El estreñimiento es una molestias digestiva que afecta al 30-50% de las mujeres embarazadas. En este nuevo artículo, nuestro ginecólogo Francisco Zorrilla de consultatuginecologo.com, te da consejos útiles para evitarlo.
El estreñimiento no es un problema grave, pero si que puede alterar tu calidad de vida. El traerte este artículo es simplemente, por la gran frecuencia de embarazadas que padecen este problema.
El estreñimiento es un problema que afecta, sobre todo, a personas, mayores. Pero en el embarazo su frecuencia también aumenta. ¿Es tu caso?
¿Cómo se produce el estreñimiento en el embarazo?
Existen dos tipos de estreñimiento por su origen: orgánico y funcional.
Estreñimiento orgánico: Es raro, menos del 5 %. Se produce por una alteración neurológica, problemas obstructivos en el intestino, médicamente que paralicen la motilidad intestinal, etc.
Estreñimiento funcional: es la forma más frecuente y la que habitualmente será el origen de tu trastorno. Es la causa de más del 90% de los casos que vemos en las embarazadas.
El estreñimiento se puede observar durante toda la gestación, pero aumenta aún más al final de la gestación.
Durante el embarazo, tu cuerpo cambia de ambiente hormonal. Las hormonas del embarazo como la progesterona, disminuyen la motilidad intestinal, aumentan la absorción de alimentos en el intestino y te hacen estar más tranquila.
Por tanto, si disminuye la motilidad intestinal el bolo fecal progresa más lentamente en su recorrido, dificultando su salida y, además, permite una mayor absorción de agua. El resultado es un bolo fecal más deshidratado.
El mismo ambiente hormonal hace que tu metabolismo cambie. Lo que comes se absorbe en mayor proporción, para favorecer la alimentación y desarrollo de tú bebé. Esta es la razón de porqué comiendo lo mismo, aumentas de peso.
Siempre se comenta que ¡durante el embarazo, todo engorda!. Pero ello, disminuye el bolo y favorece el estreñimiento.
Durante la gestación estás más tranquila. La progesterona, te relaja y disminuyes la actividad y favoreces el estreñimiento.
El útero con el bebé ocupa un espacio dentro de tu abdomen. Cuanto mayor es tu abdomen conforme avanza tu gestación, menos espacio hay y más difícil es la motilidad intestinal. Es un factor de compresión mecánica.
Finalmente, y por si aún no es suficiente, en algunas ocasiones los ginecólogos te recetamos hierro para corregir la anemia. Tener anemia es muy frecuente. Las necesidades de hierro aumentan en la embarazada. El hierro favorece el estreñimiento.
Para agravar la situación, el tener un bolo fecal más endurecido favorece la aparición de hemorroides. El dolor que producen favorece aún más el estreñimiento, sobre todo tras el parto.
Consejos para evitar el estreñimiento en el embarazo
El objetivo es un cambio global en tus hábitos de vida que favorezcan el tránsito intestinal mediante el aumento de la toma de agua, fibra y ejercicio. Te los comento:
- Aumenta tu actividad, haciendo ejercicio todos los días. Los mejores pueden ser caminar, nadar o bailar. Busca lo que mejor se adapte a ti. Lo que más fácil y divertido te resulte, para que seas constante.
- Aumenta la cantidad de fibra en la dieta. Comer vegetales de todo tipo. El aumentar la fibra, aumenta el bolo fecal y evita el estreñimiento.
- Aumenta la cantidad de líquidos que ingieres cada día. Lo ideal es tomar entre 2 y 3 litros diarios. Ello aumenta del volumen de las heces.
- Genera el hábito de ir todos los días al baño. Inclúyelo en tu rutina diaria. Busca los huecos para “sentarte”.
- Evita los alimentos astringentes, como el plátano, membrillo, etc.
- Limita las medicaciones que pueden causar estreñimiento a lo estrictamente necesario: hierro, antidepresivos, espasmolíticos, etc. En caso de duda, consulta con tu médico.
- En caso necesario, y tras agotar las medidas anteriores, puedes tomar pastillas de fibra de venta en herbolarios.
- Finalmente si todo lo anterior falla, y para casos muy graves, podemos usar algunos tipos de laxantes. Previamente consulta con tu médico y te irá aconsejando. Existen tres tipos:
- Laxantes que aumentan el volumen del bolo. Actúan igual que la fibra y por tanto puedes usarlos en caso necesario.
- Laxantes osmóticos. Actúan reteniendo agua entre las heces y aumentando también el volumen del bolo. Pueden usarse sin problemas durante la gestación.
- Laxantes estimulantes de la motilidad intestinal. No se usan en la gestación. Si los tomabas antes de la gestación, cambia los hábitos y deja de usarlos.
- Uso de enemas. Su uso es puntual puesto que solucionan el problema de una forma transitoria.
En la mayoría de las embarazadas usamos los 7 consejos primeros, pues con ellos se resuelven la gran mayoría de los casos de estreñimiento en la embarazada.
La base de todo es un cambio en los hábitos de vida y de alimentación, que deberás mantener incluso tras la gestación. Con estos hábitos de vida más saludables disminuirás, además, el riesgo de cáncer colon. ¡Ánimo!