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Estreñido al iniciar la alimentación complementaria

Resolver el estreñimiento en un bebé que está empezando a tomar alimentos distintos a la lactancia

Algunos bebés que hacían caca con facilidad mientras tomaban sólo leche se han estreñido al empezar la alimentación complementaria. ¿Cómo resolverlo?

 

Esto es algo que puede ocurrir con cierta frecuencia y que a algunos padres les resulta muy llamativo. Si antes tomaba sólo leche, un alimento sin resíduos practicamente, un alimento que dicen que tomado en exceso estriñe. Ahora empiezo a darle fruta y verdura (alimentos ricos en fibra, que dicen que aligera la tripa) y ¿se estriñe?

Pues sí, es posible.

Qué es el estreñimiento

Lo primero es aclarar qué es estreñimiento y qué no lo es.

Estreñido es quien hace caca dura con dolor.

No es estreñido quien no hace todos los días. Puede pasar días o semanas sin hacer, pero si cuando hace es blanda y sin dolor, no hay ningún problema.

Se puede hacer caca todos los días y ser estreñido, porque cuando sale es dura y duele.

El estreñimiento cuando empezamos con la alimentación complementaria

Se debe a que al introducir la alimentación complementaria se producen varios cambios:

– Reducimos la proporción de agua sobre el total de lo que toma. Antes tomaba sólo leche. Un alimento cuya composición es agua en su mayoría. Era fácil hacer cacas con alto contenido en agua, porque no necesitaba absorber toda la que toma.

– Empieza a tomar alimentos astringentes. Hay algunos alimentos que liberan mucha cantidad de azúcares fáciles de absorver. Especialmente frutas como el plátano maduro, la manzana calentada o la zanahoria, el arroz y la patata cocidas son de este tipo. Cuando absorben el azúcar lo hacen acompañado de agua. Y eso hace que lo que queda tenga mayor densidad. Por eso decimos que son alimentos astringentes.

– El cambio de alimentación produce un cambio en la flora intestinal que a veces favorece el estreñimiento. Hay gérmenes que nos ayudan a digerir los alimentos y otros que dificultan la digestión y generan mucho gas y toxinas que dificultan el movimiento del intestino.

Soluciones si tu hijo se estriñe al introducir la alimentación complementaria

Si entendemos el apartado anterior tenemos de forma automática la solución:

  1.  Aumentar la cantidad de líquido que toma. Esto se puede hacer de varias formas:
    1. La primera es entender que la alimentación complementaria complementa a la lactancia y que por tanto no debemos forzar al niño a tomar más cantidad de alimentación complementaria de la que desee, ni limitar su acceso a la lactancia. Así mantenemos una proporción de líquido más adecuada. El bebé nos pedirá más leche y rechazará la comida cuando su cuerpo interprete que necesita más agua.
    2. Preparar las verduras sin escurrir. Cuando hervimos la verdura y la trituramos podemos hacerlo con el agua de haber hervido o sin ella. Si un niño se estriñe lo mejor es triturarla con el caldo.
    3. Ofrecer agua. Yo en los bebés de menos de un año soy más amigo de ofrecer lactancia que agua. Lleva agua, alimento y mucho más que un simple biberón de agua.
  2. Aumentar la cantidad de fibra en la alimentación complementaria: Evitando las frutas que más estriñen (manzana, plátano maduro), y dando de las que más aligeran (naranja, mandarina, ciruela…). Reduciendo la cantidad de verduras que estriñen (patata, zanahoria, arroz…) y ofreciendo más de las que aligeran (judías verdes, puerro, apio, calabacín…). Dando cereales integrales (con la cáscara).
  3. Ayudando a seleccionar la flora adecuada. Podemos dar Probióticos que siembren bichitos de los buenos para que tenga una flora intestinal que le ayude a digerir mejor los alimentos, produzcan menos gases y no alteren la movilidad del intestino.
  4. Moviendo más al bebé. Cuando un bebé se mueve poco, también lo hace su intestino. Cuando se mueve más y se mantiene más tiempo incorporado (no tumbado) favorecemos el movimiento del intestino. Una variante de esto son los masajes de barriga si el bebé se estriñe.
  5. Cuando haciendo todo esto no mejoran pueden necesitar transitoriamente la ayuda de un laxante. Tu pediatra te dirá cuál es el mejor para su edad y cómo usarlo adecuadamente. No es malo si se usa bien.
  6. En casos muy puntuales puede ser necesario usar Enemas. Solucionan el problema rápidamente, pero su efecto es muy limitado. Siempre que se pueda es mejor «arreglar el estreñimiento por arriba que por abajo».