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Cómo saber si un ??bebé tiene frío? o calor?

Evitar que un bebé pase frío o calor orientándonos por sus mecanismos de adaptación

Creo que no hay familia en la que se esté de acuerdo sobre cuánta ropa necesita un bebé. Para unos tendrá frío, para otros calor. ¿Y si miramos al bebé?

La típica discusión:

“ Creo que está muy abrigado, estará el pobre agobiado…”

”Pues yo creo que todo es poco, ¡que se va a resfriar!”

”A mí me han dicho que una capa más de ropa que los que hay a su alrededor”

”¿Pero una capa más que quién? Porque con lo friolera que tú eres vas a cocer al niño…”

Como tantas veces, las respuestas las da el bebé si sabemos mirarlo.

Mecanismos de los bebés para regular su temperatura

Como en muchas otras cosas los bebés están mejor preparados de lo que pensamos. Son capaces de adaptarse a ambientes cambiantes. Porque en ello les va la vida.

Como sabéis me gusta desdramatizar. Nos preocupamos demasiado por cualquier aspecto que afecte a un bebé. Así que empecemos desterrando mitos:

– Como cualquier ser humano un bebé acepta sin problema cambios de temperatura dentro de lo razonable.

– No se va a resfriar por pasar un poco de frío.

– No le da un golpe de calor con pasar un poco de calor.

– Antes de que una temperatura del entorno genere un problema en la salud del niño con exceso o falta de calor el bebé activa mecanismos muy evidentes para intentar adaptarse. 

Y son esos mecanismos los que nos permiten saber de verdad si un bebé está o no bien abrigado.

Estos mecanismos son fundamentalmente dos:

La postura. Si nos encogemos reducimos la superficie en contacto con el entorno. Si nos estiramos y abrimos las extremidades aumentamos esa superficie.

– El riego de sangre en la piel. Si aumentamos el riego de sangre en la piel se elimina más calor. Si queremos ahorrar calor, reducimos el riego de sangre en la piel.

Si ves a un bebé con la piel muy roja y las extremidades extendidas, está intentando liberar calor. Ayúdale quitando ropa.

Si ves a un bebé con la piel moteada, entre pálida y azulada, encogido en un ovillo, está intentando no perder calor. Ayúdale poniendo ropa.

Así de simple. Olvida la opinión de los demás y ayuda al bebé a hacer lo que intenta.

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Qué Ropa necesita un Bebé

Qué ropa necesita un bebé para no pasar frío ni calor

Una de las dudas más frecuentes y de esas en las que se suelen aplicar reglas simplistas y absurdas: «¿Qué ropa necesita un bebé para no pasar frío o calor?»

Vamos a empezar con lo que muchas veces he oído: «Para que un bebé tenga la ropa adecuada, hasta los 3 meses dos capas más que los adultos que hay a su alrededor, desde los 3 meses a los 6 una más que los que hay a su alrededor y desde los 6 meses las mismas capas que los que hay a su alrededor.»

Primera cuestión: 1, 2 capas más ¿que quién? Que la madre, que el padre, que la abuela… Porque a su alrededor puede haber gente más friolera y más calurosa.

Lo único real de esta típica recomendación es que los bebés cuanto más pequeños, menos capacidad tienen para controlar su temperatura. Y eso hace que en ambientes fríos puedan necesitar más abrigo que los adultos. Pero ahí se acaba lo útil que puede sacar de ella.

El problema es que no es raro que tienda a abrigarse demasiado a los niños incluidos por esa idea.
¿Conocéis la definición de «Abrigo»? Es lo que se pone al niño cuando la madre tiene frío.

Ya en serio:

Mira a tu hijo y olvida las reglas simplistas.

Al principio los padres novatos no conocen casi nada de su hijo. Por eso preguntas como la del título tienen sentido.

Ante la inseguridad y la falta de conocimiento se tiende a dar a los padres reglas sencillas que les sirvan de guía. Pero suelen ser entre absurdas y claramente prescindibles.

Pero la respuesta suele estar en observar al bebé y tener algunas ideas claras. Voy a intentar transmitirlas.

Los bebés reaccionan de forma mucho más evidente que nosotros a los cambios de temperatura.

Esto se debe a que por su inmadurez tienen unos mecanismos de regulación que no se han afinado aún lo suficiente. Todos los seres humanos regulamos nuestra temperatura por medio de una serie de reacciones que facilitan la conservación de calor o su eliminación del cuerpo. Estas reacciones en los niños son más intensas y por tanto visibles que en los adultos, y se desencadenan ante cambios de temperatura menores.

¿Cómo reacciona un bebé cuando tiene poca ropa?

Tener frío consiste en que la temperatura del exterior sea tan baja respecto a la del propio cuerpo que se pierda calor rápidamente a través de la piel. Cuando el cuerpo de un bebé nota eso hace algo evidente: Reduce el riego de sangre en la piel. Es algo muy básico. Si aplicas frío sobre una zona del cuerpo sus vasos sanguíneos se estrechan reduciendo el riego de sangre.

La sangre pasa por los órganos internos antes de ir hacia la piel. Lleva nutrientes y oxígeno, pero también lleva calor. Es un líquido que se puede calentar al pasar por el interior del cuerpo y se puede enfriar cuando pasa por la piel. Por eso reducir el riego de sangre en la piel es una forma de conservar el calor del interior del organismo.

Cuando esto ocurre notamos cambios en la coloración de la piel:

  • Las zonas en las que el riego de sangre es más superficial, como las ojeras o las uñas se amoratan.
  • La piel en general se vuelve pálida o aparece como una red en la que hay zonas rosadas y zonas blanquecinas. Es como si las distintas partes de la piel recibieran sangre por turnos. Es algo que puedes ver con facilidad cada vez que sacas al bebé del baño.

¿Cómo reacciona un bebé cuando tiene demasiada ropa?

Al revés del caso anterior, si tiene más calor en el organismo del necesario puede eliminarlo aumentando el riego de sangre en la piel. Al hacerlo la sangre se enfría más rápidamente.

Lo que apreciamos es que el bebé tiene la piel muy enrojecida.

El otro mecanismo para eliminar calor es humedecer la piel (sudar). Cuando el sudor se evapora, reduce la temperatura de la piel.

En resumen:

Independientemente del número de capas de ropa que lleven los que hay a su alrededor:

  • Si un bebé tiene la piel pálida o como una red, las uñas y las ojeras moraditas, en principio necesita que lo abriguen.

  • Si un bebé tiene la piel enrojecida y/o con sudor, necesita que le quiten ropa.

Olvida reglas simplistas y comprende mejor los signos que te da tu hijo.

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Golpe de Calor en Niños y Bebés

Golpe de Calor en Niños y Bebés.

Cuando llega el Calor y empezamos a disfrutar del Sol con Niños y Bebés hay que tener cuidado con los Golpes de Calor. No basta con evitar las quemaduras.

Al pensar en disfrutar del buen tiempo con niños, si nos preocupa la seguridad, tenemos asumido que es necesario prevenir las quemaduras solares.

Pero muchas veces olvidamos que ese no es el único peligro. Para evitar los problemas no basta con aplicar protector solar y hacerlo adecuadamente. Los niños y especialmente los bebés cuanto más pequeños son más fácil es que sufran un golpe de calor.

Qué es un golpe de calor

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de mantener una temperatura estable en condiciones diferentes. Puede calentarse cuando el ambiente es frío y enfriarse cuando hace calor. Decimos que somos Homeotermos.

Pero la capacidad del organismo para amortiguar los cambios en el ambiente no es infinita. Si alguien se queda a la intemperie en condiciones de temperatura muy baja, puede morir de hipotermia. Y cuando es sometido a temperaturas demasiado altas puede sufrir un golpe de calor.

Si estás en un ambiente excesivamente caluroso, el principal mecanismo del que dispones para eliminar calor es la sudoración. Cuando el sudor cubre nuestra piel y ésta está caliente, se evapora. Esa evaporación hace que eliminemos calor.

La limitación es que no disponemos en nuestro cuerpo de agua infinita para perderla en forma de calor. Y tampoco de las sales en las que el sudor es rico. El resultado es que cuando estamos expuestos de forma prolongada o intensa a un calor excesivo, llega un momento en que nuestro cuerpo agota su capacidad de eliminar calor por esa vía. Empieza entonces a no funcionar bien:

– La tensión arterial baja, porque disponemos de poco líquido y con un volumen menor de sangre es difícil llevar suficiente riego a todos los órganos. Si falta en el cerebro aparece dolor de cabeza, puede surgir después el mareo, la alteración de la conciencia…

– La temperatura sube. Es decir, sin tener ninguna infección que lo ocasione aparece la fiebre.

Fiebre por golpe de calor

Es muy frecuente que los padres de bebés pequeños cuando deciden ir a la playa lo hagan pertrechados con sombrillas y cremas de protección solar para cubrir a su bebé. Pero en ocasiones no tienen en cuenta que en la playa, en la piscina o en el campo, en verano, no solo el sol quema, también calienta. Y si un niño o bebé es expuesto a los 40-45º que con facilidad pueden alcanzarse en verano, teníendolo bajo la sombrilla y con crema solar, tal vez evitemos las quemaduras. Pero es muy fácil que esa noche el bebé tenga fiebre.

El golpe de calor y la fiebre que causa es más fácil que aparezcan cuanto más pequeño es el bebé. No es raro ver alguno los fines de semana por las noches en urgencias.

Consejos para evitar el golpe de calor en niños y bebés

  1. Evita ambientes calurosos las horas del día en que el calor es más intenso. Este es el esencial. Hagamos lo que hagamos si un bebé está a 45º durante horas es muy probable que sufra un golpe de calor.
  2. Evita dejar al bebé en sitios donde la temperatura sube aún más. Por ejemplo dentro de un coche a pleno sol con las ventanillas cerradas y sólo.
  3. Hidrata bien a tu hijo en los días calurosos. Es bueno que tome líquido abundante y que reponga también las sales que se pierden. En el lactante puede ayudar la propia leche, en niños mayores pueden ayudar frutas, verduras, agua y en casos extremos, sueros de rehidratación oral.
  4. Refresca la piel del niño con frecuencia para eliminar calor sin perder agua ni sales por el sudor.

Acuérdate del Protector Solar, lleva la sombrilla, el gorro y ropa que proteja su piel del sol, pero no olvides evitar los horarios de más calor, hidratar a tu hijo y refrescarlo con frecuencia. Y si lo notas irritable, decaído o caliente y con la piel seca, llévalo a un sitio fresco lo antes posible.

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Quemadura por el Sol en Niños y Bebés

Quemadura por el Sol en Niños y Bebés. Evitarla y tratarla.

Las Quemaduras por el Sol siguen siendo frecuentes en Niños y Bebés. Aprende cómo tratarlas y ante todo cómo exponerlos al Sol con seguridad para evitarlas.

El Sol es una fuente de vida porque genera energía. Pero a veces puede ser excesiva.

Estamos preparados para vivir bajo su luz y la necesitamos. La usamos por ejemplo para producir Vitamina D.

Pero también genera en nuestra piel radicales libres. Son moléculas que reaccionan de forma incontrolada modificando otras como el Colágeno o el ADN. En el primero son responsables del envejecimiento de la piel, ya que los radicales libre hacen que el colágeno pierda elasticidad.

En el ADN pueden generar la muerte de algunas células y la mutación de otras, que pueden transformarse en tumorales.

Nuestra piel tiene capacidad de amortiguar radicales libres hasta un nivel determinado y cuando se agota puede regenerar esa capacidad si la dejamos un tiempo fuera de la exposición al Sol.

Podemos hacer dos cosas frente a las Quemaduras por el Sol: Evitarlas y Tratarlas. Es evidente que lo preferible sería evitarlas. Especialmente en niños pequeños.

Cuando se llega a la quemadura solar es que la capacidad de nuestra piel de inactivar radicales libres se ha agotado por ahora y la radiación ya está provocando daño en el tejido.

Esto significa que cuantas más veces se quema la piel por efecto del sol a lo largo de la vida más envejece y mayores son las probabilidades de que aparezca un tumor en la piel.

Evitar la Quemadura por el Sol

Una serie de sugerencias:

  • Evita la exposición de los niños al sol a las horas de más intensidad.
  • Protege del Sol especialmente a los más pequeños.
  • Si preveemos que un niño se exponga al sol de forma mantenida debemos protegerlo:
    • Con medios físicos siempre que sea posible (ropa adecuada, gorro…)
    • Con un Protector solar adecuado:
      • Que el Fabricante lo recomiende para la edad en la que vamos a usarlo.
      • Factor 50. Que es el máximo.
      • Aplícalo con la antelación suficiente para que se fije bien a la piel antes de exponerse al sol.
      • Vuelve a aplicarlo si algo retira el protector (baño, sudor…)
      • Vuelve a aplicarlo si la exposición al sol se prolonga. Mi recomendación es hacerlo al menos cada 2 horas.
    • Los primeros días que el niño se expone al sol el tiempo debe ser limitado. Podremos aumentarlo poco a poco conforme la piel se vaya poniendo morena.
    • Lo ideal es conseguir el moreno sin que se queme en ningún momento.
  • Si en cualquier momento la piel se enrojece es que ya se está quemando. No sirve volver a aplicar Protector solar. Debemos poner al niño a cubierto y no volver a exponerlo al sol al menos hasta que el enrojecimiento haya cedido por completo.

Tratamiento de las Quemaduras por el Sol

Todavía recuerdo el olor a vinagre de las noches de verano en la playa. Yo me crié en Guadix. Una ciudad del interior a una altura de más de 900 metros. La playa nos quedaba un poco lejos. Eso significa que las ocasiones en las que nos escapábamos era para pasar «el día de playa». Cualquiera mantenía a 7 niños (somos 7 hermanos) alejados del agua. Para empezar ni cabíamos en la sombrilla. Pero además teníamos tantas ganas de playa que sólo buscábamos refugio si estábamos ya achicharrados.

El primer día del verano que íbamos a la playa lo hacíamos para estar allí todo el día. Y eso significaba que esa noche todos nos habíamos quemado.

No recuerdo que cuando yo era pequeño me echasen Protector solar en ningún momento. Y sí recuerdo montones de noches de dolor de espalda por las quemaduras.

Esa noche los dormitorios olían a vinagre, porque es lo que mi madre nos aplicaba en las quemaduras solares para aliviar. Recuerdo el olor y la sensación de alivio cuando tras aplicar el vinagre mi madre soplaba y el vinagre se evaporada. Toda la noche durmiendo boca abajo porque no te atrevías a apoyarte sobre la espalda.

Y días después la piel se levantaba y empezaba a «pelarse». También recuerdo las sesiones de retirada de piel muerta a mis hermanos o a mí mismo.

Evidentemente mis padres permitían que llegásemos a esto porque la información sobre los peligros del sol era muy escasa en esa época.

Cómo podemos tratar las Quemaduras solares hoy en día.

Insisto en que lo mejor es evitar llegar a ellas. Pero cuando ya es tarde, toca tratar.

  1. Lo primero es retirar al niño del Sol. Si la piel se enrojece. El Sol se ha terminado por hoy. La piel necesita regenerar si capacidad de eliminar radicales libres. Mañana lo habrá hecho y podremos disfrutar un rato de nuevo.
  2. Hidrata la piel. Si se ha enrojecido puedes usar una crema hidratante normal.
  3. Pero si ya hay dolor es que necesitamos una que reduzca el efecto inflamatorio. Según la intensidad del dolor podemos recurrir a antiinflamatorios más o menos potentes.

Hay cremas para dermatitis atópica que tienen efecto antiinflamatorio pero no contienen corticoides. Esa sería la primera elección y puede aplicarse varias veces en el día hasta que el enrojecimiento desaparece.

Cuando el dolor es intenso o vemos que el enrojecimiento no cede tras un par de aplicaciones de la anterior podemos recurrir a emulsiones de corticoides. Se extienden con más facilidad que la crema para cubrir zonas extensas, como suelen ser las quemaduras solares.

Pero no todos los corticoides son iguales: Los hay que se inactivan al absorberse. Lo que es bueno cuando, como en las quemaduras del sol, debemos aplicarlo en zonas extensas para evitar efectos secundarios del corticoide.

La última parte del tratamiento es que tras un día en el que la piel se ha quemado, no debemos exponer al niño al sol hasta que la quemadura se haya curado por completo. Y en los primeros días tras la quemadura debemos extremar la limitación de tiempo y se más exhaustivos en la aplicación del  protector solar.

Quemarse una primera vez le ocurre a cualquiera. Quemarse una vez tras otra sólo le pasa a niños cuyos padres no se toman en serio el tema.

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Actividades al Aire Libre con Niños

Actividades al Aire Libre con niños

La importancia de realizar Actividades al Aire Libre con Niños, pero con Seguridad. Una de las cosas más importantes para su desarrollo físico y emocional.

Mi hijo ha ido creciendo con este blog. Y yo he ido creciendo como padre con ambos.

Muchas de las cosas que yo aprendí en mi formación como pediatra han cambiado. Pero sobre todo ha cambiado lo que como padre cobra más importancia o menos. Y eso va evolucionando conforme los hijos crecen.

Tocaré madera, pero hace muchos meses que no ha enfermado, come razonablemente bien (es de poco comer, pero variado), duerme bien, y empiezan a ser prioritarias otras cuestiones.

Como todos los niños de su edad (7 años) es muy activo, pero el tipo de ocio al que está acostumbrado es muy sedentario. Le encanta ver sus series favoritas de dibujos animados, o explorar en Youtube, jugar con el iPad o el móvil. Hasta está empezando a pillarle el gusto a la lectura como entretenimiento.

Pero es hijo único y aunque con frecuencia juega con amigos (visitas) y lo hace a diario en el colegio, los padres tenemos demasiada tendencia a planificar el ocio de forma poco activa.

Actividades sin salir de la ciudad, y cuando lo hacemos al campo solemos plantearlo como si nos llevásemos la ciudad con nosotros. Zonas de campo, pero especialmente adaptadas como áreas de recreo… Comer y comer moviéndonos en torno a la comida…

Muchos niños desconocen lo que es una auténtica excursión por el campo. Andar y andar sin más equipaje que una mochila con agua y algo de comer (bocadillo y fruta). Simplemente para disfrutar espacios abiertos y moverse a un ritmo diferente.

Lo normal cuando haces esto por primera vez es que tu hijo se queje: «¡Me aburro!»

Puedes empezar a explorar y rastrear, empezar a explicar detalles sobre la naturaleza que te rodea. Pero seguramente al principio esto, comparado con el aluvión de estímulos al que están acostumbrados, le resulte demasiado lento.

Puede ser buena idea compaginarlo con algo que les llame la atención. Nosotros llevamos unas semanas visitando Castillos de nuestra zona. Hay muchos, la mayoría derruidos casi totalmente, pero están en parajes que con la primavera son auténticas maravillas. Yo estoy descubriendo muchos que no sabía ni que existían.

Castillo de Aldeire, Granada, España

Las ruinas son algo que gusta a la mayoría de los niños. Son como un campo de aventura. Estimulan su imaginación y a explorar.

Y andar hasta llegar a ellas permite algo extraordinario. Tiempo en el que no hacemos nada más que andar y Hablar. Piénsalo un poco. ¿Cuánto hace que no dispones de varias horas seguidas para hablar con tu hijo? Esto, en niños por encima de los 6 años, es una de las mayores carencias que tienen. La oportunidad de Hablar hasta no tener más temas que tocar, desahogarse, vaciarse de preocupaciones, compartir ilusiones… Hablar.

Realizar Actividades al Aire Libre con Seguridad

Lo dicho hasta ahora es todo ventajas, pero conviene tener en cuenta una serie de cosas para que la actividad al aire libre resulte placentera y segura.

Pueden sufrir accidentes.

Pues sí. Y está bien que siempre vayas con un móvil con batería suficiente y compruebes de vez en cuando la cobertura. De modo que si ocurriese algo tengas claro el último punto desde el que podrías hacer una llamada.

También es bueno que escojas al principio Actividades al Aire Libre que no resulten muy arriesgadas, aumentando progresivamente la complejidad. En primavera vemos con frecuencia traumatismos en niños, porque tras meses sin casi salir al Aire Libre, están como locos, pero tienen poca práctica y los reflejos no dan mucho de sí.

El Sol en el campo y la montaña.

Si tu hijo está poco acostumbrado a hacer actividades al aire libre puede quemarse con facilidad o sufrir un golpe de calor. Planifica las actividades teniendo esto en cuenta, de modo que a las horas de más sol estéis en una zona algo más cubierta (edificio o arbolado).

Lleva siempre agua suficiente y un poco más y prepárate para el sol.

Ropa adecuada para evitar las quemaduras solares. La ropa puede ser fresca, pero si es resistente y cubre la mayor parte del cuerpo mejor. Además del sol a la mayoría de los niños no les gusta pasar entre plantas y que le rocen, con lo que suelen agradecer llevar unos pantalones largos.

Otros elementos a recordar son Gafas de sol: Deben ser de buena calidad. No hay mejor forma de tener un accidente que no ver bien. Especial cuidado a que las gafas no estén dañadas. Es mejor no usarlas que usar unas con el cristal rayado.

Otro detalle importante es la crema de protección solar. Lo mejor en cuanto al protector solar es aplicarlo antes de salir de casa si el día es soleado y vamos a estar horas expuestos a él. Solemos pensar en esto cuando vamos a playa o piscina, pero en el campo o la montaña el Sol puede ser incluso más agresivo, porque no vamos a refrescar la piel bañándonos. Llévalo por si a lo largo del día es necesario aplicarlo de nuevo.

El calzado para actividades al Aire Libre

Piensa que la idea es andar mucho y sobre superficies irregulares. Conviene llevar un calzado que:

No escurra con facilidad.

– Sea resistente, con suela gruesa y ancha y cubra si es posible el tobillo. Junto con los pantalones largos evitarán que las plantas le vayan rozando al caminar entre ellas. Pero además puede evitar heridas por accidentes leves que pueden estropear el día.

Calcetines altos y gruesos. Para proteger junto a la bota y los pantalones de «bichos» y «plantas». Pero además son esenciales para evitar la formación de rozaduras y ampollas. Recuerda que tu hijo posiblemente no está acostumbrado a recorrer distancias grandes y hacerlo con un calcetín fino con el que el pie «baila» dentro del zapato es rozadura garantizada.

Hazlo con seguridad, pero hazlo. Tu hijo necesita reducir el ritmo de estímulos y descubrir la realidad que existe fuera de las ciudades y de las pantallas. Aunque de entrada le pueda resultar aburrido, casi todos lo acaban agradeciendo.

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Playa o Piscina con un Bebé: ¿Qué hora es mejor?

Hora para ir a la playa. Atardecer en la Playa de La Barrosa de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Mi favorita.

Cuando vamos a ir a la playa con un bebé o un niño no es lo mismo hacerlo a cualquier hora. Los problemas más frecuentes son quemaduras e insolaciones.

Con el buen tiempo aumentan las actividades al aire libre con niños y bebés. Salimos más al campo, a la playa, a la piscina. Especialmente estas dos últimas son actividades que podríamos calificar de «exposición al sol».

Salir al campo a la montaña también suponen exponerse al sol, lo que significa que también para ellas es importante tener en cuenta la protección solar. Pero son actividades que realizamos vestidos y que no necesariamente van asociadas a un día soleado.

Sin embargo para la piscina y la playa buscamos días despejados y hacemos la exposición con el mínimo de ropa. Lo que significa que son las dos actividades de mayor exposición a las radiaciones solares.

Los niños son especialmente vulnerables al sol. Y lo son por varios motivos:

  1. Porque cuando están jugando no se acuerdan de nada, incluido beber agua o ponerse a cubierto a tiempo. Ya que si están entretenidos jugando pueden ignorar molestias leves que se asocian al principio de un golpe de calor o de la aparición de quemaduras solares y pasarnos de las horas que sería recomendable.
  2. Porque su piel es más fina y especialmente en los más pequeños ha tenido tan poca exposición que su capacidad de filtrar luz solar es muy escasa. Lo que hace más fácil que se queme en menos horas.
  3. Porque los niños pequeños tienen menor capacidad de compensar las pérdidas de agua y padecen insolaciones con más facilidad.

Uno de los factores esenciales a la hora de disfrutar del sol con niños y bebés evitando estos problemas es el Horario para estar en Playa o Piscina.

La mejor hora para exponer al sol a niños y bebés.

El típico día de playa o piscina puede acabar mal si nos lo tomamos en plan Maratón (de la mañana al anochecer) con bebés o niños pequeños. Hacer algo así supone un riesgo excesivo de exposición al sol y al calor.

Para evitar los Golpes de Calor y las Quemaduras lo mejor es hacer exposiciones en franjas de no más de 2-3 horas los primeros días que podremos ir aumentando después progresivamente, conforme van estando más morenos.

Pero aún así lo recomendable es no estar más de 5-6 horas continuadas en la playa o la piscina. Lo que enlaza con la primera recomendación importante:

Evita las horas centrales del día.

Mi primera recomendación es clara: Depende de la zona geográfica en la que estés porque en cada una los usos horarios son diferentes. Pero en las 4-6 horas centrales del día (más horas en los días de más calor y más despejados) deberíamos estar a cubierto de las radiaciones solares.

Y a cubierto para un niño pequeño no significa debajo de una sombrilla a las 4 de la tarde. Es frecuentísimo atender bebés con fiebre tras un día de playa intensiva, en la que el bebé «no ha salido de debajo de la sombrilla». Pero es que en verano, debajo de una sombrilla puede haber 45º y eso de forma continuada durante horas deshidrata con facilidad a cualquier bebé.

Una forma de reducir este problema es dando líquido con frecuencia al bebé, pero aún así lo mejor es estar realmente a cubierto en esas horas. Y a cubierto es «bajo techo«.

¿Mejor por la mañana o por la tarde?

Hay mucha gente que va mañana y tarde. Pero en los primeros días de exposición al sol y en bebés lo que suelo recomendar es ir a la playa o a la piscina por la tarde. Y me refiero a una vez que han pasado las 6 horas de más intensidad del medio día.

Debemos entender que la capacidad del cuerpo para amortiguar el efecto de las radiaciones solares es limitada.

Cuando vamos a la playa o la piscina por la mañana la radiación solar se va haciendo cada vez más potente conforme nosotros vamos agotando nuestra capacidad de compensarla. Eso significa que es mucho más fácil quemarse antes de irse.

Por el contrario, cuando vamos por la tarde, nuestro cuerpo va agotando su capacidad de defenderse del sol al mismo tiempo que el sol va reduciendo su intensidad. Lo que hace mucho más fácil que podamos estar más horas en la playa sin quemarnos.

Mejor exponer al sol por la tarde que por la mañana.Además, cuando vas a la playa por la mañana el agua está helada. Si vas por la tarde el agua está en su temperatura máxima, lo que siempre resulta más agradable para bañar a niños y bebés.

Personalmente, para mí uno de los mejores momentos de cada verano son los atardeceres en la Playa de la Barrosa en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Si no la conocéis, para ir con niños (o sin ellos) os la recomiendo con la convicción de un «enamorado». Es la imagen de cabecera de este artículo.

 

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Ropa de lactancia

Hoy os presento la colaboración de una amiga, nueva en nuestro blog. María del Mar Marco es la autora de sienteme.es, una web especializada en ropa de lactancia.

Nos explicará las principales ventajas de esta ropa para las madres, durante el embarazo y durante el periodo de lactancia.

Encontrar ropa para el embarazo no es muy difícil, hoy en día muchas de las grandes cadenas las fabrican y la puedes encontrar en cualquier centro comercial, si no tienes la economía para invertir en ropa que vas a usar unos pocos meses siempre puedes usar ropa de más talla. Esto último es una solución a medias porque después del parto sigues sin poder usar tu antigua ropa y con tallas más grandes te ves fatal.

Para después del parto, si escoges dar el pecho es posible que te interese la ropa de lactancia y embarazo.

Hoy en día hay muchos modelos de camisetas y vestidos para que te veas perfecta en cualquier situación, tanto en el embarazo como después cuando estés alimentando a tu bebé. Tienen unas aberturas muy discretas para que puedas dar el pecho cómodamente en cualquier lugar.

La ventaja de la ropa de lactancia es que puede comprarse en el embarazo para usarla como ropa premamá y también te sirve para meses posteriores en el periodo de lactancia. Las hay con diseños atractivos y variados y diferentes aberturas para mayor comodidad de la mamá lactante.

Estas prendas suelen fabricarse de algodón y elastán con lo cual la ropa no se deforma con el uso y tiene un tacto suave y cálido.

Muchas madres no conocen la ropa de lactancia y usan camisetas con escote que con el paso del tiempo se deforman hasta hacerse inservibles, o bien compran camisas con botones y tienen que llevar cuidado de que el bebé no se clave ningún botón o no le abra la otra parte de la camisa y quede el cuerpo al descubierto.

La ropa específica de lactancia permite aunar estética y utilidad haciendo más cómodo el amamantar en cualquier lugar. Especialmente en los meses que no hace calor.

En torno a amamantar en público se han generado varios debates y hemos asistido a varias concentraciones para denunciar la censura que sufren algunas madres por parte de establecimientos a la hora de amamantar allí a tu bebé.

El mundo de la lactancia materna debería estar normalizado ya que es algo natural, los pechos de las mujeres están diseñados para alimentar a sus hijos.

A raíz de este tipo de noticias muchas madres no se sienten bien a la hora de dar el pecho fuera de casa, con ropa adaptada para esta etapa como es la ropa de lactancia de no debes preocuparte a la hora de amamantar a tu bebé ya que es muy discreta y sacas tu pecho de forma rápida y cómoda.

Aunque evidentemente la solución no es la discreción, sino que la sociedad madure y acepte la lactancia con la naturalidad que debería ser normal.

Hay muchas de estas prendas que puede ser útil tener preparadas ya para el momento del parto, como pijamas y camisones de lactancia, evitando las horribles batas que suelen dar en los hospitales.

Os espero en Sienteme.es

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25 cosas esenciales para un bebé según los padres

Estas son las 25 cosas que un bebé más necesita según los padres en una encuesta que hice en Facebook

Antes de ver la lista, hago mención especial a comentarios muy acertados de algunas madres que destacaron que todo lo que hay en la lista es secundario. Que lo más importante que necesita un bebé, es a sus padres, la paciencia de sus padres, la comprensión de sus padres… Y ante todo, su amor.

Y yo en otro artículo (cosas de bebés) en el que hablaba de lo esencial para preparar la llegada de un bebé, ya destacaba hace años: Tiempo. Es el bien más escaso hoy en día, y con el que casi nunca cuentan los padres al preparar la llegada de un niño.

Os pongo la lista en función de los «me gustas» que recibió cada uno de los productos. Algunos los he agrupado para que fuese más útil. En total fueron más de 250 comentarios. Muy buena participación. Me alegro de haber tocado un tema útil. Y pretendo desarrollarlo en la medida de las posibilidades de las herramientas que pongo a vuestra disposición.

En próximos artículos trataremos cada una de esas familias de productos, hablando de cuales son vuestras preferencias y de los consejos que pueda dar como Pediatra sobre cada una de ellas.

Aquí tenéis la lista. No están ordenados según lo que yo consideraría más esencial, sino por el número de menciones de los padres y los «me gustas» que le habéis dado a cada elemento. Si fuese para hablar de esencial, para mí falta la ropa, y pondría en primera posición a sus padres y a los pañales. Pero el orden refleja no sólo lo esencial, sino lo importante que ha sido cada producto para mejorar problemas que eran importantes para los padres que los han destacado.

Cremas (de culete o para la dermatitis)

Mochila ergonómica o fular portabebé.

Biberones anti-cólico.

Pañales

Aspirador nasal

Cojín de lactancia

Hamaca

Arnica (Barrita de homeopatía -se han mencionado otros productos de homoeopatía para otras utilidades- para los golpes)

Cámara vigilancia

Bañera y accesorios para la bañera.

Sacaleches

Trona

Babycook (Para cocinar purés)

Esterilizador

Cuna (colecho e independiente)

Chupete

Termómetro

Papillas-potitos

Termos y otros embases de transporte.

Toallitas

Silla de coche

Carrito de paseo

Cojín antireflujo

Calientabiberones

Evidentemente faltan muchas cosas. ¡Será por cosas para los bebés! No sé si lo sabéis, pero en España el gasto medio durante el primer año de vida en un bebé se estima en torno a los 6000€.

Acabo de darme cuenta de que muchos de los que leáis este artículo tal vez no conocéis mi página de Facebook. Si es así, os recomiendo que os deis un paseo por ella. Es el sitio donde los padres compartís más ampliamente vuestra opinión sobre los artículos que publico. Lo cual creo que enriquece muchísimo la capacidad de ayudar que pretendo que tenga.

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El control del niño sano en crisis

El Control del Niño Sano es muy importante en la prevención y en la formación. Pero cada vez son más los centros de salud en los que no puede hacerse por masificación.

Hace ya 12 años que acabé la especialidad de Pediatría. Cuando yo la hice, no era necesario rotar durante nuestra formación por atención primaria. Yo lo hice porque lo solicité. Fui el primero de mi promoción en hacerlo. Después me imitaron otros.

La formación de los pediatras vía MIR es fundamentalmente hospitalaria. Y se centra en el tratamiento de la enfermedad.  La resolución de problemas de sueño, conducta, alimentación y los consejos sobre cómo evitarlos no suelen darse en el hospital. El seguimiento del desarrollo y crecimiento de niños normales tampoco se hace en el hospital.

Esto tiene una consecuencia. La mayoría de los pediatras no recibe formación específica para realizar el Control del Niño Sano.

En muchos casos, en los centros de salud, ni siquiera es una labor realizada por el pediatra. Se ha relegado a enfermería. No lo digo en sentido despectivo hacia enfermería. Muchas veces hacen una labor mejor que la de muchos pediatras. Lo digo porque es verdad. Ha sido relegado. En teoría el seguimiento del desarrollo infantil y la resolución de los problemas (no enfermedades) que pueden aparecer en ese crecimiento, eran parte del trabajo del pediatra. Pero en muchos centros se ha eliminado por la masificación.

Cuando los pediatras tienen demasiados pacientes, y no pueden ver adecuadamente a los niños enfermos por falta de tiempo, los gerentes han decidido que la solución es que dejen de ver al Niño Sano y se centren en el enfermo.

Esto ha empeorado aún más con los recortes en sanidad.

Pero el Control del Niño Sano y la participación del Pediatra en él, me parece esencial por varios motivos:

–        Sirve para detectar muchos problemas de salud no evidentes.

–        Establece una relación estable entre pediatra, padres y niño. Eso permite al pediatra conocer mejor las particularidades del niño y su familia. Lo que ayuda a abordar de forma individualizada los problemas que surjan y seguir mejor los problemas crónicos.

–        Crea un vínculo de confianza entre los padres y el pediatra que es esencial en el tratamiento de problemas que no tienen solución inmediata. Cuando esa confianza no existe, los padres se desesperan y empiezan a peregrinar. Eso suele significar que nadie acabe resolviéndolo: “Un médico cura, dos médicos dudas, tres médicos, muerta segura.”

–        Es el mejor modo de dar formación e información individualizada a los padres sobre Puericultura. Es decir, sobre cómo abordar los cambios que el bebé experimenta en su crecimiento.

Suele definirse la Pediatría como la Medicina del ser humano en crecimiento. Pero la estamos transformando en la Medicina del niño enfermo. Es un claro empobrecimiento.

Hay un problema añadido. Los pediatras, para realizar decentemente esta labor debemos esforzarnos para dedicarle el tiempo necesario (que muchos pediatras no tienen) y para adquirir la formación adecuada para dar este servicio. Ya que la que recibimos en el hospital es en la mayoría de los casos escasa y dada por otros pediatras que no la ejercen.

Por desgracia hay pediatras que actúan sobre los cambios de crecimiento de un niño como un elefante en una cacharrería. Hay quien “regaña y amenaza” a los padres, para al final, darle consejos basados en prejuicios que en muchos casos empeoran los problemas y generan ansiedad en los padres, pero no resuelven nada.

En otras ocasiones medicalizan cuestiones que nada tienen que ver con fármacos, sino con la forma en que hacemos las cosas con el bebé.

Hay que salvar el Control del Niño Sano, pero los pediatras necesitamos formarnos mejor para estar a la altura.

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La ropa del recién nacido

¿Qué ropa hay que ponerle a un recién nacido?

Uno de los mayores cambios que sufre un recién nacido es tener que regular la temperatura de su cuerpo.

Mientras estaba dentro de su madre la temperatura la regulaba ella y los cambios eran mínimos.

Cuando salen son muy sensible a cambios leve.

¿Cuanta ropa necesita un recién nacido?

Suele decirse que el recién nacido debe llevar dos capas de ropa más que los que hay a su alrededor para estar cómodos, hasta que cumpla un mes.

Y que después una capa de ropa más que los que le rodean hasta los 3 meses.

En realidad, siempre habrá quien sea más caluroso o menos. Lo anterior puede orientarnos. Pero en realidad basta con observar al bebé.

Como notan tanto los cambios de temperatura, sobre todo al principio, reaccionan de forma muy evidente cuando tienen frío o calor.

Si tiene frío, la piel se pone en seguida pálida azulada. Sobre todo en las extremidades. Ponle más ropa.

Si tiene calor, se ponen muy rojos e inquietos y sudan. Quítale ropa.

¿Necesita Gorro un recién nacido?

La cabeza es una parte bastante grande del cuerpo de un bebé, por lo que si está en un sitio donde pueda pasar frío es aconsejable protegerla. En los primeros 2 ó 3 días de vida, casi cualquier sitio le resulta frío al bebé en comparación a lo que estaba acostumbrado dentro de su madre. Por lo que en esos primeros días es bueno que tenga casi siempre puesto un gorro.

gorro recien nacido

¿Le debemos poner manoplas a un recién nacido?

Se suelen usar por dos motivos:

– Tienden a arañarse.

– Para evitar el frío en ambientes poco caldeados.

Opciones alternativas a las manoplas son ponerle unos calcetines en las manos o simplemente dejarle las mangas largas, ya que casi toda la ropa le queda larga al principio.

Pero, ¿cuanta ropa me llevo al hospital cuando vaya a nacer mi hijo?

Habitualmente con tres o cuatro mudas completas y un par de mantillas tendrás bastante.

Cada muda completa incluye:

  1. Gorro.
  2. Manoplas.
  3. Body.
  4. Pijama completo (de manga larga y que cubra también los pies).
  5. Calcetines o patucos (yo prefiero ponerlos por encima del pijama, porque dentro suelen salirse y quedar sueltos al fondo).
  6. Babero o gasa para limpiar las bocanadas.
  7. Pañales (por si no os los dan en el hospital).