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Alimentación complementaria en bebés

Los objetivos en la alimentación complementaria del bebé

Cómo pasar en los bebés de la leche como único alimento a una alimentación completa. ¿Cuáles son los límites reales a tener en cuenta?

Posiblemente si sois unos padres de un bebé de 4-6 meses estéis un poco perdidos. Lleváis unos meses en los que habréis lidiado a lo mejor con algunos problemas con la alimentación. ¿Cuándo tenía que comer y qué cantidad eran vuestras dudas esenciales desde que nació vuestro hijo.

Pero a estas alturas posiblemente os estén «bombardeando»: ¿Cuándo vas a empezar a darle otras cosas? Yo con su edad ya le daba… La leche ya no le alimenta…

La cuestión es que cuando os decidís a buscar información encuentras muchas contradictorias.

De hecho, en esta misma web hay mucha información sobre el tema, y ahora me he decidido a añadir esto porque pienso que ni siquiera yo he sido lo bastante claro hasta ahora.

Intentaré que este artículo lo sea. Y sobre todo desterrar mitos y centrarnos en lo que de verdad está justificado.

Ideas claras para empezar la alimentación complementaria:

  1. Se llama complementaria porque hasta el año la leche sigue siendo lo esencial. De hecho hay niños que siguen tomando sólo leche hasta casi el año y sin problemas. Eso significa que es importante que lo toméis con naturalidad. Si un bebé con menos de un año no acepta muy bien una toma de comida, le ofrecemos leche y «santaspascuas». Para que un niño esté bien alimentado necesita Macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas), que en la leche están en cantidad y proporción suficiente. Por eso un bebé puede estar meses tomando sólo leche. Pero también están los Micronutrientes (vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos y ácidos grasos esenciales…. son cientos diferentes). Aquí lo más difícil es tener una dieta lo suficientemente variada para tenerlos todos. La cantidad es muy pequeña y es fácil de alcanzar, pero para tenerlos todos tiene que tener una dieta muy variada. Si logramos una dieta tan variada que aporte todos los Macronutrientes (leche a demanda) y Micronutrientes (de todo lo demás aunque sea en cantidades muy pequeñas), el niño estará Bien Nutrido.
  2. Otro objetivo es evitar las Alergias Alimentarias. Claramente hemos fallado en esto con la estrategia clásica. Se pensó que retrasar la introducción de los alimentos más difíciles de digerir y alergénicos hasta que el intestino madurase era la estrategia adecuada. Pero ha fallado estrepitosamente. No sólo no han bajado, sino que se han disparado las alergias. Puedes leer aquí el porqué.
  3. El otro objetivo es que la relación del bebé con la comida sea buena. La forma en la que el bebé empieza a relacionarse con la comida en estos primeros años puede marcar mucho tiempo su actitud ante la alimentación. Pelear, por ejemplo, para que «se acabe la comida» es la mejor forma de que la próxima vez que te vea aparecer con ella te ponga mala cara antes de empezar. Entretenerlo para que coma más es hacerlo un comedor pasivo, y luego te quejarás de que tienes que darle de comer con 5-6 años. Cuando el niño está preparado desde que muestra interés por la comida para alimentarse por sí solo.

Cuándo empezar con la alimentación complementaria

Las recomendaciones en las que hay consenso decían (y yo también) que si no hay una causa real para hacerlo en otro momento, se consigue reducir la incidencia de alergias alimentarias si hasta los 6 meses toma sólo leche y desde esa edad no tardamos en introducir una alimentación completa.

Cada vez está más claro que en realidad introducir los alimentos tarde favorece la aparición de alergias alimentarias.

Motivos NO JUSTIFICADOS pero muy frecuentes para iniciar pronto la Alimentación Complementaria:

  • Empezar con zumos de fruta porque está estreñido. Para empezar, la mayoría de los casos de estreñimiento en lactantes no lo son. Son lo que se llama pseudo-estreñimiento del lactante. Y en el estreñimiento, el zumo no es solución, sino la fruta completa con su fibra. Además de que los zumos no me gustan un pelo.
  • Darle cereales en la cena para que duerma mejor. Es muy frecuente que empiecen a plantearse esto los padres cuando entre los 5 y 7 meses cambia el patrón de sueño de los niños. Pero el hecho de que empiecen a despertarse más no tiene nada que ver con el hambre. Si fuese cuestión de eso bastaría con darle más cantidad de leche.
  • Porque a los familiares se les ocurre que ya toca. Pues eso. Que entre las múltiples formas que algunos tienen de inmiscuirse en la forma en la que criáis a vuestro hijo está el decirte cuándo hacer qué. Ya te darás cuenta de que hay quien siempre te dirá que lo hacéis mal. Si lo haces porque no debías y si no lo haces porque ya es hora…

Motivos JUSTIFICADOS para no demorar el inicio de la Alimentación Complementaria:

  • Confianza en los Instintos del bebé. Soy un convencido del método BLW. Este método surgió tras décadas de normas en la introducción de la alimentación que complicaban mucho el proceso y al final se ha demostrado que generaban problemas. Se planteó entonces un ejercicio de humildad: Esto lleva miles de generaciones funcionando si que haya expertos que definan cómo hacerlo. Y lo ha hecho porque el desarrollo normal de los bebés incluye una serie de habilidades y conductas instintivas que van sucediéndose de forma espontánea y funcionan. La clave es que los bebés, en general hacen lo que hacen, “Cuando lo necesitan y están preparados para hacerlo”.  La mejor opción es permitir el desarrollo del bebé tal como manifiesta sus instintos a no ser que tengamos un motivo justificado para interferir.
  • Alergias Alimentarias. Ya se ha demostrado que retrasar la introducción de alimentos no previene las alergias, sino que hace coincidir con más facilidad esa introducción con infecciones en las que el sistema defensivo está activado, buscando al culpable, y es más fácil que cometa un error y culpe al alimento del daño generado por la infección. Así aparecen las Alergias Alimentarias. Cualquier retraso de la introducción de alimentos debe estar muy justificado, porque tiene un coste en forma de aumento de las Alergias Alimentarias. 
  • Complementar con Micronutrientes su dieta. Cuando un niño nace ha recibido durante el embarazo una reserva de micronutrientes (minerales, vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos esenciales…) que va a usar durante los primeros meses de vida. Muchos de estos micronutrientes son escasos en la Leche. Los Macronutrientes no son un problema. Proteínas, grasas e hidratos de carbono están en la leche en cantidad y proporción más que adecuadas. Pero antes o después (influyen muchos factores, como la prematuridad, la eficiencia de la placenta, la situación nutricional de la madre durante el embarazo) empieza a tener una carencia de algunos de esos micronutrientes. Surge entonces el instinto de echárselo todo a la boca. Recuerda, el bebé hace las cosas cuando está preparado y lo necesita. Pero a pesar de que lo prueba todo, comer come muy poco. Lo que está buscando ese instinto no es cubrir los Macronutrientes, sino una cantidad muy pequeña pero de una gran variedad de micronutrientes. Para eso sirve que se lo eche todo a la boca, a pesar de que lo expulsa con el reflejo extrusivo. Está coleccionando micronutrientes: Cantidades pequeñas de todo lo que pilla.

El momento que ahora recomiendo para introducir la alimentación complementaria es aquel en que al bebé le llama claramente la atención nuestra comida.

Eso hay niños en los que ocurre a los 4 meses y otros en los que a los 7…

Poner una fecha exacta (6 meses) para el BLW es absurdo: “Hasta los 6 meses menos un día no puede probar nada ¿y al día siguiente puede probar de todo?”.

Algunos lo hacen porque dicen que haciéndolo se defiende la Lactancia Materna Exclusiva. 

Si introduces purés y en un mes tu bebé está tomando 4 papillas al día, claro que te has cargado la lactancia materna. De repente has cubierto el 80% de las necesidades de comida de tu hijo con Alimentación Complementaria. La producción de leche va a bajar en picado. 

Pero si lo haces con BLW, va a probar de todo, pero la cantidad de comida que va a tomar no cubrirá ni el 10% de sus necesidades. Tardará muchos meses, en un proceso gradual, en cubrir una parte significativa de sus necesidades. 

¿En qué orden introducir los alimentos en la dieta de un bebé? Otra alternativa.

Hay tantas guías como pediatras. A modo de ejemplo, para los que prefieran tener una de esas guías en esta web tenéis dos: Una para los niños que hacen lactancia materna y otra para los que hacen lactancia artificial.

Pero os aclaro que aunque presentan un orden «justificado», en realidad hay muy pocos límites reales a lo que debe y cuándo debe introducirse en la alimentación.

Ya no uso listas, porque son un error que genera problemas frecuentes.

Así que os voy a exponer un planteamiento alternativo a esas dos listas para los que escojáis que va más con vuestra forma de ser y especialmente con la del bebé.

Teniendo claro que el objetivo es que nuestro hijo acabe teniendo una alimentación lo más variada posible y que su relación con la comida sea buena, ¿te gustaría que…?

  • ¿…Descubrir alimentos nuevos no sea una lucha sino algo incentivado por su propia curiosidad?
  • ¿…Respetar el ritmo al que él mismo se interesa por los alimentos mientras no haya una causa real para hacer otra cosa?
  • ¿…Que acabe comiendo de forma autónoma y al mismo tiempo tenga una dieta variada y disfrute de las comidas?

Eso es lo que pretende una forma de alimentación llamada Baby Led Weaning. El problema es que la mayoría lo asocia simplemente con la «excentricidad» de alimentar a los bebés sin purés dejando que jueguen con la comida y lo pongan todo pringado para acabar por no comer casi nada.

En realidad consiste en hacer del niño el principal actor de la introducción de la alimentación, aprovechando dos cualidades propias de su edad: La curiosidad y la imitación.

Casi todos los padres que dan sus tomas regladas descubren antes o después que su hijo, que antes tomaba genial los potitos, pasa cada vez más de ellos y sin embargo empieza a pirrarse por nuestra comida. El Baby Led Weaning lo que propone es: ¿Qué problema hay si empezamos por ahí, que es en realidad a donde queremos llegar? Pues eso, no parece muy absurdo. Especialmente cuando no hay un motivo para no hacerlo.

Para que esto funcione es esencial entender que mientras no tengamos un motivo claro para hacerlo de otro modo:

  • La cantidad de comida la marca el niño.
  • En cuanto a la variedad, nosotros ofrecemos variedad y el niño por curiosidad empieza a probar. La única forma en la que inducimos que pruebe alimentos nuevos es ofreciéndolos con más frecuencia.

Los únicos límites temporales en cuanto a variedad realmente justificados son:

  1. No dar antes del año:
    1. Leche de vaca entera. Se suele asumir que a partir del año es cuando la mayoría de los bebés tienen un intestino suficientemente maduro para tomar leche entera. Darla antes puede generar intolerancias con más facilidad. Sí pueden tomar leche adaptada, yogur o queso desde el momento que muestre interés por probarlos.
    2. Miel cruda. En la miel hay con frecuencia esporas de Clostridium botulini. Un germen que en niños pequeños es capaz de producir una intoxicación grave. Es más fácil cuando la flora intestinal no está aún muy madura y cualquier germen como éste tiene más facilidad de crecer. Y mientras la barrera que filtra todo lo que entra en el cerebro es más inmadura. Se considera que el límite a partir del que es seguro darla es en torno al año.
    3. Verduras de hoja verde. Son muy ricas en nitritos y pueden producir una intoxicación. También se recomienda que no tomen mucha cantidad ni con mucha frecuencia durante el primer año de vida..
  2. No dar antes de los dos años:
    1. Cantidades Importantes ni frecuentes de Pescado azul grande y marisco. Son animales que filtran mucha agua y su cuerpo es muy rico en grasa. En esa grasa se acumulan impurezas que por culpa de la contaminación de los mares pueden ser peligrosas. Especialmente los metales pesados son más peligrosos en los niños durante la primera fase del desarrollo cerebral. Se considera seguro darlos por encima de los 2 años. Pueden tomar cantidades esporádicas y pequeñas.
    2. Nada de Huevo crudo. En el huevo puede haber salmonela. Pero en la mayoría de los casos está en escasa cantidad para producir una infección. Nuestro estómago es capaz de destruirla con su secreción ácida mientras no sean muchas las bacterias. Pero los niños pequeños producen menos ácido en su estómago, por lo que una cantidad menor de germen es capaz de producir la infección. De nuevo se habla de los 2 años como la edad segura para tomar merengue, pan mojado en la yema de un huevo frito, o en un huevo semi-cocido (pasado por agua), mayonesa, crema pastelera…
  3. No antes de los 4 años:
    1. Frutos secos si no están triturados y humedecidos. Triturados y humedecidos no hay problema. Aquí el peligro es el atragantamiento. Los frutos secos son la causa más frecuente de muerte por atragantamiento en niños. Y lo son porque cuando nos atragantamos con otras cosas, como pan, galleta, patata frita (otros objetos sólidos que se trituran en fragmentos y pueden aspirarse hacia la vía respiratoria)… son alimentos que en medio húmedo se deshacen. Mientras que los fragmentos de frutos secos se hinchan, de modo que un trocito de 1 mm en el bronquio puede multiplicar su tamaño por 5 y hacer que el niño se ahogue. Pero en cuanto a las alergias, se ha visto que tomar los frutos secos tarde favorece la aparición de alergias. ¿Cómo combinar ambas realidades? Podemos dar frutos secos triturados y humedecidos. Es decir, un bizcocho que en la masa lleve almendra, nuez, cacahuete, avellana… muy molidas no tiene ese problema de atragantamiento. Porque esos frutos secos en la masa han cocido y se han humedecido dilatándose ya. Pasa igual con las salsas que lleven esos frutos secos muy picados y cuezan un buen rato. En estas formas sí es bueno dar frutos secos y cuanto antes.

Quitando estos alimentos, no hay ninguna justificación real para que cualquiera de los demás alimentos no pueda tomarlos un niño de más de 6 meses. Y de hecho se recomienda que para evitar alergias el huevo, o los frutos secos se introduzcan pronto.

Lo que sí es recomendable es que aunque el orden sea marcado por las preferencias del niño, anotemos en algún lugar cuando empezó a tomar cada alimento nuevo. Porque estos datos pueden ayudarnos a identificar alergias si aparecen.

Sólido o puré en la alimentación complementaria

Una de las bases del BLW es dar al bebé alimentos no triturados. 

Lo que el niño muestra interés por hacer es coger todos los objetos (comida incluida) y llevárselos a la boca. 

Siempre cuando sale este tema se plantea el riesgo de atragantamiento. 

Tal como lo explico a los padres:

Antes o después tu hijo gateará y caminará. Dejarás de poder controlarlo constantemente. Y tendrá dientes. 

Si llega a esa situación sin saber manejar los sólidos en su boca el riesgo de ahogamiento sube y mucho.

La pregunta clave es: ¿Prefieres que tu hijo aprenda a manejar los sólidos en la boca contigo delante, o sin ti?

Yo claramente preferiría que fuese con un adulto presente.

Por tanto debemos hacer esa tarea cuando el niño aún no tiene autonomía para desplaces sin control. 

Si queremos además reducir el riesgo de ahogamiento mientras aprende establecemos 3 grupos de alimentos:

  1. Tan duro que no puede partirlo y tan grande que no le cabe en la boca. Con estos alimentos, no teniendo dientes el riesgo de ahogamiento es 0, ya que no puede introducirlos realmente en la boca. Sólo puede chuparlos. Ejemplos: Una manzana pelada entera, una pera pelada entera, Melocotón pelado entero, Ciruela pelada entera…. Trozo grande de pan duro. Filete grande y grueso de carne…. Media naranja cortada y sin pepitas….
  2. Alimentos tan blandos que se deshacen con sólo frotarlos suavemente. Son alimentos que no pueden llegar a la garganta formando un bloque sólido que la bloquee. Puedes atragantarte con ellos como puedes hacerlo con leche, pero no puedes ahogarte. Ejemplos: Sopa de fideos finos bien cocidos, arroz blando bien cocinado, patata cocida muy blanda, zanahoria cocida muy blanda, lentejas tan cocidas que se deshacen fácilmente….
  3. Por último, a evitar al principio: Alimentos que pueda partir, pero cuesta deshacer. Cuando veo como imagen típica de BLW los “fingers de manzana” (tira de manzana en forma de dedo), la verdad. Una tira de manzana puede partirse. Y si ese trozo está duro y se va hacia la garganta puede ahogar a un niño. De hecho la manzana es el alimento con el que hay más atragantamiento haciendo BLW. 

Lo normal es empezar con los alimentos del grupo 1 y 2. Y dejar los del grupo 3 para cuando el bebé lleva ya semanas practicando con los dos anteriores. El grupo 1 y 2 pueden iniciarse cuando aún tiene reflejo extrusivo. El 3º grupo sí tiene sentido que se haga cuando desparezca ese reflejo extrusivo, ya que su desparación indica que el bebé se considera preparado para tragar sólidos.

Lo mejor es que sea capaz de manejar todos los sólidos antes de que tenga dientes y autonomía para explorar por su cuenta.

Evitar malos hábitos alimenticios

  • Evita los alimentos «de consumo». Llamo así a aquellos alimentos que no existían hace 100 años y todos ricos en azúcar: Zumos con leche, yogur de sabores, bios, petit, yogures líquidos para subir las defensas, chuches en general, gusanitos en particular, ketchup….
  • No entretener a los niños (televisión, móvil, tablet…) para que coman. Que coma si tiene hambre, y si no, lo hará en la comida siguiente. Pero no lo conviertas en un comedor pasivo: Zombi embobado que engulle porque le das mientas está distraído en otra cosa.
  • No uses la comida como forma de entretenerlo. No le des el trozo de pan o la galleta cuando está aburrido, no quiere ir en el carro o llora sin más. Las necesidades afectivas se alivian con afecto, no con comida. Si sustituyes afecto por comida acabará teniendo un circuito inconsciente que le dirá: «La ansiedad se quita comiendo» = Obesidad.
  • No pelees con tu hijo para que coma un poco más. Sólo conseguirás hacer desagradable la comida y transformar la comida en lo que no es: Un elemento de juego, disputa o pieza de cambio para otros problemas.

Con esto creo que podéis abordar esta aventura. Todo lo demás que suele decirse es complicar lo que no tiene más ciencia. Hay mucho de tradición pasada de persona a persona en cuanto a cómo hacerlo que no tiene ninguna justificación. Os animo a que en nuestra comunidad de Facebook comentéis vuestra experiencia y las recomendaciones que os han hecho en vuestro caso.

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Maduración del Sistema Defensivo Infantil

Detrás de muchas infecciones que se cronifican hay un sistema defensivo Hiperreactivo

Si te preocupa el sistema defensivo de tu hijo esta reflexión puede ayudarte a entender si realmente algo va mal y cómo actuar para mejorarlo.

Cuando hablamos de defensas en los niños solemos pensar en las infecciones, en lo recurrentes que son y lo desesperantes que pueden resultar, especialmente entre el año y los 3 años.

Muchos padres durante este periodo ven cómo su hijo no pasa dos semanas sin una nueva infección. Lo que es un desafío para la organización familiar en no pocos casos. Pero además causa preocupación, porque nos da la impresión de que es el nuestro el único que está pasando por eso.

Surgen dudas que podrían resumirse en “¿tiene las defensas bajas”. Y en “¿hay algo que pueda hacer para subir sus defensas?”.

Te propongo una visión diferente.

Maduración del Sistema Defensivo Infantil

El sistema defensivo es una de las piezas clave de nuestra salud. Y como otros muchos elementos del organismo debe madurar hasta estar preparado para cumplir de forma adecuada su función.

Básicamente su trabajo es mantener el orden en el organismo:

  1. Conteniendo a los gérmenes para que no generen daño. Lo cuál no siempre implica destruirlos. Son millones de gérmenes los que conviven en el organismo con nosotros, incluso en zonas que considerábamos estériles, donde cada vez entendemos mejor que están cumpliendo funciones importantes para nuestra salud.
  2. Impidiendo que un tipo de células crezca donde no debe. Constantemente se generan tumores en nuestro cuerpo, pero el sistema defensivo localiza y destruye la gran mayoría de ellos.

Para cumplir esta función los primeros años son claves, porque en ellos se produce una modulación y aprendizaje del sistema defensivo que le permiten realizar bien su trabajo el resto de nuestra vida.

En algunos casos el resultado no es bueno:

  1. Inmunodeficiencias genéticas. Hay personas que nacen con unos genes que pueden producir un mal funcionamiento del sistema defensivo. Cuando falta alguna de las piezas clave para que cumpla su función. Un ejemplo de esto son los defectos del Complemento (unas moléculas que el sistema defensivo usa para destruir gérmenes agresivos).
  2. Inmunodeficiencias por malnutrición. En los casos en los que la genética está bien, puede fallar un aporte insuficiente de algunos nutrientes imprescindibles para el correcto funcionamiento del sistema defensivo, como Hierro, Vitamina C…. Este fue un problema muy extendido en la historia humana. La malnutrición era casi la norma. Por eso cuando vemos que el sistema defensivo de un niño parece no funcionar bien pensamos inmediatamente en darle algún complemento nutricional para subir las defensas.

Cuando un niño tiene inmunodeficiencia, sea genética o por malnutrición se manifiesta como una tendencia clara a complicar las infecciones, necesitando con frecuencia el uso de Antibióticos Intravenosos.

Si un niño necesita ser ingresado con frecuencia en el Hospital para que le administren estos Antibióticos es porque su sistema defensivo ha fracasado en su función principal.

Esto, por suerte, es algo excepcional.

La gran mayoría de los niños que vemos en las consultas de Pediatría en la actualidad no son así. Sino todo lo contrario. Son niños en los que el ajuste del Sistema Defensivo no está fallando por defecto, sino por exceso. Niños que más que Antibióticos consumen de forma repetida corticoides y antihistamínicos. Medicamentos que no ayudan a defenderse contra las infecciones, sino a reducir una respuesta del Sistema Defensivo excesiva frente a esas infecciones.

Cuando esto ocurre, las infecciones normales que cualquier niño sano elimina en cuestión de un par de días pueden cronificarse, tardando semanas en resolverse o entrando en un estado de “siempre malo” en el que cuesta diferenciar cuándo acabó la penúltima infección y ha empezado la última.

Niños que siempre están con mocos y tos, con fiebres intermitentes que no acaban de desaparecer, con bronquitis, otitis, amigdalitis, laringitis constantes. Con diarreas intermitentes y malestar abdominal poco definido pero prolongado.

Llega un momento que el sistema defensivo está tan alterado que acaba respondiendo de forma inadecuada incluso a cosas no agresivas, con manifestaciones alérgicas como dermatitis atópica, alergias alimentarias, a pólenes, ácaros….

Cada vez es más frecuente todo esto, que agrupamos en el nombre de Hiperreactividad.

Al final del camino llega a una situación de tal confusión que puede atacar incluso al propio cuerpo generando Auntoinmunidad: Reacciones en las que el sistema defensivo ataca al propio cuerpo.

Cuando esta modulación ha fracasado generando Alergias y Autoinmunidad, es tal el consumo erróneo de recursos, que empieza a fracasar en la que era su función real. Aparecen infecciones oportunistas y muchos tumores no son detectados y eliminados.

Causas y soluciones de la Hiperreactividad

En este artículo no voy a entrar a fondo, porque quiero hacerlo en otros específicos de cada tema, pero sí voy a hacer una reflexión:

Estamos poniendo parches.

Cada vez que diagnosticamos una alergias y tratamos los síntomas o evitamos al alergeno, pero sin intentar normalizar la Regulación del Sistema Denfensivo, estamos poniendo un parche.

Lo normal es que tras ese problema aparezca otro, y otro, y otro….

En algunos pacientes no hacemos sino vigilar al paciente para ver cuál será la próxima alergia, la próxima reacción Autoinmune, el próximo brote de dermatitis.

Cuando lo que deberíamos hacer ante cualquiera de esas manifestaciones es plantearnos qué está fallando para que la Regulación Inmunológica esté generando estos problemas en serie. Y actuar aliviando los síntomas del problema de turno, pero con una estrategia de fondo que lleve a normalizar el funcionamiento del Sistema Inmunológico.

Apuntaré algunos de los elementos sobre los que podemos actuar para lograr este objetivo:

Nutrición inadecuada. Un exceso de Omega 6 y 9 de origen animal o una carencia de Omega 3 puede generar una mayor tendencia a la inflamación en los tejidos. También una dieta rica en azúcar y pobre en fibra puede ser negativa por favorecer el desarrollo de una flora alterada.

Flora alterada. En el intestino está el 70% de nuestro sistema defensivo. Tener una flora que lo excita constantemente puede generar hiperreactividad. Tener por el contrario una más amigable que no ataca y genera sustancias que calman al sistema defensivo puede reducir la hiperreactividad. Es importante favorecer que la flora intestinal del niño tenga la mayor variedad posible y evitar el uso de antibióticos cuando no sean necesarios, ya que pueden generar desequilibrios importantes que pueden llevar a una flora agresiva. Los gérmenes amigables se alimentan de fibra, los agresivos aprovechan para crecer y desplazarlos cuando hay un exceso de azúcares libres y falta de fibra en la dieta.

– Exposición solar. Una agresión solar que genere quemaduras puede ser perjudicial, pero una falta de exposición solar también es mala, ya que la radiación solar tiene un efecto inmunomodulador fundamental. Deberíamos exponer a los niños al sol tanto como sea posible sin que se quemen.

– Exposición a alergenos pobre. Un exceso de higiene o un entorno demasiado artificial hace que sustancias naturales sean algo extraño contra lo que puede acabar reaccionándose si los contactos son muy esporádicos y coinciden por casualidad con un daño. Exponer de forma regular a los alergenos cuando no hay daño asociado es la mejor forma de generar tolerancia y evitar alergias. Una vez generada la alergia, se puede llegar a eliminar con estrategias de tolerancia progresiva.

Medicación específica. En estos niños vamos a usar mucho antihistamínicos y corticoides para modular la respuesta del sistema defensivo. Pero hay medicamentos que van más allá del alivio de un síntoma y pueden modular al sistema defensivo en su conjunto. Algunos como los inhibidores de leucotrienos pueden ser muy útiles como tratamiento de fondo.

En cada niño, dependiendo de sus antecedentes, de sus síntomas y de sus condiciones de vida tendremos que diseñar una estrategia adecuada. Pero esto es posible, consiguiéndose especialmente en los primeros años de vida normalizar el funcionamiento del Sistema Defensivo. Lo que puede hacer que acabe siendo un Aliado en la salud futura del niño, y no un generador constante de problemas el resto de su vida.

No nos perdamos en una sucesión interminable de síntomas y abordemos el problema de fondo: La maduración adecuada del Sistema Defensivo.

 

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Dermatitis Atópica

Dermatitis atópica en niños y bebes.

Qué es la dermatitis atópica que sufren entre el 10 y 20% de niños y bebés, cómo cuidar este tipo de piel y cómo tratar los brotes. Tratamiento preventivo.

Qué es la dermatitis atópica

La Dermatitis atópica no es sólo una piel más seca de lo normal, con poca secreción de grasa. Esa grasa debería formar una capa de protección frente a irritantes con los que tenemos contacto todos los días.

La Dermatitis Atópica es fundamentalmente la expresión en la piel de un mal funcionamiento del Sistema Defensivo.

Si un niño tiene la piel seca, pero no se hidrata, hidrátala.

Pero la dermatitis atópica de verdad, la que hace que un niño duerma mal por el picor y no pare de rascarse, la que cambia el carácter del niño volviéndolo más irritable, la que se acompaña de alergias alimentarias y respiratorias y acaba marcando la vida de muchos niños…. Esa no se va a mejorar jamás encontrando la crema perfecta para su piel.

Estos pacientes tienen siempre una piel más seca, en la que de vez en cuando aparecen reacciones ante irritantes en forma de eccemas o prúrigo:

  • Un eccema es una inflamación de la piel seca con descamación y picor.

Eccema en dermatitis atópica

  • Un prúrigo es la aparición de puntos con picor e inflamación de la piel: granos.

Lo importante en la Dermatitis astópica no es lograr que tenga la piel suave, sino normalizar el funcionamiento del Sistema Defensivo del niño.

Hay que distinguir entre lo que podemos hacer para cuidarla y el tratamiento de los brotes en sí.

Cómo cuidar la piel en niños y bebés con dermatitis atópica

Evitar irritantes en su ambiente:

La ropa interior que usan los niños con dermatitis atópica, (especialmente la de cama: sábanas, funda de almohada, pijama) deberían ser de algodón 100% y sin colorantes.

Hay que reducir la cantidad de polvo que hay en su ambiente, especialmente en su dormitorio, que es el sitio en el que pasa la mayor parte de su tiempo. En el polvo proliferan unos insectos microscópicos llamados ácaros, que son uno de los mayores irritantes para la dermatitis atópica. La habitación de un niño con dermatitis debe estar lo más despejada posible, para facilitar su limpieza. En especial debe evitarse que en ella haya: peluches (que además suelen estar hechos de fibras artificiales), estanterías con libros, alfombras, cortinas y posters.

Además, los ácaros proliferan con más facilidad en ambientes con temperatura y humedad constantes, por lo que conviene ventilar bien la habitación todos los días.

Hay niños cuya dermatitis atópica empeora en verano por culpa del sudor. Con el sudor se pegan sustancias como el polen, la contaminación, polvo… que irritan la piel. Por ello, además de su baño diario, cuando en verano sudan mucho es bueno ducharlos a media tarde, sin jabón siquiera, simplemente para quitarles el sudor de encima.

Después del baño deben secarse con toallas de algodón y empapando, sin frotar. No frotamos, para no eliminar totalmente la grasa que sobre la piel dejan los jabones y aceites de baño para dermatitis.

Otro irritante importante para la dermatitis atópica puede ser el cloro de las piscinas. Por ello, deben ducharse en cuanto salgan del agua. Y si se puede elegir les va mejor la depuración por sal o el agua de mar que el cloro.

Si en zonas de contacto con joyería (p.ej. pendientes en las niñas) aparecen eccemas con frecuencia, conviene eliminar las joyas.

Reponer la capa protectora de grasa que no tiene de forma natural:

Consiste en formar sobre su piel una capa grasa de protección, de la que el niño con dermatitis atópica, carece.

Hay muchas cremas hidratantes para pieles secas en la farmacia. No hay forma de saber cual le irá bien a cada niño hasta que la prueba. Así que a probar, y si una le va bien no la cambies.

Evitar alimentos que favorezcan los brotes de dermatitis atópica:

Hay ciertos alimentos que son ricos en histaminas. Las histaminas son sustancias que también produce nuestro cuerpo para reaccionar frente a irritantes.

De hecho el tratamiento más básico de las alergias son los anti-histamínicos.

Por tanto si comemos alimentos ricos en histaminas pueden aparecer reacciones alérgicas con más facilidad.

El primer alimento de esta lista es el chocolate: No es que los niños a los que salen granos al tomar chocolate sean alérgicos a él.

La mayoría simplemente hacen alergias a otras cosas que se desencadenan con más facilidad tras tomar chocolate por aumentar la cantidad de histaminas en nuestro organismo.

Los alimentos que debe evitar un niño con dermatitis atópica son, sobre todo:
Chocolate, vainilla, frutos secos, embutidos y quesos curados, alimentos enlatados y alimentos ricos en colorantes (batidos, chucherías, yogur de sabores…)

Todo lo dicho hasta ahora son las medidas habituales en un niño con dermatitis atópica para evitar los brotes o al menos reducir su frecuencia e intensidad.

Tratamiento cuando aparece el brote de dermatitis atópica en niños

Según lo intenso que sea se trata de forma diferente. Podemos establecer una escala con las cremas. A modo de ejemplo os voy a indicar con marcas comerciales. Aunque os recomiendo que si no tenéis mucha experiencia con la dermatitis atópica, sea valorada siempre por vuestro pediatra antes de iniciar cualquier tratamiento.

En niños con brotes frecuentes de Dermatitis Atópica, el esquema que yo sigo es:

    • Crema hidratante para pieles secas a diario cuantas veces precise (picor o sequedad evidente). No hay una que sea la mejor. A cada niño le va bien una. Es cuestión de probar, y la que mejor le vaya, mantenerla. Estas sería para prevenir los brotes.

  • En cuanto al baño debemos evitar los geles con jabón, ya qu elimina la capa grasa del niño. Hay varias alternativas:
    1. No bañar al niño todos los días.
    2. Hacerlo con geles sin jabon ni perfumes alergizantes, especiales para pieles sensibles.
    3. Hacerlo con aceites ricos en Omega 3 y 6 de origen vegetal.

Cuando ya ha empezado el brote de Dermatitis Atópica:

  • Cremas antiinflamatorias pero sin corticoides. Hay varias en el mercado, pero cambian de nombre según el país.
    Se puede usar en el entorno de ojos y boca y durante el tiempo necesario. Suele aplicarse dos veces al día en la zona irritada hasta que desaparece.

Si no cede o empeora:

  • Corticoides en emulsión o crema / 12-24 horas. Es recomendable no usar más de dos semanas seguidas en una misma zona. Yo prefiero corticoides que se inactiven al pasar a la sangre. Aunque son más seguros y puede usarse en torno a los ojos o la boca, conviene no abusar en esas zonas en la medida de lo posible.

Si aún así no mejora:

  • Corticoide más antibiótico / 12 horas. Si habéis llegado hasta éste punto os recuerdo que es conveniente que su pediatra vea las lesiones, por si estáis tratando como dermatitis atópica lo que no lo es.

En cualquiera de los escalones anteriores si pica (que suele picar y mucho) conviene dar un antihistamínico (por ejemplo Clorfeniramina en jarabe) para calmarlo. Si no lo hacemos evidentemente no parará de rascarse, lo que además de ser molesto, empeora la dermatitis atópica.

Pero vamos más allá, vamos al origen: Normalicemos el funcionamiento del Sistema Defensivo

Sólo haciendo esto podemos de verdad mejorar a largo plazo la evolución de tu hijo.

Y haciéndolo reducimos las posibilidades de que siga con lo que llamamos la Marcha Atópica. ¿Sabes lo que es?

La Marcha Atópica

Durante los primeros años de nuestra vida el Sistema Defensivo ajusta su funcionamiento al entorno en el que le toca vivir.

Si lo hace bien va a ser una pieza clave en nuestra salud durante toda la vida.

Pero si lo hace mal puede ser un origen constante de problemas de salud.

Nuestra forma de vida ha cambiado mucho en poco tiempo. Biológicamente nos diferenciamos poco de los humanos nómadas que hemos sido el 99% de nuestra historia. Y sin embargo en la actualidad somos sedentarios y hemos modificado el entorno que nos rodea hasta límintes inimaginables para nuestros antepasados.

El resultado está haciendo de la Obesidad y las Enfermedades del Sistema Inmunitario (Alergias, Autoinmunidad y Cáncer) las dos causas principales de enfermedad en nuestro tiempo. Ambos causados por nuestros hábitos.

A nivel inmunitario:

Cada vez hay más dermatitis atópica.

Vemos muchas más alergias alimentarias.

Hiperreactividad respiratoria con Bronquitis, Otitis de repetición, hipertrofia de adenoides… son cada vez más habituales.

Aumenta y aumenta la frencuencia de Asma.

A partir de la pubertad e incluso antes, más Enfermedades Autoinmunes.

Más y más Cáncer.

Compra el libro Crianza Respetuosa de Jesús Garrido¿Qué podemos hacer en la actualidad para contrarrestar esta clara desviación del Sistema Defensivo, especialmente en los niños que ya empiezan a manifestar estos problemas?

El Sol y la Dermatitis Atópica

Entre los orígenes de la dermatitis atópica uno a destacar es la falta de exposición solar.

Desde que aparecimos en este planeta y hasta hace muy poco tiempo, los humanos hemos sido fundamentalmente Nómadas.

Esto significa que toda nuestra vida había una exposición solar intensa y constante. Y uno de los efectos del sol es que estimula la producción de vitamina D (que tiene el efecto de regular la actividad del sistema defensivo) y destruye parte de las células defensivas que pasan por la piel.

Hace relativamente poco tiempo que nos volvimos sedentarios, reduciendo la exposición al sol. Y en la actualidad tenemos auténtico pánico al sol, para evitar el envejecimiento y el cáncer de piel.

El problema es que una exposición escasa deja un sistema defensivo con más capacidad de la necesaria que reaccione a cualquier irritante de forma excesiva. Esto causa dermatitis atópica en la piel, asma en la vía respiratoria y alergias alimentarias en el intestino.

Por eso la dermatitis atópica suele mejorar en verano en todo el cuerpo menos los pliegues (donde menos sol le da).

Debemos revisar nuestra relación con el sol. Lo que debemos evitar son las quemaduras.

Mi consejo es que expongas a tu hijo al Sol tanto como puedas en las horas en las que tiene menos intensidad.

Y vayas aumentando poco a poco la exposición teniendo como límite claro evitar que se queme.

Recurre a la Crema de Protección Solar sólo cuando preveas que puede generar una quemadura solar. 

Y en Cremas de Protección las hay que van mejor o peor en Dermatitis Atópica.

Si lo haces así el niño irá generando una protección propia, la melanina, que aumentará en verano y bajará en invierno. Una protección que lleva siempre encima, no se elimina con el agua ni el sudor y no se te olvida aplicar. Y mejorará su dermatitis atópica.

Desequilibrio de Omegas en Dermatitis Atópica.

Hay muchas teorías sobre el porqué de la dermatitis atópica. Una de ellas atribuye un papel importante a los Omega 3. Unas grasas que nuestro cuerpo debe tomar de la dieta porque no es capaz de sintetizarlas. A parte de otros efectos sobre el desarrollo neurológico y la hiperactividad y el déficit de atención, la carencia de Omega 3 parece empeorar la dermatitis atópica. Pueden darse alimentos ricos en omega 3 (pescado azul, aceite de oliva, aceite de onagra…) o suplementos de venta en farmacia específicos de esta sustancia. No funciona en todos los niños, pero dado de forma continuada parece mejorar en muchos la dermatitis.

Un factor relacionado con esto son las «grasas trans». Son grasas especialmente perjudiciales por su capacidad de oxidar otras sustancias. Son el enemigo número uno de los omega 3, ya que pueden destruirlos al oxidarlos. En algunos países está empezando a legislarse contra su uso en la alimentación, pero por ahora en España, ni siquiera es obligatorio indicar en los alimentos que las llevan. Suelen ir especialemente en Bollería industrial.

Otro problema es el exceso de Omega 6 de origen animal (carne grasa y piel de animales) en la dieta. ya que el balance entre Omega 3 (aceites vegetales y pescado azul) y 6 de origen vegetal (aceite de oliva, nuez…) en el lado beneficioso y omega 6 de origen animal en el lado perjudicial regula muchos procesos inflamatorios.

En la dieta occidental esta relación está muy desplazada hacia los segundos, lo que favorece los procesos inflamatorios y con ellos las alergias en general.

Es necesario reducir la cantidad de alimentos ricos en grasa animal y aumentar los ricos en grasas vegetales y pescado azul. Y mientras esto se consigue, puede ser necesario el aporte de Omega 3 en suplementos.

Flora intestinal y Dermatitis Atópica

Otra de las teorías sobre el origen de la dermatitis incluye a la flora intestinal entre sus causas.

Hay gérmenes que producen sustáncias que reducen la tendencia a la inflamación, como los butiratos. Y otras que al ser agresivas dañan al intestino y excitan al sistema defensivo.

En este aspecto hay una serie de consejos que son importantes:

  1. Si tu hijo nace por Cesárea, sus “primeros gérmenes” no van a ser los Lactobacilos y Bifidobacterias de tu vagina (gérmenes buenos), sino gérmenes hospitalarios (multirresistentes y agresivos). Por tanto, la cesárea sólo si es necesaria y cuando lo sea aporta Probióticos  durante los primeros meses de vida. Y si puedes aliméntalo con Lactancia Materna.  Si no puedes o escoges no dar Lactancia Materna busca una Leche Adaptada que incluya Probióticos y Prebióticos en su composición.
  2. Si tu hijo toma Antibióticos, no solo van a matar las bacterias malas, también lo harán con las bacterias buenas. Y tras esa eliminación no tenemos garantía de que lo que ocupe su sitio sea lo adecuado. Cuando no lo es, podemos enlazar infecciones una tras otra, recurriendo una y otra vez a los antibióticos. Para evitarlo:
    1. No debemos usar Antibióticos a la ligera. No lo uses sin que te lo prescriba un médico. Y no aceptes prescripciones del tipo “si no mejora en dos días dale el Antibiótico” o “si empeora dale el Antibiótico”. Si no mejora o empeora vuelve al médico, para que vuelva a valorarlo y decida si el Antibiótico es necesario o no.
    2. Siempre que des un Antibiótico a tu hijo acompáñalo de un Probiótico tipo Levadura durante el tratamiento (Saccharomices Boullardii) y completa la reconstrucción con Probióticos Bacterianos (Bifidobacterias y Lactobacilos) tras acabar el antibiótico, como mínimo durante 2 semanas. Mejor si es un par de meses. Los probióticos bacterianos sólo mientras toma el antibiótico son claramente insuficientes, porque el antibiótico los mata y porque alcanzar un nuevo equilibrio de la flora en menos de semanas-meses no es realista. Si quieres marcas, yo suelo usar Saccharomices Boullardii 1 sobre / día durante el tratamiento Antibiótico. Tras acabarlo, Reuteri 5 gotas al día hasta acabar el bote, luego Prodefen 8 gotas al día hasta acabar el bote.

Alergias Alimentarias y Dermatitis Atópica

En algunos casos, los brotes aparecen relacionados con una alergia alimentaria.

Tal vez te hayan dicho que elimines la Leche de la dieta de tu hijo y mejorará la Dermatitis. Casi nunca funciona. Pero a veces sí. Y al que le funciona (porque su hijo era alérgico a las Proteínas de la Leche de Vaca) lo canta a los 4 vientos.

Pero por desgracia no es tan simple. Son pocos los niños en los que la dermatitis tiene como base la Alergia a un Alimento. Aunque los hay.

Yo, antes de volvernos locos quitando alimentos de la dieta suelo hacer una analítica en la Caca: La Calprotectina Fecal. Nos indica si hay o no una inflamación intestinal importante. Cuando la hay, debemos buscar la causa y en estos casos sí suele haber una mejoría.

Pero si la Calprotectina es normal nos dice que no hay una inflamación significativa en el intestino y difícilmente vamos a mejorar eliminando alimentos.

Azúcar en la dieta y Dermatitis Atópica

El azúcar es casi omnipresente en la dieta moderna….

¡Y en la antigua! Siempre hemos tomado azúcar. Pero el azúcar en la Naturaleza aparece en concentraciones mucho menores y con fibra, lo que dificulta su absorción. En la actualidad añadimos azúcar a casi cualquier cosa y eliminamos la fiebre que la acompaña.

Ese exceso de azúcar distorsiona nuestra flora intestinal favoreciendo que proliferen en exceso gérmenes que no lo harían sin eses recurso extra y que pueden volverse agresivos estimulando al sistema defensivo a responder de forma excesiva.

En los niños en general y en los que tienen problemas de alergias y Dermatitis Atópica, una dieta más natural, sin azúcares añadidos o liberados ayuda a mantener una flora amigable. Cuanta más azúcar, flora más agresiva, sistema defensivo más agresivo….

Dejemos de ver la Dermatitis Atópica como un juego de búsqueda de la crema perfecta y hagamos un abordaje más global.

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¿Tiene mi hijo las Defensas…. ⬆️ALTAS?⁉️?

Defensas altas en niños, hiperreactividad

Lo sé, esperabas que pusiera Bajas. Pero ¿sabes que en realidad la mayoría de los niños las tienen Altas? Es fundamental que lo entiendas.

Con mucha frecuencia los padres me pedís en la consulta algo para mejorar las defensas de vuestro hijo, porque no para de ponerse malo.

Y casi nunca recomiendo dar algo para eso.

Es importante que entiendas lo que voy a explicarte, porque puede cambiar radicalmente tu visión de la situación.

Cuando un niño tiene las defensas bajas

Siempre hago una misma pregunta:

– “¿Cuántas veces han tenido que ingresarlo en el hospital para tratar una infección?”.

La respuesta suele ser:

– “Ninguna”.

– ”Pues entonces, no tiene las defensas bajas”.

– “¡Pero está siempre malo!”

Cuando un niño tiene las defensas mal, lo notamos porque se complican, necesitando tratamiento antibiótico intravenoso. Es lo que ocurre en Neumonías, Mastoiditis, Meningitis, Sepsis…

Si un niño tiene pocas infecciones, pero acaban así, tiene las defensas bajas.

En estos niños puede haber carencias que podemos compensar. Pero es muy poco frecuente.

Lo más habitual es lo contrario…

Cuando un niño tiene las defensas altas

Todos los niños de una comunidad, como una clase de la guardería, acaban compartiendo sus gérmenes. Lo habitual es que todos acaben teniendo contacto con la colección completa.

Pero hay niños que pasan una infección con 37,2º, un poco de moco durante un par de días y dos estornudos…

Y otros que ante esa misma infección responden con 40º, tal cantidad de moco que deja de comer y duerme fatal, tos persistente, vómitos…

El primero es muy eficiente. Con una respuesta mínima y en tiempo record elimina la infección. En muchas de ellas no llegamos ni a notarle síntomas.

El segundo actúa de forma exagerada. La infección no era para tanto, podía haberla resuelto con una respuesta mucho menos intensa. Pero tiene las defensas altas, y responde de forma excesiva a infecciones que no lo merecen. Y bicho con el que contacta, lía el Apocalipsis.

Estas defensas altas son lo que llamamos Hiperreactividad.

Es algo cada vez más frecuente. Y la diferencia es evidente con los que tienen las defensas bajas en el tratamiento con el que mejoran:

  • Los niños con las defensas bajas necesitan con frecuencia Antibióticos.
  • Los niños con las defensas altas necesitan con frecuencia Corticoides y Antihistamínico.

¿Por qué tiene las Defensas Altas?

Hoy en día los niños viven durante los primeros meses de vida en una burbuja de esterilidad. Y eso es malo, muy malo, para el sistema defensivo.

En toda la evolución de la especie humana, desde el nacimiento, hemos vivido en la “sucia Naturaleza”. Un ambiente lleno de gérmenes, de los que la mayoría no pueden atacarnos.

Hay una gran cantidad de gérmenes con los que convivimos sin problemas. Algunos incluso nos ayudan. Son nuestra Flora. Nuestro sistema defensivo se regula interactuando con esa flora. Pero desde hace unas pocas décadas esto ha cambiado mucho. Es un cambio tan rápido que nuestro organismo no puede asimilarlo. En evolución son necesarios miles de años para que una adaptación se produzca.

En la actualidad:

Cada vez más niños nacen de Cesárea

Lo que implica que la primera flora que contacta con nuestro cuerpo no es la de la vagina de la madre (lo normal), sino flora hospitalaria y de la piel. Es una flora más pobre y más agresiva.

Lo que favorece que desde el principio el sistema defensivo tienda a actuar de forma más intensa para defenderse.

Los gérmenes normales no solo no agreden al cuerpo, sino que conviven con el sistema defensivo sin ser atacados porque:

  1. Ellos no atacan.
  2. Producen sustancias que tranquilizan al sistema defensivo.

Los gérmenes agresivos atacan y no producen esas sustancias inmunomoduladoras.

Desaprovechamos la Inmunización Pasiva

Claro que los bebés nacen con un sistema defensivo novato. Pero también lo hacen llevando en su sangre los anticuerpos que su madre tienen contra todos los gérmenes que ha combatido en su vida.

Es lo que llamamos Inmunización Pasiva.

Durante los 6 primeros meses de vida, más o menos, siguen ahí.

Si un germen que la madre conoce ataca al bebé, enseguida es bloqueado por los anticuerpos maternos, que avisan al sistema defensivo del bebé para que acabe con él. Y de paso el bebé aprende a reconocerlo para la próxima vez que venga.

Durante esos 6 primeros meses lo normal ha sido siempre que el bebé interactuara con un porcentaje importante de los gérmenes de su entorno. Al hacerlo con la ayuda de los anticuerpo maternos detecta y elimina a estos gérmenes con más facilidad, con una respuesta más razonable.

Pero hoy en día estamos obsesionados por la limpieza. 

Se ha reducido muchísimo el número de infecciones con las que contacta el bebé en sus primeros 6 meses de vida.

Pero esos gérmenes siguen ahí, esperando fuera de la burbuja de esterilidad donde encerramos a los niños.

Y llegará a tener contacto con ellos, pero ya sin la ayuda de los anticuerpos de mamá.

Cuando esto ocurra, los gérmenes harán un daño mayor antes de que el sistema defensivo del bebé responda. De modo que la respuesta necesitará ser mucho más intensa. A fuerza de responder así, el niño desarrollará Hiperreactividad. Teniendo más tendencia a sufrir Bronquitis, Dermatitis atópica, Asma, Hipertrofia de amígdalas y adenoides…. Cosas cada vez más frecuentes.

Cómo evitar que tu hijo tenga las defensas altas

Hay cosas que podemos hacer para evitar que llegue a tenerlas:

– Si no es imprescindible, evita la cesárea.

– Si no ha sido posible evitarla, aporta probióticos desde el primer día de vida.

– No tengas a tu hijo en una burbuja de esterilidad. Una cosa es salubridad y otra esterilidad. Puede tener contacto con la naturaleza, con animales y con otras personas, desde el primer día de vida.

Y cosas que podemos hacer para atenuarlas cuando ya las tiene:

– Medicamentos que reducen la respuesta excesiva cuando aparece, como antihistamínicos y corticoides.

– Medicamentos que previenen esa respuesta excesiva haciendo que la Hiperreactividad acabe desapareciendo. Como los inhibidores de los leucotrienos (Montelukast), o los suplementos de Omega 3.

Lo que no sirve cuando tienes las defensas altas

Evidentemente son inútiles aquí los suplementos para subir las defensas. Son complementos nutricionales que en áreas en las que la alimentación es pobre tienen sentido. Pero que ningún niño necesita si tiene una dieta variada.

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Urticaria en Niños y Bebés

Urticaria en niños y bebés

Urticaria: Una alteración llamativa en la piel de niños y bebés. Pero, cuál es su causa y cómo se trata. Tranquilos, lo primero, no es grave.

Qué es una urticaria

Una Urticaria es una reacción alérgica. Son frecuentes en niños y bebés. Su causa es casi imposible de averiguar porque suele deberse a la combinación de varios estímulos a la vez, que por separado no generan problemas.

Un ejemplo del desencadenamiento de una urticaria:

  • Un niño puede haber comido huevo montones de veces sin que sufra ninguna reacción.
  • Tal vez tiene un pijama con un colorante que se ha puesto muchas noches sin que parezca que sea sensible.
  • Pero un día tiene un pequeño catarro. Nada raro. Como otros muchos que ha pasado. Sin embargo ese día la combinación del virus con el colorante y restos de proteínas del huevo generan una molécula nueva contra la que el niño sí reacciona.
  • El sistema defensivo se activa y empieza a reaccionar contra esa molécula donde la encuentra. Va circulando por la sangre. Y la reacción aparece allá donde se deposita. Por eso cursa en brotes que además van cambiando de zona.

 

Urticaria en niños
Urticaria en niño

La urticaria suele evolucionar en brotes,

de modo que aparecen y desaparecen rápidamente

y pueden ir cambiando de zona.

Evolución de la urticaria en niños y bebés

Lo más característico de la urticaria, y lo que suele alarmar, es lo rápido que aparecen las lesiones en la piel. Puede ser cuestión de segundos. Las ves como aparecen en muy poco tiempo.

Esto alarma porque al ver la velocidad a la que van saliendo y extendiéndose uno piensa: ¿Hasta dónde puede llegar la reacción? ¿Llegará a ser tan intensa que ponga en riesgo si vida?

Lo que algunos temen es que pueda ser el inicio de un Shock Anafiláctico. Pero esto es rarísimo. Para que esto ocurra la reacción debe ser muy, muy intensa. Sucede cuando la inflamación es tal que sale una cantidad tan importante de líquido de la sangre hacia las zonas inflamadas que nos deja con demasiado poco volumen de sangre para irrigar los tejidos vitales. Pero como os digo esto es muy, muy, muy…… muy poco frecuente en niños. Así que sin agobios.

Y lo mismo de rápido que sale, a veces desaparece. Por esto mi consejo es que cuando esté muy llamativa le hagáis una foto con el móvil. Son muchos los niños y bebés que cuando llegan a urgencias ya no tienen nada o es mínimo. Esa foto puede ser clave para que el pediatra que lo atienda tenga clarísimo el diagnóstico y el tratamiento que debe aplicar a vuestro hijo.

El tercer punto que caracteriza a la urticaria es que suele evolucionar en brotes. Desaparece, vuelve a aparecer… Y lo hace cambiando de localización.

En algunos casos hay un sólo brote. En otros pueden seguir apareciendo durante varias semanas. 

La diferencia con otras reaccionas que a veces confundimos, como una picadura de insecto, es evidente. En una picadura por ejemplo la reacción está donde pica el insecto. En la urticaria no hay una zona permanente. Cambia sin parar.

Cómo se trata la urticaria en niños y bebés

El tratamiento de las urticarias es el mismo, independientemente de la causa. Va en función de su intensidad.

De modo que empezamos tratando sólo con un antihistamínico si la reacción afecta únicamente a la piel. Es decir, cuando no hay dificultad respiratoria ni vómitos. Y la intensidad de la reacción en la piel es moderada.

Es normal que la urticaria en niños siga dando brotes durante unos días, pero caca vez más débiles.

Si en algún momento tiene un brote más intenso a pesar de estar tomando el antihistamínico, entonces añadimos al tratamiento un corticoide.

El tratamiento de la urticaria en niños puede darse por boca siempre que el niño lo tolere.

Sólo es necesario pinchar el tratamiento de la urticaria si el niño no quiere o no puede tomar el tratamiento por vía oral.

En algunos casos, cuando la reacción es muy intensa y duradera, puede ser necesario tratar la urticaria en niño por vía intravenosa. Es decir, hospitalizando al niño. Pero esto no es frecuente.

Mientras damos en ese caso el corticoide se sigue dando además el antihistamínico. Pueden mezclarse y darse juntos.

Es recomendable además evitar ciertos alimentos. No porque sean los causantes de la urticaria, sino porque son ricos en histaminas y pueden empeorar la reacción:
Chocolate, vainilla, frutos secos, alimentos enlatados, embutidos curados, quesos curados y alimentos ricos en colorantes (chuches, batidos…)

La aplicación de cremas en la urticaria es inútil. La razón es fácil de entender: Como va cambiando de zona rápidamente, ¿dónde aplicas la crema? Puedes ir persiguiendo la reacción. Y de hecho a veces la piel está tan reactiva que precisamente donde aplicas la crema aparece reacción. No es que la crema sea la causante de la alergia. Es que, como explicaré ahora, uno de los factores que pueden desencadenar la reacción cuando ya está activa es someter a frío la piel. Y si la crema lo está…

Averiguar la causa de la urticaria en niños y bebés

De verdad, es lo que más suele preocupar a los padres. Pero la clave es entender que esto es secundario y que además suele ser imposible en la mayoría de los casos.

Hay muchos tipos de urticaria en función del desencadenante:

  • Urticaria acuagénica.
  • Por el frío.
  • Urticaria por contacto.
  • Autoinmune.
  • Colinérgica.
  • Vasculitis urticariana.

Tendemos a atribuir a estos desencadenantes su causa. Pero no siempre aparecen cuando el desencadenante está ahí. Con lo que en la práctica sigue siendo bastante poco útil llegar a un diagnóstico concreto.

Sólo merece la pena en niños que las sufren con frecuencia.

Un niño puede tener más facilidad que los demás para desencadenar urticarias por frío. Pero en la práctica es imposible que pase frío en algún momento. Podemos ser más cuidadosos. Pero no podremos impedirlo siempre.

Y unas veces aparecerá, otras no, cuando el niño sufre un enfriamiento rápido de la piel. Lo que significa que realmente el problema no es el frío por sí solo. Sino que cuando el niño contacta con alguno o algunos desencadenantes y se suma el frío, puede aparecer la urticaria con más facilidad.

Mi consejo, de verdad es que no gastéis una sola neurona intentando averiguar la causa. Casi nunca hay una identificable y al final la urticaria se reduce a usar el tratamiento descrito.

 

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Salpullido por Calor en Bebés: Sudamina

Salpullidos por calor o sudaminas en bebésSalpullidos en los bebés pueden aparecer por muchas causas. Una de las más frecuentes es el Calor, cuando sudan más de lo habitual los poros se irritan. Es lo que llamamos sudamina.

La piel de los bebés es más delicada que la nuestra. Durante el embarazo ha estado sometida a unas condiciones muy estables de color y humedad y no habías sustancias agresivas.

Pero cuando un bebé nace todo eso cambia. Tiene un contacto constante con todo lo que le rodea en este nuevo mundo. Y es un mundo cambiante. La humedad y la temperatura varían con el paso de las horas y cada día es diferente.

Como no están acostumbrados a esos cambios suelen reaccionar a ellos de forma bastante exagerada:

  • Cuando notan frío, aunque sea leve, su piel se asemeja a la nuestra cuando estamos helados.
  • Cuando notan calor sudan con más intensidad.
  • Cuando algo irrita mínimamente su piel reaccionan con salpullidos evidentes.

Son muchas las causas que pueden hacer que aparezcan salpullidos, erupciones o granitos en la piel de un bebé. Uno de los más comunes es el calor.

Cómo es el Salpullido por Calor en los Bebés

sudamina en bebé
Sudamina en bebé

Brote de dermatitis atópica por sudor
Brote de dermatitis atópica por sudor

Es una irritación de la piel del bebé:

  • Es un salpullido en forma de muchos granitos pequeños. Ya que es la irritación de cada uno de los poros del sudor de la zona irritada.
  • Este salpullido afecta a zonas de la piel donde la temperatura de la piel sube con más facilidad: Habitualmente en los pliegues de los codos y en la zona superior del tronco. Más en la zona posterior si el bebé tiene algo de pelo largo o aparece tras estar un rato pasando calor tumbado boca arriba.
  • El salpullido parece tras pasar más calor de lo habitual. Surge cuando suda más de lo normal por un calor que supera a lo que está acostumbrado.
  • Es un salpullido que mejora con facilidad si refrescamos inmediatamente al bebé. Si le quitamos ropa, limpiamos su sudor y refrescamos su piel con un baño suele mejorar.
  • En algunos casos, cuando el bebé tiene piel atópica o la sudoración es excesiva durante mucho tiempo la piel se deteriora facilitando que cualquier irritante cause mayor reacción apareciendo una dermatitis más permanente en esa zona y que no cede con sólo refrescar al bebé.

Qué hacer para evitar los Salpullidos por Calor en los Bebés.

Cuando es posible reducir el calor al que se somete al bebé. 

Esto depende de varias cosas: 

  • La ropa que ponemos al bebé. Tendemos a veces a abrigar demasiado a los bebés y eso los lleva a sudar más para compensar el exceso de temperatura.
  • La regulación de la temperatura que hay en el ambiente. Podemos hacerlo ventilando adecuadamente la habitación, bajando persianas durante las horas de más calor y permitiendo que se ventile abriendo las ventanas en las horas de menos calor. O usando el aire acondicionado.

Por lo tanto, para que un bebé sude menos y evitar los salpullidos por calor debes evitar abrigarlo en exceso y mantener una temperatura razonable en la habitación.

Normalmente las sudaminas o salpullidos por sudor aparecen con facilidad en verano. En muchos casos durante esta estación son inevitables. Pero cuando aparecen en invierno es un signo claro de que tenemos la calefacción demasiado fuerte o al bebé muy abrigado.

Como en todo, hay niños que sudan más y lo hacen con más facilidad ante excesos mínimos de calor o simplemente con moverse un poco. Y eso hace que en las mismas condiciones algunos bebés necesiten que los abriguemos mucho menos.

Una vez que la sudamina ha aparecido podemos hacer que el salpullido desaparezca. Para eso hay medidas desde lo más simple a medios más potentes:

  • El paso básico es reducir la temperatura a la que está sometido el bebé, refrescando el ambiente o quitándole ropa.
  • Si con eso no mejora, refresca su piel dándole un baño.
  • Si tras el baño no cede puedes usar cremas hidratantes para pieles irritadas. 
  • Cuando no mejora ni aún así y ha desarrollado ya una dermatitis más persistente pueden ser necesarias cremas con antiinflamatorios como los corticoides. Lo ideal es que no tengamos que llegar a esto. Pero si hace falta es mejor usarlos pronto, porque tratar con corticoides cuando hace poco que ha aparecido la dermatitis hace que ceda en pocos días, mientras que si la dermatitis lleva ya muchos días o semanas podemos necesitar el tratamiento mucho más tiempo.

Por supuesto, antes de aplicar corticoides debería valorarlo el pediatra por si lo que tú crees que es un salpullido por sudor no lo es y precisa un tratamiento diferente.

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Dermatitis peribucal por la saliva en niños

Dermatitis Perioral por Saliva en Niños y Bebés

La saliva puede «quemar» la piel alrededor de la boca. Es la causa de un enrojecimiento muy típico de algunos preescolares. Veamos cómo solucionarla.

Como podéis apreciar en la fotografía que encabeza el artículo, este niño presenta un enrojecimiento de la piel bajo el labio inferior.

Para los que puedan suponer que es por el chupe, este niño ni tiene chupe ni se chupa el dedo.

La erupción llega hasta un límite muy claro, donde él es capaz de extender la saliva con su lengua o con los dientes superiores.

Este niño hace con frecuencia un movimiento que parece un tic. Es como si mordiese su labio inferior una y otra vez y frota continuamente la zona con la lengua. El resultado final es que aplica saliva constantemente sobre la piel de esa zona. Hasta donde llega con la lengua o los dientes.

La saliva tiene componentes que están ahí para ayudar a digerir los alimentos. Las mucosas del interior de la boca y los labios (aunque algo menos) están preparados para resistir su efecto. Pero la piel no. Es como si sobre ella aplicásemos un ácido suave, pero de forma repetitiva.

Esto empeora en invierno, porque la piel con el frío reduce su riego sanguíneo y con ello su capacidad de repararse y resistir las agresiones.

La pregunta del millón: ¿Qué crema le echo para que se cure?

Las hay, y bastante efectivas. El problema es que echas la crema, se cura. Dejas de echar la crema, él sigue con la costumbre de aplicar saliva sobre la zona y la irritación vuelve a aparecer.

Y además es la pescadilla que se muerde la cola, porque la razón por la que se aplica la saliva una y otra vez es que nota la piel irritada y aplicar saliva, en el momento alivia.

Para que se entienda suelo explicarlo así:

Imagina que te aplicas todos los días una gota de ácido sulfúrico sobre el dorso de la mano y me preguntas qué crema aplicarte para que se cure. Evidentemente lo esencial no es la crema, puede ayudar, pero lo más importante es que dejes de echarte el ácido sulfúrico.

Por eso resolver la dermatitis por saliva tiene dos actuaciones que deben hacerse a la vez y son igualmente importantes:

  • Insistir al niño en que no se aplique constantemente saliva. 
  • Aplicar una crema que tenga las siguientes funciones:
    • Calmante. Para aliviar la irritación y que así el niño no sienta la necesidad de aplicarse continuamente la saliva.
    • Regeneradora de la piel: Para facilitar que la piel dañada se recupere lo antes posible.
    • Reconstrucción del manto graso de la piel. Aquí son útiles las grasas ricas en Omegas como la Manteca de Karité. 
    • Antiirritante o antiinflamatorio. Para esto lo típico son los corticoides. Pero en zonas de piel delicadas como la de alrededor de la boca es mejor evitarlos y hoy en día hay sustancias de origen vegetal, menos agresivas, que pueden lograr efectos similares.

Yo suelo recomendar que a parte de insistir «una y otra vez» en que no se dé con saliva se apliquen una crema de este tipo antes de dormir cada día y en los niños un poco mayores, tengan algo que aplicarse del mismo tipo cuando se noten labios o piel irritada. Para eso hay productos similares en forma de Stick (protector labial) o Bálsamo como los botecitos de vaselina de toda la vida.

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Cosmética Natural para niños y bebés

Qué es la Cosmética Natural y qué aporta en la Salud Infantil

Se habla cada vez más de Cosmética Natural, especialmente cuando hablamos de los más pequeños, ¿aporta realmente algo o es una moda más?

Todo evoluciona, y en los cuidados del bebé no es una excepción. Desde el típico jabón de la abuela hecho con aceite usado y sosa hemos pasado por casi todo lo imaginable.

Hoy voy a hablar de una de las tendencias nuevas, o no tan nueva en realidad: La Cosmética Natural.

¿Es necesaria la Cosmética en Niños y Bebés, sea Natural o no?

Dentro de la propia tendencia naturalista hay quien defiende que la cosmética es simplemente un negocio. Y que el mejor cosmético para los bebés es «ninguno». Que la piel tiene sus propios mecanismos de auto-cuidado y la mayoría de los «potingues» que usamos no hacen sino interferir con ellos generando problemas.

Pero la realidad es, que las condiciones que tiene que soportar nuestra piel en la actualidad, no se parecen en nada a las que la piel del ser humano está preparada gracias a su evolución.

Desde la industrialización estas condiciones han cambiado por completo.

Estoy de acuerdo en que antes de empezar a tratar la piel frente a las agresiones actuales, lo mejor es minimizarlas:

  • Usa fibras naturales en su ropa.
  • Usa para lavar su ropa y al niño productos lo menos agresivos posibles.
  • Trata su piel sólo si aparecen problemas.
  • Usa para ello productos lo más respetuosos que sea posible.

Es en estos dos últimos pasos donde tiene cabida la Cosmética Natural.

Pero, ¿qué es y qué no es Cosmética Natural?

Como está de moda, casi cualquier producto destinado a los más pequeños pretende serlo.

Pero para poder decirlo deben cumplir unas características muy estrictas.

La filosofía de la que nace el concepto de Cosmética Natural es la Terapéutica Naturalista.

Se basa en defender que el ser humano se está alejando de la Naturaleza, pero es parte de ella.

Hemos desarrollado la química hasta el punto de ser capaces de desarrollar sustancias nuevas. Moléculas que no estaban previamente presentes en la naturaleza o en los seres vivos con los que compartimos nuestro carácter biológico.

Para los Naturalistas, introducir esas moléculas en nuestras vidas es un riesgo fruto de nuestra arrogancia. Durante millones de años los seres vivos se han desarrollado en este planeta sin incorporarlas en sus evolución. O tal vez lo hicieron pero supuso un coste tan alto que no se han mantenido.

Pero despreciamos esa sabiduría natural y las usamos porque pensamos que puede apartarnos alguna ventaja sin riesgos.

Los Naturalistas buscan en la propia Naturaleza remedios que durante millones de años ha ido probando y manteniendo. Confiando sólo en ellos como seguros y probados.

Para elaborar Cosmética Natural usan por tanto sólo sustancias que pueden ser encontradas en la naturaleza sin tener que modificarlas. A esto lo llaman Productos Naturales.

Intentan obtenerlas sin modificar la forma en la que se generan en la propia Naturaleza. Porque no están seguros de que una cambio en esa forma de generarse no de lugar a una alteración de sus cualidades, y prefieren ser repetuosos con el proceso. Es lo que se llaman Productos Biológicos.

Y de la propia filosofía Naturalista nace el hecho de obtener estos productos respetando el Ecosistema en el que se generan. Si piensas que la mayor riqueza de este planeta está en su biodiversidad y que son millones las moléculas presentes en los seres vivos que pueden darnos respuestas en el futuro, intentas preservarlo tanto como sea posible en la producción de la Cosmética Natural.

Hay empresas que al crear Cosméticos Naturales se esfuerzan por buscar los mejores Productos presentes en la propia Naturaleza, obtenerlos de un modo que preserve sus cualidades naturales y hacerlo de un modo que respete el ecosistema que nos los ofrece.

Cuando esa empresa hace el esfuerzo de ser auditada, para demostrar que cumple todos esos pasos, aporta un valor que la distingue de la mayoría.

Tú escoges si esta filosofía es más o menos acorde con la tuya y con lo que quieres para tu hijo.

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Granitos en la cara del bebé

Granitos en la cara de los bebés. Hay varios tipos. Te explico la diferencia entre unos y otros, qué los causa y sin necesitan tratamiento o no.

Hay muchas cosas que son normales en los bebés pero pueden resultar llamativas. Entre ellas, las lesiones de la piel son una de las más evidentes.

En las primeras semanas de vida es muy frecuente que aparezcan lesiones como la que ves en esta imagen. Son granitos en la cara del bebé.

Si te fijas, en el surco de la nariz se ven unos puntitos blancos sin inflamación. Y en la mejilla son más evidentes otros que a cualquiera le recuerdan a las espinillas del acné.

Exactamente eso son los granitos. Acné «juvenil».

Tiene nombres muy diferentes dependiendo de la zona geográfica.

Los puntos blancos que se ven el el surco de la nariz son glándulas de producción de grasa que tienen el poro cerrado. Conforme pasan los días desde el nacimiento se van haciendo más evidentes. La mayoría acaban abriéndose y desapareciendo y otros siguen creciendo.

Las hormonas sexuales de la madre han pasado durante el embarazo a través de la placenta. Uno de los efectos que hacen en el bebé es aumentar la secreción de grasa en la piel de la cara, el cuero cabelludo y la mitad superior del tronco. Da lugar a Dermatitis Seborreica.

Dependiendo de cada bebé en unos es más evidente y en otros menos. Podemos ver:

  • Glándulas de secreción de grasa cerradas. Por aquí suelen llamarlas «engordaderas». Lo que en realidad no hace mucho honor a la realidad, porque las tienen incluso los más delgados. Son muy habituales en las primeras semanas. Pero van desapareciendo poco a poco. A veces permanece alguna que vemos como un puntito blanco que abulta sobre la piel. Simplemente tiene la grasa retenida por una capa muy fina de piel que impide que salga. Acaba rompiéndose y saliendo antes o después.
  • Espinillas. Como las que se ven en la mejilla del bebé de la fotografía. Son como el caso anterior, pero que están infectadas por los gérmenes que viven sobre nuestra piel. Se ve el granito colorado con la punta amarillenta. Pese al aspecto que presentan los granitos, en su mayoría desaparecen solos sin hacer nada. Esto no ocurre así en la pubertad, porque los adolescentes se tocan los granos y producen un contagio de unos poros a otros. Pero el bebé no se toca y la espinilla desaparece lo mismo que llegó.
  • Costra láctea. En las zonas cubiertas de pelo, el exceso de secreción grasa hace que las células muertas de la piel se peguen unas a otras y se descamen en escamas. Es igual que la caspa del adulto. Pero toma un aspecto que es muy difícil ver fuera de la edad de lactante. A veces una costra amarillenta de varios centímetros que ocupa una parte importante de la cabeza.  Esto pasa de nuevo porque el bebé no se toca. Mientras que en niños mayores y adultos se rascan porque puede picar, y eso hace que se descame sin llegar a hacer la costra.
  • Grietas en el borde inferior de las orejas. La secreción de grasa se acumula con facilidad en le surco que separa la cara del lóbulo de la oreja. Y algunos niños tienen en este pliegue incluso una heridita que a veces duele e incluso parece supurar.

Otros granitos en la cara del bebé

A veces aparecen en las primeras semanas de vida otras formas de granitos con causas diferentes:

  • Exantema toxoalérgico. Son más grandes y más que una espinilla es como si le hubiesen picado los mosquitos.
  • Pénfigo del recién nacido. Algunos bebés lo tienen al nacer. La diferencia es que aparece ya al nacer y son como pustulitas con la superficie muy fina que se rompe con facilidad.
  • Dermatitis atópica. Se puede confundir con la dermatitis seborreica cuando descama y la piel está irritada. La diferencia fundamental es que la dermatitis atópica es un eccema seco. Mientras que la seborreica es graso. Si le pones un pañuelo de papel verás que en la atópica no se impregna de grasa, en la seborreica sí.

Tratamiento de la dermatitis seborreica del lactante

En la mayoría de los casos desaparece sola sin hacer nada. Como su causa son las hormonas de la madre, tienen un efecto limitado en el tiempo. Pueden tardar más meses o menos, pero acaban perdiendo su efecto.

Lo último que suele desaparecer es la costra láctea que en algunos bebé puede persistir por encima del año de vida.

Pero los granitos de la cara son cada vez menos frecuentes y muy poco habituales por encima de los 6 meses.

Al bebé no suelen molestarle y por eso, cuando nos planteamos tratarlo suele ser más por motivos estéticos que otra cosa. Porque, si no molestan y acaban desapareciendo solos ¿para qué tratarlos?

Pues eso, si es muy llamativo. Cuando esto ocurre hay varias opciones:

  • Cremas para dermatitis seborreica. Son cremas que favorecen la descamación de las células muertas diluyendo la grasa excesiva. Algunas también tienen algunas sustancias que calman el picor de la descamación o bajan la inflamación.
  • Cremas de corticoides. En los casos en los que es muy intensa pueden mejorar aplicando corticoides. Pero se reserva su uso para los casos realmente llamativos.
  • Corticoides con antibióticos. Cuando en una zona hay un exceso de secreción grasa y células muertas, pueden anidar algunos gérmenes y multiplicarse, dando lugar a una infección. En la dermatitis seborreica, una zona típica de que esto ocurra es el pliegue inferior de la oreja. Suele responder muy bien a las cremas con corticoides y antibióticos asociados.
  • Un error habitual. Como a veces se confunde con la dermatitis atópica, suelo ver bebés a los que están aplicándole cremas especiales para ella y empeoran. Porque la dermatitis atópica tiene una falta de secreción grasa y por tanto las cremas que usamos en ella son especialmente grasas. Es lo último que necesita una piel con dermatitis seborreica.

Ante la duda, como siempre, consulta a tu pediatra o dermatólogo. Pero tranquila, más allá de la estética no suele tener importancia.

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Importancia del los Omega 3 en los niños

La importancia de los Omega 3 en la Salud de los niños

Los Omega 3 son grasas que el cuerpo no puede producir y que son importantes en la salud de niños y bebés. Su carencia es importante en problemas frecuentes

Qué son los Omega 3

De todos los componentes de nuestro cuerpo, cuando pensamos en la grasa, automáticamente nuestra mente viaja a los «michelines».

Pero la realidad es que la grasa forma parte de todas y cada una de las células de nuestro cuerpo. Forma la membrana que separa cada una de esas células del resto.

En zonas como el cerebro o la piel su presencia es también especialmente importante.

Pero no todas las grasas son iguales. Hay algunas que nuestro cuerpo no puede sintetizar por sí mismo y debe obtener de los alimentos. Una de ellas son los Ácidos Grasos Omega 3.

Y cuando hay carencia de ellos se ha relacionado con problemas en el desarrollo del cerebro, de la inmunidad y de la piel. Y también ayuda a limpiar otras formas de grasa perjudiciales de nuestro organismo. Por eso tener una dieta que aporte esta «grasa beneficiosa» en cantidad suficiente es importante. Y cuando no es posible hacerlo a través de la dieta puede ser necesario asegurarlo con suplementos.

Existen otros Ácidos grasos esenciales, los Omega 6 que también son necesarios. Los hay de origen vegetal que son también beneficios.

Pero los Omega 6 de origen animal son perjudiciales tomados en gran cantidad. Cuando la proporción de estos Omega 6 de origen animal supera en mucho a los Omega 3 puede generar problemas de salud. Por tanto es importante reducir el consumo de Omega 6 de origen animal  y aumentar el de Omega 3 (animal o vegetal) y 6 de origen vegetal.

Cuáles son las principales funciones de los Omega 3

  1. Son un componente esencial de las neuronas. Por eso su carencia se ha asociado a alteraciones de memoria, de conducta y falta de concentración. El trastorno asociado a ello más frecuente es el TDAH (Déficit de Atención, Hiperactividad).
  2. El la piel forman parte de la secreción grasa que protege la piel con efecto anti inflamatorio, lo que reduce la sensibilidad de la piel a irritantes. Su carencia se asocia con la aparición o empeoramiento de la Dermatitis atópica.
  3. En la sangre son parte de las «grasas buenas» que limpian el «colesterol malo» de las arterias, evitando la formación de arteriosclerosis que es el origen de infartos y embolias en la edad adulta. Pero se ha visto que es un proceso muy largo que empieza ya en la infancia
  4. Aumenta el tiempo de coagulación. Esto significa que hace que la sangre tenga menos tendencia a formar trombos (obstrucciones) que pueden ser graves. Las culturas que toman más Omega 3 en su dieta tienen una cifra de infartos mucho menor.
  5. Reducir la tendencia a la inflamación de las vías respiratorias. Cuando hay una carencia de Omega 3 o un exceso de Omega 6 las vías respiratorias tienen una mayor tendencia a inflamarse produciendo patologías como el Asma.

Cuáles son los alimentos más ricos en Omega 3

La forma ideal de cubrir las necesidades de Omega 3 de nuestro cuerpo es tener una dieta que los incluya en cantidad suficiente.

Los alimentos más ricos en Omega 3 son:

  • Aceites vegetales: Son muchos los aceites de origen vegetal ricos en Omega 3. De ellos los más ricos y conocidos son:
    • La más rica conocida es la Chía o Salvia Hispánica.
    • El más conocido es el Aceite de Oliva.
    • Otros ricos son el de Onagra, Lino, Pipas de Calabaza….
  • Pescado azul: Salmón, sardina… Tienen la desventaja en niños pequeños de que los pescados azúles marinos tienen, debido a la contaminación un alto aporte de mercurio y otros metales pesados. Se puede subsanar sometiendo a esta grasa a un proceso de eliminación de metales pesados o usando peces no marinos (salmón) de ríos con bajos niveles de contaminación.

Cuáles son los alimentos ricos en Omega 6

Los omega 6 son como decimos necesarios  también para el funcionamiento del cuerpo.

Pero hay dos tipos con características diferentes: Los de origen animal y vegetal.

Los de origen vegetal son beneficiosos y reducen los procesos inflamatorios del cuerpo y la coagulación de la sangre.

Pero los de origen animal (grasa y piel animales) tienen un efecto perjudicial aumentando los procesos inflamatorios y al coagulación de la sangre.

Alimentos ricos en Omega 6 buenos: Aceites vegetales como el de nuez o el de oliva.

Alimentos ricos en Omega 6 malos: Carnes grasas y piel (pollo frito… con lo bueno que está, buaaaa).

Lo importante no es solo el aporte en cantidad suficiente de estos «Omegas», sino la proporción entre Omega 6 malos y Omega 3-6 buenos.

Se recomienda que esa relación sea inferior a 4:1. Pero la dieta occidental puede llegar a niveles de 30:1 en los casos más exagerados.

Hay dos formas para equilibrar ese balance: Reducir la presencia de Omega 6 de origen animal en nuestra dieta y aumentar la de Omega 3 y 6 buena (grasas vegetales y pescado azul).

Suplementos de Omega 3 en niños

Todos sabemos que conseguir que un niño coma lo que debería para estar sano es a veces complicado. Y esto se hace más difícil conforme crece y empieza a tener cierta autonomía para acceder a la comida que le gusta y evitar la que no.

Problemas como el Asma, la dermatitis atópica, las alergias alimentarias y el TDAH son importantes en estas edades y tienen como uno de sus orígenes el desequilibrio de «Omegas». No podemos reducirlo sólo a un desequilibrio de «Omegas», pero es un factor importante.

En algunos casos, en la práctica resulta casi imposible lograr que durante periodos prolongados de tiempo los niños mantengan dietas adecuadas.

Yo no soy muy partidario de reducir la solución a dar suplementos. El objetivo debe ser siempre alcanzar una dieta sana y equilibrada. Para eso el principal agente es quien hace la compra en casa. Porque al final, aunque el niño puede rechazar ciertos alimentos y buscar sustituirlos por otros que le gustan más, la realidad es que si no tiene alternativas que elegir el Hambre hará su papel.

Pero hasta que conseguimos esto en algunos casos, cuando aparecen problemas relacionados con una carencia de Omega 3 y 6 buenos, es razonable aportarlos en forma de suplemento. Y de ellos los más difíciles de incluir en la dieta son los Omega 3 ya que aparecen en aceites vegetales menos habituales y en pescados azules que muchos niños no admiten.

¿Son iguales todos los Omega 3 para niños? Pues no.

El factor más importante en seguridad es la concentración de metales pesados.

Dar a un niño Omega 3 para mejorar su salud y que estén contaminados con Mercurio tiene poco sentido.

Las dos fuentes más importantes de Omega 3 son el pescado azul y algunos aceites vegetales. En teoría la forma más sencilla de evitar los metales pesados sería consumir los de origen vegetal. Pero parece ser que los de pescado azul contienen menos colesterol que los aceites vegetales y hay estudios que destacan que los mejores efectos a largo plazo de los omega 3 en la dieta aparecen en regiones en las que se consume más pescado azul. 

Como los niveles de metales pesados en el pescado azul (especialmente en peces grandes) es algo conocido, algunos laboratorios usan técnicas para eliminarlos:

  1. La fuente. No es lo mismo extraer el Omega 3 de peces grandes que hacerlo de pequeños. Peces como la «anchoveta del pacífico» son ricos en Omega 3, pero tienen un ciclo vital corto, lo que reduce su capacidad de acumular metales pesados y esta especie concreta vive sólo en aguas frías (con bajos niveles de metales pesados). Otra opción es el salmón criado en ríos limpios.
  2. El modo de extracción. Hay sistemas que extraen el Omega 3 con calor o con disolventes. Pero en la actualidad hay métodos, como la Concentración Supercrítica que logran extraer Omega 3 de alta pureza eliminando metales pesados (si los hubiese) sin recurrir a disolventes ni a calor (que degradaría el Omega 3).

Por tanto a la hora de escoger un suplemento de Omega 3 para un niño es importante que tenga niveles bajos de metales pesados y que se extraiga de forma que no lo degrade.