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Caca verde en niños y bebés

Caca Verde: ¿Sabes el motivo de que tu hijo la haga de este color? ¿Cuándo es normal y cuándo puede ser signo de problemas? Te lo explico claramente.

El color de la caca puede cambiar cuando lo hacen las bacterias que forman parte de la flora intestinal del bebé. Podemos ver colores muy variados: Desde el verde al mostaza, el amarillo o el marrón.

El color y la consistencia pueden variar. Pero no es raro ver una caca verde en los bebés. La mayoría de las veces no es signo de que haya un problema.

La primera cuestión es diferenciar la caca verde con y sin diarrea. Explico cómo diferenciar la diarrea en un lactante de lo que no lo es en este «Peketip».

Peketip 2 Diarrea o no diarrea

Deposiciones verdes sin diarrea

En algunas ocasiones la caca del bebé puede tener color verde, sin que sea diarrea.

Es fácil de entender. Cuando un bebé nace, el color del popó es negro verdoso. Se debe a la bilis, que es de ese color. Si mezclamos eso con el blanco de la leche, sale una caca verde más clara. Pero la mayoría de las veces no vemos ese color. Pasa directamente del negro verdoso a un amarillo con grumos blancos.

La razón es que en cuanto el bebé sale a este mundo, empiezan a entrar bichitos por su boca, que van a colonizar su intestino. La mayoría de esos gérmenes digieren la bilis, transformándola en urobilinógeno (amarilla) o coprobilinógeno (marrón), dando su color habitual al popó. Pero en algunas ocasiones hay cambios en esa flora, y los bichos que hay, no digieren la bilis, saliendo de su color original: Caca verde, sin que sea diarrea.

Esto es bastante frecuente en las primeras fases de introducción de la alimentación, o durante la dentición.

Cuando esto ocurre sin diarrea, pero con molestias en el bebé, puede ayudar si damos probióticos (Lactobacilos) al bebé. Nos indicaría que la flora nueva no es buena, pudiendo generar más gases o irritar más el culete.

Caca verde en bebé sin diarrea
Esta caca es verde, pero tiene una consistencia normal. No es diarrea. Simplemente la bilis no ha sido digerida.

Cacas de color verde en bebés por cambios en la alimentación

Cuando un bebe toma una alimentación todos los días, como ocurre al principio con la leche, los gérmenes que hay en su intestino son aquellos que están mejor adaptados a la composición de esa leche. Si un bebé por ejemplo toma leche artificial y la cambiamos de marca, cambiará su flora intestinal. Las pequeñas diferencias de composición de la leche harán que unos gérmenes mueran al perder aquello de lo que se alimentaban. Al tiempo que otros que no tenían recursos los encuentre y crezcan.

Es como si cada vez que cambiamos la alimentación abriésemos las puertas y aceptásemos bichitos nuevos. El problema es que a veces serán buenos y otras no tanto. Por eso yo aconsejo que no cambies de leche sin motivo. Sea la que sea, si le sienta bien, no cambies. Si mantenemos la misma durante tiempo hacemos que la flora intestinal que no está dando problemas se asiente más firmemente.

No te extrañes porque cambie el color de la caca al hacer estos cambios. Es lo normal. Sea cual sea el color, incluso si la caca es verde, no hagas nada si el bebé no tiene molestias. Si al cambiar el color aparecen más gases, dolor de barriga o irritación de la piel en torno al ano entonces es que los bichitos nuevos no son buenos. En este caso puedes dar un probiótico para introducir gérmenes buenos que les hagan la competencia. Y si este cambio ha coincidido con un cambio de leche, vuelve a la que tomaba antes.

Cambios del color, consistencia y acidez de la caca con la dentición

Empezaré aclarando un pequeño detalle. Todos los bebés por encima de los 2 meses suelen meterse con frecuencia las manos en la boca, sin que tengan dientes a punto de salir. Simplemente es una forma de entretenerse. Busca estímulos, y algo que les entretiene mucho es meterse cosas en la boca para explorar. Lo que tienen más a mano: Las manos.

Pero es verdad que cuando los dientes están abriendo camino para salir, molestan. Entonces el bebé se mete las manos o cualquier otro objeto que pueda morder con mucha más frecuencia. Tanto las manos como esos objetos tienen gérmenes en su superficie. Gérmenes que van entrando hacia el intestino. Algunos no pueden vivir ahí. Pero otros sí. Cuando alguno de esos gérmenes se hace un hueco importante puede cambiar las características de la caca en color, consistencia o acidez. El resultado puede causar molestias o no. Si no las causa no haremos nada. Si aparecen molestias podremos tirar de nuestro amigo el probiótico.

No te agobies con la limpieza para evitar la entrada de gérmenes. Un exceso de higiene es contraproducente.

Caca verde con diarrea

En otros casos el bebé o el niño pueden hacer heces vedes y además con diarrea.

Recapitulamos lo que era diarrea:

Muchas veces, mucha cantidad, líquida, con dolor de barriga, come peor y con irritación de la piel al salir.

La causa en estas ocasiones es, que con la diarrea, se acelera tanto el paso por el intestino, que no da tiempo a que la bilis se transforme, con lo que la caca del bebé conserva su color verde.

Esto es muy frecuente, por ejemplo, en las diarreas del lactante producidas por Rotavirus.

Puede aparecer también cuando un niño tiene intolerancia a algún alimento. El más frecuente en causar esto es la Lactosa.

La intolerancia a la lactosa aparece en forma de: Diarrea ácida verdosa.

caca verde en bebé
A diferencia de la anterior esta es una caca verde muy líquida. Si va acompañada de irritación de la piel alrededor del ano es una diarrea. En este caso es verde porque el paso por el intestino ha sido tan rápido que no ha dado tiempo a digerirse la bilis.

Las cacas verdes del bebé pueden desencadenarse a partir de:

  • Cuando pasamos de lactancia materna a artificial en un bebé que no produce cantidad suficiente de lactasa. La lactasa es el enzima que usa nuestro intestino para digerir la lactosa. Algunos bebés producen poca lactasa y eso hace que no puedan digerir la Lactosa. Entonces los gérmenes del intestino la aprovechan, la fermentan y producen ácido láctico. Éste irrita la pared del intestino haciendo que se mueva más de lo normal. Aparece así la diarrea ácida.
  • Puede pasar también en bebés que toman leche materna si no se les deja vaciar el pecho por completo. Por ejemplo cuando se da el pecho y en todas las tomas después se saca con un sacaleches para hacer un banco de leche. Al hacer esto el bebé toma directamente la primera parte de la tetada que es rica en lactosa y se almacena la segunda parte que es rica en proteínas (entre las que está la lactasa) y grasas. O si hay alguna molestia que les impide hacer las tomas completas. Cuando esto ocurre la lactasa que el pecho contiene, y que está concentrada en la parte final de la tetada no sale. El bebé toma una leche muy rica en lactosa, pero sin la lactasa que le ayude a digerirla. Si el bebé en esto casos no tiene lactasa suficiente producida en su intestino aparecen los síntomas de intolerancia a la lactosa.
  • A veces un bebé que digería bien la lactosa pierde esa capacidad de hacerlo. Las causas más frecuentes son:
    • Otra intolerancia o alergia digestiva que dañe la mucosa e impida la regeneración de la pared del intestino. Con lo que pierde la capa superficial, donde están las células que que fabrican la lactasa.
    • Una infección que ataque la pared del intestino y destruya la capa superficial donde se produce la lactasa.
    • Una falta de hierro, necesario para regenerar la pared del intestino. Cuando los bebés van creciendo agotan el hierro que recibieron durante el embarazo. Su alimento esencial, la leche, aporta poco de este mineral. Y con el paso de los meses muchos bebés tienen una carencia. Una de las cosas en las que se nota es en la dificultad para regenerar la pared del intestino y con ella pueden aparecer algunas intolerancias. Estas intolerancias se corrigen dando al bebé un suplemento de hierro.

Puedes ver como tratarlo en el tema de la diarrea.

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Cómo saber si mi hijo tiene Intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la Lactosa: Comprende fácilmente en qué consiste este problema para digerir el azúcar de la leche y cómo puede resolverse en tu bebé.

¿Qué es la Intolerancia a la Lactosa?

Es la incapacidad para digerir la Lactosa.

¿Qué es la Lactosa?

La lactosa es el azúcar de la leche. Es lo que llamamos un disacárido. Es decir, que su molécula está formada en realidad por dos azúcares unidos: Una molécula de glucosa y otra de galactosa.

El intestino no puede absorber la molécula completa. Debemos partirla para que puedan entrar por separado glucosa y galactosa.

¿Qué es la Lactasa?

El encargado de romper la lactosa para que pueda ser asimilada es un enzima llamado Lactasa. 

Es algo que todas las crías de mamíferos deben tener capacidad de producir en su intestino.

Cuando no se produce suficiente Lactasa y tomamos Lactosa, aparece la intolerancia. 

En realidad la intolerancia a la Lactosa es la norma y no la excepción. Pero depende de la Genética.

En condiciones normales, llegada cierta edad, los mamíferos pierden la capacidad de producir lactasa. Esa edad en los seres humanos estaba entre los dos y los seis años.

Antes de que existiese la ganadería, los niños dejaban de consumir leche en ese rango de edad y por tanto dejaba de tener sentido la presencia de ese enzima en el intestino. La capacidad de seguir produciendo Lactasa tras la edad natural de lactancia es algo que apareció hace unos 10.000 años en las zonas donde los humanos realizaban ganadería de especies cuya leche era rica en lactosa. Por eso en las zonas de tradicional ganadería de vaca, como el norte de Europa o algunas razas ganaderas de vaca en África la intolerancia a la lactosa es algo muy raro. 

Sin embargo, la intolerancia a la lactosa es uno de los trastornos alimentarios más frecuentes, fuera de las zonas tradicionalmente ganaderas de vaca. En la zona mediterránea de Europa, donde está España, la leche consumida tradicionalmente fue de cabra y oveja, dos especies que liberan lactasa en su leche, por lo que aunque la persona no produzca lactasa suelen ser bien toleradas. Por eso en esta zona la intolerancia a la Lactosa puede llegar al 20-25 %. De hecho, yo mismo soy intolerante a la lactosa.

Hay razas en las que es raro y otras en las que es casi la norma.

Es casi normal por encima de los 4-6 años. Pero a veces ocurre incluso en bebés.

Si quieres saber si tú o tu bebé tenéis estos genes que predisponen a la intolerancia a la lactosa junto a otros muchos de otras patologías tienes a tu disposición análisis genéticos.

Síntomas de la Intolerancia a la Lactosa

Cuando alguien pierde la capacidad de digerir la lactosa y la toma aparecen una serie de reacciones poco agradables:

       Al no poder absorber la lactosa esta queda en el intestino sirviendo para que demasiadas bacterias se alimenten. Aumenta su número, lo que produce irritación en el intestino. Es lo que llamamos una Disbacteriosis.

       Estas bacterias fermentan la lactosa produciendo muchos gases. Lo que da a su vez más dolor abdominal.

       La fermentación de la lactosa produce ácido láctico, que vuelve las heces más irritantes al salir.

       Acaba produciendo una diarrea verdosa con dolor intenso e irritación de la piel en torno al ano.

Nada agradable. Cuando los mamíferos dejan de producir lactasa acaban rechazando la leche porque les sienta fatal.

Hace miles de años algunos seres humanos sufrieron mutaciones que les hicieron que siguieran produciendo lactasa más allá de la edad normal. En las razas ganaderas esto era una ventaja y la mutación fue extendiéndose hasta ser mayoría los adultos que toleran la lactosa en esas civilizaciones ganaderas.

Intolerancia a la Lactosa y Cólico del Lactante

Esta intolerancia es uno de los problemas que puede originar Cólico del Lactante en algunos bebés. Si deseas conocer los demás te recomiendo que visites nuestro Proyecto «Bebé sin Cólico».

Intolerancia Secundaria a la Lactosa

No todas las intolerancias a la lactosa son genéticas y definitivas.

La Lactasa se produce en la parte más superficial de la mucosa del intestino.

Si esta zona se pierde, la capacidad de digerir la lactosa puede alterarse de forma temporal. Cuando la pared intestinal se regenera recuperamos esa capacidad.

Las causas que con más frecuencia pueden llevar a una Intolerancia Secundaria a la Lactosa son:

  • Una infección del intestino. Cuando una gastroenteritis produce una diarrea intensa puede deteriorar la pared intestinal tanto que nos volvamos intolerantes a la lactosa. Una vez que incluso la infección ha cedido, la diarrea puede seguir porque si tomamos leche esta no pueda ser digerida y la intolerancia haga un círculo vicioso: Intolerancia-diarrea-intolerancia…
  • Otra intolerancia o alergia alimentaria. Cualquier intolerancia o alergia que afecte al intestino puede hacer que se pierda la capacidad de digerir la lactosa. Ya que al inflamar la pared puede causar que la zona donde se produce lactasa se pierda. Debemos sospechar que esto ocurre cuando tras retirar la lactosa hay una mejoría, pero sólo parcial. Suele significar que hay otro problema de base que no hemos resuelto.
  • Falta de hierro. Muchos bebés en torno a los 4-6 meses presentan una carencia de hierro. El hierro es necesario para regenerar la pared del intestino. Cuando éste falta podemos tener dificultades para que la zona más superficial, donde se produce la Lactasa se regenere adecuadamente. Puede aparecer una Intolerancia que mejora no eliminando la lactosa, sino aportando un suplemento de hierro.
  • Alteraciones de la Flora Intestinal. Ciertos gérmenes, como la Cándida Albicans pueden asentar en nuestro intestino y producen sustancias que irritan y dificultan el bienestar de la mucosa intestinal. Como consecuencia podemos desarrollar una intolerancia secundaria. Esto es fácil que ocurra tras una gastroenteritis agresiva, en la que la Flora intestinal se ha dañado mucho o tras tomar antibióticos, ya que los antibióticos eliminan la mayoría de los gérmenes del intestino, pero no a la Candida que es un hongo y resiste al efecto del antibiótico.

Si tienes alguna duda puedo resolvértela por WhatsApp en menos de 24 horas.

Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene intolerancia a la lactosa

Depende de la edad y de qué se alimenta:

Lactancia Materna exclusiva.

En los niños que toman lactancia materna exclusiva sólo puede haber signos de intolerancia a la lactosa si el pecho se vacía mal.

En la leche que sale al principio hay mucha lactosa y poca lactasa.

Por lo que si se interrumpen las tomas, habitualmente por una indicación errónea de que la toma de cada pecho debe tener una duración limitada, puede haber una carencia de lactasa.

La solución es dejar que vacíe cada pecho hasta que no quiera más.

Cuando toma ya Lactancia artificial o Leche de vaca entera

Si toma leche artificial, ésta tiene lactosa. Pero no Lactasa.

Si el niño no la produce aparece la Intolerancia a la Lactosa.

La solución es darle una leche sin lactosa adecuada para su edad:

– Leche adaptada de inicio sin lactosa en los 6 primeros meses de vida.

– Leche adaptada de continuación sin lactosa entre los 6 meses y el año de vida.

– Leche entera de vaca sin lactosa por encima del año de vida.

Puede tomar yogur normal o queso normal. Debe evitar aquellos con lactosa añadida tras acabar la fermentación.

Además de retirar la Lactosa es importante…

Cuando retiramos la lactosa, si hay una clara mejora de los síntomas es que el niño tenía intolerancia a la lactosa.

Pero muchas de estas intolerancias son transitorias.

Por eso, yo recomiendo durante la fase sin lactosa (unas 2 semanas) ofrecer al niño:

– Un suplemento de hierro. Es necesario para reparar la pared del intestino.

Probióticos: Cuando eliminamos el recurso extra de lactosa que está manteniendo a una población excesiva e inadecuada de gérmenes en el intestino, debemos restablecer el equilibrio de la flora intestinal. Debemos añadir dos tipos de probióticos diferentes:

– Levaduras.

– Bifidobacterias y Lactobacilos.

Tras esas dos semanas sin lactosa y tomando hierro y probióticos, la mayoría de las intolerancias transitorias a la lactosa se han corregido y al reintroducir la lactosa ya es bien tolerada.

Estas intolerancias transitorias son más frecuentes en algunas personas. Por lo que siempre que veamos aparecer los síntomas típicos (diarrea ácida con gases y dolor abdominal) podemos repetir esta pauta para recuperar la tolerancia.

Intolerancia a la lactosa en niños y bebés

Diagnóstico de la intolerancia a la Lactosa.

La intolerancia a la lactosa, tanto si es definitiva como en las transitorias tiene una base genética que puede estudiarse mediante análisis.

Hay también analíticas como el test del hidrógeno espirado que pueden decirnos si en este momento el niño digiere o no la lactosa. Pero no diferencia entre la intolerancia transitoria y la definitiva.

También podemos retirar y reintroducir la lactosa cada vez que el niño tiene síntomas sugerentes (gases, ardores, diarrea ácida…).

Hay muchos casos en los que niños que han sufrido intolerancia transitoria tienen una limitación en su dieta que era innecesaria. Otros en los que arrastran los síntomas durante años, porque son leves o moderados, pero empeoran la calidad de vida del niño.

Lo único capaz de darnos un diagnóstico definitivo que nos dice si el bebé debe o no eliminar la lactosa de su dieta de forma definitiva es el test genético. Estamos en el siglo XXI y este recurso está disponible.

Por tanto, si tu hijo tiene síntomas sugerentes de intolerancia a la lactosa te recomiendo que pruebes a retirarla de su dieta. Si mejora claramente es que en este momento tiene esa intolerancia, puedes intentar recuperar la tolerancia con un suplemento de hierro y probióticos durante las dos semanas de dieta sin lactosa. Pero si quieres una respuesta definitiva sobre si la lactosa puede estar en su dieta sin problema o debes retirarla de por vida, la genética puede dártela.

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El Cólico del Lactante no existe, pero tu bebé llora

El cólico del laxante no existe. Causas del cólico, llanto de tu bebé.

El Cólico del Lactante no existe. No hay un problema que explique el llanto de los bebés menores de 3-5 meses. Hay un libro que te explica cómo resolverlo.

Cuando hice la especialidad me explicaron que el cólico del lactante era un problema que afectaba según estadísticas a entre un 10% y un 40% de los niños. Según lo estrictos que fuésemos en la definición.

Pero lo peor viene después. Cuando vas a ver la causa y te encuentras con que no se define, tampoco hay un modo de diagnosticarlo con claridad ni un tratamiento que funcione….

Hace ya años que viendo sufrir a niños en mi consulta me planteé que tenía que haber respuestas a la altura del conocimiento que tenemos en el siglo XXI.

¿Y si eliminamos el diagnóstico de Cólico del Lactante?

En mi experiencia la respuesta ha llegado del hecho de descartar el Cólico del Lactante como diagnóstico. Ya que no podemos definir ni causa, ni diagnóstico ni tratamiento, cada vez que entra un niño en mi consulta que llora mucho con menos de 5 meses lo que hago es repasar los principales fallos en la adaptación inicial del bebé a la vida fuera del útero y ver si hay desviaciones que expliquen el llanto. La sorpresa es que entendiendo estos procesos adaptativos siempre encontramos respuestas.

Cuando un niño llora mucho en sus primeros meses suele haber uno, o más frecuentemente varios problemas de adaptación, que explican el llanto del bebé.

Los motivos de llanto del bebé que con más frecuencia encuentro en mi consulta son:

  • Una pauta de Alimentación incorrecta. Se sigue recomendando a los padres que alimenten a sus hijos con pautas rígidas que favorecen que el niño coma con ansiedad. Hay llantos que simplemente son por hambre, otros se producen cuando los gases o el reflujo empeoran por comer desesperado. Esta es una de las causas más fácil de tratar y sin embargo se bombardea constantemente a los padres con consejos en contra de hacerlo.
  • Necesidad de estímulos no cubierta. Si con la comida se dan consejos absurdos, en este campo es peor aún.
  • Bebés de alta demanda. No todos los niños son iguales. Los que tienen una mayor necesidad e estímulos son carne de cañón del “lo vas a acostumbrar a brazos”. Hay que entender a estos niños y cómo cubrir sus necesidades de forma más llevadera.
  • Alergias e intolerancias. Es un fallo en la asimilación de los alimentos que en sus formas más intensas suele diagnosticarse con facilidad, pero en sus formas leves o moderadas explican muchos llanto calificados como Cólicos.
  • Pseudoestreñimiento del lactante. En el control inicial del esfínter anal se puede producir un fallo de coordinación que suele superarse en semanas. Pero son semanas en las que hay una clara retención de heces y gases que lleva al llanto desconsolado.
  • Alteración de la Flora Intestinal. En los primeros meses de vida hay cambios constantes en esta flora y dependiendo de su composición pueden aparecer molestias evidente que pueden mejorar si regulamos esa microbiota.
  • Reflujo Ácido. Desde que el bebé nace la producción de ácido del estómago va aumentando progresivamente hasta cumplir su función de romper las proteínas en el estómago. Pero a veces supera lo que sería normal y aparecen problemas. Un llanto que interrumpe la toma arqueándose hacia atrás, acompañado de otra serie de signos claros de que sufre reflujo.

Estas siete causas explican más del 95% de lo que se ha llamado hasta ahora Cólico del Lactante. Pero estas sí son problemas definidos con un diagnóstico que puede confirmarse de forma objetiva y con medidas que pueden resolverlos.

En el libro Bebés sin Cólicos he hecho un esfuerzo por explicar de forma clara a las familias estos problemas, cómo identificarlos sin tener que recurrir a pruebas complementarias y las medidas para resolverlas recurriendo al mínimo de medicación necesaria.

Bebés sin Cólicos, Libro, ebook, el método para resolver los cólicos del lactante y el llanto de tu bebé.
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Alergia o intolerancia a proteínas de leche de vaca

Inmunoterapia para eliminar la Alergia a Proteínas de la Leche de Vaca en niños y bebés.

Alergia a proteínas de la leche de Vaca. Bebés a los que sienta mal la leche de vaca y sus derivados. Cómo se diagnostica y se trata. Podemos eliminar la alergia con Inmunoterapia.

Se habla mucho sobre la leche de vaca. Hay quien la considera un alimento imprescindible para los niños y quien la llama directamente veneno.

Como de costumbre, ni un extremo, ni el otro. La leche es un alimento completo, pero no imprescindible. Su mala fama nace de que es el alimento que con más frecuencia produce alergias o intolerancias.

Hay dos elementos que pueden generarlo:

  • Proteínas de leche de vaca. Especialmente la Caseína, la lactoalbúmina y la lactoglobulina.
  • Lactosa. Es el azúcar de la leche.

En este artículo nos centraremos en las proteínas de la leche de vaca.

Hay otro artículo en el que hablo de la intolerancia a la lactosa.

Alergia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé cuando toma leche y tiene alergia?

  • Una reacción al tomar leche de vaca con vómitos, diarrea, erupción en la piel, tos, bajada de tensión con palidez de piel y decaimiento. La alergia significa que el sistema defensivo del bebé se defiende contra las proteínas de leche de vaca porque considera que son algo agresivo. Si ocurre esto, sospechamos que puede haber una alergia.
  • A veces la alergia es más lenta, produciendo unos síntomas menos llamativos: Dolores de barriga, duerme mal, dermatitis atópica o del pañal que no acaba de mejorar, tendencia a responder de forma inadecuada a las infecciones…

Analíticas para confirmar la alergia a proteínas de leche de vaca:

  • IgE total elevada. Son los anticuerpos que habitualmente suben en las alergias. Las cifras totales elevadas nos dicen que hay algo que le está generando sensibilización del sistema defensivo. Pero no nos dice qué.
  • IgE específica a caseína, Alfalactoalbúmina y Betalactoglobulina. Son las tres proteínas de la leche a las que son alérgicos con más frecuencia. Si sale positiva a alguna o varias de ellas se confirma la sensibilización. Pero:
    • Si son negativas no se descarta. Porque en la leche hay muchas más proteínas capaces de causar alergia y también hay alergias no mediadas por IgE.
    • Hay niños con IgE positiva que sin embargo cuando tienen contacto con la leche no reaccionan. Hablamos de sensibilización pero en este caso sin alergia.
  • Prick o prueba de parche positiva: Contacto en la piel con aquello que sospechamos que produce la alergia. Esta prueba es más fiable, porque probamos con leche completa y sea lo que sea que produzca alergia, el cuerpo reacciona. También tiene 2 problemas:
    • Tiene sus riesgos, especialmente cuando la primera reacción ha sido muy intensa. Si hacemos una herida leve y ahí aplicamos la leche la tendencia a reaccionar del sistema defensivo aumenta. Hacer pruebas de Prick varias veces a un niño puede hacer que sus reacciones a la leche sean cada vez mayores. Hasta el punto de llegar a veces a hacer un shock anafiláctico con una prueba de Prick.
    • Que tenga un Prick positivo no implica que tomando la leche por vía oral genere reacción.

Intolerancia a proteínas de leche de vaca:

¿Qué notamos en el bebé?

En este caso no es que el sistema defensivo se defienda por error contra las proteínas de leche de vaca. El problema es que el intestino del bebé no puede digerirlas. Cuando quedan sin digerir, algunos gérmenes de la flora intestinal lo hacen y pueden liberar sustancias que irritan el intestino, haciendo que no absorba bien el resto de nutrientes y provocando molestias.

Las más frecuentes son: Digestiones pesadas, irritabilidad, no gana peso, diarrea o vómitos esporádicos.

Pruebas para confirmar:

  • IgA sérica elevada. A veces aparece. Pero con frecuencia no.
  • Esteatorrea o creatorrea elevados. Es decir, como el intestino está irritado no podemos absorber bien los nutrientes y hay demasiada grasa en las heces y algunas otras indicaciones de que algo no va bien.
  • En biopsia (no indicada) se verían zonas de atrofia vellositaria parcheadas. Se hace en estudios, pero no es necesaria para diagnosticar la intolerancia.

Diagnosticar Alergia o intolerancia a las proteínas de la leche de vaca: Retirada- Reintroducción

Es la prueba más clara y la que yo suelo usar siempre que la reacción al tomar la leche no genere síntomas demasiado intensos.

Si sospechamos que un bebé tiene intolerancia o alergia a las proteínas de leche de vaca, podemos retirarlas de su alimentación. Al hacerlo el bebé suele mejorar en unas semanas (2-4 semanas suele ser suficiente).

Tras ese periodo reintroducimos de nuevo las proteínas de leche de vaca en su dieta y si hay Intolerancia o Alergia , las molestias reaparecen en pocos días. A veces en horas.

Esta es la única prueba que responde a las dos preguntas esenciales ante una alergia o intolerancia digestiva:

  • ¿Cuál es el causante?
  • ¿Es mejor mantener el alimento en la dieta o eliminarlo?

Esta prueba no precisa medios técnicos, no hay que pinchar al niño, no precisa la remisión a un especialista para realizarla…

Leches especiales para niños que no toleran la leche de vaca:

Esto puede ocurrir también en niños que toman sólo pecho, pero cuya madre toma leche de vaca o productos que la contienen en sus ingredientes. Cuando esto ocurre se trata eliminando la leche de vaca de la alimentación de la madre.

El tratamiento en los bebés que toman leche artificial es cambiarla por otra que:

  • No contenga proteínas de leche de vaca. Especialmente útiles en alergias muy marcadas. Hoy en día las hay de soja o de arroz. Las de soja no me gustan porque pueden generar alergias cruzadas con la de vaca.
  • En alergias o intolerancias leves pueden usarse leches hidrolizadas o parcialmente hidrolizadas a partir de leche de vaca.
  • Las elementales son leches en las que rompemos tanto las proteínas que ya sólo quedan aminoácidos individuales. Se usan en alergias muy intensas.

Pero es tu pediatra o el digestivo infantil quien te indicará la más adecuada en cada caso.

Actuación en niños a los que sientan mal las proteínas de leche de vaca

La leche de vaca es algo omnipresente en la alimentación occidental.

En la mayoría de los casos la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca acaba desapareciendo con la edad conforme madura el intestino.

Pero la alergia puede reducirse, aumentar o persistir durante mucho tiempo. El riesgo más importante en un niño que va creciendo y sigue siendo alérgico a la leche de vaca, especialmente en las alergias graves, es que conforme crece cada vez resulta más difícil evitar los contactos accidentales. Es vivir con una espada de Damocles sobre su cabeza.

Pero además, durante los primeros años de vida la tendencia de las alergias es a desaparecer. Conforme va creciendo, si la alergia persiste cada vez tiene más riesgo de que persista de por vida.

Inmunoterapia

Cada vez más se tiende a buscar la tolerancia de forma activa. Esto es lo que yo hago en mi consulta. Se puede conseguir en casi todos los niños que dejen de ser alérgicos a la leche en menos de un año. Y se puede hacer de forma que además normalicemos el funcionamiento del sistema defensivo. Porque una alergia alimentaria no es algo aislado. Es una señal de que la inmunidad está mal regulada.

Una mala regulación que en algunos niños va aumentando su lista de señales poco a poco con dermatitis atópica, una lista creciente de alergias alimentarias, hiperreactividad bronquial, asma…

Si tu hijo tiene alergia a las proteínas de la leche de vaca y tienes interés por hacer este proceso de normalización del sistema defensivo consiguiendo la tolerancia a la leche pregunta a tu pediatra.

Yo también estoy a tu disposición en mi consulta en Granada o para que me consultes online.

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Niños con asma

El niño con asma

El Asma es una de las Enfermedades Crónicas más frecuentes en Niños. Objetivo: Conseguir que tengan una Vida Normal con el Mínimo de Medicamentos posible.

Hablar de Bronquitis, Asma o Hiperreactividad bronquial es casi lo mismo. Pero la mayoría de los padres se refieren al asma en niños que tienen una causa definida para las crisis. Las causas más frecuentes son el esfuerzo físico (asma de esfuerzo) o las partículas alérgicas del aire (pólenes, ácaros, hongos o epitelios animales).

Se trata de una enfermedad crónica porque se debe a que la forma en la que el cuerpo del Niño Asmático responde a estos desencadenantes no es la normal. Reacciona de forma exagerada.

Algunos padres de Niños Asmáticos se plantean si pueden dar a su hijo algo que suba las defensas. Pero en realidad el asma es algo que aparece cuando el sistema defensivo responde en exceso ante algo que no debería causar esa reacción.

La clave para mejorar la calidad de vida de estos niños y adolescentes con Asma es el tratamiento de fondo. Pero demasiados niños subsisten a su asma recurriendo sólo a tratamiento para las crisis, que se repiten una y otra vez limitando su calidad de vida.

El objetivo que busco en este artículo es hacer una visión más amplia del Tratamiento de Fondo del Asma con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes Asmáticos recurriendo lo menos posible a la medicación.

No es que los corticoides y los broncodilatadores inhalados sean malos. Quitan el ahogo y permiten recuperarse en las crisis. Pero si un Asmático tiene que recurrir constantemente a ellos es posiblemente porque no estamos haciendo gran cosa en el abordaje real de su problema de base.

Quién acaba sufriendo Asma

Se suele decir que hay 3 factores claves para acabar siendo asmático:

  • Atópicos. Si un niño tiene Dermatitis Atópica las posibilidades de que acabe teniendo asma son mayores. Y aumentan cuanto más intensa es la atopia que sufre.
  • Primera Bronquitis muy joven. Cuanto antes se sufre la primera bronquitis y cuanto más intensa y persistente haya sido durante los primeros años de vida, más fácil es que se siga siendo asmático.
  • Antecedentes familiares de Asma. Si en una familia hay asmáticos es más fácil que lo sea. Esto tiene su base en la predisposición genética, pero también en que en una familia se comparten hábitos alimentarios que la favorecen. Hablaremos de ello.

Tratamiento agudo del Asma

Lo que voy a describir a continuación es lo que sabe todo asmático y todo padre o madre de un niño con Asma: Los aerosoles.

Hay algunos más. Pero los dos medicamentos inhalados que se usan con más frecuencia en el Asma son:

  1. Broncodilatadores: Son el medicamento más básico. Consiguen un efecto rápido (15-20 minutos) reduciendo la tos y el ahogo gracias a que abren los bronquios. Los hay de corta duración, cuyo efecto dura 4-8 horas. Y de larga duración, que actúan hasta 12-24 horas.
  2. Corticoides: Muchas veces se «olvida» su uso, porque es muy frecuente la «corticofobia«. Se temen tanto los efectos secundarios de los corticoides que se tiende a usarlos lo menos posible. El resultado es que en muchos casos se usa menos de lo que se debiera. La bronquitis es inflamación, producción de moco y cierre del bronquio. El broncodilatador, pese a su rápido efecto, sólo actúa sobre el último de los 3 mecanismos. Cuando lo usamos sólo es frecuente que necesitemos dosis muy repetidas y durante bastante tiempo. Porque no estamos haciendo nada para resolver los otros dos mecanismos implicados.

No usar los corticoides cuando son necesarios (hay inflamación del bronquio) ocasiona dos problemas:

  • Las crisis duran más tiempo, necesitando un mayor uso de broncodilatadores y siendo más fácil que acabe ocurriendo una complicación por sobre-infección. Pero además, cuanto más duran las crisis más interfiere en la Calidad de Vida del Niño con Asma. 
  • Pero hay un efecto a largo plazo más importante. Cuando no se trata la inflamación del bronquio, y en el Niño con Asma la tiene con frecuencia y durante períodos prolongados, esa inflamación acaba evolucionando a Fibrosis. Esto significa que los bronquios pierden elasticidad y llega un momento en que no son capaces de abrirse ni usando broncodilatadores. Muchos adultos jóvenes que han padecido Asma durante la infancia tienen una disminución de la capacidad de los pulmones que es ya Irrecuperable por culpa de la «corticofobia».

Más allá del tratamiento agudo del Asma

Predisposición genética y personalización

No todos los niños tienen el mismo riesgo de desarrollar Asma. Sabemos que hay familias en las que esto es mucho más frecuente. Esto depende de algunos genes cada vez mejor conocidos que regulan el funcionamiento del sistema defensivo. Especialmente en lo referente a los procesos inflamatorios.

Es fácil saber que en una familia hay antecedentes de este problema. Basta con preguntarlo a los padres. Pero lo que no sabíamos hasta ahora era el porqué. Sobre esto cada vez disponemos de más conocimiento, que nos permite entender qué genes y por qué mecanismos generan este problema.

Esta personalización nos está permitiendo cada vez más actuar de forma mucho más definida en cada caso concreto.

Si quieres tener esta información sobre la genética de tu hijo, que nos permita abordar este problema de forma más certera y mucha más información relevante sobre su salud realizar un test genético muy amplio es ya algo muy asequible. Echa un vistazo a lo que puede ofrecerte DNActive Baby. Si tienes cualquier duda al respecto estarán encantados de aclarártelas.

Medicación de Base en el Asma

Cuando un niño o un adolescente padece Asma y las crisis son frecuentes o muy intensas, no basta con tratar cada una de esas crisis. Hay medicación que a veces es necesario dar a diario durante periodos prolongados para evitar las crisis.

Si tiene crisis con poca frecuencia y que responden bien al tratamiento de la crisis, no merecerá la pena.

Hay varias opciones y a cada niño, en función de las características de sus crisis le va mejor un tratamiento de base. Si sus crisis son frecuentes o intensas comentádselo a su pediatra para que valore cuál es el que mejor puede irle.

En el Asma estacional, es decir el desencadenado por pólenes que sólo están presentes en una fechas concretas del año, merece la pena iniciar el tratamiento preventivo poco antes de que empiece el periodo de polinización.

Vacunación contra el Asma

En algunos casos el desencadenante de las crisis es uno concreto y está identificado. Por ejemplo en Andalucía el más frecuente es el polen del olivo. Cuando es así, una de las opciones para reducir y a veces incluso eliminar el Asma es la vacunación anti-alérgica.

Pero no es útil si están implicados muchos causantes. La diferencia entre los niños a los que la vacuna les resulta útil y los que no, suele estar en si está mejor o peor definido el desencadenante. Si tu hijo da resultados positivos a 5-10 pólenes, epitelios animales, ácaros, hongos… posiblemente la vacunación no le sirva para nada. Pero si tiene sensibilidad en las pruebas a uno o dos alergenos y las crisis aparecen claramente cuando tiene contacto con ellos, la vacuna es posiblemente su arma más efectiva.

Ejercicio en el Asma

Hay padres que evitan que su hijo asmático corra por si se ahoga. No es buena idea. Lo que tenemos que lograr no es que el niño sea un enfermo, sino que tenga una vida lo más normal posible a pesar de su enfermedad.

El ejercicio físico es además positivo para los niños asmáticos. Evidentemente en plena crisis, si el niño hace esfuerzos le va a desencadenar la tos. Pero en cuanto está mejor debemos favorecer que haga el máximo de ejercicio físico.

Entre los deportes que se recomiendan a los asmáticos suele estar la natación. Esto es así porque es el ejercicio que más desarrolla la musculatura que actúa en la respiración. Pero hay que tener un factor en cuenta: El cloro.

La mayoría de las piscinas siguen usando el cloro en la depuración del agua. El problema es que el cloro es uno de los mayores irritantes para los bronquios. Por lo que algunos niños tienen crisis cada vez que visitan la piscina cubierta. Si esto ocurre, en algunos niños las crisis se vuelven incontrolables mientras no eliminemos la exposición al cloro. Se acabó la piscina. O a buscar una que no use depuración con cloro. La alternativa suele ser la depuración con sal.

Incluso en las piscinas cubiertas que no usan cloro algunos niños pueden empeorar cuando van si tienen sensibilidad a los ácaros o a los hongos. Ya que crecen con más facilidad en ambientes húmedos y con temperatura estable (como las piscinas cubiertas).

Tabaco y Asma

Esta es simple y sin embargo sé que a algunas familias les cuesta. El tabaco es un irritante bronquial claro. Tanto que en fumadores, el EPOC o Bronquitis crónica es la norma más tarde o más temprano.

La recomendación es clara: Si tienes un hijo asmático y siempre has pensado que algún día dejarás de fumar… nunca tendrás una excusa más importante. ¡Deja de fumar ya! Tira el que tengas y no compres más. Y cada vez que te dé el mono piensa en tu hijo con crisis de asma.

Evidentemente es mejor no fumar delante de los niños. Pero no basta con eso. El fumador elimina de forma constante nicotina en su sudor y esa sustancia favorece que se cierren los bronquios…

Alimentación en el Asma

Hay familias en las que la Atopia y el Asma pasan de generación en generación.

Evidentemente deben tener factores genéticos que ayudan a ello. Pero algo que muchas veces se olvida y que puede tener aún más importancia es la alimentación. Los hábitos alimentarios se aprenden de generación en generación. 

El Equilibrio Omegas

Uno de los factores clave en la alimentación es el Equilibrio de Omegas. Los ádidos grasos omega 3 y 6 no pueden ser sintetizados por el cuerpo. Así que dependemos de nuestra alimentación para disponer de ellos.

Están los Omega 3 (pescado azul y algunos aceites vegetales) que reducen la tendencia a la inflamación (buenos). Y los Omega 6 de origen animal que favorecen la inflamación (malos). También hay Omega 6 de origen vegetal que son beneficiosos.

El equilibrio entre los Omegas buenos y los malos determina entre otras cosas la tendencia a la inflamación que hay en el cuerpo.

En la dieta occidental hay un claro desequilibrio a favor de los Omega 6 de origen animal. Hay familias en las que esto es más marcado que en otras por sus hábitos alimentarios. Y esto es uno de los factores que determina la aparición de alergias en esa familia.

Una de las medidas de fondo para mejorar el Asma es recuperar el Equilibrio de Omegas. Para ello hay que reducir el consumo de grasas animales y aumentar el de aceites vegetales ricos en Omega 3 y pescado azul.

El problema es que los pescados azules de consumo habitual, como el atún, tienen unos niveles de metales pesados elevados y no es recomendable en niños pequeños y embarazadas o madres que dan el pecho. Y además muchos niños es complicado que tomen pescado azul con regularidad. La forma viable de alcanzar ese equilibrio es a veces el Suplemento de Omega 3. Y si éste se obtiene de pescado azul, conviene que sea de peces pequeños que se crien en aguas frías (con menor concentración de metales pesados) y que se obtengan por un sistema que reduzca la concentración de metales pesados.

La leche de vaca

Hay mucha controversia en torno a la Leche de Vaca. Hay gente que defiende que dar leche de vaca a los niños es como dar «mata-ratas». Mi opinión es que como toda simplificación, necesita matizaciones.

Algunos médicos eliminan la leche de vaca por norma de la dieta de cualquier niño con Asma. Mi opinión es que merece la pena probarlo. En unos influye y en otros no.

Hay dos vías por las que realmente la Leche de Vaca puede favorecer la intensificación del Asma:

  1. Niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca. Lo habitual es que proboque vómitos y dermatitis atópica. Pero algunos alérgicos tienden a manifestarla especialmente con síntomas respiratorios. Cuando se sospecha, hay quien solicita analítica de sangre. Pero en esa analítica lo que buscamos son anticuerpos específicos a las proteínas más grandes y que con mayor frecuencia producen alergia. El problema es que en la leche hay muchas más proteínas de las que se analiza y si el niño tiene alergia a una de las no analizadas, el resultado puede ser negativo pese a que la leche le genere alergia. Es más fiable el prick cutáneno, una prueba en la que vemos la reacción de la piel al contacto con la leche sobre una pequeña erosión. Pero yo prefiero otra prueba, para mí más importante: El test de exposición. Éste consiste en eliminar totalmente la leche de vaca de la alimentación del niño durante un mes y valorar si mejora los síntomas asociados a alergia (irritabilidad, molestias abdominales, dermatitis atópica, reacción excesiva en vías respiratorias). Tras ese mes reintroducimos la leche de vaca. Si notamos un cambio claro, con mejoría durante el periodo sin leche y empeoramiento tras su reintroducción, aconsejo retirar la leche de vaca de la dieta del niño.
  2. Exceso de Omega 6  de origen animal en la dieta. Una de las fuentes más importante de Omega 6 de origen animal en la dieta de los niños es la leche de vaca. Hay muchos niños que «comen mal». Entiendo por «comer mal» que seleccionan la dieta haciéndola cada vez más limitada. Es muy frecuente que ante la preocupación de que» el niño come poco» se complemente con productos lácteos. Raro es el niño de este tipo que toma pescado azul con regularidad. El resultado es un claro desequilibrio de Omegas que favorece la aparición de procesos inflamatorios en piel, intestino y vía respiratoria (asma entre ellas). La solución es la mejora de la alimentación aumentando su diversidad y reduciendo la presencia de los productos lácteos. Os remito ahí a mi artículo sobre el niño que come mal. Pero mientras se logra a veces puede ser beneficioso el uso de Suplementos de Omega 3.

Si te gustaría que valore el caso de tu hijo y te diga cómo abordarlo puedes hacerme una consulta online. Contesto por WhatsApp en menos de 24 horas.

Enlaces de interés:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000990.htm7

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Remedios para el Asma

Qué hacer si tienes asma para evitar que tu hijo la sufra.

Tener antecedentes familiares de asma es uno de los factores predisponentes para sufrirla. Pero puede ser también una oportunidad para evitarla.

Sabemos que la genética es uno de los factores que define en parte nuestra salud.

Hay familias en las que las alergias son mucho más frecuentes que en otras.

Cuando se diagnostica de Bronquitis o Bronquiolitis a un bebé y alguno de los padres es asmático, surge la preocupación de si eso significa una condena de por vida para el bebé. Voy a intentar aclarar este punto.

¿Qué es el Asma?

El Asma es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta al sistema respiratorio. Suele aparecer en la infancia y afectar en todas las edades de la vida.

Las personas que la sufren tienen crisis en las que los bronquios se inflaman y se cierran dificultando la respiración y provocando tos.

La mayoría del tiempo son personas normales, pero antes algunos irritantes (Infecciones, ácaros, hongos, polvo, polen, epitelios animales, ozono, tabaco, contaminación, estrés, ejercicio físico….) pueden sufrir crisis.

Evolución que lleva al Asma

No se llega a ser asmático de un día para otro. Hay una serie de pasos previos que llevan a esta situación.

Genética del Asma

En primer lugar debe haber una predisposición genética. No todos los asmáticos tienen antecedentes familiares. Pero hay personas que no acaban siendo asmáticos a pesar de tener los demás factores y otros que teniendo menos “papeletas” terminan siéndolo.

Son muchos los genes que se han relacionado con el asma. Ninguno de ellos es imprescindible para sufrirla, ni hay un gen que si lo tienes serás asmático obligatoriamente. 

Histaminas y Asma

Por ejemplo, enzimas como la DAO o la HNMT son necesarios para eliminar histaminas. Las histaminas en las mucosas actúan generando inflamación, especialmente en reacciones rápidas. Cuando se tiene una variante genética que produce enzimas menos activos se produce un exceso de histamina que puede generar patologías alérgicas como el asma.

En estas personas las crisis de asma pueden ser más frecuentes tras tomar alimentos ricos en histaminas.

HLA y Asma

El HLA o complejo mayor de histocompatibilidad es como el carnet inmunitario de las células. Hay muchas variantes de esta molécula que está definida genéticamente en cada persona. Ciertas variantes de HLA, formas del receptor FcεRI-β, IL-4 o del CD14, se asocian frecuentemente con Asma, porque modifican la forma en que el sistema defensivo modula sus respuestas. Algunos genes, como el ORMDL3 se relacionan también con el inicio precoz del asma.

Como vemos hay muchos genes que predisponen al desarrollo del asma. Es lo que explica en parte que haya “familias de Asmáticos”. Conocer esa predisposición es interesante porque la simple presencia del gen no es suficiente para que sea asmático.

Con esa base genética unos acaban desarrollando el asma y otros no en un proceso de regulación del sistema inmunitario que puede durar gran parte de la infancia. En esta regulación, aparte de los genes influyen muchos factores ambientales. Y es precisamente por eso por lo que resulta interesante conocer la predisposición a desarrollar asma: Porque podemos reducir esa tendencia genética modificando factores ambientales. 

También es interesante porque el tratamiento del asma no funciona igual en todos los pacientes. Hay genes que pueden  hacer que respondan mejor o peor a un tratamiento concreto.

Por ejemplo, pacientes con la variante genética HSD3B1 presentan mayor resistencia al tratamiento con corticoides favoreciendo la progresión al asma grave.

Cesárea y Asma

Nacer por cesárea aumenta el riesgo de ser asmático en el futuro. Esto se debe a que la flora de bacterias que se adquiere al nacer es muy diferente en los niños que nacen de cesárea frente a los que tienen un parto natural.

Una cesárea es una técnica en la que sacamos al bebé a través de la piel de la madre evitando la vagina. Se debe hacer cuando hay un riesgo que lo justifica. Y evitar el asma en el futuro no es un motivo para arriesgar el bienestar del bebé en aspectos más graves. Por tanto no es cuestión de discutir si se hace o no la cesárea (que debe estar bien justificada siempre).

Lo que sí se está investigando ya son técnicas para mejorar la flora de los bebé nacidos por cesárea.

Esterilización y Asma

Otro factor que favorece el desarrollo de Asma es un celo excesivo por esterilizar todo en los primeros meses de vida.

El sistema defensivo está preparado para defendernos desde el nacimiento en condiciones de higiene mucho peores que las actuales. Durante los primeros meses los gérmenes siempre han estado ahí. Evitarlos en exceso tiene dos efectos negativos:

La flora normal de nuestro cuerpo evita que nuestro sistema defensivo los elimine produciendo sustancias que reducen la actividad de nuestras defensas mientras no haya una agresión. Tener una flora pobre implica un sistema defensivo con más actividad de la debida. Son inmunorreguladores no producidos por nosotros, pero con los que hemos contado durante toda la historia de la humanidad.

El sistema defensivo debe aprender a responder a los gérmenes agresivos de forma adecuada. Si su contacto con ellos es menor, no puede aprender a actuar adecuadamente.

Por eso un exceso de higiene es contraproducente haciendo que tengamos un sistema defensivo mal regulado que favorece respuestas inadecuadas y excesivas a agresiones mínimas.

Sol y Asma

El otro inmundo modulador fundamental que estamos perdiendo es la luz Solar. Hasta que nos volvimos sedentarios la especie humana estuvo siempre expuesta al sol durante el día. Dependiendo de la latitud esa exposición era mayor o menor. Pero también nos defendíamos de ella en función de la producción de melanina.

La luz solar tiene un doble efecto en el sistema defensivo de la piel:

Aumenta la producción de Vitamina D. Esta vitamina, conocida por su acción fijando el calcio en los huesos, actúa también regulando el funcionamiento del sistema defensivo.

La radiación solar reduce el número de células defensivas de la piel. Y la evolución humana cuenta con ello. De forma que producimos una cantidad superior a la que es necesaria, de la que parte se ha perdido siempre por efecto del Sol.

Hoy en día se protege tanto a los niños del sol que hemos reducido su exposición por debajo de lo deseable haciendo que incluso en zonas de sol intenso tengan déficit de vitamina D y un exceso de defensas en la piel. Es uno de los factores que favorecen la Dermatitis Atópica. Esta dermatitis es otro de los factores predisponentes al asma.

Burbuja inmunitaria y Asma

Inmunización pasiva. Durante los primeros meses de vida los bebés tienen los anticuerpos que su madre le ha pasado a través de la placenta. Defienden al bebé contra todas las infecciones que su madre ha pasado en su vida y han dejado recuerdo en su sistema inmunitario.

Esto hace que en los primeros meses de vida sea raro que enfermen. Si nos esforzamos por evitar todo contacto con gérmenes en esos primeros meses, no estamos haciéndole un favor al bebé.

Durante la etapa en la que tiene los anticuerpos de mamá no suelen sufrir infecciones porque enseguida son bloqueadas por ellos. Pero activando su propio sistema defensivo.

Si en esta etapa evitamos a ultranza las infecciones, sólo estamos retrasándolas hasta el momento en que tenga que afrontarlas, pero ya sin ayuda y sin experiencia. Lo que favorece respuestas inadecuadas.

Introducción tardía de alimentos y Asma

Pasa lo mismo con los alimentos. Introducir de forma tardía los alimentos que generan alergia no evita que aparezca ésta, sino todo lo contrario. Lo mejor es que el bebé tenga una dieta lo más completa posible antes de que la inmunización pasiva de mamá desaparezca.

Bronquiolitis precoz y Asma

Otro de los factores predisponentes al Asma es tener una primera bronquiolitis siendo muy pequeño. Porque esto significa que incluso con la ayuda de los anticuerpos maternos ya está haciendo respuestas excesivas.

Los virus que producen bronquiolitis en bebés no suelen generar en niños mayores o adultos más que un resfriado. La bronquiolitis es ya en sí una respuesta excesiva e inadecuada. Y es una señal de que ya hay algo en su sistema defensivo que no va bien.

Bronquitis de repetición y Asma

A partir de esa primera bronquiolitis hay niños que cada vez que sufren una nueva agresión respiratoria (nuevas infecciones virales, contaminantes, tabaco…) reaccionan en exceso haciendo bronquitis de repetición. Es lo que llamamos Hiperreactividad Bronquial. 

Este exceso de respuesta tiende a desaparecer en los primeros 3-4 años de vida. Lo hace porque el sistema defensivo acuciado por una avalancha de infecciones madura y tiende a autorregularse.

Si no lo consigue, cuando la incidencia de infecciones baja, porque ya ha pasado casi todas las que hay a su alrededor, empiezan a sensibilizarse a otros elementos presentes en el entorno como los pólenes, los ácaros, hongos, epitelios animales, fibras artificiales….

Si antes de que llegue esa etapa conseguimos que el sistema defensivo en los bronquios esté regulado, evitamos esa sensibilización tardía que ya sí, llamamos Asma y puede ser una enfermedad crónica de por vida.

Hay tratamientos que tienen esto como objetivo: Regular al sistema defensivo para reducir la tendencia a responder de forma excesiva en los bronquios. Cuando los usamos las crisis de bronquitis se hacen cada vez menos frecuentes. Si logramos esto mientras aún hay infecciones con frecuencia las posibilidades de que acaben siendo asmáticos se reducen drásticamente.

Por esto insisto siempre en que tenemos que ir más allá del tratamiento de las crisis en los niños con Hiperreactividad bronquial y aplicar tratamientos de prevención.

Las claves para evitar que tu hijo sea asmático

Por tanto, si eres asmático y te preocupa que tu bebé lo sea:

– Puede ayudar un análisis genético que detecte y se anticipe a los factores que influyen en el desarrollo del asma y, así modificarlos con antelación. Además nos permite conocer cómo responde al tratamiento, evitando efectos secundarios que perjudican la salud del niño.

– Mejor parto natural.

– Si es cesárea. Reforzar flora adecuada con probióticos.

– No esterilices. Saca a tu hijo de la Burbuja.

– Introducción precoz de alimentos.

– Tratamiento adecuado de las crisis en las bronquiolitis y bronquitis.

– Tratamiento de base adecuado en los niños con Hiperreactividad Bronquial.

Si tienes cualquier duda al respecto consulta a tu pediatra o me tienes a tu disposición en mi consulta online. Si te gustaría realizarte un test genético para ti y para tu familia para mejorar vuestra calidad de vida visita www.dnactive.es. Si es para tu bebé DNActive Baby puede ayudarte.

Pividori M1, Schoettler N2, Nicolae DL3, Ober C4, Im HK5. Shared and distinct genetic risk factors for childhood-onset and adult-onset asthma: genome-wide and transcriptome-wide studies. Lancet Respir Med. 2019 Jun;7(6):509-522

Dijk FN, et al. IL1RL1 gene variations are associated with asthma exacerbations in children and adolescents using inhaled corticosteroids.

Schoettler N, Strek ME. Recent Advances in Severe Asthma: From Phenotypes to Personalized Medicine. Chest. 2019 Oct 31. pii: S0012-3692(19)34108-X. doi: 10.1016/j.chest.2019.10.009. [Epub ahead of print] Review

Análisis Genético Bebé
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Alimentación complementaria en bebés

Los objetivos en la alimentación complementaria del bebé

Cómo pasar en los bebés de la leche como único alimento a una alimentación completa. ¿Cuáles son los límites reales a tener en cuenta?

Posiblemente si sois unos padres de un bebé de 4-6 meses estéis un poco perdidos. Lleváis unos meses en los que habréis lidiado a lo mejor con algunos problemas con la alimentación. ¿Cuándo tenía que comer y qué cantidad eran vuestras dudas esenciales desde que nació vuestro hijo.

Pero a estas alturas posiblemente os estén «bombardeando»: ¿Cuándo vas a empezar a darle otras cosas? Yo con su edad ya le daba… La leche ya no le alimenta…

La cuestión es que cuando os decidís a buscar información encuentras muchas contradictorias.

De hecho, en esta misma web hay mucha información sobre el tema, y ahora me he decidido a añadir esto porque pienso que ni siquiera yo he sido lo bastante claro hasta ahora.

Intentaré que este artículo lo sea. Y sobre todo desterrar mitos y centrarnos en lo que de verdad está justificado.

Ideas claras para empezar la alimentación complementaria:

  1. Se llama complementaria porque hasta el año la leche sigue siendo lo esencial. De hecho hay niños que siguen tomando sólo leche hasta casi el año y sin problemas. Eso significa que es importante que lo toméis con naturalidad. Si un bebé con menos de un año no acepta muy bien una toma de comida, le ofrecemos leche y «santaspascuas». Para que un niño esté bien alimentado necesita Macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas), que en la leche están en cantidad y proporción suficiente. Por eso un bebé puede estar meses tomando sólo leche. Pero también están los Micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos y ácidos grasos esenciales…. son cientos diferentes). Aquí lo más difícil es tener una dieta lo suficientemente variada para tenerlos todos. La cantidad es muy pequeña y es fácil de alcanzar, pero para tenerlos todos tiene que tener una dieta muy variada. Si logramos una dieta tan variada que aporte todos los Macronutrientes (leche a demanda) y Micronutrientes (de todo lo demás aunque sea en cantidades muy pequeñas), el niño estará Bien Nutrido.
  2. Otro objetivo es evitar las Alergias Alimentarias. Claramente hemos fallado en esto con la estrategia clásica. Se pensó que retrasar la introducción de los alimentos más difíciles de digerir y alergénicos hasta que el intestino madurase era la estrategia adecuada. Pero ha fallado estrepitosamente. No sólo no han bajado, sino que se han disparado las alergias. Puedes leer aquí el porqué.
  3. El otro objetivo es que la relación del bebé con la comida sea buena. La forma en la que el bebé empieza a relacionarse con la comida en estos primeros años puede marcar mucho tiempo su actitud ante la alimentación. Pelear, por ejemplo, para que «se acabe la comida» es la mejor forma de que la próxima vez que te vea aparecer con ella te ponga mala cara antes de empezar. Entretenerlo para que coma más es hacerlo un comedor pasivo, y luego te quejarás de que tienes que darle de comer con 5-6 años. Cuando el niño está preparado desde que muestra interés por la comida para alimentarse por sí solo.

Cuándo empezar con la alimentación complementaria

Las recomendaciones en las que hay consenso decían (y yo también) que si no hay una causa real para hacerlo en otro momento, se consigue reducir la incidencia de alergias alimentarias si hasta los 6 meses toma sólo leche y desde esa edad no tardamos en introducir una alimentación completa.

Cada vez está más claro que en realidad introducir los alimentos tarde favorece la aparición de alergias alimentarias.

Motivos NO JUSTIFICADOS pero muy frecuentes para iniciar pronto la Alimentación Complementaria:

  • Empezar con zumos de fruta porque está estreñido. Para empezar, la mayoría de los casos de estreñimiento en lactantes no lo son. Son lo que se llama pseudo-estreñimiento del lactante. Y en el estreñimiento, el zumo no es solución, sino la fruta completa con su fibra. Además de que los zumos no me gustan un pelo.
  • Darle cereales en la cena para que duerma mejor. Es muy frecuente que empiecen a plantearse esto los padres cuando entre los 5 y 7 meses cambia el patrón de sueño de los niños. Pero el hecho de que empiecen a despertarse más no tiene nada que ver con el hambre. Si fuese cuestión de eso bastaría con darle más cantidad de leche.
  • Porque a los familiares se les ocurre que ya toca. Pues eso. Que entre las múltiples formas que algunos tienen de inmiscuirse en la forma en la que criáis a vuestro hijo está el decirte cuándo hacer qué. Ya te darás cuenta de que hay quien siempre te dirá que lo hacéis mal. Si lo haces porque no debías y si no lo haces porque ya es hora…

Motivos JUSTIFICADOS para no demorar el inicio de la Alimentación Complementaria:

  • Confianza en los Instintos del bebé. Soy un convencido del método BLW. Este método surgió tras décadas de normas en la introducción de la alimentación que complicaban mucho el proceso y al final se ha demostrado que generaban problemas. Se planteó entonces un ejercicio de humildad: Esto lleva miles de generaciones funcionando si que haya expertos que definan cómo hacerlo. Y lo ha hecho porque el desarrollo normal de los bebés incluye una serie de habilidades y conductas instintivas que van sucediéndose de forma espontánea y funcionan. La clave es que los bebés, en general hacen lo que hacen, “Cuando lo necesitan y están preparados para hacerlo”.  La mejor opción es permitir el desarrollo del bebé tal como manifiesta sus instintos a no ser que tengamos un motivo justificado para interferir.
  • Alergias Alimentarias. Ya se ha demostrado que retrasar la introducción de alimentos no previene las alergias, sino que hace coincidir con más facilidad esa introducción con infecciones en las que el sistema defensivo está activado, buscando al culpable, y es más fácil que cometa un error y culpe al alimento del daño generado por la infección. Así aparecen las Alergias Alimentarias. Cualquier retraso de la introducción de alimentos debe estar muy justificado, porque tiene un coste en forma de aumento de las Alergias Alimentarias. 
  • Complementar con Micronutrientes su dieta. Cuando un niño nace ha recibido durante el embarazo una reserva de micronutrientes (minerales, vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos esenciales…) que va a usar durante los primeros meses de vida. Muchos de estos micronutrientes son escasos en la Leche. Los Macronutrientes no son un problema. Proteínas, grasas e hidratos de carbono están en la leche en cantidad y proporción más que adecuadas. Pero antes o después (influyen muchos factores, como la prematuridad, la eficiencia de la placenta, la situación nutricional de la madre durante el embarazo) empieza a tener una carencia de algunos de esos micronutrientes. Surge entonces el instinto de echárselo todo a la boca. Recuerda, el bebé hace las cosas cuando está preparado y lo necesita. Pero a pesar de que lo prueba todo, comer come muy poco. Lo que está buscando ese instinto no es cubrir los Macronutrientes, sino una cantidad muy pequeña pero de una gran variedad de micronutrientes. Para eso sirve que se lo eche todo a la boca, a pesar de que lo expulsa con el reflejo extrusivo. Está coleccionando micronutrientes: Cantidades pequeñas de todo lo que pilla.

El momento que ahora recomiendo para introducir la alimentación complementaria es aquel en que al bebé le llama claramente la atención nuestra comida.

Eso hay niños en los que ocurre a los 4 meses y otros en los que a los 7…

Poner una fecha exacta (6 meses) para el BLW es absurdo: “Hasta los 6 meses menos un día no puede probar nada ¿y al día siguiente puede probar de todo?”.

Algunos lo hacen porque dicen que haciéndolo se defiende la Lactancia Materna Exclusiva. 

Si introduces purés y en un mes tu bebé está tomando 4 papillas al día, claro que te has cargado la lactancia materna. De repente has cubierto el 80% de las necesidades de comida de tu hijo con Alimentación Complementaria. La producción de leche va a bajar en picado. 

Pero si lo haces con BLW, va a probar de todo, pero la cantidad de comida que va a tomar no cubrirá ni el 10% de sus necesidades. Tardará muchos meses, en un proceso gradual, en cubrir una parte significativa de sus necesidades. 

¿En qué orden introducir los alimentos en la dieta de un bebé? Otra alternativa.

Hay tantas guías como pediatras. A modo de ejemplo, para los que prefieran tener una de esas guías en esta web tenéis dos: Una para los niños que hacen lactancia materna y otra para los que hacen lactancia artificial.

Pero os aclaro que aunque presentan un orden «justificado», en realidad hay muy pocos límites reales a lo que debe y cuándo debe introducirse en la alimentación.

Ya no uso listas, porque son un error que genera problemas frecuentes.

Así que os voy a exponer un planteamiento alternativo a esas dos listas para los que escojáis que va más con vuestra forma de ser y especialmente con la del bebé.

Teniendo claro que el objetivo es que nuestro hijo acabe teniendo una alimentación lo más variada posible y que su relación con la comida sea buena, ¿te gustaría que…?

  • ¿…Descubrir alimentos nuevos no sea una lucha sino algo incentivado por su propia curiosidad?
  • ¿…Respetar el ritmo al que él mismo se interesa por los alimentos mientras no haya una causa real para hacer otra cosa?
  • ¿…Que acabe comiendo de forma autónoma y al mismo tiempo tenga una dieta variada y disfrute de las comidas?

Eso es lo que pretende una forma de alimentación llamada Baby Led Weaning. El problema es que la mayoría lo asocia simplemente con la «excentricidad» de alimentar a los bebés sin purés dejando que jueguen con la comida y lo pongan todo pringado para acabar por no comer casi nada.

En realidad consiste en hacer del niño el principal actor de la introducción de la alimentación, aprovechando dos cualidades propias de su edad: La curiosidad y la imitación.

Casi todos los padres que dan sus tomas regladas descubren antes o después que su hijo, que antes tomaba genial los potitos, pasa cada vez más de ellos y sin embargo empieza a pirrarse por nuestra comida. El Baby Led Weaning lo que propone es: ¿Qué problema hay si empezamos por ahí, que es en realidad a donde queremos llegar? Pues eso, no parece muy absurdo. Especialmente cuando no hay un motivo para no hacerlo.

Para que esto funcione es esencial entender que mientras no tengamos un motivo claro para hacerlo de otro modo:

  • La cantidad de comida la marca el niño.
  • En cuanto a la variedad, nosotros ofrecemos variedad y el niño por curiosidad empieza a probar. La única forma en la que inducimos que pruebe alimentos nuevos es ofreciéndolos con más frecuencia.

Los únicos límites temporales en cuanto a variedad realmente justificados son:

  1. No dar antes del año:
    1. Leche de vaca entera. Se suele asumir que a partir del año es cuando la mayoría de los bebés tienen un intestino suficientemente maduro para tomar leche entera. Darla antes puede generar intolerancias con más facilidad. Sí pueden tomar leche adaptada, yogur o queso desde el momento que muestre interés por probarlos.
    2. Miel cruda. En la miel hay con frecuencia esporas de Clostridium botulini. Un germen que en niños pequeños es capaz de producir una intoxicación grave. Es más fácil cuando la flora intestinal no está aún muy madura y cualquier germen como éste tiene más facilidad de crecer. Y mientras la barrera que filtra todo lo que entra en el cerebro es más inmadura. Se considera que el límite a partir del que es seguro darla es en torno al año.
    3. Verduras de hoja verde. Son muy ricas en nitritos y pueden producir una intoxicación. También se recomienda que no tomen mucha cantidad ni con mucha frecuencia durante el primer año de vida..
  2. No dar antes de los dos años:
    1. Cantidades Importantes ni frecuentes de Pescado azul grande y marisco. Son animales que filtran mucha agua y su cuerpo es muy rico en grasa. En esa grasa se acumulan impurezas que por culpa de la contaminación de los mares pueden ser peligrosas. Especialmente los metales pesados son más peligrosos en los niños durante la primera fase del desarrollo cerebral. Se considera seguro darlos por encima de los 2 años. Pueden tomar cantidades esporádicas y pequeñas.
    2. Nada de Huevo crudo. En el huevo puede haber salmonela. Pero en la mayoría de los casos está en escasa cantidad para producir una infección. Nuestro estómago es capaz de destruirla con su secreción ácida mientras no sean muchas las bacterias. Pero los niños pequeños producen menos ácido en su estómago, por lo que una cantidad menor de germen es capaz de producir la infección. De nuevo se habla de los 2 años como la edad segura para tomar merengue, pan mojado en la yema de un huevo frito, o en un huevo semi-cocido (pasado por agua), mayonesa, crema pastelera…
  3. No antes de los 4 años:
    1. Frutos secos si no están triturados y humedecidos. Triturados y humedecidos no hay problema. Aquí el peligro es el atragantamiento. Los frutos secos son la causa más frecuente de muerte por atragantamiento en niños. Y lo son porque cuando nos atragantamos con otras cosas, como pan, galleta, patata frita (otros objetos sólidos que se trituran en fragmentos y pueden aspirarse hacia la vía respiratoria)… son alimentos que en medio húmedo se deshacen. Mientras que los fragmentos de frutos secos se hinchan, de modo que un trocito de 1 mm en el bronquio puede multiplicar su tamaño por 5 y hacer que el niño se ahogue. Pero en cuanto a las alergias, se ha visto que tomar los frutos secos tarde favorece la aparición de alergias. ¿Cómo combinar ambas realidades? Podemos dar frutos secos triturados y humedecidos. Es decir, un bizcocho que en la masa lleve almendra, nuez, cacahuete, avellana… muy molidas no tiene ese problema de atragantamiento. Porque esos frutos secos en la masa han cocido y se han humedecido dilatándose ya. Pasa igual con las salsas que lleven esos frutos secos muy picados y cuezan un buen rato. En estas formas sí es bueno dar frutos secos y cuanto antes.

Quitando estos alimentos, no hay ninguna justificación real para que cualquiera de los demás alimentos no pueda tomarlos un niño de más de 6 meses. Y de hecho se recomienda que para evitar alergias el huevo, o los frutos secos se introduzcan pronto.

Lo que sí es recomendable es que aunque el orden sea marcado por las preferencias del niño, anotemos en algún lugar cuando empezó a tomar cada alimento nuevo. Porque estos datos pueden ayudarnos a identificar alergias si aparecen.

Sólido o puré en la alimentación complementaria

Una de las bases del BLW es dar al bebé alimentos no triturados. 

Lo que el niño muestra interés por hacer es coger todos los objetos (comida incluida) y llevárselos a la boca. 

Siempre cuando sale este tema se plantea el riesgo de atragantamiento. 

Tal como lo explico a los padres:

Antes o después tu hijo gateará y caminará. Dejarás de poder controlarlo constantemente. Y tendrá dientes. 

Si llega a esa situación sin saber manejar los sólidos en su boca el riesgo de ahogamiento sube y mucho.

La pregunta clave es: ¿Prefieres que tu hijo aprenda a manejar los sólidos en la boca contigo delante, o sin ti?

Yo claramente preferiría que fuese con un adulto presente.

Por tanto debemos hacer esa tarea cuando el niño aún no tiene autonomía para desplaces sin control. 

Si queremos además reducir el riesgo de ahogamiento mientras aprende establecemos 3 grupos de alimentos:

  1. Tan duro que no puede partirlo y tan grande que no le cabe en la boca. Con estos alimentos, no teniendo dientes el riesgo de ahogamiento es 0, ya que no puede introducirlos realmente en la boca. Sólo puede chuparlos. Ejemplos: Una manzana pelada entera, una pera pelada entera, Melocotón pelado entero, Ciruela pelada entera…. Trozo grande de pan duro. Filete grande y grueso de carne…. Media naranja cortada y sin pepitas….
  2. Alimentos tan blandos que se deshacen con sólo frotarlos suavemente. Son alimentos que no pueden llegar a la garganta formando un bloque sólido que la bloquee. Puedes atragantarte con ellos como puedes hacerlo con leche, pero no puedes ahogarte. Ejemplos: Sopa de fideos finos bien cocidos, arroz blando bien cocinado, patata cocida muy blanda, zanahoria cocida muy blanda, lentejas tan cocidas que se deshacen fácilmente….
  3. Por último, a evitar al principio: Alimentos que pueda partir, pero cuesta deshacer. Cuando veo como imagen típica de BLW los “fingers de manzana” (tira de manzana en forma de dedo), la verdad. Una tira de manzana puede partirse. Y si ese trozo está duro y se va hacia la garganta puede ahogar a un niño. De hecho la manzana es el alimento con el que hay más atragantamiento haciendo BLW. 

Lo normal es empezar con los alimentos del grupo 1 y 2. Y dejar los del grupo 3 para cuando el bebé lleva ya semanas practicando con los dos anteriores. El grupo 1 y 2 pueden iniciarse cuando aún tiene reflejo extrusivo. El 3º grupo sí tiene sentido que se haga cuando desparezca ese reflejo extrusivo, ya que su desparación indica que el bebé se considera preparado para tragar sólidos.

Lo mejor es que sea capaz de manejar todos los sólidos antes de que tenga dientes y autonomía para explorar por su cuenta.

Evitar malos hábitos alimenticios

  • Evita los alimentos «de consumo». Llamo así a aquellos alimentos que no existían hace 100 años y todos ricos en azúcar: Zumos con leche, yogur de sabores, bios, petit, yogures líquidos para subir las defensas, chuches en general, gusanitos en particular, ketchup….
  • No entretener a los niños (televisión, móvil, tablet…) para que coman. Que coma si tiene hambre, y si no, lo hará en la comida siguiente. Pero no lo conviertas en un comedor pasivo: Zombi embobado que engulle porque le das mientas está distraído en otra cosa.
  • No uses la comida como forma de entretenerlo. No le des el trozo de pan o la galleta cuando está aburrido, no quiere ir en el carro o llora sin más. Las necesidades afectivas se alivian con afecto, no con comida. Si sustituyes afecto por comida acabará teniendo un circuito inconsciente que le dirá: «La ansiedad se quita comiendo» = Obesidad.
  • No pelees con tu hijo para que coma un poco más. Sólo conseguirás hacer desagradable la comida y transformar la comida en lo que no es: Un elemento de juego, disputa o pieza de cambio para otros problemas.

Con esto creo que podéis abordar esta aventura. Todo lo demás que suele decirse es complicar lo que no tiene más ciencia. Hay mucho de tradición pasada de persona a persona en cuanto a cómo hacerlo que no tiene ninguna justificación. Os animo a que en nuestra comunidad de Facebook comentéis vuestra experiencia y las recomendaciones que os han hecho en vuestro caso.

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Vacuna del Virus del Papiloma Humano

Mi opinión sobre la vacuna del Papiloma humano

La primera vacuna que nos promete combatir uno de los tipos de cáncer más frecuentes de la mujer: El de cuello de útero.

Hay muchos tipos de virus del papiloma, desde los que producen las típicas verrugas en manos y pies hasta las que pretende prevenir esta vacuna: Las verrugas genitales. Es una infección que se contrae por medio de relaciones sexuales.

Evidentemente es una infección que también pueden sufrir los hombres. Por lo que una de las polémicas en torno a la vacuna es porqué solo vacunar a las mujeres. Está claro que el criterio es económico. El cáncer de pene es menos frecuente que el de cuello de útero y es mucho más evidente y visible en fases iniciales, por lo que se trata con más facilidad y en fases en las que es más fácil de controlar.

Pero si aspiramos a reducir la frecuencia de este problema lo lógico sería vacunar a ambos sexos.

Virus del Papiloma y Cáncer

Muchos tipos de cáncer tienen un origen desconocido, pero en el cáncer de cuello de útero (uno de los más frecuentes en mujeres) el Virus del Papiloma Humano es el factor desencadenante claro. Siempre puede haber mayor o menor predisposición genética. Pero el factor que al final en las mujeres predispuestas genera el cáncer, parece ser en la gran mayoría de los casos, padecer esta infección.

De ahí surgió la idea: «¿Y si pudiésemos evitar la infección?»

Y para eso se han desarrollado las vacunas para este virus.

¿Cuándo se debería poner esta vacuna?

Se recomienda entre los 11 y los 12 años. Antes de la introducción del calendario vacunal único en España había comunidades autónomas con fechas diferentes.

Desde la introducción del Calendario Único se ha decidido que se ponga a los 12 años.

La edad ideal es en realidad algo que depende de cada persona. Lo recomendable es vacunarse antes de empezar los primeros contactos sexuales. Pero no es algo que esté siempre planificado ni que se “anuncie a los padres con antelación…”

¿Cuántas dosis se ponen?

Son 2 dosis:

Una primera dosis y la segunda a los 6 meses de la primera.

En España es una vacuna gratuita incluida en el Calendario Vacunal. Es optativa, pero con la información disponible en este momento os la recomiendo.

Se está hablando de la necesidad de vacunar también a varones y mi recomendación es hacerlo.

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Terrores nocturnos en niños

 

Niños con terrores nocturnos, diferéncialos de las pesadillas y aprende cómo actuar.

Un terror nocturno es un fenómeno anómalo del sueño que suele aparecer en niños de 2-4 años. Aunque puede ocurrir antes de esa edad y va bajando en su frecuencia hasta la edad adulta.

El niño parece estar despierto, grita como si estuviese asustado y actúa como si viese algo que le causa pánico. Pero en realidad está dormido. Se encuentra en la fase N3 de Sueño No REM. Una forma de sueño muy profundo.

El niño no responde normalmente a los estímulos de su entorno, porque cuando vamos a tranquilizarlo no nos reconoce pudiendo incluso empeorar la reacción cuando nos acercamos a él.

Estas crisis ceden solas volviendo a dormirse el niño a los 5-15 minutos. Y si preguntas al niño a la mañana siguiente no recuerda nada. Él ha dormido bien. Por el contrario, si le despiertas se encontrará desorientado. Por lo que se recomienda no hacerlo.

En un terror nocturno lo único que debemos hacer es evitar que se haga daño.

Es mejor no contarle nada al día siguiente, porque no le va a ayudar y puede preocuparle al hacerle pensar que hay algo raro en él.

Cómo evitar los terrores nocturnos:

Los terrores nocturnos suelen ocurrir en las primeras horas de sueño o en las siestas cuando el niño se duerme especialmente agotado. Esto puede deberse a que tenga una mala calidad de sueño (por ejemplo si ronca mucho), a que se acueste muy tarde, a que haya tenido un día agotador….

Por lo que lo primero que debemos hacer es respetar sus horarios.

Si vemos que hay un día especialmente agotador, insistirle en que eche una siesta a media tarde (especialmente en los menores de 5 años).

Si hay algún problema que empeore su calidad de sueño, corregirlo. Si quieres que te ayude en esto puedes hacerme una consulta por WhatsApp.

Además podemos aplicar lo que llamamos despertares programados. 

Es una técnica en Psicología que consiste en despertar al niño o casi despertarlo una media hora antes de la que suele tener los terrores. Cuando lo hacemos varias semanas seguidas dificultamos la tendencia que tienen estos niños a hacer el terror nocturno.

Puede hacerse durante un mes, la frecuencia se reduce claramente. Y si vuelven puede repetirse la pauta.

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Adivinanza: ¿Por qué tu bebé se mete las manos en la boca?? No son los dientes….?

Los bebés se meten las manos en la boca, pero no es por los dientes. Sino para cosas mucho más importantes.

Comprender porqué los bebés hacen lo que hacen es muy interesante, especialmente para orientarnos sobre cómo debemos actuar nosotros en la crianza.

Sabes que cada bebé se desarrolla a una velocidad diferente, pero que hay cosas que prácticamente todos los bebés hacen en unas fechas parecidas.

La mayoría de los bebés, en torno a los 2 meses, se meten constantemente las manos en la boca. ¿Sabes la causa?

Ya te he dado una pista en el título: No es por los dientes.

La dentición en mucho más variable: Hay niños que nacen con algún diente y niños a los que el primer diente les sale con más de un año. Pero independientemente de cuándo empiecen a salir los dientes la mayoría de los bebés se mienten las manos en la boca en torno a los 2 meses. 

Lo que voy a explicarte ahora es resultado de cosas que estamos descubriendo en los últimos años. Cosas que hace tan sólo 10 años ni siquiera imaginábamos. Así de rápido está aumentando nuestro conocimiento….

Los Instintos del Bebé y la Selección Natural

Durante muchos años, en pediatría, como en otras muchas áreas de conocimiento, hemos puesto normas y establecido explicaciones sobre cómo se debían hacer las cosas con un conocimiento muy limitado de cómo funcionaban sin nuestra intervención.

La naturaleza es mucho más compleja de lo que imaginábamos. Incluso de lo que hoy en día podemos intuir, pero nos vamos acercando y cada cosa nueva que conocemos nos asombra, formando un puzzle que poco a poco empieza a tener sentido.

Debemos acercarnos a ese conocimiento con humildad, reconociendo que mucho de lo que hicimos hasta ahora, con toda nuestra buena intención, puede haber sido un error.

El punto de partida de un nuevo enfoque en Pediatría está siendo empezar a entender cómo funciona la adaptación del bebé a entorno sin nuestra intervención. Y no alterar esa adaptación sin comprender las razones por las que tras miles de generaciones de prueba y error natural las cosas han llegado a ser como son.

Partimos de la premisa de que la Naturaleza ha ido probando mutaciones genéticas y las que han progresado hasta la actualidad lo han hecho porque generan una mejor supervivencia.

Las conductas instintivas están codificadas en nuestro ADN, por eso la mayoría de los bebés tienen una especie de Programación de Desarrollo Normal que van cumpliendo como Hitos del Desarrollo.

Un bebé hace lo que hace cuando lo hace, porque está preparado para hacerlo y porque hacerlo es necesario en su adaptación al entorno.

¿Qué utilidad tiene que un bebé se meta las manos en la boca?

Que sepamos por ahora:

  1. Es una forma de conseguir estímulos para su desarrollo cerebral. Cuando hablamos de las necesidades de los bebés entendemos que precisa respirar, comer y dormir, pero la mayoría de la gente ignora que hay otra cosa sin la que un bebé no puede sobrevivir: Estímulos. Somos en realidad procesadores de información. Cuando crecemos nos adaptamos al entorno en el que vivimos y lo hacemos procesando tanta información como podemos de ese entorno, porque nuestra supervivencia depende de ello. En torno a los dos meses los bebés tienen especialmente desarrollada la sensibilidad de la boca y la lengua y una fuente de estímulos importante el meterse las manos en la boca.
  2. Es un paso previo a la alimentación complementaria. No puedes llevarte alimentos a la boca si previamente no eres capaz de llevar tu mano a la boca. Para alimentarte necesitas dirigir la mano al alimento, hacer la pinza sugetándolo y llevar el alimento a la boca. El paso más simple de este proceso es dirigir la mano a la boca.
  3. Mastica. Otro paso imprescindible para alimentarte con sólidos es masticar. Pero un bebé durante los dos primeros meses de vida no mastica, succiona. Es el movimiento básico que ha usado para alimentarse con la leche. En este movimiento están implicados unos músculos y unos movimientos concretos. Sin embargo, cuando empiece a tomar sólidos va a tener que hacer cosas nuevas: Desplazar los alimentos en la boca con la lengua y masticar. Es todo un proceso complejo para transformar un alimento sólido en un bolo fácil de tragar. Cuando tu bebé se mete las manos en la boca verás que juega con la lengua y muerde la mano. Está practicando. ¡Déjale que lo haga!
  4. Aumentar la producción de saliva.  ¡Esto sí que van a ser los dientes! ¿A que sí? ¡Pues no! Cuando meten la mano en la boca estimula la salivación y esto es necesario también para cuando empiece a comer sólidos, porque va a necesitar más saliva para deshacer y lubricar esos sólidos, haciendo el primer paso de la digestión y facilitando la deglución.
  5. Se provoca arcadas. Cuando empiece a tomar sólidos uno de los riesgos asociados es que se puede ahogar. Llama la atención que los bebés se meten los dedos y la mano en la boca hasta el punto de llegar a provocarse arcadas. Pero es otro movimiento con una coordinación compleja que va a necesitar si cuando coma sólidos un trozo se va hacia donde no debe. De nuevo, cuando se provoque arcadas déjale: Está practicando para no ahogarse cuando coma sólidos.

Quitarle a un niño las manos de la boca y ponerle un chupe es interferir en todos estos procesos. ¡No lo hagas!

Pero hay más… Hablemos de autonomía:

Cuando un bebé se entretiene con su mano en la boca y luego con objetos, como decíamos está cubriendo una de sus necesidades básicas. Seguramente durante los primeros meses has tenido la sensación de que tu bebé demanda constantemente atención. Unos más que otros.

Esto es así porque no puede cubrir por sí mismo esa necesidad de estímulos cambiantes que precisa su cerebro para desarrollarse.

Cuando empieza a jugar con su manos y más tarde con objetos que se mete en la boca está empezando a explorar en la medida que le permite su propia capacidad. Es un proceso que va a hacer cada vez más autónomo en su capacidad de explorar su entorno y adaptarse a él. De nuevo, limitar ese proceso a un sólo objeto como es el chupe es limitar su autonomía ya desde los primeros pasos.

Y más… ¿Qué pasa con el sueño?

Las tres necesidades básicas, que como no me harto de decir son Comer, Estímulos y Dormir, están siempre en un juego de equilibrios. Para que un bebé se duerma tiene que tener razonablemente cubiertas su necesidad de comida y estímulos.

Cuando tiene sueño y falta alguna de ellas vemos como el bebé “se pelea con el sueño”. Y acaba durmiéndose cuando cubrimos la falta de estímulos (por ejemplo meciéndolo) o de comida.

Esto hace que muchos bebés aprendan a dormirse con rituales que necesitan nuestra colaboración en los que básicamente aportamos estímulos hasta que tiene el tope cubierto para que le permita dormirse:

  • En brazos mientras lo mezo.
  • Con el chupe en la boca.
  • En el carro paseando.
  • Con objetos que se mueven, hacen ruido o generan luces.

El problema es que todos estos son rituales que dependen de que nosotros los completemos. Generamos así Rituales de Sueño Dependientes. En pocos meses el cerebro madurará y tendrá unos ciclos de sueño bien definidos. Ciclos entre los que, para enlazarlos, tiene que realizar sus Rituales de Sueño. Si sólo dispone de rituales que dependen de nuestra colaboración es habitual que nos pidan hacerlo entre 5 y 10 veces en una noche.

¿Pero qué pasa con los niños que cubren su necesidad de estímulos por sí solos?

Un bebé que aprende a entretenerse con su mano en la boca es fácil que acabe durmiéndose así. Está cubriendo por sí mismo la falta de estímulos y puede hacerlo hasta llegar al nivel que le permita dormirse sin nuestra ayuda.

Son los bebés capaces de hacerlo los que por encima de los 4-7 meses siguen durmiendo con menos de 2 despertares cada noche. Piensa en esto cada vez que le quites la mano de la boca….

Y mucho más… Desarrollo Inmunitario

Cada vez sabemos más sobre el desarrollo del sistema defensivo de los bebés y empezamos a entender porqué están aumentando los problemas asociados a su mal funcionamiento.

El sistema defensivo necesita para modularse adecuadamente:

  1. Un volumen de actividad mínimo, que en muchos casos no cubrimos. Uno de los avances que ha mejorado la supervivencia infantil ha sido la Salubridad. Tenemos unas condiciones higiénicas inigualables en cualquier época previa de la humanidad. Esto es útil para reducir la frecuencia de infecciones. Pero nos hemos pasado. El sistema defensivo al nacer debe empezar un proceso en el que tiene que ir clasificando todos los gérmenes con los que va a convivir en este mundo y tiene que hacer una respuesta ante ellos gradual, de forma que los mantenga a raya, pero sin generar un daño excesivo en el propio cuerpo.
  2. Inmunidad Pasiva. Siempre se ha realizado una parte importante de esta clasificación y respuesta a los gérmenes en los primeros meses de vida, mientras el sistema defensivo cuenta con tutela por parte de la inmunidad de la madre. Esta tutela se produce por dos vías:
    1. Los anticuerpos recibidos a través de la placenta durante el embarazo. Estos anticuerpos actúan desde el primer día de vida bloqueando a todos los gérmenes contra los que la madre ha generado anticuerpos en toda su vida. Pero no sólo los bloquean, avisan al sistema defensivo del bebé y lo activan haciendo que responda ante esos gérmenes y desarrolle sus propios anticuerpos.
    2. Los que sigue recibiendo a través del pecho con la Lactancia Materna. Los anticuerpos maternos recibidos a través de la placenta se perderán a partir de los 4-6 meses hasta desaparecer por completo antes del año. Pero si toma lactancia materna:
      1. El bebé seguirá recibiéndolos en la leche.
      2. Y recibirá anticuerpos nuevos que la madre genera de las infecciones que sufra durante la lactancia. Es decir de aquellas infecciones que ataquen durante este periodo y posiblemente afecten también al bebé.
    3. Que en este periodo de Inicio Tutelado el bebé clasifique y responda con ayuda de las defensas de la madre a una mayor proporción de gérmenes hace que esté mejor preparado para la fase posterior en la que tendrá que hacer el trabajo por sí mismo. Por lo que criarlo en un ambiente excesivamente limpio limita ese entrenamiento dejando al bebé sólo ante el peligro sin haber regulado adecuadamente sus Defensas. Dejar que el bebé se meta las manos en la boca (sin limpiarle con las toallitas de forma compulsiva) y que contacte con el mayor porcentaje posible de gérmenes mientas cuenta con la ayuda de la inmunidad de su madre favorece un mejor ajuste del Sistema Defensivo.
  3. Microbiota. Cada vez conocemos mejor a nuestra flora saprofita: Esos gérmenes con los que convivimos y que en muchos casos pueden ayudarnos en nuestra Nutrición, desarrollo Neurológico e Inmunitario o generar problemas en esos campos. Una de las claves que influyen de forma clara según los últimos estudios es que cuanto mayor es la variedad de gérmenes que componen nuestra flora menos problemas. En el estudio que os he enlazado se demuestra por ejemplo que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal se asocia con floras intestinales pobres. Porque cuando la variedad es escasa es más fácil que uno de los gérmenes se haga con el dominio del intestino generando una agresión. Dejar que tu hijo se meta las manos en la boca tocando por todas partes es la forma en la que aumenta la variedad de esa flora. 

Y por último, Tolerancia Alimentaria

Todos estos pasos que he descrito, son necesarios para que lleguemos al pasos siguiente bien preparados: Alimentación Complementaria.

Para tener éxito en la alimentación completa vamos a necesitar esa coordinación de la mano llevando objetos a la boca, la capacidad de formar el bolo alimenticio con movimientos de la lengua, masticación y salivación y una deglución segura en la que la arcada nos defienda si algo no va bien.

Pero además necesitaremos tener un sistema defensivo con la madurez suficiente para mantener a raya a todos los gérmenes que van a entrar acompañando a los alimentos, y hacerlo sin cometer errores que le hagan dañar el intestino (enfermedad inflamatoria intestinal) o responder frente a lo que no nos agrede, sino que es el objeto de nuestra alimentación (alergias alimentarias).

Cuando estamos preparados, entre 6 y 10 semanas después de empezar a llevarse las manos a la boca, el bebé empieza a mostrar interés por nuestra comida cuando nos ve alimentarnos y activamente intenta llevarse alimentos sólidos a la boca.

Lo hace cuando lo hace porque está preparado, con todo el proceso previo, y porque lo necesita: Este momento suele coincidir con la etapa en la que el bebé empieza a agotar las reservas de micronutrientes que consiguió durante el embarazo y no están presentes en cantidad suficiente en la leche.

Hacerlo además de forma precoz, mientras cuenta con la ayuda de los anticuerpos maternos que pasaron durante el embarazo y siguen llegando con la Leche Materna,  se ha demostrado que reduce la aparición de alergias alimentarias.

Resumiendo: ¡Hay que ver qué bien hecho está el bebé! Entender toda su capacidad innata para adaptarse al mundo es clave para no interferir con nuestros cuidados generando problemas.

Deja que se meta las manos en la boca, ¡Y si no están limpias MEJOR!

Y éramos tan inocente que pensábamos que lo hacía simplemente porque le iba a salir un diente😂😂😂😂