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La importancia de tratar los Cólicos del Lactante

Los Cólicos del Lactante marcan la crianza

Los Cólicos del Lactante marcan la experiencia de crianza de muchas familias. La palmadita en la espalda y «a los 3 meses se pasa» puede marcar la infancia.

Cuanto tu bebé llora y no consigues calmarle ¿Sientes que no estás entendiéndolo? ¿Dudas de tu capacidad para criar a tu hijo? ¿Te sientes mala madre o mal padre? ¿Te sientes juzgado por los demás?

Suele decirse de los Cólicos del Lactante que:

  • Hay niños que lloran más que otros.
  • Algunos padres son muy nerviosos y transmiten esa ansiedad al bebé.
  • En realidad son niños sanos sin problemas.
  • Nada funciona y en realidad se acaban pasando solos.

Cuando se dicen cosas así:

  • Se falta a la verdad. Ningún niño sano llora de forma insistente sin que le pase nada. Cuando un bebé llora o le duele algo o tiene una necesidad que no se está cubriendo adecuadamente. En mi experiencia, todos los Bebés con Cólicos del Lactante tienen motivos para llorar. Motivos identificables y tratables. Restarle importancia deja a un bebé pasándolo mal por problemas a los que podemos poner solución si los identificamos.
  • No se entiende lo que el llanto inconsolable de un bebé significa para unos padres. Y menos aún lo que decir que es porque los padres son nerviosos significa para ellos. Los Cólicos del Lactante minan la autoestima de los padres como cuidadores.
  • Se puede marcar la infancia de un bebé. Cuando un problema real hace que un bebé no esté bien se interfiere con su alimentación, con su descanso, con la convivencia del bebé con quienes le rodean. Puede generar problemas que ni mucho menos desaparecen cuando el motivo del llanto desaparezca. En muchos casos marca la crianza de los padres y no de la mejor forma posible.

Cuando un bebé con Cólicos del Lactante no es tratado sigue llorando mientras su problema o problemas (que siempre los hay) siga sin resolverse. Algunos lo hacen de forma espontánea en los meses siguientes. Otros pueden prolongarse mucho tiempo.

Cuando identificamos las causas de su llanto y las resolvemos logramos varias cosas:

  • Desde el punto de vista del Bebé. Deja de llorar porque sus necesidades están cubiertas y no sufre dolor. Pero no sólo hemos logrado que deje de llorar. Lo realmente importante es que hemos descubierto que había cosas que iban mal y las hemos resuelto.
  • Desde el punto de vista de los Padres. Mejoramos el conocimiento que tienen sobre su hijo. No sólo por darles un diagnóstico. Sino porque para resolver los Cólicos del Lactante es indispensable enseñarles pautas básicas de Crianza. Este problema no es resuelto por el Pediatra o el Fisioterapeuta de forma independiente. Es un equipo en el que Fisioterauta, Pediatra y Padres actúan en conjunto y todos son indispensables. Cuando el bebé mejora, también lo hace la autoestima como Criadores de sus padres, que se sienten más capacitados tras colaborar en la mejora de su hijo.

Al principio los Cólicos del Lactante parecen una Maldición para cualquier familia. Todos desearían que su bebé fuese ese típico retoño que no hace más que comer y dormir con el que todos sueñan.

Cuando no es así, y llora sin parar desconcierta, agobia, estropea la relación de los padres con su bebé y entre ellos, porque resulta desesperante.

Pero cuando logramos tratarlo de forma efectiva puede acabar siendo un regalo para los padres: Un desafío que se ha superado en cuya resolución han colaborado aprendiendo muchísimo sobre su hijo.

No te conformes con una palmadita en la espalda.

No te resignes a tu hijo llore de forma inconsolable.

No aceptes que él es así o es culpa tuya.

Busca respuestas, porque las hay.

Este vídeo puede ser una primera aproximación para entenderlo.

Si quieres mi ayuda puedo dártela a través de la Consulta Online.

 

 

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Pelear con tu hijo para que coma: 5 motivos para NO hacerlo Nunca, Nunca, Nunca…

5 Motivos para no pelear con tu hijo para que coma nunca. Pelear con un niño para que coma es mala idea por muchos motivos. Pero es algo muy frecuente. Ojalá te convenza para que no lo hagas nunca más.

Tal vez sea una guerra perdida, pero quiero seguir luchándola.

Por desgracia, para muchas familias, los peores momentos del día con su hijo son las comidas.

Pero no tendría porqué ser así. Y no depende del niño, sino de ciertas ideas muy extendidas y que son totalmente falsas.

Voy a intentarlo. Voy a ver si soy capaz de convencerte de que nunca más vuelvas a pelear con tu hijo para que coma.

«Si no lo hiciese no comería»

Primera razón que se argumenta para hacerlo. Pero…

De verdad, siendo sinceros… ¿Tú realmente te crees eso? ¿Tú crees que tu hijo es el único ser vivo de este planeta que no trae el hambre de serie? ¿Has probado a no pelear con él, a no ofrecerle comida y ver qué pasa? Porque estoy 100% seguro de que lo que pasaría es que él te pediría la comida. Lloraría por ella, si es necesario.

De verdad, deja de repetirte como argumento algo imposible. Tooooooodos los seres vivos sienten hambre si no comen. Si no fuese su caso y sigue vivo habría que patentarlo. Sería la solución para la sostenibilidad del planeta. Pero es que no existe algo así.

Aunque jamás insistas a un niño para que coma, ninguno se muere de hambre si se le ofrece comida 5 veces al día. Puede morirse de otras cosas, ¡pero de hambre no!

«Pero es que él come poquísimo si yo no le insisto»

El mayor error relacionado con la comida en niños es pensar que él no es capaz de decidir la cantidad de comida que necesita tomar.

La mayoría de problemas que vemos en este sentido son por exceso, no por defecto.

Hay circunstancias que hacen que usemos la comida como sustituto de otras necesidades, lo que favorece la obesidad. Pero son muy pocos los casos contrarios, en los que sustituimos la comida por otros recursos a largo plazo.

Un niño puede renunciar a comer, por ejemplo, si a cambio de eso recibe algo más importante para él, como es la atención. Pero si esto ocurre tal vez deberíamos pensar que:

– Debemos aportarle más atención sin que tenga que forzarnos a ello.

– No debemos hacerlo reforzando conductas negativas para su salud. Es decir, si no come, no debemos dar importancia a ese no comer. O el niño establecerá una relación basada en ese canje: Conseguir la atención que de otro modo no recibe portándose mal, entre otras formas de hacerlo, no comiendo.

Hay que entender además que el crecimiento durante los primeros meses de vida es más rápido de lo que lo será nunca más en su vida y eso consume muchísimos recursos. Por eso, la mayoría de los niños come con 6-8 meses claramente más que con 1 año. Es algo que hace pensar a muchos padres que su hijo come peor conforme crece. Simplemente está reduciendo su alimentación porque ya no la necesita.

La prueba definitiva para saber si un niño come o no la cantidad necesaria es ver cómo está:

Si tu hijo come la cantidad que él quiere, está sano y activo (muy activo, de hecho), no come más porque no lo necesita. ¡De Verdad!

Empeora la relación de tu hijo con la comida

Esto es algo en lo que parece que no se piensa. Nos centramos demasiado en el corto plazo: «Ha comido poco y me preocupa que pueda pasarle algo si se acuesta sin comer»….

¿Sabes cuántos niños se acuestan sin comer en el mundo porque no tienen comida? Pues aguantan, y mucho.

Pero ¿qué pasa a largo plazo con la relación con la comida de un niño con el que peleamos en cada comida para que se alimente «un poco más»?

Pues algo evidente, que la comida se convierte en algo desagradable.

¿Realmente crees que un niño va a comer más a largo plazo si cada vez que ve llegar la comida sabe que toca pelea? Si lo crees, te equivocas. Seguramente si lo haces es porque no te lo has planteado en serio.

Empeora la relación de tu hijo contigo innecesariamente

Si tienes claro todo lo anterior deberías entender ya que pelear con un niño para que coma es innecesario y contraproducente. Pero es que además tiene un efecto negativo que deberíamos evitar siempre que sea posible: Va a empeorar la relación que os une.

Y para mí esa relación es sagrada. Porque es de verdad la única herramienta educativa válida. Habrá otras conductas en el futuro que sí será necesario modificar por el bien de tu hijo. Apelar a una buena relación es mucho más efectivo que cualquier coacción. Y hacerlo así construye, no destruye.

Por eso, empeorar la relación con tu hijo en este tema es algo que puede tener repercusiones importantes en otros muchos aspectos de su conducta en el futuro.

Cuida tu relación con él no forzándole a hacer algo que ya se encarga de conseguir uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis: El Hambre.

Favoreces que tu hijo sea obeso en el futuro

A pesar de que nos empeñemos en pensar que nuestro hijo viene escacharrado y no es capaz de regular la cantidad de comida que necesita, es una «máquina bien diseñada».

A lo largo de la historia de la humanidad como especie hemos superado situaciones muy diferentes en cuanto a disponibilidad de comida.

Hemos ido acumulando genes que nos permiten adaptarnos a un amplio repertorio de circunstancias.

Durante los primeros dos años de vida se produce un ajuste en el que el cuerpo va descartando algunos genes y afianzando el uso de otros. Es lo que permite que un ser humano pueda sobrevivir en ambientes tan diferentes como lo hace.

Hoy en día, desde el punto de vista nutricional, si tuviésemos que decidir cuál es el ambiente en el que vivimos y qué lo diferencia de otras épocas de nuestra historia es: La Inmensa Abundancia de AZÚCAR de absorción fácil.

Por desgracia en nuestra sociedad alimento infantil es el mismo que el de los adultos, pero con azúcar añadida.

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad el azúcar era algo muy escaso. ¿Sabes la cantidad de comida que debía consumir un hombre hace 100,000 años para conseguir la cantidad de azúcar refinada que consumimos nosotros hoy en día en una sola comida?

Cuando no éramos agricultores ni ganaderos, es decir la mayor parte de la historia humana, había que recorrer grandes distancias y recolectar una cantidad de comida muy superior a la actual para conseguir una cantidad muy pequeña de nutrientes ricos.

Con la agricultura y la ganadería hemos hecho crecer a nuestro alrededor fuentes de nutrientes que hemos seleccionado porque son especialmente ricas.

Para hacerte una idea, vete un día al campo sin comida y come sólo de lo que encuentres. Me refiero a irte al monte, no a unos campos cultivados. Si lo haces prepárate. Incluso si sabes dónde encontrar esos nutrientes, cosa que no sabemos hoy en día la mayoría, vas a pasar HAMBRE, con mayúsculas.

En muchos niños se produce una reducción importante de la cantidad que comen coincidiendo con la introducción de la alimentación complementaria. Lo hacen porque sus genes, al tener acceso a una cantidad importante de azúcares de absorción fácil en la dieta asumen que estamos creciendo en una zona de hiperabundancia. Y se adaptan, de forma correcta reduciendo la cantidad de comida de forma importante.

Pero nosotros nos empeñamos en contradecir esa sabiduría genética y forzamos a los niños a comer más.

Si insistimos estamos haciendo algo con lo que no contamos. Estamos forzando al cuerpo a desechar unos genes que son los escogidos de forma natural para esta situación y a usar otros pensados para gestionar ese exceso de azúcares.

Lo único que puede hacer con ese exceso de azúcar es almacenarlo. Y prepara los almacenes aumentando el número de células grasas. Ahí seguirán toda la vida y harán su trabajo. Estamos sembrando Obesidad.

Para mí está claro que esta es la base fundamental de la epidemia de obesidad infantil que sufrimos. Y la solución:

– Eliminar los azúcares de absorción fácil de la dieta, especialmente en los 2 primeros años de vida.

– Confiar en la capacidad de nuestra genética para escoger los genes adecuados para adaptarnos a nuestra situación actual y respetar su gestión de la cantidad de alimento que consume espontáneamente.

No es algo secundario. Nos estamos jugando el futuro metabolismo de nuestros hijos.

Te puedo asegurar que para mí, entender esto es uno de los temas más importantes de salud infantil.

Si por mí fuese, éste debería ser uno de los Artículos Esenciales de mi blog para todas las familias.

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Estímulos: La 3ª Necesidad del Bebé

La 3º necesidad del bebé: EstímulosEstímulos para que se desarrolle su cerebro. Esa necesidad básica del bebé con la que nadie cuenta. Junto a Comer y Dormir lo más necesario para crecer.

Cuando se habla de las necesidades de un bebé casi todo el mundo espera que un «buen Bebé» sea «comer y dormir».

Efectivamente el bebé necesita comer para obtener nutrientes que usa en su actividad y en su crecimiento. Necesita dormir, para regenerarse y descansar.

Pero mucha gente olvida una tercera necesidad que no es sólo importante en los bebés, también en nosotros. Esta necesidad esencial son los Estímulos.

Evolución de las 3 necesidades básicas del bebé en los primeros días de vida.

Voy a hacer una pequeña descripción de cómo evolucionan las tres necesidades básicas del bebé durante los primeros días de vida para que lo entendáis y lleguemos a comprender la importancia de los Estímulos. Sus 3 necesidades básicas se mueven en un equilibrio constante en el que el bebé actúa atendiendo o pidiendo en cada momento aquella de la que tiene más necesidad.

Cuando un bebé nace, tras unos minutos de adaptación inicial, tiene una necesidad imperiosa de dormir. El parto es un proceso duro para la madre y también para el bebé. Ha hecho un gran esfuerzo, primero soportando la expulsión del útero e inmediatamente adaptándose a controlar la temperatura, respirar, cambiar la circulación para llevar la sangre a los pulmones en vez de hacerlo hacia la placenta….

Hasta ese momento se ha estado alimentando de forma constante a través de la placenta y si lo logramos habrá tomado el pecho justo al nacer. Tras eso estará agotado y habrá recibido una gran carga de estímulos en poco tiempo. Va a dormirse y durante los primeros 2-3 días de vida esta va a ser su prioridad, descansar.

En estos primeros días recibe estímulos sin que hagamos nada a un ritmo muy superior al que estaba acostumbrado. La luz, el tacto, el ruido, el olfato y los sabores, son mucho más intensos de lo que nunca ha sentido y sin que hagamos nada recibe un torrente de estímulos que cubre su necesidad de sobra.

Dormirá muchas horas al día, despertando cuando tenga hambre para saciarla lo justo y volver a dormir enseguida.

Tras descansar lo suficiente, para el 3º o 4º día hacen su aparición de verdad la necesidad de comer y la de estímulos.

Es como si hubiésemos «despertado al monstruo». Empieza a llorar si nos retrasamos un instante en alimentarlo. Ésta ha pasado a ser la necesidad esencial y puede demandarla cada pocos minutos, dejando en muchos casos no más de 2 horas sin pedir comida en ningún momento.

Si, como es lo adecuado, le damos de comer cada vez que pida, sueño y comida irán equilibrando su balance y comerá cada vez más tranquilo, espaciando poco a poco las tomas.

Es entonces cuando empezamos a notar que el bebé empieza a llorar por el tercer motivo.

Ha dormido, acaba de comer, lo dejamos en la cuna o a nuestro lado en la cama… y llora. Lo tomamos en brazos y se calla. Volvemos a soltarlo y de nuevo llanto… Vuelves a tomarlo, lo paseas y se calma…

Ha aparecido la necesidad de estímulos.

Los distintos tipos de Estímulos para el Bebé

Todo intento de esquematizar cualquier cosa es una simplificación. Pero a veces pueden ser útiles. Podríamos distinguir tres tipos básicos de estímulos que el bebé consume:

  • Afectivos. Contacto, seguridad, comunicación son estímulos necesarios para cualquier ser humano. Se puede vivir sin ellos, pero empeorando mucho la calidad de vida si faltan.
  • Posturales. Todos necesitamos cambiar de postura con cierta frecuencia. Pero un bebé tiene muy limitada su capacidad de hacerlo, de modo que cuando tras mantener un rato la misma postura necesita hacerlo, muestra su incomodidad y si no se le ayuda a moverse, llora.
  • Sensoriales. Estímulos visuales nuevos (cambio del ambiente o del punto de vista desde el que se observa), sonidos nuevos, olores cambiantes… Nuestro cerebro consume estos estímulos como la comida o el oxígeno. Si agota la novedad de los que recibe y no hay cambios, llora.

Para qué usa el bebé los Estímulos y por qué pide tantos

Un bebé es un ser humano en rápido desarrollo en muchos aspectos. Uno de los más importantes es el desarrollo cerebral. Un cerebro de bebé es un gran mar lleno de conexiones posibles, de las que tendrá que eliminar aquellas inútiles en su adaptación al entorno y reforzará las que le sirvan para hacerlo.

La forma en la que se produce este proceso es reaccionando a estímulos del entorno en el que crece. Su supervivencia, su bienestar, su felicidad, dependen de que este proceso se produzca pronto y bien. Por eso no puede permitirse ralentizarlo por debajo de cierto ritmo. Cuando detecta que el flujo necesario de estímulos no está cubriéndose llora para conseguirlos.

No hay un proceso consciente en esto. Es como el hambre, es una sensación de malestar que crece conforme la necesidad va creciendo sin ser cubierta.

Dar estímulos no es malcriar, es colaborar en su desarrollo

Cuando un bebé pide estímulos y no se los damos llora. Cuando se los damos deja de llorar. Pero es una necesidad importante y variable. No la cubres y ya está para x horas.

Pretender que un  bebé pase x tiempo sin recibir estímulos nuevos por parte de sus cuidadores es tan ilusorio en esta fase como establecer una pauta fija de alimentación. No hay una pauta correcta y constante. La pauta es darle los estímulos al ritmo que su cerebro los consume.

Ante esto hay dos opciones: Dejarlo llorar o darle lo que pide.

Dejarlo llorar es absurdo, estás negando a tu hijo algo que necesita, que sabes lo que es y que no le perjudica.

La educación no consiste en negar algo así. Si lo hacemos, como para el bebé es algo que necesita para sobrevivir y desarrollarse, va a luchar por conseguirlo. La única pregunta es ¿hasta dónde quieres empeorar su relación contigo haciendo que te vea como alguien que le niega lo que necesita?

Educar es ayudarle a entender cuándo lo que pide no debe tenerlo porque le perjudica. Pero es algo que no ocurrirá hasta bastantes meses más adelante. Al principio el bebé sólo demanda que se cubran necesidades elementales. Y atenderlas no es malcriar es cuidar. No atenderlas no es educar, es descuidar.

Crianza Respetuosa, Cómpralo ahora

 

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Mitos que angustian en crianza

Pekemito: Si le cortas el pelo hablará más tarde.

Mitos que angustian. Respuesta a una madre en Facebook, Pekemito: Si le cortas el cabello a tu bebé sin decir sus primeras palabras, les cuesta mucho hablar.

Este ha sido el pekemito más votado de este martes. Podrían haber surgido otros, como que cortar las uñas en martes o en viernes hace que salgan padrastros….

Pero este me parece especialmente interesante porque reúne los principales elementos de una forma de influir sobre la crianza:

– Es claramente absurdo a poco que se piense.

– Recurre a una especie de relación mágica.

– Amenaza con consecuencias para el bienestar del niño si los padres actúan de modo diferente.

Y por alguna razón mucha gente cuando se lo dicen se lo piensa dos veces antes de arriesgarse.

Sirve como ejemplo de algo de lo que hablo en otro artículo: Influencia de familiares y amigos en la crianza.

Ser padres primerizos nos convierte en seres vulnerables

La mayoría de la gente que sin tener hijos haya leído este tema posiblemente se ría. Pero por alguna razón, el día que tienes un hijo empiezas a prestar oídos a cosas así.

La razón es que nos implica desde el punto de vista afectivo como nada lo ha hecho hasta entonces.

De repente somos los responsables del bienestar de un bebé indefenso que depende totalmente de nosotros. Y seamos sinceros. Nadie está preparado para algo así. Reconozco que ni siendo pediatra tenía claro todo lo que implica ser padre. Cuando mi hijo nación yo llevaba ya más de 10 años dando consejos a los padres. Pero fue la paternidad una de las cosas que me ayudó a entender que en realidad no tenía ni idea de lo que hablaba y que muchas de las cosas que me habían enseñado y yo transmitía a los padres resultaba tan absurdo como pensar que cortar antes o después el pelo a un bebé puede influir en su desarrollo del lenguaje.

Es entonces cuando te das cuenta de que los padres buscan constantemente respuestas, pistas, guías que les den cierta seguridad sobre que lo que hacen con su bebé es lo mejor que pueden hacer. Y que la información que les llega sólo contribuye a angustiarles en la mayoría de las ocasiones.

Poco a poco acaba uno entendiendo que hay que ser muy cuidadoso dando cualquier consejo. Especialmente cuando se hace como una «regla». Porque la implicación afectiva de los padres en la crianza puede hacer que llegue a entenderse y aplicarse de forma poco razonable y acabar generando problemas y angustia.

Hay gente que funciona así. Hay quien basa su forma de comunicarse con los demás en la intimidación y la amenaza. Algunos muchos más sutiles que el mito del que hablamos hoy, pero igualmente absurdos y con la misma capacidad de angustiar a los padres que lo oyen.

Llegamos así a lo que yo llamo «regla de oro de la supervivencia para padres novatos»:

«Cualquier cosa que te digan y no vaya acompañada de una explicación que te parezca razonable, ignórala.»

Y su derivada cuando doy cualquier consejo:

«Te he explicado porqué creo que esto es lo mejor, pero si alguien te da una explicación que te parezca razonable para hacerlo de otro modo, ignora mi consejo.»

 

 

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Amor y responsabilidad, crianza y educación. Peketip 20

El amor es la base de la crianza,

la responsabilidad la de la educación.

Que tu hijo sepa que lo quieres y lo respetas

es lo más importante para que crezca feliz.

Que tú actúes pensando no sólo en el ahora sino en

cómo afectará a su futuro, lo principal para educarlo.

Cuando hablamos de crianza con apego, la base clara de la relación entre padres e hijos debe ser el amor. Y conseguimos que lo sea de forma real si nuestro hijo sabe que lo queremos. La forma de conseguirlo es expresarle nuestro amor tanto como podamos. El respeto se expresa actuando con calma, pensando antes de tomar decisiones en cuales son las necesidades del niño y cómo es él. Si en los cambios que aparecen en su desarrollo o en los que nos afectan a todos como familia actuamos adaptándonos a eso, el niño se sentirá respetado.

Las relaciones con otras personas son como un espejo. Es más fácil recibir lo que se da. Dar amor y respeto es la mejor forma de tener un hijo cariñoso y respetuoso.

Pero la crianza es sólo parte de algo más amplio. El concepto de educación. Educar es preparar. Es dar a nuestro hijo la orientación y las habilidades para poder adaptarse lo mejor posible al mundo buscando que sea feliz y libre en el futuro. Cuando pensamos cómo educar a nuestro hijo, lo mejor antes de decidir, es escoger aquellas opciones que en el futuro le benefician más. Y eso significa a veces actuar de forma que el niño puede sentirse momentáneamente no querido o respetado.

Lo ideal es buscar la forma más cariñosa y respetuosa posible de aplicar lo que beneficia al niño a largo plazo.

Pero no debemos actuar buscando sólo la solución a corto plazo. Su libertad y felicidad futuras están en juego.

¿Te apetece leer sobre este tema más a fondo?

Te presento mi Ebook sobre educación.

Descárgalo en PDF por 5€

Peketip 19
Peketip 21

 

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Puede ayudar a tus amigos.

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Crianza y Educación

Entre el Amor y la Responsabilidad.

 

Cuando yo empecé mi formación como Pediatra, recibí información sobre crianza de los profesionales con los que me formaba.

Antes ya la había recibido de mis propios padres (somos 7 hermanos) y mis profesores.

Hay muchas formas de ver las cosas en estos temas. A mí, durante la especialidad, me explicaron poco. Pero en su mayoría, estaba más cercano al conductismo.

Ya tras acabar la especialidad, trabajando en atención primaria, hablando con padres y explorando en internet, conocí otra versión: “La crianza con apego».

Cada vez estoy más identificado con esta forma de ver la educación infantil. Pero muchas veces me encuentro con un problema que creo importante.

La mayoría de los autores que defienden la crianza con apego, se centran en la defensa del concepto inicial de esta teoría:

“Que el amor de los padres a los hijos es la guía fundamental para criar hijos felices.”

A veces dan una visión excesivamente bucólica de esa experiencia. Y cuando los padres que se guían por ellos se encuentran frente a situaciones normales en el crecimiento del niño (como rabietas, conductas agresivas…) no reciben respuesta más allá de la generalidad: “el niño debe tener sus razones, intenta comprenderlo”.

Hay muchos conceptos clásicos en educación y psicología, que parecen quedar fuera de esta teoría: Autoridad, normas, frustración… Pero son conceptos que responden a una realidad en las relaciones interpersonales. Y la crianza no es una excepción.

La mayoría de los defensores de la crianza con apego, atacan esos conceptos en su definición clásica. Fundamentalmente porque estos conceptos estaban tenían una carga ideológica importante que no comparten.

Pero yo creo que no hay que destruirlos, sino que pueden verse desde el enfoque de la crianza con apego, dándoles matices y un valor nuevo. Voy a intentar hacerlos comprensibles y útiles, en una visión de la crianza basada en el amor a nuestros hijos, en la flexibilidad y el reconocimiento de las fases de desarrollo normal de cada niño.

No voy a demonizar la frustración, ni las normas, ni la autoridad. Existen, son connaturales a la existencia humana. Lo que intentaré es explicaros como creo que podemos afrontarlas desde la visión central del amor y el respeto a los hijos.

Contenidos de Crianza y Educación

El amor como base de la crianza

Objetivos claros y estrategia flexible

Principios para entender la conducta humana

Principio de Superación

Principio de Adaptación

Fases del desarrollo infantil

El funcionamiento de nuestro cerebro

Consciente / Inconsciente

La programación de conductas

Fases del desarrollo infantil

Vamos a lo práctico

La importancia de la Educación

Los buenos padres

La Autoridad

La asimilación de frustraciones

Las Normas

La Ansiedad en la Crianza

La Programación de Conductas

El alimento como ansiolítico

El alimento como premio

¿Y Porqué dar pecho a demanda protege contra la obesidad?

El rechazo al alimento

Los miedos de los padres

Agresividad

Manipulación

Ingenuidad

En resumen:
Los padres y madres perfectos no existen
Y no menos importante: Los hijos perfectos tampoco existen


Precio: 5 €

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Webs sobre Pediatría, Educación, Crianza

Webs sobre Pediatría, Educación, Crianza

Otros recursos que creo que pueden ayudar a los padres en la labor de informarse sobre la salud de sus hijos y su educación.

 

Hoy es 21 de Octubre de 2012.

Ayer tuve el placer de acudir a PediaTIC.

 

Es la primera reunión a la que acudo en la que encuentro montones de «raritos» como yo.

Gente que ha dado el salto al vacío de hacerse visible (y por tanto criticable) exponiéndose en internet, con el interés de aportar su granito de arena, cada cual en su especialidad (pediatría, logopedia, educación, psicología, enfermería y por supuesto, padres), para ayudar en la salud y educación de los niños.

 

Llegué sin conocer a nadie. Creo haberme marchado tras un sólo día con nuevos y buenos amigos y con una visión más amplia de lo que era para mí esta afición-pasión de internet.

 

Se ha prometido que el año que viene, más. Sin duda contarán con mi presencia.

 

Os presento algunas de las Webs y Blogs de cuya existencia no sabía nada y que sin embargo he conocido en PediaTIC y creo sinseramente que pueden ayudar a los padres en su labor:

 

www.citomegalovirus.es

Es una web creada por dos padres fantásticos que tienen una hija afectada por la infección por citomegalovirus congénito.

Pasaron un calvario para entender lo que significaba la enfermedad de su hija y cómo afrontarla. Han hecho el esfuerzo de allanar ese camino para otros padres cuyos hijos lo sufren.

Y guían a los padres para hacer ese camino más claro, más breve y menos solitario, poniéndolos en contacto con especialistas en el tratamiento de esta enfermedad y con otros padres que afrontan el problema en sus propios hijos. Además son, como personas, estupendos.

 

www.duelogestacionalyperinatal.com

Es una web en la que se habla sobre una experiencia que parece tabú en nuestra sociedad. ¿Cómo afrontar la pérdida de un hijo que no ha llegado a nacer, o ha muerto poco después del parto?

La mayoría de madres y padres que pasan por algo así, sienten que los que les rodean les animan a olvidar y seguir adelante.

Los que han pasado por eso, saben que no es tan sencillo. En esta página, además de información bien elaborada, hay un foro en el que, madres y padres que han pasado o están pasando por esa experiencia, tienen la libertad de expresar lo que sienten y sentirse, de verdad, comprendidos.

 

www.escuelainfantilgranvia.com

Es la web de una escuela infantil como otras muchas, pero en la que han roto con mucho de lo que llevaban haciendo durante años porque han llegado a una filosofía que comparto: Romper con lo establecido como forma de reinventarse cada día.

Lo más genial de la forma en que he conocido este proyecto, es su promotora: Una maestra, como ella dice, «de cierta edad», que ha tenido el valor de reinventarse totalmente, cuando muchos de sus compañeros piensan ya básicamente en la jubilación.

 

Y ahora las madres.

Entendedme bien lo que voy a decir: «Tengo debilidad por las madres.»

No sé que me pasa. Pero en cualquier foro en el que me las encuentro, acabo con ellas. Más que con pediatras, enfermería o cualquier otro colectivo. Sea una boda, un bautizo o un congreso en el que haya madres, acabo siempre en su corro.

Y es que trabajo con ellas todos los días. Y hablar con ellas, con las «orejas puestas» es lo más enriquecedor que conozco para un pediatra. A veces pienso que a algunas madres, debería pagarles yo por venir a mi consulta.

En PediaTIC he conocido especialmente a dos madres que hicieron su propio blog como forma de desahogo, de autoexpresión y autorrealización y se han convertido en un referente para otras muchas madres, porque dan una visión más cercana de los problemas que afrontan en su labor. Os las recomiendo efusivamente.

mamaenalemania.blogspot.com.es

ahoralamadresoyyo.blogspot.com.es

 

Otras madres blogueras recomendables:

mamasincomplejos.blogspot.com.es

mamacontracorriente.com

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Los padres y madres perfectos no existen

Nadie es perfecto. Como padre o madre, te equivocarás. Deja de pretender ser en la paternidad lo que nadie es en nada. Y disfruta de tu hijo.

Si lees guías de ayuda a padres y madres, es porque te preocupa la educación y la salud de tu hijo.

O sea, que si lees esto, como cualquier madre o padre que se precie, intentas hacer las cosas lo mejor posible.

No quieres hacer daño a tu hijo involuntariamente. Y si es posible, quiere hacerlo todo, lo mejor que puedas.

Además, siempre tienes gente cerca que te aconseja cómo hacer las cosas con tu hijo.

Yo suelo decir que el deporte nacional no es el fútbol, no son los toros: Es calentarle la «cabeza» a los padres.

No es, en la mayoría de los casos, fruto de la mala voluntad, sino de la buena intención.

Los que rodean a los padres, habitualmente, cuando ven algún problema, tienden a dar consejos.

Unos tienen más fundamento y otros menos. Unos tienen un punto de comprensión, y otros de crítica.

Pero al final, es frecuente que las madres y los padres se sientan juzgados, inseguros y culpables. Porque piensan que nunca hacen las cosas todo lo bien que deberían en la crianza de sus hijos.

Me he decidido a escribir este artículo, porque veo en mi trabajo muchos padres y madres que están tan agobiados con hacer las cosas perfectas, que son incapaces de disfrutar de sus hijos. Están abrumados por un mar de dudas y detalles que les superan. Intentan hacerlo todo tan perfecto que es imposible. Y siempre hay algo que falla.

Algunos, además se culpabilizan en cuanto al niño le pasa algo: «Se le ha irritado el culete porque no le cambio el pañal con bastante frecuencia.» «No gana bastante peso porque no se alimentarlo.» «Es un consentido porque no sé educarlo.» «Se ha resfriado porque no lo abrigué bien.»…

Cuando no se le ocurre al padre o a la madre de forma espontánea, no falta el que lo sugiere desde fuera.

Y luego están los «expertos» que te dicen cómo debes actuar en cada momento: El pediatra, La super nanny, a veces un familiar…

Muchos te dan órdenes directamente, como si tu hijo te lo hubiesen prestado, pero fuese suyo…

Para algunos de ellos no hay más que una forma correcta de hacer las cosas: La suya.

Y funciona igual de bien en cualquier niño. Si no funciona, es que tú lo haces mal.

Y luego encuentras toda clase de expertos famosos. Algunos ya casi «están en los altares». Te cuentan lo maravilloso que es hacer las cosas a su manera y quedáis totalmente convencidos. Luego llega la realidad, el día a día y resulta que no siempre es tan fácil, y que cuando buscas una solución a los problemas reales, obtienes respuestas vagas para volver a lo mismo: La forma correcta.

El mensaje que yo quisiera que saquéis de esta lectura es el siguiente:

En este mundo nada es «perfecto». Ni lo somos nosotros, ni lo serán nuestros hijos.

Intentad informaros, intentar hacerlo «bien». Pero que no os agobie tanto el tema como para que vuestra experiencia de paternidad esté dominada por la ansiedad o la culpa.

Si disfrutáis de la crianza y os agobiáis menos, seguramente vuestro hijo será más feliz. Y ese es sin duda el objetivo.