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El niño con piojos

Piojos en niños

Cómo se detectan y se tratan los piojos y las liendres. Un problema muy frecuente durante durante el curso explicado con claridad

Los piojos son un problema muy frecuente entre los 3 y 10 años. Es decir durante la primera etapa de escolarización.

Evidentemente pueden cogerse antes de los 3 y después de los 10 años.

Pero los piojos son más frecuentes en esa edad, porque los niños se relacionan ya con otros niños de forma muy activa. Y además lo hacen sin guardar las distancias.

Qué son los piojos y las liendres

Los piojos son insectos que acompañan al hombre desde que existe en este mundo. Viven en el pelo y se alimentan de la sangre de quien les alberga.

piojo

Las liendres son los huevos que los piojos ponen cerca de la raiz del pelo. Los piojos tardan en salir de la liendre entre 8 y 10 días después de que los pongan. Y dos semanas después, ya es adulto, y es capaz de poner nuevos huevos. Cuando tratamos a un niño que los tiene conviene eliminar las liendres. Ya que los productos que eliminan al insecto no siempre consiguen matar al huevo.

Para retirarlas lo más efectivo son las liendreras.

Liendres

Cómo se contagian los piojos

Como son insectos, se mueven y buscan continuamente «territorios» nuevos que conquistar.

Los piojos no vuelan, como dice alguna gente. Pasan de un niño a otro por contacto del pelo.

Cuando aparecen en una clase, suelen extenderse con facilidad. Especialmente entre los niños más pequeños, porque tienden a no guardar «las distancias».

Da igual la higiene. Evidentemente al piojo no le gusta el lavado de cabeza diario, pero no le mata y sobrevive perfectamente a él.

Tratamiento de los piojos en niños

Tradicionalmente se han usado productos que contienen Permetrina. La permetrina es un insecticida. No es inocuo. Es tóxico a dosis altas. El problema es que los piojos y las liendres se están volviendo cada vez más resistentes a ella. Los productos para eliminarlos han ido aumentando su concentración. Pero no podemos hacer eso mucho más sin que empiecen a generar problemas para el niño.

Hay gente a la que agobia tanto el tema de los piojos que lava la cabeza al niño de forma periódica con estos champús que contienen permetrina. Eso no es correcto. Como decía, son pesticidas con efectos secundarios que dependen de la frecuencia y dosis que demos al niño.

Hay otras alternativas que contienen Ciclometicona y Miristato de isopropilo.

Nada es inocuo. Por lo que no recomiendo usar de forma preventiva y periódica productos que están diseñados para tratar.

Lo adecuado es usar estos productos sólo cuando tenemos claro que hay piojos.

Cómo aplicar Productos antipiojos:

Depende del producto concreto. Sigue las instrucciones de cada fabricante.

En la mayoría necesitan una aplicación en todo el pelo, lo dejamos durante 10 minutos, y después lavamos la cabeza.

Es suficiente con aplicarlo una sola vez para acabar con todos los piojos. Pero como a veces no acaba con todas las liendres, conviene hacer una segunda aplicación a los 10 días. Con eso acabamos con los nuevos piojos que hayan nacido de las liendres, antes de que tengan edad de poner nuevos huevos.

Cómo tratar los piojos en los niños

Tratamiento colectivo en el colegio

El mayor problema para acabar con ellos, es que mientras dura el curso, cada niño se trata (o no) cuando sus padres detectan el problema. Y el tratamiento los elimina, pero no evita que se contagie de nuevo.

Por lo tanto, mientras quede un niño en clase con piojos, el problema va a volver una y otra vez.

Lo que os recomiendo, es que si detectáis piojos en vuestro hijo, lo comuniquéis a la maestra, para que ella a su vez lo comunique a todos los padres y que el tratamiento sea coordinado. Es decir, que todos los padres apliquéis el tratamiento la misma semana.

A los maestros les recomiendo que coordinen esa aplicación.

Una forma de hacerla más efectiva es pedir que cuando los niños los apliquen («semana contra el piojo»), traigan a clase la solapa de la caja del tratamiento que han aplicado al niño.

Así el maestro tiene constancia de cuales son los niños que lo han hecho. Y de los que no. De forma que si el problema se repite, se conozca el foco. Por desgracia, a veces, la única forma de combatir la dejadez de algunos es que se sepa que lo son.

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Culebrinas en niños

Culebrinas en niños

La culebrina o Herpes Zoster en niños. Una forma leve de la varicela siguiendo un sólo nervio.

 

¿Qué es una Culebrina?

 

El virus causante de la Varicela es el Herpes VaricelaZóster.

Es un virus al que le gustan los nervios.

 

Cuando alguien pasa la Varicela, el virus puede queder como dormido en algunos nervios.

 

A veces, si bajan las defensas, el virus puede empezar a multiplicarse y se extiende siguiendo el trayecto de un sólo nervio. Es lo que llamamos Culebrina.

 

culebrina herpes zoster

 

Una Culebrina uede doler bastante. Especialmente en adultos. En niños el dolor de la Culebrina es muy variable. Hay niños a los que casi no les molesta.

 

En algunos casos el dolor aparece incluso antes de que veamos nada extraño en la piel. Y puede mantenerse bastante tiempo después de que desaparezca la Culebrina. Eso es más frecuente en ancianos, y mucho más raro en niños.

 

Para tener una Culebrina previamente, debe uno haber pasado la Varicela.

En algunos casos vemos niños con Culebrinas cuyos padres creen que no la han pasado. Pero es que la Varicela es en ocasiones tan leve que se interpreta como algunas picaduras sin importancia. En teoría puede pasarse incluso sin ninguna «burbujita».

 

Evolución de la Culebrina en Niños

 

Habitualmente en los niños, el dolor de la Culebrina es más leve y la aparición de complicaciones es mucho más rara que en adultos.

 

Suelen salir vesículas en la piel siguiendo el trayecto de un nervio. Lo que es casi horizontal en el tronco, y a lo largo en brazos o piernas. Por esa forma es por lo que la gente le dio el nombre de Culebrina.

 

No forman una linea perfecta. Aparecen como grupos de vesículas siguiendo la linea, en la que pueden quedar zonas limpias.

 

Van saliendo durante 3-5 días. Y luego tardan otros 3-5 días en desaparecer.

 

A veces se infectan con gérmenes de la piel. Lo que puede hacer que tarde más en desaparecer.

 

Contagio del virus Varicela Zoster a partir de una Culebrina

 

El virus se puede contagiar a otros mientras las vesículas no se sequen por completo. De hecho es la forma habitual en que aparecen los brotes de varicela. El primer caso suele ser una culebrina. Los que no han pasado la varicela y tienen contacto con el enfermo pueden desarrollar la Varicela.

Pero la Culebrina no se contagia dando lugar a Culebrina en otra persona.

 

Es especialmente importante evitar el contacto del niño (o adulto) con Culebrina, con bebés menores de 6 meses, embarazadas que no sepan si han pasado la Varicela y enfermos con las defensas bajas.

 

Tratamiento de la Culebrina en Niños

 

El tratamiento para frenar la Culebrina es un antiviral (Aciclovir) que puede tomar en jarabe.

Si duele o pica debemos aliviar. Para el dolor se usan analgésicos, para el picor antihistamínicos.

Evitar la sobreinfección por otros gérmenes de la piel con cremas de antibiótico como Bactroban (Mupirocina). Especialmente a partir del 3º ó 4º día.

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Conjuntivitis del bebé recién nacido

Aprende a distinguir la conjuntivitis de verdad de la obstrucción del conducto lacrimal de los bebés.

A los recién nacidos se les echa unas gotas en los ojos.

Su objetivo es evitar una conjuntivitis que algunos pueden coger al salir por la vagina de la madre.

Esa conjuntivitis es causa frecuente de ceguera en países subdesarrollados. Pero muy poco frecuente en los desarrollados.

A pesar de eso, muchos bebés durante los primeros meses pueden despertarse con los ojos pegados.

En esos casos hay que diferenciar distintas situaciones:

– Puede levantarse con el ojo pegado, pero sin secreción.

 

ojo cerrado bebe

 

– Puede hacerlo con el ojo pegado y secreción.

 

secrecion ojo bebe

 

Y al abrirle el ojo, tras limpiarle la secreción si la tiene, podemos ver:

– Que tenga la conjuntiva (el blanco del ojo) irritada.

 

conjuntivitis bebe

 

– O que no la tenga irritada, aunque el ojo le llore.

 

ojo bebe lagrima

 

Hay dos causas posibles:

Conjuntivitis. El ojo suele estar pegado y con secreción, y al abrirlo tiene el blanco del ojo irritado.

Obstrucción del conducto lacrimal. El ojo puede estar pegado, a veces con secreción y puede llorarle con facilidad, pero el blanco del ojo no está irritado.

Conjuntivitis

La conjuntivitis es la inflamación del blanco del ojo (conjuntiva).

Puede aparecer como parte de un catarro en el que además de producir moco en la nariz, se irrita el ojo. A veces el mismo moco del catarro sube por el conducto lacrimal hacia el ojo.

Debe valorarlo el pediatra para indicar el tratamiento.

Obstrucción del conducto lacrimal

El conducto lacrimal es muy fino, y en los bebés más.

Muchos nacen con uno o los dos taponados. El ojo le llora todos los días.

Otros no lo tienen totalmente taponado, pero es estrecho y se atasca con facilidad. El ojo le llora con frecuencia, pero no todos los días.

Suele mejorar poco a poco, y la mayoría lo tienen ya abierto antes de los 4 meses.

Pero si vemos que pasa el tiempo y para los 4-6 meses no mejora, conviene que lo vea el oftalmólogo, por si tienen que abrírselo.

Mientras tanto para intentar que se vaya abriendo solo y evitar que se infecte:

– Cuando tiene secreción al levantarse, échale un poco de suero, deja que se ablande y límpiala con una gasita húmeda. Intenta no frotar demasiado.

– Parece que dar masajes en el huequecito que hay entre el ojo y la nariz puede ayudar a que el conducto lacrimal se abra.

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La piel seca del recién nacido

La piel del recién nacido se reseca y se descama los primeros días tras el parto.

La piel del recién nacido acaba salir de un medio en el que siempre estaba sumergida en agua a un ambiente seco.

Tiene que adaptarse.

La capa más superficial de la piel, que estaba acostumbrada a un ambiente humedo se seca y se descama, mientras por debajo va formándose una capa nueva de piel más resistente al ambiente seco en el que vivirá a partir de ahora.

 

piel seca recien nacido

 

Esta descamación es a veces evidente en todo el cuerpo. Pero suele ser más intensa en las zonas en las que la piel tiene más movilidad (articulaciones de tobillos, rodillas, hombros, muñecas) y las que están sometidas a cambios de humedad más frecuentes (zona del pañal).

piel seca bebe

Habitualmente esta descamación dura unos pocos días, y a partir de los 7-10 días se ha completado la regeneración de la piel normal.

Durante los días que dura este cambio podemos proteger la piel aplicando cremas hidratantes un par de veces al día o más si es necesario.

Es especialmente importante aplicar crema con frecuencia en la zona de los tobillos y muñecas. Ya que ahí a veces aparecen grietas que pueden ser molestas para el bebé.

La descamación de la piel seca muerta se realiza por sí sola. No es necesario ni recomendable intentar desprender las «tiras de piel» que descaman.

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El niño que come mal

Si tu hijo come mal, tiene solución. Si de verdad quieres arreglarlo ¡cambia ya!

 

“Mi niño no me come nada”.

Es el problema (no enfermedad) más frecuente por el que consultan los padres y cuidadores de menores de 4 años.

Pone a prueba la paciencia de cualquiera, porque además es evidente, lo que hace que todo el que hay a su alrededor quiera «solucionarle» el problema a los padres.

La exposición del problema cuando me lo dicen en la consulta suele terminar con una de estas dos coletillas:

  1. ¿No le podría mandar unas vitaminas?
  2. Le he dado «tales vitaminas» y mientras se las ha tomado ha comido (en el mejor de los casos), pero ya he dejado de dársela y está de nuevo igual.

¿Que se hace entonces con un niño que come mal?

Desde luego no mandarle «vitaminas».

Las «vitaminas» que hay en el mercado son de dos tipos:

  1. Complejos vitamínicos: Se dieron con más frecuencia en épocas anteriores en las que aún se veían en nuestro país los efectos del hambre. En realidad están indicadas en situaciones en las que pese a comer de forma adecuada hay una enfermedad que impide que se absorba una vitamina en concreto o todas en general (por ejemplo personas a las que se ha extirpado una parte del intestino por un cáncer). Estas vitaminas no dan hambre. La única razón por la que las mandan algunos médicos es intentando suplir parte de las faltas que hay en la dieta del niño. Son un parche, porque el niño no va a tomarlas toda la vida, y porque hay otros muchos componentes de una dieta sana que toma mal y son tan necesarios o más que las vitaminas.
  2. Antianoréxicos: Son fármacos cuya función es abrir el apetito, lo que hacen actuando a nivel cerebral sobre algunas sustancias que regulan el funcionamiento de las neuronas (serotonina). Sus efectos secundarios no están claros y en cualquier caso no se pueden dar de forma indefinida.

Aunque un día se descubriera un fármaco que de forma infalible diera ganas de comer y se pudiese tomar durante toda la infancia tampoco estaría indicado. Porque no soluciona el problema de base. Sería como tener un tumor cerebral y conformarnos con tomar simplemente algo que nos quite el dolor pensando que si no duele ya no hay tumor.

Bueno, pues después de descubrir que todo lo que hemos hecho hasta ahora no sirve, ¿qué pasa? ¿Es que el problema no tiene solución?

Pues si. La tiene, pero es más complicada que dar un jarabe.

Tiene la ventaja, eso si, de que es más fácil de aplicar cuanto más desesperados estén los padres y cuantos más «remedios milagrosos» hayan probado ya.

Hay que tener claras varias cuestiones antes de empezar:

Edad: Hay varias épocas claves en las que suele aparecer el problema:

  • Antes de la introducción de la alimentación complementaria, cuando aún toma sólo leche.
  • A partir de la introducción de la alimentación complementaria.
  • A partir de la pubertad.

El primer grupo es el menos frecuente, son lactantes que no toman bien la leche, que es su único alimento.

Hay que distinguir un punto clave: ¿Ganan peso o no?

Los que ganan peso es que comen lo que necesitan (aunque no sea todo lo querrían sus padres).

En ese caso el problema no es del niño, sino de los padres que deben entender que piensen lo que piensen, independientemente de lo que diga la experta cuñada, abuela o vecina o hayan leído, el niño come lo que necesita y no tiene porqué comer más.

Otro motivo de tener un peso normal y la sensación de que no come bien es el cólico del lactante: Son muy ansiosos comiendo pero al poco de empezar a comer lo dejan enfadados y en menos de una hora están de nuevo llorando y se vuelven a poner a comer con mucha ansiedad para volver a dejarlo enfadados enseguida.

Su problema es que al comer con tanta ansiedad, enseguida se empachan entre leche y gases.

Le duele la barriga porque el estómago está para reventar, pero como gran parte de lo que ha tragado es aire, sigue con hambre, y al intentar tragar y ver que no puede porque le duele, se cabrea.

Y al no poder acabar de comer a gusto al poco rato vuelve a tener hambre y se pone cada vez con más desesperación a comer porque no consigue saciarse.

Los que no comen bien y no ganan peso son los que deben ser estudiados para descartar, entre otras cosas, infecciones de orina, intolerancia alimentaria o problemas del metabolismo.

El último grupo de edad (en la pubertad) es el que realmente puede corresponder a anorexia nerviosa, siendo su tratamiento fundamentalmente psicológico.

Dejo para el último el grupo de en medio, porque es el más frecuente y con diferencia el que creo que se enfoca peor, tanto por los padres como por muchos médicos.

Todo lo que voy a explicar a partir de ahora es aplicable a este grupo:

Los niños que empezaron a comer mal a partir de la introducción de la alimentación complementaria (sobre todo a partir del segundo año, cuando ya estaréis desesperados y el niño debería comer de todo).

Dos ideas:

1º Todos los seres vivos de este planeta han desarrollado a lo largo de su evolución un instinto que garantiza su supervivencia: el hambre.

Tu hijo no es una excepción.

Es un problema cada vez más frecuente, como lo es también la obesidad infantil (son dos caras del mismo problema).

Y dado que no es causado por una epidemia de «virus quitahambre-engordaniños», la causa debe estar en una serie de cambios sociales cada vez más evidentes:

  • La excesiva oferta de alimentación en nuestra sociedad.

Sobretodo a costa de alimentos elaborados de fácil ingesta y sabor agradable en los que prima la capacidad de venderlos (y para ello los gustos de los niños) sobre la calidad nutritiva: Refrescos, zumos, batidos, derivados lácteos, bollería industrial, frutos secos y demás chucherías…

La edad a la que los niños empiezan a tomar todas estas basuras es cada vez menor (empezando generalmente por los «gusanitos», los zumos y el trozo de pan, o el chupe mojado con azúcar o incluso con miel).

  • La falta de ideas claras de los padres (y de muchos médicos) sobre educación infantil y sobre los mecanismos que regulan el hambre.

Lo que regula el hambre es fundamentalmente el nivel de azúcar en sangre:

Cuando baja sentimos hambre, cuando sube el hambre cede.

La principal razón por la que muchos niños no comen bien es que tienen este mecanismo totalmente alterado, porque lo hemos alterado.

  • Antes la crianza de los niños era cuestión de mujeres y se las educaba para ello. Con la revolución feminista se ha pasado a considerar esta educación como sexista por lo que es cada vez más rara, no educándose ahora para el cuidado de los hijos ni a las mujeres ni a los hombres.

Por que si algo somos a la hora de adoptar soluciones es cómodos.

Lo mismo pasa con la cocina.

Resultado, como ya no saben cocinar ni hombres ni mujeres y además no tienen tiempo, pues comida rápida y que les guste a los niños para que tardemos lo menos posible en que se lo tomen, que hay que ir a trabajar.

  • Los niños pasan a lo largo del día por cada vez más manos.

Antes eran responsabilidad exclusiva de los padres (generalmente de las madres), hoy pasan por unos padres estresados (indistintamente padre o madre en función del horario laboral), por unos cuidadores en la guardería y por familiares, generalmente abuelos a los que la naturaleza, que dicen que es sabia, retiró hace tiempo la capacidad de tener hijos porque a estas alturas no están en condiciones de aguantarlos.

El resultado es que el niño pasa tiempo durante el día con varias personas, cada una con su criterio de como hacer las cosas, unos más estrictos y otros más complacientes.

Cuando sucede esto el niño acaba adaptándose a la situación y «sacando provecho» de ella.

Los niños saben quien les da chucherías y quien no, quien le tolera los caprichos y quien no, y si se les da la oportunidad se organizan para salirse con la suya, aunque no les convenga.

Un niño sabe lo que le gusta y lo que no.

Pero no sabe lo que le conviene, por lo que si dejamos que seleccione su dieta, él suele acabar perjudicado.

¿Cómo empieza el problema?

Hay cuatro hábitos muy comunes que favorecen que el niño empiece a comer mal:

  • Desde el momento que empezamos a darles cosas diferentes a la leche, parece que se hubiera dado permiso a toda la familia para que el niño se convierta en el campo de pruebas «¿A ver que cara?».

Es decir, ya no come porque sea su hora. Si a alguien se le ocurre darle cualquier cosa (pan, gusanitos, un poco de…), no puede escapar bajo el irrefutable argumento de:

«¿A ver que cara pone al tomar un poco de…? Si no le va a pasar nada.»

Acabamos de dar al niño el título de mono de feria oficial de la familia.

  • Nos ve comer, él ya ha comido hace un rato. No le toca comer:

«Pero es que nos mira. Se le va saltar la «yez».

  • El niño está aburrido o triste y usamos la comida para entretenerlo en lugar de darle afecto o atención.
  • Damos bebidas azucaradas para quitar la sed o para que se entretenga.

Si hacéis estas cosas, probad un experimento:

Cada vez que al niño se le ofrezca comida a lo largo del día, apuntadlo. Se incluyen en el concepto de comida cualquier bebida distinta del agua.

En los prudentes suelen ser entre 10 y 15 veces al día.

Algo está claro: Nadie puede comer bien 15 veces cada día.

Antes de empezar estos hábitos vuestro hijo comía cuatro o cinco veces al día.

Ante el exceso de oferta no le queda más que una opción: Seleccionar.

Y su elección es muy previsible:

Entre su comida (potito insulso) y la vuestra (sabores llamativos, salados, dulces…), entre alimentos o bebidas ricos en azúcares y otros ricos en fibra, escogerá el dulce:

Pica de la vuestra y pasa de la suya.

Se bebe el zumo o se come el pan y pasa de la verdura o la fruta.

Es que hasta que probó la nuestra no sabía que le estábamos tomando el pelo.

A partir de ahora, mami, la suya te la comes tú.

La solución en el pre-escolar que empieza a comer mal

Por tanto, si vuestro hijo es un pre-escolar que come mal, poco, no quiere comidas de verdad, cada comida es una pelea y la lista de alimentos que no ha tomado nunca y de los que no quiere cada vez crece más.

Seguro, estáis desesperados: «Lo habéis probado todo».

Por tanto, no perdéis nada probando algo tan descabellado como lo que os voy a proponer:

Lo primero que debéis hacer es hablar con cada uno de los cuidadores actuales del niño (abuelos, tíos, hermanos mayores…) y dejarles claro que vosotros sois lo padres, que la responsabilidad es vuestra y que estaréis encantados si siguen colaborando en la crianza del niño, pero que si lo que van a hacer es llevar la contraria en cuanto os deis la vuelta, entonces que se estén quietos y se abstengan de quedarse con los niños.

No intentéis poner en práctica este método si no conseguís esto,

porque será un desastre.

Pensad por un momento.

¿Cuál es ese alimento que tiene mantenido al niño?

Lo único que come y que le mantiene vivo.

Eso que pide al rato de haberlo rechazado todo.

Una pista, suele ser un producto azucarado (biberón, yogur y sus derivados, batidos, zumos, galletas, trozo de pan… o directamente chucherías).

Esto es lo que llamo El Comodín.

No vuelvas a comprarlo hasta que el niño coma de todo.

Si lo compras y lo tienes en la casa sentirás la tentación de dárselo:

“Para que no se acueste con el estómago vacío”.

Si lo haces, todo el mal rato de verlo sin comer en todo el día no servirá para nada.

Dado que todo niño tiene el instinto de supervivencia del que forma parte el hambre (y que tu hijo tiene como el resto de seres vivos de este planeta, no te engañes), nos vamos a aprovechar de él para educar al niño.

Las normas a seguir son las siguientes:

  1. No se come viendo la tele.
  2. Si el niño tiene edad de coger los cubiertos (y la tiene en las edades de las que hablamos), no dar de comer.
  3. Evitar cualquier comentario relativo a la comida y sobre todo aunque te queme la sangre, no le regañes por comer lento o no comer.
  4. Ofrecer un plato de comida idéntico al de los demás, ni comida especial, ni triturado, ni pasado por el pasapurés. Si acaso troceado.
  5. Cuando los demás miembros de la familia halláis acabado de comer, se retiran todos los platos, incluido el del niño, aunque no lo halla tocado, y sin un sólo comentario.
  6. No le deis absolutamente nada de alimento hasta la siguiente comida. Si pide algo decid simplemente que no va a haber nada hasta la próxima comida. Entre comida y comida sólo hay agua.
  7. No discutáis sobre el tema delante del niño.

Sé que es duro, por eso voy a explicar el porqué de cada una de esas normas:

Para empezar, la tele los emboba. Lo que hace casi imposible que coman ellos solos. Si le pones la tele puedes estar 3 horas con el plato delante del niño sin que se entere siquiera de que existe.

Debe comer cogiendo él mismo los cubiertos para conseguir uno de los principales objetivos de este método: eliminar toda relación de la comida con la afectividad. Hay muchos niños que estando muertos de hambre no comen. Pero es porque consiguen algo a cambio. Ese algo es la atención de los padres, aunque sea para gritarles. Una vez que el niño comprende que no va a conseguir esa atención no comiendo deja de tener sentido pasar hambre para nada. Esto es especialmente frecuente en niños que empiezan a comer mal desde que ha llegado un nuevo hermanito. Hay que evitar por eso mismo regañarle, ni avisarle continuamente de que coma, ni comentarios del tipo de «qué malo es para comer»…

Fuera de las comidas intentad dedicarle tanto tiempo a vuestro hijo como podáis.

Hay casos en que el niño actúa así porque se le ha repetido tanto que come mal, en momentos de desesperación de los padres, que ya da por hecho que él es así y que ese es el papel que le toca representar cada vez que le ponen la comida delante.

La comida que debemos ofrecerle debe ser la misma que la nuestra, porque con dos años o más su dieta debe ser completa y debe masticar.

Si no mastica no se estimula el crecimiento de la mandíbula y cuando salgan los dientes definitivos no caben con lo que deforma la boca.

No debe tampoco caerse en el error de poner comidas especiales que sabemos que toma mejor, porque en lugar de tomar una dieta completa irá restringiendo cada vez más sus preferencias, simplemente como excusa para no comer ese día porque eso ya no le gusta y obligar así a la madre a prepararle otra cosa.

Cuando todos halláis acabado de comer, se supone que ha tenido un tiempo razonable para acabar. Por lo que se retira la comida de la mesa.

Sin comentarios de ningún tipo referentes a lo mucho o poco que haya comido. Al hacer esto le dais a entender que dais por hecho que comerá si tiene hambre, pero que no es algo que os preocupe y por tanto no es un arma de chantaje válida.

La siguiente es la parte más complicada y la más importante:

No deis nada que le entre por la boca hasta la siguiente comida.

Sólo agua, y no más de medio litro al día.

Sobre todo os costará mucho trabajo si os pide, pero especialmente en ese caso no hay que darle. Si lo haces, el mensaje que le estás transmitiendo es «haz lo que te de la gana a la hora de comer, que después, en cuanto me pidas te voy a dar lo que quieras».

En cuanto a no discutir delante del niño, debería ser una norma, no discutir delante de él ni sobre este tema ni sobre ningún otro. Es muy perjudicial para el desarrollo afectivo del niño y transmite la idea de que no estáis de acuerdo y si insiste vais a ceder.

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El agua contaminada

Porqué las bebidas para niños perjudican su salud. El valor del agua. Las bebidas sustitutas del agua y sus problemas

Entre los elementos fundamentales para la vida humana el segundo de la lista por lo inmediato de su necesidad (el primero es el aire) sin duda es el agua.

Sin embargo los niños cada vez toman menos agua y más sustitutos de la misma.

Hay niños que nunca la toman. Y no es exagerar.

Los grupos de sustitutos más importantes son:

  • Derivados lácteos.
  • Zumos de fruta.
  • Bebidas para deportistas.
  • Refrescos con y sin gas.
  • Aguas con sabor, color y olor.

Todos ellos para tomar con el objetivo de calmar la sed y promocionados con los argumentos más variopintos.

Pero lo único que nuestro cuerpo necesita para quitarse la sed es agua.

Estos productos añaden a nuestro cuerpo al quitar la sed cantidades nada despreciables de azúcares, sales y aditivos químicos que no son ni mucho menos inocuos en las cantidades en que cada vez más personas los consumen.

El azúcar genera obesidad: Una bebida azucarada al día puede producir 7,5 kg de sobre-peso al año.

Y el consumo medio de este tipo de bebidas en España es de más de 300 ml al día en preescolares y más de 700 ml al día en escolares.

Hay quien no las prueba, luego hay niños que beben más de un litro al día, todos los días.

Las sales de las bebidas para deportistas están pensadas para reponer pérdidas de las mismas a través del sudor, y son adecuadas para ello.

Pero cuando las toma sistemáticamente alguien que no tiene esas pérdidas (no suda, que para eso está el aire acondicionado y haciendo deporte no le pillan) hace lo mismo que si añade más y más sal a la comida: Hipertensión.

Los aditivos químicos en niños predispuestos pueden inducir alergias, hiper actividad y trastornos con déficit de atención… entre otras muchas cosas.

Estamos pagando más por consumir agua contaminada.

Y es un negocio de muchos miles de millones de euros a nivel mundial.

Pero, ¿y lo buenas que están? No diremos que no saben hacer su trabajo.

Se amoldan perfectamente a los gustos de cada posible consumidor.

Siempre hay alguna bebida alternativa al agua para cualquiera.

Y si descubres un grupo para el que no la haya: Paténtala, que te haces de oro.

Cuando hablamos de productos dirigidos a niños el diseño que las industrias hacen se basa en lo siguiente:

  • Debe ser dulce. Son de hecho el primer componente de la dieta que yo suprimiría en un niño obeso.
  • Anuncios con personajes que despierten el interés de los niños y diseños atractivos para ellos según la edad a la que se dirigen.
  • Publicidad en la programación infantil.
  • Una campaña en la que destaquemos para los padres que aportamos algo “positivo” a la salud de sus hijos (defensas, huesos sanos, las vitaminas de la fruta que tu hijo jamás se comerá…). Da igual que sea mentira, basta con que parezca creíble y muchos padres tendrán la excusa para dárselo a sus hijos.

Es evidente que esto no son argumentos sobre nutrición, sino simplemente para vender más.

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El dolor de oídos despierta al niño

El niño que no duerme por dolor de oídos. Hay niños que se despiertan de noche por dolor de oídos. Qué hacer.

Una causa muy frecuente de despertar en los niños son los dolores de oídos. Sobre todo en los 5 primeros años de vida. Es decir, mientras los niños siguen teniendo más catarros.

El dolor de oídos suele ser más intenso durante la noche, porque cuando nos tumbamos boca arriba, el oído queda más bajo que la garganta. En esa posición el moco del propio oído no sale, se acumula aunmentando la presión. Pero también, si hay moco abundante en la garganta, puede bajar hacia el oído.

Cuando se pone en posición vertical, el oído queda más alto que la garganta, de moco que se vacia hacia ella disminuyendo la presión, y el dolor.

Si el despertar del niño se produce por este dolor de oídos, notamos que se calma al rato de cogerlo y mantenerlo incorporado (10-15 minutos) y reaparece al rato de estar tumbado (entre 15 minutos y una hora).

Además suele doler más al presionar delante del oído en el hueco que queda tras el lóbulo de la oreja. 

Hay niños que tienen este dolor con frecuencia sin fiebre ni secreción saliendo por el oído. La causa suele ser una hipertrofia de vegetaciones o que el conducto por el que drena el moco del oído hacia la garganta (trompa de Eustaquio) no hace bien su función (está taponada o el moco sube con demasiada facilidad hacia el oído). Podemos usar diversos tratamientos para resolver esos problemas. Pero en ocasiones lo único que resuelve de verdad el problema es quitar las vegetaciones o poner drenajes en los oídos (Otorrinolaringólogo).

En ocasiones el dolor se hace constante tanto si está tumbado como si está de pie y aparece la fiebre. En estos casos es que posiblemente el moco acumulado en el oído se ha sobreinfectado y conviene que sea visto por el pediatra para valorar el tratamiento adecuado.

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El niño que respira mal mientras duerme

Niños que no respiran bien durante el sueño,cuáles son causas y cómo solucionarlas.

 

Hay niños que duermen mal porque respiran mal de noche.

Roncan como personas mayores interrumpiendo en algunos casos la respiración durante períodos de 10 segundos o más.

Es lo que se llama Apnéa del Sueño.

Aquellos que la sufren, tienen una mala calidad de sueño, ya que cuando hacen esas pausas sin respirar, baja la concentración de oxígeno en sangre, provocando que el cerebro se mantenga en situación de alerta.

Suelen ser personas que durante el día están más cansados, irritables y con dificultad para concentrarse.

En los niños sus dos causas más frecuentes son el sobrepeso y las vegetaciones.

La primera causa es evidente. Son niños con un sobrepeso bastante claro y mejoran adelgazando.

Las vegetaciones grandes pueden diagnosticarse con facilidad simplemente observando ciertas cosas en el niño:

  • Respira peor en cuanto se tumba, pero de día respira mal, con la boca abierta, como si tuviera siempre mocos.
  • Al respirar o cuando tose se oye moco, pero no lo echa.
  • Si le hacemos un lavado de nariz, o no sale nada, o aunque salga, sigue respirando mal.
  • Tose con más frecuente de noche y al levantarse por la mañana.
  • Cuando tose notamos que mueve moco, es muy aparatoso, pero cede tras unos pocos golpes de tos, cuando ha quitado el moco de en medio, a veces vomitando.

Si cumple esta descripción y durante la noche se despierta con frecuencia por la tos o hace pausas sin respiración de 10 segundos o más, conviene que lo vea el Otorrinolaringólogo, que valorará si es necesario extirpar las vegetaciones.

Hasta que se valore si se opera, suelen dormir mejor algo más incorporados (echados sobre una almohada alta, o incluso recostados en una hamaca).

 

Siguiente Capítulo: Dolor de oídos…

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Problemas concretos del sueño en niños

Los problemas más frecuentes del sueño en niños

Causas más frecuentes de problemas durante el sueño en niños. Cuáles son y cómo resolverlos.

 

Hasta aquí me he centrado en entender como funciona el sueño normal y como iniciar un correcto hábito de sueño desde el principio.

A partir de ahora nos centraremos en los problemas más frecuentes para que sirvan como ejemplo y los entendamos mejor.

 

 

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Neumonía en niños

Neumonía en niños

Neumonía en niños.  Las dudas más frecuentes que explico a los padres de niños con pulmonía. Diagnóstico, Tratamiento y un vídeo que lo aclara todo.

¿Qué es una Neumonía?

La neumonía es una infección que afecta al pulmón.

No es mi intención con este artículo que aprendáis a tratar o diagnosticar una neumonía. Eso es función de los Pediatras, no de los Padres. Mi idea es que si vuestro hijo es diagnosticado de Neumonía tengáis algo más claros algunos conceptos que suelen causar dudas a los padres.

También hay quien la llama pulmonía.
Es una enfermedad entre moderada y grave. En la mayoría de los casos puede tratarse en el domicilio del niño.

Pero en algunos casos puede ser necesario tratarlo en un hospital:

  • Cuando el niño no es capaz de hacer el tratamiento en casa (vomita la medicación…)
  • Si tiene muy mal estado general.
  • Si tiene una dificultad respiratoria importante.
  • Si tras iniciar tratamiento en casa empeora.

¿Cómo empieza una neumonía?

Puede empezar como un resfriado normal (casi siempre empieza con un virus). No es posible saber cuando empieza si acabará en neumonía o no. En algunos niños el catarro empieza a irritar los bronquios, que producen moco. Y si éste no se puede expulsar bien puede empezar a acumularse. Este moco acumulado es a veces aprovechado por una bacteria para empezar a crecer y producir la neumonía.

Evolución habitual de una neumonía

Empieza con un catarro con tos y mocos, que en algunos casos tiene fiebre durante unos días.

Lo más frecuente es que cuando ya empezaba a mejorar, se produzca un empeoramiento repentino con fiebre y tos más intensos. En otros casos el catarro va simplemente a peor (cada vez más tos y fiebre en ascenso con estado general empeorando) o no experimenta mejoría tras 3-4 días de fiebre.

El diagnóstico de la Neumonía

Cuando se produce la evolución descrita antes se debe acudir al pediatra que llega al diagnóstico por medio de:

  • Historia: La evolución descrita.
  • Exploración: Niño con estado general malo (mal color de piel, decaimiento…), dificultad respiratoria (respira más rápido de lo normal y se nota que le cuesta trabajo…) y al escuchar el pecho con el fonendo se oyen crepitantes (ruido como de pisar nieve en alguna zona del pulmón -no siempre se oye-).
  • Radiografía: Hay dos tipos de neumonías según la radiografía:
    • Lobar: Afecta sobretodo a una zona del pulmón que se ve en la placa como una mancha blanca.
Son las más agresivas y que se suelen complicar más.

 

  • Atípica: Se ve como una imagen difusa en todo el pulmon como de vidrio deslustrado.
Suelen tener una buena evolución si se tratan de forma adecuada.
  • Analítica: En algunos casos en los que no está claro el tipo de neumonía o su intensidad la analítica puede ayudar.

Tratamiento de la neumonía

  • En casa: Antibiótico en función del tipo de neumonía, tratamiento para la fiebre y tratamiento que ayude a expulsar el moco del pecho.
  • En el hospital: Antibiótico por vía intravenosa, tratamiento para fiebre y medicación en aerosoles y oxígeno en mascarilla para ayudar a respirar si es necesario.

En la mayoría de los casos el tratamiento dura entre 10 y 14 días.

Radiografías posteriores

Es muy frecuente que tras una neumonía, la familia quiera ver una radiografía normal. Se abusa de ellas.

La radiografía no sirve para valorar la mejoría de las neumonías, ya que la imagen de la placa no mejora rápidamente. En algunos casos, a pesar de estar curado, puede seguir con imagen de neumonía semanas después.

La radiografía mejora lentamente, pero empeora rápidamente.
Está indicado hacer las placas que sea necesario cuando una neumonía empeora, pero no sirven para dar un «certificado de curación».

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