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Sufrimiento fetal en el parto

Pérdida del Bienestar fetal o Sufrimiento fetal. Secuelas y tratamiento

El sufrimiento fetal o pérdida del bienestar fetal es uno de los problemas que pueden ocurrir en torno al nacimiento.

Decimos que un recién nacido ha sufrido, cuando durante el parto o antes de él tiene problemas para que le llegue el oxígeno a través de la placenta.

Una vez que sale, será capaz de conseguir el oxígeno a través de sus pulmones.

Pero hasta que puede respirar fuera hay varios motivos por los que puede faltarle oxígeno.

Las Causas más frecuentes de Sufrimiento Fetal

Puede haber muchas razones por las que a un bebé le falte oxígeno justo antes de nacer.

Las más habituales son:

Desprendimiento de placenta: La placenta es una parte del feto en realidad. Empezó a formarse al mismo tiempo que él, al comienzo del embarazo. Y tiene que seguir funcionando hasta que el feto sale de su madre. Es el filtro que toma de la sangre de la madre alimento y oxígeno para el feto y le sirve para limpiar su sangre de desechos. La placenta está fijada a la mucosa del útero. Deberá desprenderse cuando el niño salga. Pero a veces lo hace antes del nacimiento. Si eso pasa, el líquido amniótico se tiñe de sangre. Y el feto no recibe el oxígeno y nutrientes que necesita.

Alteraciones en el cordón umbilical: El cordón sirve para llevar los nutrientes y oxígeno de la placenta al feto. Pero a veces puede anudarse o enrollarse en torno al feto, y eso puede reducir el paso de sangre por él.

Se encaja y no sale: Durante la salida del feto a través del canal del parto, hay veces que por una mala postura o por ser demasiado grande, puede costar mucho que el feto salga. En esos casos el ginecólogo o la matrona deben sacarlo. Hay ocasiones en que las maniobras para extraerlo pueden provocar hematomas o incluso una fractura de clavícula al recién nacido. Pero es que cuando está ya encajado debe salir, porque en ese punto no llega suficiente oxígeno. Es preferible una clavícula rota que una secuela por sufrimiento fetal.

Cuando por cualquiera de estas causas hay una falta de llegada de Oxígeno al bebé puede generar daños.

Grados de Sufrimiento Fetal

Hay muchos grados de sufrimiento fetal.

Los dos datos más importantes que nos indican si el sufrimiento fetal ha sido importante o no son el Apgar y el pH de cordón umbilical.

Apgar

El Apgar es una forma de valorar la vitalidad con la que ha nacido un bebé. Tiene en cuenta la coloración, el tono muscular, la frecuencia del corazón, la respiración y las reacciones del bebé.

Cuanto más alta mejor. Puede alcanzar una puntuación máxima de 10.

Se suele valorar en varias ocasiones en los primeros minutos tras el nacimiento. Lo normal es que la puntuación sea ya superior a 7 al nacer. Y que suba rápidamente en los primeros minutos.

Es una valoración subjetiva del profesional que atiende al bebé tras nacer.

Ph de Cordón

El PH de cordón es una analítica que mide la acidez de la sangre del cordón umbilical del bebé nada más nacer. Es mucho más objetivo.

Lo normal es que tenga un PH superior a 7,1.

Cuanto más bajo sea es indicativo de una falta de oxígeno más prolongada y que por tanto puede tener peor pronóstico.

Secuelas del Sufrimiento Fetal

Cuando un niño tiene falta de oxígeno de forma prolongada el órgano más delicado es el Cerebro.

Y es esto lo que más nos preocupa.

Ya que puede dar lugar a secuelas en el desarrollo posterior del niño.

En la actualidad disponemos de muchos medios para evitar que se llegue a una situación así. Pero a veces no puede evitarse.

Cuando ocurre las secuelas pueden ser inmediatas o manifestarse en los primeros años de vida conforme el niño crece y su cerebro tiene que ir afinando sus funciones.

Las secuelas dependen de la zona del cerebro que se ha dañado y de si afecta a neuronas cuya función es irreemplazable o no.

Tratamiento tras padecer sufrimiento fetal

Para evitar llegar a esta situación, hoy en día se monitoriza el bienestar el feto durante el parto por medio del Registro Cardiotocográfico.

Ciertas alteraciones de ese registro son indicios claros de problemas y cuando se detectan se actúa para evitar que acabe produciendo un Sufrimiento Fetal intenso.

Cuando no se logra evitar, una vez nacido el niño lo primero es asegurar una reanimación que le permita oxigenarse adecuadamente ya fuera de su madre.

Si no es posible que lo haga él solo puede necesitar la ayuda de medios de los que disponemos hoy en día. Como el respirador mecánico.

Para reducir las secuelas y permitir una mejor recuperación tras el sufrimiento hoy en día se usa también la Hipotermia controlada. Consiste en mantener al bebé a una temperatura más baja de lo normal durante las primeras horas de vida hasta que pasa la fase inicial de reacción tras la falta de oxígeno.

Durante ese periodo pueden administrarse al bebé medicamentos que reducen la actividad del cerebro, para minimizar el daño.

Rehabilitación tras padecer sufrimiento fetal

Los niños que han pasado por una situación así necesitan un seguimiento más estrecho durante los primeros años de vida.

Algunos de los daños sufridos son reversibles con el apoyo necesario.

Para ello se constituyen equipos multidisciplinares de profesionales que cooperan con los padres para detectar y tratar los problemas generados.

En este equipo suele haber Neuropediatras, Psicólogos, Fisioterapeutas, Logopedasa, Trabajadores sociales…

Muchos de estos niños acaban teniendo una vida normal hoy en día.

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Problemas de aprendizaje en niños

 Problemas de aprendizaje y desarrollo en niños

Los 3 sencillos y rápidos pasos con los que descubrirás por qué tu hijo tiene problemas de aprendizaje en el colegio

Este artículo está escrito por Manuel Antonio Fernández, un amigo neuropediatra autor de elneuropediatra.es

¿Sabías que uno de cada tres estudiantes de primaria o secundaria tiene problemas de aprendizaje que derivan en fracaso o abandono escolar?

El primer paso para evitar los problemas de aprendizaje es, que como padres o madre, estés atento, y puedas detectar a tiempo las dificultades de tu hijo.

Te voy a presentar la mejor manera de encontrar, en unos pocos minutos, y con unas indicaciones muy concretas, cuál es la causa más probable de esas dificultades

Los 3 momentos claves para analizar el aprendizaje de un hijo

Para orientarte con más facilidad en este proceso, voy a dividirlo en función de la edad. Así podrás tener las cosas más claras. Te recomiendo que lo leas desde el principio.

Los primeros 3 años de vida

En los primeros años de vida, todos los niños necesitan ir aprendiendo las mismas cosas más o menos. Los aspectos que los padres recuerdan mejor son también los que más interés tienen en el proceso de desarrollo.
Uno de los que más te ayudarán a valorar el proceso de aprendizaje de tu hijo es el lenguaje. O lo que es lo mismo, cuándo ha empezado a hablar.

Es muy importante tener en cuenta cuando ha empezado a hablar tu hijo

Aunque podamos pensar que el proceso de aprender a hablar es algo natural, no es nada sencillo.
Es uno de los aspectos evolutivos más avanzados de la especia humana. Es una de las metas más complejas, desde el punto de vista neurológico, a las que un niño pequeño se tiene que enfrentar al inicio de su desarrollo. Esto hace que sea un importante marcador a tener en cuenta.
Si un chico presenta dificultades en el inicio o desarrollo del lenguaje, debes estar alerta. Además de las propias dificultades que esto le producirá en su comunicación, también puede influir en el posterior desarrollo de la lectura o la escritura.

Por si no fuera poco, también es habitual que aparezcan problemas del lenguaje en los niños que posteriormente, presentan problemas de aprendizaje

De los 3 a los 6 años, al empezar la educación infantil

Una vez que llegamos a la edad de los 3 años, muchos niños empiezan la educación infantil.
En ese momento, los educadores de los centros empiezan a trabajar en grupo con ellos y es un momento en el que se pueden empezar a hacer patentes algunas dificultades que hasta la fecha no habían sido detectadas o no eran importantes.
El trabajo en grupo permite valorar diferencias más sutiles entre los chicos. Esto no tiene por qué significar que haya algún problema.
Cada niño tiene un proceso de aprendizaje y desarrollo diferente, pero puede ser de ayuda para establecer un proceso de supervisión y detectar de forma precoz los casos que se confirmen.

En esta edad empiezan a desarrollarse procesos diferentes que involucran la relación con los iguales, vínculos emocionales, temperamento… Todos estos marcadores son de utilidad

Después de los 6 años, empieza la educación primaria

Con la llegada de los 6 años llegamos al colegio y se inicia la educación primaria.
En estos años hay que proceder a desarrollar nuevas habilidades como la lectura, la escritura o los números.
Este cambio de nivel y las nuevas metas que se establecen en este ciclo son otro punto de inflexión para las capacidades de aprendizaje de los niños.
Por lo tanto, puede ser otro momento importante para valorar la situación de cada niño analizar sus capacidades.
Los niños con problemas de aprendizaje mostrarán mayores dificultades para la asimilación de estos nuevos conceptos y para desarrollar los nuevos procesos que se les pide.
Tanto los padres como los centros escolares deberían contar con instrumentos que permitieran detectar estas situaciones.

A veces no se aprecian problemas hasta más adelante

Hay casos especiales en los que no se decanta problemas importantes hasta el inicio de la educación secundaria o incluso la universitaria.

Esto ocurre principalmente en los casos en los que las dificultades son leves o cuando se presentan otros síntomas que encubren el problema:

  1. Problemas de aprendizaje unidos a problemas de conducta
  2. Problemas de aprendizaje unidos a altas capacidades

Los profesores pueden ayudarte en esta situación, pero no siempre

La verdad es que en la mayoría de los casos, la información que aportan los profesores es de gran ayuda a la hora de descubrir dificultades de aprendizaje.

Hay muchos profesores muy concienciados con el tema y que son de gran ayuda

El problema está cuando te encuentras con unos profesores poco formados o poco interesados en ayudar a sus alumnos.
En estos casos puede haber problemas porque no son o no quieren ser conscientes de las dificultades de tu hijo

Algunos piensan que tu hijo no quiere trabajar

  • Uno de los errores más habituales que veo en mi consulta son relacionar mal rendimiento escolar con falta de interés
  • La realidad es que los niños tienden por naturaleza a interesarse por mejorar su aprendizaje
  • Los problemas de aprendizaje puede provocar escasa motivación escolar cuando se reciben malos resultados
  • Hay que ser capaz de diferenciar estas dos situaciones para ayudar a los chicos que lo necesiten

Otros piensan que la culpa es tuya porque no estás pendiente de tu hijo

  • Hay una tendencia creciente creciente a culpar a los padres de los problemas de sus hijos
  • Habrá casos en los que los padres son poco colaboradores o no saben ayudar a sus hijos, pero no es lo habitual
  • No debes creerte mal padre porque tu hijo tenga problemas de aprendizaje
  • Debe formarte e informarte bien para conocer el tema y aportar lo que puedas para ayudar a tu hijo

Y otros piensan que tu hijo es poco inteligente

  • Probablemente, esta es la situación más negativa y desagradable que nos podemos encontrar
  • Por desgracia, es mucho más habitual de lo que te imaginas
  • Cualquier chico con problemas de aprendizaje tiene mucho riesgo de tener malos resultados en un test de inteligencia
  • Los profesores y los pedagogos debes ser capaces de analizar los resultados de los tests en el contexto de cada chico
  • El mayor riesgo es dar por perdido a un chico que realmente, no tiene ningún problema de inteligencia sino de aprendizaje

Es imprescindible descartar que haya alguna causa que esté provocando los problemas de aprendizaje

Otro de los problemas habituales que me llevo encontrando en mi consulta desde hace años, es que los padres no sabéis cuáles son las principales causas de los problemas de aprendizaje. Me voy a parar a contarte los datos principales que necesitas saber para orientarte en el tema.
Las principales causas son:

  1. El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad o TDAH
  2. La Dislexia
  3. Las Altas Capacidades

Paso 1: Descartar El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad o TDAH

El TDAH es un problema que puede conllevar diferentes consecuencias según cada caso

  • Puede haber chicos con Déficit de Atención:
    • En estos casos es habitual que aparezcan problemas porque tu hijo no es capaz de atender como sería necesario
  • Hay chicos con Hiperactividad e Impulsividad
    • Estos chicos pueden tener problemas porque tu hijo no es capaz de estar tranquilo, dejar de moverse y controlar sus impulsos
  • También hay casos en los que se suman todos
    • Las mayores dificultades ocurren cuando se suman ambas situaciones

Paso 2: Descartar la Dislexia

En los casos de Dislexia es frecuente que los chicos tengan problemas de aprendizaje por varios motivos

  • A la hora de leer, no son capaces de hacerlo de una forma fluida y cometen muchos errores. Esto dificulta el aprendizaje
  • Pasa lo mismo con la escritura. Hay más problemas para escribir correctamente, de forma fluida. Esto limita el rendimiento escolar
  • Tenemos el mismo problema con los números. Lo anterior unido a operaciones de cálculo provoca errores frecuentes

Paso 3: Descartar Las Altas Capacidades

Aunque pueda parecer paradójico, tener una inteligencia superior no siempre es sinónimo de beneficios

  • Un 30% de los chicos con altas capacidades tiene algún trastorno del aprendizaje
  • Es frecuente que los chicos con altas capacidades tengan dificultades para adaptarse al entorno escolar o social
  • También es habitual que aparezcan problemas de comportamiento y de conducta

El camino más sencillo y más corto, está explicado paso a paso, en la guía GRATIS para padres que te he preparado

Esta guía se llama Mi hijo tiene Problemas de Aprendizaje y/o de Conducta. ¿Por qué? ¿Qué hago para solucionarlo.

Puedes conseguirla de forma completamente gratuita pinchando sobre la imagen y siguiendo las indicaciones. En ella encontrarás

  1. Las Causas más Frecuentes e Importantes de los Problemas de Aprendizaje y Conducta.
  2. Actividades prácticas para averiguar si tu hijo tiene alguno de ellos
  3. Pasos a seguir para conseguir un diagnóstico y una solución.

Problemas de aprendizaje, problemas de conducta

Guía de problemas del aprendizaje

Además de la guía, también te enviaré un Curso On Line GRATUITO que he creado para ayudarte a sacarle todo el rendimiento posible a la guía
Si quieres aprender más sobre el tema, puedes encontrarme en elneuropediatra.es

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Meningitis en niños

Punción lumbar en meningitis de niños y bebés.

Información para ayudar a los padres de un niño con Meningitis. ¿Qué es? ¿puede morir o tener secuelas? Tipos de meningitis. Punción lumbar.

 

La idea de este artículo es explicar los conceptos que con más frecuencia suelen ser motivo de dudas para los padres de un niño ingresado por meningitis.

¿Qué es la meningitis?

Es una infección que inflama las Meninges.

Las meninges son unas membranas que cubren al sistema nervioso central.

En algunos casos, una infección banal (lo más frecuente, una faringoamigdalitis) empieza en un niño que por cualquier motivo tiene en ese momento las defensas bajas. La infección pasa a sangre y se asienta en las Meninges.

Ya quisiéramos los pediatras que hubiese alguna forma de saber, entre todos los niños con faringoamigdalitis, cuál va a hacer la Meningitis y cuál no. Pero hasta que la hace, es imposible.

Con lo que a la pregunta «¿Esto, podía haberse evitado?» La respuesta es «No. En esta vida hay cosas que dependen de la buena o mala suerte.»

La única prevención razonable para evitar Meningitis es la vacunación.

Lo que nos lleva a la segunda pregunta frecuente.

Mi hijo está vacunado contra la Meningitis, ¿Cómo es posible que la haya cogido?

Hay tres motivos por los que un niño «vacunado contra la meningitis» puede sufrir una:

– Hay muchos gérmenes capaces de producir Meningitis. No todos ellos tienen vacuna. Y de los que si la tienen, no todos los niños están vacunados. Depende del país. En España por ejemplo ya están incluidos en calendarios vacunal los gérmenes más frecuentes que causan esta infección: Hemófilus, Neumococo, Meningococo C. Desde enero de 2015 hay otra disponible, la vacuna de Meningococo B, que en España puede ponerse a los niños pero no es financiada por la Seguridad Social.

– Algunos niños vacunados no alcanzan el nivel de defensas suficientes para que las garantías de evitar la meningitis se aproximen al 100%. En medicina el 100% no existe. Estas vacunas suelen obtener un 70-90% de efectividad.

– En algunos momentos cualquier persona, vacunada o no, puede tener su sistema defensivo agotado. Si en ese momento sufre la infección puede desarrollar la Meningitis.

¿Son todas las Meningitis en niños iguales? No

Hay diferentes tipos.

La distinción más importante para los padres es entre Viral y Bacteriana:

– Las producidas por virus suelen ser menos agresivas. En la mayoría de los casos incluso se tratan en casa. No es necesario tratar a las personas que han tenido contacto con el niño. Los antibióticos en estos casos son innecesarios e inútiles.

– Las generadas por bacterias suelen ser más agresivas. Su tratamiento se realiza en el Hospital. Se recomienda a las personas que tienen contacto con el niño con meningitis (compañeros de clase, no todo el colegio, y familiares directos) que tomen tratamiento preventivo. El tratamiento preventivo en contactos de niños que la sufren suele ser una pauta corta de antibióticos.

¿Es peligrosa una meningitis en niños? ¿Puede un niño con meningitis morirse o quedar con secuelas graves? Desgraciadamente sí.

En las Meningitis causadas por bacterias pueden quedar secuelas o producir la muerte.

No es lo habitual. Si queréis un porcentaje, puede decirse que el 80% de los niños que padecen la infección no muere ni tiene secuelas.

Las secuelas más frecuentes de esta infección son Sordera y Epilepsia (convulsiones).

Las probabilidades de que cure sin secuelas aumentan cuanto antes se inicia el tratamiento.

Las probabilidades de muerte en una Meningitis se reducen muchísimo si sobrevive a las primeras 24-48 tras iniciar el tratamiento.

¿Qué es una Punción lumbar?

Entre las meninges y el cerebro y la médula hay un líquido (Líquido cefalorraquídeo).

Cuando se sospecha una Meningitis en niños, la punción lumbar ayuda a confirmar que lo es, y a diferenciar al causante (virus o bacteria). Ese resultado está disponible en menos de 1 hora en cualquier hospital que se precie.

En los casos en que es una bacteria, se hace además un cultivo que identifica la bacteria y a qué antibióticos es más sensible (aunque ese resultado tarda unos días en estar disponible -y no es acelerable, consiste en sembrar el líquido en un cultivo y esperar a ver si crece-).

La punción lumbar consiste en pinchar en la espalda, entre las vertebras a la altura de la cintura, con una aguja para sacar un poco de ese líquido y analizarlo.

No es simple, ni está exento de riesgos, pero es más arriesgado no hacerlo. Porque en la Meningitis hay que actuar rápido. Y cuanta más información se tiene, mejor puede tratarse.

La meningitis es por tanto una infección grave. Sería absurdo e irresponsable quitarle importancia. Pero por suerte cada vez son menos frecuentes gracias a la vacunación y tenemos antibióticos que suelen curarla en un gran porcentaje de casos. Cuando más tiempo pase tras el diagnóstico sin que el niño empeore mejor es el pronóstico.

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Niños Nerviosos pero no Hiperactivos

Niños Nerviosos que no son Hiperactivos

Aunque la Hiperactividad esté de moda muchos niños son simplemente más activos, o más «nerviosos» que la mayoría sin que eso implique que tienen un problema que debe tratarse.

Se habla mucho sobre la Hiperactividad y si es o no real, si es en realidad una «invención de la industria farmacéutica» para vender «anfetas».

Os doy mi opinión.

La Hiperactividad y el Trastorno por Déficit de Atención existen. Sé que hay mucha gente que grita a los cuatro vientos que es una invención. Pero la realidad es que hay personas que tienen menos capacidad de concentración y una actividad frenética y dispersa y que es un problema real, que afecta a su día a día y a su capacidad de adaptarse al mundo en que viven.

Son personas en las que se puede comprobar que tienen una menor actividad de la zona frontal del cerebro, que es la que se encarga de regular la conducta. Y ese defecto, que es real y tangible, tiene soluciones que pueden aplicarse. Pero van más allá de tomar una pastilla al día. Influyen y pueden mejorarlo una dieta adecuada, una mejora de la calidad de sueño, el apoyo psicológico para adquirir habilidades de concentración y relajación, para reforzar la autoestima. Y sí, en algunos casos la medicación puede ayudar.

El problema es que hay personas con TDAH no diagnosticadas ni tratadas adecuadamente que ven de forma frustrante su día a día. Y al mismo tiempo hay montones de personas que están siendo medicadas sin tener realmente un TDAH.

Ya he escrito varios artículos sobre este tema. En este caso voy a centrarme en algo que habéis pedido a través de la Comunidad de Facebook: Los niños Nerviosos pero No Hiperactivos.

¿No son «Nerviosos» todos los niños, unos más y otros menos?

Esto es una apreciación personal. Pero hay más tendencia a diagnosticar como Hiperactivos a los niños de padres más mayores. Lo que pasa es que esto posiblemente no tiene que ver con los niños, sino con los padres.

Todos los niños son «nerviosos» para los padres. Hay unos que más y otros que menos. Pero debemos reconocer que cuanto mayores somos o menos tiempo tenemos, más nervioso nos parece nuestro hijo.

Seguir el ritmo de un niño es un esfuerzo sobrehumano para cualquier adulto en cuanto el niño supera los 2 años de vida.

Son así. Tienen un cerebro que está creciendo y desarrollándose a un ritmo asombroso y que se alimenta de estímulos. Tienen tanta necesidad de ellos como de respirar. Para eso inventó la naturaleza a los Hermanos. Os lo dice alguien que se crió con 6 hermanos más y que tiene un hijo único y ve la carencia que para él significa esa situación.

Ante esa realidad los padres tenemos varias opciones: entenderlo o verlo como un problema.

Los que lo entienden

Aún teniendo un sólo hijo y no planteándote darle hermanos, puedes hacer varias cosas:

Organizar tu agenda para que tenga el mayor tiempo posible compartido con otros niños: primos, amigos… La mayoría de los padres acabamos organizando gran parte de nuestra vida social en torno a las afinidades de amistad de nuestros hijos y eso está bien. Si además tienes afinidad con los padres de esos niños, mejor que mejor.

Dedicar tanto tiempo como puedas a compartirlo con él. Pero esto no significa ponerlo a hacer cosas contigo, sino ponerte a hacer cosas con él. Muchos padres se quejan de que sus hijos son nerviosos porque interrumpen constantemente las actividades de los padres. Pero es porque en muchos casos son actividades en las que el niño no tiene motivación alguna. Está bien que también haya actividades de ese tipo y que el niño llegue incluso a saber comportarse bien en ellas. Pero no es lo esperable las primeras veces que lo hacemos ni en niños muy pequeños.

– Entendiendo que cuando pasamos horas o días sin ofrecerle ninguna de las dos alternativas anteriores el niño esté especialmente nervioso. Estamos obligando a su cerebro a «aguantar la respiración» sin estímulos que necesita para crecer.

Desarrollando una paciencia infinita. Para entender que la mayoría de las cosas que nos desquician las hicimos nosotros de pequeños y es algo normal con su edad.

Los que lo ven como un problema que hay que solucionar

Hay padres que no entienden lo anterior. Como hacer lo descrito antes para compensarlo no es algo que salga de forma natural de los padres que no lo entienden, el cerebro del niño se convierte en una hoya a presión. Que estalla de forma intermitente para no hacerlo de forma definitiva. Por comparación, estos niños son claramente más «nerviosos» que otros de su entorno, y mucho más de lo que sus padres están preparados para soportar. Empiezan a plantearse si su hijo no tendrá un problema. Y se encuentra con la gran difusión que ha alcanzado el TDAH.

No todo son los padres, en el colegio también hay situaciones en las que se entiende poco las necesidades de los niños. En muchos colegios hay masificación, y la única forma de funcionar es una cadena de montaje bien engrasada en la que todos vayan al mismo ritmo. Para que no se queden demasiados atrás se ha ralentizado el paso. Muchos niños no soportan ese ritmo, no están motivados, se aburren, necesitarían actividades más centradas en sus peculiaridades…. Y esto es en muchos casos una utopía inalcanzable. A veces, aquél que entorpece la marcha de la cadena de montaje es sacado de ella, se le pone una etiqueta de averiado y hay que arreglarlo. El TDAH es una de las etiquetas más socorridas y usadas. Cuando en muchos casos lo que abría que hacer es desmontar totalmente la cadena de montaje.

Esto no es un ataque a los educadores. Varios de mis hermanos lo son. Hay educadores que luchan contra una masificación que no depende de ellos, contra una desmotivación que en algunos casos nace de los padres, contra montones de normativas que nada tienen que ver con mejorar la educación de sus alumnos y consiguen resultados que serían imposibles para cualquiera de nosotros. Y los hay que, como en cualquier otro trabajo, van a lo cómodo.

Debemos distinguir a los niños con TDAH real de los que no lo tienen

Para eso debemos evaluar la conducta del niño en todos los ámbitos posibles. Si un niño es capaz de concentrarse cuando juega con sus amigos, cuando realiza actividades que le gustan, cuando le prestamos atención participando en cosas que el pida hacer…. ¡No hay TDAH que valga! Hay un mundo que está negándole los estímulos que su cerebro en desarrollo necesita para no axfisiarse o que le está pidiendo que haga cosas que para el niño no tienen sentido.

Que un niño sea capaz de agotar a sus padres es lo normal. Pobres de los padres cuyo hijo no hace eso, porque posiblemente esté enfermo.

Que un niño al que se pauta tratamiento farmacológico para el TDAH empeore al tomarlo es un signo de que no lo sufre y que lo que realmente necesita es que sus padres y educadores entiendan que tiene unas necesidades que no están siendo atendidas.

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Niño hiperactivo y con deficit de atención TDAH

Déficit de atención hiperactividad en niños

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños (TDAH) es algo que cada vez se diagnostica más. ¿Quieres entenderlo?

Definición de hiperactividad y déficit de atención:

La conducta de los seres humanos se controla fundamentalmente con la zona anterior de nuestro cerebro (corteza frontal).
Estos niños tienen esta parte del cerebro como adormecida.
El resultado es falta de atención e incapacidad de concentrarse en una actividad de forma continuada.
Son niños «despistados» y que no paran, saltando continuamente de una cosa a otra. Lo que genera problemas de convivencia familiar y retraso escolar. Es frecuente que en la familia se tenga la idea de que es despistado o muy nervioso, pero sea en el colegio donde nos alerten de la posibilidad de que sufra de hiperactividad o déficit de atención.

Diagnóstico de hiperactividad y déficit de atención TDAH :

Conviene que sea valorado por un Psicólogo/Logopeda/Neurólogo infantil, que con la observación de la conducta y mediante una serie de encuestas os dará una opinión sobre su grado de TDAH.

Pero hay un método sencillo que vosotros mismos podéis realizar para aproximarse con bastante certeza al diagnóstico:

  • Establecer el diagnóstico de TDAH en menores de 5 años es algo complicado y poco útil, ya que los tratamientos usuales de esta patología (Metilfenidato y similares) no se indican antes de esta edad.
  • Ya que los niños hiperactivos tienen un «adormecimiento» de la zona anteriór del cerebro, el tratamiento consiste en algo que puede resultar llamativo: Estimulantes. (El metilfenidato es una anfetamina, de hecho). Suele extrañar cuando se explica, pero es fácil de entender si se hace bien: Cuando damos un estimulante a un niño que está como una moto todo el día porque su conducta no está controlada por la zona anterior de su cerebro, despertamos a esa zona, que actúa así para controlar la conducta, haciendo que el niño se concentre con más facilidad y pueda atender mejor a lo que los demás le dicen.
  • La prueba que os comentaba que podéis realizar vosotros mismos consiste en dar por la mañana en el desayuno, CAFÉ. Simplemente que desayune café con leche en lugar de hacerlo con Cacao. Probad durante una semana y decidle a su maestro que váis a probar un tratamiento con el niño, para que os comente si observa cambios en su comportamiento en clase. Al tiempo que vosotros observáis los cambios en casa. Si no le gusta el café solo podéis dárselo mezclado con cacao (Café Bombón).
  • Si el niño es sencillamente nervioso y despistado, pero no hiperactivo, lo normal es que el café lo ponga aún más nervioso.
  • Sólo si es realmente hiperactivo notaréis que mejora en su capacidad de concentrarse y de prestar atención a los demás. Es un efecto anormal de los estimulantes que aparece sólo en niños hiperactivos. Si la respuesta es esta: vuestro hijo es muy posiblemente hiperactivo y si mejora con café, adivinad el tratamiento: Pues café con leche todas las mañanas.

Tratamiento de la hiperactividad en niños:

El tratamiento oficialmente aceptado y más difundido suelen ser las anfetaminas (Rubifen® o Concerta®). Son más potentes que la cafeína, pero también tienen más efectos secundarios, por lo que cuando la cafeína es efectiva yo prefiero ésta a las anfetaminas.

  • Anfetaminas: Suele iniciarse el tratamiento a dosis bajas que se va subiendo poco a poco hasta la dosis normal recomendada. Hubo un tiempo en que el tratamiento se recomendaba sólo para los días de clase para evitar el fracaso escolar. Hoy en día se recomienda darlo todos los días, porque la convivencia familiar no es menos importante. La diferencia entre Rubifen® y Concerta® es que el segundo tiene un efecto más prolongado (24 horas) mientras el primero sólo unas 8 horas. Por lo que hoy día tiende a usarse el Concerta®.
  • Cafeína: Yo suelo recomendar el café con leche y no la Coca Cola por dos motivos: Las bebidas azucaradas son una de las principales causas de obesidad infantil hoy en día. No es cuestión de cambiar un hiperactivo por un obeso. La segunda es que hay estudios serios que relacionan la hiperactividad con el uso de aditivos químicos en la alimentación, de los que las bebidas son uno de sus mayores ejemplos.
  • Reducir la cantidad de aditivos químicos en la dieta. Es decir, prescindir de alimentos de producción industrial a favor de alimentos elaborados en la propia casa.
  • Reducir la ingesta de azúcar refinada. Es otro factor que se ha realcionado con el aumento de la hiperactividad en las sociedades «desarrolladas».
  • Dieta rica en Omega 3 (pescado azul y grasas vegetales) y omega 6 de origen vegetal. Evitando el exceso de Omega 6 de origen animal (carne grasa, manteca, piel de animales…). Mientras modificamos la dieta para que tenga una proporción adecuada de «Omegas», puede ser útil el aporte de suplementos de Omega 3.
  • Apoyo Psicológico y de Logopedia. Lo pongo el último, pero es para mí el esencial. Es mucho lo que se puede hacer para mejorar la capacidad de concentración y la motivación de los niños con este problema. No reduzcáis el tratamiento de vuestro hijo con TDAH a una pastilla. Hay mucho más que hacer por él. La dieta es importante, el apoyo Psicológico aún más.

Fracaso escolar:

El TDAH se ha hecho tan popular que ante el fracaso escolar, casi cualquier niño es catalogado como TDAH a la primera sospecha sin mayores pruebas.
Creo que es importante recordaros aquí que existen otras muchas causas de fracaso escolar entre las que destacaría otras dos:

  • Niños de familias con problemas. Divorcios traumáticos, violencia familiar y padres adictos a drogas o juego a la cabeza.
  • Niños «superdotados». No me gusta la palabra, pero el objetivo es que se entienda. No es raro que los niños con mayores capacidades resulten muy problemáticos en sistemas educativos que les ofrecen objetivos claramente inferiores a sus posibilidades. Pueden llegar a desarrollar cuadros de mala adaptación escolar mucho más complicados que los de niños con TDAH.
  • Niños desmotivados. Simplemente niños a los que la actividad escolar no les resulta atractiva y no prestan atención. Estos niños además, cuando se les realizan test para valorar el grado de concentración suelen dar puntuaciones bajas, porque los test le interesan tan poco como la actividad escolar en general.

Creo que se confunde muchas veces el déficit de atención con déficit de motivación. En estos tres casos lo esencial no es ningún tratamiento, sino el Apoyo Psicológico para resolver o asimilar mejor los conflictos que hay en su vida y para mejorar la motivación. Y es también importante el trabajo del logopeda para mejorar las capacidades que permitan al niño readaptarse al ritmo de su clase.

Sólo en los casos en los que hay un TDAH real será de ayuda el tratamiento. Y en estos casos el Apoyo por parte de Psicólogo y Logopeda es tan importante o más que el propio tratamiento farmacológico.

Se habla de que en realidad el TDAH es una invención de las empresas farmacéuticas para vender anfetaminas. Pero la realidad es que es un cuadro real, con base orgánica en el que el tratamiento adecuado (Psicología, Dieta, Medicación a veces) marca una diferencia importante en la vida del niño. Pero es importante diagnosticar adecuadamente y no quedarse en el mero tratamiento farmacológico para ayudar realmente a estos niños.

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¿Trastorno por déficit de atención o de motivación?

El trastorno por déficit de atención – hiperactividad (TDAH) se diagnostica cada vez con más frecuencia en niños. Tal vez con demasiada frecuencia.

Hace escasos 20 años esta enfermedad era prácticamente desconocida. Pero en la actualidad hay zonas donde se diagnostica de déficit de atención a uno de cada cinco niños o más.

El tratamiento en la mayoría de los casos es un medicamento, el metilfenidato. Es un estimulante. Para ser exactos una anfetamina. En los casos de déficit de atención reales, puede mejorar mucho la vida del niño. Pero en mi consulta veo una y otra vez diagnósticos más que dudosos.

Y en muchos casos existen alternativas al tratamiento menos agresivas y con menos efectos secundarios.

El primer problema es que creo que se diagnostica demasiado. ¿Y esto por qué?

Pues a mi parecer, el motivo es que no se tienen claras ciertas cosas:

¿Qué es de verdad el Trastorno por déficit de atención – hiperactividad o TDAH?

Es un defecto del cerebro. En las personas que lo sufren (también los hay adultos), la parte anterior del cerebro, que es la que regula la conducta, es menos activa de lo normal. Eso hace que les cueste mantener la atención y que su conducta sea desordenada.

Una de las cosas que resulta llamativa es que en los niños hiper-activos se use un estimulante como tratamiento. Pero es porque el efecto de los estimulantes en estas personas es diferente al que cabría esperar. Como el problema es que la parte que controla la conducta está como adormecida (por eso actúan de forma desordenada, lo que hace que les llamen hiper-activos), al darle un estimulante esta zona del cerebro se activa, tomando el control de la conducta. Pasa a actuar de una forma más centrada y controlada.

Del mismo modo, si le damos algún medicamento que habitualmente produce somnolencia (como los antihistamínicos) responden poniéndose más nerviosos.

La forma en que reaccionan ante estimulantes y medicamento que dan sueño es para mí más clara para diagnosticar un TDAH que cualquier otro test.

El problema a veces es que para hacer el diagnóstico se recurre a test basados en preguntas y respuestas.

Es cada vez más habitual que en los colegios se hagan evaluaciones psicológicas a los alumnos. Entre las pruebas que se realizan está cada vez con más frecuencia el diagnóstico de TDAH. Para eso se pasa un Test de preguntas y respuestas en el que se valora la capacidad de concentración del niño.

En algunos casos se pasan esas mismas pruebas en niños que tienen problemas de rendimiento escolar y ya se sospecha que pueda sufrirlo.

El problema es que en un niño que tiene mal rendimiento escolar porque los estudios no le motivan o le aburren (lo que puede hacerle parecer despistado), al pasar este tipo de prueba puede también tener la misma falta de motivación y que los resultados respalden la sospecha sin que sea real.

La falta de motivación de los niños en los estudios sí es cada vez más frecuente. Y yo creo que gran parte del diagnóstico que hoy en día se hace de TDAH corresponde en realidad a niños con falta de motivación.

Con mucha frecuencia llegan a mi consulta niños a los que se ha diagnosticado o catalogado como sospecha de TDAH y que en realidad no lo sufren.

¿Porqué creo que se tiende a sobre-diagnosticar y porqué es un problema?

Pues porque es más sencillo pensar que el problema de nuestro hijo se soluciona «dándole una pastillita» que abordar un problema psicológico como es la falta de motivación. Y más en adolescentes.

Ante esto se está viendo cada vez más niños diagnosticados de TDAH con efectos secundarios de la medicación y sin mejora de su supuesto TDAH.

Pero lo más grave no es eso, sino que muchos padres llegan a la conclusión de que diagnosticado y tratado; no ha funcionado; luego no hay solución. Se pasa por encima de lo que es más frecuente: la falta de motivación. Y no se hace nada, quedando estos niños tras el fracaso diagnóstico y de tratamiento sumidos en el fracaso escolar.

Otros aspectos a tener en cuenta

Ir más allá del tratamiento puramente farmacológico

De hecho yo prefiero empezar por otros enfoques. No puedo negar que soy un gran amante de la psicología. Y que veo a la Psiquiatría como un paliativo de nuestra incapacidad en muchos casos de dar soluciones más adecuadas. Recurrir a las anfetaminas y punto es un abordaje muy pobre incluso en los casos en los que el TADH está bien diagnosticado y en los que el niño mejora con el fármaco. Porque lo hace depender de él.

Hay muchos factores que pueden mejorar la hiperactividad y el déficit de atención con y aún sin el tratamiento farmacológico

Alimentación:

Se ha visto que en muchos niños el exceso de azúcar en la dieta, de grasas trans y de aditivos alimentarios como colorantes y conservantes empeoran el TADH y que dar una dieta en la que reduzcamos lo más posible estas sustancias supone una clara mejoría. Merece la pena controlar este aspecto.

Sueño:

Entre lo que presenta un niño con TADH y lo que podemos ver en un niño cuya calidad o tiempo de sueño es pobre no hay mucha diferencia: Tendrá dificultad para concentrarse y una conducta más desordenada. Y en muchos casos cosas tan simples como no dejar que un niño tenga televisión, ordenador, tablet o móvil en su habitación e insistir en que se vayan a la cama antes y sin estas distracciones es más que suficiente para apreciar una mejora en su conducta.

Apoyo psicológico:

Que un niño aprenda técnicas de concentración y relajación y los padres usen estrategias adecuadas para reforzar la motivación del niño, supera con mucho a largo plazo los beneficios de cualquier fármaco. Esto es algo en lo que no me da miedo generalizar. Siempre es mejor tener las herramientas para afrontar problemas vitales en nuestro interior, que depositar nuestra capacidad de adaptarnos a ellos en una pastilla que mañana puede o no estar ahí.

Incluso si nos garantizasen que nunca nos faltará, no hay mejor pastilla para trata la mente que la que nuestra propia mente es capaz de fabricar, adaptar a nuestras particularidades y regular según nuestras necesidades. Eso lo hace superar los problemas desde la psicología. Jamás lo consigue la farmacología.

La farmacología sólo nos ayuda en esos casos en los que la situación de partida psicológica es tan pobre que dificulta mucho dar los pasos iniciales. Pero esto es la excepción, no la regla.

 

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