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Heridas en niños: Tratamiento

Herida en niños, cómo tratarlaExplicación clara de cómo tratar las heridas en niños. Qué hacer, qué no hacer, cuándo acudir al médico y lista de materiales básicos para atender a un niño herido.

¿Qué es una herida?

Como todos sabréis una herida es lo que aparece cuando un golpe o un corte rompe la piel apareciendo la sangre. Si no hay sangrado no es herida, es una rozadura o una magulladura.

Material necesario para tratar una herida en niños

  • Analgésico para calmar el dolor: Ibuprofeno en mayores de 6 meses (paracetamol en menores). El ibuprofeno es más efectivo al ser anti-inflamatorio pero no se recomienda en menores de 6 meses. Prefiero darlo antes de empezar. Cuanto antes calme el dolor mejor.
  • Líquido para limpiar: Suero Fisiológico Estéril o Agua limpia y Jabón.
  • Algo con lo que desinfectar: Antisépticos como la Clorhexidina o la Povidona yodada.
  • Para manipular si hay espinas, cristales, piedras… que extraer: Pinzas de depilar.
  • Material para tapar la herida una vez curada: Apósitos o espradrapo hipoalergénico, venda y gasas estériles.
  • Ayuda: No suele pensarse en esto. Pero en muchos casos tratar una herida sin ayuda en un niño puede ser muy complicado o que acabemos haciendo más daño del que ya hay.

Tratando la herida de un niño

  1. Si es posible, consigue ayuda para que entretenga al niño y sujete la zona de la herida, permitiendo así que puedas tratarla.
  2. Lávate las manos con agua y jabón.
  3. Lava la zona con agua y jabón o con suero fisiológico estéril a chorro para eliminar los restos de suciedad que queden en la herida.
  4. Seca la zona con gasas estériles sin frotar. No uses algodón en torunda ya que se pega y deja restos que se pegan. Sí puedes usar tejidos hechos de algodón.
  5. Aplica un antiséptico sobre la herida. No alcohol, ya que quema los tejidos y dificulta la cicatrización, a parte de que escuece mucho.
  6. No extraigas objetos clavados. Pueden estar taponando un vaso roto y si lo quitas puede aumentar el sangrado. Si sangra puedes presionarla con una gasa estéril hasta que deje de hacerlo.
  7. Cuando es superficial es mejor no taparla. Se aplica el antiséptico 2-3 veces al día. Se lava si se ensucia y se deja al aire.
  8. Si es profunda debe ser valorada por el médico, tápala con gasas estériles hasta que lo atiendan y comprime si sangra.

Una herida debe ser vista por el médico si:

  • Es profunda.
  • Afecta a una superficie grande.
  • Si afecta a una zona especialmente sensible (cara, genitales, manos, pies, articulaciones).

Si una herida es profunda y tiene tendencia a que se separen los bordes debe ser vista lo antes posible para que pueda cerrarse con menos riesgo de infección. Si dejamos una herida abierta demasiadas horas el riesgo de que al cerrarla se infecte aumenta.

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Golpe en la Cabeza del Bebé que ya camina

Golpe en la cabeza de un bebé que empieza a caminar

Qué importancia tiene un golpe en la cabeza del bebé que empieza a caminar. Aprende a distinguir un simple chichón de cuando puede ser algo más grave.

Este artículo es en respuesta al Peketema propuesto por Débora en Facebook:

«A mi me gustaría saber si tantas caídas de que tienen los bebes cuando empiezan a caminar en su cabeza le afecta o le queda secuela de algo..???»

Recuerda que todos los lunes a las 11:00 hora de Madrid se publica el Peketema para que podáis proponer los temas que os preocupan. Si no hay un tema ya escrito que dé respuesta lo escribiré.

Vamos con este.

Golpes en la cabeza del bebé que empieza a caminar

Los golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar no suelen ser graves por varios motivos:

  • La altura de la caída. Por la propia naturaleza del bebé, que es bajito, el golpe se produce desde escasa altura. Y como dice el refrán, cuanto más arriba más dura es la caída.
  • El peso. La fuerza que sufre el bebé al caer es proporcional a su peso, por lo que es claramente menor en un bebé de unos 10 kilos que en un adulto de 80.
  • La cabeza está abierta. Con esta edad las suturas que separan los huesos del cráneo no están aún totalmente cerradas, lo que permite en caso de que un golpe produjese un aumento de la presión dentro de la cabeza se pueda amortiguar en parte. Cuando el niño crece y la cabeza está totalmente cerrada se convierte en una olla a presión donde cualquier hemorragia o inflamación puede generar problemas más serios.

Cómo distinguir un golpe importante en la cabeza de uno que no lo es

Cuando un golpe en la cabeza es importante suele acompañarse de alguna o varias de estas cosas:

  1. Pérdida de conciencia. 
  2. Vómitos inmediatamente después del golpe. En esto es importante entender que algunos niños tienen mucha facilidad para vomitar y que si tras el golpe pasa un rato llorando, es bastante fácil que acabe vomitando un rato más tarde, al comer o si había comido poco antes del golpe. Cuanto menos propenso es el niño a vomitar y más inmediato sea el vómito tras el golpe, más importancia tiene.
  3. Alteración neurológica. Es decir, que después del golpe haya algo llamativo que parece no funcionar como siempre: No puede mantener el equilibrio, no puede mover bien un brazo o una pierna, tiene desviada la boca…
  4. Presenta una herida llamativa. En muchos casos el golpe en sí no ha producido ningún daño en el interior de la cabeza. Pero hay una herida importante que debemos cerrar.
  5. Deformidad del cráneo hacia dentro. Si un golpe hunde una parte del cráneo hacia dentro puede afectar al interior de la cabeza. En algunos casos los huesos del bebé son tan flexibles que se pueden deformar sin romperse.

Cuando aparece una o varias de estas cosas debemos acudir a urgencias para que sea valorado por el pediatra.

Otras cosas que suelen acompañar a un golpe en la cabeza y cómo valorarlas:

  1. Chichón, hematoma o como queramos llamarlo. La superficie del cráneo tiene una piel fina que lo recubre con muchos vasos sanguíneos. Como por debajo hay una superficie de hueso rígido, cualquier hematoma o inflamación sobresalen llamativamente hacia fuera. En algunos casos puede resultar muy, muy escandaloso. Pero si no se acompaña de ninguna de las cosas que hemos visto en el punto anterior (Pérdida de conciencia, vómitos inmediatos tras el golpe, alteración neurológica o una herida que haya que cerrar), un chichón no es preocupante. Lo que hay que hacer es aplicar frío local y presión para que el sangrado que hay bajo la piel se corte lo antes posible.
  2. Daños en otras partes del cuerpo. A veces un golpe en la cabeza es tan llamativo que pasamos por alto otros golpes que siendo menos escandalosos pueden tener más importancia. En una caída conviene siempre desvestir al niño y comprobar si hay signos de traumatismo en otras partes del cuerpo. Los más frecuentes asociados a caídas son:
    1. Golpes en el abdomen.
    2. Fracturas de clavículas.
    3. Fracturas de muñecas.
    4. Golpes en las piernas.

Prevención de golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar

Para mí lo primero es no forzar al niño a andar de ningún modo. Hay niños que empiezan a caminar antes y otros que lo hacen después. Cuando tardan en hacerlo, algunos padres se preocupan por si tienen problemas de desarrollo neurológico o si hay algún fallo en sus caderas…

En muchos casos simplemente es que el bebé no se siente seguro aún. Y esto no es malo en absoluto. Muchos niños empiezan a andar tarde porque son prudentes. Fue el caso de mi hijo.

Yo no le forcé en absoluto a hacerlo. El mejor aliado de la prudencia de un hijo es la paciencia de sus padres.

Si tu hijo no se ve con la seguridad suficiente para empezar a andar y le fuerzas es fácil que acabe cayéndose. Y a parte del riesgo en sí de la caída es fácil que acabe volviéndose más miedoso y que finalmente retrase el momento en que empieza a caminar.

El único resultado que tuvo que mi hijo caminase más tarde fue que su cabeza está limpia de heridas. No se ha golpeado nunca en la cabeza.

Otras cosas a tener en cuenta para prevenir los golpes es evitar puntos peligrosos, como esquinas de mesas y cosas similares.

No hay que ser obsesivos con esto. Al final el bebé tiene que ir desarrollando su capacidad de evitar situaciones peligrosas. Pero hay algunos que es especialmente fácil que sufra. Y por eso hablo de las mesas.

Algo en lo que tu línea de visión no ve y queda justo por encima de ella. Yo soy alto y no paro de golpearme con lámparas. La que hay en el salón de mis padres está a la altura justa para que no la vea mirando hacia delante, pero me golpee en la coronilla. Raro es el día que los visito y no me doy con ella. Para un niño que empieza a andar el borde de una mesa es el equivalente. Pon sillas rodeándola que impidan que camine bajo la mesa sin darse cuenta del borde.

Pero como digo no hay que obsesionarse con el tema. No hay que acolchar la casa. No hay que poner un casco al niño por si se cae…. La inmensa mayoría de los golpes que un bebé se da en la cabeza cuando empieza a andar no produce nada más allá de un ratito de llanto y no tiene más tratamiento que un besito en la pupa.

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Actividades al Aire Libre con Niños

Actividades al Aire Libre con niños

La importancia de realizar Actividades al Aire Libre con Niños, pero con Seguridad. Una de las cosas más importantes para su desarrollo físico y emocional.

Mi hijo ha ido creciendo con este blog. Y yo he ido creciendo como padre con ambos.

Muchas de las cosas que yo aprendí en mi formación como pediatra han cambiado. Pero sobre todo ha cambiado lo que como padre cobra más importancia o menos. Y eso va evolucionando conforme los hijos crecen.

Tocaré madera, pero hace muchos meses que no ha enfermado, come razonablemente bien (es de poco comer, pero variado), duerme bien, y empiezan a ser prioritarias otras cuestiones.

Como todos los niños de su edad (7 años) es muy activo, pero el tipo de ocio al que está acostumbrado es muy sedentario. Le encanta ver sus series favoritas de dibujos animados, o explorar en Youtube, jugar con el iPad o el móvil. Hasta está empezando a pillarle el gusto a la lectura como entretenimiento.

Pero es hijo único y aunque con frecuencia juega con amigos (visitas) y lo hace a diario en el colegio, los padres tenemos demasiada tendencia a planificar el ocio de forma poco activa.

Actividades sin salir de la ciudad, y cuando lo hacemos al campo solemos plantearlo como si nos llevásemos la ciudad con nosotros. Zonas de campo, pero especialmente adaptadas como áreas de recreo… Comer y comer moviéndonos en torno a la comida…

Muchos niños desconocen lo que es una auténtica excursión por el campo. Andar y andar sin más equipaje que una mochila con agua y algo de comer (bocadillo y fruta). Simplemente para disfrutar espacios abiertos y moverse a un ritmo diferente.

Lo normal cuando haces esto por primera vez es que tu hijo se queje: «¡Me aburro!»

Puedes empezar a explorar y rastrear, empezar a explicar detalles sobre la naturaleza que te rodea. Pero seguramente al principio esto, comparado con el aluvión de estímulos al que están acostumbrados, le resulte demasiado lento.

Puede ser buena idea compaginarlo con algo que les llame la atención. Nosotros llevamos unas semanas visitando Castillos de nuestra zona. Hay muchos, la mayoría derruidos casi totalmente, pero están en parajes que con la primavera son auténticas maravillas. Yo estoy descubriendo muchos que no sabía ni que existían.

Castillo de Aldeire, Granada, España

Las ruinas son algo que gusta a la mayoría de los niños. Son como un campo de aventura. Estimulan su imaginación y a explorar.

Y andar hasta llegar a ellas permite algo extraordinario. Tiempo en el que no hacemos nada más que andar y Hablar. Piénsalo un poco. ¿Cuánto hace que no dispones de varias horas seguidas para hablar con tu hijo? Esto, en niños por encima de los 6 años, es una de las mayores carencias que tienen. La oportunidad de Hablar hasta no tener más temas que tocar, desahogarse, vaciarse de preocupaciones, compartir ilusiones… Hablar.

Realizar Actividades al Aire Libre con Seguridad

Lo dicho hasta ahora es todo ventajas, pero conviene tener en cuenta una serie de cosas para que la actividad al aire libre resulte placentera y segura.

Pueden sufrir accidentes.

Pues sí. Y está bien que siempre vayas con un móvil con batería suficiente y compruebes de vez en cuando la cobertura. De modo que si ocurriese algo tengas claro el último punto desde el que podrías hacer una llamada.

También es bueno que escojas al principio Actividades al Aire Libre que no resulten muy arriesgadas, aumentando progresivamente la complejidad. En primavera vemos con frecuencia traumatismos en niños, porque tras meses sin casi salir al Aire Libre, están como locos, pero tienen poca práctica y los reflejos no dan mucho de sí.

El Sol en el campo y la montaña.

Si tu hijo está poco acostumbrado a hacer actividades al aire libre puede quemarse con facilidad o sufrir un golpe de calor. Planifica las actividades teniendo esto en cuenta, de modo que a las horas de más sol estéis en una zona algo más cubierta (edificio o arbolado).

Lleva siempre agua suficiente y un poco más y prepárate para el sol.

Ropa adecuada para evitar las quemaduras solares. La ropa puede ser fresca, pero si es resistente y cubre la mayor parte del cuerpo mejor. Además del sol a la mayoría de los niños no les gusta pasar entre plantas y que le rocen, con lo que suelen agradecer llevar unos pantalones largos.

Otros elementos a recordar son Gafas de sol: Deben ser de buena calidad. No hay mejor forma de tener un accidente que no ver bien. Especial cuidado a que las gafas no estén dañadas. Es mejor no usarlas que usar unas con el cristal rayado.

Otro detalle importante es la crema de protección solar. Lo mejor en cuanto al protector solar es aplicarlo antes de salir de casa si el día es soleado y vamos a estar horas expuestos a él. Solemos pensar en esto cuando vamos a playa o piscina, pero en el campo o la montaña el Sol puede ser incluso más agresivo, porque no vamos a refrescar la piel bañándonos. Llévalo por si a lo largo del día es necesario aplicarlo de nuevo.

El calzado para actividades al Aire Libre

Piensa que la idea es andar mucho y sobre superficies irregulares. Conviene llevar un calzado que:

No escurra con facilidad.

– Sea resistente, con suela gruesa y ancha y cubra si es posible el tobillo. Junto con los pantalones largos evitarán que las plantas le vayan rozando al caminar entre ellas. Pero además puede evitar heridas por accidentes leves que pueden estropear el día.

Calcetines altos y gruesos. Para proteger junto a la bota y los pantalones de «bichos» y «plantas». Pero además son esenciales para evitar la formación de rozaduras y ampollas. Recuerda que tu hijo posiblemente no está acostumbrado a recorrer distancias grandes y hacerlo con un calcetín fino con el que el pie «baila» dentro del zapato es rozadura garantizada.

Hazlo con seguridad, pero hazlo. Tu hijo necesita reducir el ritmo de estímulos y descubrir la realidad que existe fuera de las ciudades y de las pantallas. Aunque de entrada le pueda resultar aburrido, casi todos lo acaban agradeciendo.

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Heridas en niños y bebés

Heridas en niños y bebés

Las heridas en niños y bebés. Aprende cómo actuar si un niño se hace una herida. Lo que cualquier padre o madre puede hacer teniéndo unas pocas ideas claras.

Dentro de los posibles percances que pueden subrir los niños las heridas son uno de los que cada vez menos tratan los padres. Y es que cuando hay sangre…

Herida es una ruptura de la piel o las mucosas. La función que hacen de barrera se pierde y quedan al descubierto cosas que suelen estar cubiertas. Y ya se sabe, el cuerpo por dentro es un misterio. Cada vez los padres se muestran más inseguros sobre cómo deben actuar frente a una herida.

Lo que vamos a prenguntar habitualmente cuando atendemos a un niño con una herida es:

  • Cómo se la ha hecho. La idea es saber ante todo si la herida puede esconder un daño interno mayor o menor. No es lo mismo una herida de medio centímetro que se ha hecho cayendo sobre suelo con piedrecitas que sobre suelos sin ellas (puede haber quedado una dentro), o si ha caído sobre un clavo o cualquier otro objeto alargado y punzante (unas tijeras, un cuchillo, la barilla de un paraguas….). Debemos pensar si la forma en la que se ha hecho la herida puede haber producido daños más o menos profundos.
  • Duele mucho o poco. Una herida poco dolorosa y que deja de molestar en un rato no suele ser grave. Pero si el dolor va en aumento conforme pasa el tiempo, especialmente en golpes en el tronco o la cabeza, merece ser valorado.
  • Tiende a abrirse o no. Una herida que no tiende a abrirse no suele necesitar que la cerremos (ni puntos ni similares). Pero si los bordes tienden a abrirse dejando la grasa que hay bajo la piel al aire es necesario cerrarla y no tardar mucho en hacerlo. Si pasan muchas horas desde que se hace la herida corremos el riesgo de que se infecte con más facilidad.
  • El sitio de la herida: Hay sitios que son más delicados como la cercanía a los ojos, el cuello, los genitales, las ingles y las axilas. Estas zonas concentran muchos vasos sanguíneos y nervios importantes y precisan ser valorados para evitar problemas.

Las heridas más habituales en niños y bebés

Rozadura superficial.

La forma típica de hacerse es con una caída y son muy frecuentes en manos, brazos, piernas, rodillas y cara, porque son las zonas de «aterrizaje» más habituales.

Suelen doler más cuando pasa un rato, ya que eliminan la capa de piel más superficial y dejan las terminaciones de los nervios al descubierto con daños superficiales, lo que hace que la zona sea muy sensible.

No tienden a abrirse ya que en realidad no se ha perdido toda la piel, sólo una capa superficial.

Su principal complicación es la infección. Ya que no podemos cerrarlas dejan una zona expuesta a las infecciones que pueden anidar con facilidad. Suelen formarse costras con aspecto de miel (Estreptococos) que se extienden si no se trata. Por lo que hay que tener más cuidado con las que ocurren en zonas que si se infectan permiten la extensión rápida de la infección (alrededor del ojo y los genitales el tejido que hay bajo la piel permite el crecimiento con más facilidad de las infecciones).

Habitualmente basta con lavarlas con agua y tratarlas con antisépticos como la clorhexidina hasta que se curen.

Si forma costras con aspecto de miel seca, se extienden o en zonas más delicadas como alrededor de los ojos o en los genitales, puede ser necesaria una crema antibiótica.

Herida por desprendimiento supeficial de la piel

Suelen producirse cuando la piel se desplaza muy pegada a una superficie que no permite que la piel escurra. Por ejemplo pillándose un dedo con un cajón.

También deja los nervios expuesto lo que hace que el dolor pueda ser mayor al rato de hacérsela. En el momento suele producirse una descarga de adrenalina que hace que se reduzca la sensación dolorosa.

Deja expuesto el tejido que hay bajo la piel y para cicatrizar necesita regenerarse una capa más gruesa de tejido que en el caso anterior por lo que suele tardar más en curarse y las infecciones que pueden aparecer a veces son más graves.

Su tratamiento es de nuevo lavar con agua, usar algún antiséptico, pero además suelen precisar cremas antibióticas y tapar la herida para permitir que cicatrice sin infectarse.

En estas heridas y las quemaduras en las que se pierde la piel es útil usar gasas impregnadas en grasa (Linitul®) entre la herida y el apósito. Evitan que el apósito se quede pegado y que dañemos el tejido de cicatrización cada vez que hacemos una cura.

Herida contusa

Es cuando por un golpe aparece un hematoma y la piel se ha roto en un pequeño punto, sangrando pero sin dejar expuesta una gran superfien en la mayoría de los casos. Es más llamativo el hematoma que la herida y suele para de sangrar si lo presionamos. Es muy frecuente en piernas y cabeza cuando un niño se cae.

Si la herida no es profunda (no llega a la grasa que hay bajo la piel) basta con lavar con agua, aplicar frío (baja el hematoma y ayuda a cortar el sangrado) y antiséptico.

Si es extensa puede ser necesarios crema antibiótica y apósito.

A veces son profundas dejando la grasa bajo la piel al descubierto. Si lo hace sin perder parte de la piel se suelen cerrar cosiendo. Si ha perdido una porción de piel que no permite cerrar los bordes se deja curar abierta, con crema antibiótica y apósito.

Corte

Es lo que ocurre cuando algo afilado (cristal, metal, cerámica…) se desliza sobre la piel abriéndola. Son las heridas que con más frecuencia necesitan ser cosidas. Aunque en algunos casos la herida es muy fina y los bordes no tienden a separarse y pueden cerrarse y mantenerse cerrados con adhesivos (tiras adhesivas o pegamento para heridas).

Si no tienen a abrirse, dejan menos cicatriz pegando los bordes que cosiéndolos. Y en niños el pegado es menos traumático, no precisando aplicar anestesia.

Siempre antes de cerrar la herida hay que lavarla y aplicar antiséptico (Clorhexidina).

Los puntos

Es necesario coser una herida cuando atraviesa la piel completa (se ve la grasa que hay bajo ella) y sus bordes tienden a abrirse y pegar la herida no nos garantiza que no se abra (especialmente en zonas donde la piel se estira más con movimientos normales).

Habitualmente se aplica anestesia local cuando hay que dar varios puntos. Es importante saber si se ha tenido alguna reacción alérgica al usar anestesias locales en otras ocasiones.

Los puntos suelen retirarse en torno a una semana después de ponerlos. Aunque hay puntos (usados especialmente cuando hay que coser los tejidos que hay bajo la piel) que se reabsorben solos y no necesitan ser retirados.

Hasta que se retiran los puntos conviene mantener la herida limpia y seca y aplicar en la superficie un antiséptico 2-3 veces al día (Clorhexidina).

¿Antibióticos por boca?

Es interesante darlos cuando la herida tiene profundidad o afecta zonas que pueden infectarse con más facilidad y que la infección se extienda siendo más grabe (genitales y alrededor de los ojos).

Vacuna antitetánica

El tétanos es una infección que puede complicar heridas con cierta profundidad. Es cada vez menos frecuente gracias a la vacunación.

Es frecuente que los padres pregunten si es necesario poner alguna dosis de vacuna al niño ante una herida fea. Pero en niños no suele ser necesario porque si están correctamente vacunados están cubiertos de Tétanos hasta más allá de los 24 años.

La vacunación se recomienda ante ciertas heridas de riesgo cuando hace más de 10 años que no se ha vacunado. Eso en niños que tienen al día su calendario vacunal no ocurre nunca.

Pruebas para descartar otros daños.

Si pensamos que una herida puede ser profunda en zonas blandas del cuerpo porque se ha hecho con un objeto alargado, podemos valorar daños más profundos usando la ecografía.

Si se ha producido por golpes sobre piel que cubre huesos y el golpe ha sido intenso a veces puede ser necesaria una radiografía.

Si una herida en el tórax se acompaña de dificultad para respirar es recomendable la radiografía para descartar escapes de aire o líquido entre el pulmón y las costillas.

Si una herida en la cabeza produce pérdida de conciencia o alteraciones nerviosas conviene realizar pruebas como la Resonancia o la Tomografía para descartar posibles hemorragias dentro del cráneo.

Al final en la mayoría de los casos se reducen a pensar un poco:

  • ¿Cuando nos hemos hecho una herida similar la hemos tratado en casa con un antiséptico y ha evolucionado bien? Trátala en casa.
  • Pero si son heridas que por experiencia propia nos han dado la lata o que directamente asustan nada más verlas, acude a tu centro médico más cercano para que hagan la primera valoración y actuación y te digan cómo seguir cuidándola después. Si es el caso evita que pasen muchas horas antes de ir porque puede complicar lo que haya que hacerle. Siempre puedes lavar con agua y si sangra mucho comprimir por el camino.

Si tenéis fotografías de heridas de vuestros hijos enviádmelas a mpediatraonline@gmail.com si me permitís que las use para ilustrar este artículo o alguno posterior.

 

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Le ha entrado algo en el ojo

¿Qué pueden hacer los padres cuando a su hijo le entra algo en el ojo? ¿Cuándo deben acudir al médico?

Los ojos son una de las partes delicadas más expuestas del cuerpo. Si pensamos cuál es el sitio en el que más nos preocupa que pueda sufrir un golpe nuestro hijo, independientemente de la intensidad, seguro que son los ojos.

Por eso tenemos algo que los protege, los párpados, y un reflejo que hace que se cierren cuando las pestañas notan cualquier contacto.

Es tan efectivo que incluso cuando queremos limpiarnos el ojo nos resulta difícil mantener los párpados abiertos.

Aún así, a veces algo puede entrar en el ojo.

Lo primero que nos planteamos ¿Cómo limpiar el ojo cuando entra algo?

Lo más básico, no «¡te frotes!» Creo que esto lo tienen claro todos los padres, pero por si acaso. Si lo que haya entrado en el ojo es duro, al frotarnos puede arañar el ojo.

Si conseguimos que no se frote, vemos lo que ha entrado y creemos que puede sacarse con cuidado, podemos intentarlo con la esquina de un papel o tela blandos (la típica esquina del pañuelo). Otra cosa es que el niño nos deje. Porque la molestia que genera tener algo en el ojo hace que sea complicado conseguir la colaboración de un niño. Especialmente cuanto más pequeño o más nervioso es el niño.

Cuando no vemos lo que ha entrado en el ojo o no podemos sacarlo, pero el niño sigue quejándose de que nota que tiene algo en el ojo, lo recomendable es lavar el ojo.

Para hacerlo tumbamos al niño y echamos líquido (si esposible suero fisiológico o agua hervida, si no tenemos a mano agua potable) abundante si sin demasiada presión para que no resulte más desagradable de lo que es.

Se puede repetir el lavado 2-3 veces si el niño sigue con la sensación de tener algo en el ojo o no tenemos seguridad de que haya salido.

¿Cuándo debemos llevar a un niño al médico tras entrarle algo en el ojo?

Como decíamos, el ojo es muy delicado. Y la parte externa más sensible que puede dañarse por entrar algo en el ojo es la córnea. Es la parte transparente del centro del ojo, a travé de la que la luz entra.

Si se hace una herida en cualqueir parte del «blanco del ojo» en la mayoría de los casos es sólo cuestión de evitar que se infecte.

Pero si la herida está en la córnea nos preocupa además que cicatrice lo más perfecta posible, porque si no puede deformarla y eso haría que el niño después no vea bien.

La córnea es además muy sensible, y cuando se daña suele provocar un dolor intenso.

Por tanto, si tras entrarle algo en el ojo a un niño sigue quejándose de dolor intenso o de que no ve bien, debería valorarlo el médico.

Habitualmente lo que hacemos cuando llega un niño así es explorar el ojo para cercionarnos de ya no está lo que hubiese entrado.

Y valorar si ha causado heridas.

A veces se pueden encontrar a simple vista. Pero usamos normalmente un colirio de Fluoresceína. Es un tinte que se fija a las heridas dándoles una coloración fosforescente que facilita que se localicen.

En función de lo que encontremos puede ser necesario desde no hacer nada, hasta que tenga que valorarlo el oftalmólogo con urgencia.

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Vacuna de Difteria, Tétanos y Tosferina en niños

En una sola vacuna va la inmunización contra 3 gérmenes asesinos: Difteria, tétanos y tosferina.

Difteria: Producida por una bacteria, causa, entre otros síntomas, ardor en la garganta al pasar la comida, dificultad al respirar y shock. Puede ser mortal.

Tétanos: También causado por una bacteria, fue la primer vacuna de la historia, descubierta por Pateur. Supuso un gran avance en medicina preventiva. Esta infección puede causar la muerte, porque el germen produce una toxina que altera el movimiento de los músculos contrayéndolos, lo que entre otras cosas impide que el enfermo respire.

Tosferina: Otra bacteria. Especialmente en los niños más pequeños produce una tos persistente que llega a producir ahogo a los niños. Como consecuencia de ese ahogo pueden llegar a morir o quedar con secuelas cerebrales por la falta de oxígeno.

Sé que la descripción de las enfermedades contra las que esta vacuna protege parecería alarmante. Como si fuese mi intención incentivar la vacunación generando miedo. No es esa mi intención en absoluto. Pero es que estas enfermedades existen, han matado a millones de personas a lo largo de la historia y gracias a la vacunación no las sufrimos. Hasta el punto de que corremos el riesgo de olvidar que sin la vacunación volverán y frivolizar sobre el tema. Las vacunas tienen efectos secundarios. Debería trabajarse para reducirlos, pero sin duda alguna si un día dejamos de vacunar de verdad, no tardaríamos una generación en volver a usarlas. A no ser que descubramos una forma de defendernos de estas enfermedades mejor. Y hasta ahora, esa forma no existe.

La pauta para ponerla no es inamovible:

El calendario vacunal que se aplica en España a partir de 2014 incluye 6 dosis en la infancia: 2,4,6 y 18 meses. 6 y 14 años.

No debemos vacunar a un niño si está enfermo con una infección. Que acabe primero con la infección que tiene y ya le enseñaremos después a defenderse de las otras. Cuando eso ocurre, retrasamos la dosis hasta que mejora y las demás se retrasan en el mismo tiempo que ha sido necesario.

En cuanto a reacciones adversas de esta vacuna, lo más frecuente es que no pase nada o que se inflame un poco el lugar donde se pinchó. De hecho la vacuna del tetanos es la que con más frecuencia causa inflamación local.

Si se hincha podemos poner frío los primeros días y dar un analgésico (Apiretal o Dalsy) al niño si duele mucho o tiene fiebre.

En los niños con problemas neurológicos no se recomendaba administrar esta vacuna porque podía empeorar su cuadro, pero ya se usa la forma «acelular» de la vacuna, precisamente para evitar ese problema.

No hay que dar apiretal ni ningún otro analgésico antes de las vacunas como prevención.

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Prevenir accidentes en niños

Saber cómo prevenir accidentes y atender a niños en situaciones de emergencia puede salvar una vida.

Lo que cualquiera puede aprender para salvar la vida a los suyos.

Una de las cosas que más puede alegrarle a uno es no llegar a necesitar estos conocimientos para aplicárselos a un familiar.
Como Pediatra, opino que al menos en todo lugar donde haya niños debería haber gente con los conocimientos para actuar en una situación de emergencia hasta que pueda atenderle un médico.
Y un lugar en el que hay niños habitualmente es vuestra casa, si no, no estaríais leyendo esto.

Las situaciones más frecuentes de emergencia que pueden presentársele a cualquiera son:

  • Golpes.
  • Ahogamiento.
  • Atragantamiento.
  • Electrocución.

El objetivo principal en cualquiera de estas situaciones es evitar la muerte, y conseguirlo con el mínimo de secuelas.
Para lograrlo es fundamental actuar rápido.
Es bueno conocer las técnicas básicas que vamos a explicar porque una aplicación rápida y adecuada de las mismas aumenta espectacularmente la supervivencia y la calidad de vida tras ella.
Aunque no seáis expertos es mejor realizar una reanimación imperfecta que no hacer nada esperando a que llegue quien lo haga a la perfección.

Uno de los primeros pasos en cualquier situación de emergencia es solicitar ayuda, pero no se debe en ningún caso abandonar al accidentado y dejarlo sin asistencia por ir a pedir socorro.
Tened en cuenta que por muy rápido que fuese un sistema de emergencia es casi imposible que llegue a atender al accidentado en menos de 15 minutos. Y es ese el tiempo en que es más efectiva cualquier maniobra de reanimación, aunque como digo no se realice de forma perfecta…

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Golpes en niños y bebés

Lo que los padres pueden aprender para atender a sus hijos en caso de que reciban un golpe. Como atender a un niño o un bebé que ha sufrido una contusión, herida, esguince, luxación o fractura.

Este va a ser el primero de una serie de artículos, en los que trataré de explicar los consejos que yo doy a los padres, cuando acuden a mi consulta con su hijo, tras sufrir un golpe.

Tras un golpe en un niño o bebé, pueden ocurrir cualquiera de las siguientes cosas:

Nada. Milagrosamente, la mayoría de los golpes en niños y bebés, incluso los más aparatosos, acaban en nada. No es nada raro que presenciemos un golpe en el que nos parece imposible que el niño o bebé no se haya hecho algo, y al explorarlo nos encontremos con que no hay nada. Nada, a parte de la llantina.

Contusión. Es lo que aparece en primer lugar. Tras un golpe, es normal que el sitio del cuerpo que ha recibido el impacto con más fuerza, se inflame. E incluso, que empiece ha hacer un hematoma (el «morado» de toda la vida). Eso puede combinarse con lo demás o ir sólo.

Herida. A veces la forma en que se produce el golpe hace que la piel se rompa. Entonces hablamos de herida. Las heridas pueden ser por corte (algo afilado corta la herida), punción (algo alargado se clava en la piel) o contusión (machaca la piel por el golpe, rompiéndola). Cada una de ellas tiene una forma diferente de actuar. Lo trataremos en el capítulo de las heridas.

Esguince. Nuestro cuerpo tiene muchos huesos, capaces de moverse entre ellos. Estos huesos se unen por articulaciones, que son las que permiten el movimiento. Y las articulaciones tienen a su alrededor ligamentos, que limitan y dirigen el movimiento. Cuando un golpe fuerza ese movimiento, los ligamentos actúan para evitar que un movimiento incontrolado haga más daño. Pero a veces, haciendo su trabajo, se dañan. En eso consiste un esguince.

Luxación. En algunas ocasiones, el golpe es tan fuerte que los ligamentos se ven superados. Y la articulación hace un movimiento que va más allá de lo que suele estar permitido. Quedando los huesos en una posición extraña. Es lo que llamamos luxación. En la mayoría de los casos los ligamentos además están dañados. Por lo que la mayoría de las veces las luxaciones incluyen uno o varios esguinces.

Fractura. Hay otros casos en los que el golpe actúa directamente sobre un hueso, o el desplazamiento que produce es tan grande, que ya las articulaciones no pueden evitar que la fuerza que actúa sobre los huesos sea tan intensa, que los rompa. En las fracturas, puede haber sólo rotura del hueso (no desplazada), que los trozos del hueso roto se muevan uno respecto al otro (desplazada), o que llegue incluso a abrir una herida (fractura abierta).

¿Cómo actuar tras un golpe?

Lo principal. Alguien debe mantener la tranquilidad.

Si todos nos ponemos atacados, lo más fácil es que actuemos mal.

Si hay varias personas tranquilas, uno debe dedicarse exclusivamente a valorar al niño, mientras el otro se encarga de separar a los nerviosos de él (si los hay) o de asistirle (si están solos).

La persona que valore al niño debe hacer lo siguiente.

1º. ¿El niño está consciente o inconsciente?

Si está inconsciente, debe intentar llamarlo por su nombre. Si no reacciona, debe intentar despertarlo con algo que produzca dolor (un pellizco puede valer). Todo ello intentando mover al niño lo menos posible. Si no responde y puede hacerlo, debe llamar al servicio de emergencias para que le envíen una ambulancia. Cuando llame por teléfono es necesario que se mantenga la calma, intentando dar el máximo de información sobre lo que ha ocurrido y la situación del niño o bebé.

2º. Si el niño está inconsciente y no hay un peligro claro que se acerque, conviene no moverlo de donde está, por si hay una lesión que pudiese empeorar al desplazarlo. Si no hay más remedio que moverlo (imagina que ha caído por las escaleras en un incendio y el fuego se acerca) intenta llevarlo a un lugar seguro. En ese caso lo más importante es hacerlo teniendo cuidado de mantener la cabeza y la espalda sin grandes desplazamientos. Esto en bebés puede ser bastante fácil, conforme los niños son más grandes puede resultar complicado.

3º. Una vez que estás en lugar seguro. Moviendo lo menos posible al niño intenta explorar los signos externos de traumatismo:

Contusiones. Especialmente importantes son las de la cabeza y las del tronco (sobre todo las de la barriga).

Heridas.

Deformidades. Pueden ser un signo claro de fractura.

¿Cuándo debemos acudir a urgencias después de que un niño se golpee?

No siempre hay que ir a urgencias después de que un bebé o un niño se golpeen.

Todos los días hay golpes sin importancia y que cualquiera es capaz de tratar en casa con un poco de frío local y un antiséptico.

Pero hay casos en los que es evidente que debe ser valorado por un médico:

Pérdida de conciencia. Aunque se recupere, es recomendable que el médico valore a cualquier niño que tras un golpe ha perdido el conocimiento.

Contusiones fuertes, especialmente en la cabeza o en el tronco.

Heridas. Se entiende que me refiero a heridas que no puedan ser tratadas con una simple tirita. No es cuestión de desplazarnos a urgencias a perder todos el tiempo para que le pongan una tirita.

Deformidades evidentes. Suelen ser signo de fractura o luxación, que siempre precisan valoración y actuación por parte del médico. Si es posible, se recomienda inmovilizar la zona deformada para el traslado. Por ejemplo, ante un golpe en el antebrazo que lo ha deformado (frecuente fractura de cúbito y radio), se puede usar un periódico, una revista o un libro de tapas flexibles, como «yeso improvisado» para el traslado, liándolo en torno al antebrazo y sujetándolo con un cabestrillo.

Comportamiento extraño del niño tras el golpe. Cuando un niño no puede seguir actuando de forma normal, es que hay algo que se lo impide y debe ser valorado.

Ante cualquier duda, de si es necesario o no acudir al médico, hacedlo. La mayoría somos comprensivos. Y en muchos casos los padres son demasiado prudentes.

Si el niño está consciente, os recomiendo que antes de salir corriendo hacia el médico, si tenéis un analgésico a mano y el niño tiene dolor evidente, se lo déis. Así mientras llegáis y es atendido, empezará a hacer efecto y el niño sufrirá menos.

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Manchas blancas en la piel de los niños

Distinguir los distintos tipos de manchas blancas de la piel de los niños es fácil. Aprende a hacerlo.

La principal duda de los padres «¿Son hongos?»

Especialmente durante el verano son más visibles en los niños algunas manchas en la piel que tienen menos color que el resto.

Conforme el niño se pone moreno, parece que la mancha se volviese cada vez más blanca.

A parte de la estética, suelen preocupar a los padres, por si es signos de alguna carencia o una infección por hongos que pueda extenderse o contagiarse.

Las principales causas de estas manchas son:

– Cicatrices.

– Darcros.

– Hongos.

– Manchas «de nacimiento».

– Vitíligo (la que se ve en la foto del principio del artículo)

Vamos a dar una breve explicación para que se entiendan y diferencien, porque puede hacerse con mucha facilidad.

Las cicatrices

Cuando se forma piel en una herida, va reconstruyéndose. Hasta que acaba de hacerlo de forma correcta puede tardar bastante tiempo. En algunos casos esa piel no será nunca exactamente igual que el resto. Puede ocurrir que en su formación tenga más o menos capacidad de ponerse morena que la piel que hay alrededor.

El resultado pueden ser manchas más claras o más oscuras que la piel que le rodea. Y en ambos casos, se nota más cuanto más morena se pone la piel en verano.

La única importancia que tiene es estética y su única solución es no ponerse moreno: Protección solar.

Darcros

Los darcros son manchas blancas en la piel que le dan una aspecto como sucio. Pueden ser muy abundantes. Aparecen especialmente en personas con dermatitis atópica.

 

Darcros, manchas blancas.
Darcros, manchas blancas.

 

Si tu hijo la tiene y te entretuvieses durante todo el año en anotar los sitios donde el niño ha tenido algún eccema de la dermatitis, te darías cuenta de que las manchas blancas en verano aparecen justo en esos lugares.

El motivo es que, como en las cicatrices, un eccema descama la parte superior de la piel y luego se regenera. Cuando lo hace es una piel que se pone morena con más dificultad.

Su importancia de nuevo es sólo estética y como se nota más cuanto más moreno se pone el niño, su única solución es la protección solar. Y en este caso, controlar mejor la dermatitis atópica.

Es frecuente que la gente los confunda con hongos. Vamos a ver que es fácil diferenciarlos.

Infección por hongos

Hay algunos tipos de hongos que pueden anidar en la piel con facilidad.

Al extenderse van destruyendo la capa superficial de la piel y eso hace que se pierda su coloración normal.

Estas infecciones son más frecuentes en verano, cuando exponemos más superficie de piel y la sometemos a agresiones, como el cloro de las piscinas.

Se suele contagiar por contacto con una piel infectada, por compartir toallas o por agua estancada en la que previamente han caidos esporas del hongo (bordes de piscina, duchas públicas…)

Suele preocupar a los padres, porque a diferencia de las anteriores, si no se trata, se extiende, puede contagiarse a otros miembros de la familia y es además molesto. Cosa que no eran los otros tipos de manchas.

 

Infección por Hongos
Infección por Hongos

 

Características de los hongos que lo distinguen de las demás lesiones:

– Los hongos crecen. La mancha blanca se extiende y van apareciendo lesiones nuevas.

– Los hongos pican.

– Los hongos descaman. La piel muerta que van dejando los hongos en su abance va descamando. Lo que pica más aún.

– En algunos casos el borde de la lesión está como inflamado y el centro más blanco. Pero esto no ocurre siempre.

Los hongos sí tienen tratamiento.

Manchas de nacimiento

Un lunar es una zona de la piel en la que se han formando más melanocitos (las células que producen el pigmento de la piel) de lo normal.

Del mismo modo puede haber zonas de la piel que ya desde el nacimiento tiene algo más o algo menos de pigmento que el resto. Forman lo que la gente llama «manchas café con leche». Es una zona de la piel bien definida, que ya desde el nacimiento, tiene un poco más o un poco menos de coloración que el resto de la piel.

No pica, no descama, no crece y la tiene desde que nació.

Mancha de Nacimiento
Mancha de Nacimiento

La de la foto es algo más oscura que el resto. Las hay también al revés, es decir, algo más claras.

mancha blanca bebé

No tiene más importancia que la estética.

Vitíligo

Es una enfermedad por la que el propio cuerpo reacciona contra los melanocitos (células que dan su color a la piel) destruyéndolas en una o varias zonas que suelen crecer.

No descama ni pica. No tiene el borde sobre elevado.

Es menos frecuente que lo anterior.

Vitíligo
Vitíligo

También es un vitíligo la foto del encabezamiento del artículo.

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