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100 Cólicos del Lactante resueltos

Os presento un estudio realizado por mí en el que se resolvieron 100 casos de Cólicos del Lactante en 3 años. Sirve como ejemplo de mi forma de trabajar este problema. La clave es entender que no es una sola patología, sino la superposición de varias.

Desde 2010 llevo aplicando un nuevo planteamiento sobre el cólico del lactante que parte de tres premisas:

  1. No hay una entidad única que explique los Cólicos del Lactante.
  2. Pero con un diagnóstico diferencial adecuado debemos poder resolver cualquier Cólico del Lactante identificando sus causas.
  3. Reducir lo más posible el tiempo y las pruebas complementarias necesarias para lograr la mejora de los síntomas y el diagnóstico de las causas.

En primer lugar debemos definir qué entendemos por Cólicos del Lactante:

Deben cumplir todo lo siguiente:
1. Inicio y fin de los síntomas en los primeros 4 meses de vida.
2. Episodios repetidos de llanto inconsolable, referidos por los padres, sin causa aparente y saben ser prevenir ni resolver.
3. Con buena ganancia de peso, sin fiebre ni otros signos de enfermedad evidentes.

Para fines de investigación, debe cumplir los criterios diagnósticos previos y además incluir los dos siguientes:
1. Los padres estiman una duración de llanto de tres o más horas diarias durante tres o más días a la semana.
2. Duración confirmada de 3 horas o más cuando se registra en un diario de la conducta del bebé de 24 horas.

En mi consulta en el Hospital Inmaculada de Granada (España) he atendido, entre 2014 y 2017, 100 casos de bebés que cumplen estos criterios, y que se han resuelto mediante diagnóstico diferencial con intervenciones definidas en función de su causa.

100 casos de Cólicos del Lactante resueltos

Planteamiento teórico:

Los Cólicos del Lactante son una agrupación artificial de casos en los que lo único común es el llanto del bebé y una falta de diagnóstico sobre su causa.

Llevamos años buscando una causa.

Asumo que son muchas las causas, que en cada niño puede haber varias simultáneas y que debemos tener un protocolo de diagnóstico diferencial y tratamiento que nos permita actuar para corregir las causas.

En mi experiencia he encontrado una serie definida de problemas que se repiten una y otra vez en casos catalogados como Cólicos del Lactante y que pueden agruparse en 4 categorías:

  1. Crianza. Prácticas que favorecen la irritabilidad del Lacante por no cubrir adecuadamente sus necesidades en:
    1. Estímulos.
    2. Alimentación.
  2. Flora intestinal que genera una fermentación con gases excesivos.
  3. Alergias / Intolerancias alimentarias:
    1. En los bebés alimentados con Lactancia Artificial, problemas con:
      1. Proteínas de la Leche de Vaca.
      2. Lactosa.
    2. En los alimentados con Leche Materna:
      1. Proteínas de la Leche de Vaca.
      2. Otros alimentos de la dieta Materna.
  4. Trastornos evolutivos. Llamo así a cambios normales en los primeros meses de vida de cualquier bebé, pero que en los Cólico del Lactante han tenido fallos que generan un problema:
    1. Estreñimiento. Por una Pauta incorrecta de alimentación o una digestión inadecuada que da lugar a heces duras.
    2. Pseudoestreñimiento del lactante. Por una falta de coordinación en la relajación del ano para permitir el vaciado intestinal una vez que el esfinter anal ha adquirido fuerza.
    3. Reflujo Ácido: Por un exceso de producción de ácido gástrico.

Estos problemas no sólo pueden coexistir. Lo normal es que lo hagan y que se potencien entre sí.

Vamos a abordarlos uno por uno.

Pauta de Estímulos Inadecuada

Los niños necesitan estímulos para desarrollar su cerebro.

Hay estilos de crianza que limitan claramente estos estímulos:

– Limitando el contacto con los padres.

– Dejando a los niños en una postura constante durante más tiempo del tolerado por el niño.

– Limitando la variedad de estímulos a los que el niño tiene acceso.

Dejar un niño en la cuna sin contacto con sus padres, en una postura que el bebé no puede cambiar y con acceso a unos estímulos escasos y sin variación es normal que genere ansiedad y malestar al bebé.

Hay niños en los que esta necesidad de estímulos es más marcada que en otros. Son los llamados niños de Alta Demanda. Existen y tienen unas características claras:

  • Duermen muy poco durante el día. Si lo hacen es mientras siguen recibiendo estímulos (sobre los padres o en ambientes muy saturados de estímulos como celebraciones o calles bulliciosas).
  • Piden de forma muy intensa lo que necesitan, cediendo el llanto cuando se les proporciona.
  • Para comer manifiestan mucha ansiedad pero pierden el interés enseguida, distraídos con cualquier otro estímulo.

Criterio de Inclusión:

La Clave para incluir esto en el cóctel de causas es que algunas de las crisis de llanto del bebé ceden cuando se le dan estímulos cambiantes.

Recomendación:

Pauta de crianza que aporte al bebé los estímulos que necesita de la forma más llevadera para los padres. La solución que más ayuda es el Porteo.

Pauta de alimentación Inadecuada

Todo niño que se queda con hambre llora mientras tenga fuerzas para hacerlo.

Hay estilos de crianza que limitan el acceso del lactante a la leche:

– Estableciendo horarios rígidos de alimentación.

– Limitando la cantidad que puede tomar en biberón o el tiempo que puede estar al pecho.

– Sustituyendo la leche por infusiones o chupe.

Si como resultado de ellas el bebé tiene una sensación subjetiva de hambre no satisfecha, llorará por hambre.

Pero además, al comer con ansiedad tendremos un aumento de los gases intestinales.

Criterio de Inclusión:

La Clave para incluir esto en el cóctel de causas es que algunas de las crisis de llanto del bebé ceden cuando se le da de comer sin limitación temporal ni de cantidad.

Recomendación:

Pauta de alimentación que aporte al bebé alimento siempre que lo pida, y sin límite de cantidad. 

Si durante el día espacia más las tomas que en la tarde-noche recomiendo despertarle durante el día para ofrecerle de comer con la frecuencia que el bebé pide en su momento de máxima demanda.

Esto es importante especialmente en lactancia materna.

Muchos niños tienen un desajuste entre las horas en las que el pecho produce más leche y las horas en las que el niño pide más alimento.

Esto impide un aumento adecuado de la producción de leche materna para cubrir las necesidades del bebé y que coma con ansiedad cuando menos leche hay.

Mejora si:

– Mantenemos una pauta de iluminación definida en la que haya mucha más luz de día y la mínima posible de noche.

– Despertamos al bebé con más frecuencia para tomar en las horas en las que más leche materna se produce: Mañana, Inicio de la tarde.

Dando más alimento y estímulos durante el día, el bebé llega a las horas críticas del cólico con sus necesidades cubiertas y más sueño.

Flora Intestinal Inadecuada

Cuando un niño nace empieza a ser colonizado por los gérmenes de su entorno.

Hay circunstancias que pueden favorecer la colonización por gérmenes inadecuados:

– Nacimiento por Cesárea.

– Tratamientos antibióticos por Riesgo Infeccioso Neonatal.

– Medio Hospitalario.

– Exceso de Higiene.

Durante los primeros meses de vida esa flora va a ir cambiando constantemente.

Hay momentos en los que puede haber una parte importante de esa flora que:

– Fermente produciendo más gases. Lo que genera dolor abdominal por exceso de presión.

– Produce irritantes que agreden a la mucosa intestinal, produciendo dolor y una motilidad intestinal inadecuada, con la consiguiente retención de gases y heces que genera dolor, de nuevo, por presión excesiva.

Otras patologías implicadas en el Cólico del Lactante y las intervenciones que hacemos para resolverlas (como un cambio de leche) pueden cambiar esa flora dando entrada a gérmenes perjudiciales.

Criterios de Inclusión y Recomendación:

Yo añado el tratamiento con Probióticos en todos los casos del estudio. Concretamente se han tratado con Lactobacilo Reuterii. 

Le sienta mal la leche de vaca

Algunos bebés tienen problemas para digerir la Leche Adaptada de Inicio.

Proteínas de la Leche de Vaca

Criterios de Inclusión:

– Bebés con dermatitis atópica llamativa.

– Vómitos tras las tomas.

– Malestar tras las tomas.

– Dermatitis del pañal frecuente.

Recomendaciones:

La analítica para detectar anticuerpos sólo identifica los casos con Alergia mediada por IgE. Pero no los de Alergia no mediada y los de Intolerancia.

Por tanto la prueba más fiable es la eliminación de la leche de vaca de la dieta.

Si mejor y empeora al reintroducirla mantendremos la leche fuera de la dieta del bebé.

En los casos en los que el vevé toma sólo leche materna debemos eliminar la leche de vaca de la dieta de la madre durante 2 semanas. Suele apreciarse la mejoría entre 3 y 10 días después de la eliminación total.

Si mejora y al reintroducir la leche en la dieta materna hay un empeoramiento claro de los síntomas en menos de 48 horas mantendremos una dieta exenta de leche de vaca en la dieta materna.

Intolerancia a la Lactosa

Criterios de Inclusión:

– Dermatitis del Pañal frecuente.

– Diarrea ácida.

– Malestar tras las tomas.

– Gases abundantes.

Recomendaciones:

En la lactancia materna exclusiva es muy raro que haya síntomas de Intolerancia a la Lactosa. Se puede producir en algunos casos en los que no se permite al bebé vaciar un pecho antes de pasar al siguiente. La única medida en los que toman pecho es por tanto que se permita al bebé tomar el pecho sin cambiarlo hasta que no muestre rechazo por él.

En lactancia artificial probaremos a sustituir la leche de inicio normal por una fórmula sin lactosa. Si hay una mejora clara en 2-5 días. Reintroducimos la leche con lactosa y si empeora claramente, mantendremos la Fórmula Sin Lactosa.

Estreñimiento

Criterios de Inclusión:

Entendemos por estreñimiento hacer las heces duras y con dolor. 

El estreñimiento real puede generar dolor al intentar defecar y dolor abdominal por retención de heces y gases.

Suele ser un dolor que aumenta a lo largo del día de forma intermitente, llegando a su máximo en la tarde-noche o durante la defecación.

Mejora tras hacer caca, una vez calmado el dolor de expulsión.

Recomendaciones:

Es algo casi inexistente en lactancia materna.

En lactancia artificial podemos recurrir a Fórmulas Antiestreñimiento. Puntualmente puede ayudarse a defecar con Sonda Rectal lubricada.

Pseudoestreñimiento del Lactante

En las primeras semanas de vida el tono del esfinter anal voluntario va aumentando hasta ser capaz de retener completamente las heces si no se relaja.

El bebé pasa así de hacer deposiciones casi con cada toma, a hacerlas sólo cuando relaja el ano.

Si no lo hace con frecuencia puede generar dolor por distensión abdominal al dificultar la eliminación de heces y gases.

Criterios de Inclusión:

Dificultad para expulsar las heces, pese a que cuando salen no son duras.

– Es un fallo de coordinación entre el movimiento intestinal y la relajación del ano.

– Acaba superándose en cuestión de días o semanas, cuando el bebé aprende a coordinar la relajación anal con el movimiento intestinal.

– Aprieta intentando hacer caca tras cada toma. Los pujos son cada vez más intensos y dolorosos conforme acumula tomas sin evacuar.

Recomendaciones:

  • En las crisis de llanto inconsolable en las que intenta hacer caca sin poder: Estimulación con Sonda Rectal Lubricada.
  • Si pasa días sin hacer deposiciones pero no hay crisis de llanto inconsolable ni distensión abdominal: NO hacer nada. Se trata de Pseudoestreñimiento por Absorción Completa. Algo muy frecuente en Lactancia Materna.

Reflujo Ácido

Criterios de Inclusión:

En las primeras semanas de vida va aumentando la producción de ácido del estómago.

El bebé pasa de echar bocanadas de leche blanca-amarillenta a echar bocanadas de leche cortada. Con líquido transparente y grumos blancos.

Las bocanadas van aumentando en volumen conforme el bebé toma cada vez cantidades mayores y se mueve más. Pero mientras no haya dolor y gane peso, las bocanadas no son un problema.

Si la producción de ácido es excesiva, aparece pirosis. Lo que notaremos será una interrupción de la toma con llanto intenso de dolor arqueándose hacia atrás. Seguido de varios intentos de volver a tomar, ya que sigue con hambre. Pero en cada nuevo intento el bebé vuelve a llorar.

Otros síntomas que suelen acompañar en el Reflujo Ácido son:

  • Lengua saburral blanca, marrón o verdosa. Se produce por efecto del ácido sobre la zona dorsal posterior de la lengua.
  • Un aumento del Hipo. Se hace más frecuente y persistente.
  • Mucosidad en la garganta por irritación de la mucosa faríngea, con una tos irritativa en aumento.
  • Aliento ácido.
  • Muecas de asco frecuentes.
  • Despertares frecuentes con llanto cuando está tumbado.
  • Las crisis mejoran con el niño en vertical.

Importancia del tratamiento del reflujo ácido:

Además del dolor que sufre el niño, que ya es motivo suficiente para tratarlo, un reflujo no tratado puede dar lugar a una mala relación con la comida y el sueño que puede persistir durante años.

Recomendaciones:

Podemos tratar el reflujo ácido con:

  1. Medidas posturales:
    1. Colchón antireflujo.
    2. Porteo.
    3. Tomas en posturas más verticales.
  2. Antiácidos:
    1. En este estudio se usó el Omeprazol. Se evidenció una mejora clara de los síntomas entre 3 y 5 días después del inicio del tratamiento.
    2. Tras 2 semanas sin síntomas se baja paulatinamente la dosis para averiguar la dosis mínima efectiva. Este proceso se repite cada 2 semanas hasta llegar a suprimir el tratamiento. Haciéndolo así evitamos la anemia y el raquitismo que una dosis innecesaria de antiácido pueden ocasionar.
  3. Evitar agravantes: La mayoría de los niños con Reflujo Ácido empeoran cuando toman Vitamina D, por lo que recomiendo suprimirla en estos casos. Y muchos casos tienen una recaída evidente cuando se vacunan contra el Rotavirus, por lo que en niños con Reflujo intenso recomiendo no poner esta vacuna.
  4. Alergia en la base: No es raro ver Reflujos persistentes en los que hay como base una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Debemos considerarla cuando no acaban de mejorar con el tratamiento del reflujo o este se prolonga.

Como decía anteriormente es frecuente que muchos niños presente simultáneamente diversos problemas con llanto que ceden cuando se tratan todas las causas implicadas de forma simultánea.

Desde que aplico este protocolo realmente no he visto un sólo caso de Cólico del Lactante detrás del cual no haya uno o varios problemas identificables y tratables.

En mi opinión el diagnóstico de Cólico del Lactante debe ser suprimido de las Guías Clínicas de Pediatría y sustituido por un proceso de Diagnóstico Diferencial.

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La Crianza Natural

Crianza natural, recordar de donde venimos

La crianza natural es una forma de cuidar y educar a sus hijos escogida por muchos padres, con sus ventajas y condicionantes. Esta es mi opinión sobre ella.

La Crianza Natural es una teoría que se basa en el estudio de la forma de criar a los niños en primates y otros animales, lo que se supone que debió ser en las poblaciones prehistóricas de humanos y en otras culturas distintas a la occidental.

Postulan que la forma actual de criar niños en los países occidentales es muy diferente a la de otras culturas y a la que la especie humana realizaba en sus inicios. Y que muchos de los problemas que surgen en la crianza son fruto de una forma de hacerlo que va en contra de las necesidades biológicas del niño.

Puntos principales en la práctica de la Crianza Natural

  • Lactancia materna a demanda de día y de noche y hasta la edad que en niño la solicite (habitualmente entre los dos y cuatro años, algunos más).
  • Colecho. El niño duerme con la madre o con los padres hasta que prefiera dormir sólo por propia iniciativa (entre los 5 y 10 años).
  • Mantener durante todo el tiempo posible el contacto íntimo entre el niño y la madre (habitualmente hasta los 3 años al menos).

Otras cuestiones en las que insiste esta opción pero que no incluyo dentro de sus puntos principales porque yo no considero que sean propias de ella, sino de cualquier teoría educativa decente:

  • Quered a vuestro hijo tanto como podáis, procurad desde un principio que sepa que lo queréis y lo respetáis.
  • La mayoría de los problemas que tenemos con los niños son porque no les entendemos. No porque tengan la intención de hacernos la vida imposible.
  • Hacer daño a un niño nunca es una herramienta educativa adecuada.

Reivindicaciones desde la crianza natural

El abandono de estos principios en la cultura occidental se ha defendido por parte de supuestos expertos que no aportaban ninguna prueba de que mejorasen en nada la calidad de vida ni de padres ni de hijos, y en muchos casos amenazando a los padres con graves consecuencias para sus hijos si mantenían este tipo de crianza. Amenazas que no tenían ningún fundamento.

Afirman que muchos problemas de la cultura occidental, que no son tan marcados en otras culturas, ni lo eran en la antigüedad son fruto de criar a los niños en unas condiciones que van en contra de sus necesidades biológicas y afectivas

Sería necesario ampliar la baja maternal hasta los 3 años para no impedir a las madres trabajadoras la posibilidad de realizar una crianza adecuada de sus hijos.

Puntualizaciones a la crianza natural

(Esto son opiniones mías)

Hasta que en España se consiga que la baja maternal dure los 3 años necesarios para hacer una adecuada crianza natural (en realidad sería lo deseable para una adecuada crianza sin más), hay muchas madres para las que aplicar este sistema resulta imposible.

Del mismo modo que no había fundamento para las amenazas que algunos pseudo expertos usaban para ir en contra de la crianza natural, tampoco veo adecuado que se plantee a las madres que no aplicarla genere graves problemas a sus hijos. Porque al igual que en las amenazas de los “expertos” citados, no es cierto.

Las opciones que algunos defienden (basadas en el conductismo, que es una forma de modificar una tendencia inconsciente), no son más que intentos de facilitar la adaptación de algunos niños a un sistema de vida que no es el idóneo ni para niños ni para adultos. Hay muchas formas de conseguir esa adaptación. Ciertas formas de conductismo usadas, por ejemplo para enseñar a los niños a dormir solos, son muy criticadas por los defensores de la crianza natural. Y a mí tampoco me gustan, sobre todo porque hay opciones mejores para conseguir lo mismo.

En resumen, mi opinión

La Crianza Natural es una opción, posiblemente la idónea para el ser humano en general, pero viviendo en el mundo en que vivimos, como en todo lo demás referente a la crianza de vuestro hijo, debéis valorar vuestras propias circunstancias y preferencias:

Es vuestro hijo.
Ni aplicarla, ni dejar de aplicarla
es una garantía de nada
positivo ni negativo.

Lo fundamental para criar a vuestro hijo es a mi parecer

Que le dediquéis tanto tiempo como vuestras circunstancias personales os permitan, sin agobios ni sentimientos de culpa.

Que en ese tiempo disfrutéis de él y le deis tanto amor como podáis y lo tratéis con respeto y cariño.

Si cumplís estos dos requisitos creo sinceramente que habréis puesto como padres lo que podíais para que vuestro hijo sea feliz (duerma sólo o con vosotros, tome pecho o biberón, vaya o no a la guardería…).

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Pseudo estreñimiento del lactante

Pseudo estreñimiento del lactante

Hay dos tipos de Pseudo estreñimiento del lactante: Dos situaciones que pueden hacer que un bebé pase días sin hacer caca. Y en cuál aconsejo hacer algo.


Es muy frecuente que los lactantes puedan pasar días sin hacer caca sin que haya ningún problema. Esto suele ocurrir especialmente a partir de las 2-4 primeras semanas de vida y no es raro que preocupe a los padres, aunque como os decía es muy normal.

Hay dos procesos en el desarrollo del niño que lo explican. A veces lo que vemos es una mezcla de ambos. Pero es útil entenderlos para poder distinguirlos y saber si merece la pena hacer algo o no.

Primer tipo de Pseudo estreñimiento. El «intestino eficiente».

Cuando un niño nace, su intestino debe pasar de no trabajar a hacerlo de forma constante. Eso significa que al principio tiene que adaptarse.

Una de las cosas que tiene es lo que llamamos reflejo gastrocólico. Como la capacidad de su tripa es limitada, en cuanto llega comida nueva al estómago, se mandan órdenes al intestino para que se vacíe y haga sitio al nuevo alimento. El resultado es que pueden hacer caca casi con cada toma. Y no es diarrea. Es lo normal.

Pero poco a poco el intestino va mejorando su capacidad de digerir alimentos y lo que está tomando (leche) no deja casi residuos. Por lo que en algunos casos pueden llegar a absorber casi la totalidad de lo que come. ¿Qué queda entonces para expulsar en las heces? Pues muy poco. Y eso hace que pueda pasar días y días sin necesidad de vaciar. Y que veamos que el niño está perfectamente. Tiene su reflejo gastrocólico justo después de las tomas (notamos que gruñe un poco) pero come bien y no está molesto.

En este caso no hay que hacer nada. Aunque pase días o a veces semanas sin hacer caca el bebé está bien y no le supone ningún problema.

Segundo tipo de Pseudo estreñimiento. El «cierre que no sabe cuándo abrir».

Hay un segundo factor implicado. El culete tiene dos anillos que lo cierran para que no escape el contenido. Uno de ellos (el interno) es lo que llamamos esfínter involuntario. Se relaja sólo cuando se acumula caca en la parte final del intestino. Es cuando notamos el «apretón» como que va a escaparse. Pero entonces nosotros ponemos en acción el anillo externo, el «esfínter voluntario». Que apretamos hasta llegar al baño y relajamos una vez allí.

Al principio, en el lactante recién nacido el esfínter externo (el voluntario) no tiene casi fuerza. Pero en pocas semanas (2-4 habitualmente) va adquiriéndola. Y llega un momento que se relaja si nosotros lo ordenamos. Pero el bebé no sabe que tiene que hacerlo.

En ese momento lo que notamos es que tras las tomas el niño tiene su reflejo gastro-cólico y gruñe intentando hacer, pero no hace. Hasta aquí como el caso anterior. Puede pasar de hacer 5-6 veces al día a pasar varios días sin hacer.

Hay momentos en los que el bebé relaja este esfínter voluntario (sin darse cuenta), pero si no coincide con un movimiento de tripa no sale nada.

Si esto coincide con un intestino muy eficiente, que casi no acumula residuos porque absorbe la leche prácticamente entera, no hay problema.

Pero si no lo absorbe todo y deja una cantidad de residuos apreciable, se van acumulando.

En este niño veremos, a diferencia del primer caso, que la tripa va notándose más llena conforme pasan los días, empieza poco a poco a comer menos y a estar más molesto. Cuestión simple de espacio. Mientras el primer caso puede pasar días o semanas sin hacer caca y no le pasa nada, este bebé del segundo caso va estando más irritable conforme pasan los días.

En ambos casos, cuando por fin hace (lo que ocurre en este segundo caso cuando coinciden movimiento de tripa y apertura del «esfínter voluntario» por casualidad), la caca es blanda.

En este segundo caso el niño mejora tras hacer caca. Está más tranquilo, llora menos, come mejor.

Lo que yo aprendí del Pseudo estreñimiento del lactante es que si el bebé hace caca blanda, aunque tarde varios días, no hay que hacer nada. Pero ¿y si, como pasa en este segundo caso está molesto y mejora al hacer?

¿Podemos hacer algo cuando pasa varios días cada vez más molesto, con la barriga más llena y come peor? Pues mi opinión es que sí. Que podemos ayudarle a relajar el «esfínter voluntario» haciéndolo cuando tiene movimiento de tripa, que vacíe, cedan las molestias y el bebé esté mejor. Y para eso lo que recomiendo es usar microenemas de glicerina (ni supositorios, ni ramas de geranio, ni bastoncillos con aceite, ni cerillas…). Aunque a veces basta con levantarle las piernas y separar los cachetes del culete unas cuantas veces.

¿Es recomendable hacer esto con mucha frecuencia? Pues no. Sólo lo veo necesario cuando tras varios días sin hacer es evidente que el bebé lo está pasando mal. Pero en esos casos no veo justificación para no aliviarle pudiendo hacerlo.

Entonces oigo frases como:

Lo vas a acostumbrar a que sólo haga estimulándole. Mi experiencia me dice que esto no es cierto, sino que con hacerlo unas pocas veces el bebé aprende a hacerlo sólo.

Le vas a hacer daño en el culete. Si se hace adecuadamente (echando una gota de glicerina en el ano antes de empezar a manipular, introduciendo la cánula no más de 1-1,5 cm y moviendo la cánula con delicadeza), no se hace daño.

Los estreñimientos es mejor curarlos por arriba, no por abajo. Estoy de acuerdo, pero cuando es estreñimiento. Esto es un fallo de coordinación del «esfínter» que no se soluciona con laxantes. Darían más retortijones, más dolor, pero no resolverían el problema.

Como de costumbre, problemas que no son realmente enfermedades, y no tienen respuestas simples, pero las hay. Y pese a no ser enfermedades pueden producir un malestar que podemos mejorar. Ante todo, no os preocupéis, es algo que acaba resolviéndose en unas semanas y que no tiene una causa grave. Pero entenderlo nos permite ayudar al bienestar de nuestro bebé cuando podemos hacerlo.

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El Cólico del Lactante

Cólico del Lactante

El bebé con gases o cólico del lactante es un tema difícil para quienes lo sufren y para muchos pediatras. Os cuento lo que he aprendido sobre él.

Qué es el Cólico del Lactante

El Cólico del Lactante es una de las mayores pesadillas para los padres los primeros meses de vida.
 Resulta desesperante.

Son niños que lloran mucho con dolor de barriga.

Definición clásica:

Niño menor de 3 meses que llora más de 3 horas al día, más de 3 días por semana.

En teoría sin que esté enfermo.

Esta definición me lleva a la primera consideración importante sobre el cólico: El cólico del lactante no existe.

Si lees esto porque tu hijo cumple la definición y te lo han diagnosticado estarás pensando: «pues empezamos bien».

A lo que me refiero es que el «Cólico del lactante» no es un problema concreto: Es un cajón de sastre en el que se mete a todos los bebés que cumplen la definición. Y ahí está el primer error.

Hay muchas teorías sobre el cólico del lactante.

Hay muchas soluciones para el mismo.

Y hay muchos bebés que tras teorías, medidas alimentarias y medicinas varias siguen con el cólico del lactante durante meses.

Las teorías que hay hablan de intolerancias alimentarias, defectos en la movilidad del intestino…

Lo que se puede ver en todo niño con cólico del lactante es:

– Niño entre los 15 días y los 3-4 meses. Hablar de cólico antes de los 15 días es mucho decir. Ya se apuntan maneras, pero es una fase en la que se está empezando a adaptar a la alimentación y no puede decirse que puntuales momentos de más dolor sean un cólico como tal. En cuanto al final, generalmente suele ceder poco a poco a partir de los 2 meses y medio o 3 meses, aunque hay alguno que sigue hasta los 6 meses.

– Son niños ansiosos para comer.

La solución que me enseñaron para el Cólico del Lactante

Lo que a mí me enseñaron en la especialidad es lo siguiente:

«Pues no la hay.
 Es decir, hay demasiadas. Y cuando algo tiene muchos remedios…
»

Desde el punto de vista de lo que podemos darle hay 3 opciones:

Medicinas que aumentan el movimiento del intestino favoreciendo que echen los gases. 
(Aerored, Carminativo Juventus, Lupidón, Enterosilicona…Colikind, Nux vomica).

Infusiones como Blevit Digest, Colimil, Alivit…

Leches especiales como Blemil AC, Almirón Omneo, Nutramigen, Novalac AC…

Como digo, los hay que después de probarlo todo no mejoran con nada.

¿Porqué no funciona y cómo me planteo el cólico en la actualidad?

Lo que he aprendido del cólico es que en realidad en cada niño es diferente. Ese llanto del niño suele ser el resultado de la combinación de varios problemas. Lo difícil es que cada niño tiene una mezcla diferente. Pero los elementos que están presentes en la mayoría son una lista corta:

  1. Una mala pauta de alimentación.
  2. Gases.
  3. Intolerancia a la lactosa.
  4. Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.
  5. Reflujo gastro-esofágico.
  6. Niño de alta demanda.

No hay tratamiento para el cólico del lactante. Pero sí que lo hay para cada una de las posibles cosas que se combinan en cada caso dando lugar a él. El problema es averiguar cual es la mezcla en un niño concreto. No es algo tan sencillo como dar una infusión o un medicamento. Pero mi experiencia es que con este abordaje es posible obtener mejorías importante en poco tiempo.

Para llegar a descubrir esas causas y cómo solucionarlas ofrezco 3 opciones:

Espero que alguna de esas opciones pueda ayudaros.

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¿Cuidas la espalda de tu bebé?

Para aclarar las principales dudas sobre la salud de la espalda de los bebés, contamos con una nueva colaboración de Lorena Gutierrez Fernández, Fisioterapeuta y autora de FisioByM.com

Mi madre siempre ha dicho que la espalda de los niños es como un arbolito en crecimiento: si crece torcido, de mayor será muy difícil enderezarlo. Con los años y como fisioterapeuta, me doy cuenta que en parte tiene razón. Digo en parte, porque es cierto que es muy importante cuidar de nuestra espalda desde que nacemos. La parte en la que no tiene tanta razón es en que no se pueda corregir nada de mayor, pero eso es otro tema.

Como madre de un bebé de 10 meses pongo mucha atención en cuidar la espalda de mi hijo, y pensando sobre el tema he llegado a la conclusión de que este cuidado pasa por 3 puntos fundamentales:

1.     Utilizar un sistema de transporte adecuado:

Con sistema de transporte me refiero tanto a carro como a portabebés (mochilas o similares). Normalmente, nos informamos mucho a la hora de comprar el carro, silla de paseo o el sistema de retención del coche, algo que es fundamental. Y somos conscientes de qué accesorio utilizar en cada edad, tanto a la hora de pasear, como cuando viajamos en el coche.

Pero creo que sigue habiendo mucha confusión a la hora de elegir un portabebé adecuado. Como ya he hablado otras veces en mi blog, el porteo ergonómico es aquel que respeta la posición fisiológica del bebé, y que por ello apoya el propio Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid. Es decir las piernas adoptan una posición de “M”, con las rodillas ligeramente elevadas por encima de las caderas, y la espada en posición de “C”. Esta posición es la fisiológica que debe adoptar el bebé tanto si lo llevamos por delante, en nuestra cadera o en nuestra espalda.

Es importante también que el portabebé se adecúe a la edad de nuestro bebé. Ante la duda, déjate asesorar por una profesional y acude a talleres de porteo donde puedas probar distintos tipos de portabebé y elegir el que mejor se adapte tanto a tus necesidades como a las de tu bebé.

Por el contrario, en las mochilas no ergonómicas, la espalda del bebé va totalmente vertical, e incluso curvada hacia adentro, recayendo el peso de forma inadecuada sobre las vértebras lumbares. Además, el llevar al bebé mal colocado hace que nuestro centro de gravedad se adelante excesivamente y que tengamos que compensar contrayendo la musculatura posterior de la espalda para no caernos hacia delante, lo que se puede traducir en dolores de espalda innecesarios. Es decir, con los portabebés no ergonómicos sufre tanto la espalda del bebé como la nuestra.

2.     Respetar el ritmo de cada bebé

Creo que es algo innato en padres y madres el resaltar los logros de sus hijos. Es algo natural, pero debemos ser conscientes de la importancia de cada una de las fases por las que el bebé tiene que pasar y qué debe experimentar en cada una de ellas. Cada fase tiene un porqué y una función y es muy importante respetarla para un buen desarrollo psicomotriz. En los bebés está estrechamente ligado el desarrollo psicomotriz y el osteoarticular. Este es un aspecto del que se puede hablar largo y tendido, pero del que pondré un ejemplo, para explicar su importancia en el desarrollo de la espalda del bebé.

En la fase en la que el bebé aprende a voltearse, a cambiar de posición por sí mismo, empieza a experimentar las posibilidades de su cuerpo en movimiento, y empieza a darse cuenta de la noción de espacio, de que puede alcanzar objetos a los que sin voltearse no llegaría. Además de este maravilloso descubrimiento, es importante permitir y facilitar que el bebé se voltee, ya que los giros activan la musculatura profunda de la columna vertebral, que es la que más tarde – cuando el bebé se ponga en posición vertical – mantengan el eje de la columna y hagan que las vértebras mantengan su adecuada posición con respecto a la vértebra de arriba y la de abajo.

Pero si por el contrario empezamos a sentar al bebé demasiado pronto para que “aprenda” a sentarse, lo que estamos haciendo es impedir que el bebé active la musculatura profunda, e incluso pierda el interés por experimentar esa fase, y por lo tanto de ejercitar un grupo muscular de vital importancia en el desarrollo de su columna vertebral. Esto es también aplicable al gateo, a la puesta en pie y al aprender a andar. Por eso soy totalmente contraria al uso del andador o “tacatá” u otros dispositivos que mermen la capacidad innata de aprendizaje de los bebés.

3.     Masaje infantil

Piensa en un día de agotadora actividad, como puede ser el de un bebé que tiene por descubrir su propio cuerpo, las posibilidades de movimiento que éste tiene. Piensa lo agotador que puede ser aprender a mantener la cabeza erguida, voltearte boca arriba y boca abajo, sentarte, gatear, desplazarte, ponerte en pie y caminar. Piensa ahora en todo lo que agradecerías colocarte cómodamente en posición fetal, mientras alguien masajea tu espalda. Piensa en todo lo que tu bebé agradece un masaje amoroso, ayudando a su espalda a relajarse, descansar y crecer feliz.

Y tú, ¿tienes dudas sobre cómo cuidar la espalda de tu bebé? ¿Te gustaría saber si son adecuadas ciertas prácticas cotidianas? ¿Tienes alguna consulta sobre porteo ergonómico? Puedes planteármelas en la sección Consultas Online sobre Bebés o Consultas Online sobre Porteo Ergonómico donde te responderé encantada.

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Pediatría respetuosa

La Pediatría respetuosa es una forma de entender la salud del niño basada en las diferencias y el respeto a esas diferencias.

Este podría ser su decálogo, pero es una idea abierta que acepta aportaciones:

  1. CADA niño es diferente.

  2. Observar a CADA niño es la mejor forma de saber si tiene un problema o no.

  3. CADA niño tiene SUS mecanismos para adaptarse a los cambios.

  4. La mejor opción es apoyar SUS mecanismos.

  5. Modificaremos SUS mecanismos sólo si tenemos RAZONES CLARAS para pensar que le perjudican o son mejorables.

  6. Los pediatras aportamos nuestra experiencia como OPCIONES.

  7. Ante un problema hay siempre VARIAS OPCIONES.

  8. Las decisiones sobre la salud de los niños las toman los PADRES.

  9. Los padres y los hijos forman una UNIDAD que hay que respetar.

  10. La opción A RECOMENDAR no es «la mejor», sino la que funciona en cada caso para resolver los problemas y mejora la vida de la familia en su conjunto.

Voy a desarrollar cada uno de esos puntos de la forma en que yo lo entiendo:

CADA niño es diferente.

Los seres humanos somos diferentes. Pero tendemos a dar respuestas generales. En salud también ocurre. No lo hacemos porque realmente pensemos que una misma respuesta es cierta en todos los casos. Una de las cosas que nos enseñaron en la Facultad es: «Hablando de medicina, cualquier respuesta que incluya la palabra siempre, es falsa.»

La tendencia a dar respuestas generales y no matizarlas ha empeorado por culpa de la masificación. Debemos luchar contra esa tendencia, porque significa deshumanizar la medicina. Y eso no funciona. Porque la medicina trata única y exclusivamente de salud de humanos individuales. Enfermamos de forma individual y sanamos de forma individual.

Observar a CADA niño es la mejor forma de saber si tiene un problema o no.

Tendemos a usar cifras para «objetivar» nuestras apreciaciones sobre la salud de los pacientes. Pero en muchos casos nos centramos tanto en esas cifras que olvidamos observar al propio niño. Lo primordial es valorar la salud del niño, y eso se hace teniendo una visión de conjunto en la que miramos a la persona, no a sus cifras. Ejemplo: No generar preocupación ni hacer nada para que un niño suba de percentil de peso si está sano.

CADA niño tiene SUS mecanismos para adaptarse a los cambios.

La capacidad del organismo (especialmente del de los niños) para adaptarse a los cambios y responder a las agresiones es mayor de lo que llegamos a entender aún. No tenemos los conocimientos para dirigir de forma completa las reacciones del organismo. Y esos mecanismos de adaptación varían de individuo a individuo. Ejemplo: Ante un mismo virus hay niños que reaccionan sin fiebre y otros con fiebre alta. Pero también hay niños que toleran esa fiebre mejor que otros.

La mejor opción es apoyar SUS mecanismos.

Debemos ser humildes y confiar en la capacidad del cuerpo de curarse siempre que no aparezcan señales claras de que no funciona. De modo que ante una enfermedad o problema para adaptarse a un cambio lo mejor es valorar en primer lugar cómo responde el niño a esa situación y ayudar a los mecanismos que vemos que le están funcionando para superarla. Ejemplo: Hidratar bien a un niño cuando tiene fiebre.

Modificaremos SUS mecanismos sólo si tenemos RAZONES CLARAS para pensar que le perjudican o son mejorables.

Pero sabemos que en algunos casos aparecen mecanismos que en su intensidad o en la forma en la que actúan, pueden empeorar la evolución de un niño enfermo. En esos casos debemos tener razones claras para modificar o contrariar esas reacciones, pero hacerlo puede ser necesario para sanar al niño. Ejemplo: Tratar la fiebre cuando produce malestar o agotamiento.

Los pediatras aportamos nuestra experiencia como OPCIONES.

La época en la que el médico era la autoridad indiscutible en salud ha pasado: Por suerte. Los médicos seguimos siendo valiosos gracias a que atesoramos formación y experiencia. Los pacientes acuden libremente a nosotros en busca de ellas. Pero somos asesores, no jueces.

Ante un problema hay siempre VARIAS OPCIONES.

Un protocolo es una simplificación en la que se recomienda actuar de la forma que funciona mejor en más casos. Pero todos los médicos sabemos que esa forma de actuar no es la única, y que hay distintas opciones para resolver un mismo problema. Debemos exponer esas opciones para que el paciente (o sus padres en pediatría) escojan la que mejor se adapta a su situación con nuestro asesoramiento.

Las decisiones sobre la salud de los niños las toman los PADRES.

Esto es una realidad. Aunque muchos médicos no lo entendamos. Cuando una familia sale por la puerta de la consulta tienen la opción de seguir las recomendaciones del médico o no. Conseguiremos que lo hagan si los padres salen con la convicción de que el médico ha entendido el problema de su hijo, se les han explicado las distintas opciones, y la escogida lo ha sido de mutuo acuerdo entre el médico y los padres.

Los padres y los hijos forman una UNIDAD que hay que respetar.

En ocasiones nos centramos en cual es la mejor opción para el niño sin tener en cuenta la situación de los padres. Eso acaba perjudicando al niño, porque el bienestar de los padres es esencial para el bienestar del niño. Ejemplo: Si yo recomiendo que desde el punto de vista afectivo el colecho es la mejor opción. Pero no tengo en cuenta que para algunos padres es imposible descansar haciendo colecho. Estoy generando problemas. Porque daré a los padres la idea de que si no hacen colecho perjudican a su hijo, pero si lo hacen no descansarán y el resultado será que el niño vivirá con unos padres que viven su paternidad con ansiedad o con agotamiento.

La opción A RECOMENDAR no es «la mejor», sino la que funciona en cada caso para resolver los problemas y mejora la vida de la familia en su conjunto.

Los pediatras necesitamos tiempo para conocer al niño, a sus padres y las condiciones que hacen que la opción a recomendar ante un problema sea una u otra. En ocasiones tenemos prejuicios sobre cual es la mejor opción de forma general. Esto es especialmente frecuente en cuestiones de crianza. Debemos ser tolerantes y flexibles entendiendo que la mejor opción en cada niño es la que consigue un mejor resultado no sólo en el niño considerado de forma aislada, sino en la convivencia de todos los miembros de su familia.

Esta forma de entender la Pediatría tiene un factor limitante: EL TIEMPO. Para ejercer la pediatría de la forma descrita necesitamos tiempo para cada familia.

Y un enemigo: LA MASIFICACIÓN que pretende transformar la medicina en una cadena de montaje en serie.

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Los bebés se calman en brazos

Los típicos tópicos sobre educación en un tema muy concreto: los niños y los brazos (de sus padres)

«No lo cojas tanto en brazos que se va a acostrumbrar.»

Seguro que os lo han dicho alguna vez. «Y si no os lo han dicho es que tenéis que cogerlo más» (es broma).

Los bebés se calman en brazos. Pues sí. Son muy raros, les gusta que les abracen y sentirse queridos. Yo soy igual de raro. Me gusta que me abracen, el contacto con las personas que me agradan. Sentirme seguro y relajado disfrutando de estar con alguien de quien sólo espero cosas buenas. No dejes que nadie te diga que hacer eso a tu hijo es malo. O pasa totalmente de quien lo haga…

«Los bebés no son capaces de regular el estrés, por lo que depende  del contacto con su figura de apego, su calor y su voz para tranquilizarse y sentirse seguro». Esto es verdad a medias. Los bebés si que son capaces de regular el estrés. Si no dispone de la figura de apego, acabará activando otros mecanismos para superarlo. Ningún niño se muere porque sus padres no puedan atenderle de forma inmediata.

El problema es que son mecanismos que precisan un esfuerzo mucho mayor por parte del niño. Forzarlo a recurrir a esos mecanismos más difíciles no tiene mucha justificación si nuestro único planteamiento es: podría cogerlo y abrazarlo en este momento, pero no se si es bueno que lo haga. Hazlo, por su puesto que es bueno. Pero tampoco te agobies si empieza a llorar justo en el momento que te das cuenta que se está quemando la comida. Puede esperar a que apagues el fuego.

«Un bebé primitivo que no llorase y reclamara los brazos de sus progenitores sería rápidamente capturado por cualquier depredador al acecho». Esto significa que los bebés han adquirido esa necesidad a lo largo de cientos de miles de años de evolución de la humanidad. Si pretendemos que eso cambie, es posible, pero va a costar. A veces las circunstancias familiares lo hacen necesario. Pero si no lo es, mi consejo es que le evites ese esfuerzo de adaptación.

Derivado de lo anterior, los bebés llevados en brazos lloran menos y durante menos tiempo. Esto no sólo se debe a los beneficios directos de la cercanía (movimiento, calor, olor) sino también a que el adulto que le lleva está más atento a los signos de incomodidad que pueda tener el bebé y, por tanto, puede atenderlos antes (por ejemplo, el hambre).

Entonces, ¿en brazos hasta los 18 años?

No. Todo tiene su momento. Yo he llevado mucho en brazos a mi hijo. Gracias a eso y a otras muchas muestras de afecto me he ganado que se preocupe por mi bienestar. Llegó un momento con unos 5 años (es bastante delgado, con lo que no me ha costado hasta ese momento cogerlo) en que ya empezaba a resultarme molesto cogerlo en brazos con mucha frecuencia (dolores de espalda). Pero lo entendió perfectamente. En cuanto le expliqué unas cuantas veces que no lo podía coger tanto como antes porque ya pesaba mucho y luego me dolía la espalda, ha ido dejando de pedirlo, y lo entiende cuando se lo digo. Es bueno, me quiere y no quiere que haga algo que me va a doler.

¿Significa eso que ya nunca lo cojo en brazos?

Pues no. Cuando llegamos a casa tarde y está muerto de sueño lo cojo. Y no sé si le gusta más a él o a mí sentirlo como deja su cabeza vencida sobre mi hombro.

A veces tras una larga caminata (larga para él) me pide que lo coja. Yo ya sé que con que lo lleve unos minutos luego va a entender perfectamente que debe seguir a pie. Es mejor hacerlo así que liarla para que siga andando a buen ritmo cuando realmente ya está cansado. Es lo que hago si tenemos prisa. Si no la hay, pues paramos un poco a descansar y seguimos.

El resumen:

Con los niños todo tiene su momento. Cuando hacemos las cosas de forma razonable, casi siempre el resultado acaba siendo igual de sensato. Se pueden conseguir las mismas cosas de formas muy diferentes. No pretendo que mi hijo sea egoísta, caprichoso ni consentido. Pero reivindico la palabra «mimado». El mío lo es, y me encanta que lo sea. Significa que se siente querido. Pero eso no le impide valerse por si mismo, ser sensato en lo que puede serlo para su edad y saber que a veces no es posible lo que le apetece.

Escoged vuestra propia forma de hacerlo. Aquella con la que os sintáis felices junto a vuestro hijo. Esa es la mejor garantía de éxito criando niños.

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Los bebés necesitan ir en brazos

Soy pediatra y no voy a regañar a una madre por «tener a su hijo en brazos» tanto como desee. ¿Porqué?

Una de las cosas que me resulta llamativa en mi actividad como pediatra es que para muchos padres uno es como el «policía de la crianza» o algo así.

Trabajo en un hospital donde visito a diario a los nuevos padres. Y es frecuente que me comenten como una de sus dudas: «Es dejarlo en la cuna y llora, pero se calla en cuanto lo cogemos. Pero nos han dicho que tenemos que dejarlo en la cuna, que si no se va a acostumbrar a que lo tengamos siempre en brazos.»

Entonces es cuando les explico lo siguiente:

Hay formas diferentes de criar niños.

Existe una que consiste en que los niños deben hacer las cosas que nosotros consideramos adecuadas cuando nosotros consideramos adecuado.

Pero hay otra que se basa en entender que cada niño tiene su propio ritmo. Es mucho mejor entender sus necesidades y que hay un momento adecuado en cada niño para los cambios que generar conflictos innecesarios por querer hacerlos en un momento que no está preparado.

Si escogéis como yo la segunda opción, debemos entender que un bebé necesita que lo cojan. Al nacer ha salido de un ambiente de recogimiento que le inspira seguridad. Verse sólo en un espacio muy abierto le genera inseguridad. Si cuando lo dejas en la cuna llora y si lo coges se calla, tu instinto te dice que lo cojas, tu corazón te dice que lo cojas: ¡Pues cógelo!

Algunos dicen que si se coge a un niño demasiado se le hace inseguro y dependiente. Pero es al revés. Cuando un niño es llevado en brazos con frecuencia y recibe afecto de forma continua se cría sintiéndose querido y seguro. Poco a poco, la curiosidad le hará buscar la separación para explorar el ambiente que lo rodea.

Así que escoged vuestra forma de criar a vuestro hijo. Si lo que os sale es darle afecto constantemente, no os cortéis. Al afecto no hace daño nunca.

Y si vamos a llevar a un niño en brazos hasta que esté preparado para «independizarse» hay cosas que pueden ayudar. Como las mochilas porta bebés. Ayudan a que llevar al niño en brazos sea compatible con un mayor número de actividades y a que hacerlo resulte más cómodo. Las mochilas ergonómicas lo hacen además en la postura más adecuada para el niño.

Si queréis información sobre cual escoger según vuestras necesidades os recomiendo el siguiente enlace. En este formulario una madre experta en porteo os puede asesorar sobre la elección.

 

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¿Qué mochila portabebés es la mejor para mí?

Si quieres una mochila para llevar a tu bebé y no sabes cual escoger, hay expertas que pueden ayudarte.

En esta web encontráis mucha información gratuita sobre salud infantil. Mi deseo es ayudar a los padres a ser más autónomos. Pero yo no soy experto en todo lo que pueda relacionarse con niños. Y a veces establezco colaboraciones con otras personas que lo son en campos complementarios. Si tu lo eres no dudes en comentármelo.

El tema del porteo es uno de ellos. Yo puedo hablar de las ventajas para la salud que tiene el porteo. Es una necesidad que en realidad tienen todos los padres: Llevar a su bebé en brazos. Pero especialmente recomendable en niños con Reflujo o con Cólico del lactante. Pero hay una madre a la que conocí a través de la web que ha hecho de ello una pasión y al tiempo una forma de sacar adelante a su propia familia. Y colaboro con ella por medio de un sistema de afiliación. Lo que quiere decir que si compráis vuestra mochila a través de uno de los enlaces presentes en esta página yo recibo una comisión y esta madre vende sus productos. Lo que no supone que os los cobren por encima del precio de mercado. Es una forma de «premiarme» sin que a vosotros os cueste nada por la información que os doy.

En este caso, para escoger la mochila con la que transportar a vuestro bebé que puede ser útil en tu caso, hay que tener en cuenta varias cuestiones: Edad y peso de tu bebé, cuál es la utilidad que quieres darle a la mochila, tus propias preferencias…

Una de las ventajas de la web que os recomiendo es que su autora está disponible para que podáis pedirle información sobre cuál es la mochila que mejor se adapta a vuestras necesidades.

Podéis solicitar su ayuda a través de este formulario.

 

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El cólico del lactante Pekevídeo 10

El cólico del lactante es un problema difícil de resolver y con muchas «soluciones».

La razón es que en realidad el cólico del lactante es un cajón de sastre en el que se meten muchos problemas diferentes que lo único que tienen en común es que es ocurren en niños habitualmente menores de 3 meses y probocan llanto.

En este pekevídeo explico a los padres las nociones más importantes sobre el cólico del lactante.

Cólico del lactante

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