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Infección de Garganta en Niños. ¿Necesita Antibiótico o no?

Es necesario dar antibiótico en las infecciones de garganta de los niños?

¿Es recomendable dar Antibiótico a un niño en una Infección de Garganta? Te explico el criterio que usamos para decidirlo los pediatras.

De todas las infecciones que puede tener un bebé la mayoría entran por la nariz y la boca. Y el punto común al que todas se dirigen es la garganta. Por lo que no es nada raro sufrir infecciones en la garganta que den lugar a dolor, mucosidad e irritación de esa zona o faringitis.

Algunos niños, de hecho, tienen una mayor tendencia a sufrir infecciones en la garganta que en ninguna otra localización.

Fiebre alta con o sin dolor de garganta y sin casi nada más: «Eso va a ser la garganta».

Y en ocasiones acompañado de todo lo que quieras: Tos, mocos, vómitos…

Causantes de infección en la garganta de los niños

La gran mayoría son causadas por virus. 2 de cada 3 son culpa suya.

Pero hay un tercio aproximadamente causadas por bacterias. Aunque son menos frecuentes son las más interesantes. De estas bacterias el Streptococo pyogenes es uno de los más frecuentes y tiene la peculiaridad de que en algunos niños puede asentarse una y otra vez. Cuando ocurre puede generar infecciones de garganta de repetición que precisan tratamiento con antibiótico una y otra vez y que si no se eliminan pueden dar problemas en otras partes del cuerpo.

Mucho menos frecuentes, pueden también asentarse aquí los hongos. Ocurre en personas con el sistema defensivo muy débil: SIDA, prematuros, enfermos de cáncer, trasplantados en tratamiento con inmunosupresores para evitar el rechazo del trasplante….

Cuándo usar el antibiótico y cuándo no en una infección de garganta

La respuesta «oficial» es simple: «Cuando te lo recomiende tu pediatra«.

Pero muchas veces los padres tenéis dudas. Dudas sobre si algunos pediatras mandamos los antibióticos demasiado a la ligera o nos resistimos a hacerlo aún cuando sería necesario.

Creo que lo mejor es que dedique un rato a explicaros cómo decidimos si se debe o no dar un antibiótico a un niño con una infección en la garganta. Ese rato que a veces no tenemos para hacerlo en la consulta con calma.

Distinto tratamiento para distintos tipos de infección de garganta

Los antibióticos sólo funcionan en las infecciones causadas por bacterias. Los virus y los hongos son inmunes a ellos.

Si una infección de garganta está causada por virus, que como he dicho son las más frecuentes, vemos una garganta enrojecida. En ella solemos ver bultitos que llamamos vesículas y puede haber saliva y moco sobre ellas. Pero no suelen tener lo que llamamos placas. En las faringitis virales sólo podemos usar cosas para aliviar, sean medicamentos o remedios caseros. Se curan solos hagas lo que hagas.

Las placas en la garganta se generan sobre la mucosa de la garganta cuando crecen bacterias. Pero no es tan simple.

Ya he dicho que la bacteria que con más frecuencia puede generar infecciones de garganta es el Streptococo Pyogenes. Pues muchas veces no hace placas. 

Y para rizar el rizo: Hay virus como el de Epstein-Barr (mononucleosis), que pueden dar lugar a placas en la garganta. Pero son unas placas de un aspecto característico.

Sin complicarlo más, no es tan simple como algunos lo pintan. Podría decirte: «mira la garganta de tu hijo y si tiene placas dale antibiótico, y si no las tiene no le des». Pero no es así.

Hay una serie de Signos que pueden orientar a que la infección de garganta sea causada por bacterias, y en eso solemos basarnos:

  • Mal aliento. De hecho algunas amigdalitis bacterianas no hay ni que verlas, se huelen. Es cierto que yo en esto soy un poco peculiar. Tengo el olfato bastante desarrollado para algunas cosas y una de ellas es esta.
  • Placas en la garganta, cuando las hay. Hay que descartar las causadas por algunos virus ya mencionados. Y diferenciarlas de los restos de comida que pueden acumularse en los huecos de las anginas que pueden verse como puntos blancos. Pero cuando son realmente placas es indicativo de bacterias.
  • Enantema en el paladar. El enantema es un punteado rojo llamativo en el paladar que aparece a veces en la infección de garganta por Streptococo Pyogenes. Aún sin placas, si vemos el enantema y tiene el olor típico suele ser bacteriana.
  • Lengua aframbuesada. Otra de las formas en las que puede aparecer la amigdalitis por Streptococo Pyogenes es con una lengua en la que las papilas están inflamadas de forma llamativa aparentando una frambuesa.

Cuando hay dudas y especialmente si el niño está muy afectado en su estado general podemos salir de dudas por medio de analíticas:

  • Hemograma: Es un análisis de sangre rápido que puede hacerse en menos de una hora en cualquier hospital. Lo que nos interesa en este caso es cómo están los leucocitos (glóbulos blancos defensivos de la sangre) y dentro de ellos si predominan los neutrófilos (cuando es una infección bacteriana), o los linfocitos y monocitos (cuando es una infección por virus).
  • PCR y Procalcitonina. Son marcadores de reacción rápidos. Suben cuando la infección es por una bacteria y no se alteran casi nada en infecciones por virus.
  • Frotis faríngeo. Sirve para recoger secreción de la garganta y buscar al germen causante. Hay dos formas de identificarlo:
    • Cultivo y antibiograma. Sembramos ese moco y esperamos a ver qué crece. Este sistema tarda días en dar el resultado pero nos da una información muy interesante: los antibióticos a los que el germen es sensible o resistente.
    • Test rápido de detección de Streptococo Pyogenes. Detecta rápidamente si este germen está o no en la secreción. Su resultado es casi inmediato, pero es un test que no está disponible en todas partes.

Cuando los signos son claros o nos lo confirman las pruebas indicando que es una infección de garganta por bacterias, tratamos con antibiótico.

Lo hacemos porque tratando con antibiótico:

  • Curamos antes la infección. 
  • Evitamos complicaciones como la neumonía, las otitis, los abscesos alrededor de la garganta, las sepsis, las meningitis, mastoiditis….
  • Impedimos que se desencadenen reacciones reumáticas, en el riñón, en el corazón… que pueden aparecer si el Streptococo Pyogenes se mantienen en la garganta con frecuencia.

¿Qué pasa si tratamos con antibiótico en las infecciones de garganta que no son bacterianas?

Lo primero, que no va a mejorar en nada su evolución. Los virus pasan de los antibióticos.

Lo segundo, que eliminaremos a gérmenes de nuestra garganta que no son agresivos. Todos tenemos siempre bacterias creciendo sobre nuestras mucosas. Pero habitualmente son bacterias no agresivas que simplemente crecen ahí. En ocasiones incluso son beneficiosas, porque cubren una función de protección frente a otras más perjudiciales.

Cuando tomamos antibiótico matamos bacterias de forma indiscriminada: A las malas, si. Pero también a las buenas. 

Nadie te garantiza que tras usarlo las primeras que colonicen sea buenas de nuevo. Por lo tanto no abras esa caja si no es necesario. Y cuando lo es y tomamos antibiótico, mi recomendación es, tras el tratamiento aportar probióticos para repoblar de gérmenes beneficiosos.

Espero que entiendas ahora mejor cómo tomamos las decisiones en este tema los pediatras.

Verás que no es tan simple como parece y que aunque puedas entenderlo mejor tras leer información como esta, tu pediatra tiene una experiencia que le permite decidir con más base.

Con lo cual, ante la duda, consulta.

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Las Anginas, Amigdalitis

Anginas, infección de garganta en niños explicadas de forma comprensible

Todos necesitamos respirar. Y en el aire hay miles de microbios de los que algunos tienen las condiciones para crecer en el interior de nuestro cuerpo.

Muchos de ellos crecen en nuestra piel, nariz, garganta e intestino sin dar problemas, simplemente ocupando espacio (en algunos casos como en el intestino ayudándonos a digerir los alimentos).

Ya que la principal vía de entrada de estos gérmenes es la garganta, el cuerpo ha desarrollado a su alrededor un Anillo Defensivo formado por las anginas (las dos pelotitas, a veces no tan -itas, que se ven a los lados de la garganta cuando abrimos la boca) y las vegetaciones (en la parte alta de la garganta, al fondo de los huecos de la nariz, que no se ven directamente abriendo la boca, porque quedan más arriba).

Las anginas tienen una forma ovalada con más o menos irregularidades. Hay niños que tienen muchos huecos en los que se acumula comida (que se pudre haciendo que tengan mal aliento) y hace más fácil que aniden infecciones.

Su tamaño varía desde algunos en los que casi no se aprecian hasta otros en los que chocan entre sí dejando el espacio justo para que uno respire con dificultad, roncando de noche… Crecen con cada infección contra la que reaccionan y se reduce poco a poco si no tiene estímulos.

Cada vez que tenemos una infección en la garganta, se inflama la mucosa de toda la garganta y las propias amígdalas. A veces sobre las amígdalas empiezan a formarse placas (que no es otra cosa que las colonias de microbios creciendo con el exudado defensivo de la propia mucosa).

Habitualmente las placas las forman las infecciones bacterianas y las provocadas por virus no producen placas.
Pero hay alguna infección bacteriana que no genera placas y alguna infección viral capaz de producirlas.

La importancia de diferenciar entre virus y bacterias está en su diferente evolución y tratamiento:

– Los virus son resistentes a los antibióticos y su evolución es independiente del tratamiento de modo que suelen aumentar los síntomas (fiebre, dolor, mocos, tos) durante los 2-3 primeros días, hasta que el cuerpo empieza a formar defensas contra el virus que frenan su multiplicación haciendo que mejoren los síntomas poco a poco hasta desaparecer 2-3 días después.
Con lo que entre subida y bajada duran habitualmente de 4 a 6-7 días.
En estos casos el tratamiento va dirigido a combatir los síntomas más molestos para hacer la infección más llevadera mientras la vence nuestro sistema defensivo.

– Las bacterias son sensibles a los antibióticos, suelen ceder uno o dos días después de iniciar el tratamiento. Las infecciones bacterianas tienen además tendencia a producir complicaciones que pueden evitarse dando el antibiótico.

En los primeros 2-4 años de vida estas infecciones son muy frecuentes, pudiendo llegar a tener una cada semana o cada 2 semanas. El hecho de que sean frecuentes no significa que el niño tenga las defensas mal, sino que ha tenido contacto con varios gérmenes que aún no había fichado.

La mayoría de esas infecciones están producidas por virus (3 de cada 4 ó más).

Pero hay niños que tienen infecciones bacterianas con mucha frecuencia.

Entre las bacterias capaces de producir estas infecciones hay una, el estreptococo piógenes que tiene tendencia a colonizar la garganta de forma mantenida.

Cuando se mantiene mucho tiempo allí, el cuerpo empieza a reaccionar contra el germen. Esa reacción en algunos casos puede producir problemas reumáticos.

En una analítica de sangre, podemos detectar un anticuerpo, el ASLO, que puede decirnos si ha tenido contacto con ese microbio y si éste ha sido más o menos constante.

Recogiendo una muestra de la mucosidad de la garganta, podemos saber si el estreptococo sigue allí y a qué antibiótico es más sensible. Pero no siempre conseguimos que crezca en el cultivo.
 

Criterios para quitar las amígdalas

Cuando hay infecciones muy frecuentes las anginas van creciendo hasta que llega el punto que durante la noche le hace roncar, pudiendo interrumpir la respiración durante períodos de más de 10 segundos. Nunca se ahogan, pero el nivel de oxígeno puede bajar haciendo que el niño esté en situación de alerta durante el sueño, lo que hace que no descanse (esto se llama Apnea del sueño).

Cuando no conseguimos eliminar el germen (el ASLO permanece alto) o las anginas crecen tanto que aparece Apnea del sueño debe valorarse el quitar las anginas, de lo que se encarga el Otorrinolaringólogo.