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Pediatra 2.0 Rentabilidad para el profesional

Muchos pediatras no entienden lo que hago como Pediatra 2.0, a nivel económico. ¿Dónde está la rentabilidad?

Piensan que es un error. Algunos dicen que los que hacemos divulgación en internet nos estamos cargando el mercado de medicina privada. Eso es como decir que internet está acabando con la publicidad en televisión. Y es cierto. Pero es que son cambios inevitables.

La cuestión no es si yo publico lo que sé, de forma que mis pacientes obtengan gratis la información que cobro por dar en mi consulta. Esa información la publicará cualquier otro, si no lo hago yo.

Estamos en la era del conocimiento. Y ese conocimiento, ya no es monopolio de unos pocos. La brecha entre lo que saben los padres y el pediatra se estrecha. Pero no va a cerrarse.

Lo que el médico tiene que encontrar, es su nuevo sitio.

Yo creo que todos los pediatras nos hemos quejado en algún momento de que pasamos el día en la consulta repitiendo una y otra vez conceptos simples sobre patología banal, y cuando aparece un caso de verdad motivador, no disponemos del tiempo para tratarlo adecuadamente.

Eso me pasaba a mí en mi consulta de la sanidad pública.

Dar información a los padres para que ellos reconozcan y manejen las dudas banales, deja tiempo al médico para dedicarlo a los casos realmente importantes o a personalizar las respuestas que da a cada paciente.

Un tiempo que nadie tiene, con lo que si tú dispones de él, resolverás problemas que otros no pueden. Como Pediatra, si los padres de tus pacientes están mejor informados, puedes darles las herramientas necesarias para que resuelvan los problemas simples y centrarte en dar asistencia de mejor calidad en los casos en los que la resolución no es tan sencilla.

Y además, a través de internet, puedes dar más información, para completar el abordaje de esos casos más complejos. Una información comprensible por el paciente, coherente con lo que le has explicado y que ya tienes preparada.

Esto mejora la medicina para el médico y para el paciente.

Internet tiene además una lógica económica diferente:

Hay que dar mucho, gratis y bueno. Pero como dije antes, si lo haces bien, la rentabilidad que devuelve puede ser muy alta.

Si se hace bien, se convierte uno en referente:

–       Para otros profesionales, lo que abre posibilidades de colaboración. Algunas muy interesantes.

–       Para los pacientes. Muchos a una distancia, que con los esquemas antiguos, era insalvable.

Hoy en día, es realista ser un apoyo muy valioso para la salud de pacientes que uno nunca ha visto, y que viven en cualquier lugar del mundo.

Es evidente que es mucho más rica la experiencia cuando compaginamos relación física y virtual.

Pero hay muchos casos, en los que la ayuda virtual, puede superar con mucho a los medios físicos que los padres tienen a su alcance.

Por ejemplo, pueblos pequeños en los que no disponen de pediatra, pero sí de internet.

Si todo se integra bien, puede crearse un producto diferente a lo demás, de calidad y cuyo mercado es global.

Uno de los principales problemas que hay hoy en día es conseguir que los pacientes entiendan que aunque das muchísimo gratis, no todo puede serlo. Se debe distinguir entre divulgación y asistencia:

  • Divulgación: Son contenidos generales que creo a mi ritmo. Esos contenidos ayudan a la vez a miles de personas.
  • Asistencia: Es dedicar un tiempo extra en el momento que el paciente lo demanda a valorar sólo su caso, hacerlo a fondo y dar una respuesta personalizada. Eso es imposible hacerlo gratis. Aunque se quiera. En la actualidad mi web tiene miles de visitas cada día. Si yo respondiese gratuitamente a cada consulta que me hagan los pacientes el volumen que habría me resultaría imposible de responder aun dedicando las 24 horas del día a hacerlo. La única forma de limitar esa demanda y de que se te compense por esa dedicación extra y personalizada es cobrar por ello. Yo entiendo que haya quien lo busque todo gratis y de calidad. Pero como en cualquier otro campo de la vida, en Internet eso es imposible de encontrar.