí podemos es modificar el «cuándo las duerme». Y esta es la clave en los niños que se duermen muy tarde.

Cosas que no funcionan si pretendes cambiar a un niño que se duerme muy tarde

  1. Lo primero que se le ocurre a cualquiera es «vamos a acostarlo antes». El resultado suele ser desastroso. Os lo resumo: Si él tiene sueño a las 23:00 lo intentamos a las 21:00. El niño no tiene sueño aún, porque su ritmo habitual no es ese. Lo llevamos al dormitorio e intentamos dormirlo. Él se resiste. Insistimos. Él se cabrea. Insistimos…. Ya tenemos nuestra propia versión del niño de la niña del exorcista… Desde luego el estrés que estamos generando no se lleva bien con lo que supuestamente pretendemos: que se duerma. Es fácil que acabemos de muy mal humor todos, y el niño acabe durmiéndose más tarde de lo habitual y tenga una noche peor de lo normal.
  2. Lo segundo: «Le quitamos las siestas». Esto a veces funciona. Pero raramente. Cuando un niño necesita dormirse durante el día y le impedimos hacerlo solemos generar un malestar que hace que llegue a la «hora de dormir» con bastante mal humor. En ocasiones están «tan pasados de rosca» que acaba costando más que se se duerma a su hora suprimiendo la siesta que si le dejamos dormirla.

Y entonces ¿qué puedo hacer para que mi hijo se duerma temprano?

Pues lo siguiente:

  1. No pelear con él para que duerma.

  2. El dormitorio es sólo para dormir. 

  3. De día hay luz, de noche oscuridad.

  4. Le despierto un poco antes cada día. 

Os explico cada punto para que lo entendáis.

No pelear con él para que duerma

Si lo hacemos generamos un estrés contraproducente que suele retrasar la hora en la que se acaba durmiendo. Te lo explico más a fondo en este artículo.

El dormitorio es sólo para dormir

Muchos niños tienen un dormitorio que sirve de zona de juego. Si es tu caso y tu hijo duerme bien, no hay problema. No todos son iguales.

Pero si tu hijo tiene un dormitorio/habitación de juego, y es de los que cuando lo llevas a dormir quiere ponerse a jugar o se despierta a las 4 de la mañana y pide que juegues como si fuesen las 4 de la tarde, no te sorprendas. Cambia.

Si el niño relaciona el dormitorio sólo con dormir evita estos problemas. Y en este sentido cuantos menos juguetes u objetos que le llamen la atención mejor.

De día luz, de noche oscuridad

Algunos niños duermen indistintamente de día y de noche. El problema en algunos casos es no tener un ritmo de luz adecuado que le diga a su cerebro cuándo es de día y cuándo de noche. Un correcto ritmo de luz marca un ciclo que estimula la secreción de melatonina. Esta sustancia es la que regula el sueño, de forma que cuando la luz baja empezamos a sentir la necesidad de dormir.

Es mala idea tener lámpara de compañía o como queramos llamarla. Cuanto más oscuro esté de noche mejor.

Y si tu hijo te llama durante la noche intenta atenderle sin luz o con la más suave posible y el mínimo rato que haga falta.

Le despierto un poco antes cada día

Y aquí está la clave para que se duerma antes. Muchos niños que se duermen tarde también se levantan tarde. De esa parte no solemos quejarnos. Pero recuerda que el número de horas que duerme es el que necesita.

Si hay margen razonable, ¿qué hará el niño si le despierta cada día un poco antes? Simple.

Se cansará más temprano y necesitará dormir más temprano a la noche siguiente. 

Entiendo por margen razonable cuando el despertarlo antes no vaya a ser un problema mayor del que ya tenemos.

Por ejemplo, si un niño se duerme a las 23:00 y está en pie a las 6:00 no hay margen de maniobra.

Pero si tras dormirse a las 23:00 es capaz de dormir hasta las 11:00 tenemos mucho margen de maniobra.

Lograr que se duerma cuando no tiene sueño es muy complicado. Pero despertarle antes y ofrecerle estímulos agradables es mucho más fácil que tenga éxito. Además de ser una forma más efectiva y menos conflictiva de lograr lo mismo.

Si compaginamos esto con el hecho de reducir el ritmo de las actividades que le ofrecemos y la iluminación al final de la tarde, el proceso irá surtiendo su efecto poco a poco.

Lo ideal es hacer esto de forma gradual de forma que para adelantar una hora su momento de dormir invirtamos en torno a una semana.

Es importante que respetemos el proceso. Me refiero a que si estamos en este tema debemos evitar que una noche por motivos escogidos por nosotros el niño rompa la tendencia. Por ejemplo, debemos evitar ir a una celebración en la que sabemos que acabaremos tarde y el niño no podrá dormirse. 

Categorías
Bebé 12 meses, 1 año Blog Conciliación Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Cuesta Dormirlo Duerme poco Guardería Sueño del Bebé y Niño

Siesta del niño, ¿hasta cuándo?

La siesta del niño, ¿hasta cuándo es adecuado mantenerla?

La siesta, esos sueños que tienen casi todos los bebés a lo largo del día. Llega un momento en que no quieren ya hacerla. ¿Insistimos o no en que la hagan?

Conforme van creciendo la mayoría de niños van necesitando menos descanso durante el día. De modo que unos antes y otros después dejan de hacer la siesta de media mañana primero. Y antes o después desaparece también la de la tarde.

Suelen preguntarme sobre lo ideal en cuanto a estas siestas. Si deben ser un número determinado según la edad, y de qué duración.

Cada niño tiene su ritmo. Indicaciones sobre la siesta según el caso

Si ya me conocéis mínimamente intuiréis la respuesta: «Depende de cada niño».

Debemos entender que si un niño no está sujeto a horarios duerme las horas que necesita al día mientras nadie se lo impida. Y cuando sí interferimos y le impedimos descansar, el niño va a manifestar su necesidad de hacerlo. Es lo que ocurre por ejemplo cuando se escolarizan, los despertamos para ir al «cole» y durante la mañana llega un momento que las actividades del colegio les impiden descansar allí.

Aquí puedo tirar también de experiencia propia como padre. Cuando mi hijo empezó a ir al «cole» perdió la siesta de media mañana que sí hacía en casa. El resultado era que cuando lo recogíamos solía dormirse inmediatamente en el coche camino de casa.

Estuvo haciendo esto durante más de un año. Poco a poco fue retrasando el inicio de esa siesta hasta horas más tarde de salir del colegio.

Y llegó un momento en que se resistía. Lo veía con sueño, pero si le insinuábamos que tocaba dormir la siesta, se enfadaba.

Su necesidad de actividad y estímulos nuevos estaba en conflicto con su necesidad de descansar. A todos nos pasa antes o después que el niño se resiste a dormir, y la cuestión es qué hacer en esa situación.

¿Insistir para que duerma la siesta o no?

Os digo cómo lo hice yo con mi hijo y el motivo.

Cuando llegaba la hora de la siesta lo veía que empezaba a mostrar signos de sueño, pero seguía con su actividad. Si le comentábamos que tenía sueño y había que dormir decía que no, que quería seguir jugando.

La clave para decidir que hacer está en dos preguntas:

  • Si insistes un poco para que duerma ¿lo hace con relativa facilidad?
  • Si no duerme la siesta ¿cómo está el resto de la tarde?

Cuando resulta imposible lograr que el niño haga la siesta la situación ya está clara. Se han acabado las siestas. No tiene sentido que cada tarde el planteamiento sea pasar un mal rato y obligar a algo que por su propia naturaleza no vas a lograr con una pelea intensa. Porque para dormir hace falta relajarse.

Pero si aunque su primera respuesta sea no, lo tomamos en brazos y lo tranquilizamos llevándolo a su dormitorio y acaba durmiéndose, la clave es la segunda pregunta.

¿Qué pasa después de la siesta?

Hay niños que duerman o no la siesta están bien el resto de la tarde y acaban durmiéndose más o menos bien a la misma hora. En estos podemos insistir un poco en que duerman la siesta según convenga o no para organizar las actividades del resto de la familia.

Algunos niños si no duermen la siesta luego están irritables y de mal humor el resto de la tarde. Y no sólo no se duermen antes por la noche, sino que llegan tan irritados que les cuesta más dormirse. En estos claramente conviene insistir para que acaben durmiendo la siesta.

Hay otros en los que hagan o no la siesta están bien el resto de la tarde, pero cuando hacen la siesta se acaban durmiendo mucho más tarde por la noche. En estos escogeremos qué distribución del sueño se amolda mejor al esquema de actividad de la familia, ya que no afecta al bienestar del niño.

Duración de las siestas

En principio, si una duración determinada no tiene efectos negativos en cómo esté el niño después y puede hacerse compatible con la organización familiar, lo mejor es respetar la duración que el niño le dé cada día.

Pero hay casos en los que notamos que una siesta demasiado larga da problemas:

  • En los bebés pequeños cuando tras siestas demasiado largas comen con ansiedad o no están ganando peso adecuadamente, conviene acortar las siestas durante el día para que coman antes.
  • En los niños que cuando hacen unas siestas demasiado largas luego de noche están demasiado activos.
  • Aquellos que si duermen una siesta demasiado larga parecen despertarse de peor humor. Los hay. Me pasa a mí por ejemplo. No suelo dormir siesta. Pero si un día lo hago, si paso más de 20-40 minutos suele resultarme mal. Me despierto más cansado y de mal humor que antes de la siesta.

En resumen, la eliminación progresiva de las siestas es un proceso largo en el que las situaciones intermedias suelen generar dudas y problemas. Actuad pensando primero en el efecto que tiene en el bienestar del bebé tomar una opción u otra. Y cuando sea indiferente para él escoged lo que mejor se amolde al ritmo de actividad familiar. Buscando ese equilibrio evitamos problemas.

Categorías
Alta Demanda Ansiedad Apego Autonomía Bebé de 4 meses Blog Cólico del Lactante Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Cuesta Dormirlo Cuidados del Bebé y el Niño Duerme poco Sueño del Bebé y Niño

Mi bebé no duerme en todo el día

Mi Bebé no duerme en todo el día, tendrá algún problema.«Mi bebé no duerme en todo el día». Cuándo es por un problema y cuándo es parte de su carácter. Otras características en bebés que casi no duermen de día.

Mi bebé no duerme en todo el día

¿Es posible? Hablamos de bebés de pocas semanas o pocos meses. ¿Puede un bebé de esa edad estar bien sin dormir durante horas y horas?

Todas habréis leído que los bebés duermen mucho más cuanto más pequeños son. Y que conforme crecen van reduciendo el número de horas que duermen al día estando cada vez más activos, especialmente durante el día.

Esto se debe a dos motivos:

  • Conforme un bebé crece se hace cada vez más marcado el ritmo día/noche. De forma que tienden a estar más activos y alimentarse más durante el día y de noche tienden a espaciar las tomas y dormir más.
  • Al crecer las dos necesidades básicas de comer y dormir van dando espacio a la tercera esencial: Estímulos. Son necesarios para desarrollar su cerebro y conforme el bebé crece vemos que destina cada vez menos tiempo a dormir y más a buscar estímulos.

El resultado es que hay muchas estadísticas que te dicen cuánto es el tiempo normal que duermen los bebés en función de su edad. Hay que entender que estas cifras que te ofrecen son las medias. Pero que sin tener problemas hay bebés que duermen bastante más o bastante menos de las cifras que se mencionan en estas escalas.

Respecto a la pregunta ¿Hay realmente algún bebé que no duerme en todo el día? Puede que lo haya. Pero no conozco a ninguno. Me refiero en este caso a bebés menores de un año. Lo que sí que hay son bastantes que pueden estar activos durante 10, 12, 14 horas al día con muy breves siestas. A veces son siestas de no más de 10 minutos. Pero casi siempre estas siestas están ahí. Ahora después hablaremos de estos casos.

Por tanto la realidad en casi todos los casos es:

Mi bebé no duerme en todo el día. Bueno, sí que duerme algo, pero muy poco y está mucho más activo que la mayoría de bebés de su edad.

La clave cuando esto ocurre es diferenciar dos situaciones:

  • Mi bebé no duerme en todo el día más, porque tiene un problema. Si no duerme más y notamos que el bebé no está bien, si tiene fiebre o llanto inconsolable, si come mal, si vemos signos de que algo no va bien como una piel irritada, mucosidad, tos…. debemos descartar que el bebé no duerma bien porque tenga algún problema. Cuando esto ocurre, la situación de no dormir en todo el día es algo nuevo. Son bebés que siempre han dormido más y de repente dejan de hacerlo con signos de que algo no va bien. Si esto ocurre mi recomendación es que lo lleves al Pediatra para que lo explore e identifique la causa.
  • Mi bebé no duerme en todo el día más, porque él es así y está sano siendo así. Pero hay bebés que desde siempre han sido así, en los que dormir poco o casi nada durante el día es la norma desde hace tiempo y sin embargo el bebé parece estar bien. Se alimenta bien, no tienen signos de dolor ni un llanto inconsolable. Estos bebés suelen llorar con frecuencia, pero suelen calmarse cuando le damos estímulos: Si lo tomas en brazos, si te levantas con él y le das un paseo, si cambias de ambiente, si sales a la calle… Cuando un bebé ya desde los primeros días o semanas de vida se comporta así solemos hablar de Bebés de Alta Demanda.

Mi bebé no duerme en todo el día, o casi ¿Será un Bebé de Alta Demanda? ¿Qué significa esto?

No todos los bebé son iguales. Podemos simplificar diciendo que un bebé tiene tres necesidades básicas: Comer, Dormir y Estímulos.

Hay bebés comilines, dormilones y De Alta Demanda. Dependiendo de cuál de las tres necesidades es la prioritaria para ellos.

El Bebé de Alta Demanda muestra que lo es ya desde los primeros días de vida. Habitualmente a partir del 2º o 3º días de vida, en cuanto supera la primera fase de agotamiento tras nacer.

Son llamativos porque demandan muchos estímulos y además cambiantes y eso se refleja en su relación con la comida y con el sueño.

Cómo come un bebé de alta demanda

Habitualmente hacen muchas tomas de poca cantidad. Como todos los bebés necesita comer. Pero como su necesidad prioritaria es buscar estímulos nuevos aguanta lo que puede mientras está distraído. Cuando por fin el hambre es ineludible parece que de repente lo estuvieses matando sin comer desde hace días. Pide comer desesperado. Pero en cuanto se sacia un poco se distrae con cualquier estímulo nuevo.

Por tanto son bebés que comen con ansiedad, pero hacen tomas muy numerosas y cortas.

Cómo duerme un bebé de alta demanda

Pueden pasar casi todo el día activos. Es llamativo que algunos de estos bebés, con pocas semanas, sean capaces de estar activos durante más de 10,12,14 horas, interrumpiendo esa actividad sólo con siestas cortas y a las que se resisten cuanto pueden. Su necesidad prioritaria es buscar estímulos y aunque estén reventados intentan aguantar despiertos.

Una cosa característica es que estas siestas sólo llegan si lo tomas en brazos cuando está agotado. Y que la siesta puede durar algo más si lo mantienes en brazos. Pero si lo separas de ti la siesta se acabó en 10-15 minutos. Dejándolo en brazos puede prolongarse hasta 1 hora o más. Pero como lo sueltes ya se ha acabado.

Esto se debe a que mientras lo tienes en brazos está recibiendo estímulos, con lo que puede prolongar la siesta ya que su necesidad primordial no está desatendida. Pero si lo dejas separado cesan los estímulos que recibía y si ha superado el agotamiento inaplazable que le llevó a dormir vuelve a la carga a por más estímulos.

Qué implica ser un bebé de alta demanda

Son bebés cuyo desarrollo neurológico es más rápido y el cerebro para desarrollarse necesita estímulos. Los consume para este proceso. Cuanto más rápido es el desarrollo cerebral de un bebé más estímulos consume. Por lo tanto ser bebé de alta demanda no es una mala noticia pero tiene su precio: Son agotadores.

Pero para su salud, dormir menos de lo que lo hacen los demás bebés de su edad no supone un problema. Y además es imposible conseguir que duerman mucho más.

Lo único que puede lograrlo es el porteo. Como el contacto le ofrece unos estímulos afectivos constantes si lo llevas mucho en mochila, fular o en tus brazos es más fácil que cuando necesite dormir lo haga. Mi recomendación en estos niños es que busques una buena mochila ergonómica y la uses tanto tiempo como veas que el bebé la acepta. Permite darle esos estímulos de forma más cómoda y dejando tus manos libres.

Si quieres saber más sobre los bebés de alta demanda puedes leer en estos artículos:

¿Cómo son los niños de alta demanda al ir creciendo?

Niños de alta demanda o Hipereactivos con déficit de atención

Categorías
Bebé de 8 meses Blog Cuesta Dormirlo Sueño del Bebé y Niño

Niño al que le cuesta dormirse

Pelea al dormirse

Niños que se pelean cuando quieren dormirse, como si no quisieran hacerlo o les resultase desagradable. Respuesta a una Consulta Online de una madre.

Hay niños que cuando tienen sueño se pelean con él. Es como si no quisieran dormirse. Sea como sea la cuestión es que al intentar que se duerman no paran de llorar.

La causa más frecuente es doble y su base es psicológica:
– Que intentemos dormirle cuando no tiene sueño o ya se le ha pasado.
– Que haya convertido el momento de dormirse en algo desagradable.

¿Cuándo tiene sueño?

Ambas cosas suelen surgir porque pensamos que los niños son relojes suizos y tienen «su hora de…». Y esto no es cierto. Tendemos a ser regulares, pero con variaciones. Porque somos seres vivos y nos adaptamos a un ambiente cambiante.

Todos tenemos la experiencia de tener sueño y no haber podido dormirnos por cualquier motivo. Por ejemplo en una guardia o cuando quieres dormirte y tu bebé no.

El resultado es que cuando se pierde esa oportunidad en la que nos hubiésemos dormido con facilidad, se pasa el sueño durante un buen rato (1-2 horas), pero nos quedamos de mal humor, porque hay una necesidad sin cubrir.

Algunos días los bebés tienen sueño antes de su hora habitual. Sea porque la noche anterior durmió menos o porque este día ha sido especialmente agotador. La cuestión es que si en ese momento no hacemos su ritual de sueño (por lo general tomarlo en brazos y alimentarle), se le pasa. A partir de ese momento notas que sigue con sueño, está de mal humor, pero no puede dormirse. Hemos perdido la oportunidad. Y hasta que se reúnan de nuevo las condiciones puede pasar un tiempo en que estará agotado pero con dificultad para dormirse. Es decir, muy, muy cabreado.

Es frecuente que lleguemos a esto porque cuando le ha dado sueño aún «le tocaba el baño» o hemos valorado que aún «no era su hora de dormir» y le hemos aguantado despierto.

Para evitarlo, cuando un bebé tiene sueño claramente aunque se adelante un poco el momento la prioridad es el sueño: Ve al dormitorio y en un ambiente lo más tranquilo posible haz su ritual (en brazos toma el pecho).

Otras veces llega «la hora de dormir» y no tiene sueño. Sea porque ese día ha dormido una siesta más larga o porque está más activado… Pero intentamos dormirle y se resiste porque su cuerpo no reune las condiciones necesarias para dormirse..

En este caso lo adecuado es salir del dormitorio, entretenerle un rato y no intentar dormirle hasta que notemos que tiene sueño.
Es una de las medidas básicas contra el insomnio incluso en adultos. Si se asocia el lugar de dormir con la imposibilidad de dormirnos, la hemos liado.

Por tanto: No intentes dormir a un bebé si no tiene sueño.

Si al intentarlo está claramente activado puedes probar a tranquilizarle, pero nunca pelees. Si lo haces relaciona la situación de dormirse con algo desagradable, lo que agrava el problema. Sal del dormitorio, juega un rato a cosas que le tranquilicen y cuando veas signos de sueño prueba de nuevo.

Cuando hacemos esto volvemos a transformar el sueño en algo fisiológico y sin carga negativa.

No intentes modificar en esta fase su ritual de sueño. Si se duerme en brazos sigue haciéndolo, si lo hace tomando el pecho o el biberón, o con el chupe sigue igual por ahora.

Lo que buscamos en esta fase es que le resulte lo más fácil posible dormirse.

Repito las claves de la rutina para evitar las peleas al dormir:

  1. Su hora de dormir es cuando él tenga sueño. Si notas que lo tiene lo intentas. Si no muestra signos de sueño no lo intentes.
  2. Cuando ya está irritable es porque posiblemente no nos hemos dado cuenta de que hace rato que tenía sueño y se nos ha pasado la oportunidad sin aprovecharla. Intenta estar atenta a esto.
  3. Cuando apreciamos el sueño colaboramos con él en el ritual de sueño que habitualmente le resulte más fácil para dormirse.
  4. No intentamos en esta fase hacer modificaciones para llevarlo a un ritual de sueño independiente, porque eso generaría más ansiedad en una fase en la que estamos centrados en un objetivo más básico: que la ansiedad desaparezca asociada al sueño.
  5. Si el niño se resiste cuando intentamos colaborar en su ritual cesamos inmediatamente el intento y pasamos a entretenerlo con otra actividad.
  6. Volvemos a intentarlo sólo cuando el niño vuelve a mostrar sueño.
Categorías
Alta Demanda Apego Autonomía Bebé de 5 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Cuesta Dormirlo Cuidados del Bebé y el Niño Otros temas de Salud Infantil Rituales de Sueño Infantil Sueño del Bebé y Niño

Pekemito: «Déjalo llorar que ya se cansará y se dormirá»

Déjalo llorar que ya se dormirá

Pekemito, cada semana debatimos y desmontamos un mito sobre crianza: «Déjalo llorar que ya se cansará y se dormirá» y su variante «Deja que llore que así se «le hacen los pulmones.»

Cada martes os pedimos en Facebook que nos digáis un Mito sobre crianza con el que os hayan machacado por ser padres y madres novatos.

Y debatimos sobre él para ver si tiene algo aprovechable o son simplemente malos consejos nacidos de errores de concepto.

En este caso vamos a hablar de uno que puede ser motivo de guerra entre las dos grandes facciones de crianza que hay hoy en día.

Hablando del tema concreto del sueño hay quien defiende que hay que enseñar a los niños a dormir solos y quien cree que lo mejor es que duerman con los padres hasta que decidan dejar de hacerlo.

Yo ya he tratado este tema en otros artículos. Y resumiendo soy de la opción que permita descansar bien a toda la familia. Y eso tiene respuestas diferentes en cada niño.

El Mito que tratamos en este caso sería el resumen del método «Duérmete niño». También he escrito un artículo con mi opinión sobre él. No lo comparto. Porque acepto que hay familias en las que el colecho no es la solución. Pero de ningún modo creo que dejar llorar a un niño sea la forma adecuada de que aprenda a dormir sólo.

Si una familia no quiere hacer colecho o lo intenta pero el resultado es que descansan mal la opción puede ser que el bebé aprenda a dormir sólo. Pero hay formas «civilizadas» de hacerlo.

Dejar llorar a un niño es algo que cuesta a cualquier padre o madre. ¿De verdad creemos que es la única forma de lograr que un bebé sea capaz de dormirse sólo? A mí no me enseñaron otra opción en la especialidad. La verdad es que en la especialidad había mucha mitología de la crianza pero se entraba poco en serio a formar sobre ella.

Gracias a estar en Internet y aprender al mismo tiempo que se comparte lo que uno cree saber llegué a entender varias cosas que no me enseñaron mientras me formaba como pediatra:

  1. Que lo natural es que los padres muestren afecto a su hijo. Y eso incluye aliviarle cuando llora.
  2. Que cada niño tiene una forma diferente de ser y lo que en unos funciona en otros es imposible.
  3. Que hablando de formas correctas de dormir niños hay tantas como familias.
  4. Que cuando los padres escogen no dormir con su hijo hay formas de ayudarle a esa opción que no implican hacer sentirse culpables a los padres ni dañar el vínculo de afecto que les une.

Lo que actualmente recomiendo a los padres que han llegado a la conclusión de que no son capaces de descansar con su hijo (o simplemente no desean hacerlo, yo no soy quién para decirles como criar a su hijo) y quieren que aprenda a dormir sólo es el artículo más leído de esta web: «Cómo enseñar a un bebé a dormir sólo sin dejarlo llorar».

Espero vuestras opiniones para seguir aprendiendo. Pero por favor sed respetuosos con las opiniones de los demás padres.

Ninguno poseemos la vedad absoluta en este tema, porque en crianza no existe.

Categorías
Autonomía Bebé de 8 meses Blog Conducta del Bebé y el Niño Convivencia Cuesta Dormirlo Duerme poco Rituales de Sueño Infantil Sueño del Bebé y Niño

A mi niño le cuesta dormirse

Le cuesta dormir

Las tres claves para ayudar a descansar al niño al que le cuesta dormirse. Entender porqué le cuesta y cambiar es la solución para que todos descanséis.

Empezar a dormirse es algo misterioso y sin embargo tan natural que sorprende a veces. El cuerpo está diseñado para que cuando se den las circunstancias adecuadas lo hagamos a diario. Porque es imprescindible. Incluso por agotamiento, sucede a veces hasta cuando no debería.

Hay niños que una vez que se duermen ya lo hacen del tirón toda la noche, pero sin embargo les cuesta muchísimo empezar. Cuando llega la hora de acostarse parece que les dieran un café doble, no quieren ni ver la cuna y generalmente acaban durmiéndose en brazos o en la cama de los padres.

Tienen el problema para dormirse de noche, pero luego no es raro que se queden dormidos de agotamiento durante el día, o se levanten más tarde. Al final duermen las horas que necesitan, pero de forma desorganizada.

La solución cuando al niño le cuesta dormirse

  • Primero, tiene que llegar con sueño a la hora de acostarse, por lo que si es de los que duermen más de día que de noche, no le dejéis. No es cuestión de torturarle, sino de darle más alicientes para que durante el día esté activo. Es decir, darle más juego. Sé que llevar el ritmo de un bebé es complicado, y que encima si no estáis descansando bien de noche, aún más. Pero tiene su recompensa.

Los primeros días podéis notarle algo más irritable, porque se resiste a cambiar el hábito que tenía. De hecho le hacéis lo mismo que él a vosotros, no dejarle dormir cuando su cuerpo se lo pide. Pero sólo serán unos días y merece la pena.

Pensad, el niño llora todas las noches por no querer dormirse y puede seguir así años. La pediatría respetuosa no es dejar todos los ritmos del bebé funcionando a su aire. Es no modificar uno de ellos más que cuando tengamos claro que le perjudica. Y en este caso lo hace. Llora cada noche para dormirse y su ritmo de descanso tiene como consecuencia que sus padres no descansen. Y él tiene que convivir con esa pareja de zombies malhumorados. ¡No le conviene lo más mínimo! No señor…

  • Segundo, la regularidad: Todos tenemos una hora de conciliar el sueño. “Gracias” a las guardias, que son parte de mi trabajo, tengo comprobado y todos los compañeros lo confirman, que cada uno tiene una hora determinada en la que se le cierran los párpados y cuesta la propia vida no dormirse, pero en cuanto pasa esa hora, ya puedes aguantar despierto sin mucho problema.

Del mismo modo, cuando un niño pasa la hora a la que se duerme habitualmente, sea por una fiesta, una visita o cualquier otra cosa, ya cuesta mucho más que se duerma y además se pone de mal humor (razón esta aplicada a los médicos, que me hace recomendar con convicción que no acudáis a urgencias de noche si no es imprescindible: el médico, aunque intente lo contrario suele ser menos agradable).

Si de veras queremos establecer una hora razonable a la que el niño se duerma sin problemas es importante que nosotros respetemos esa hora.

Pero también hay veces en las que pretendemos que se duerma cuando para él es imposible aún. Si hacemos un intento y hay gran resistencia en ocasiones la mejor opción antes de que se active mucho más es dejar el intento para un rato después.

  •  Tercero, evita actividades que le activan antes de dormirse o le animan a seguir despierto. Al menos en la hora previa a dormirse, lo recomendable es reducir el ritmo de las actividades que hacemos con él. Y evitar en ese tiempo ofrecerle cosas que va a querer prolongar, como ver la televisión o jugar, especialmente con aparatos electrónicos. En su lugar, leerle un cuento o contarle un cuento en su cama puede ser un incentivo para aceptar esa nueva situación. Pero escoged historias tranquilas y que no le puedan producir miedo a la hora de dormirse.

 

Categorías
Autonomía Bebé de 11 meses Blog Colecho Convivencia Cuesta Dormirlo Duerme poco Pesadillas y Terrores Nocturnos Rituales de Sueño Infantil Se Despierta Mucho Sueño del Bebé y Niño

Cómo hacer que un niño duerma toda la noche

Dormir toda la noche.

Peketema: Un tema solicitado por las madres en nuestra comunidad de Facebook. ¿Hay alguna forma de que un niño duerma toda la noche?

Hay una serie de ideas que la gente asocia a un «buen bebé»: Que coma bien, que duerma bien, que llore poco, que la caquita justa, ni mucha ni poca, que crezca bien (o si es posible incluso un poquito más de lo normal…)

Y luego está la realidad. Os diría que no hay un solo niño que lo cumpla todo. Alguna vez he pensado en poner en esta web un apartado de «intercambios»: «Cambio niño que no come por niño que no duerme…»

Hablando del tema del sueño.

¿Cuando es normal que un niño duerma toda la noche del tirón?

Pues para desgracia de los que se hacen esa pregunta, podremos decir que seguramente hay un problema a solucionar cuando un niño con más de 3 años (p0r poner una fecha) no duerme habitualmente sin despertarse toda la noche. Especialmente hasta los 18-24 meses, lo normal es que se despierten a veces.

Vamos por edades en niños sanos que no tienen ningún problema:

En las dos primeras semanas de vida se recomienda de hecho que no pasen más de 4-5 horas sin comer, porque eso puede producir un descenso de azúcar en sangre para el que no está preparado. Se recomienda que cuando pasan más de ese tiempo sin comer se haga por despertarles.

Los primeros 5-6 meses ya toleran el ayuno sin problemas (tienen reservas de azúcar en el hígado suficientes). El tiempo entre las tomas de noche suele ir aumentando. Hay incluso algunos bebés que llegan a dormir toda la noche. Muchos padres cantan victoria pensando que eso es un paso sin vuelta atrás.

Entre los 5 y los 7 meses empiezan a despertarse con más frecuencia. Esto ocurre porque maduran y cambia el patrón de sueño. Empiezan a aparecer cosas como las pesadillas y los terrores nocturnos. Y los bebés tienen más facilidad para despertarse entre ciclos de sueño (45-90 minutos) pidiendo hacer su ritual de sueño cada vez que quiere volver a dormirse.

Los siguientes 2 años el sueño estará marcado por la opción que escoja cada familia. Son básicamente 2 con tantas variantes como familias. Y en cada familia una por niño.

Hay radicales defensores de una y otra. Yo soy de la opinión de que en cada caso es adecuada una y que sólo conociendo las circunstancias, preferencias y carácter de cada caso puede decirse cuál es la más adecuada. El objetivo, prejuicios a parte debe ser que todos los implicados, es decir toda la familia, descanse lo mejor posible. Porque sea cual sea nuestra preferencia a priori, no descansar perjudica a toda la familia y al niño como miembro de ella.

Categorías
Ansiedad Blog Botiquín para atender Bebés y Niños Conducta del Bebé y el Niño Cuesta Dormirlo Cuidados del Bebé y el Niño Dermatitis del Pañal Digestivas Dolor Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños FRRR Infecciones en Bebés y Niños Niño de 24 meses, 2 años Piel del Bebé y el Niño Se Despierta Mucho Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos Sueño del Bebé y Niño

Lombrices en niños

Las lombrices en los niños, algo muy frecuente y con tendencia a repetir.

Hace 200 años, posiblemente el 99% de la población mayor de 3 años tenía lombrices (por no decir el 100%).

Las lombrices están en la tierra. Son muchos los tipos de gusanos que pueblan nuestro entorno, pero sólo unos cuantos son capaces de adaptarse a vivir en nuestro interior. Concretamente en nuestro intestino.

Hay dos tipos fundamentales de gusanos capaces de vivir en nuestro intestino: Las lombrices (ascaris y oxiuros) y las tenias (menos frecuentes pero más agresivas).

Aquí vamos a tratar de las lombrices que son los más frecuentes.

¿Cómo se contagian las lombrices?

Hay dos formas, directamente de la tierra o a través de otra persona que las tiene.

En la tierra hay lombrices y ahí ponen sus huevos. Cuando alguien trabaja o juega con tierra y luego se mete la mano en la boca o toca la comida y se la come sin haberse lavado las manos, pasa los huevos de las lombrices al interior de su intestino. Allí las lombrices nacen, crecen, se reproducen y mueren.

Lo habitual es que salgan de noche a poner huevos alrededor del ano. Eso produce picor, el niño se rasca, arrastrando los huevos en sus dedos. Huevos que pasa de nuevo a la comida o a las manos de las personas con las que convive, compartiendo sus gusanitos.

El contagio en una casa es bastante fácil. Por eso, cuando diagnosticamos lombrices en un niño, solemos tratar a toda la familia.

¿Qué síntomas producen las lombrices?

En algunos casos ningún síntoma. Pero otras veces:

– Dolores de barriga.

– Picor anal. Especialmente de noche.

– Irritación vulvar en niñas, con molestias al orinar.

– Hay quien dice que rechinar de dientes.

– Si las hay en gran cantidad, malnutrición. Lo que se coman los bichitos no te lo comes tú. Y su presencia irrita la pared del intestino haciendo que no funcione bien.

¿Cómo saber si un niño tiene lombrices?

Lo más evidente, viéndolas en la caca. La hay de distinto tamaño. Lo más habitual es que midan menos de un cm de largo y menos de 2 mm de grosor, aunque pueden llegar a ser bastante más grandes. Pero las hay que no se ven a simple vista. Cuando se ven, ¿cómo son?

En la mayoría de los niños no las vemos a simple vista, y tenemos que buscarlas. Más concretamente buscamos sus huevos en la caca.

Para tener «seguridad» de que un niño no tiene lombrices debemos recoger caca de 3 días diferentes, y que no encontremos huevos de lombriz en ninguna de esas muestras. Con que aparezcan los huevos en una sola de las muestras, es que tiene lombrices.

Tratamiento contra las lombrices

Hoy en día tenemos tratamientos efectivos. Según el tipo que tenga, vuestro pediatra os dirá el medicamento y la pauta para darlo.

El problema es que el tratamiento mata a las lombrices, pero no evita que vuelvan a llegar.

Si un niño tiene hábitos que favorecen que las lombrices vuelvan, cada vez que las buscamos volvemos a encontrarlas, aunque el tratamiento sea efectivo.

Los hábitos que lo hacen más fácil son:

– Jugar con tierra y no lavarse las manos antes de comer.

– Meterse las manos en la boca con frecuencia, chuparse el dedo, morderse las uñas…

– No lavarse las manos tras limpiarse el culete después de hacer caca.

En algunos niños es tan difícil evitar las dos primeras, que plantearse tenerlos limpios de lombrices es casi imposible. Cuando esto pasa, en ocasiones no nos queda más que asumir que hasta que sea algo mayor y mejoren esos hábitos va a tenerlas y nuestro objetivo es sólo mantenerlas a raya.

Esto es de hecho lo que hacemos con los perros. Prácticamente todos los perros las tienen, y para evitar problemas serios lo que hacemos es desparasitarlos con regularidad. Con esto conseguimos que la población de lombrices, aún estando, no sea capaz de generar daños graves, como dolores intensos o desnutrición.

Lo que yo recomiendo a los padres en estos casos es hacer tratamiento si los síntomas o las molestias son muy evidentes, y si no es así repetir búsqueda en heces y desparasitar cada 6 meses mientras nos salga positivo. Pero no pedir control tras el tratamiento para confirmar la eliminación y volver a tratar si sale de nuevo positivo. Porque en algunos niños esto significaría tratarlos todos los meses y eso no tiene sentido.

slider_2