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Vacuna Rotavirus

Una explicación para padres sobre la utilidad de esta vacuna. Contra el virus que con más frecuencia causa ingresos hospitalarios en lactantes por diarrea.

El rotavirus es el causante más frecuente de ingreso hospitalario de lactantes por diarrea.

Hoy día, en los países desarrollados, la mortalidad por diarrea es mínima. Por lo que en comparación con otras vacunas que protegen contra infecciones que pueden causar la muerte incluso en países desarrollados, es menos urgente su uso. Este es el motivo por el que está fuera del calendario vacunal gratuito por ahora.

Lo que sí causan las diarreas en lactantes es ingresos frecuentes. El rotavirus no es el único germen causante de diarreas en bebés. Pero sí es el más agresivo de los frecuentes. Por eso se ha desarrollado una vacuna contra él. La pena es que esta vacuna no esté disponible por falta de recursos donde realmente sería útil, en los países en vías de desarrollo. Donde la diarrea sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil.

Evitar ingresos hospitalarios por Rotavirus

Para un niño pequeño, un ingreso hospitalario no es algo agradable. Aún no siendo una causa de mortalidad habitual en nuestro entorno, un ingreso puede suponer un problema no despreciable para el bienestar del bebé.

Y el ingreso de un lactante es una alteración importante para la vida de sus padres.

La vacuna contra el Rotavirus disponible en España puede encontrarse bajo la marca Rotateq o Rotarix.

Efectos secundarios de la vacuna del Rotavirus

Es una vacuna de virus atenuados. Lo que quiere decir que produce una infección leve, que puede mostrarse como una diarrea leve, con o sin fiebre.

Forma de administración de la vacuna del Rotavirus

La vacuna se da en tres dosis por vía oral si es Rotateq o 2 dosis si es Rotarix. No se pincha.

Puede darse con pautas muy diferentes.

Yo suelo recomendarla a los 2, 4 y 6 meses de edad en Rotateq o 2 y 4 meses si es Rotarix.

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Mastoiditis en niños

mastoiditis en niños

La Mastoiditis es una complicación que aparece a veces en infecciones de oído. Puede ser grave y suele necesitar tratamiento hospitalario.

Es la complicación más frecuente de una infección de oído. Pero aún así no es habitual.

¿Qué es una Mastoiditis y cómo se origina?

Detrás del oído hay un bulto que todos tenemos. Al tocarlo es duro. Es un bulto de hueso llamado apófisis Mastoides.

apófisis mastoides

Su interior es poroso.

A veces una infección de oído puede extenderse a su interior acumulando pus.

Eso es la Mastoiditis.

Lo que podemos apreciar es un bulto doloroso, enrojecido y caliente tras la oreja.

Para que aparezca esta complicación un niño debe tener una otitis con infección bacteriana en el oído medio. Y esto no es tan frecuente como creemos. La mayoría de las otitis medias son producidas simplemente por acumulación de moco a presión tras el tímpano.

Hay niños que tienen tendencia a sufrir otitis de este tipo simplemente porque tienen las vegetaciones grandes o la salida de ese moco hacia la garganta no se hace bien a través de la Trompa de Eustaquio.

Como consecuencia el moco tiende a acumularse. En muchos casos esto produce un dolor que aparece cuando está tumbado un rato (de noche o en la siesta) y que cede cuando lleva un rato incorporado. Ya que tumbado el moco cae hacia el oído aumentando la presión y cuando se incorpora un rato el moco vacía hacia la garganta bajando la presión.

Cuando un dolor de oído es permanente y no cede tras un rato de estar incorporado pensamos que realmente puede haber infección en el oído.

A veces puede llegar a perforar el tímpano y salir la supuración hacia fuera. Aunque pueda asustar, suele ser positivo. Ya que cuando la pus sale el dolor mejora y es más fácil que el cuerpo elimine la infección.

La mayoría de las Mastoiditis se producen precisamente porque el tímpano no se perfora, retiene la infección a presión y acaba extendiéndose a zonas próximas como la mastoides. Aunque en algunos casos puede llegar a aparecer la mastoiditis incluso tras perforarse el tímpano.

El tratamiento de la Mastoiditis

En un principio el tratamiento es antibiótico. En casos muy leves se puede dar por boca.

Pero en muchos casos es necesario administrarlos por vía intravenosa (en suero) para que el antibiótico alcance suficiente concentración en el foco de la infección. Esto significa ingreso hospitalario para administrar el tratamiento.

Tras poner el tratamiento se controla la evolución valorando al niño y haciendo analíticas:

  • Lo normal es que la fiebre empiece a bajar 24-48 horas después de iniciar el tratamiento antibiótico. Si no es así hay que pensar en que el germen causante sea resistente a este antibiótico, que haya que subir la dosis o que haya que drenar la Mastoiditis.
  • La inflamación tras la oreja y el dolor deben también empezar a reducirse claramente.
  • Hacemos analíticas en las que nos fijamos sobre todo en dos aspectos:
    • Leucocitos. Son las células del sistema defensivo en sangre. Cuando una infección bacteriana es grave pueden estar altas o bajas, pero tienen sobre todo un tipo de leucocitos, los neutrófilos. Son los que luchan contra las bacterias.
      • Si suben los leucocitos. En principio es un signo de que la infección es intensa y el cuerpo se está defendiendo. Un aumento de los leucocitos tras iniciar el tratamiento antibiótico suele indicar que el germen causante es resistente.
      • Si bajan los leucocitos. Si tras iniciar el tratamiento antibiótico los leucocitos van bajando con mejora del estado general del niño, bajada de la fiebre y reducción de la inflamación tras la oreja, es una buena señal. Pero si bajan con empeoramiento de lo demás es muy mala señal. Significa que el sistema defensivo del niño se está agotando.

Cuando a pesar del tratamiento antibiótico intravenoso la evolución no es buena, puede ser necesario operar para que salga el pus hacia fuera. Si se opera suele dejarse un drenaje para que la pus salga con más facilidad y tras unos días se cierra.

Como en todas las enfermedades infecciosas graves debemos tener claro que hay que confiar en los profesionales que atienden a nuestro hijo. Y que cuantos más días pasen sin empeorar la situación más probable es que se cure.

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