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Enuresis nocturna primaria

Concepto de enuresis nocturna primaria: Niño que ha cumplido los 5 años y no ha llegado a controlar la orina mientras duerme.

Enuresis: Incapacidad para controlar la orina.

Nocturna: Durante el día no tiene problema para controlarla.

No tiene molestias al orinar.

Orina dormido casi todas las noches.

Primaria: Nunca ha llegado a controlarla.

Causa de la enuresis nocturna primaria:

La hormona que regula la cantidad de orina que se filtra es la vasopresina o ADH.

En el desarrollo hay dos pasos biológicos imprescindibles para que un niño no orine mientras duerme:

  • Tiene que tener receptores para la ADH.
  • Tiene que producir una dosis alta de ADH al dormirse.

Hay niños que no realizan esos pasos hasta los 10-15 años de forma espontánea. Con lo que pueden seguir sin controlar la orina de noche hasta esa edad. Suelen ser además niños con el sueño profundo, por lo que por mucho que se les insista no se enteran de noche.

Motivo para tratar la enuresis nocturna primaria:

La autoestima.

Aunque sea normal que algunos niños no controlen la orina de noche hasta bastante mayores, las expectativas sociales hacen que el niño acabe tomando conciencia de que los demás ven como extraño y no aprueban que se orine mientras duerme. Se recomienda empezar el tratamiento por encima de los 5 años y antes de que tome conciencia del problema. De hecho en niños que no se tratan o se intenta “educarlos” para que controlen, sólo se consigue machacar su autoestima. Hasta el punto de que no es raro asociar antidepresivos al tratamiento de la enuresis.

Tratamiento de la enuresis nocturna primaria:

Dar una dosis nocturna de ADH (Minurín® bucodispersable) hasta que el niño la produzca por sí solo.

Forma de administración:

Lo primero a tener en cuenta y que muchas veces se olvida es si el niño tiene ya receptores para la ADH o no.

No tener ésto en cuenta provoca muchos supuestos fracasos del tratamiento.

Yo recomiendo que durante 7 días hay que poner el pañal al niño por la noche y pesarlo a la mañana siguiente, anotando los pesos cada día.

Durante esas noches debemos indicar al niño que haga la misma rutina que después le indicaremos con el tratamiento. Solo que sin dárselo.

La rutina sin tratamiento

Una hora antes de acostarse ya no se puede beber nada.

Justo antes de acostarse hay que orinar.

Cuando tengamos los datos de pesada de los pañales esos 7 días, empezamos el tratamiento y seguimos poniéndole el pañal y pesándolo a la mañana siguiente durante 7 días más.

La rutina con tratamiento

Una hora antes de acostarse le damos 2 comprimidos juntos de Minurín.

Desde ese momento ya no puede beber nada.

Justo antes de acostarse hay que orinar.

Si el peso de los pañales al dar el tratamiento no tiene un claro descenso (al menos la mitad) que antes de empezar el tratamiento asumimos que aún no tiene receptores suficientes para que sea efectivo, con lo que se suprime para intentarlo de nuevo 6 meses después, o antes si apreciamos que espontáneamente los pañales empiezan a pesar menos.Durante ese tiempo ponemos al niño el pañal durante la noche y no le damos la más mínima importancia al tema.

Si el peso se reduce a menos de la mitad que antes, mantenemos el tratamiento anotando en un calendario los días que el pañal está seco por la mañana.

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de dos a una y media).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de una y media a una).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de una a media).

Si pasan 15 días sin mojar el pañal, reducimos el tratamiento en media pastilla (pasamos de media a cero, hemos acabado).

En cualquiera de estos pasos si tras llevar menos de 15 días se orina hay que empezar a contar de nuevo (aunque llevara 14). No bajéis la dosis hasta que haga los 15 días consecutivos sin mojar.

Hay niños que siguen orinándose una vez cada menos de 15 días durante un tiempo muy prolongado lo que establece una dosis desde la que no podemos bajar en bastante tiempo.

Conseguimos con ello reducir al mínimo el problema que para el niño supone la enuresis.

Además si por ejemplo hemos llegado a una dosis de media pastilla de la que por ahora no podemos bajar, si una noche el niño quiere quedarse a dormir en casa de un amigo sin pañal, se le puede dar puntualmente dos comprimidos completos.

Tratamientos que no funcionan:

Desde que existe este problema (desde siempre) se han intentado distintas soluciones.

Una de ellas que algunos siguen usando aún son las terapias psicológicas. Y mira que me gusta a mí la psicología.

Con todo el respeto: En la ENURESIS NOCTURNA PRIMARIA no sirven.

Es como pretender que un diabético controle su nivel de azúcar en sangre con psicoterapia.

Le falta una hormona necesaria para hacerlo y no lo va a hacer, por mucho que el niño lo intente, poniéndole alarmas, premiándolo ni castigándolo…

Le falta una hormona.

Hay que darle la hormona igual que al diabético le ponemos la insulina.

La diferencia es que el tratamiento en este caso es transitorio porque acabará produciéndola (salvo algún caso raro -diabetes insípida-).

Las terapias psicológicas en este caso son incluso contraproducentes porque hacen pensar al niño y a la familia que el niño podría controlarlo si quisiera (lo que no es cierto) y al fracasar daña su autoestima.

Influencia de las estaciones en la enuresis nocturna primaria:

El pico de hormona antidiurética se produce cuando vamos a dormir. Eso quiere decir que es la Melatonina (una sustancia que regula el ciclo día noche guiándose por la luz ambiental) la que controla esa liberación.

Como durante la época del año en la que los días son más largos y la luz solar más intensa la Melatonina define mejor su ciclo, el pico de hormona antidiurética es más potente en esta estación. Y lo es menos cuando los días son más cortos y con más frecuencia está nublado y por tanto con menos luz.

El resultado es algo que llama la atención de muchos padres, y es que un niño que ha controlado por primera vez la orina durante el verano, pueda volver a no controlarla durante el siguiente invierno. Lo habitual es que cuando llegue de nuevo el buen tiempo empiece a controlar la orina durante la noche y sea ya de forma definitiva.

Por eso mismo, es más fácil que el tratamiento resulte efectivo, cuando empezamos a aplicarlo en primavera, que si lo hacemos en otoño.

Otra cosa son las enuresis secundarias:

Niños que controlaban perfectamente y pasan a no controlar durante la noche (y no es como decimos con el cambio de estación) En esos casos la gran mayoría tienen un origen y un tratamiento psicológico.

Aunque hay algunas causas no psicológicas que también pueden explicarlo, especialmente la vejiga hiperactiva.