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Gel de Baño para bebés

Gel de baño para bebés

¿Es necesario el baño diario en bebés? ¿Es perjudicial para su piel lavarlos tanto? En muchos casos la cuestión depende de con qué gel lo bañemos.

En este artículo vamos a centrarnos en algunas de las dudas que suelen surgir en torno al baño de los bebés durante los primeros meses de vida.

¿Es necesario el baño de un bebé recién nacido?

Cuando un bebé nace está cubierto de una capa más o menos abundante de grasa blanca que llamamos Vérmix.

Está ahí por algo. Sin necesidad de limpiarlo, al día siguiente ha desaparecido casi por completo quedando sólo algunos restos en los pliegues.

Se recomienda no bañar a los bebés recién nacidos en las primeras horas de vida para que el vérmix se absorba bien por su piel y para que vaya adaptándose a la temperatura exterior.

Suelen bañarse al día siguiente, pero sin intentar retira el vérmix que pueda quedar en los pliegues.

El baño mientras el cordón umbilical no ha caído aún

El cordón umbilical se desprende cuando se seca. Es evidente que si lo mojamos con frecuencia tardará más en secarse y eso aumenta las posibilidades de que se infecte y dé problemas.

Por tanto lo mejor, mientras no se caiga el cordón umbilical es asear al bebé intentando humedecer lo menos posible el cordón. Por tanto no lo sumergimos en agua.

Si el cordón se mancha de caca puede lavarse, pero no dejarse sumergido en agua, porque eso lo empaparía de agua de nuevo dificultando su caída.

Hay varias opciones:

  • Bajo el agua cayendo: Dejamos caer agua del grifo o ducha a temperatura adecuada y se hace un baño (ducha) rápido, secando pronto el cordón (no tengáis miedo de manipularlo, no duele).
  • En la bañera del bebé pero con muy poca agua. Con una cantidad de agua que no llegue a cubrir el cordón lavamos al bebé con la ayuda de una esponja.
  • Sobre una toalla. Poniendo al bebé sobre una toalla lavamos superficialmente al bebé con una esponja húmeda.

En realidad no tiene una suciedad importante de suciedad que limpiar. No ha estado jugando al rugby en barro y descargando sacos de cemento…

El baño normal una vez caído el cordón umbilical

Un par de días después de la caída del cordón umbilical el bebé puede ya bañarse normalmente si el ombligo está seco. A veces el cordón cae sin que la base se haya secado adecuadamente. Es lo que llamamos granuloma umbilical.

Si el ombligo está seco se puede bañar en la bañera con agua que cubra el ombligo sin problemas. A partir de ese momento el baño pasa a ser una rutina más.

Pero debemos entender que la piel de los bebés tiene algunas particularidades:

– Es una piel que ha estado durante meses sumergida en líquido (durante los 9 meses de embarazo) y cubierta de grasa (el vérmix). Cuando nace debe cambiar para adaptarse a un ambiente mucho más agresivo (seco y con cambios de temperatura).

– Empieza a tener contacto con muchas sustancias nuevas ante las que no sabe al principio cómo responder.

Por lo que es importante que el baño suponga una agresión más.

Gel de baño para bebés

No es necesario bañar a un bebé todos los días. No suelen acumular suciedad a tanta velocidad. Las zonas más «sucias», la del pañal y la cara solemos limpiarlas sobre la marcha conforme se manchan.

Pero a muchos bebés les van bien las rutinas y el baño, cuando les gusta es algo que viene bien hacer a diario.

La duda de muchos padres es si es necesario usar gel de baño y si lo usan qué características debe reunir:

  1. No es necesario usar gel todos los días. Si un bebé está limpio podemos bañarlo sólo con agua tibia.
  2. Si usamos gel de baño:
    1. Debe ser especial para pieles sensibles. Pues la piel del bebé lo es.
    2. Debe tener un pH adecuado para la piel del bebé. Geles que alteran la acidez de la piel la resecan favoreciendo su irritación.
    3. Mejor Sin Jabones ni Detergentes. Ya que estas sustancias alteran el manto de grasa natural que cubre y protege la piel del bebé.
    4. Sin perfumes alergizantes. Hay perfumes usados en cosmética que tienen capacidad de producir alergias en pieles sensibles. Mejor evitarlos.
    5. Aún reuniendo todas estas cualidades usa poca cantidad. Un «baño de espuma» en un bebé es absurdo.

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Crema hidratante en niños y bebés

Crema Hidratante para bebés

Hay muchas situaciones en las que podemos necesitar una crema hidratante para niños o bebés. Pero antes de usarlas conviene tener en cuenta algunos factores.

Solemos pensar en la crema hidratante cuando vemos la piel seca. Y situaciones en las que la piel esté más seca en los niños hay unas cuantas.

Habitualmente tenemos una secreción de grasa natural en nuestra piel que la mantiene bien hidratada al ayudar a retener la humedad.

Situaciones más frecuentes en las que un bebé o niño necesita crema hidratante

Pero hay situaciones en las que la piel suele resecarse más de lo recomendable.

Las más habituales son:

Piel del recién nacido en los primeros días tras el parto. Debemos entender que en realidad no es una piel seca, sino una piel que se está cambiando.
Cuando un niño nace ha estado desde que empezó a existir sumergido en líquido de forma constante. Pero sale a un ambiente seco, en el que la humedad tiende a perderse. En unos es más evidente y en otros menos, pero en las primeras semanas es normal que la piel se descame. Lo que pasa es que la capa más superficial de la piel, que se ha desarrollado en un medio húmedo al secarse pierde elasticidad y se resquebraja, descamando. Suele ser más evidente en los pliegues de muñecas y tobillos y en la zona del pañal, Pero a veces es general.

– El efecto de jabones agresivos. Si usamos jabones para la higiene del bebé, limpian, pero además disuelven la grasa natural que protege nuestro cuerpo. Eso hace que la piel pierda más humedad quebrándose y descamando. Lo mejor, especialmente en los bebés más pequeños es lavarlos sin jabones para evitar esto. Se pueden usar geles sin detergentes. Lo que llaman habitualmente «sindet».

– El cloro de las piscinas. En verano o todo el año (si se va a piscinas cubiertas) las piscinas son un medio habitual de muchos niños. Y la mayoría usan cloro como depurador. El problema es que es un desengrasante muy potente. Elimina el manto lipídico y favorece la irritación de la piel y el picor. Especialmente si dejamos que el agua de la piscina se seque sobre la piel.

– El frío. Cuando una zona de la piel es expuesta al frío intenso se reduce su riego de sangre. Eso actúa secando la piel por tres vías: El descenso de riego de sangre hace que la piel se deshidrate; produce además una reducción de la secreción de grasa de la piel y reduce la capacidad de regeneración de la piel.

Hay otras situaciones en las que la piel de un niño o un bebé puede ver comprometida su capacidad de defensa. En todas ellas podemos usar las cremas hidratantes para reponer un manto graso que se ha deteriorado y puede tardar en regenerarse de forma espontánea.

Pero no todas las cremas hidratantes son iguales.

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Lo que no deben llevar las cremas hidratantes para niños y bebés

Como en otros muchos productos, las cremas hidratantes incorporan a su composición muchas sustancias de utilidad dudosa y que pueden albergar riesgos. Evidentemente todos estos componentes están regulados por ley. Pero aunque aparezcan en dosis bajas (teóricamente inocuas) muchas de ellas son evitables. Y evitarlas reduce aún más el riesgo, porque a veces tienen efecto acumulativo en el cuerpo.

Las más discutidas son:

Los parabenos. Son sustancias en su mayoría de origen vegetal que se usan como conservantes de las cremas hidratantes. Así dicho parece que no hay problema. Pero tienen un efecto en el cuerpo similar al de algunas hormonas. Con la concentración que tiene una crema se supone que no es posible que se generen efectos perjudiciales, pero el problema es que la crema no es el único sitio del que pueden llegar los parabenos a una persona. Por lo que si tiene un efecto indeseado, y es una sustancia sustituible por otras sin ese riesgo… ¿Porqué no eliminarla totalmente?

Perfumes alergénicos. Hay muchas sustancias que son usadas porque generan un olor que nos resulta agradable. Pero de ellas algunas tienen mucha facilidad para generar alergias (limonene, linalol, citronellol o eugenol). Mejor evitarlas.

Lo que pueden llevar para ayudar a la piel a repararse

Igual que se añaden a veces cosas innecesarias o contraproducentes, también pueden añadirse sustancias que ayudan a la piel a regenerarse.

Algunas de ellas:

Omega3-6. Son ácidos grasos que el cuerpo no puede producir por sí mismo (esenciales) por lo que suele obtenerlos de la dieta (pescado azul, aceite de oliva, de onagra, de girasol, de almendras, de cacahuete…). Pero pueden ser útiles aplicados directamente sobre la piel. Ayudan a la propia piel a regenerar el manto graso natural. La manteca de Karité es rica en ellos.

Vitamina E: Reduce la oxidación de la piel, mejora su nutrición y su capacidad de repararse.

Camomila, caléndula, áloe vera: Son plantas cuyo efecto sobre la piel es reducir las irritaciones y favorecer la regeneración.

Resumen:

No es necesario aplicar crema hidratante a una piel sana.

Pero cuando está irritada o reseca, si usamos una adecuada puede ayudar a la piel a regenerarse y recuperar su equilibrio. Siempre lo mejor es evitar los irritantes si se puede. Pero a veces no es posible y podemos usar cremas hidratantes con componentes que ayuden a la piel. Es mejor evitar aquellos componentes que suponen un riesgo no aportando nada o siendo substituibles por opciones más seguras.

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Probióticos y antibióticos en niños

Probióticos frente a antibióticos en niños

Respuesta a una consulta en Facebook: ¿Qué probióticos dar a los niños tras un antibiótico? Los probióticos son gérmenes que fortalecen nuestra flora intestinal.

Los antibióticos son medicamentos que matan bacterias. Los utilizamos cuando una bacteria produce una infección para ayudar al cuerpo a eliminarla.

Anti- Antibióticos.

Hay gente que está en contra del uso de los antibióticos.

Se dicen cosas como que:

«Son sustancias químicas que interfieren con la capacidad del organismo de defenderse por sí mismo»

Para empezar, los antibióticos son sustancias que obtenemos de la naturaleza. Lo que hacemos es observar cómo ciertas sustancias (presentes en la naturaleza) dificultan el crecimiento de microbios que causan infecciones en el ser humano. Cuando identificamos una de ellas, se estudia cual es el efecto de esa sustancia en nuestro organismo. Le los miles de sustancias presentes en la naturaleza que pueden atacar a los microbios que nos infectan se escogen aquellas que siendo más potente contra microbios más peligrosos, tienen menos efectos indeseables en el ser humano. Han salvado millones de vidas y evitado secuelas que antes del descubrimiento de los antibióticos eran frecuentes.

«Cuando toma antibiótico el niño come peor»

Es cierto. Pero es debido a que cuando toma antibióticos es porque el niño está enfermo.

«Destroza la flora intestinal»

Hay antibióticos más agresivos en esto que otros. Pero es cierto. Los antibióticos actúan sobre mecanismos que afectan no sólo a gérmenes perjudiciales. Toda nuestra piel y mucosas están cubiertos por gérmenes que no nos dañan. Es lo que llamamos nuestra «flora saprofita». El sitio donde es más rica es el intestino y de hecho lo que hay en el intestino acaba definiendo en gran medida lo que acaba colonizando el resto de nuestra piel y mucosas.

Los antibióticos pueden también matar una parte importante de los gérmenes no perjudiciales (o algunos incluso beneficiosos) que conviven con nosotros. Y eso sí es perjudicial porque el espacio que no ocupan ellos puede ser conquistado por otros perjudiciales.

Para evitarlo, cuando tomamos antibiótico podemos acompañarlo de probióticos. Son gérmenes de los beneficiosos que queremos que ocupen el espacio libre tras el efecto de los antibióticos.

Es recomendable tomarlos siempre que tenemos que tomar antibiótico hasta acabar el tratamiento y  unos días más. Haciéndolo podemos obtener el beneficio de los antibióticos para vencer infecciones que pueden ser graves evitando los efectos perjudiciales de una flora pobre.

Por tanto, la solución no es no usar los antibióticos. Es escoger el adecuado, usarlo sólo cuando es necesario y recuperar de forma adecuada la flora intestinal.

Para mí la mejor opción sería que los antibióticos se vendiesen de forma conjunta con el probiótico más adecuado para reparar la flora tras su uso (idea de marketing para laboratorios).

Cuál es el mejor probiótico con los antibióticos

En los últimos años se han comercializado montones de probióticos. Están de moda. Y evidentemente todos los laboratorios tienen estudios que defienden al suyo.

La realidad es que posiblemente a cada persona le va mejor uno concreto, porque se adapte mejor a las características de su organismo.

Pero yo los que más recomiendo son Lactobacillus fermentum Lc40, Lactobacillus reuteri y una levadura, Sacaromices Boulardii.

Especialmente Sacaromices Boulardii es útil en reparación de la flora intestinal con tratamientos antibióticos. Ya que al ser una levadura y no una bacteria los antibióticos no le hacen daño. Eso permite empezar a reparar incluso durante el tratamiento antibiótico.

Hay muchos antibióticos y no todos afectan igual a la flora intestinal. Si tuviese que nombrar a «la bestia negra de la flora» en niños sería sin duda la Amoxicilina con ácido clavulánico. Pero es un gran antibiótico en cuanto a efectividad contra las infecciones. Esto significa que no debe usarse a la ligera. Que si la infección creemos que puede combatirse con otros antibióticos menos agresivos, optemos por otros. Pero que si es una infección grave y necesitamos este antibiótico debemos usarlo.

Pero eso sí, siempre con probióticos. Y en este caso mi recomendación es empezar al mismo tiempo que el antibiótico a tomar Sacaromices boulardii y seguir tomándo el probiótico hasta unos días después de acabar el tratamiento antibiótico.

Los probióticos como tratamiento preventivo de infecciones

Otro uso posible de los probióticos es que en algunos casos de infecciones de repetición los probióticos pueden actuar reduciendo la tendencia de algunos niños a desarrollar algunas infecciones concretas.

Algunas mastitis, orzuelos, enterocolitis, amigdalitis, otitis de repetición pueden reducir su frecuencia o desaparecer cuando reforzamos la flora con probióticos.

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Las Alergias en niños y bebés

Alergia en niños y bebés

Niños y bebés con alergia. Alergias alimentarias, a pólenes, a antibióticos, el asma, la dermatitis atópica ¿Porqué surgen y qué pueden hacer los padres?

Con la evolución actual, cualquiera diría que dentro de unos años todos seremos alérgicos.

Las patologías alérgicas están aumentando especialmente en países desarrollados y sobre todo en clases sociales media y alta del medio urbano. Hay muchas teorías que intentan explicar este aumento, que muy posiblemente sea el resultado de la coincidencia de varios factores.

Una de las teorías más aceptadas es la Higienista, que afirma que nuestro sistema defensivo está diseñado para vivir en un mundo que nos ataca constantemente (tenemos contacto a diario con miles de microorganismos que intentan desarrollarse en nuestro interior de modo más o menos agresivo). El ambiente cada vez más aséptico en el que desarrollamos nuestra vida, está dejando a nuestro sistema inmune sin trabajo.

En otros órganos, la falta de utilización induce una atrofia. Pero esto en el sistema inmune sería peligroso, ya que a pesar de nuestra higiene, más tarde o más temprano aparecería una infección que supondría un grave riesgo para nuestra vida. El resultado es que el sistema inmune está diseñado para mantener un nivel mínimo de actividad y si en el medio en que vivimos no encuentra estímulos adecuados para dicha actividad, empieza a buscarse otros no tan adecuados.

Dentro de los estímulos que han ido desapareciendo parece que tienen especial importancia los parásitos intestinales (lombrices por ejemplo). Las células del sistema defensivo (los glóbulos blancos) están divididas en distintos grupos especializados en la lucha contra ciertos agresores. Uno de esos grupos son los eosinófilos. Son los especializados en la lucha contra parásitos. Y son los más frecuentemente implicados en las reacciones alérgicas.

De hecho cuando una analítica presenta un aumento de los eosinófilos, las causas más frecuentes son una parasitosis intestinal o una alergia. Según esta teoría la práctica desaparición de las parasitosis en las clases medias y altas de los países desarrollados dejaría sin estímulos a estas células que empezarían a buscar algo nuevo que hacer.

La alergia puede manifestarse de muchas formas, en función de la predisposición de cada paciente y de la forma en la que contactamos con el agente alérgico.

Las localizaciones más frecuentes son la piel, las vías respiratorias y el aparato digestivo.

Alteración del «Equilibrio Omega»

Otra de las teorías es la dietética.

En nuestro cuerpo hay muchas grasas. Algunas de ellas que sólo podemos obtener de la alimentación, porque no somos capaces de producirlas.

Es lo que llamamos Ácidos grasos esenciales. Los más conocidos son los Omega 3 y 6.

Todas son necesarias, pero hay grasas «buenas y malas»:

Omega 3: Están presentes en las grasas de origen vegetal (chía, onagra, oliva…) y en el pescado azul. Son buenos.

Omega 6: Los hay buenos, procedentes de aceites vegetales (oliva, nuez…) y malos (grasa de la carne y piel de animales).

El exceso de Omega 6 de origen animal frente a Omega 6 vegetales y Omega 3 favorece los procesos inflamatorios (entre los que están las alergias).

Por eso se recomienda reducir el aporte de grasas animales y aumentar los aportes de grasas vegetales o de pescado azul en los niños con tendencia a hacer alergia.

Pero mientras lo conseguimos y en niños en los que lograrlo resulta muy complicado podemos recurrir a suplementos de Omega 3.

Las pruebas de la alergia y la vacunación anti-alérgica:

Es muy frecuente en cuanto se atribuye un síntoma a alergia en un niño que los padres soliciten que se le hagan las pruebas de alergia.

Conviene tener varias ideas claras al respecto.

En primer lugar no todas las reacciones alérgicas permiten la identificación del causante. Algunas de ellas se producen de hecho por la combinación de varios estímulos, con lo que averiguarla resulta poco menos que imposible dado que las combinaciones son infinitas.

Hay que darse cuenta también de que las pruebas de alergia no curan. Es muy frecuente que pacientes alérgicos acudan a la consulta con su crisis, (por ejemplo una rinitis por alergia al olivo) que el paciente sabe que sufre todos los años por las mismas fechas y cuyo causante es el olivo porque le han hecho las pruebas de la alergia. Esta rinitis le amarga la existencia durante un par de meses al año, y viene sin tratamiento.

O bien hay alergólogos que reparten resultados de pruebas de alergias como quien da carnés de un club de amigos, o el paciente ha hecho poco caso de las indicaciones del alergólogo pensando que con ponerle nombre a la enfermedad ya estuviese curada.

Hay dos formas de determinar el causante de una alergia:

  • Una analítica de sangre en la que estudiamos los anticuerpos específicos que tenemos contra cada uno de los causantes más frecuentes.
  • La realización de pruebas en la piel. Hacemos una pequeña herida, y sobre ella echamos una gota de líquido en el que va diluido el agente que sospechamos. Estas son más específicas que las primeras, pero también tienen más riesgos. Existe la posibilidad de desencadenar una reacción alérgica grave al realizarlas.

Sea con uno, con otro o con ambos métodos, la identificación del agente desencadenante de alergia tiene fundamentalmente la utilidad de servirnos para evitar la exposición al mismo (cosa poco realizable en algunos casos, como el alérgico al polen del olivo que vive en Andalucía), para establecer la época en que debe ser tratado (aunque eso se puede hacer simplemente observando los síntomas) y cuando los síntomas son intensos, potencialmente graves o no se controlan de forma adecuada con la medicación indicada, valorar la vacunación.

La vacunación consiste en acostumbrar a nuestro sistema inmune a ver como algo normal al causante de nuestra alergia, para que deje de actuar contra él.

Esto se consigue dándonos concentraciones cada vez mayores del agente alérgico para que acostumbrarnos a él.

Todas las vacunas (sean inyectadas o sublinguales) van preparadas en varios viales numerados (cada vial contiene el agente alérgico a una concentración mayor que el anterior) de los que administramos cantidades crecientes hasta acabarlos.

Es recomendable tener en cuenta varias cuestiones:

  • No tiene sentido vacunarse de más de 2 ó como muchos 3 alergenos simultáneamente.

Los pacientes que manifiestan sensibilidad a muchos alergenos y en los que no hay una relación clara con los síntomas, no son candidatos a la vacunación.

No tiene sentido la eliminación al azar de sensibilidad a 3, 4 ó 5 alergenos cuando hemos demostrado su sensibilidad a 20 ó 30 de ellos y no tenemos ni idea de cual es el auténtico responsable de los síntomas.

Parece necesario recordar que cualquier terapia en la alergia no va dirigida a que el paciente deje de “ser alérgico”, cosa imposible, sino a controlar unos síntomas, que son los que le hacen sentirse alérgico.

En realidad, prácticamente todos somos alérgicos en mayor o menor medida a algo. Pero no nos sentimos como tales ni precisamos tratamiento si no desarrollamos unos síntomas que nos resulten molestos.

Por eso antes de decidirnos por la vacunación, es importante establecer la relación clara entre los síntomas y el agente alérgico al que las pruebas de alergia hacen responsable.

Si no concuerda el agente que nos indican las pruebas con la forma de presentación de los síntomas, es que aunque las pruebas lo indiquen no es el responsable principal de las manifestaciones que sufrimos y por tanto aún vacunándonos no mejorarán.

Ejemplo: Rino-conjuntivitis que aparece en cualquier época del año en un niño al que las pruebas de la alergia califican de alérgico fundamentalmente al polen del olivo.

No tendría sentido vacunarle, ya que si fuera el olivo el responsable de su rino-conjuntivitis, ésta sólo se mantendría mientras hay polen en el aire (abril-junio).

Hay quien lo vacuna de cualquier modo, y el “inesperado” resultado suele ser que no mejora en absoluto.

Otro ejemplo que vemos con frecuencia, son niños a los que sin manifestar síntomas de alergia se le hacen las pruebas y éstas nos indican que es sensible al algunos alergenos.

Y se está vacunando. ¿Cómo se ha establecido contra que alergenos vacunarlo, si no tiene síntomas?

Se pretende continuar el tratamiento hasta que desaparezcan ¿qué síntomas?

¿Cómo sabremos si ha sido efectiva la vacunación?

¿Si los anticuerpos desaparecen?

Y si aquellos contra lo que lo hemos vacunado desaparecen y en la nueva analítica aparecen anticuerpos ante un estímulo nuevo, sin síntomas (cosa que no digo que ocurra siempre, pero casi) ¿lo vacunamos del nuevo?

Formas de manifestación alérgica:

Dependiendo de la predisposición personal y del modo en que el alergeno entra en contacto con nuestro organismo, aparecen manifestaciones alérgicas muy distintas.

Evidentemente suelen aparecer con más intensidad en los órganos que sirven de barrera entre nuestro organismo y el exterior: piel, vías respiratorias y aparato digestivo.

En piel suele aparecer como eccemas, prúrigo o urticarias, en vías respiratorias como rinitis, conjuntivitis o bronquitis y en aparato digestivo como alergias a alimentos con vómitos, diarrea o simplemente estancamiento en la ganancia de peso.

Sea cual sea el foco inicial de la reacción alérgica, dependiendo de la intensidad de la respuesta inmune puede extenderse a cualquier otra localización y a veces hacerse generalizadas y muy intensas como el shock anafiláctico.

Dermatitis atópica:

No es sólo una alergia.

El niño con dermatitis atópica tiene una piel más seca de lo normal, con una escasa secreción de grasa.

Esa es su piel y va a seguir siendo así hagamos lo que hagamos.

La tienen según los estudios una quinta parte de la población aproximadamente.

El problema es que cuando carecemos de la capa de grasa habitual que hay sobre la piel protegiéndola, las sustancias agresivas de nuestro entorno (desde el frío o el calor, hasta fibras, detergentes, pólenes, contaminación…) la dañan con más facilidad y nuestro sistema defensivo empieza a actuar contra ellas.

Estos pacientes tienen siempre una piel más seca, en la que de vez en cuando aparecen esas reacciones en forma de eccemas o prúrigo.

Un eccema es una inflamación de la piel seca con descamación y picor.

Un prúrigo es la aparición de puntos con picor e inflamación de la piel: granos.

Con el tratamiento de la dermatitis atópica no podemos curar la dermatitis para que no vuelva a aparecer, pero podemos hacer que las crisis sean menos frecuentes y menos intensas.

Hay que distinguir por eso entre las medidas de higiene ambiental y cuidados de la piel para el mantenimiento de la piel atópica y el tratamiento de los brotes en sí.

Las medidas principales para mejorar a largo plazo la dermatitis atópica son:

Evitar irritantes en su ambiente:

La ropa interior (especialmente la de cama: sábanas, funda de almohada, pijama) deberían ser de algodón 100% y sin colorantes.

Hay que reducir la cantidad de polvo que hay en su ambiente, especialmente en su dormitorio, que es el sitio en el que pasa la mayor parte de su tiempo.

La razón es que en el polvo proliferan unos insectos microscópicos llamados ácaros, que son uno de los mayores irritantes para la dermatitis atópica.

Por tanto la habitación de un niño con dermatitis debe estar lo más despejada posible, para facilitar su limpieza.

En especial debe evitarse que en ella haya: peluches (que además suelen estar hechos de fibras artificiales), estanterías con libros, alfombras, cortinas y posters.

Además, los ácaros proliferan con más facilidad en ambientes con temperatura y humedad constantes, por lo que conviene ventilar bien la habitación todos los días.

Hay niños que empeoran en verano por culpa del sudor.

Si se suda mucho puede irritar la piel, y además con el sudor se pegan a la piel otras sustancias como polen, contaminación, polvo… favoreciendo la aparición de las reacciones.

Por ello, además de su baño diario, cuando en verano sudan mucho es bueno ducharlos a media tarde, sin jabón siquiera, simplemente para quitarles el sudor de encima.

Después del baño deben secarse con toallas de algodón y empapando, sin frotar.

No frotamos, para no eliminar totalmente la grasa que sobre la piel dejan los geles y aceites de baño para dermatitis y además para irritar la piel lo menos posible.

Otro irritante importante para la dermatitis puede ser el cloro del agua de las piscinas.

Por ello, cuando van a la piscina, deben ducharse en cuanto salgan del agua.

Si en zonas con contacto con joyería (pendientes en las niñas) aparecen eccemas con frecuencia, puede llegar a ser necesario eliminar las joyas.

Reponer la capa protectora de grasa que no tiene de forma natural:

Esta es la parte más conocida del tratamiento de la dermatitis atópica, que consiste en formar sobre su piel una capa grasa de protección de la que el niño carece.

Se hace por medio de productos cosméticos a base de avena y sobre todo de glicerina, ya que los hay que son alérgicos a la avena.

Casi todas las empresas de cosmética de venta en farmacias tienen cremas y geles específicos para dermatitis atópica, y no hay una marca que sea la mejor.

Hay niños a los que les va bien una y niños a los que les va bien otra.

Lo que hay que hacer es probar, y la que le vaya bien, usarla todos los días.

Suelen ser necesarios una loción corporal y un gel.

A veces pasa, que usando una marca concreta que siempre le ha ido bien, empieza a no darle buen resultado.

No podemos decir que eso sea así porque tenga un brote, ya que incluso con el mejor cuidado posible un niño con dermatitis tendrá brotes de vez en cuando.

Diremos que no le va bien cuando los brotes empiecen a ser más fuertes y frecuentes de lo habitual.

Cuando eso le pase usando una marca que hasta entonces le había ido bien, es que ha llegado el momento de cambiarla por otra.

Pero si dejamos una temporada sin usarla, al volver a ella suele irle bien de nuevo.

Por eso generalmente con un par de marcas que podamos ir alternando por temporadas puede controlarse bastante bien.

Evitar alimentos que favorezcan los brotes:

Hay ciertos alimentos que son ricos en histaminas.

Las histaminas son sustancias que actúan en nuestro cuerpo como mediadores de la inflamación alérgica.

De hecho el tratamiento más básico de las alergias son los anti-histamínicos.

Por tanto si comemos alimentos ricos en histaminas pueden aparecer reacciones alérgicas con más facilidad.

El primer alimento de esta lista es el chocolate: No es que los niños a los que salen granos al tomar chocolate sean alérgicos a él.

La mayoría simplemente hacen alergias a otras cosas que se desencadenan con más facilidad tras tomar chocolate por aumentar la cantidad de histaminas en nuestro organismo.

Los alimentos que debe evitar un atópico son sobre todo:

Chocolate, vainilla, frutos secos, embutidos y quesos curados y alimentos enlatados.

Todo lo dicho hasta ahora son las medidas habituales en un niño con dermatitis atópica para evitar los brotes o al menos reducir su frecuencia e intensidad.

Cuando aparece el brote:

Cuando el brote aparece, es decir, aparecen eccemas o granos y picor ya no es suficiente con aplicar los cuidados descritos, necesita tratamiento.

Ya que los brotes son más difíciles de controlar cuanto más dejamos que empeore, deberían tratarse (sobre todo los eccemas) en cuanto empiezan a aparecer.

El tratamiento del brote puede ser en cremas, en tratamiento oral o a veces ambos y consiste en lo siguiente:

Si pica debe tomarse un antihistamínico.

Si no lo hacemos se va a rascar y el rascado empeora la dermatitis y favorece que se sobreinfecte.

Para frenar la reacción alérgica que está causando las lesiones en la piel, si esta es muy leve puede ser suficiente sólo con el antihistamínico y su crema hidratante habitual.

Cuando esta es ya más intensa solemos usar un antinflamatorio en crema (los más frecuentes son los corticoides, aunque hay otros antinflamatorios distintos que también pueden usarse).

Y cuando ni así lo controlamos usamos un corticoide por vía oral además de lo anterior.

En algún caso, si las lesiones se han sobreinfectado puede precisar además tratamiento con antibióticos.

El tratamiento concreto de cada brote precisa de la valoración del mismo por el médico para decidir los fármacos a usar y su dosificación en función de la extensión e intensidad del cuadro.

Alergia a picaduras:

Una picadura es una agresión a través de la piel que produce una herida en la que además con frecuencia pueden depositarse venenos o gérmenes que pueden extenderse por el resto del cuerpo.

Por eso es lógico que el sistema inmune reaccione ante ellas desencadenando una reacción inflamatoria a su alrededor para aislar y neutralizar estos agentes.

Pero hay personas en las que la reacción del sistema inmune ante las picaduras es exagerada, llegando a producir más daño del que la propia picadura puede desencadenar, a veces con reacciones generalizadas que ponen en peligro incluso la supervivencia del individuo.

Los animales más frecuentemente causantes de picaduras y alergia son en nuestro entorno los mosquitos, pulgas, arañas, avispas y abejas.

Picaduras de escorpión y serpiente son mucho menos frecuentes y en nuestro medio, las especies presentes en su mayoría tienen venenos poco potentes.

Sea cual sea el animal que produce la picadura debemos alarmarnos si los síntomas se extienden rápidamente y sobre todo si aparecen síntomas generales, como mareo, palidez de piel, alteraciones de la respiración, o aparición de reacciones en la piel en zonas distintas del cuerpo a aquellas en la que se ha producido la picadura.

El tratamiento, salvo en picaduras venenosas que en algún caso tiene tratamiento con antídotos específicos, es siempre el mismo, más en función de la intensidad de la reacción desencadenada que del agente causante.

Este tratamiento tiene tres objetivos, reducir la reacción alérgica, combatir la infección si aparece y evitar si es posible que sigan picándole.

Para frenar la reacción alérgica lo más usado son los antihistamínicos y si con ellos no se frena los corticoides.

Los antihistamínicos deben usarse por vía oral, pinchados o por vena.

Los corticoides además de estas vías pueden aplicarse localmente en forma de cremas.

Las cremas de antihistamínicos no deben usarse porque aumentan la sensibilidad de la piel al sol favoreciendo las quemaduras solares.

Para combatir la infección pueden usarse antibióticos en crema, por vía oral, pinchados o por vena dependiendo de la intensidad de la infección.

Por último para evitar que sigan picándole, las medidas van orientadas en función del “bicho” que le haya picado.

Los más frecuentes son como he dicho, mosquito, pulga, araña, avispa y abeja.

Ya que a excepción de la abeja (que deja el aguijón), los demás no dejan una señal clara de quien ha sido, hay que averiguarlo por deducción.

Hay mosquitos habitualmente en los meses de calor (de mayo a septiembre). Suelen picar más de noche, cuando entran en las casas atraídos por la luz. Los picotazos suelen ser varios diseminados en zonas expuestas de la piel, ya que un mosquito no se introduce entre la ropa para picar y entre picotazo y picotazo se desplaza volando.

Existen repelentes de mosquitos, que no son totalmente efectivos.

En los países donde estos son más frecuentes y transmiten enfermedades más graves el único método que funciona son las mosquiteras sobre las camas.

Sin llegar a eso podemos reducir el número de picaduras procurando no encender las luces de los dormitorios desde que atardece y si es posible dejar las ventanas igualmente cerradas desde el atardecer.

Las pulgas pueden picar en cualquier época del año.

Si está en el colchón, que es lo más frecuente, suele hacerlo cada noche.

Y precisa para saciarse varias picaduras.

Se puede desplazar entre las ropas y entre picotazo y picotazo da pequeños saltos.

Así, si tiene una pulga en la cama, cada mañana aparecerá un pequeño grupo de picaduras cercanas entre sí.

La forma de eliminar la pulga es lavar la ropa de cama con agua caliente y forrar de plástico el colchón, de forma que si está en la ropa la matamos y si está en el colchón se muere de hambre en un par de semanas.

Alergias alimentarias:

En el momento del nacimiento el aparato digestivo de los recién nacidos está preparado para alimentarse por medio de un único alimento: la leche materna.

Durante los dos primeros años de vida este aparato digestivo se irá desarrollando para adquirir la capacidad de digerir todos los elementos que constituyen una dieta variada en el ser humano.

Cuando introducimos un alimento nuevo, si nuestro intestino no es capaz aún de digerirlo, produce una irritación que puede manifestarse en forma de diarrea, vómitos, dolores abdominales o estancamiento en la ganancia de peso.

Cuando un alimento no es aún tolerado, hablamos de Intolerancia alimentaria.

Es algo transitorio, sólo es preciso esperar el tiempo necesario para que el intestino madure, adquiriendo la capacidad de digerirlo, más tarde o más temprano.

Pero en algunos casos, el organismo acaba reaccionando contra él como algo que le agrede.

Se desarrolla entonces una alergia alimentaria.

El cuerpo tiene anticuerpos contra él y guarda memoria de que ese alimento en concreto es agresivo, reaccionando contra él si vuelve a tomarlo , en algunos casos durante el resto de su vida.

Se ha demostrado que la aparición de estas alergias es más fácil si se tienen contactos esporádicos con pequeñas cantidades del alimento que desencadena la alergia.

Por eso la regla fundamental para evitar las alergias alimentarias es evitar “las mijitas de…

Asma:

El asma es una enfermedad que consiste en dificultad para respirar y tos persistente por irritación de los conductos por los que pasa el aire en los pulmones (Bronquios).

Es de tipo crónico.

Es decir, que cuando tiene una crisis, podemos tratarla y mejora, pero casi con total seguridad repetirá más tarde o más temprano.

La bronquitis (o asma) de tipo alérgico (también la hay sin alergia) suele desencadenar sus crisis por la presencia en el aire de (alergenos) pólenes, pelo y restos de piel de animales, ácaros (bichitos microscópicos que viven en el polvo) y algunos tipos de hongos (presentes sobre todo en ambientes húmedos).

Para entender las crisis y su tratamiento, ver capítulo sobre la bronquitis, en el apartado de causas frecuentes de consulta.

Aparte del tratamiento de las crisis, está indicada la vacunación para reducir la sensibilidad en aquellos casos en los que los síntomas se asocian claramente con la presencia de un alergeno de los descritos y esta sensibilidad ha sido comprobada mediante pruebas de sensibilización.

Rinoconjuntivitis alérgica.

Es la típica congestión primaveral.

Cuando llega la primavera y empiezan a abrirse las flores, el niño tiene los ojos y la nariz congestionados durante semanas o meses.

También pueden aparecer fuera de la primavera y no durar tanto si el desencadenante no es el polen de una planta, sino el contacto con animales, los ácaros o algunos hongos.

En estos casos los síntomas pueden aparecer en cualquier momento del año, cuando el niño es expuesto al desencadenante.

Y si esa exposición en puntual los síntomas van cediendo en pocos días.

En principio los síntomas son idénticos a un buen catarro, pero se pueden diferenciar por una serie de características bastante claras:

  • La conjuntivitis aparece a la vez en los dos ojos. En una infección bacteriana suele aparecer primero en uno y después se pasa al otro.
  • Tanto en catarro como la rinoconjuntivitis alérgica suelen ceder con el mismo tratamiento, pero en cuanto suspendemos el tratamiento en la alergia reaparece de forma casi inmediata.
  • Si hay fiebre es en principio una infección, ya que las alergias no producen fiebre.
  • La rinoconjuntivitis alérgica tiene un horario definido, mientras que las infecciones, desde que empiezan van empeorando durante 2-3 días y a partir de ahí mejora progresivamente hasta curarse.

En la alergia a pólenes el horario consiste en que empeora un poco por la mañana, mejora a lo largo del día y empeora mucho más al atardecer.

El motivo es que cuando sale el sol, las flores empiezan a soltar polen, aumentando la concentración en el aire durante las primeras horas del día.

Pero en cuanto el sol va calentando el suelo, el aire va subiendo arrastrando el polen hacia las capas altas de la atmósfera con lo que se reduce la concentración.

Finalmente, cuando empieza a atardecer y descienden las temperaturas, todo el polen acumulado en las capas más altas de aire cae de golpe haciendo que la concentración de polen a nivel del suelo se incremente mucho más.

En las alergias a animales, ácaros y hongos los síntomas son más intensos en las 2 horas siguientes al contacto con el animal en cuestión o el ambiente húmedo o con polvo abundante.

Es más fácil controlar la rinoconjuntivitis alérgica cuando aún no ha empezado o es poco intensa, por lo que cuando uno tiene alergia a un polen en concreto, debería empezar el tratamiento un poco antes de que empiece la floración de esa planta o como muy tarde en cuanto empiecen a notarse los primeros síntomas, y no debe abandonarse el tratamiento, aunque se mejore, hasta que ceda la presencia de ese polen en el aire.

Tu pediatra debe indicarte en función del polen concreto y de la zona donde vives cuando deberías empezar y acabar el tratamiento.

Alergias a antibióticos y exantema súbito.

Las alergias frente a medicamentos son también relativamente frecuentes.

Pero a veces se tiene tendencia a atribuir a un medicamento efectos que no son realmente suyos.

Es muy frecuente por ejemplo que mucha gente diga ser alérgico a la Amoxicilina con ácido clavulánico porque le produce diarrea cuando lo usa.

Sin embargo este antibiótico produce diarrea en mucha gente porque altera la flora intestinal, no por alergia.

Lo que quiere decir que si en alguna infección fuese el más indicado, podría tomarlo sin problema si lo acompaña de otra medicación que proteja su flora intestinal.

Otro caso muy frecuente de “alergia a antibióticos” falso es una infección viral llamada exantema súbito.

Está producida por un virus que casi todos pasamos antes de los 3 años, y que se caracteriza por producir fiebre muy alta (39-40º) de 2-5 días de duración y muy resistente a las medicinas para bajarla, por lo que es frecuente que aunque no está indicado acaben dándole antibióticos.

El problema, y lo que define a esta infección, es que por fin, cuando baja la fiebre, lo hace de forma radical, pasando en un día de tener 39 ó 40º de forma casi constante a no tener más que pequeños picos de 37,5º como mucho, pero acompañando a la bajada de fiebre aparece una erupción con cientos de pequeños granitos en el tronco que después se van extendiendo hacia brazos, piernas y cabeza.

La gran mayoría de los padres le echan la culpa al antibiótico y algún pediatra también.

Pero es fácil diferenciar una cosa de la otra:

  • En el exantema súbito la historia es clara con su fiebre alta de 2-5 días que cede bruscamente y entonces aparecen los granos.

En la alergia los granos pueden coincidir con la caída de la fiebre, pero pueden aparecer cuando aun hay fiebre o varios días después de la bajada.

  • En el exantema súbito los granos no suelen picar. En la alergia suelen picar bastante.
  • En el exantema súbito tienen una distribución predecible (aparecen en tronco y se extienden hacia manos, pies y cabeza, y cuando casi han llegado a manos y pies empiezan a borrarse en el mismo orden que aparecieron), en la alergia no siguen ningún orden, pueden aparecer en cualquier punto del cuerpo de forma simultánea, e incluso pueden aparecer en una zona, desaparecer por completo y aparecer más tarde en otra zona distinta.
  • En la alergia los granos se suelen notar al tacto, en el exantema súbito son planos (si uno toca la piel con los ojos cerrados no nota nada).

Hay otras muchas infecciones en las que puede aparecer erupciones asociadas a la fiebre, por lo que la única forma adecuada de diagnosticar una alergia a antibiótico o cualquier otro medicamento es hacer las pruebas específicas.

Ante la duda y hasta que se hagan las pruebas, como por suerte hoy en día hay una gran variedad de medicamentos opcionales para casi todas las patologías, lo prudente es retirar el medicamento sospechoso hasta que confirmemos o descartemos la alergia.

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Costra láctea

Costra láctea o dermatitis seborreica del lactante.

Costra láctea en bebés. Una erupción muy llamativa, pero que no tiene mucha importancia más que desde el punto de vista estético.

Lo que veis en la fotografía es la cabeza de un bebé de 3 meses con costra láctea.

Como podéis apreciar es una erupción costrosa de color amarillento, que se acumula más en las zonas con pelo de la cabeza. Es decir en el cuero cabelludo y en las cejas.

También es más llamativa en los surcos tras las orejas.

Es frecuente que aparezca también con «granitos» en la cara y la parte superior del tronco.

Estos «granitos» tienen el aspecto de las espinillas que aparecen en la pubertad. Puntitos rojos con relieve, algunos con la puntita amarillenta.

Todo en su conjunto es lo que se conoce como dermatitis seborreica del lactante.

Costra láctea muy llamativa con costras descamando

Se produce por el aumento de producción de grasa en la piel a causa de las hormonas sexuales que la madre pasó a su hijo a través de la placenta. Estas hormonas se mantienen activas en la sangre del bebé durante los primeros meses de vida, teniendo etapas en las que la costra láctea y las demás manifestaciones de la dermatitis seborreica son más evidentes y otras en las que casi desaparece. Todo ello sin aplicar tratamiento.

Dermatitis seborreica en el cuero cabelludo de un lactante. Costra láctea

Las costra láctea se producen porque la grasa producida en exceso hace que se queden pegadas las células muertas de la piel, que en condiciones normales se descamarían.

Tratamiento de la costra láctea

La única importancia que suele tener es la estética. Y si se decide poner tratamiento en algunos casos en sólo por eso. Lo que suele usarse para eliminar la costra láctea son aceites que disuelven la costra ayudando a que se descame.

Es habitual que los niños con costra láctea más llamativa tengan algún ganglio inflamado en la nuca. Es a veces motivo de consulta cuando los padres lo descubren.

En realidad la explicación es sencilla. Los ganglios están en muchas zonas de nuestro cuerpo. Son los encargados de aumentar la producción de defensas de una zona concreta. Y estos ganglios de la nuca son los encargados de la defensa del cuero cabelludo. Con lo que, cuando la piel está alterada, como en el caso de la costra láctea, son muchos los gérmenes que intentan penetrar esa zona y el sistema defensivo debe actuar con más frecuencia, haciendo que los ganglios encargados de defender la zona aumenten de tamaño.

Lo que notamos es que al tocar en la nuca a la altura de las orejas puede presentar uno o varios bultitos por debajo de la piel. Suelen tener un tamaño de en torno a un centímetro y notamos que podemos moverlos por debajo de la piel. Como os digo, no os preocupéis por ellos. Pueden seguir ahí incluso meses después de que desaparezca la costra láctea.

Estos ganglios pueden aparecer también en niños sin dermatitis seborreica del lactante.

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Por qué no es bueno el exceso de higiene en niños

Una de las teorías sobre el aumento de las alergias en niños es el exceso de higiene. ¿Cómo puede ser así?

Todos sabemos que en nuestro cuerpo hay partes que cuanto más las usamos más se desarrollan, como los músculos. Y que cuando no se usan, pierden tamaño y fuerza.

Pero hay otras partes de nuestro organismo que no pueden permitirse ese lujo. Nuestro sistema defensivo es una de ellas. Si se atrofiase por no trabajar, tras un periodo prolongado sin infecciones podríamos morir por un simple resfriado.

Cuando nuestro sistema defensivo no tiene trabajo, se lo busca. Es decir, si vive en un ambiente en el que no hay gérmenes que lo desafíen lo suficiente, empieza a buscar otros estímulos frente a los que reaccionar. Y es entonces cuando aparecen las alergias. Esto es una teoría, es lo que llamamos «Teoría Higienista de las Alergias».

Se basa en que la aparición de alergias ha ido aumentando en los países en los que las medidas de higiene están más desarrolladas. Y en que en estos países son más frecuentes conforme subimos en escala de higiene de la población.

Esta teoría nos dice que un poco de «roña» es buena en la vida de los niños.

Es necesario para mantener la actividad mínima del sistema defensivo para que siga en forma y centrado en lo que debe hacerlo: luchar contra los gérmenes.

Pero hay otras razones para no obsesionarse con la limpieza

  1. Los niños son niños. Necesitan explorar. Son inquietos por naturaleza. Parte de la infancia consiste en ser inconsciente de ciertas cosas. Y una de ellas es si esto está limpio (hasta la esterilización) o no. Pretender que el ambiente en el que los niños se desarrollan reuna las condiciones de esterilidad de un quirófano es un esfuerzo absurdo. Reduce demasiado las posibilidades de lo que el niño puede o no hacer y supone un esfuerzo a los padres innecesario. Pero ante todo les resta tiempo a esos padres para una labor mucho más importante, jugar con sus hijos y disfrutar de ellos.
  2. Genera además un volumen importante de mensajes tipo «no toques eso», «no te metas eso en la boca», «deja que te limpie las manos con la toallita», «eso no, que está sucio»… Lo que hace que la relación con el niño sea innecesariamente crispada y saturada de mensajes. Una de las características del lenguaje es que tiene una capacidad de atención limitada. Si constantemente bombardeamos al niño con mensajes de este tipo, llega un momento en que su atención por lo que decimos se reduce a la nada.

¿Qué es entonces lo razonable?

  • Esterilización de objetos para comer: Es absurdo por encima de los 3-4 meses. Basta con lavarlos como el resto de nuestros utensilios de cocina.
  • Mantener una limpieza razonable en la casa: No es recomendable como decía pretender que el sitio de juego del niño sea más estéril que un quirófano.
  • Lavarse las manos antes de comer o tras ir al baño: Entre otras cosas, lavar las manos 20 veces al día le destroza la piel a cualquiera.
  • Baño: Un baño diario no hace daño a nadie, pero cuando un niño no ha tenido actividades especialmente sucias o intensas en ejercicio físico no pasa nada si se lo salta uno o dos días. Y usad siempre poca cantidad de jabón y lo menos agresivo posible.
  • Cremas hidratantes: Sólo son necesarias cuando la piel no está bien. Si una piel está bien es porque las secreciones que produce son las adecuadas para cuidarse por si misma. Si tenemos esa suerte, lo mejor es no interferir.
  • Lavado de dientes: Mientras tiene los dientes de leche es el periodo en el que formamos al niño para que se conciencie de la higiene dental. En esta etapa suele ser suficiente con que se cepillen los dientes antes de acostarse (y evitar productos azucarados que favorezcan las caries). Cuando salen ya los definitivos sí es recomendable el cepillado de dientes tras las comidas principales (tras la cena sigue siendo la más importante).
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La leche de vaca

Leche de vaca en la dieta infantil.

Leche de vaca y salud infantil. Mi opinión sobre las leyendas urbanas que la ensalzan y la hunden.

Cuando uno navega por internet y busca información sobre la leche de vaca, encuentra de todo:

  • Desde opiniones diciendo que es el alimento esencial de los niños durante su crecimiento. Y que podríamos vivir toda la vida sólo tomando leche de vaca.
  • Hasta otras que la consideran poco menos que el principal «culpable de los males de salud de la humanidad».

Como casi todo en esta vida, se tiende a exagerar en todas las direcciones:

Hay gente que dice que podemos alimentarnos sólo de leche. Y otros que una buena mañana descubren que puede generar problemas (lo que es cierto) y acaban construyendo toda una teoría de la conspiración en torno a la leche de vaca acusándola de cualquier cosa… Les falta decir que es un invento alienígena para dominarnos.

La Leche en la dieta de los niños

Los lactantes tienen como base de su alimentación la leche, hasta los 4-6 meses aproximadamente, de forma exclusiva. Pero a partir de esa edad y especialmente a partir del año, necesitan muchos micronutrientes que no están en la leche. A partir de los 4-6 años aproximadamente la mayoría de los seres humanos no necesitan ya tomar leche.

Hasta que apareció la ganadería no fuimos nunca consumidores de otra leche que la materna, y no más allá de estas edades.

Pero también es cierto que la especie humana ha cambiado mucho, y que hay alimentos que contribuyen a una longevidad mayor y unas mejores condiciones en esas edades avanzadas que nunca disfrutamos hasta ahora. Y que la ganadería, como la agricultura han logrado un bienestar que era impensable para nuestros ancestros.

Podemos entender por ejemplo que con una esperanza media de vida de 35 años la osteoporosis no era en absoluto algo que limitase la calidad de vida. Pero que con edades cercanas a los 100 o por encima en la actualidad sí lo son. Sin olvidar, claro está, que la leche es un alimento para crías y que si queremos sus beneficios fuera de esa edad, se acompañará de otros perjuicios que podemos reducir adaptándola a la edad del que la toma.

La leche es Esencial en los primeros años de vida

Durante los años en los que la lactancia es normal, la leche es esencial en la dieta de los niños. Y lo es porque en un alimento fácil de tomar y digerir aporta:

  • Cantidades suficientes y equilibradas de los macronutrientes: Hidratos de carbono, Grasas y Proteínas. En un equilibrio que no tiene ningún otro alimento.
  • Cantidades difíciles de cubrir con otros alimentos de micronutrientes esenciales: Calcio, Vitamina D y Vitaminas del grupo B y algunas grasas y proteínas importantes.

Necesitamos otras cosas que no están en la leche, pero eliminar este alimento de la dieta totalmente genera carencias difíciles de cubrir con otros.

Entendiendo esto, lo mejor es mantener la leche materna como alimento esencial.

Pero cuando no es posible debemos suplirla con los productos más similares que podamos. Y estos son otros lácteos animales, como la leche de vaca, cabra, oveja.

Sin embargo, hay diferencias importantes entre estas leches y la humana. Lo que justifica que las modifiquemos para hacerlas más parecidas al patrón oro: la materna.

Hay controversia sobre si hay que tomar leche para evitar la osteoporosis.

Hay muchas culturas en las que no se consume leche (entre otras cosas porque no son ganaderas o porque no la toleran más allá de la lactancia) y no por ello tienen tasas mayores de osteoporosis. Se puede vivir sin leche fuera de la lactancia.

Pero debemos entender que en esas culturas la base fundamental de su alimentación son fuentes ricas en calcio, como el arroz. Y que estas dietas tan basadas en un sólo producto tampoco están exentas de problemas. Por ejemplo en el Sudeste asiático el nivel de contaminación por arsénico del arroz no es nada despreciable. Esto son en realidad opciones culturales. Y en el mundo occidental la fuente de calcio fundamental durante milenios ha sido la leche.

Las leches especiales para niños. No dar leche de vaca entera antes de los 18 meses.

La introducción de la leche se hace con precauciones. Y es así porque a un porcentaje no despreciable de gente no les sienta bien. Sea por intolerancias (no pueden digerirla bien) o alergias (su sistema defensivo reconoce a algunas proteínas de la leche como extrañas y se defiende contra ellas). Ese es el motivo por el cual, en aquellos niños que no pueden tomar leche materna (la idónea para el ser humano), se sustituye por otras leches adaptadas.

Como ninguna leche natural que no sea la humana es adecuada para alimentar a los lactantes la adaptamos artificialmente. Como materia prima se usa la de vaca simplemente porque es la más accesible. Pero podría hacerse igualmente a partir de otras leches animales (las hay).

La edad en la que un niño puede tomar leche de vaca sin problemas varía. Algunos no lo podrán hacer nunca por intolerancias o alergias. Otros pueden hacerlo sin probolemas importantes con menos de un año. No se puede definir una edad. Lo adecuado a mi parecer, si queremos que nuestro hijo tome leche de vaca, es introducirla gradualmente. Y serían necesarios más pasos (tipos de lacteos más especiales) cuanto antes se haga esa introducción.

Pero mi experiencia me dice que la mayoría de los niños que no han tenido problemas con la leche antes, son capaces de tomar leche entera sin problemas a partir del año o año y medio aproximadamente.

Cuando hablamos de leches adaptadas por encima del año hay un problema. Y es que se mete todo en el mismo saco. Habiendo productos en los que los beneficios que aporta no compensan los riesgos que les acompañan.

Os concreto esto: Hay leches que aportan Hierro, Omega 3, Fibra… Cosas que cuando estudiamos a la población infantil general vemos que es difícil que alcancen con la dieta real que toman. Estas modificaciones son positivas. Como también lo es que reduzcamos la carga de proteínas de la leche de vaca normal. Porque es excesiva para los niños y puede favorecer el problema nutricional por excelencia: Obesidad.

Las leches que claramente son un problema son aquellas que añaden una cantidad injustificada de azúcar. Ya que incrementan el riesgo de esa Obesidad que he comentado. En este sentido me alegra ver que hay empresas lácteas que están haciendo un esfuerzo claro en eliminar este azúcar añadido. O que cada vez dejan más clara la diferencia entre un alimento funcional y uno de placer.

Aclaro esta diferencia: A mí me preocupa el exceso de azúcar que consumimos. Pero lo hacemos porque es placentero. ¿Puede un niño tomarse un trozo de tarta en su cumpleaños? Claro. Y eso no va a dañar su salud. Pasa lo mismo si de vez en cuando toma un batido de chocolate.

Son excepciones que nuestro cuerpo puede gestionar sin problema.

Pero si introducimos ese azúcar en uno de sus alimentos clave, como es la leche que toma a diario hablamos de otra cosa.

Toca por tanto informarse para entender cuales son las marcas que están haciéndolo bien y cuáles no.

Hay una leyenda urbana que dice que la leche provoca mocos en los niños.

Esto es un poco absurdo en niños que no tengan alergia a las proteínas de la leche de vaca.

Si los mocos de los niños fuesen por la leche los tendrían igual en invierno que en verano. Y no es así.

En niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca si es cierto que retirar la leche mejora las patologías respiratorias crónicas. Y que tener una analítica que no muestra alergia no excluye que el niño mejore al retirar la leche en algunos casos. Pero por desgracia no es tan simple y en la mayoría de los niños no influye.

Flora intestinal y alergias. Cómo conservar una flora adecuada que evite las alergias.

Se dice que la leche contiene bacterias, sangre animal, hormonas, antibióticos…

Separemos: La sangre animal está en la carne y el pescado en una proporción mucho mayor. Y la leche de hecho es en parte un filtrado de la sangre. Esto no es un problema en sí mismo.

Hormonas, antibióticos y antifúngicos están de forma natural en todo lo que comemos. Lo que no es justificable es que esté en proporciones artificiales. Y esto está regulado y controlado por ley. Cuando una vaca tiene problemas que deban tratarse su leche no puede ser usada para consumo humano y se elimina.

Y todos los alimentos contienen bacterias. Hasta el aire y el agua los contienen…

De hecho esas bacterias son necesarias para formar una flora intestinal sana que colabore con nosotros. Y la que recibimos en los lácteos, en ese aspecto, es de las mejores.

También aquí hay diferencias. Una cosa son las bacterias patógenas y otra las que pueden y deben formar parte de nuestra flora y resultan beneficiosas.

Cuando se envasa leche en España, por ley debe ser procesada para evitar posibles bacterias patógenas. Para eso se somete a altas temperaturas. Una vez abierto el envase se empiezan a crecer bacterias que se alimentan de la leche. Pero son Bacterias beneficiosas en nuestra flora intestinal como los Lactobacilos. Mientras se consuma en las fechas que se recomienda en el envase no hay riesgo de infección por gérmenes perjudiciales.

¿Hay contaminantes en la Leche de Vaca?

Respecto a la contaminación. Mira tu ciudad de lejos, y si tras ver la nube marrón que la cubre no te preocupas de la contaminación es que eres un inconsciente. Debemos preocuparnos de la contaminación y tomar medidas para corregirlas. Pero la leche no es la vía por la que estamos recibiendo esos contaminantes de forma significativa. La principal es el aire.

Se asocia a muchas enfermedades y alergias.

Es cierto que la alergia a la leche de vaca es una de las más frecuentes y puede asociarse en algunos casos a dermatitis, bronquitis… Pero la clave no está en eliminar la leche, sino en diagnosticar adecuadamente y tratar a quienes muestran estos problemas.

Una de las razones que está haciendo aumentar la alergia a la leche de vaca es precisamente la introducción tardía de ésta. Os recomiendo que leáis mi artículo: Por qué las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes.

Evitar los lácteos de vaca durante los primeros meses de vida, puede incrementar la frecuencia de alergias a la leche.

Hay quien piensa que es mejor dar a los niños leches vegetales (soja, arroz, almendras, avena o coco…) que leche de vaca

La leche de soja, de arroz, almendras, avena o coco son aguas blancas con calcio y algunas otras coincidencias con la leche animal.

Pero como alimento similar a la leche humana o sustitutivo de la misma son de risa:

– Tienen un alto contenido en azúcar.

– Pero sobre todo, no tienen unas grasas y proteínas de alta calidad que los niños necesitan, ni más ni menos, que para formar su cerebro.

En niños menores de 4-6 años (más o menos lo que dura la lactancia de forma natural), no recomiendo sustituir la leche humana (es lo mejor). Pero si no puede tomarla, el sustituto adecuado no es una leche vegetal, sino una animal como la de vaca o cabra. La que mejor se tolere en cada caso.

¿La leche estriñe?

Si se toman lácteos en exceso sí. Los minerales que no necesita nuestro organismo, no los absorbe y quedan en la caca endureciéndola. Pero alcanzar este exceso es complicado con leche. Más fácil si se toman lácteos concentrados como el yogur.

Otro factor que afecta al estreñimiento es la grasa. El ácido palmítico de la leche de vaca es más difícil de digerir que el de la leche materna porque es una molécula diferente. Si el niño aún no puede digerir bien esa variante puede generar estreñimiento porque la grasa se combina con el calcio generando jabones que precipitan endureciendo la caca.

En este sentido puede adaptarse la leche reduciendo su carga de esta grasa y mejora el estreñimiento.

¿La leche da diarrea?

En las personas que no la digieren bien sí. En la mayoría de los caucásicos no. En la mayoría de las demás razas salvo alguna excepción, por encima de los 3-4 años sí puede generar diarrea, ardores y gases, por intolerancia a la lactosa.

En resumen:

  1. La leche es esencial en la alimentación de los niños en los primeros años de vida.
  2. La mejor es la leche materna.
  3. Cuando esta opción no está disponible debe sustituirse con un alimento lo más similar posible.
  4. En esta sustitución la leche animal supera claramente a las vegetales.
  5. Pero es recomendable hacer una introducción teniendo en cuenta la edad del niño para hacer modificaciones que son importantes.

 

Para mí, la leche de vaca es un alimento importante en nuestra cultura, que casi todos los niños acaban incorporando a su dieta.

La clave está en que ocupe el lugar que le corresponde en una dieta equilibrada y busquemos aquellas formas de dar leche a nuestros hijos que aportan ventajas claras para su salud.

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La ropa del recién nacido

¿Qué ropa hay que ponerle a un recién nacido?

Uno de los mayores cambios que sufre un recién nacido es tener que regular la temperatura de su cuerpo.

Mientras estaba dentro de su madre la temperatura la regulaba ella y los cambios eran mínimos.

Cuando salen son muy sensible a cambios leve.

¿Cuanta ropa necesita un recién nacido?

Suele decirse que el recién nacido debe llevar dos capas de ropa más que los que hay a su alrededor para estar cómodos, hasta que cumpla un mes.

Y que después una capa de ropa más que los que le rodean hasta los 3 meses.

En realidad, siempre habrá quien sea más caluroso o menos. Lo anterior puede orientarnos. Pero en realidad basta con observar al bebé.

Como notan tanto los cambios de temperatura, sobre todo al principio, reaccionan de forma muy evidente cuando tienen frío o calor.

Si tiene frío, la piel se pone en seguida pálida azulada. Sobre todo en las extremidades. Ponle más ropa.

Si tiene calor, se ponen muy rojos e inquietos y sudan. Quítale ropa.

¿Necesita Gorro un recién nacido?

La cabeza es una parte bastante grande del cuerpo de un bebé, por lo que si está en un sitio donde pueda pasar frío es aconsejable protegerla. En los primeros 2 ó 3 días de vida, casi cualquier sitio le resulta frío al bebé en comparación a lo que estaba acostumbrado dentro de su madre. Por lo que en esos primeros días es bueno que tenga casi siempre puesto un gorro.

gorro recien nacido

¿Le debemos poner manoplas a un recién nacido?

Se suelen usar por dos motivos:

– Tienden a arañarse.

– Para evitar el frío en ambientes poco caldeados.

Opciones alternativas a las manoplas son ponerle unos calcetines en las manos o simplemente dejarle las mangas largas, ya que casi toda la ropa le queda larga al principio.

Pero, ¿cuanta ropa me llevo al hospital cuando vaya a nacer mi hijo?

Habitualmente con tres o cuatro mudas completas y un par de mantillas tendrás bastante.

Cada muda completa incluye:

  1. Gorro.
  2. Manoplas.
  3. Body.
  4. Pijama completo (de manga larga y que cubra también los pies).
  5. Calcetines o patucos (yo prefiero ponerlos por encima del pijama, porque dentro suelen salirse y quedar sueltos al fondo).
  6. Babero o gasa para limpiar las bocanadas.
  7. Pañales (por si no os los dan en el hospital).

 

 

 

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Manchas blancas en la piel de los niños

Distinguir los distintos tipos de manchas blancas de la piel de los niños es fácil. Aprende a hacerlo.

La principal duda de los padres «¿Son hongos?»

Especialmente durante el verano son más visibles en los niños algunas manchas en la piel que tienen menos color que el resto.

Conforme el niño se pone moreno, parece que la mancha se volviese cada vez más blanca.

A parte de la estética, suelen preocupar a los padres, por si es signos de alguna carencia o una infección por hongos que pueda extenderse o contagiarse.

Las principales causas de estas manchas son:

– Cicatrices.

– Darcros.

– Hongos.

– Manchas «de nacimiento».

– Vitíligo (la que se ve en la foto del principio del artículo)

Vamos a dar una breve explicación para que se entiendan y diferencien, porque puede hacerse con mucha facilidad.

Las cicatrices

Cuando se forma piel en una herida, va reconstruyéndose. Hasta que acaba de hacerlo de forma correcta puede tardar bastante tiempo. En algunos casos esa piel no será nunca exactamente igual que el resto. Puede ocurrir que en su formación tenga más o menos capacidad de ponerse morena que la piel que hay alrededor.

El resultado pueden ser manchas más claras o más oscuras que la piel que le rodea. Y en ambos casos, se nota más cuanto más morena se pone la piel en verano.

La única importancia que tiene es estética y su única solución es no ponerse moreno: Protección solar.

Darcros

Los darcros son manchas blancas en la piel que le dan una aspecto como sucio. Pueden ser muy abundantes. Aparecen especialmente en personas con dermatitis atópica.

 

Darcros, manchas blancas.
Darcros, manchas blancas.

 

Si tu hijo la tiene y te entretuvieses durante todo el año en anotar los sitios donde el niño ha tenido algún eccema de la dermatitis, te darías cuenta de que las manchas blancas en verano aparecen justo en esos lugares.

El motivo es que, como en las cicatrices, un eccema descama la parte superior de la piel y luego se regenera. Cuando lo hace es una piel que se pone morena con más dificultad.

Su importancia de nuevo es sólo estética y como se nota más cuanto más moreno se pone el niño, su única solución es la protección solar. Y en este caso, controlar mejor la dermatitis atópica.

Es frecuente que la gente los confunda con hongos. Vamos a ver que es fácil diferenciarlos.

Infección por hongos

Hay algunos tipos de hongos que pueden anidar en la piel con facilidad.

Al extenderse van destruyendo la capa superficial de la piel y eso hace que se pierda su coloración normal.

Estas infecciones son más frecuentes en verano, cuando exponemos más superficie de piel y la sometemos a agresiones, como el cloro de las piscinas.

Se suele contagiar por contacto con una piel infectada, por compartir toallas o por agua estancada en la que previamente han caidos esporas del hongo (bordes de piscina, duchas públicas…)

Suele preocupar a los padres, porque a diferencia de las anteriores, si no se trata, se extiende, puede contagiarse a otros miembros de la familia y es además molesto. Cosa que no eran los otros tipos de manchas.

 

Infección por Hongos
Infección por Hongos

 

Características de los hongos que lo distinguen de las demás lesiones:

– Los hongos crecen. La mancha blanca se extiende y van apareciendo lesiones nuevas.

– Los hongos pican.

– Los hongos descaman. La piel muerta que van dejando los hongos en su abance va descamando. Lo que pica más aún.

– En algunos casos el borde de la lesión está como inflamado y el centro más blanco. Pero esto no ocurre siempre.

Los hongos sí tienen tratamiento.

Manchas de nacimiento

Un lunar es una zona de la piel en la que se han formando más melanocitos (las células que producen el pigmento de la piel) de lo normal.

Del mismo modo puede haber zonas de la piel que ya desde el nacimiento tiene algo más o algo menos de pigmento que el resto. Forman lo que la gente llama «manchas café con leche». Es una zona de la piel bien definida, que ya desde el nacimiento, tiene un poco más o un poco menos de coloración que el resto de la piel.

No pica, no descama, no crece y la tiene desde que nació.

Mancha de Nacimiento
Mancha de Nacimiento

La de la foto es algo más oscura que el resto. Las hay también al revés, es decir, algo más claras.

mancha blanca bebé

No tiene más importancia que la estética.

Vitíligo

Es una enfermedad por la que el propio cuerpo reacciona contra los melanocitos (células que dan su color a la piel) destruyéndolas en una o varias zonas que suelen crecer.

No descama ni pica. No tiene el borde sobre elevado.

Es menos frecuente que lo anterior.

Vitíligo
Vitíligo

También es un vitíligo la foto del encabezamiento del artículo.

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