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El Niño Tartamudo

Que un niño sea tartamudo, no es un signo de retraso mental, sino en muchos casos todo lo contrario y tiene tratamiento

La foto corresponde a una escena de la película «El discurso del rey». Muy, muy recomendable en relación a este tema.

La mayoría de los niños en torno a los 3 años tiene un lenguaje bastante elaborado. Ya hacen frases completas. A partir de ese momento, en cualquier edad hasta que acaba el desarrollo neurológico pueden empezar con el tartamudeo. Lo que suele agobiar bastante a los padres. 

El tartamudeo es un desajuste entre la velocidad a la que el niño elabora el lenguaje y la velocidad a la que lo articula. Son niños que generan mensajes con más rapidez de la que son capaces de pronunciar, lo que hace que se atasquen. Estas dos acciones (pensar lo que queremos decir y decirlo) se realiza con dos zonas diferentes del cerebro que están muy conectadas, pero pueden tener desarrollos que a veces se distancian.

Hay quien habla sin pensar y quien no puede hablar todo lo que piensa. Este último es el tartamudo. Por tanto un tartamudo no es ni mucho menos un retrasado mental. Tienen un área de construcción del pensamiento muy desarrollada. Más de lo que puede expresar.

Los niños que tienen un rápido desarrollo del pensamiento y el lenguaje, si no consiguen hablar con fluidez pueden dejar de hablar si son más introvertidos. Son niños que hablaban ya muy bien y de repente hablan cada vez menos. Los que tienen más necesidad de comunicarse pueden volverse tartamudos.

El tartamudeo se intensifica cuanto más importante(desde el punto de vista afectivo) sea para el niño lo que quiere expresar. Por eso cuando a un niño tartamudo se le regaña, el tartamudeo aumenta. De lo que se deduce la primera regla para tratarlo:

No hay que darle importancia.

En muchos casos ese desajuste entre su capacidad de pensar y hablar se resuelve por sí solo a los pocos meses de empezar.

El tratamiento nace de un descubrimiento casual: Los muy tartamudos, dejan de serlo cuando cantan.

El motivo es que al cantar, el cerebro debe controlar al mismo tiempo la elaboración del mensaje y el tono, la melodía. Eso enlentece la elaboración del lenguaje, lo que lo hace más fácil de articular.

El tratamiento más efectivo para el tartamudeo es enseñar a los niños a entonar las frases cuando hablan. Pero esto es difícil de conseguir por debajo de los 6 años.

Por tanto:

Antes de los 6 años, no le deis importancia.

A partir de los 6 años, buscad un buen logopeda que le enseñe a entonar las frases.

O apuntad al niño a un coro (no es broma)

La edad puede variar en función del grado de madurez del niño. Los hay que con cinco años colaboran perfectamente y el que con 7 no sabe de lo que le estamos hablando.

De hecho, más de un gran orador ha sido o sigue siendo tartamudo.

Yo lo soy. Lo corto enseguida, porque en cuanto me acelero, entono. Pero lo soy.