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Pediatra 2.0 Marca personal

En pediatría, convertirse en un Pediatra 2.0 permite desarrollar una marca personal. Lo importante es que haya un concepto detrás de esa marca.

Con los años (15) que llevo ejerciendo la Pediatría, he ido afianzando cada vez más, las ideas que me definen como pediatra.

Internet le ha dado un nombre reconocible a esa forma personal de hacer las cosas.

Es cada vez más fácil encontrarme en Google por mi nombre, Jesús Garrido, como “el puericultor”, o como “mi pediatra online”.

Estoy creando una marca personal como Pediatra 2.0

¿Y qué hay detrás de esa marca?

Pediatra respetuoso: Mi concepto de pediatría

Una obsesión por la personalización y la calidad.

Pediatría respetuosa: Mi labor como pediatra es ofrecer mi experiencia y formación para hacer más fácil alcanzar los objetivos que los padres escogen para sus hijos, con sólo dos fines para mí: La salud y la felicidad actual y futura del niño.

Buscar la autonomía de los padres: Mi objetivo debe ser lograr en el menor tiempo posible que los padres que los padres se sientan seguros tomando decisiones sobre el mayor número de temas que afectan la salud de sus hijos.

Empoderamiento de los padres: Debo darles las herramientas para que ellos puedan gestionar la salud de su hijo: Información clara y útil y una historia de salud en la que guardar toda la información de salud de su hijo, a la que puedan acceder desde cualquier lugar cuando lo necesiten.

Disponibilidad: Si me necesitan debo responder en menos de 24 horas. Si depositan en mí la confianza para ayudar en algo tan importante como la  salud de su hijo, debo ofrecer una vía para responder en menos de 24 horas: Mi consulta online.

Desde que deje la masificación de la sanidad pública y su sujeción a protocolos y limitaciones de prescripción, he buscado la mejor forma de relacionarme con los pacientes, con el tiempo suficiente para dialogar, conocer su caso y sus preferencias. Y así poder ofrecer abordajes mucho más personalizados a sus problemas.

La pediatría basada en la evidencia está bien a modo de orientación. Pero los protocolos son obligatoriamente limitados, para ser claros. Los casos individuales tienen matices, que hacen que la forma en la que se aplique el protocolo, sea muy diferente en dos pacientes con la misma patología. Para captar la información necesaria para distinguir esos casos, hace falta tiempo. Para plantear a los padres opciones y hacerlos partícipes de la decisión también. Pero yo creo en esa forma de hacerlo.

Junto a la marea de la Pediatría basada en la Evidencia, yo creo en la Pediatría basada en la Diferencia. Y me esfuerzo por buscar el tiempo, la formación y las herramientas necesarias, para poder ofrecerla cada vez en mejores condiciones.

Hay otro aspecto no despreciable en el hecho de convertirse en marca:

Si te haces visible, como dije antes, te vuelves criticable. Y te critican, vaya si lo hacen.

El tema es cómo acepte uno la crítica:

–       Hay que ser capaz de sobrevivir a la crítica destructiva.

–       Y dialogar y aprender de la constructiva.

Si lo haces, creces como profesional. Conoces nuevas visiones y las incorporas a tu propia marca. Poco a poco tu experiencia profesional se vuelve mucho más rica, para ti mismo, y en lo que puedes ofrecer a tus pacientes.