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Cómo saber si mi hijo tiene Intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la Lactosa: Comprende fácilmente en qué consiste este problema para digerir el azúcar de la leche y cómo puede resolverse en tu bebé.

¿Qué es la Intolerancia a la Lactosa?

Es la incapacidad para digerir la Lactosa.

¿Qué es la Lactosa?

La lactosa es el azúcar de la leche. Es lo que llamamos un disacárido. Es decir, que su molécula está formada en realidad por dos azúcares unidos: Una molécula de glucosa y otra de galactosa.

El intestino no puede absorber la molécula completa. Debemos partirla para que puedan entrar por separado glucosa y galactosa.

¿Qué es la Lactasa?

El encargado de romper la lactosa para que pueda ser asimilada es un enzima llamado Lactasa. 

Es algo que todas las crías de mamíferos deben tener capacidad de producir en su intestino.

Cuando no se produce suficiente Lactasa y tomamos Lactosa, aparece la intolerancia. 

En realidad la intolerancia a la Lactosa es la norma y no la excepción. Pero depende de la Genética.

En condiciones normales, llegada cierta edad, los mamíferos pierden la capacidad de producir lactasa. Esa edad en los seres humanos estaba entre los dos y los seis años.

Antes de que existiese la ganadería, los niños dejaban de consumir leche en ese rango de edad y por tanto dejaba de tener sentido la presencia de ese enzima en el intestino. La capacidad de seguir produciendo Lactasa tras la edad natural de lactancia es algo que apareció hace unos 10.000 años en las zonas donde los humanos realizaban ganadería de especies cuya leche era rica en lactosa. Por eso en las zonas de tradicional ganadería de vaca, como el norte de Europa o algunas razas ganaderas de vaca en África la intolerancia a la lactosa es algo muy raro. 

Sin embargo, la intolerancia a la lactosa es uno de los trastornos alimentarios más frecuentes, fuera de las zonas tradicionalmente ganaderas de vaca. En la zona mediterránea de Europa, donde está España, la leche consumida tradicionalmente fue de cabra y oveja, dos especies que liberan lactasa en su leche, por lo que aunque la persona no produzca lactasa suelen ser bien toleradas. Por eso en esta zona la intolerancia a la Lactosa puede llegar al 20-25 %. De hecho, yo mismo soy intolerante a la lactosa.

Hay razas en las que es raro y otras en las que es casi la norma.

Es casi normal por encima de los 4-6 años. Pero a veces ocurre incluso en bebés.

Si quieres saber si tú o tu bebé tenéis estos genes que predisponen a la intolerancia a la lactosa junto a otros muchos de otras patologías tienes a tu disposición análisis genéticos.

Síntomas de la Intolerancia a la Lactosa

Cuando alguien pierde la capacidad de digerir la lactosa y la toma aparecen una serie de reacciones poco agradables:

       Al no poder absorber la lactosa esta queda en el intestino sirviendo para que demasiadas bacterias se alimenten. Aumenta su número, lo que produce irritación en el intestino. Es lo que llamamos una Disbacteriosis.

       Estas bacterias fermentan la lactosa produciendo muchos gases. Lo que da a su vez más dolor abdominal.

       La fermentación de la lactosa produce ácido láctico, que vuelve las heces más irritantes al salir.

       Acaba produciendo una diarrea verdosa con dolor intenso e irritación de la piel en torno al ano.

Nada agradable. Cuando los mamíferos dejan de producir lactasa acaban rechazando la leche porque les sienta fatal.

Hace miles de años algunos seres humanos sufrieron mutaciones que les hicieron que siguieran produciendo lactasa más allá de la edad normal. En las razas ganaderas esto era una ventaja y la mutación fue extendiéndose hasta ser mayoría los adultos que toleran la lactosa en esas civilizaciones ganaderas.

Intolerancia a la Lactosa y Cólico del Lactante

Esta intolerancia es uno de los problemas que puede originar Cólico del Lactante en algunos bebés. Si deseas conocer los demás te recomiendo que visites nuestro Proyecto «Bebé sin Cólico».

Intolerancia Secundaria a la Lactosa

No todas las intolerancias a la lactosa son genéticas y definitivas.

La Lactasa se produce en la parte más superficial de la mucosa del intestino.

Si esta zona se pierde, la capacidad de digerir la lactosa puede alterarse de forma temporal. Cuando la pared intestinal se regenera recuperamos esa capacidad.

Las causas que con más frecuencia pueden llevar a una Intolerancia Secundaria a la Lactosa son:

  • Una infección del intestino. Cuando una gastroenteritis produce una diarrea intensa puede deteriorar la pared intestinal tanto que nos volvamos intolerantes a la lactosa. Una vez que incluso la infección ha cedido, la diarrea puede seguir porque si tomamos leche esta no pueda ser digerida y la intolerancia haga un círculo vicioso: Intolerancia-diarrea-intolerancia…
  • Otra intolerancia o alergia alimentaria. Cualquier intolerancia o alergia que afecte al intestino puede hacer que se pierda la capacidad de digerir la lactosa. Ya que al inflamar la pared puede causar que la zona donde se produce lactasa se pierda. Debemos sospechar que esto ocurre cuando tras retirar la lactosa hay una mejoría, pero sólo parcial. Suele significar que hay otro problema de base que no hemos resuelto.
  • Falta de hierro. Muchos bebés en torno a los 4-6 meses presentan una carencia de hierro. El hierro es necesario para regenerar la pared del intestino. Cuando éste falta podemos tener dificultades para que la zona más superficial, donde se produce la Lactasa se regenere adecuadamente. Puede aparecer una Intolerancia que mejora no eliminando la lactosa, sino aportando un suplemento de hierro.
  • Alteraciones de la Flora Intestinal. Ciertos gérmenes, como la Cándida Albicans pueden asentar en nuestro intestino y producen sustancias que irritan y dificultan el bienestar de la mucosa intestinal. Como consecuencia podemos desarrollar una intolerancia secundaria. Esto es fácil que ocurra tras una gastroenteritis agresiva, en la que la Flora intestinal se ha dañado mucho o tras tomar antibióticos, ya que los antibióticos eliminan la mayoría de los gérmenes del intestino, pero no a la Candida que es un hongo y resiste al efecto del antibiótico.

Si tienes alguna duda puedo resolvértela por WhatsApp en menos de 24 horas.

Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene intolerancia a la lactosa

Depende de la edad y de qué se alimenta:

Lactancia Materna exclusiva.

En los niños que toman lactancia materna exclusiva sólo puede haber signos de intolerancia a la lactosa si el pecho se vacía mal.

En la leche que sale al principio hay mucha lactosa y poca lactasa.

Por lo que si se interrumpen las tomas, habitualmente por una indicación errónea de que la toma de cada pecho debe tener una duración limitada, puede haber una carencia de lactasa.

La solución es dejar que vacíe cada pecho hasta que no quiera más.

Cuando toma ya Lactancia artificial o Leche de vaca entera

Si toma leche artificial, ésta tiene lactosa. Pero no Lactasa.

Si el niño no la produce aparece la Intolerancia a la Lactosa.

La solución es darle una leche sin lactosa adecuada para su edad:

– Leche adaptada de inicio sin lactosa en los 6 primeros meses de vida.

– Leche adaptada de continuación sin lactosa entre los 6 meses y el año de vida.

– Leche entera de vaca sin lactosa por encima del año de vida.

Puede tomar yogur normal o queso normal. Debe evitar aquellos con lactosa añadida tras acabar la fermentación.

Además de retirar la Lactosa es importante…

Cuando retiramos la lactosa, si hay una clara mejora de los síntomas es que el niño tenía intolerancia a la lactosa.

Pero muchas de estas intolerancias son transitorias.

Por eso, yo recomiendo durante la fase sin lactosa (unas 2 semanas) ofrecer al niño:

– Un suplemento de hierro. Es necesario para reparar la pared del intestino.

Probióticos: Cuando eliminamos el recurso extra de lactosa que está manteniendo a una población excesiva e inadecuada de gérmenes en el intestino, debemos restablecer el equilibrio de la flora intestinal. Debemos añadir dos tipos de probióticos diferentes:

– Levaduras.

– Bifidobacterias y Lactobacilos.

Tras esas dos semanas sin lactosa y tomando hierro y probióticos, la mayoría de las intolerancias transitorias a la lactosa se han corregido y al reintroducir la lactosa ya es bien tolerada.

Estas intolerancias transitorias son más frecuentes en algunas personas. Por lo que siempre que veamos aparecer los síntomas típicos (diarrea ácida con gases y dolor abdominal) podemos repetir esta pauta para recuperar la tolerancia.

Intolerancia a la lactosa en niños y bebés

Diagnóstico de la intolerancia a la Lactosa.

La intolerancia a la lactosa, tanto si es definitiva como en las transitorias tiene una base genética que puede estudiarse mediante análisis.

Hay también analíticas como el test del hidrógeno espirado que pueden decirnos si en este momento el niño digiere o no la lactosa. Pero no diferencia entre la intolerancia transitoria y la definitiva.

También podemos retirar y reintroducir la lactosa cada vez que el niño tiene síntomas sugerentes (gases, ardores, diarrea ácida…).

Hay muchos casos en los que niños que han sufrido intolerancia transitoria tienen una limitación en su dieta que era innecesaria. Otros en los que arrastran los síntomas durante años, porque son leves o moderados, pero empeoran la calidad de vida del niño.

Lo único capaz de darnos un diagnóstico definitivo que nos dice si el bebé debe o no eliminar la lactosa de su dieta de forma definitiva es el test genético. Estamos en el siglo XXI y este recurso está disponible.

Por tanto, si tu hijo tiene síntomas sugerentes de intolerancia a la lactosa te recomiendo que pruebes a retirarla de su dieta. Si mejora claramente es que en este momento tiene esa intolerancia, puedes intentar recuperar la tolerancia con un suplemento de hierro y probióticos durante las dos semanas de dieta sin lactosa. Pero si quieres una respuesta definitiva sobre si la lactosa puede estar en su dieta sin problema o debes retirarla de por vida, la genética puede dártela.

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Lactancia Materna y Coronavirus

Lactancia materna y Coronavirus

Otra de las dudas más frecuentes con el coronavirus. Lactancia materna y Covid-19. ¿Es mejor mantener la lactancia o suprimirla? Te Aclaro tus dudas.

Esta ha sido una de las dudas más solicitadas esta semana. Así que vamos con la respuesta.

Afortunadamente el Covid-19 está afectando de forma menos grave a los niños. Lo que es una bendición. Ojalá fuese así con todas las edades.

Pero el riesgo no es cero y es lógica la preocupación por si se puede contagiar a ese bebé que vemos como el más indefenso de la familia.

Por ahora todo lo que decimos va cambiando cada día, porque es algo sobre lo que nuestra experiencia es aún bastante corta. Pero en esto no creo que vaya a haber cambios importantes: Lo mejor es mantener la lactancia materna, incluso si la madre ha contraído el SARS-Cov-2.

La única excepción y tiene toda la lógica sería que la situación de la madre le impidiese seguir amamantando. Evidentemente si una madre está mal y necesita atención hospitalaria en una UCI, no está para amamantar. Esto supone un esfuerzo añadido que no es prioritario. Lo esencial es que la madre supere la infección y vuelva con su hijo para criarlo el resto de su vida.

Pero en las situaciones en las que la madre está razonablemente bien y quiere seguir amamantando a su hijo no hay justificación para aconsejarle que deje de darle el pecho:

  • La madre convive con el bebé y posiblemente es su cuidadora principal. Establecer supuestas medidas para evitar el contagio es bastante poco realista.
  • Lo más probable si la madre tiene el Coronavirus es que lo transmita a su hijo y sea imposible de evitar.
  • Pero mientras dé lactancia materna, también está pasando al bebé anticuerpos que está generando ella contra la infección, junto con otros micronutrientes de la leche materna que favorecen un mejor funcionamiento del sistema defensivo del bebé.

Seguir conviviendo con el niño y dejar de darle el pecho por miedo a contagiarle es contraproducente, porque es muy difícil que se evite el contagio y le estamos privando de herramientas muy útiles para defenderse de la infección.

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Rituales para dormir en niños

Los Rituales de sueño en niños y bebés son la clave de muchos problemas. Te explico cómo se generan y cómo cambiarlos.

¿Qué es un ritual de sueño?

Pues lo que hacemos por costumbre como forma para dormirnos. Todos tenemos un grupo de rituales de sueño.

Hay adultos para las que estos rituales son más sencillos (necesitan tener sueño y poco más) y otros que los tienen más complejos (con más condicionantes y pasos que una receta de alta cocina).

La mayoría de las veces no somos conscientes de cómo hemos llegado a tener el ritual de sueño que realizamos cada noche. Y es porque lo hemos ido elaborando a lo largo de nuestra vida sin pensar en él de forma consciente.

Cuando hablamos de niños y problemas de sueño, los padres no entendemos muchas veces que nuestro hijo tiende a repetir el mismo ritual cada vez que se despierta.

¿Cómo se establece ese ritual en los niños?

Los bebés ya desde que nacen tienen algunas tendencias naturales que influyen en el ritual de sueño que se va afianzando conforme crecen:

Necesidad de alimentarse. De hecho, los bebés en las primeras semanas salen de su sueño poco más que para alimentarse. Se despiertan en muchos casos por hambre, y tienden a dormirse en cuanto son saciados. Como no pueden alimentarse sólos, es normal que en esas primeras semanas los niños empiecen durmiéndose en brazos. Ya que es en brazos como comen.

Necesidad de afecto y seguridad. Aparte de por hambre y porque pueda estar incómodo por frío, calor, necesidad de cambio de pañal, algún ruido intenso… los bebés, buscan el contacto con sus cuidadores. Y sienten seguridad y bienestar con ese contacto. Por lo que además de dormirse en brazos cuando comen, lo hacen también en brazos cuando lo único que necesitan en ese momento es seguridad y afecto.

Por eso lo más habitual en niños pequeños es que se duerman con facilidad en contacto con su cuidador (habitualmente la madre si se toma el pecho).

Pero ese ritual inicial va cambiando después. Siempre se ve influenciado por lo que hay a nuestro alrededor. Y más tarde o más temprano acabamos desarrollando un ritual en el que somos capaces de conciliar el sueño de forma más independiente, sin necesidad de alimentarnos, sin contar con la colaboración de nadie que nos proporcione afecto o seguridad… Esto lo acaban alcanzando todos los niños más tarde o más temprano. La mayoría entre los 2 y los 5-7 años.

Cuando se habla de escoger formas de dormir a los niños, lo que estamos hablando es sobre si preferimos que esa evolución del sueño en brazos al sueño independiente se haga más rápido o menos y de las formas en las que escogemos que se haga esa transición.

Opciones

Y es aquí donde aparecen las discrepancias o tal como me gusta a mí verlo, las opciones. Porque no creo que sea cuestión de llegar a definir la forma correcta (aunque para mí sí las hay incorrectas –mi opinión sobre el método Estivill-), sino de que cada familia escoja la que mejor se adapte a sus preferencias y sus necesidades:

– Hay familias que pueden permitirse que el ritmo lo marque el niño con su evolución natural y prefieren respetar al máximo su evolución. Pero esto es a veces un lujo y cuando lo defendemos como única opción podemos hacer mucho daño.

– Otras familias tienen la necesidad de que la evolución sea más rápida para adaptarse a unas condiciones de organización que son menos flexibles (trabajo, necesidad de escolarización…) y no pueden escoger como querrían (lo que por desgracia es muy frecuente hoy en día) o simplemente por una elección personal prefieren no hacer colecho.

Situaciones de conflicto

En muchos casos los problemas surgen cuando el ritual que usa el niño tiene un ritual que precisa la colaboración de los padres, pero hemos escogido una forma de dormir que dificulta esa colaboración. Y ante eso hay dos opciones, facilitamos la colaboración o facilitamos al niño un ritual alternativo para que sea capaz de dormir sin ella.

El niño cuyo ritual incluye el contacto con los padres pero duerme separado de ellos. Es decir, lo dormimos en brazos pero queremos que duerma en su cuna. Cada vez que se despierte va a pedir que lo vuelvan a coger. Y si los padres deciden no hacerlo surgen las disputas. Es lo que llamo colecho no aceptado.

El niño cuyo ritual incluye el contacto con los padres y duerme con ellos, pero no es compatible con el sueño de alguno de los padres. Hay personas que no son capaces de dormir con su hijo a su lado. Sea por miedo a hacerle daño, porque tienen un sueño muy ligero y se despiertan con cualquier ruido o movimiento del niño o por lo que sea. Pero en algunos casos es una realidad.

En ambos casos el problema es que estamos escogiendo una opción que no se adapta a las necesidades de todos los implicados.

Cuando esto ocurre, las noches dejan de ser la fase de descanso que todo cuerpo necesita, para ser un foco de estrés importante. La única forma de resolverlo es lograr la coherencia:

– Si escogemos que nuestro hijo se duerma con nuestra colaboración y somos capaces de dormir con el niño, el colecho (dormir juntos) es la forma más sencilla de que descansemos todos.

– Si no podemos o no deseamos dormir con nuestro hijo, hay formas y momentos de facilitar la evolución hacia el sueño independiente más respetuosas y que desde luego no precisan que le niño llore.

No creo que sea labor de los profesionales escoger por los padres o hacerles sentir culpables por elegir una opción u otra. Es decisión de cada familia.

Si necesitas mi ayuda para que te explique de forma concreta cómo conseguir un sueño de buena calidad en vuestro caso puedes hacerme una consulta por WhatsApp. Contestaré en menos de 24 horas.

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¿Por qué mi ?? Bebé Recién Nacido No Duerme??

Por qué mi bebé recién nacido no duerme de noche

No es que no duerme, sino que algunos Bebés Recién Nacidos pueden hacerlo de día y durante la noche no paran de llorar. Te explico porqué y cómo resolverlo.

Cuando un bebé nace no tiene aún definido un Ciclo claro de Día / Noche.

Es lo que llamamos ritmo circadiano.

 

Hay ciertos patrones que durante todo el embarazo han influido para que empiece a tenerlo. Su madre durante el día estaba más activa y de noche descansaba. Sustancias como la Melatonina materna pasan a través de la placenta y actúan en el feto antes de su nacimiento.

Pero cuando nace son factores externos los que influyen de forma mucho más directa para definir este ritmo. Especialmente dos:

– Cobertura de sus necesidades.

– Iluminación.

Necesidades del bebé recién nacido y llanto

¿Recordáis los Tamagochis? Esos juguetes electrónicos de hace unos años que se quejaban constantemente y sólo dejaban de hacerlo cuando cubrías sus necesidades. Pues seguro que el que los inventó tuvo un bebé. Porque la similitud es altísima.

Un bebé recién nacido tiene un cerebro muy básico. Llora cuando algo le daña o hay una necesidad que no está cubierta.

Las tres necesidades básicas del bebé son:

– Comer.

– Dormir.

– Estímulos para desarrollar su cerebro.

De forma sencilla, un bebé recién nacido duerme si sus necesidades de comida y estímulos están cubiertas.

Si está agotado, necesita dormir, pero tiene hambre o su cupo de estímulos no está cubierto, llora. Hay una pelea entre las áreas del cerebro que piden que se cubra cada una de estas necesidades, y hasta que no se restablece el equilibrio el niño no deja de llorar.

Lo ideal es que durante el día reciba una cantidad importante de alimento y estímulos. Cuando esto ocurre el bebé tiende a dormir cada vez más de noche.

Cuando dejamos a un recién nacido dormir durante el día siestas largas de más de 2-3 horas, estamos sembrando noches tempestuosas.

Si tu bebé es de los que de día duerme 3-4 horas y de noche no para de llorar y pedir comida cada media hora…. Imagina que cambiásemos el ritmo y durante el día no parase de comer, pero de noche durmiese 3-4 horas seguidas entre toma y toma. Seguiría siendo agotador, pero mucho más llevadero. Porque estaría adaptado a tu ciclo de actividad.

Nuestro objetivo debe ser precisamente cambiar ese ciclo para ajustarlo.

Si toma pecho aún más

La producción de pecho de las madres también sigue un ciclo circadiano:

Durante la mañana, medio día y tarde el pecho produce leche de forma estable. Cuando anochece la melatonina nos induce a dormir y la producción de leche del pecho tiene un bache. Se reduce la producción entre las 21:00 y las 1-2 de la madrugada. En torno a las 1-2 hay una gran subida y luego sigue alta durante la madrugada.

El motivo es que nuestro sueño tiene un primer ciclo de sueño profundo de entre 3 y 5 horas, que luego se sigue de sueño superficial el resto de la noche. El pecho tiene una producción que prevé que vamos a descansar en esas primeras horas de la noche y luego durante el resto el bebé va a demandar con más frecuencia.

El problema es que hay bebés que tienen el ritmo cambiado. Si durante el día está muy dormido, deja pasar las horas sin vaciar el pecho, en las horas en las que el pecho tiene una producción estable.

Si ha dormido mucho de día, es fácil que se active y tenga hambre en la tarde noche, y si lo hace coincidiendo con las horas en las que baja la producción de leche del pecho, tenemos un gran problema. Problema que se manifiesta en forma de crisis de llanto inconsolable, que algunos achacan a los gases.

Podemos ajustar este fallo si durante el día ofrecemos pecho al bebé en cuanto lo notamos activo, y despertándolo para ofrecerle si pasa en algún momento más de 2 horas seguidas sin comer durante el día. Cuando hacemos esto logramos:

– Que vacíe más el pecho aumentando su producción.

– Que coma más tranquilo, lo que reduce gases y bocanadas.

– Que llegue al bache de producción de las primeras horas de la noche con menos hambre y más sueño.

La Iluminación y el bebé que no duerme

El segundo factor que influye en el ritmo de sueño de un bebé es el ritmo de luz.

Nuestro cuerpo produce Melatonina. Es la que se encarga de marcar el horario de forma que el bebé tiende a comer y buscar más estímulos de día y a dormir más de noche.

El problema viene cuando en la tarde noche el bebé está en un ambiente más iluminado que durante el día.

En los casos que os he comentado antes, en los que el bebé duerme mucho de día y se activa en la tarde noche el problema es que encendemos la luz artificial en esas horas para atenderlo. Al hacerlo el cerebro del bebé interpreta que las 10 de la noche son las 10 de la mañana.

Esto es aún más marcado si estamos en invierno, cuando la luz artificial es mucho más potente que la que entra por la ventana durante el día.

Y puede agravarse aún más si tenemos una luz encendida toda la noche en el dormitorio para vigilar al bebé.

La solución

Por eso es clave que durante el día haya el máximo de iluminación posible, y que de noche haya el mínimo de iluminación cuando atendamos al bebé (luz cálida, naranja, no blanca ni azul) y oscuridad absoluta mientras dormimos.

Si respetamos este ritmo de luz y ofrecemos tomas muy frecuentes al bebé durante el día en menos de una semana el bebé suele seguir un ciclo circadiano adaptado al nuestro en el que pedirá alimento y estímulos de día con alguna siesta, pero dormirá la mayor parte de la noche con algunas tomas.

Lograr esto es fundamental para el bienestar de toda la familia, incluido el bebé.

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Adivinanza: ¿Por qué tu bebé se mete las manos en la boca?? No son los dientes….?

Los bebés se meten las manos en la boca, pero no es por los dientes. Sino para cosas mucho más importantes.

Comprender porqué los bebés hacen lo que hacen es muy interesante, especialmente para orientarnos sobre cómo debemos actuar nosotros en la crianza.

Sabes que cada bebé se desarrolla a una velocidad diferente, pero que hay cosas que prácticamente todos los bebés hacen en unas fechas parecidas.

La mayoría de los bebés, en torno a los 2 meses, se meten constantemente las manos en la boca. ¿Sabes la causa?

Ya te he dado una pista en el título: No es por los dientes.

La dentición en mucho más variable: Hay niños que nacen con algún diente y niños a los que el primer diente les sale con más de un año. Pero independientemente de cuándo empiecen a salir los dientes la mayoría de los bebés se mienten las manos en la boca en torno a los 2 meses. 

Lo que voy a explicarte ahora es resultado de cosas que estamos descubriendo en los últimos años. Cosas que hace tan sólo 10 años ni siquiera imaginábamos. Así de rápido está aumentando nuestro conocimiento….

Los Instintos del Bebé y la Selección Natural

Durante muchos años, en pediatría, como en otras muchas áreas de conocimiento, hemos puesto normas y establecido explicaciones sobre cómo se debían hacer las cosas con un conocimiento muy limitado de cómo funcionaban sin nuestra intervención.

La naturaleza es mucho más compleja de lo que imaginábamos. Incluso de lo que hoy en día podemos intuir, pero nos vamos acercando y cada cosa nueva que conocemos nos asombra, formando un puzzle que poco a poco empieza a tener sentido.

Debemos acercarnos a ese conocimiento con humildad, reconociendo que mucho de lo que hicimos hasta ahora, con toda nuestra buena intención, puede haber sido un error.

El punto de partida de un nuevo enfoque en Pediatría está siendo empezar a entender cómo funciona la adaptación del bebé a entorno sin nuestra intervención. Y no alterar esa adaptación sin comprender las razones por las que tras miles de generaciones de prueba y error natural las cosas han llegado a ser como son.

Partimos de la premisa de que la Naturaleza ha ido probando mutaciones genéticas y las que han progresado hasta la actualidad lo han hecho porque generan una mejor supervivencia.

Las conductas instintivas están codificadas en nuestro ADN, por eso la mayoría de los bebés tienen una especie de Programación de Desarrollo Normal que van cumpliendo como Hitos del Desarrollo.

Un bebé hace lo que hace cuando lo hace, porque está preparado para hacerlo y porque hacerlo es necesario en su adaptación al entorno.

¿Qué utilidad tiene que un bebé se meta las manos en la boca?

Que sepamos por ahora:

  1. Es una forma de conseguir estímulos para su desarrollo cerebral. Cuando hablamos de las necesidades de los bebés entendemos que precisa respirar, comer y dormir, pero la mayoría de la gente ignora que hay otra cosa sin la que un bebé no puede sobrevivir: Estímulos. Somos en realidad procesadores de información. Cuando crecemos nos adaptamos al entorno en el que vivimos y lo hacemos procesando tanta información como podemos de ese entorno, porque nuestra supervivencia depende de ello. En torno a los dos meses los bebés tienen especialmente desarrollada la sensibilidad de la boca y la lengua y una fuente de estímulos importante el meterse las manos en la boca.
  2. Es un paso previo a la alimentación complementaria. No puedes llevarte alimentos a la boca si previamente no eres capaz de llevar tu mano a la boca. Para alimentarte necesitas dirigir la mano al alimento, hacer la pinza sugetándolo y llevar el alimento a la boca. El paso más simple de este proceso es dirigir la mano a la boca.
  3. Mastica. Otro paso imprescindible para alimentarte con sólidos es masticar. Pero un bebé durante los dos primeros meses de vida no mastica, succiona. Es el movimiento básico que ha usado para alimentarse con la leche. En este movimiento están implicados unos músculos y unos movimientos concretos. Sin embargo, cuando empiece a tomar sólidos va a tener que hacer cosas nuevas: Desplazar los alimentos en la boca con la lengua y masticar. Es todo un proceso complejo para transformar un alimento sólido en un bolo fácil de tragar. Cuando tu bebé se mete las manos en la boca verás que juega con la lengua y muerde la mano. Está practicando. ¡Déjale que lo haga!
  4. Aumentar la producción de saliva.  ¡Esto sí que van a ser los dientes! ¿A que sí? ¡Pues no! Cuando meten la mano en la boca estimula la salivación y esto es necesario también para cuando empiece a comer sólidos, porque va a necesitar más saliva para deshacer y lubricar esos sólidos, haciendo el primer paso de la digestión y facilitando la deglución.
  5. Se provoca arcadas. Cuando empiece a tomar sólidos uno de los riesgos asociados es que se puede ahogar. Llama la atención que los bebés se meten los dedos y la mano en la boca hasta el punto de llegar a provocarse arcadas. Pero es otro movimiento con una coordinación compleja que va a necesitar si cuando coma sólidos un trozo se va hacia donde no debe. De nuevo, cuando se provoque arcadas déjale: Está practicando para no ahogarse cuando coma sólidos.

Quitarle a un niño las manos de la boca y ponerle un chupe es interferir en todos estos procesos. ¡No lo hagas!

Pero hay más… Hablemos de autonomía:

Cuando un bebé se entretiene con su mano en la boca y luego con objetos, como decíamos está cubriendo una de sus necesidades básicas. Seguramente durante los primeros meses has tenido la sensación de que tu bebé demanda constantemente atención. Unos más que otros.

Esto es así porque no puede cubrir por sí mismo esa necesidad de estímulos cambiantes que precisa su cerebro para desarrollarse.

Cuando empieza a jugar con su manos y más tarde con objetos que se mete en la boca está empezando a explorar en la medida que le permite su propia capacidad. Es un proceso que va a hacer cada vez más autónomo en su capacidad de explorar su entorno y adaptarse a él. De nuevo, limitar ese proceso a un sólo objeto como es el chupe es limitar su autonomía ya desde los primeros pasos.

Y más… ¿Qué pasa con el sueño?

Las tres necesidades básicas, que como no me harto de decir son Comer, Estímulos y Dormir, están siempre en un juego de equilibrios. Para que un bebé se duerma tiene que tener razonablemente cubiertas su necesidad de comida y estímulos.

Cuando tiene sueño y falta alguna de ellas vemos como el bebé “se pelea con el sueño”. Y acaba durmiéndose cuando cubrimos la falta de estímulos (por ejemplo meciéndolo) o de comida.

Esto hace que muchos bebés aprendan a dormirse con rituales que necesitan nuestra colaboración en los que básicamente aportamos estímulos hasta que tiene el tope cubierto para que le permita dormirse:

  • En brazos mientras lo mezo.
  • Con el chupe en la boca.
  • En el carro paseando.
  • Con objetos que se mueven, hacen ruido o generan luces.

El problema es que todos estos son rituales que dependen de que nosotros los completemos. Generamos así Rituales de Sueño Dependientes. En pocos meses el cerebro madurará y tendrá unos ciclos de sueño bien definidos. Ciclos entre los que, para enlazarlos, tiene que realizar sus Rituales de Sueño. Si sólo dispone de rituales que dependen de nuestra colaboración es habitual que nos pidan hacerlo entre 5 y 10 veces en una noche.

¿Pero qué pasa con los niños que cubren su necesidad de estímulos por sí solos?

Un bebé que aprende a entretenerse con su mano en la boca es fácil que acabe durmiéndose así. Está cubriendo por sí mismo la falta de estímulos y puede hacerlo hasta llegar al nivel que le permita dormirse sin nuestra ayuda.

Son los bebés capaces de hacerlo los que por encima de los 4-7 meses siguen durmiendo con menos de 2 despertares cada noche. Piensa en esto cada vez que le quites la mano de la boca….

Y mucho más… Desarrollo Inmunitario

Cada vez sabemos más sobre el desarrollo del sistema defensivo de los bebés y empezamos a entender porqué están aumentando los problemas asociados a su mal funcionamiento.

El sistema defensivo necesita para modularse adecuadamente:

  1. Un volumen de actividad mínimo, que en muchos casos no cubrimos. Uno de los avances que ha mejorado la supervivencia infantil ha sido la Salubridad. Tenemos unas condiciones higiénicas inigualables en cualquier época previa de la humanidad. Esto es útil para reducir la frecuencia de infecciones. Pero nos hemos pasado. El sistema defensivo al nacer debe empezar un proceso en el que tiene que ir clasificando todos los gérmenes con los que va a convivir en este mundo y tiene que hacer una respuesta ante ellos gradual, de forma que los mantenga a raya, pero sin generar un daño excesivo en el propio cuerpo.
  2. Inmunidad Pasiva. Siempre se ha realizado una parte importante de esta clasificación y respuesta a los gérmenes en los primeros meses de vida, mientras el sistema defensivo cuenta con tutela por parte de la inmunidad de la madre. Esta tutela se produce por dos vías:
    1. Los anticuerpos recibidos a través de la placenta durante el embarazo. Estos anticuerpos actúan desde el primer día de vida bloqueando a todos los gérmenes contra los que la madre ha generado anticuerpos en toda su vida. Pero no sólo los bloquean, avisan al sistema defensivo del bebé y lo activan haciendo que responda ante esos gérmenes y desarrolle sus propios anticuerpos.
    2. Los que sigue recibiendo a través del pecho con la Lactancia Materna. Los anticuerpos maternos recibidos a través de la placenta se perderán a partir de los 4-6 meses hasta desaparecer por completo antes del año. Pero si toma lactancia materna:
      1. El bebé seguirá recibiéndolos en la leche.
      2. Y recibirá anticuerpos nuevos que la madre genera de las infecciones que sufra durante la lactancia. Es decir de aquellas infecciones que ataquen durante este periodo y posiblemente afecten también al bebé.
    3. Que en este periodo de Inicio Tutelado el bebé clasifique y responda con ayuda de las defensas de la madre a una mayor proporción de gérmenes hace que esté mejor preparado para la fase posterior en la que tendrá que hacer el trabajo por sí mismo. Por lo que criarlo en un ambiente excesivamente limpio limita ese entrenamiento dejando al bebé sólo ante el peligro sin haber regulado adecuadamente sus Defensas. Dejar que el bebé se meta las manos en la boca (sin limpiarle con las toallitas de forma compulsiva) y que contacte con el mayor porcentaje posible de gérmenes mientas cuenta con la ayuda de la inmunidad de su madre favorece un mejor ajuste del Sistema Defensivo.
  3. Microbiota. Cada vez conocemos mejor a nuestra flora saprofita: Esos gérmenes con los que convivimos y que en muchos casos pueden ayudarnos en nuestra Nutrición, desarrollo Neurológico e Inmunitario o generar problemas en esos campos. Una de las claves que influyen de forma clara según los últimos estudios es que cuanto mayor es la variedad de gérmenes que componen nuestra flora menos problemas. En el estudio que os he enlazado se demuestra por ejemplo que la Enfermedad Inflamatoria Intestinal se asocia con floras intestinales pobres. Porque cuando la variedad es escasa es más fácil que uno de los gérmenes se haga con el dominio del intestino generando una agresión. Dejar que tu hijo se meta las manos en la boca tocando por todas partes es la forma en la que aumenta la variedad de esa flora. 

Y por último, Tolerancia Alimentaria

Todos estos pasos que he descrito, son necesarios para que lleguemos al pasos siguiente bien preparados: Alimentación Complementaria.

Para tener éxito en la alimentación completa vamos a necesitar esa coordinación de la mano llevando objetos a la boca, la capacidad de formar el bolo alimenticio con movimientos de la lengua, masticación y salivación y una deglución segura en la que la arcada nos defienda si algo no va bien.

Pero además necesitaremos tener un sistema defensivo con la madurez suficiente para mantener a raya a todos los gérmenes que van a entrar acompañando a los alimentos, y hacerlo sin cometer errores que le hagan dañar el intestino (enfermedad inflamatoria intestinal) o responder frente a lo que no nos agrede, sino que es el objeto de nuestra alimentación (alergias alimentarias).

Cuando estamos preparados, entre 6 y 10 semanas después de empezar a llevarse las manos a la boca, el bebé empieza a mostrar interés por nuestra comida cuando nos ve alimentarnos y activamente intenta llevarse alimentos sólidos a la boca.

Lo hace cuando lo hace porque está preparado, con todo el proceso previo, y porque lo necesita: Este momento suele coincidir con la etapa en la que el bebé empieza a agotar las reservas de micronutrientes que consiguió durante el embarazo y no están presentes en cantidad suficiente en la leche.

Hacerlo además de forma precoz, mientras cuenta con la ayuda de los anticuerpos maternos que pasaron durante el embarazo y siguen llegando con la Leche Materna,  se ha demostrado que reduce la aparición de alergias alimentarias.

Resumiendo: ¡Hay que ver qué bien hecho está el bebé! Entender toda su capacidad innata para adaptarse al mundo es clave para no interferir con nuestros cuidados generando problemas.

Deja que se meta las manos en la boca, ¡Y si no están limpias MEJOR!

Y éramos tan inocente que pensábamos que lo hacía simplemente porque le iba a salir un diente😂😂😂😂

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¿Qué puedo hacer si mi bebé echa muchas bocanadas? ?

Qué hacer si tu bebé echa bocanadas.

Prácticamente todos los bebés echan bocanadas. En la mayoría de los casos no son nada serio. Pero te explico las causas más habituales y qué hacer cuando ocurren.

En la etapa en la que el bebé toma sólo leche, la expulsión de esa leche es algo muy, muy habitual. No lo hacen el 100% a diario, pero casi.

Bocanadas normales en el bebé

Cuando esto ocurre la causa más frecuente es simple. El estómago del bebé no tiene un cierre efectivo en su parte superior. Es como una bolsa de agua caliente sin tapón. Si la llenas de leche y presionas, rebosa.

A veces la presión la hace el propio bebé al moverse apretando la barriga o moviendo las piernas… Otras veces lo hacemos nosotros al cambiarle de postura. Pero no te preocupes, es algo muy normal y no le has hecho ningún daño.

Muchos piensan que conforme crece irá echando menos. Pero lo normal es lo contrario. Cuanto más crece, más come y más se mueve. Y si esto ocurre las bocanadas suelen ir a más.

Mejoran sin hacer nada cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos, más fáciles de retener y se acaba formando un pliegue en la salida superior de sus estómago que actúa como válvula (el cardias).

Si nos preocupan y queremos que haya menos bocanadas la solución no es espaciar las tomas. Cuanto más las separemos mayor cantidad tomará en cada toma, y si llenas mucho el estómago hay más bocanadas. Lo que te recomiendo es precisamente lo contrario: Dale con más frecuencia. Al hacerlo el bebé irá tomando cantidades menores que caben mejor en su estómago y las bocanadas se reducirán.

La duda más frecuente es ¿Lo ha echado todo con la bocanada?

Si esto nos preocupa es en parte porque pensamos que si echa la leche no va a alimentarse bien. Pero es que con las bocanadas se echa sólo una parte. Son muchas las familias que me dicen que ellos creen que no le ha quedado nada dentro.

Hay una forma fácil de saberlo: ¿Gana peso? ¿Llora por hambre?

Si gana peso y cuando llora le damos de comer y se calma aunque eche, está quedando suficiente en su interior para alimentarle.

Si las bocanadas se acompañan de un llanto inconsolable o de pérdida de peso, entonces hay que buscar la causa, porque hablamos de otra cosa…

Cuando el bebé echa Leche y Sí es un Problema (algo más que bocanadas)

Si la expulsión se acompaña de llanto o malestar evidente en el bebé o el peso va ma hay que descartar varios problemas:

  1. Gastroenteritis. Cualquiera puede sufrir una infección que afecte al tubo digestivo. No son muy frecuentes en los primeros meses de vida porque el bebé cuenta con los anticuerpos de su madre en su sangre y es inmune a todas las infecciones que ella haya superado en su vida. Pero a veces algún virus nuevo se presenta y desarrolla una gastroenteritis. Suelen presentar algo de moco, fiebre y empiezan con vómitos. En alguna ocasión después viene la diarrea y otras no. Lo más característico de la infección es la fiebre. Siempre que la hay debemos pensar en infección. El tratamiento en bebés suele ser dar un probiótico, fraccionar las tomas de leche, dándole cantidades más pequeñas más veces y tratando la fiebre si sube con antitérmicos. Si los vómitos son frecuentes puede darse un medicamento para cortarlos y en los casos más intensos puede necesitar un suero para rehidratarlo.
  2. Infección de Orina. Otra infección que puede acompañarse de vómitos con facilidad es la de Orina. Debemos pensar en ella cuando un bebé está irritable, con fiebre, orina que huele más fuerte o más oscura y rechazo del alimento con vómito fácil. La forma de saber si hay infección de orina es analizar la orina y si se confirma infección daremos tratamiento con antibióticos.
  3. Algunas Infecciones Respiratorias. En Catarros, Bronquitis y otras infecciones en las que hay mucho moco, algunos bebés tienen facilidad para vomitar con la tos. Los vómitos suelen mejorar al tratar la mucosidad.
  4. Alergias alimentarias. Cuando un bebé toma algo en la leche que no tolera puede vomitar tras tomarla. El vómito no se diferencia de la bocanada por la cantidad o la fuerza con que expulsa, sino porque antes de echar está molesto y cuando echa la cara se pone pálida y sudorosa. Si no tiene fiebre, en lugar de pensar en infecciones (aunque las puede haber sin fiebre) solemos pensar en alergias. La más frecuente en la leche es a las proteínas de la leche de vaca. Cuando toma biberón suele mejorar al cambiar la leche adaptada normal por una hidrolizada. Y si toma pecho hay casos en los que el problema es uno de los alimentos que toma la madre y pasa a través del pecho.
  5. Estenosis Hipertrófica de Píloro. Mucho menos frecuente que los casos anteriores, pero se ve a veces. Es un problema más frecuente en bebés varones y consiste en que el cierre inferior del estómago (píloro) tiene tanta fuerza que impide que el contenido del estómago pase al intestino. Lo que vemos es que de repente un niño que comía perfectamente echando alguna bocanada, sigue queriendo comer, pero al poco de acabar expulsa cada vez más cantidad de leche hasta que llega el momento que lo hace en todas las tomas y el peso empieza a bajar. Puede diagnosticarse mediante una Ecografía.

Como siempre la información general orienta, pero en muchos casos hay que hacer una valoración más individualizada para ver la causa y la solución.

Recuerda que puedes consultar a tu pediatra y que yo estoy a tu disposición Online.

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OMS: “Lactancia Materna Exclusiva durante los 6 primeros meses de vida” ?¿ERROR?

Oms lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y BLW

Versión 2 de este artículo. No he quitado nada. He añadido. Parece que tenía poca dinamita….

Bienvenidas sean las críticas (llevo años aprendiendo de ellas), pero por favor, tened la decencia de leerlo completo antes. Eso sí, echadle paciencia, que es largo.

Las críticas que se hagan simplemente por sumarse al coro, son parte de la libertad de expresión. Pero no son críticas, son ruido.

La OMS recomienda mantener la Lactancia Materna como único alimento durante los primeros 6 meses de vida de los bebés.

Por favor, perded el tiempo un ratito y para saber de lo que hablamos, leed esa recomendación de la OMS. No os quedéis en el eslogan.

La tienes aquí.:

http://apps.who.int/gb/archive/pdf_files/WHA54/sa54id4.pdf?ua=1&ua=1

1º Consideración: Es del 1 de mayo de 2001. Y como reconocen en la declaración, se basan en datos disponibles hasta esa fecha que creen que deben completarse con investigaciones posteriores. Veréis que hacen referencia constantemente a países en vías de desarrollo y a un estudio realizado en Honduras…. Y plantea dudas sobre si a parte del hierro puede haber otras carencias de micronutrientes que generen problemas de desarrollo. No lo digo yo:

“10. En resumen, la consulta de expertos concluyó que la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses reporta varios beneficios al lactante y a la madre. Sin embargo, este tipo de alimentación puede dar lugar a un déficit de hierro en los niños susceptibles. Además, los datos disponibles no son suficientes para excluir otros riesgos potenciales asociados a la lactancia exclusiva durante seis meses, como las deficiencias del crecimiento y de otros micronutrientes en ciertos niños. Sean cuales sean las circunstancias, habrá que sopesar esos riesgos en función de los beneficios que reportaría la lactancia exclusiva, y más en particular la posible reducción de la morbilidad y de la mortalidad.”

Entra en la página de la OMS y léelo.

2º Consideración: A esta recomendación se sumaron la mayoría de las asociaciones profesionales de pediatría y de defensa de la lactancia. Yo soy pediatra y defensor de la lactancia. No diciendo lo mala que es la leche artificial, sino ayudando cada día a las madres que quieren dar el pecho a resolver los problemas que pueden hacer muy duro ese deseo. Y yo me sumé a esa recomendación.

3º Consideración: En un mundo en el que cada año se duplica el volumen de estudios publicados en cualquier campo científico ya tenemos muchos mas datos que hace 17 años. De hecho son los que había en (2001 x 2)17 veces….

Esta recomendación fue buena mientras no se convirtió en un Sacrosanto Mandamiento a pesar de que se iban acumulando investigaciones que la matizaban más y más.

Pero a ver quién la toca. Valga de ejemplo la respuesta a esta publicación.

La parte buena para mí:

No pretendo convencer a los “expertos”. Pretendo ayudar a los padres. Y aunque eso signifique contradecirme (yo también he recomendado muchos años la Lactancia Materna Exclusiva), me da más miedo acabar siendo uno de esos revolucionarios que derrocaron el régimen anterior al grito de libertad, para acabar siendo más tiranos y dogmáticos que aquellos a los que vencieron, que reconocer mis errores.

Como toda recomendación general, y tras 17 años de estudios, debe entenderse en su contexto o genera problemas indeseables.

Para los que ya conocéis esta web, creo que no hay dudas de que defiendo la Lactancia Materna y el BLW como mejores opciones para alimentar a un bebé. No diciendo que es lo mejor por ….., sino ofreciendo información que te ayude a resolver los problemas que pueden aparecer si quieres dar Lactancia Materna. Y que entiendas cómo hacer BLW.

Para aquellos que no me conocéis aún: Por supuesto que la lactancia materna es el mejor alimento para un bebé.

Pero hay recomendaciones que tienen mucha difusión, que se asocian como pilares inamovibles de la defensa de la Lactancia Materna, y que precisan matices.

Creo que voy a acabar siendo “El Pediatra de los Matices”.

Porque creo que, en la época de los protocolos simplistas y los lemas publicitarios, la “Verdad está en los Matices”.

Evidentemente lo que pongo en discusión no es el mantenimiento de la Lactancia Materna hasta los 6 meses y más allá, sino que sea el único alimento adecuado hasta esa edad.

La Lactancia Materna seguirá siendo la base fundamental de su alimentación mucho tiempo. Pero no en solitario.

No entiendo porqué alguna gente ve en la introducción de la alimentación complementaria antes de los 6 meses una amenaza a la lactancia materna:

– ¿Es no habéis dejado de dar el pecho tras introducir la alimentación complementaria?

– ¿Ha pasado vuestra leche a ser de peor calidad?

– ¿Ha dejado de aportarle una grasa, proteínas, hidratos de carbono, probióticos, minerales y vitaminas a vuestro hijo?

– ¿Habéis dejado de querer a vuestro hijo tras darle otros alimentos?

¿Me podéis explicar por qué …. (y aquí pondría un taco muy gordo)…. empezar antes la alimentación complementaria es un ataque a la sostenibilidad de esa Lactancia Materna?

El problema real, es que, antes de hacerlo yo, ya han atacado ese “Pilar” otros que sí buscaban mermar la validez de la lactancia materna. Entiendo el fuego amigo. Pero es que algunos sois de gatillo muy fácil,… (otro taco cariñoso).

Si os parece suficientemente aclarado que soy tan Prolactancia como el que más y que no me han abducido los extraterrestres ni me han hacheado el blog para hundirme….

Otra aclaración más: Es que me han sobornado…

Tal vez sabréis y si no os lo digo, que desde hace un mes estamos publicando una serie de vídeos en el canal de Youtube en colaboración con una empresa productora de alimentos para niños. ¡Jo, que fuerte, seguro que me han untado de lo lindo!

“Os lo confieso, escribo esto desde mi nueva isla privada en Caribe. Teníais que verla….”

Ya en serio os lo voy a explicar.

Ni yo soy un ángel ni quien me critique es un demonio. Nos gusta simplificar. Es tan bonito un mundo en el que sea evidente quién es bueno y quien es malo…

Hace un par de años me di cuenta de que estaba cada vez más cómodo en mi trinchera.

Muchos de los que me han criticado por este artículo me ponían por las nubes: Un ejemplo de pediatra.

Había pasado de ser un pediatra sin conocimientos de lactancia a decir menos tonterías y tener alternativas suficientes para ayudar a la mayoría de las madres a tener la lactancia efectiva y disfrutada que toda madre desea tener.

De recomendar triturados y papillas a defender con argumentos el BLW.

Cada vez más famoso. 2 millones de seguidores en FB… Ahora es cuestión de no meter la pata.

De repente, empiezo a darme cuenta de que ya casi no ayudaba a las madres en las que había fracasado intentando hacer que tuviesen una lactancia placentera y efectiva. Aquellas en las que todas nuestras respuestas en serie sobre pautas, agarre, estimulación del pecho y demás no habían funcionado.

Para ellas nada…. Fracasamos al ayudarles y encima las dejamos en el silencio, la recriminación… No lo ha intentado lo suficiente, ha sido débil y le ha dado un biberón cuando le dije que no lo hiciera….

Entendí entonces que además de generar información sobre cómo alimentar a sus hijos lo mejor posible sin lactancia materna, la alimentación infantil era claramente mejorable.

Y en eso los actores principales son LA INDUSTRIA ALIMENTARIA 👹. O sea, el diablo personificado….

Pues hice algo muy raro. Llevo 2 años hablando con empresas del sector para explicarles que entre tanto ruido digital, hay tendencias reales, con base científica, que demuestran que muchos problemas de salud infantil son atribuibles a errores de planteamiento mantenidos desde hace décadas (¿os va sonando?).

¿Creéis que me dieron una palmadita en la espalda y me mandaron a casa?

Pues resulta que hay una empresa que no. Que tras más de un año de conversaciones (debéis entender que mucho de lo que yo digo no les deja en muy buen lugar), deciden que mis planteamientos no les parecen descabellados y que su objetivo es ofrecer la mejor alternativa de nutrición que puedan para los niños (teniendo siempre en cuenta que la mejor es siempre la lactancia materna). Y que les interesa empezar un camino en el que mejoren su oferta aprovechando todo lo que se ha aprendido en los últimos años. No es un proceso de hoy para mañana. Pero hay empresas con voluntad de avanzar por ese camino.

Y si mi interés es mejorar la alimentación infantil tengo el deber de apoyar ese cambio. Aunque quede mejor no hablar con el enemigo, creo que en toda guerra pagan los débiles y no estoy yo por esa labor. Ya la hacen otros.

¿Y qué he pactado con esa empresa?

10 vídeos sobre alimentación infantil. Los temas los elijo yo. Los guiones los escribo yo. No me han cambiado ni una coma.

Estos vídeos los produzco en colaboración con MedicinaTV. Una parte es para ellos, por grabar, maquetas y mantener el canal de Youtube.

De lo que me llevo yo, hacienda se queda una buena porción. Y puede que me quede para pagar el servidor de esta página web este año. Es que con más de 1 millón de visitas al més no sale barato.

Es un negocio redondo. Llevo más de 10 años escribiendo artículos y haciendo vídeos para esto… Que hay más de 700 artículos escritos y más de 100 vídeos publicados…. Y puede que este año, no me cueste el dinero.

Creo que la Isla del Caribe no la compro este año….

Aclaradas ya mis motivaciones para escribir esto, o eso espero…

¿Por qué recomiendó la OMS Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses de vida en 2001, haciendo referencia constante a reducir mortalidad y morbilidad por malnutrición e infecciones gastrointestinales, y con constantes referencias a países en vías de desarrollo?

Si esto no lo tienes claro, de nuevo, léete la declaración:

http://apps.who.int/gb/archive/pdf_files/WHA54/sa54id4.pdf?ua=1&ua=1

Pensemos en un país con pocos recursos sanitarios en los que el principal problema de salud infantil es la malnutrición. Un país en el que las crisis acaban resolviéndose con medios externos de ayuda internacional. Con poca capacidad para hacer campañas de formación sanitaria.

En ese país, cuando un bebé toma Lactancia Materna con 3-4 meses, y está bien alimentado con ella, ¿es mejor que siga con Lactancia Materna Exclusiva o que inicie Alimentación complementaria?

La respuesta es clara: Mejor que siga con Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses o incluso un poco más.

La razón: Mientra siga con Lactancia Materna Exclusiva, con una ración de comida mantenemos a la madre y al bebé. Cuando empiece a tomar alimentación complementaria, lactancia mixta o artificial, va a cubrir una parte cada vez mayor de sus necesidades con un alimento que tal vez no podamos garantizar en unas semanas. Necesitaremos alimento para la madre y para el bebé. Si la comida y el agua que puedo ofrecerle, además no tiene una salubridad garantizada, mejor pecho que otra cosa.

Conclusión: Mantener la Lactancia Materna Exclusiva reduce los problemas por malnutrición en los países en los que no podemos garantizar una alimentación suficiente y de calidad.

Luego es una recomendación muy adecuada.

¿Pero es igual de adecuada en Países donde la comida no falta?

El problema es que las recomendaciones de la OMS a veces alcanzan más difusión en los países a los que no van dirigidas. Países en los que hay sistemas de salud que cubren las necesidades de su población, donde no hay problemas de falta de comida y donde accedemos con más facilidad a formación e información sanitaria.

Y esa recomendación, en estos países puede no ser adecuada.

En España, donde yo vivo, no hay niños muertos por falta de comida desde hace décadas.

Una vez superado ese problema los objetivos en nutrición pasan a ser otros. Los 4 que yo destacaría son:

  1. Reducir la Obesidad.
  2. Evitar las Alergias Alimentarias.
  3. Conseguir Dietas Equilibradas.
  4. Mejorar la Relación de los Niños con la Comida.

¿Cómo influye el mantenimiento de la Lactancia Materna Exclusiva en cada uno de esos objetivos?

Empiezo por los objetivos 1 y 3 juntos: Dieta Variada y Obesidad.

Para que un niño esté bien alimentado necesita Macronutrientes (hidratos de carbono, grasa y proteínas) y Micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales…).

La leche contiene los Macronutrientes en una proporción perfecta. Por eso un bebé puede crecer sano sólo con leche durante los primeros meses de vida.

Pero es rica sólo en algunos Micronutrientes y eso hace:

– Que siga siendo necesaria para aportar esos micronutrientes cuando la dieta se amplia.

Que no sea suficiente, porque tras meses de Lactancia Materna hay algunos micronutrientes que escasean ya. Cuando nació tenía una reserva de ellos que le llegó a través de la placenta. Pero llega un momento en que se agotan. Es la razón por la que no podemos seguir toda la vida tomando sólo leche.

Los niños muestran tendencia a echárselo todo a la boca a partir de los 3-4 meses. Y una parte de lo que ha hecho que ese instinto se mantenga en ese momento después de miles de generaciones de selección natural, es que hacerlo mejora su nutrición garantizando un aporte adecuado de micronutrientes cuando empiezan a faltar.

Ha habido quien ha comentado a la primera versión de este artículo que ningún niño antes de los 6 meses tiene interés real por la comida. ¿Perdona? Esto podéis comprobarlo cada uno en casa. Ofreced a vuestro hijo con menos de 6 meses vuestra comida. Puede pasar que alguno no muestre interés. Pero más del 90% lo muestran claramente antes, bastante antes de los 6 meses.

Y la segunda: Un día antes de los 6 meses ni una chupada a una manzana. Al día siguiente, viva el BLW, de todo. ¿Tan incautos somos para no darnos cuenta de que el planteamiento del BLW y la recomendación de nada hasta los 6 meses no encaja ni a martillazos?

Contradecir esa tendencia en un país en vías de desarrollo donde no puedo garantizar ni siquiera el aporte de Macronutrientes, es adecuado.

Hacerlo en un país donde no faltan los Macronutrientes, es empobrecer sin justificación la dieta. 

Esto puede favorecer además la Obesidad, porque cuando un individuo tiene falta de micronutrientes, tiende a comer algo más de lo que comería, buscando conseguir esa cantidad de micronutrientes que necesita y no recibe. El resultado es que para llegar a esa dieta variada toma más Macronutrientes de los necesarios, facilitando la obesidad.

Si queréis estudios los hay a espuertas que demuestran que una dieta pobre en variedad genera este efecto.

Evitar Alergias Alimentarias

La Lactancia Materna incluye en su composición trazas de todos los alimentos que la madre toma en su dieta. Este contacto precoz y mantenido durante los meses de Lactancia Materna Exclusiva es una de las razones por las que previene las Alergias Alimentarias.

Pero esas trazas son formas muy básicas de presentación del alimento. Son un primer paso necesario.

El salto a que el bebé lo tome directamente es importante.

Durante mucho tiempo ha habido una recomendación para que se introdujesen tarde aquellos alimentos que producen alergia con más frecuencia. Tras décadas de esa estrategia las Alergias Alimentarias no bajaron, se han disparado.

Hace ya años que disponemos de estudios que demuestran que introducir tarde en la alimentación los alimentos que generan alergia aumentan la frecuencia de alergias. Os recomiendo este vídeo:

La alergia a la leche de vaca aumenta si retrasas su introducción

Para los que piensen que este es un estudio aislado y no se lo crean, aquí tenéis un metaanálisis que lo dejaba claro hace ya casi 2 años.

https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2553447?utm_campaign=articlePDF&utm_medium=articlePDFlink&utm_source=articlePDF&utm_content=jama.2016.12715

El motivo es que en los primeros meses de vida el niño está protegido por los anticuerpos que su madre le ha pasado a través de la placenta (Inmunización Pasiva).

Estas defensas le protegen de todos los gérmenes que su madre ha pasado en su vida. Que son la mayoría de los del entorno donde ha nacido el bebé.

Por eso los bebés casi no enferman en los primeros 6 meses de vida.

Cuando esas defensas empiezan a bajar, las infecciones se hacen cada vez más frecuentes.

Una Alergia Alimentaria es un error del sistema inmunitario que ocurre cuando:

  1. Una infección causa un daño en el intestino.
  2. Coincide que el niño toma un alimento con el que no está familiarizado.
  3. El sistema defensivo lo encuentra en el foco del daño, no lo conoce e interpreta erróneamente que es el responsable.
  4. A partir de ese momento, cuando contacta con el alimento lo ataca para evitar que vuelva a dañarle.

Por eso, cuando retrasamos la introducción de alimentos que pueden generar alergia a la edad en las que las infecciones son más frecuentes, se multiplican las alergias.

Las alergias Alimentarias aparecen coincidiendo con el aumento de infecciones tras desparecer la inmunización pasiva

El retraso de esa Introducción de la Alimentación manteniendo la Lactancia Materna Exclusiva hasta los 6 meses que recomienda la OMS puede aumentar por tanto las Alergias Alimentarias en países donde la falta de alimentos no es un problema.

Mejorar la Relación del Niño con la Comida

Otro de los problemas más frecuentes en los países donde la falta de comida no es un problema: La relación de los niños con la comida es mala. 

Y lo es porque no respetamos la forma en la que el instinto del bebé la busca.  Respetar ese instinto mientras no haya un motivo justificado que lo impida, es la base del BLW.

A partir de los 3-4 meses casi todos los bebés tienen tendencia a echarse a la boca todo lo que encuentran a su alcance.

Ese instinto es positivo como decía más arriba para empezar a cubrir la necesidad de micronutrientes que ya no garantiza la leche. Mejora la supervivencia y por eso existe y en la fecha que existe. 

¿Desde el primer día que se echa algo a la boca es que ya tiene carencias de micronutrientes? Pues claro que no. Es un proceso en el que está preparándose para tomar sólidos. Pero ese proceso desde luego no dura meses. Y no tiene una fecha fija para todos los niños. Las fechas exactas no sirven en nada hablando de salud infantil y esto no es una excepción.

Pero cuando llegue al año y poco, y tenga autonomía para desplazarse aparecerá un nuevo instinto, aún más fuerte que lo contradice: No probar nada nuevo que no conozca de la etapa anterior.

Esa selectividad mejora la supervivencia porque evita intoxicaciones: “Si mis padres no lo han puesto a mi alcance mientras controlaban mi entorno, es que no es seguro”.

El problema viene cuando en la etapa de “todo a la boca” limitamos el acceso del niño a la variedad de alimentación que luego será necesaria para tener una dieta sana y variada: Limitación en alimentos, en texturas o en formas de prepararlo.

Si retrasamos 2-3 meses el inicio y luego encima lo hacemos lentamente, estamos perdiendo un tiempo precioso para lograr que la dieta del niño sea suficientemente variada.

Evitar además que un niño pruebe los alimentos cuando quiere hacerlo con 4-5 meses para luego pelear con él para que lo haga 2 años después es un absurdo que va a empeorar su relación con la comida. Y que quiere hacerlo no tengo que demostrarlo. Mira a tu hijo de esa edad cuando comes y está contigo. Y cuando pruebe tu comida verás cómo reacciona….

Por tanto: Si no puedes garantizar comida suficiente y de calidad para un niño y su madre, mantener la lactancia materna exclusiva como recomienda la OMS hasta los 6 meses es positivo.

Pero: Si tienes garantizado el acceso a comida suficiente y de calidad, desde el momento que el bebé muestre interés por la comida es bueno que empiece a tomarla.

Lo que no impide que la Lactancia Materna siga representando un papel de protagonista indiscutible, y no va ha hacer que dejes de dar el pecho, ya que la cantidad de alimentación complementaria que va a tomar los primeros meses es muy escasa.

Pero tiene una gran importancia no retrasarla para evitar alergias, obesidad, cubrir la necesidad de micronutrientes y permitir una adecuada relación del niño con una dieta variada.

Para acabar, dos frases de obras literarias que me encantan. Tal vez muchos las conozcáis:

”Ladran, luego cabalgamos.”

”Sigue con alegría al que busca La Verdad, y huye desesperadamente del que la encuentra.”

Yo aún no la he encontrado y sigo cabalgando. 

Si alguien con conocimientos que puedan matizar esto lo desea, estaré encantado de debatirlos con esa persona en público o en privado, y a seguir aprendiendo.

 

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Aprende Nutrición Infantil En Youtube con Jesús Garrido y Blemil

Lactancia materna, curso de nutrición lactante

Estoy muy contento de poder ofreceros esto.

Por fin hemos empezado a publicar los primeros vídeos en Youtube de un curso que inicialmente va a tener 10 entregas sobre Nutrición Infantil.

Los temas que vamos a tratar son:

1º Ideas claras para empezar la Lactancia Materna con buen pie.
2º Ideas claras para empezar la Lactancia Artificial con buen pie.
3º Lactancia Mixta y Sacaleches, ¿Cuándo y cómo?
4º Hidratación en Bebés con Dermatitis Atópica.
5º Tipos de Leche Artificial y Problemas en los que pueden ser necesarias.
6º Estreñimiento del Lactante.
7º El Lactante que echa mucha leche.
8º Flora intestinal en el Lactante.
9º Cólicos del Lactante.
10º El papel de la Leche en la Alimentación Complementaria.
El tema de la nutrición infantil es casi inagotable y hay muchos temas más que sin duda despiertan interés y pueden tratarse. Es mi deseo que este curso siga ampliándose tras publicar estos primeros 10 vídeos. Y sin duda con vuestro apoyo podremos hacerlo.
La alimentación infantil está cambiando mucho y hay empresas que están comprendiendo ese cambio y apuestan por apoyarlo. En esta iniciativa es Blemil quien nos acompaña. Pero lo hace sin limitar o influir en el contenido, apoyando una tendencia de renovación en la alimentación que lleve a una mejora de la Salud Infantil.
He querido empezar, como no puede ser de otro modo por la Lactancia Materna, porque es el primer paso normal de la alimentación (y como siempre decimos el mejor). Pero soy muy realista y por eso, en este curso hablaremos de cómo hacer que funcione sin expectativas bucólicas. Es en lo que centro este primer vídeo, que hemos presentado en dos partes.

Espero que os gusten, os ayuden y si es así los compartáis.

Para mí, el mejor premio por hacer esta labor de divulgación es que ayude al mayor número de familias. Y depende de vosotros que lo facilitéis compartiéndolo.

Aquí podéis ver el primer tema: “Claves para Empezar la Lactancia Materna con Buen Pie” que hemos repartido en 2 vídeos:

El primero al principio del artículo, y este es el segundo.

Lactancia materna, empezar sin problemas.

 No olvides compartirlos si te gustan y haznos tus comentarios para mejorar.
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Está muy feo….”Que sigas dando el pecho a un niño tan grande”

Prejuicios de algunos profesionales contra las madres que siguen dando el pecho.

Está muy feo que algunos profesionales sigan haciendo comentarios basados en prejuicios que generan malestar sin justificación alguna.

Sabéis que gran parte de lo que os transmito se basa en experiencia propia.

Así que voy a contar algo que me pasó hace unos días en la consulta.

Una madre de uno de mis pacientes habituales acudió al control del niño sano con un niño de 2 años. Venía disgustada. El motivo era que sigue dando pecho a su hijo. Algo que él pide y ella está encantada de hacer. Pero que le hace recibir críticas constantes de su entorno.

La gota que colmó el baso fue cuando acudió a urgencias por una infección de su hijo unos días antes.

Tras explorar al niño, éste lloraba. Cosa muy frecuente con su edad. Y el niño buscó el pecho de su madre como una forma de calmarse en ese momento de angustia.

Ella con total naturalidad permitió al niño tomarlo y calmarse así.

El pediatra que atendía a su hijo se paró en seco, la miró y le dijo: “Está muy feo que le des el pecho todavía a un niño tan grande”.

La madre me contaba que se sintió ofendida, ridiculizada, avergonzada… Pero sobre todo con una indignación hacia el “profesional” que no supo expresar. La realidad es que su motivo fundamental de consulta cuando acudió a verme era contarme lo ocurrido y saber mi opinión.

Yo me sentí tan avergonzado e indignado como ella. Me sentí avergonzado de compartir profesión con gente que actúa así. E indignado contra un compañero que actúa de tal modo que nos desprestigia a todos los demás pediatras.

¿Cómo es posible en pleno siglo XXI una actitud tan…. absurda?

Podría dar otros calificativos. Pero no es mi intención descalificar a un compañero. Sino generar una reflexión que resumiré en lo que recomendé a la madre que dijese si volvía a recibir un trato similar:

”Lo que está muy feo es que un Profesional haga un comentario así, sin ninguna base científica y que genera malestar en quien lo recibe, para nada…”

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Destete Respetuoso: No ofrecer, no negar

Destete respetuoso. No ofrecer, no negar.

Hay muchas situaciones en las que se puede decidir finalizar la lactancia materna: ¿Cómo hacerlo de forma respetuosa?

Hablar de destete respetuoso tiene tres vertientes:

Respetar la decisión de las dos únicas personas implicadas en ello: La madre y el lactante.

Hoy en día se hace mucha divulgación de apoyo a la lactancia. Tanta que a veces olvidamos que hay casos en los cuales una madre escoge o necesita no darla. No debe sentirse culpable por ello, y nadie tiene derecho a juzgarla. También hay casos en que los niños no van bien con lactancia materna. Muchos de esos casos son solucionables, pero otros no. Por eso el momento del destete es cuando la madre o el niño lo deciden o hay un problema que no somos capaces de solucionar y afecta seriamente al bienestar de ambos. La opinión de los demás sobra. No hay una edad definida para el destete. Decir que por encima de cierta edad la lactancia es perjudicial o inútil es Mentira.

Respetar el ritmo de destete que cada niño necesite.

Cuando la decisión de no tomar más el pecho surge del niño la cosa es más fácil y es lo ideal. Puede ocurrir de forma progresiva (lo más habitual) o de golpe (mucho más raro). Si ocurre de golpe el problema suele ser para la madre (¿qué hago ahora con esa leche y cómo reduzco la producción sin molestias?). Pero hay casos en los que aunque el niño no quiera dejar el pecho la madre necesita que ocurra (no voy a entrar en concretar cuales, de nuevo respeto, es la madre la única cualificada para decidirlo). En estos casos hay dos opciones: El tratamiento hormonal para detener la producción de forma radical o la retirada paulatina. Yo recomiendo la segunda siempre que sea posible (a veces por motivos de salud de la madre es necesario una eliminación rápida). Al final hablaré de esa retirada paulatina: No ofrecer, no negar.

Respetar al cuerpo de la madre para evitar problemas habituales.

Cuando se usa medicación para retirar la lactancia de golpe pueden surgir problemas. Evidentemente el pecho no deja de producir en 10 minutos y la adaptación rápida de un pecho productivo a uno improductivo puede llevar a veces a ingurgitaciones, mastitis… Cualquier cambio de adaptación del cuerpo es siempre mejor si se hace de forma gradual. Hay casos en los que por motivos de salud de la madre importantes no tenemos ese tiempo y entonces usamos la medicación. Pero siempre que se pueda es mejor la retirada paulatina.

¿Has pensado en dejar el pecho porque no duermes?

Sólo un apunte más: De los motivos por los que muchas madres me cuentan que quieren dejar la lactancia, el más frecuente es que el bebé pide con tanta frecuencia el pecho de noche que hace imposible el descanso. Suele ocurrir a partir de los 5-6 meses. Cuando los patrones de sueño se definen. Para muchos niños el ritual de sueño es precisamente tomar el pecho. Cuando esto ocurre existe la alternativa de cambiar el ritual de sueño y mantener el pecho con tan sólo un destete nocturno.

No ofrecer, no negar

Sea cual sea el motivo por el que finalmente hemos decidido dejar de dar el pecho a un niño que lo tomaba ya de forma estable, la mejor opción que conozco para el destete es ésta:

  1. Si tu hijo te pide el pecho dáselo. Evitas así que se sienta rechazado.
  2. Pero si no lo pide no se lo ofrezcas. Lo que en la práctica supone que las tomas se van espaciando y el pecho va a producir cada vez menos hasta que llegue un momento en que ya no dé leche.

Este proceso puede durar a veces varios meses. Lo normal es que sea de unas semanas. Será más corto cuanto más preparado estuviese el niño para prescindir del pecho, tanto desde el punto de vista afectivo como el nutricional. Y os recomiendo que no lo forcéis.

Desde el punto de vista afectivo, al tiempo que ofreces menos el pecho, aumenta tus otras muestras de afecto. E intenta cuando le das el pecho no hacerlo con quejas o mal humor. Esto es importante para que el niño no viva el destete como un rechazo.

Esta decisión es reversible en cualquier momento si el niño sigue aceptando el pecho. Basta con aumentar la frecuencia de las tomas que le ofrecemos para de nuevo volver a tener pecho suficiente.

¿Y en cuanto a lácteos alternativos al pecho? Depende de la edad del niño.