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Qué hacer si mi hijo tiene tos

Qué hacer si tiene tos mi bebé, mi hijo, un niño

¿Tu bebé tiene Tos? Te explico claramente cómo actuar, si merece la pena o no tratarla y en caso necesario cómo decidimos los pediatras el tratamiento.

¿Qué es la tos?

La tos es un mecanismo de defensa. Sirve para expulsar de la vía respiratoria aquello que la irrita o puede entorpecer el paso de aire.

Cuando lo que se pretende es expulsar algo de la nariz se estornuda.

La tos aparece cuando lo que se quiere expulsar está en la garganta, la tráquea o los pulmones.

Lo que se produce es primero un intento de llenar los pulmones, inspirando con fuerza y después se contraen de forma brusca los músculos que actúan en la espiración. Así actúa un golpe de tos.

A veces ocurre sin que podamos controlarlo. Otras veces lo hacemos de forma voluntaria.

¿Merece la pena tratar a mi bebé cuando tiene tos?

Si entendemos que la tos es un mecanismo de defensa, no deberíamos tratarla nunca. Pero… sabéis que me encantan los peros….

No siempre los mecanismos de defensa actúan de forma adecuada.

Por ejemplo, en una alergia podemos responder tosiendo frente a algo, como el polen, que no es agresivo en absoluto.

Y el propio mecanismo de la tos puede empeorar seriamente la calidad de vida:

  • Candando. Hay toses muy persistentes que llega un momento en que resultan agotadoras. Pueden llegar a generar dolor por el daño que generan en la mucosa o en los músculos que actúan en la tos.
  • Probocando el vómito. Algunos bebés y niños tienen facilidad para vomitar. Pero, incluso en los que no tienen esa tendencia, una tos persistente puede dar lugar al vómito.
  • Impidiendo dormir. Cuando la tos dificulta que un bebé se duerma o le despierta con frecuencia en la noche, puede afectar seriamente al bienestar de una familia.

En estos casos en los que la tos ya empeora claramente la calidad de vida de un bebé, por supuesto que está indicado tratar la tos. 

Pero hay muchos niños que pueden tener siempre algo de tos. Si es poco frecuente o poco intensa y no afecta mucho a la calidad de vida lo mejor sería no tratarla. 

Hay niños que son bastante malos para darles cualquier medicamento. Aquí aplicaremos el sentido común. Si el tratamiento no es necesario para curar la enfermedad, y el bebé está mejor con su tos que con el cabreo que lía para darle la medicación, no se la des.

Causas más frecuentes de tos en un bebé, como se diferencian y cómo se tratan

Podemos distinguir dos tipos de tos principales:

  1. Tos productiva. Es la que consigue expulsar algo que está irritando la vía respiratoria o entorpeciendo el paso de aire por ella. Lo más habitual es que mueva moco. La llamamos también tos húmeda o con moco. En estas toses, si se trata es para reducir la producción de moco o para ayudar a expulsarlo.
  2. Tos improductiva. Es la que sólo expulsa aíre. A ver, toda tos, hasta la más seca del mundo expulsa siempre algo de moco, gérmenes o irritantes. La solemos llamar tos seca. En estas toses, cuando tratamos, lo que buscamos es reducir la irritación que desencadena la tos y la tos en sí misma.

Muchos problemas empiezan con un tipo de tos y luego cambian al otro. Por ejemplo en la Laringitis es frecuentes que aparezca con una tos seca, y que en pocos días pase a ser una tos productiva.

Otras características de la tos:

  1. Horario:
    1. Nocturna:
      1. Laringitis: Lo típico es que empiece durante la noche. El bebé o niño se acostó bien y de repente se despierta con una tos seca característica que suele describirse como de foca. Suele tratarse con corticoides inhalados y/o orales y antitusivos.
      2. Hipertrofia de adenoides o Vegetaciones: Es una tos con moco que aparece a las pocas horas de acostarse en episodios cortos que cesan cuando el bebé o niño elimina el moco de la garganta. Cuando tienen las vegetaciones grandes pueden toser también al despertarse por la mañana o cuando se agitan durante el día. Suele tratarse con corticoides nasales o en los casos más intensos operando para reducir el tamaño de las vegetaciones.
      3. Bronquitis: Cuando un niño con bronquitis se tumba el moco se acumula en los bronquios lo que suele acabar desencadenando una tos más intensa. Es muy parecida a la de la hipertrofia de adenoides, pero mucho más insistente. El motivo es que en las vegetaciones el moco está en la garganta y es más fácil limpiarla que cuando está en los bronquios. Suele tratarse con corticoides y broncodilatadores inhalados.
    2. Diurna:
      1. Tos irritativa: Es también llamada tos nerviosa. Su origen puede ser una alergia o una infección leve que produce una irritación de la mucosa de la garganta o la tráquea. El problema es que una vez que aparece esa irritación la propia tos puede perpetuarla. En muchos casos un simple catarro puede producir esta irritación. El niño nota el picor de garganta y tose para intentar eliminar aquello que le irrita. Pero esa tos puede también irritar la mucosa dando lugar a un círculo vicioso: Cuanto más tose, más pica, más tose…. De forma que puede mantenerse la tos incluso semanas después de que la causa desaparezca. Suelen tratarse con antihistamínicos y antitusivos.
    3. Tos alérgica. Podría considerarse un tipo concreto de tos irritativa y a veces puede llegar a generar bronquitis. Lo que las diferencia de las toses causadas por infección es que las alergias son más intensas cuando se exponen al alergeno. La más frecuente es la tos por alergia a pólenes. En esta es típico que aparezca por la mañana si salimos a la calle temprano, mejore a lo largo de las horas de más calor si no hay viento y empeore mucho en la tarde-noche cuando las temperaturas empiezan a bajar. Este horario corresponde al de concentraciones mayores de polen en el aire. En otras alergias como las causadas por ácaros o epitelios animales es típico que aparezcan tras exponerse a ellos. Suelen tratarse según su intensidad con antihistamínicos, corticoides…

Si quieres más información sobre cualquier cuadro concreto puedes hallarla aquí:

Catarro en niños y bebés.

Vegetaciones en niños y bebés.

Bronquitis en niños y bebés.

Laringitis en niños y bebés.

 

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? Infección del Pene: Qué hacer si al niño le pica al hacer pipí.

Balanitis, infección del pene, le pica al orinar

Infección del pene en niños. La Balanitis o irritación del prepucio y el glande. Te explico porqué se produce, cómo actuar y cómo evitarla.

El pene de los niños nace cubierto de una piel que llamamos prepucio. Antes o después esa piel debe poder retirarse con facilidad dejando al descubierto el glande.

Entre el prepucio y el glande queda un huevo que llamamos espacio balano prepucial. En él hay glándulas que producen secreción para mantener bien hidratado al glande.

Qué es la fimosis en un niño o en un bebé

Decimos que hay fimosis cuando la abertura del prepucio es tan escasa que no permite retirarlo hacia atrás para dejar el glande al descubierto.

Cuando esto ocurre las secreciones que se producen en ese espacio tienen dificultad para salir y pueden infectarse por una higiene deficiente. En realidad, porque resulta imposible realizarla.

Cuando se infecta produce una irritación en el pene del niño. 

Para resolver este problema os recomiendo que leáis el artículo sobre fimosis y cuidados del pene en el bebé.

Otras causas que pueden generar escozor en el pene de un niño que no tiene fimosis:

  • Lavarse mal a pesar de que pueda bajarse el prepucio.
  • Usar jabones agresivos en la zona.
  • Tocarse el pene con las manos sucias.
  • Dejarse restos de jabón por no enjuagarse bien.
  • Una infección de orina. En las infecciones de orina suele haber más síntomas:
    • Le pica o le duele al hacer pipí.
    • La orina tiene un olor más fuerte.
    • Puede tener fiebre.
    • Comen peor.
    • Dolor abdominal.

Si aparece alguno de estos síntomas o varios de ellos con el picor al orinar podemos saber si realmente hay infección de orina con una analítica.

Hay tiras reactivas que son muy rápidas y pueden descartar la infección de orina. Si la tira no detecta infección es casi seguro que no la hay.

Si la tira dice que puede haber infección, lo recomendable es confirmarlo con un sedimento de orina. Es una prueba que en cualquier hospital pueden realizar en menos de una hora. 

Cuando el sedimento confirma la infección se inicia el tratamiento con antibióticos y se hace un cultivo de la orina para identificar al germen que causa la infección y los antibióticos a los que es sensible o resistente. Pero este cultivo puede tardar entre 3 y 7 días en dar un resultado. En muchos casos, el resultado llega cuando el niño ya está bien. Pero si no va bien puede decirnos qué hacer. Hay veces que el antibiótico que hemos usado de entrada no mata al germen que causa la infección de orina. Si llega el resultado del cultivo nos puede decir cuál es el mejor tratamiento en ese caso.

Cuando no hay ningún signo de infección más que los que vemos en el pene y las analíticas son normales hablamos de balanitis (sólo infección del pene en su parte final).

Los síntomas que suelen aparecer en la balanitis son:

  • Inflamación del prepucio. A veces con un enrojecimiento llamativo y un abultamiento que puede asustar.
  • Mal olor por el crecimiento de bacterias en la secreción.
  • Dolor en el pene que empeora con el mínimo roce o al orinar. Cuando el niño puede expresarse suele decir que el pene le escuece, le pica, le duele
  • Es raro que haya fiebre. Si la hay valorar si hay infección de orina y si necesita tratamiento antibiótico por boca.
  • Secreción purulenta en la apertura del prepucio.

Diagnóstico y tratamiento cuando hay una infección del pene de un niño

No hace falta ninguna prueba complementaria para diagnosticar y tratar una balanitis.

Es algo muy evidente y suele responder muy bien al tratamiento con cremas antibióticas (mupirocina por ejemplo) y un anti-inflamatorio en jarabe, por ejemplo el ibuprofeno del que puedes calcular la dosis en esta calculadora.

La mayoría con esto ceden en 2-3 días como mucho.

Si no es así puede ser recomendable hacer un cultivo de la secreción para averiguar el germen causante y a qué antibióticos es más sensible o resistente.

Raramente es necesario dar antibiótico por boca. En casi todos los casos basta con aplicarlos directamente en la zona.

Pero además tenemos que pensar en la causa por la que se ha producido la infección del pene

Deberemos mejorar la higiene, en la mayoría de los casos siendo menos agresivos. No es necesario bajar la piel a diario y frotar con jabón. Eso es demasiado irritante.

Suele bastar con retirar el prepucio y enjuagar un poco con el mismo agua del baño. Y con hacerlo un par de veces por semana suele bastar.

Cuando el problema es una fimosis o adherencias balano prepuciales pueden resolverse de forma «civilizada» como te explico en el artículo anteriormente citado sobre cuidados del pene.

Dar tirones fuertes es contraproducente. Puede empeorar el problema por generar cicatrices que estrechen aún más el prepucio. Y además hacerlo es muy doloroso para el niño.

Lo que os recomiendo es que solucionéis este tema cuando el niño es aún pequeño. Muchos a partir de los 3-4 años ya no permiten que les hagas nada en la zona y entonces puede prolongarse el problema dando lugar a infecciones repetidas en el pene.

Si esto ocurre puede dar lugar a una fimosis cada vez más marcada, ya que la inflamación y las cicatrices sucesivas en el prepucio pueden ir estrechando cada vez más a apertura.

Para mí una buena edad para arreglar el tema es entre los 6 meses y el año de vida.

Por tanto si ves el pene de tu hijo irritado o inflamado y se queja de picor o escozor al orinar:

  • No te preocupes. No suele ser grave y tiene fácil solución.
  • Si tiene fiebre acude al médico por si puede necesitar tratamiento antibiótico por boca y descartar infección de orina.
  • Si no hay fiebre, ni dolor de barriga. Cuando sólo está la inflamación y el escozor de la zona suele bastar con un jarabe que baje la inflamación y un crema que combata la infección.
  • Tras resolver el problema inmediato de la infección, debemos intentar resolver la fimosis si la hay y replantearnos la higiene que hacemos.