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Calendario Vacunal 2020 en España

Recomendaciones de vacunación en España de la Asociación Española de Pediatría en 2019

El Calendario Vacunal 2020 es el aplicable en toda España a los nacidos a partir del 1 de Enero de 2020. Te lo explicamos con sus novedades.

El Calendario Vacunal 2020 es común a todas las comunidades autónomas

Hace ya unos años que se llegó al acuerdo de que los calendarios vacunales de las distintas comunidades autónomas fuesen similares en toda España. Esto fue un paso importante ya que hasta entonces cada Comunidad establecía un calendario según sus propios criterios. Esta unificación facilita el cumplimiento especialmente en aquellos pacientes que se desplazan con frecuencia. Ya que antes de esta unificación era un poco desquiciante.

De hecho este calendario es ya muy similar en la mayoría de países desarrollados. Ya que el consenso científico es ya global.

Los cambios más llamativos para los nacidos a partir del 1 de Enero de 2019 en el Calendario Vacunal:

Este año no hay muchos cambios. Para los que no se enterasen en los años previos:

  • Aparece una vacuna nueva ya incluida en calendario con el Nombre de MenACWY. Es la vacuna del Meningococo para 4 serotipos diferentes: A, C, W, Y. Esta vacuna se comercializa en España con el nombre de Nimenrix y el objetivo es sustituir a una que ya estaba en el calendario y cubría sólo contra el Meningococo C. Al no tratarse de una vacuna más a añadir, sino de una más completa que sustituye a una ya incluida, es fácil que la sustitución se vaya haciendo en poco tiempo en todas las Comunidades Autónomas. Muchas comunidades la han incorporado ya a los 12 meses y 12 años.

En la práctica y reduciendo, a un niño normal le corresponden vacunas a los:

2 meses, 4 meses, 11 meses, 12 meses, 15 meses, 3 años, 6 años, 12 años y 14 años.

Basta con que acudas al Centro de Salud más cercano a casa y pidas cita para que lo vacunen. El personal sanitario encargado del programa de vacunación sabrá qué corresponde ponerle en cada una de esas edades. No te preocupes por eso.

El Calendario Vacunal 2020 es gratuito para todos los niños que residen en España. Da igual si tu cobertura sanitaria es Pública o te la da un Seguro Privado.

Estas vacunas no pueden ser compradas por particulares. Se distribuyen gratuitamente y en exclusiva por las Consejerías de Salud.

Sólo quedan fuera del Calendario Vacunal 2020 tres vacunas que puedes poner a tu hijo:

Pulsa sobre el enlace de cada una y te llevará a un artículo específico en el que te hablo de ellas si deseas más información.

Consideraciones sobre las vacunas de Meningitis en niños

Como habréis notado en los últimos años han ido saliendo varias vacunas nuevas para la Meningitis.

La Meningitis es una de las infecciones más graves que pueden sufrirse. Aún hoy en día con tratamientos potentes y medios modernos el 10-20% de los pacientes que tienen una meningitis bacteriana mueren y en torno a un 30% quedan con secuelas.

Pero durante las últimas dos décadas su frecuencia ha bajado claramente. Cuando yo empecé la especialidad de Pediatría hace ya más de 20 años, veíamos meningitis con frecuencia. Había épocas en las que en nuestro hospital había ingresadas varias meningitis a la vez.

Ahora se pasan los meses sin ver ninguna.

Y esto es gracias a las vacunas.

Son varios los gérmenes que pueden causar meningitis. Pero poco a poco han ido saliendo vacunas que cubrían a cada tipo (hemófilus, neumococo, Meningococo C, Meningococo B, Meningococos ACWY).

Sigue habiendo casos. Pero ya se reducen a pocos cientos al año, cuando antes eran miles.

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Virus, virus y más virus. La infección más frecuente en niños.

Infección viral muy frecuente

Las infecciones respiratorias causadas por virus son las más frecuentes que viven todos los niños. Algunas ideas clave cuando te preocupa que esté constantemente sufriendo infecciones virales.

Respuesta al Peketema propuesto por Isabel Díaz en nuestra comunidad de Facebook:

“¿Por qué se dan las infecciones respiratorias constantemente en niños… y cómo eliminar ese virus de sus pulmones?”

¿Es normal que los niños pasen muchas infecciones respiratorias?

Sí. Lo es.

Vivimos en un mundo repleto de vida y ocupamos un espacio muy solicitado. Todos los seres vivos tienden a extenderse tanto como les resulta posible. Los virus no son una excepción.

Cuando nacemos estamos expuestos a que en nosotros empiecen a crecer un montón de seres vivos que quieren ocupar nuestro cuerpo.

Pero estamos preparados para defendernos desde el primer día de vida. 

Con algunos acabamos conviviendo sin problema, como nuestra flora normal. Otros son más agresivos y es cuestión de “ellos o nosotros”. La buena noticia es que las muertes por infecciones son muy poco frecuentes en la actualidad. Con lo que en la práctica, ganamos nosotros casi siempre.

Si te preocupa que tu hijo lleve una sucesión de 30 infecciones en el último año, piensa simplemente que va 30 a 0. Los 30 “bichos” están muertos y tu hijo está vivo. Visto desde esa óptica tal vez agobie menos.

Lo normal con el tiempo es que estas infecciones sean cada vez menos frecuentes hasta que sean ya algo excepcional. Cuando vayas a urgencias con la número “chorrocientos”, mira a tu alrededor. Verás que la mayoría de los niños que hay esperando para ser atendidos son menores de 3 años. 

Los virus con los que convivimos son muchos, pero no infinitos. Y antes o después tenemos fichados a la gran mayoría de los que hay en nuestro ambiente. Es un proceso gradual. El primer invierno con más de 6-8 meses tocan un montón, porque no conoce prácticamente a ninguno.

Al año siguiente la cosa ya mejora algo. Y a partir de los 3 años mejora una barbaridad.

La mayoría de estas infecciones entran en el aire, y por tanto suelen empezar con síntomas respiratorios: Mocos y tos , a veces acompañados de fiebre, a veces sin ella.

Luego hay virus que al entrar en el estómago con el moco pueden generar vómitos y cuando bajan al intestino diarrea.

Pero casi todos empiezan con algunos síntomas respiratorios (moco y/o tos).

¿Tratamiento en las infecciones virales?

Lo primero que debes entender es que las infecciones virales se curan cuando nuestro cuerpo identifica al virus, generamos anticuerpos contra él y lo eliminamos. 

Es decir, que es nuestro cuerpo, con sus propios medios quien nos cura.

El tratamiento en una infección viral no cura. Puede servir para aliviar síntomas o para evitar complicaciones, pero no cura.

Cuando entendemos esto hay gente que prefiere no dar nada. Para algunos, los medicamentos sintomáticos no hacen más que estorbar, porque interfieren en la respuesta del sistema defensivo.

Yo no soy tan extremo. Siempre hay matices. Y para mí el matiz importante es: ¿Están los síntomas empeorando de forma evidente la calidad de vida del niño?

Si la respuesta es sí, disponemos de medicamentos que pueden modular la respuesta de nuestro sistema defensivo, de forma que siga defendiéndose, pero mejorando la calidad de vida del niño mientras la infección pasa.

Los antibióticos matan bacterias, pero no sirven de nada en las infecciones virales. Por lo que, aunque la fiebre sea alta, aunque dure más días, no tiene justificación usar antibióticos en las infecciones virales. Porque no sirven para mejorar la calidad de vida del niño, no acortan la infección, no evita que se complique y no es inocuo dar un antibiótico.

Lo que sí importa en las infecciones virales y no siempre se tiene en cuenta

Cuando hablamos de esto muchos padres me dicen: “Todos tenemos que pasar los virus, pero entonces ¿por qué me da la sensación de que es el mío el que está siempre más malo?

No todos respondemos igual ante el mismo virus. Hay niños que reaccionan con un poco de moco, tos y febrícula y en 2 días han liquidado al virus. Y otros que ante el mismo virus de catarro responden de forma mucho más exagerada, con fiebre alta, mucho moco y a veces una tos que llega a ahogar…

El primero está siendo muy eficiente. El segundo está respondiendo de forma mucho más exagerada.

Si tu hijo tiende a hacer estas respuestas mucho más exageradas, haciendo bronquitis, laringitis, vegetaciones grandes, otitis… con frecuencia su problema no es que tenga las defensas bajas, sino que responde en exceso. Tiene un sistema defensivo hiperexcitado que ante el más tonto de los catarros responde como si fuese la 3ª Guerra Mundial.

Lo importante en estos casos es ver cual suele ser su forma exagerada y repetitiva de enfermar y poner tratamientos preventivos que reducen la respuesta exagerada a un nivel normal. 

Estos niños suelen tomar muchos corticoides y antihistamínicos. Tratamientos cuya función es decir al sistema defensivo que reduzca su reacción.

La clave es, en cada niño, ver cuál es su forma de enfermar y establecer una estrategia adecuada para normalizar el funcionamiento de su Sistema Inmunológico.

Haciéndolo, tu hijo puede llegar a ser como ese compañero suyo de clase que pasa las mismas infecciones que él, pero no falta nunca al colegio y acaba con los virus de forma más eficiente….

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Varicela en Niños

Varicela en niños, qué es, cuánto dura la incubación, cuándo deja de ser contagiosa, cuántos días dura, tratamiento para reducir las marcas tras pasarla.

¿Qué es la Varicela?

La varicela es una infección provocada por un virus de la familia herpes (varicela-zoster).

Puede aparecer en dos formas, la varicela como tal, que es la primera infección.

Pero a veces el virus queda durante mucho tiempo en el cuerpo pudiendo activarse cuando bajan las defensas: La culebrina o Herpes Zóster.

La primera infección por varicela:

Es lo que la mayoría de la gente llama varicela, también llamado payuelas o china.

Suele aparecer en la infancia, aunque algunos no tienen esa suerte y la sufren de mayores.

 

varicela

Lo más característico es una erupción con granos por todo el cuerpo con una burbuja con agua clara en cada grano.

Es una burbuja que se rompe con facilidad dejando una herida que al secarse forma una costra dura que tarda en caer varios días y en algunos casos deja una cicatriz en forma de hueco que puede seguir notándose de por vida.

Puede cursar con fiebre o sin ella.

Varía mucho en intensidad de unas personas a otras. Los hay sin fiebre y otros con más de 40º. A algunos no le salen más de 5-10 granos y a otros no les deja 2 centímetros de su cuerpo libres.

A veces puede ocasionar complicaciones (neumonía o encefalitis por varicela) que pueden ser graves.

Estas complicaciones son frecuentes en adultos, especialmente en personas con las defensas bajas (enfermos de cáncer con tratamiento…) y en niños muy pequeños (especialmente menores de 6 meses) y muy poco frecuentes en niños sanos entre el año y los 12-14 años.

Es contagiosa durante el período de incubación (que dura de 7 á 10 días) y durante la erupción hasta que todas las lesiones se secan.

Es aconsejable evitar el contacto durante el periodo de contagio con los grupos de más riesgo:

Embarazadas. Especialmente si no han pasado la varicela o no saben si lo han hecho.

Inmunodeprimidos. Personas con las defensas bajas. Por ejemplo en enfermos con quimioterapia por cáncer, una varicela puede llegar a ser mortal.

Menores de 6 meses. Especialmente si su madre no ha pasado la varicela. Si la madre la ha pasado el niño suele tener anticuerpos de la madre hasta los 3-4 meses.

Suele pasarse una sola vez en la vida. Aunque hay documentados hasta un 4% de repetidores.

La culebrina o herpes zóster

Los virus de la familia herpes tienen afinidad por los nervios.

Una vez pasada la varicela, la mayoría de la gente no elimina del todo al virus, que puede quedar inactivo en algunos ganglios nerviosos durante años.

Coincidiendo con una bajada de defensas se puede activar y afectar una zona de la piel siguiendo el trayecto de un nervio.

Suele acompañarse de escozor y mucho dolor en la zona afectada.

Aparecen burbujas como las de la varicela, pero muy concentradas y siguiendo una línea que en las extremidades aparece a lo largo de ella (brazo o pierna) y en el tronco como un cinturón que girase en torno a una sola mitad del cuerpo (estas líneas llamadas metámeras son el trayecto de un nervio desde la médula hasta sus terminaciones en la piel.

Hasta que se secan del todo las lesiones, es contagiosa. Aquellos que se contagian no hacen una culebrina, sino la varicela. Así aparecen los brotes de varicela, a partir de un adulto (la culebrina es muy, muy rara en niños) con una culebrina.

Tratamiento de la Varicela para pasarla lo mejor posible y evitar las marcas

La gran mayoría de los niños pasan la varicela como una enfermedad benigna.

Voy a centrarme aquí en el tratamiento que yo recomiendo a los padres para pasarla con las menos molestias posibles y evitando las cicatrices. Aunque casi siempre queda alguna.

Aliviar los síntomas de la varicela

En primer lugar, puede dar fiebre o no. A veces muy alta con una duración de 3 á 5 días (los días en los que van saliendo lesiones nuevas en la piel). Para la fiebre se puede dar paracetamol.

Aunque es poco frecuente, hay una reacción (síndrome de Reye) que parece desencadenarse con la varicela si se toma Ácido acetil salicílico (por eso han retirado la aspirina infantil). Por lo que no debe darse para la fiebre en varicela (tampoco en gripe). Se han descrito también algunos casos con Ibuprofeno, aunque muchos menos.

El picor. La varicela pica bastante. Si pica se rasca. Si se rasca se infecta. Y si se infecta deja señales.

Por lo tanto hay que evitar el picor. Para eso suelo usar un antihistamínico (la dexclorfeniramina) hasta que deja de picar una vez que se caen las costras.

Evitar que se sobreinfecten las vesículas de la varicela

Hay niños que tienen 5-10 vesículas y otros que tienen cientos. Cada vesícula, cuando se rompre es una puerta abierta para que los gérmenes que viven en la piel y no tienen capacidad de atraversarla lo hagan generando infecciones. Lo habitual es que no sean graves, pero pueden llegar a serlo si se extienden rápido, el germen es más agresivo o el niño tiene menos capacidad para defenderse.

Uno de los remedios habituales para el picor de la varicela ha sido el polvo de talco. Yo no aconsejo usarlo, porque cuando las vesículas se rompen y echamos polvo facilitamos el crecimiento bacteriano y por tanto que se sobreinfecte.

Os aconsejo usar clorhexidina en spray 3 ó 4 veces al día en todas las lesiones. La clorhexidina es un antiséptico transparente que reduce las posibilidades de que se sobreinfecte.

Es mejor en spray que la solución con aplicador. Se acaba antes y es más higiénico. Si una vesícula está sobreinfectada y vas aplicando el antiséptico tocando una a una las lesiones, es más fácil que disemines la infección. Especialmente si el germen no es muy sensible a la Clorhexidina.

 

Lesiones de la varicela en la piel

Si alguna se infecta, se nota porque el líquido de las burbujitas se vuelve amarillento o aparece una costra como miel. En esas conviene aplicar una crema antibiótica como la mupirocina, 3-4 veces al día.

 

Lesiones de varicela infectadas

Pero a veces incluso aplicando Mupirocina la infección se propaga. Lo que vemos entonces es una erupción con muchas lesiones más pequeñas que las de la varicela y que no tienen la ampolla típica de 3-5 mm sino simplemente rojas y algunas con una pústula amarillenta de 1 mm o menos.

Si esto ocurre es que se está complicando la cosa. Conviene que te vea su pediatra. En la mayoría de los casos el tratamiento consiste en administrar un antibiótico por boca y aplicar Permanganato Potásico. Un antisétpico que reseca más que la Clorhexidina.

A veces, si la infección se ha extendido ya mucho y el niño tiene mal estado general puede ser necesario tratarla incluso con antibióticos intravenosos.

Evitar las Cicatrices tras pasar la Varicela

Las señales típicas tras la varicela son las cicatrices circulares en forma de hueco de 1-2 mm de profundidad. Se forman porque la costra que forma la varicela al secarse es dura y de 2-3 mm de grosor. Impide que el tejido de cicatrización ocupe ese espacio dejando el hueco. Para evitarlo yo recomiendo aplicar vaselina o ácido hialurónico en las costras.

Ésta las ablanda, haciendo que deje libre el hueco y así crezca hacia arriba la cicatriz hasta la altura de la piel normal.

Si aún así queda el hueco, puede aplicarse cremas de silicona una vez que se han caído las costras. Son cremas que se suelen usar para mejorar las cicatrices tras una operación. La silicona cuando se seca se tensa, estirando la piel para que el tejido de cicatrización se nivele con el resto de la piel.

El Sol tras pasar la Varicela

Las lesiones de la varicela tienen la profundidad suficiente para que tras curarse, incluso cuando no queda hueco, deje una piel de un tono diferente. Es más rosada, ya que la cápa córnea superficial es más fina. Ese tono puede mantenerse durante bastantes semanas.

Al tener menos capa córnea son zonas de la piel más sensible a cualquier cosa que las agreda. Y el sol puede hacer más daño en estas zonas que en piel más madura.

Habitualmente el verano siguiente a la varicela, cuando un niño se pone moreno las zonas en las que ha tenido las lesiones de varicela se pigmentan menos que el resto. Vemos como lunares blancos. Se debe a que al ser una piel más inmadura tiene menos melanocitos que son las células que producen el pigmento que nos protege del sol (melanina).

Conviene proteger del sol estas cicatrices. Por lo que el año que el niño pasa la varicela es aconsejable aumentar las precauciones con el sol en verano.

La Vacunación contra la Varicela

Hay dos vacunas contra la Varicela:

  1. Antes de la adolescencia. Está incluida en calendario vacunal en torno a los 12 años para aquellos niños que no hayan pasado la varicela.
  2. A partir del año. Es una vacuna diferente. Incluida en calendario vacunas a partir de los 15 meses desde 2016.

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Infección de Garganta en Niños. ¿Necesita Antibiótico o no?

Es necesario dar antibiótico en las infecciones de garganta de los niños?

¿Es recomendable dar Antibiótico a un niño en una Infección de Garganta? Te explico el criterio que usamos para decidirlo los pediatras.

De todas las infecciones que puede tener un bebé la mayoría entran por la nariz y la boca. Y el punto común al que todas se dirigen es la garganta. Por lo que no es nada raro sufrir infecciones en la garganta que den lugar a dolor, mucosidad e irritación de esa zona o faringitis.

Algunos niños, de hecho, tienen una mayor tendencia a sufrir infecciones en la garganta que en ninguna otra localización.

Fiebre alta con o sin dolor de garganta y sin casi nada más: «Eso va a ser la garganta».

Y en ocasiones acompañado de todo lo que quieras: Tos, mocos, vómitos…

Causantes de infección en la garganta de los niños

La gran mayoría son causadas por virus. 2 de cada 3 son culpa suya.

Pero hay un tercio aproximadamente causadas por bacterias. Aunque son menos frecuentes son las más interesantes. De estas bacterias el Streptococo pyogenes es uno de los más frecuentes y tiene la peculiaridad de que en algunos niños puede asentarse una y otra vez. Cuando ocurre puede generar infecciones de garganta de repetición que precisan tratamiento con antibiótico una y otra vez y que si no se eliminan pueden dar problemas en otras partes del cuerpo.

Mucho menos frecuentes, pueden también asentarse aquí los hongos. Ocurre en personas con el sistema defensivo muy débil: SIDA, prematuros, enfermos de cáncer, trasplantados en tratamiento con inmunosupresores para evitar el rechazo del trasplante….

Cuándo usar el antibiótico y cuándo no en una infección de garganta

La respuesta «oficial» es simple: «Cuando te lo recomiende tu pediatra«.

Pero muchas veces los padres tenéis dudas. Dudas sobre si algunos pediatras mandamos los antibióticos demasiado a la ligera o nos resistimos a hacerlo aún cuando sería necesario.

Creo que lo mejor es que dedique un rato a explicaros cómo decidimos si se debe o no dar un antibiótico a un niño con una infección en la garganta. Ese rato que a veces no tenemos para hacerlo en la consulta con calma.

Distinto tratamiento para distintos tipos de infección de garganta

Los antibióticos sólo funcionan en las infecciones causadas por bacterias. Los virus y los hongos son inmunes a ellos.

Si una infección de garganta está causada por virus, que como he dicho son las más frecuentes, vemos una garganta enrojecida. En ella solemos ver bultitos que llamamos vesículas y puede haber saliva y moco sobre ellas. Pero no suelen tener lo que llamamos placas. En las faringitis virales sólo podemos usar cosas para aliviar, sean medicamentos o remedios caseros. Se curan solos hagas lo que hagas.

Las placas en la garganta se generan sobre la mucosa de la garganta cuando crecen bacterias. Pero no es tan simple.

Ya he dicho que la bacteria que con más frecuencia puede generar infecciones de garganta es el Streptococo Pyogenes. Pues muchas veces no hace placas. 

Y para rizar el rizo: Hay virus como el de Epstein-Barr (mononucleosis), que pueden dar lugar a placas en la garganta. Pero son unas placas de un aspecto característico.

Sin complicarlo más, no es tan simple como algunos lo pintan. Podría decirte: «mira la garganta de tu hijo y si tiene placas dale antibiótico, y si no las tiene no le des». Pero no es así.

Hay una serie de Signos que pueden orientar a que la infección de garganta sea causada por bacterias, y en eso solemos basarnos:

  • Mal aliento. De hecho algunas amigdalitis bacterianas no hay ni que verlas, se huelen. Es cierto que yo en esto soy un poco peculiar. Tengo el olfato bastante desarrollado para algunas cosas y una de ellas es esta.
  • Placas en la garganta, cuando las hay. Hay que descartar las causadas por algunos virus ya mencionados. Y diferenciarlas de los restos de comida que pueden acumularse en los huecos de las anginas que pueden verse como puntos blancos. Pero cuando son realmente placas es indicativo de bacterias.
  • Enantema en el paladar. El enantema es un punteado rojo llamativo en el paladar que aparece a veces en la infección de garganta por Streptococo Pyogenes. Aún sin placas, si vemos el enantema y tiene el olor típico suele ser bacteriana.
  • Lengua aframbuesada. Otra de las formas en las que puede aparecer la amigdalitis por Streptococo Pyogenes es con una lengua en la que las papilas están inflamadas de forma llamativa aparentando una frambuesa.

Cuando hay dudas y especialmente si el niño está muy afectado en su estado general podemos salir de dudas por medio de analíticas:

  • Hemograma: Es un análisis de sangre rápido que puede hacerse en menos de una hora en cualquier hospital. Lo que nos interesa en este caso es cómo están los leucocitos (glóbulos blancos defensivos de la sangre) y dentro de ellos si predominan los neutrófilos (cuando es una infección bacteriana), o los linfocitos y monocitos (cuando es una infección por virus).
  • PCR y Procalcitonina. Son marcadores de reacción rápidos. Suben cuando la infección es por una bacteria y no se alteran casi nada en infecciones por virus.
  • Frotis faríngeo. Sirve para recoger secreción de la garganta y buscar al germen causante. Hay dos formas de identificarlo:
    • Cultivo y antibiograma. Sembramos ese moco y esperamos a ver qué crece. Este sistema tarda días en dar el resultado pero nos da una información muy interesante: los antibióticos a los que el germen es sensible o resistente.
    • Test rápido de detección de Streptococo Pyogenes. Detecta rápidamente si este germen está o no en la secreción. Su resultado es casi inmediato, pero es un test que no está disponible en todas partes.

Cuando los signos son claros o nos lo confirman las pruebas indicando que es una infección de garganta por bacterias, tratamos con antibiótico.

Lo hacemos porque tratando con antibiótico:

  • Curamos antes la infección. 
  • Evitamos complicaciones como la neumonía, las otitis, los abscesos alrededor de la garganta, las sepsis, las meningitis, mastoiditis….
  • Impedimos que se desencadenen reacciones reumáticas, en el riñón, en el corazón… que pueden aparecer si el Streptococo Pyogenes se mantienen en la garganta con frecuencia.

¿Qué pasa si tratamos con antibiótico en las infecciones de garganta que no son bacterianas?

Lo primero, que no va a mejorar en nada su evolución. Los virus pasan de los antibióticos.

Lo segundo, que eliminaremos a gérmenes de nuestra garganta que no son agresivos. Todos tenemos siempre bacterias creciendo sobre nuestras mucosas. Pero habitualmente son bacterias no agresivas que simplemente crecen ahí. En ocasiones incluso son beneficiosas, porque cubren una función de protección frente a otras más perjudiciales.

Cuando tomamos antibiótico matamos bacterias de forma indiscriminada: A las malas, si. Pero también a las buenas. 

Nadie te garantiza que tras usarlo las primeras que colonicen sea buenas de nuevo. Por lo tanto no abras esa caja si no es necesario. Y cuando lo es y tomamos antibiótico, mi recomendación es, tras el tratamiento aportar probióticos para repoblar de gérmenes beneficiosos.

Espero que entiendas ahora mejor cómo tomamos las decisiones en este tema los pediatras.

Verás que no es tan simple como parece y que aunque puedas entenderlo mejor tras leer información como esta, tu pediatra tiene una experiencia que le permite decidir con más base.

Con lo cual, ante la duda, consulta.

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♨Temperatura normal en un Bebé

¿Cuál es la temperatura normal en un bebé?

¿Cuál es la ♨ Temperatura normal en un Bebé? Valores de referencia según el sitio donde la mides y cómo interpretarla. ¿Es grave o no?

El cuerpo humano tiene capacidad de adaptarse a los cambios de temperatura que hay a nuestro alrededor. De forma que mantiene una temperatura estable entre unas cifras que son las adecuadas para que nuestro organismo funcione.

Los bebés cuando nacen tienen menos capacidad para compensar estos cambios lo que los hace más sensibles a temperaturas extremas.

Una de las dudas más habituales de los padres y madres novatos es: ¿Cuándo es fiebre en un bebé? ¿Cuándo debo preocuparme si la temperatura es muy baja?

Temperatura normal en un bebé

Es la misma que un adulto: Entre 35 y 37º Centígrados.

Estas cifras son tomadas en la axila.

Las temperaturas normales son diferentes en sitios distintos del cuerpo:

  • Temperatura normal del bebé medidas en la boca:
    • Entre 35,5 y 37,5.
  • Temperatura normal del bebé medidas en la ingle:
    • Igual que en la boca: Entre 35,5 y 37,5.
  • Temperatura normal del bebé medidas en el recto (introduciendo el termómetro en el culo):
    • Algo más que las anteriores: Entre 36 y 38º Centígrados.

Si la temperatura está por encima del límite superior en cada sitio, hablamos de febrícula.

Cuando supera en un grado el límite superior hablamos de fiebre.

Por tanto será fiebre si tiene más de 38º en la axila, más de 38,5º en la boca o en la ingle o más de 39º en el recto.

¿Qué hacer cuando la temperatura del bebé sube?

Si el bebé tiene febrícula

En los bebés más pequeños la febrícula puede aparecer simplemente porque esté muy abrigado o en un sitio donde hace mucho calor. Para saber si es por eso o realmente tiene febrícula:

  1. Lleva al bebé a un lugar con temperatura normal (20-25º) y quítale ropa. 
  2. Espera 5 minutos y vuelve a tomarle la temperatura.
  3. Si ha bajado a cifras normales simplemente estaba demasiado abrigado o en un ambiente muy caluroso.
  4. Si sigue con la febrícula o sube es que realmente tiene algo que le causa esa febrícula.
  5. Lo más frecuente es que sea una infección. Pero en bebés puede subir también con facilidad si están un poco deshidratados, tras una comida abundante o por reacción a una vacuna.

Si el bebé tiene fiebre

Cuando sube por encima de lo que consideramos fiebre asumimos que tiene una infección, está deshidratado o es una reacción a una vacuna.

La gravedad de la fiebre y por tanto la urgencia para que sea valorado por un médico depende de:

  • Edad del niño. Cuanto más pequeño más importante es que sea valorado pronto. Especialmente en menores de 3 meses en los que no relacionamos la fiebre con una vacuna puesta hace 24-48 horas.
  • Estado general. Cuanto más decaído esté el bebé más importante puede ser el problema que causa la fiebre.
  • Lo alta y persistente que sea la fiebre. No es lo mismo una fiebre de 38,2 que una de 41º. Y no es igual un sólo pico de fiebre que ha cedido y pasan horas sin que vuelva a aparecer que una fiebre casi constante.

De los tres factores, el principal es el Estado General. Aunque la fiebre sea alta, si el estado general es bueno, resulta tranquilizador. Aunque no sea muy alta, si el estado general es malo incluso cuando la fiebre baja, puede ser más serio.

Cómo controlar la fiebre hasta que lo vea el médico

Hay tres opciones:

  • No hacer nada. Es lo indicado en la febrícula con buen estado general.
  • Medios físicos. Es decir bajar la temperatura refrescando al bebé.
    • Llevando al bebé a un lugar fresco. Si estamos por ejemplo en la playa bajo una sombrilla, ten en cuenta que con un sol intenso puede haber más de 40º grados bajo la sombrilla. Vete de la playa y entra en algún edificio. Busca una temperatura por debajo de 25-28º. Si vas en coche abre las ventanas, busca una sombra o pon el aire acondicionado.
    • Quitándole ropa. Al quitar ropa facilitamos que el cuerpo elimine calor a través de la piel.
    • Hidratándolo. Como he dicho en los bebés puede subir la temperatura con facilidad si se deshidratan. Dale líquido. Si toma pecho, basta con el pecho.
  • Con medicamentos. Cuando los medios físicos no son suficientes y tiene fiebre o malestar podemos usar antitérmicos. Los más usados en España para los niños son el paracetamol, el ibuprofeno (mayores de 6 meses) y el metamizol. Puedes pulsar sobre cada uno de ellos y te llevará a la calculadora de la dosis en función de su peso.
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? Infección del Pene: Qué hacer si al niño le pica al hacer pipí.

Balanitis, infección del pene, le pica al orinar

Infección del pene en niños. La Balanitis o irritación del prepucio y el glande. Te explico porqué se produce, cómo actuar y cómo evitarla.

El pene de los niños nace cubierto de una piel que llamamos prepucio. Antes o después esa piel debe poder retirarse con facilidad dejando al descubierto el glande.

Entre el prepucio y el glande queda un huevo que llamamos espacio balano prepucial. En él hay glándulas que producen secreción para mantener bien hidratado al glande.

Qué es la fimosis en un niño o en un bebé

Decimos que hay fimosis cuando la abertura del prepucio es tan escasa que no permite retirarlo hacia atrás para dejar el glande al descubierto.

Cuando esto ocurre las secreciones que se producen en ese espacio tienen dificultad para salir y pueden infectarse por una higiene deficiente. En realidad, porque resulta imposible realizarla.

Cuando se infecta produce una irritación en el pene del niño. 

Para resolver este problema os recomiendo que leáis el artículo sobre fimosis y cuidados del pene en el bebé.

Otras causas que pueden generar escozor en el pene de un niño que no tiene fimosis:

  • Lavarse mal a pesar de que pueda bajarse el prepucio.
  • Usar jabones agresivos en la zona.
  • Tocarse el pene con las manos sucias.
  • Dejarse restos de jabón por no enjuagarse bien.
  • Una infección de orina. En las infecciones de orina suele haber más síntomas:
    • Le pica o le duele al hacer pipí.
    • La orina tiene un olor más fuerte.
    • Puede tener fiebre.
    • Comen peor.
    • Dolor abdominal.

Si aparece alguno de estos síntomas o varios de ellos con el picor al orinar podemos saber si realmente hay infección de orina con una analítica.

Hay tiras reactivas que son muy rápidas y pueden descartar la infección de orina. Si la tira no detecta infección es casi seguro que no la hay.

Si la tira dice que puede haber infección, lo recomendable es confirmarlo con un sedimento de orina. Es una prueba que en cualquier hospital pueden realizar en menos de una hora. 

Cuando el sedimento confirma la infección se inicia el tratamiento con antibióticos y se hace un cultivo de la orina para identificar al germen que causa la infección y los antibióticos a los que es sensible o resistente. Pero este cultivo puede tardar entre 3 y 7 días en dar un resultado. En muchos casos, el resultado llega cuando el niño ya está bien. Pero si no va bien puede decirnos qué hacer. Hay veces que el antibiótico que hemos usado de entrada no mata al germen que causa la infección de orina. Si llega el resultado del cultivo nos puede decir cuál es el mejor tratamiento en ese caso.

Cuando no hay ningún signo de infección más que los que vemos en el pene y las analíticas son normales hablamos de balanitis (sólo infección del pene en su parte final).

Los síntomas que suelen aparecer en la balanitis son:

  • Inflamación del prepucio. A veces con un enrojecimiento llamativo y un abultamiento que puede asustar.
  • Mal olor por el crecimiento de bacterias en la secreción.
  • Dolor en el pene que empeora con el mínimo roce o al orinar. Cuando el niño puede expresarse suele decir que el pene le escuece, le pica, le duele
  • Es raro que haya fiebre. Si la hay valorar si hay infección de orina y si necesita tratamiento antibiótico por boca.
  • Secreción purulenta en la apertura del prepucio.

Diagnóstico y tratamiento cuando hay una infección del pene de un niño

No hace falta ninguna prueba complementaria para diagnosticar y tratar una balanitis.

Es algo muy evidente y suele responder muy bien al tratamiento con cremas antibióticas (mupirocina por ejemplo) y un anti-inflamatorio en jarabe, por ejemplo el ibuprofeno del que puedes calcular la dosis en esta calculadora.

La mayoría con esto ceden en 2-3 días como mucho.

Si no es así puede ser recomendable hacer un cultivo de la secreción para averiguar el germen causante y a qué antibióticos es más sensible o resistente.

Raramente es necesario dar antibiótico por boca. En casi todos los casos basta con aplicarlos directamente en la zona.

Pero además tenemos que pensar en la causa por la que se ha producido la infección del pene

Deberemos mejorar la higiene, en la mayoría de los casos siendo menos agresivos. No es necesario bajar la piel a diario y frotar con jabón. Eso es demasiado irritante.

Suele bastar con retirar el prepucio y enjuagar un poco con el mismo agua del baño. Y con hacerlo un par de veces por semana suele bastar.

Cuando el problema es una fimosis o adherencias balano prepuciales pueden resolverse de forma «civilizada» como te explico en el artículo anteriormente citado sobre cuidados del pene.

Dar tirones fuertes es contraproducente. Puede empeorar el problema por generar cicatrices que estrechen aún más el prepucio. Y además hacerlo es muy doloroso para el niño.

Lo que os recomiendo es que solucionéis este tema cuando el niño es aún pequeño. Muchos a partir de los 3-4 años ya no permiten que les hagas nada en la zona y entonces puede prolongarse el problema dando lugar a infecciones repetidas en el pene.

Si esto ocurre puede dar lugar a una fimosis cada vez más marcada, ya que la inflamación y las cicatrices sucesivas en el prepucio pueden ir estrechando cada vez más a apertura.

Para mí una buena edad para arreglar el tema es entre los 6 meses y el año de vida.

Por tanto si ves el pene de tu hijo irritado o inflamado y se queja de picor o escozor al orinar:

  • No te preocupes. No suele ser grave y tiene fácil solución.
  • Si tiene fiebre acude al médico por si puede necesitar tratamiento antibiótico por boca y descartar infección de orina.
  • Si no hay fiebre, ni dolor de barriga. Cuando sólo está la inflamación y el escozor de la zona suele bastar con un jarabe que baje la inflamación y un crema que combata la infección.
  • Tras resolver el problema inmediato de la infección, debemos intentar resolver la fimosis si la hay y replantearnos la higiene que hacemos. 
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Fiebre amarilla en niños. ¿Cuándo se vacuna?

Fiebre amarilla en niños

Fiebre amarilla: Una de las infecciones tropicales más importantes. Infórmate de cómo proteger a tu hijo si vas a una zona endémica.

¿Qué es la fiebre amarilla?

Es una enfermedad causada por un virus. Por lo tanto no hay un antibiótico que la cure.Fotografía por microscopio electrónico del virus que causa la Fiebre Amarilla

Afecta a las zonas tropicales de África y América del Sur.Zona afectada por Fiebre Amarilla en África y América del Sur

Es una infección grave que puede llegar a causar la muerte en un porcentaje importante de casos.

Fiebre amarilla y picadura de mosquito

La fiebre amarilla no se contagia directamente. Sólo lo hace por picadura de un mosquito que previamente picó a alguien infectadol

Se contagia por la picadura de un mosquito que previamente ha picado a otra persona que la sufre.

No puede contagiarse directamente de persona a persona, como lo haría un resfriado.

Vacuna contra la Fiebre Amarilla

Disponemos de una vacuna que es segura en niños a partir de los 9 meses. Contraindicada en menores de 6 meses.

Se considera protegido al niño 10 días después de la vacunación. Su efecto dura 10 años, con una efectividad del 99%.

Algunos países exigen el certificado de vacunación para viajar a ellos.

¡Atención alérgicos!

Esta vacuna está elaborada en embrión de pollo. Por lo que hay que tener precaución al ponerla si se sospecha alergia al huevo, proteínas del pollo o gelatina.

Efectos secundarios de la vacuna de la fiebre amarilla

Fiebre y dolor, enrojecimiento o inflamación local en un 25% de los vacunados.

Puede mejorar con frío local y un antitérmico.

Raramente, pero puede generar reacciones graves por alergia o por afectación grave en uno de cada 125,000-250,000 vacunados. Cuando hay una reacción grave puede llegar a causar la muerte.

En la práctica esto implica que la infección es mala, y la vacuna no es inocua. Por lo que si puedes evitar viajar a una zona en la que hay fiebre amarilla… Tal vez deberías pensártelo.

Información para viajar con niños a países donde son necesarias vacunas especiales

Aprovecho aquí para recomendaros un recurso poco conocido y que puede ser muy útil si vas a viajar a otro país.

Información para viajar con niños a países donde es necesario vacunaciones especialesEn esta web del CDC de Atlanta (EEUU), puedes encontrar información sobre las infecciones más importantes de cualquier zona del mundo donde tengas previsto viajar.

Si lo haces con niños marca la primera casilla. Así te dará información referente a niños.

Escoge el país al que vas a viajar y pulsa «Go».

Síntomas de la fiebre amarilla en niños

La enfermedad cursa con síntomas parecidos en niños y adultos:

  1. Fiebre. Como su nombre indica es uno de los síntomas más llamativos. Puede tratarse con anti-térmicos. No usar el ácido acetil salicílico (Aspirina) porque puede generar un fallo del Hígado y empeorar los sangrados que pueden aparecer en esta infección. Algo llamativo en la Fiebre Amarilla es que el corazón late más lento durante la fiebre. Habitualmente en cualquier otra fiebre se acelera.
  2. Hemorragias. Por eso no debe tratarse con aspirina. La Aspirina reduce la capacidad de coagulación de la sangre y la infección también. Pueden aparecer sangrados en cualquier parte del cuerpo.
  3. Ictericia. Los glóbulos rojos se rompen liberando bilirrubina que tinta la piel y los ojos de amarillo.
  4. Dolores musculares y debilidad. 
  5. Puede afectar a casi cualquier órgano del cuerpo.

Según las estadísticas afecta a unas 200,000 personas cada año en el mundo. De ellas mueren unas 30,000. Por lo tanto es una infección bastante seria.

Tratamiento de la Fiebre Amarilla en niños

Disponiendo como es el caso de una Vacuna efectiva contra la Fiebre Amarilla, es irresponsable viajar a zonas afectadas sin vacunar a los niños. Y a los adultos, claro está. De hecho algunos países obligan a vacunarse para poder viajar a ellos.

Si un niño la contrae no disponemos de ningún medicamento que cure la Fiebre Amarilla. No lo confundas con el Paludismo. Es otra infección también transmitida por picadura de mosquito en zonas tropicales contra la que sí hay tratamientos.

El tratamiento cuando un niño tiene Fiebre Amarilla es aliviar los síntomas y contrarrestar en la medida de lo posible el daño que hace en los distintos órganos.

Con frecuencia necesitan ser ingresados en el hospital. Y como hemos dicho no es raro que aún así pueda causar la muerte.

En la práctica: Si vas a viajar a una zona endémica de Fiebre Amarilla es recomendable y en algunos países obligatorio vacunarse.

Si lo haces con un niño menor de 6 meses mi recomendación es que no viajes si puedes evitarlo.

Entre 6 y 9 meses si el viaje no es aplazable y vas a una zona de alto riesgo lo recomendable es vacunar.

Por encima de los 9 meses se recomienda / exige la vacunación.

Si está vacunado pero hace más de 10 años: Revacunación.

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Qué hacer si mi bebé tiene fiebre y escalofríos

Qué hacer si mi bebé tiene fiebre y escalofríosEl Pediatra Jesús Garrido te explica de forma clara cómo actuar cuando tu bebé tiene fiebre y escalofríos. La respuesta sin rodeos que necesitas.

Qué hacer si mi bebé tiene fiebre y escalofríos:

  1. No te preocupes. Es algo normal en los niños que tengan escalofríos al subir la fiebre. Algunos padres se agobian porque creen que es una convulsión. En la convulsión hay sacudidas con pérdida de conciencia. En los escalofríos el bebé no pierde el conocimiento y son temblores, como cuando tenemos frío.
  2. Toma la temperatura. Lo normal es que en un rato haya subido. Ya que los escalofríos son la forma de aumentar la temperatura quemando energía en los músculos.
  3. No abrigues al bebé. Si abrigas al bebé la fiebre subirá con más fuerza. Tampoco te recomiendo que le quites ropa aún. Porque si lo hacemos el cuerpo necesitará quemar más energía para aumentar la temperatura.
  4. Si la temperatura ya está subiendo dale un antitérmico ya. Los escalofríos aparecen para subir la temperatura. Si los escalofríos son intensos la fiebre va a subir con fuerza. Y los antitérmico tardan en hacer efecto. Adelántate. Si tiene menos de 6 meses te recomiendo el paracetamol. En mayores de 6 meses otra opción es el ibuprofeno.
  5. Calcula la dosis de Paracetamol o Ibuprofeno.
  6. Cuando cedan los escalofríos y la piel empiece a ponerse enrojecida quítale ropa. Cuando la fiebre ha terminado de subir, el cuerpo intenta bajar la temperatura llevando más sangre a la piel para eliminar calor. Es el momento de ayudarle a bajar descubriendo la mayor superficie de piel posible.

¿Voy a urgencias o puede esperar?

Si al bajar la fiebre el bebé sigue teniendo mal estado general conviene que vayas a urgencias. La orientación más fiel de lo grave que es una infección es el estado general. Más importante que lo alta que sea la fiebre. En los bebés conviene que el bebé sea explorado por el pediatra para averiguar la causa y tratarla. Es más urgente que le vean cuanto menor sea su edad y peor sea el estado general tras bajar la fiebre. 

Si quieres más información sobre la fiebre en bebés puedes acceder al artículo «Fiebre en Niños y Bebés«

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El recorrido del agua en el cuerpo de un niño o bebé

El agua es el principal componente del cuerpo del bebé. Es importante mantenerlo hidratado y hacerlo con agua de buena calidad.

El agua es el principal nutriente del organismo. Este vídeo explica fácilmente el camino que sigue en el organismo de un niño o bebé.

El agua es el nutriente más importante de los seres vivos. Para los seres humanos no es una excepción.

Y los niños tienen una mayor proporción de su cuerpo en forma de agua.

El vídeo nos muestra de forma esquemática algunos detalles importantes:

  • El agua entra en forma de líquido o con los alimentos.
  • En el intestino la absorbemos y pasa a la sangre.
  • La circulación la lleva a todos los puntos del organismo. Sirve de base de transporte, pasa a los tejidos ocupando espacio entre las células y en su interior.
  • Arrastra además los desechos del organismo que son purificados en el riñón y expulsados en la orina.
  • Pero no todo el agua que ingerimos es absorbida. Una parte debe quedar en las heces. Cuando esa cantidad es muy baja nos estreñimos. Cuando es demasiada aparece la diarrea.
  • La perdemos además a través de la respiración, en la mucosidad y con el sudor…

El cuerpo debe mantener una cantidad casi constante de este elemento. Y está muy bien preparado para hacerlo. Pero cuando hay pérdidas extraordinarias puede necesitar un aporte de agua por encima de lo normal.

Las situaciones que pueden hacer perder agua con más facilidad a un bebé o un niño son:

  • Diarrea. Cuando hay una irritación en el intestino que impide que absorba el agua que el cuerpo necesita. Aunque estemos tomándola en cantidad adecuada, se pierde.
  • Vómitos. Una irritación del estómago hace que lo que entra en él no pase hacia el intestino, sino que se retenga y sea expulsado por arriba. Suele ocurrir cuando el estómago detecta algo que le daña y se activan mecanismos para expulsarlo en lugar de permitir que pase hacia el intestino y lo dañe.
  • Fiebre. Cuando el cuerpo sube su temperatura puede perder agua por dos vías: Sudando y con la respiración, ya que cuanto más sube la fiebre más se acelera la respiración y más agua sale en ella.
  • Exceso de calor en el ambiente. Por ejemplo si dejamos a un bebé en la playa en las horas centrales del día. Aunque esté bajo una sombrilla puede estar a temperaturas muy superiores a 40º C. Y en esas condiciones la única vía para mantener la temperatura del cuerpo es sudar.

Aporte adecuado de agua

En todas estas situaciones es especialmente importante aportar cantidad suficiente a niños y bebés para evitar la deshidratación. Y será mucho más acuciante cuanto menor sea la edad del bebé. Ya que en los más pequeños la capacidad de adaptación es menor.

Cuando falta en el organismo hablamos de deshidratación. En un bebé suele notarse porque la boca está seca, la piel pálida y las ojeras marcadas.

Lo ideal para evitarlo es aportar cantidades pequeñas pero frecuentemente. Así suele ser mejor tolerada que si damos mucha cantidad de golpe. Especialmente será recomendable fraccionar las tomas cuando el bebé presente vómitos o diarrea. Porque cuando toma cantidades más pequeñas es más fácil que se retenga y asimile. Cuando toma cantidades mayores es más probable que se desencadene el vómito o el retortijón que acabe en diarrea.

En el cuerpo hay un equilibrio importante entre minerales y agua. Cuando aportamos un exceso de minerales deben ser eliminados por el riñón. Es parte de su trabajo. Entre las cualidades a destacar de un agua buena para niños y bebés está el hecho de que tenga una mineralización baja. Ya que si no es así, para el riñón supone una sobrecarga tener que eliminar constantemente una cantidad mayor de minerales que el cuerpo no necesita.

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La importancia de una correcta hidratación en los niños

Hidratación en Bebés y Niños.

Hidratación adecuada en niños. Calidad del agua. Una de las bases de una dieta sana, porque el agua es en porcentaje nuestro nutriente más abundante.

El agua es el componente más abundante del ser humano. Supone una parte importante de nuestro peso.

En los niños más que en los adultos. Conforme crecemos y envejecemos aumenta poco a poco la proporción de grasas y calcio, por ejemplo, reduciéndose la de agua.

Mantenerse bien hidratado es fundamental en todas las etapas de la vida, y se habla mucho de los beneficios que un consumo suficiente de agua aporta para la salud y las funciones vitales del organismo.

Aparte de ser una parte fundamental de nuestro cuerpo, gastamos agua con la respiración, con el sudor y debemos eliminar agua en las heces y en la orina. Por lo tanto hay una parte importante de agua que sale cada día de nuestro cuerpo y debemos reponer.

Lo que entra en el cuerpo con el agua

Disponer de un agua de calidad es importante. Es una de las partes esenciales de una dieta sana.

Un agua contaminada puede contener cantidades importantes de sustancias tóxicas para el organismo.

Por ejemplo en las Islas Canarias hay una alta concentración de metales pesados que hace desaconsejado el uso del agua del grifo para consumo humano.

Y muchas zonas del mundo no reúnen las condiciones mínimas de salubridad para evitar que el agua corriente sea una vía de contagio de infecciones.

¿Cuánta agua debe beber un bebé para mantener su correcta hidratación?

Sabéis que yo soy de pocas cifras exactas. Establecer una cantidad concreta de agua a beber es irreal. Ya que cada día es diferente y cada niño también:

  • Un día de calor, sudando puede necesitarse más agua. Un día de frío puede necesitarse menos.
  • Una diarrea, vómitos o fiebre pueden aumentar la pérdida de agua necesitando aumentar su aporte.

En este sentido, las recomendaciones generales en adultos aconsejan un consumo mínimo de 2 litros de líquidos diarios (unos 8-10 vasos), de los cuales, un 80 % deben ser de agua y el 20 % restante se puede completar con alimentos u otras bebidas como infusiones, frutas, caldos, verduras, etc.

Además, se debe prestar especial atención a aquellos colectivos en los que el riesgo de deshidratación es mayor. Entre ellos, se encuentran los lactantes, los bebés y los niños por el contenido en agua en relación a su peso.

Debemos tener en cuenta que los bebés menores de 6 meses toman sólo líquido (leche). Y que esta leche aporta una cantidad de líquido suficiente. Un bebé bien alimentado con leche a demanda no se deshidrata.

Aunque en esta edad tampoco podamos decir que darles agua sea perjudicial, es innecesario.

Es a partir de la introducción de la alimentación complementarias cuando debemos plantearnos qué va a beber nuestro hijo.

Y en esto soy muy claro: Bebida sana para quitar la sed, sólo una, el agua.

Calidad del agua que toma tu hijo

Por otro lado, no sólo hay que tener en cuenta la cantidad sino también la calidad del agua de bebida. Aguas aptas para el consumo humano hay muchas, desde la del grifo, según localización, tal y como explico más detalladamente en este artículo: http://www.mipediatraonline.com/agua-de-grifo-embotellada/, hasta infinidad de aguas minerales embotelladas.

La diferencia entre la gran oferta de estas últimas depende, principalmente, de su contenido en minerales. La mayor o menor concentración de estos en el agua embotellada varía en función del origen, y queda reflejado en el etiquetado de las botellas bajo el nombre de residuo seco.

En este sentido, las aguas de mineralización muy débil son las que menor contenido en minerales tienen ya que su residuo seco es menor de 50 mg/l. Un exceso de sales en el agua puede causar una sobrecarga de los riñones. Por lo que es recomendable especialmente en niño dar aguas con una mineralización débil o muy débil.

Además, son una buena opción para preparar biberones y alimentos infantiles ya que su baja mineralización ayuda a preservar el sabor original de los alimentos.

Por todo esto, elegir un agua que se adapte a las necesidades y permita facilitar el alcance de las cantidades recomendadas para cada etapa es de vital importancia en la edad infantil.

Crear unos buenos hábitos de hidratación, junto a una dieta variada y equilibrada, un buen descanso, bienestar emocional y la práctica de ejercicio físico regular son los pilares que marcarán una vida saludable en un futuro.

Pistas que pueden hacerte pensar que tu hijo necesita tomar más agua por falta de hidratación

Más que contar la cantidad de agua que un niño toma para intentar que se ajuste a una cifra, lo que os recomiendo es que estéis atentos a algunos signos de falta de agua:

  • Boca seca.
  • Orina oscura.
  • Heces duras.
  • Facilidad para que le suba la fiebre, o dificultad para que baje.
  • Pérdidas extraordinarias como sudor abundante, vómitos o diarrea.

En todos estos casos ofrece agua a tu hijo con más frecuencia de lo habitual.

No puedes pelear con él para que la tome. Pero ofrécela con frecuencia.