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Masajes para el bebé con cólicos del lactante

Masajes para el cólico del lactante

La Fisioterapeuta Lorena Gutiérrez Fernández, autora de FisioByM.com nos explica cómo dar masajes a los bebés con cólico del lactante.

Los cólicos del lactante son, sin duda, uno de los procesos más temidos por padres y madres de bebés desde su nacimiento. Lo más frecuente es que aparezcan en los primeros meses de vida del bebé, disminuyendo la probabilidad de padecerlos a partir de los 4 meses. Se caracterizan por el llanto intenso e inconsolable del bebé sobre todo a última hora del día y, diría yo también, por la impotencia y frustración de sus padres al no saber cómo consolarle.

Para entender el cólico del lactante lo primero que necesitamos es una dosis de asertividad, es decir, pongámonos en la piel de nuestros bebés. Los adultos sabemos lo difícil que es definir un dolor. Cualquier sensación subjetiva es muy personal, y el ponerle adjetivos puede ser una tarea ardua. Si nos han preguntado alguna vez “en una escala del 1 al 10, puntúa tu dolor” o “¿qué tipo de dolor sientes?: punzante, quemante, etc.”, sabremos lo difícil que es puntuar o describir una sensación dolorosa. Como Fisioterapeuta, estoy muy familiarizada con el dolor (ajeno en este caso) y con la dificultad que supone para el paciente definir algo tan personal como es el dolor, y para mí llegar a entender lo que la otra persona está sintiendo.

Volvamos a nuestros bebés, y pongámonos en el lugar de un ser que acaba de llegar al mundo (hace días o semanas), con un sistema digestivo inmaduro y que se ve expuesto a una cantidad de estímulos que a veces no es capaz de asimilar. Imaginemos por un momento que sentimos un dolor de tripa intenso, al final del día que es cuando más cansados estamos, y que no pudiésemos comunicar lo que nos está pasando con palabras. ¿Qué haríamos para comunicarnos?: ¡llorar!. Y si a nuestro alrededor percibo que cuando más lloro y más me duele, se genera más nerviosismo y ansiedad ¡llorar aún más!. Lógicamente, un papá o mamá que ve a su bebé llorar no puede quedar impasible, pero sí observar su reacción y tratar de mantener la calma sabiendo que su bebé se está sano y lo que le está pasando es una etapa más de su maduración.

Como papás nos preguntaremos “¿y podemos hacer algo para ayudarle?”. La respuesta es “¡claro que podemos!”. Cómo os decía más arriba, lo primero es la asertividad, ponernos en la piel de nuestro bebé, y trasmitirles que estamos ahí y que les vamos a ayudar. El masaje nos puede ayudar tanto desde el punto de vista físico como desde el punto de vista emocional. Ayudará a nuestros bebés a relajarse, a sentirnos cerca y estar menos irritables. Pero no sólo tiene beneficios para nuestro bebé, sino que también nosotros disfrutaremos de sentir la calidez de nuestros pequeños. Y por supuesto, será muy reconfortante saber que está en nuestras manos poder ayudarle. Mi recomendación personal y profesional es acudir a cursos o talleres específicos de Masaje Infantil, donde un profesional pueda enseñarnos toda la rutina de masaje para todo el cuerpo, no sólo la del abdomen.

El masaje siempre deber realizarse en un momento del día en el que el bebé esté tranquilo (nunca en plena crisis). Siempre empezamos por la maniobra llamada “manos que reposan”, que consiste en simplemente (o no tan simplemente) en colocar nuestras manos sobre el abdomen de nuestro bebé. Muy probablemente, si el bebé ha padecido cólicos recientemente, rechace el contacto o flexione brazos y piernas manifestando su incomodidad. Debemos ser receptivos y saber que el bebé necesita tiempo para relajarse y entender que le vamos a ayudar. Puede ser que durante varios días sólo podamos poner las manos sobre su abdomen y nada más.

El masaje realizado por los papás es un perfecto complemento para el tratamiento de Fisioterapia u Osteopatía que haga el profesional. Los bebés tienen una gran capacidad de recuperación, por lo que suele ser suficiente con 2-3 sesiones de tratamiento. En estas sesiones se identifican las zonas que están en tensión y se aplican maniobras específicas para relajarlas. El terapeuta nos indicará en qué puntos debemos incidir a lo largo de la semana para seguir ayudando a nuestro bebé.

Además del masaje, tenemos más recursos para que nuestro bebé nos sienta cerca, minimizando su estrés o sobrestimulación. El portear a nuestro bebé, en un portabebé ergonómico que respete la posición fisiológica del bebé y reparta el peso adecuadamente en nuestra espalda. De hecho, hay estudios que demuestran los beneficios del piel con piel, y por otra parte se ha sugerido que los bebés porteados sufren menos cólicos del lactante ya que la posición vertical favorece la expulsión de gases, y el calor que les trasmitimos con nuestro cuerpo les calma a nivel digestivo. Al igual que con el masaje, hay que ser observadores y buscar el momento más adecuado ya que, si nunca hemos porteado a nuestro bebé, tendremos que empezar progresivamente y siempre fuera de las crisis de llanto-dolor.

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25 cosas esenciales para un bebé según los padres

Estas son las 25 cosas que un bebé más necesita según los padres en una encuesta que hice en Facebook

Antes de ver la lista, hago mención especial a comentarios muy acertados de algunas madres que destacaron que todo lo que hay en la lista es secundario. Que lo más importante que necesita un bebé, es a sus padres, la paciencia de sus padres, la comprensión de sus padres… Y ante todo, su amor.

Y yo en otro artículo (cosas de bebés) en el que hablaba de lo esencial para preparar la llegada de un bebé, ya destacaba hace años: Tiempo. Es el bien más escaso hoy en día, y con el que casi nunca cuentan los padres al preparar la llegada de un niño.

Os pongo la lista en función de los «me gustas» que recibió cada uno de los productos. Algunos los he agrupado para que fuese más útil. En total fueron más de 250 comentarios. Muy buena participación. Me alegro de haber tocado un tema útil. Y pretendo desarrollarlo en la medida de las posibilidades de las herramientas que pongo a vuestra disposición.

En próximos artículos trataremos cada una de esas familias de productos, hablando de cuales son vuestras preferencias y de los consejos que pueda dar como Pediatra sobre cada una de ellas.

Aquí tenéis la lista. No están ordenados según lo que yo consideraría más esencial, sino por el número de menciones de los padres y los «me gustas» que le habéis dado a cada elemento. Si fuese para hablar de esencial, para mí falta la ropa, y pondría en primera posición a sus padres y a los pañales. Pero el orden refleja no sólo lo esencial, sino lo importante que ha sido cada producto para mejorar problemas que eran importantes para los padres que los han destacado.

Cremas (de culete o para la dermatitis)

Mochila ergonómica o fular portabebé.

Biberones anti-cólico.

Pañales

Aspirador nasal

Cojín de lactancia

Hamaca

Arnica (Barrita de homeopatía -se han mencionado otros productos de homoeopatía para otras utilidades- para los golpes)

Cámara vigilancia

Bañera y accesorios para la bañera.

Sacaleches

Trona

Babycook (Para cocinar purés)

Esterilizador

Cuna (colecho e independiente)

Chupete

Termómetro

Papillas-potitos

Termos y otros embases de transporte.

Toallitas

Silla de coche

Carrito de paseo

Cojín antireflujo

Calientabiberones

Evidentemente faltan muchas cosas. ¡Será por cosas para los bebés! No sé si lo sabéis, pero en España el gasto medio durante el primer año de vida en un bebé se estima en torno a los 6000€.

Acabo de darme cuenta de que muchos de los que leáis este artículo tal vez no conocéis mi página de Facebook. Si es así, os recomiendo que os deis un paseo por ella. Es el sitio donde los padres compartís más ampliamente vuestra opinión sobre los artículos que publico. Lo cual creo que enriquece muchísimo la capacidad de ayudar que pretendo que tenga.

Esta es mi página de Facebook.

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El control del niño sano en crisis

El Control del Niño Sano es muy importante en la prevención y en la formación. Pero cada vez son más los centros de salud en los que no puede hacerse por masificación.

Hace ya 12 años que acabé la especialidad de Pediatría. Cuando yo la hice, no era necesario rotar durante nuestra formación por atención primaria. Yo lo hice porque lo solicité. Fui el primero de mi promoción en hacerlo. Después me imitaron otros.

La formación de los pediatras vía MIR es fundamentalmente hospitalaria. Y se centra en el tratamiento de la enfermedad.  La resolución de problemas de sueño, conducta, alimentación y los consejos sobre cómo evitarlos no suelen darse en el hospital. El seguimiento del desarrollo y crecimiento de niños normales tampoco se hace en el hospital.

Esto tiene una consecuencia. La mayoría de los pediatras no recibe formación específica para realizar el Control del Niño Sano.

En muchos casos, en los centros de salud, ni siquiera es una labor realizada por el pediatra. Se ha relegado a enfermería. No lo digo en sentido despectivo hacia enfermería. Muchas veces hacen una labor mejor que la de muchos pediatras. Lo digo porque es verdad. Ha sido relegado. En teoría el seguimiento del desarrollo infantil y la resolución de los problemas (no enfermedades) que pueden aparecer en ese crecimiento, eran parte del trabajo del pediatra. Pero en muchos centros se ha eliminado por la masificación.

Cuando los pediatras tienen demasiados pacientes, y no pueden ver adecuadamente a los niños enfermos por falta de tiempo, los gerentes han decidido que la solución es que dejen de ver al Niño Sano y se centren en el enfermo.

Esto ha empeorado aún más con los recortes en sanidad.

Pero el Control del Niño Sano y la participación del Pediatra en él, me parece esencial por varios motivos:

–        Sirve para detectar muchos problemas de salud no evidentes.

–        Establece una relación estable entre pediatra, padres y niño. Eso permite al pediatra conocer mejor las particularidades del niño y su familia. Lo que ayuda a abordar de forma individualizada los problemas que surjan y seguir mejor los problemas crónicos.

–        Crea un vínculo de confianza entre los padres y el pediatra que es esencial en el tratamiento de problemas que no tienen solución inmediata. Cuando esa confianza no existe, los padres se desesperan y empiezan a peregrinar. Eso suele significar que nadie acabe resolviéndolo: “Un médico cura, dos médicos dudas, tres médicos, muerta segura.”

–        Es el mejor modo de dar formación e información individualizada a los padres sobre Puericultura. Es decir, sobre cómo abordar los cambios que el bebé experimenta en su crecimiento.

Suele definirse la Pediatría como la Medicina del ser humano en crecimiento. Pero la estamos transformando en la Medicina del niño enfermo. Es un claro empobrecimiento.

Hay un problema añadido. Los pediatras, para realizar decentemente esta labor debemos esforzarnos para dedicarle el tiempo necesario (que muchos pediatras no tienen) y para adquirir la formación adecuada para dar este servicio. Ya que la que recibimos en el hospital es en la mayoría de los casos escasa y dada por otros pediatras que no la ejercen.

Por desgracia hay pediatras que actúan sobre los cambios de crecimiento de un niño como un elefante en una cacharrería. Hay quien “regaña y amenaza” a los padres, para al final, darle consejos basados en prejuicios que en muchos casos empeoran los problemas y generan ansiedad en los padres, pero no resuelven nada.

En otras ocasiones medicalizan cuestiones que nada tienen que ver con fármacos, sino con la forma en que hacemos las cosas con el bebé.

Hay que salvar el Control del Niño Sano, pero los pediatras necesitamos formarnos mejor para estar a la altura.

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El mejor juguete de tu hijo. Peketip 19

El mejor juguete de tu hijo,

Ese con el que siempre quiere jugar,

El que más estimula su desarrollo integral,

El que no anuncian en la tele porque no se vende,

El que no gasta pilas, aunque a veces se le agotan,

ERES TÚ

Este peketip tiene poca explicación, si tienes cerca a tu hijo. Si tienes encendido el ordenador y estás leyendo sobre cosas interesantes para su crecimiento, desarrollo y salud. Déjalo. Nada hay más importante que puedas hacer en este momento que apagar el ordenador, tablet o teléfono y ponerte a jugar con él.

El juego es la forma más afín a la naturaleza del ser humano y especialmente del niño, para crecer, aprender, reforzar el afecto y disfrutar.

Pero necesita tiempo. Y «nunca» tenemos tiempo. Crealo, fabrícalo, róbalo si hace falta… Pero encuéntralo para jugar con tu hijo.

Peketip 18
Peketip 20

 

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Evitar el corte de digestión en niños: Peketip 17

3 claves para evitar a tu hijo un Corte de Digestión

Evitad las comidas pesadas si va a ir al agua.

Entrad en el agua poco a poco.

Que no vaya al agua nunca sólo.

El corte de digestión es parecido a un síncope. Cuando comemos mucho, nuestro intestino pide una cantidad importate de riego sanguíneo para hacer la digestión.

Si en ese momento se entra al agua y está fría, la piel, para mantener la temperatura en sangre pide también más riego sanguíneo.

Cuando los dos órganos más grandes del cuerpo (piel e intestino) piden sangre a la vez, puede faltar riego en otras zonas. Una de ellas es el cerebro.

Cuando no llega suficiente riego de sangre al cerebro se pierde el conocimiento. Eso es un síncompe. Cuando se produce por un cambio brusco de temperatura tras comer una comida de digestión pesada, es un corte de digestión.

En realidad es algo pasajero. Como los síncopes. Una vez tumbado la sangre llega con más facilidad al cerebro y se recupera la conciencia en poco tiempo.

El problema del corte de digestión es que uno se desmaya en el agua. Y si nadie se da cuenta, mientras se pasa o no se pasa, está uno ahogándose.

Yo recuerdo que cuando era pequeño no me dejaban entrar en el agua hasta 2 horas después de comer, por si me daba un corte de digestión.

En realidad, entendiendo el problema puede uno bañarse incluso tras comer:

1.- Evitad las comidas pesadas cuando vayáis a bañaros. Si la digestión no pide mucha sangre no se produce el corte de digestión. Por eso, para evitarlo, es mejor comer cantidades pequeñas más frecuentes.

2.- Al entrar al agua,  hay que hacerlo lentamente, para que la piel se vaya acostumbrando sin pedir una cantidad tan importante de sangre en toda su superficie a la vez.

3.- Entrar siempre acompañado al agua. Porque si aparece el corte de digestión basta con sacar del agua al que lo sufre y tumbarlo para que se reponga en poco tiempo. Pero si no hay nadie que lo saque, puede ahogarse antes de recuperar la conciencia.

Peketip 16
Peketip 18

 

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Los niños y el agua: Peketip 16

Los niños y el agua

Es bueno que los niños aprendan a nadar pronto:

Es la mejor forma de evitar el peligro que supone el agua

y una forma sana de diversión.

Enséñale a nadar y refuerza dos pilares de su desarrollo:

Uno físico, su espalda y otro afectivo, su confianza

en sí mismo y en ti.

Empieza el verano. Esto es algo así como los propósitos de principio de año, pero del verano y para cumplirlo ¿¡Vale!?:

Enseña a tu hijo a nadar.

El agua y los niños son una combinación peligrosa. Existe un riesgo claro. El ahogamiento.

La mejor forma de evitar ese peligro, no es evitar el agua. El agua es algo que despierta poderosamente la curiosidad de los niños desde muy temprana edad.

La forma de reducir de verdad el riesgo de ahogamiento es enseñar al niño a nadar lo antes posible. Y eso es desde muy pronto. Se puede aprender a nadar con meses.

Si tú no sabes cómo hacerlo, apúntate a un curso de natación para niños. Y por supuesto no pierdas la oportunidad de acompañarlo.

Hazlo como un juego, no como una competición. Disfrutad de hacerlo.

Aprender a nadar tiene también ventajas muy numerosas en otros aspectos. Estas son sólo unos pocos ejemplos:

  • Es un ejercicio divertido.
  • Refuerza la espalda, que es uno de los pilares para un buen desarrollo físico de tu hijo hasta que acabe el crecimiento.
  • Favorece la coordinación.
  • Refuerza su confianza en sí mismo y su autoestima.
  • Y si eres un actor principal de ese aprendizaje, refuerza muchísimo su confianza en ti. ¡No pierdas esa oportunidad!
Peketip 15
Peketip 17

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Los bebés y el sol: Peketip 15

Los bebés y el sol:

Evita las horas de calor más intenso (incluso bajo la sombrilla)

La mejor protección contra el sol es la física (ropa protectora, gorro y sombrilla)

Si usas crema protectora aplícala al menos 15 minutos antes de exponer al sol o ir al agua.

El agua del mar es buena para la piel (mejora la dermatitis atópica)

Si la piel se enrojece (quemadura solar) debe retirarse del sol de inmediato y no exponerlo de nuevo hasta que desaparezca.

Llega el verano y con él para muchos niños su primera exposición seria al sol en la playa. El sol tiene muchos efectos positivos para la salud. Pero también tiene sus peligros. Y los bebés son más sensibles a su efecto. Por lo que puede ser útil para los padres saber cómo disfrutar de él sin que el bebé sufra daños.

De los consejos que os doy en este peketip:

Uno de los peligros del sol es la insolación. Un bebé puede sufrir el golpe de calor con más facilidad de en otras edades. Y debajo de una sombrilla a las 4 de la tarde en la playa puede haber 45º. Es fácil que aunque no salga de la sombrilla, esa noche el bebé tenga fiebre. Por eso, entre las 12:00 y las 18:00 es mejor evitar que el bebé esté en el sol. Incluso bajo una sombrilla.

Hoy en día la gente tiene muy asumido el uso de las cremas de foto-protección para los niños. Pero a veces se actúa creyendo que con eso basta. Por desgracia el efecto de las cremas de protección solar es limitado. Ninguna tiene un efecto adecuado más de dos horas después de su exposición al sol. En muchos casos además suele aplicarse justo antes de poner al niño al sol o de bañarlo. Pero para un efecto adecuado, la crema necesita fijarse bien a la piel, y eso quiere decir que hay que dejar al menos unos 15 minutos la crema antes de exponerlo al sol o que se bañe.

En verano la dermatitis atópica puede evolucionar a mejor o a peor. A favor juega que el sol la mejora y que si se baña en agua marina suele irle bien. En contra, que el cloro de las piscinas y el sudor puede empeorarla.

Si finalmente aparece la quemadura solar (la piel se enrojece), es un signo de que el sol está ya dañando la piel. Ha superado la capacidad de la piel de soportar el sol. Ese es el mejor indicador de que debe evitarse más sol. El momento en que esto ocurre varía mucho entre una persona y otra. Hasta que la piel no pierda su irritación no debería volver a exponerse al sol, porque hasta que esto ocurra, es que la piel no ha recuperado su capacidad de defenderse frente al sol.

Peketip 14
Peketip 16

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Mochilas portabebés. ¿Por qué recomendar el porteo a unos padres que esperan su primer hijo?

Hoy publico un artículo pedido expresamente por mí a una amiga mamá emprendedora que ha iniciado un nuevo proyecto centrado en el porteo de bebés, en el que tiene todo mi apoyo:

En su web ofrece una selección de los mejores sistemas portabebés según su experiencia y asesora a las madres para escoger el modelo que mejor se adapte a sus necesidades.

Si buscáis un sistema de porteo, es sin duda mi recomendación que entréis en esta página.

Cuando esperamos un bebé, sobre todo si es el primero, muchos padres terminamos comprando más cosas de las necesarias cuando, en realidad, con unas pocas y muy básicas tenemos más que suficiente y, además, siempre podemos ir añadiendo una vez que tengamos a nuestro bebé en brazos y sepamos realmente cuáles son nuestras necesidades, que varían enormemente de una familia a otra.

Entre esas pocas cosas básicas por útiles y fácilmente amortizables estaría adquirir un buen portabebés ergonómico. Las razones son múltiples:

  1. Los bebés están hechos para ir en brazos. Los seres humanos nacemos tremendamente inmaduros física y neurológicamente, fruto de un parto posiblemente prematuro pero imprescindible tras el estrechamiento de caderas producido por el paso de la bipedestación del hombre primitivo.  Tenemos una necesidad neurofisiológica de ser llevados en brazos marcada por nuestra biología de mamíferos altriciales que somos: lo que se denomina “exterogestación”. 

No hay más que coger en brazos a un recién nacido para darse cuenta de que de forma natural adopta la postura idónea para ser llevado en un portabebé: rodillas flexionadas, espalda redondeada, predispuesto a rodear a su madre para sujetarse.
  2. Los bebés se calman en brazos. Los bebés no son capaces de regular el estrés, por lo que depende  del contacto con su figura de apego, su calor y su voz para tranquilizarse y sentirse seguro. Un bebé primitivo que no llorara y reclamara los brazos de sus progenitores sería rápidamente capturado por cualquier depredador al acecho.
  3. Derivado de lo anterior, los bebés portados lloran menos y durante menos tiempo. Esto no sólo se debe a los beneficios directos de la cercanía (movimiento, calor, olor) sino también a que el adulto que le lleva está más atento a los signos de incomodidad que pueda tener el bebé y, por tanto, puede atenderlos antes (por ejemplo, el hambre).
  4. Los portabebés ayudan al establecimiento de la lactancia materna y al mantenimiento de la misma. Los bebés necesitan mamar a demanda, tantas veces y durante tanto tiempo como ellos quieran, pues la lactancia es una cuestión de demanda-oferta. Cuanto más succione el niño más estimulará la producción de leche, por lo que debe tener fácil acceso al pecho. Esta demanda, tan intensa durante los primeros meses, puede agotar a cualquier madre. Los portabebés permiten dar el pecho mientras se realizan otras actividades y, además, hacerlo con total discrección.
  5. El ser portado ayuda a la maduración neurológica, al desarrollo del sistema vestibular y del tono muscular, a regular la temperatura, el ritmo cardiaco…
  6. Los bebés que son portados durante el día presentan menos cólico del lactante gracias al contacto físico, el calor, el olor, el movimiento y la posición erguida, que mejora las molestias que puedan sentir.
  7. Ser portado en posición erguida es fantástico para aquellos bebés que presentan reflujo y habituales regurgitaciones. De hecho, mamar en esta posición es estupendo para ellos.

  8. Los bebés duermen mejor y más tiempo en brazos y en movimiento. Nada mejor para un bebé al que le cuesta dormir que ser llevado por sus padres.
  9. El soporte de las mochilas portabebés es un soporte envolvente, sin puntos de presión. Por ese motivo no sólo no se puede producir plagiocefalia sino que es estupendo para bebés que ya tienen el cráneo un poquitín deformado, para que la cabecita vuelva a su ser…
  10. La intimidad de llevar al bebé en un portabebés refuerza el vínculo con el progenitor que lo lleva. El uso de portabebés ergonómicos nos permite tener las manos libres para poder realizar cualquier actividad mientras seguimos atendiendo a nuestro hijo: leer un libro o escribir en el ordenador, cocinar, planchar, dar un paseo, comprar en el supermercado, recoger a otros hermanos del colegio o llevarles a sus actividades, sacar al perro y un largo etcétera.
  11. El uso de portabebés ergonómicos nos ayuda enormemente en nuestra vida diaria.
  12. Para las familias donde hay más de un hijo, el uso de portabebés ergonómicos permite seguir atendiendo a unos sin descuidar al otro.
  13. Llevar a nuestro bebé en una mochila ergonómica elimina cualquier barrera arquitectónica que nos pueda suponer un problema: estaciones de metro sin ascensor, accesos con escaleras, terrenos abruptos donde meterse con un carro sería imposible…
  14. No hay nada más incómodo que salir a la calle un día de lluvia con un carrito tapado con un plástico. Lo más cómodo en días de mal tiempo es usar un portabebés, abrigarse y coger el paraguas con una de nuestras manos, dejando la otra libre.
  15. En la etapa del sube y baja, cuando nuestros hijos ya caminan pero se cansan, no hay nada peor más cansado para los padres que llevar al niño en brazos. Un niño que va en un portabebé ergonómico nos va a pesar siempre muchos menos que llevándolo en brazos, pues el niño va bien pegado a nosotros (sin modificar nuestro eje de gravedad) y el peso va repartido de forma homogénea desde los hombros hacia la cadera, que es la parte de nuestro cuerpo más preparada para llevar peso.

La lista de beneficios es infinita pero seguramente pueda resumirse en una frase: los portabebés ergonómicos facilitan la vida de los padres y el bienestar de los niños.

Disponemos en el mercado de varios tipos de portabebés ergonómicos para elegir, destacando las mochilas ergonómicas por cómodas, prácticas, fáciles de poner y de quitar, ligeras, pensadas con gran detalle para cubrir las necesidades de cualquier familia, existiendo modelos para usar desde el primer día y garantizando poder portar a nuestros hijos hasta más allá de los 20 kilos.

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Golpes en niños y bebés

Lo que los padres pueden aprender para atender a sus hijos en caso de que reciban un golpe. Como atender a un niño o un bebé que ha sufrido una contusión, herida, esguince, luxación o fractura.

Este va a ser el primero de una serie de artículos, en los que trataré de explicar los consejos que yo doy a los padres, cuando acuden a mi consulta con su hijo, tras sufrir un golpe.

Tras un golpe en un niño o bebé, pueden ocurrir cualquiera de las siguientes cosas:

Nada. Milagrosamente, la mayoría de los golpes en niños y bebés, incluso los más aparatosos, acaban en nada. No es nada raro que presenciemos un golpe en el que nos parece imposible que el niño o bebé no se haya hecho algo, y al explorarlo nos encontremos con que no hay nada. Nada, a parte de la llantina.

Contusión. Es lo que aparece en primer lugar. Tras un golpe, es normal que el sitio del cuerpo que ha recibido el impacto con más fuerza, se inflame. E incluso, que empiece ha hacer un hematoma (el «morado» de toda la vida). Eso puede combinarse con lo demás o ir sólo.

Herida. A veces la forma en que se produce el golpe hace que la piel se rompa. Entonces hablamos de herida. Las heridas pueden ser por corte (algo afilado corta la herida), punción (algo alargado se clava en la piel) o contusión (machaca la piel por el golpe, rompiéndola). Cada una de ellas tiene una forma diferente de actuar. Lo trataremos en el capítulo de las heridas.

Esguince. Nuestro cuerpo tiene muchos huesos, capaces de moverse entre ellos. Estos huesos se unen por articulaciones, que son las que permiten el movimiento. Y las articulaciones tienen a su alrededor ligamentos, que limitan y dirigen el movimiento. Cuando un golpe fuerza ese movimiento, los ligamentos actúan para evitar que un movimiento incontrolado haga más daño. Pero a veces, haciendo su trabajo, se dañan. En eso consiste un esguince.

Luxación. En algunas ocasiones, el golpe es tan fuerte que los ligamentos se ven superados. Y la articulación hace un movimiento que va más allá de lo que suele estar permitido. Quedando los huesos en una posición extraña. Es lo que llamamos luxación. En la mayoría de los casos los ligamentos además están dañados. Por lo que la mayoría de las veces las luxaciones incluyen uno o varios esguinces.

Fractura. Hay otros casos en los que el golpe actúa directamente sobre un hueso, o el desplazamiento que produce es tan grande, que ya las articulaciones no pueden evitar que la fuerza que actúa sobre los huesos sea tan intensa, que los rompa. En las fracturas, puede haber sólo rotura del hueso (no desplazada), que los trozos del hueso roto se muevan uno respecto al otro (desplazada), o que llegue incluso a abrir una herida (fractura abierta).

¿Cómo actuar tras un golpe?

Lo principal. Alguien debe mantener la tranquilidad.

Si todos nos ponemos atacados, lo más fácil es que actuemos mal.

Si hay varias personas tranquilas, uno debe dedicarse exclusivamente a valorar al niño, mientras el otro se encarga de separar a los nerviosos de él (si los hay) o de asistirle (si están solos).

La persona que valore al niño debe hacer lo siguiente.

1º. ¿El niño está consciente o inconsciente?

Si está inconsciente, debe intentar llamarlo por su nombre. Si no reacciona, debe intentar despertarlo con algo que produzca dolor (un pellizco puede valer). Todo ello intentando mover al niño lo menos posible. Si no responde y puede hacerlo, debe llamar al servicio de emergencias para que le envíen una ambulancia. Cuando llame por teléfono es necesario que se mantenga la calma, intentando dar el máximo de información sobre lo que ha ocurrido y la situación del niño o bebé.

2º. Si el niño está inconsciente y no hay un peligro claro que se acerque, conviene no moverlo de donde está, por si hay una lesión que pudiese empeorar al desplazarlo. Si no hay más remedio que moverlo (imagina que ha caído por las escaleras en un incendio y el fuego se acerca) intenta llevarlo a un lugar seguro. En ese caso lo más importante es hacerlo teniendo cuidado de mantener la cabeza y la espalda sin grandes desplazamientos. Esto en bebés puede ser bastante fácil, conforme los niños son más grandes puede resultar complicado.

3º. Una vez que estás en lugar seguro. Moviendo lo menos posible al niño intenta explorar los signos externos de traumatismo:

Contusiones. Especialmente importantes son las de la cabeza y las del tronco (sobre todo las de la barriga).

Heridas.

Deformidades. Pueden ser un signo claro de fractura.

¿Cuándo debemos acudir a urgencias después de que un niño se golpee?

No siempre hay que ir a urgencias después de que un bebé o un niño se golpeen.

Todos los días hay golpes sin importancia y que cualquiera es capaz de tratar en casa con un poco de frío local y un antiséptico.

Pero hay casos en los que es evidente que debe ser valorado por un médico:

Pérdida de conciencia. Aunque se recupere, es recomendable que el médico valore a cualquier niño que tras un golpe ha perdido el conocimiento.

Contusiones fuertes, especialmente en la cabeza o en el tronco.

Heridas. Se entiende que me refiero a heridas que no puedan ser tratadas con una simple tirita. No es cuestión de desplazarnos a urgencias a perder todos el tiempo para que le pongan una tirita.

Deformidades evidentes. Suelen ser signo de fractura o luxación, que siempre precisan valoración y actuación por parte del médico. Si es posible, se recomienda inmovilizar la zona deformada para el traslado. Por ejemplo, ante un golpe en el antebrazo que lo ha deformado (frecuente fractura de cúbito y radio), se puede usar un periódico, una revista o un libro de tapas flexibles, como «yeso improvisado» para el traslado, liándolo en torno al antebrazo y sujetándolo con un cabestrillo.

Comportamiento extraño del niño tras el golpe. Cuando un niño no puede seguir actuando de forma normal, es que hay algo que se lo impide y debe ser valorado.

Ante cualquier duda, de si es necesario o no acudir al médico, hacedlo. La mayoría somos comprensivos. Y en muchos casos los padres son demasiado prudentes.

Si el niño está consciente, os recomiendo que antes de salir corriendo hacia el médico, si tenéis un analgésico a mano y el niño tiene dolor evidente, se lo déis. Así mientras llegáis y es atendido, empezará a hacer efecto y el niño sufrirá menos.

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