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Bebés sin Cólicos

Remedios para el Cólico del Lactante.

El remedio para el Cólico del Lactante es entender porqué llora cada bebé.

Los Remedios para el Cólico del Lactante son muy variados. Muchas veces se ha pretendido encontrar. Pero son muchas las causas y no hay un sólo remedio.

Cuando interpretamos que hay algo llamado Cólico del Lactante imaginamos que debe haber algo que lo resuelva, y son muchos los que han propuesto soluciones.

Habitualmente lo que encontramos es que efectivamente cada uno de esos remedios le funciona a unos pocos. Aunque algunos no ayudan a nadie o son un simple alivio.

Múltiples causas del llanto llamado Cólico del Lactante: Soluciones diferentes en cada caso

Si entendemos el cólico como llanto intermitente inconsolable de origen abdominal que ocurre en menores de 3-5 meses que no están enfermos, tenemos dos problemas:

  • Que ningún niño llora de forma inconsolable y repetida sin estar enfermo. Siempre hay una o varias problemas que explican ese llanto.
  • Que los motivos pueden ser muchos y por tanto cada uno tiene unos remedios diferentes.

Soluciones para el Cólico del Lactante que no funcionan

Si se tiene la idea de que todos los niños que lloran con pocos meses lo hacen por una causa común se puede buscar un remedio que solucione esos llantos. Pero cuando entendemos que el llanto del bebé es debido a causas muy dispares deja de tener sentido buscar la solución. Lo importante de verdad es diferencias las distintas causas de llanto para que así, conociendo las causas, podamos prescribir tratamientos, que los hay y son efectivos.

Cualquier intento de simplificar el cólico pretendiendo que se resuelva en todos los casos con un remedio único es una ilusión. En estos años en los que he ido mejorando mi atención a este problema me han planteado muchas soluciones para los cólicos en general:

  • Almohada de calor abdominal.
  • Un probiótico concreto.
  • Leches para los cólicos.
  • Biberones anticólicos.

Todos estos remedios son útiles en casos concretos, pero distan mucho de ser una solución válida para todos.

Lo diré las veces que haga falta: Sólo podemos lograr que los niños con Cólicos del Lactante dejen de llorar si somos capaces de hacer diagnóstico para identificar las causas que hacen llorar a cada niño. Cuando lo hacemos el llanto desparece en días aplicando las medidas adecuadas.

Te lo explico a fondo en mi libro : Bebés sin Cólicos.

Bebés sin Cólicos, Libro, ebook, el método para resolver los cólicos del lactante y el llanto de tu bebé.
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Empacho en bebés de 1 mes

Empacho en bebés de un mes.

Empacho en bebés es cuando comen más de lo ideal. Muchos padres lo temen, pero a veces por evitarlo se generan problemas mayores.

Hay quien dice que un bebé puede seguir comiendo mientras tenga comida disponible. No es cierto.

Si ofreces a cualquier bebé una cantidad ilimitada de leche llega un momento en que no quiere más.

Esa cantidad no es la misma en dos bebés diferentes. Ni es la misma siempre en un bebé concreto.

Al tratarse de seres vivos que se adaptan a un ambiente cambiante sus necesidades de alimento se modifican constantemente.

Yo siempre defiendo que la alimentación de los lactantes debe hacerse a demanda. Lo que significa ofrecer alimento ilimitado siempre que el bebé lo pida.

En ciertas situaciones incluso recomiendo ofrecer antes de que lo pida:

Cuando un bebé come con más frecuencia de día que de noche. En estos casos recomiendo ofrecer durante el día con tanta frecuencia como pide de noche. Así lograremos que de día coma más y duerma menos, haciendo lo contrario de noche.

Cuando un bebé come con ansiedad. En estos casos es que estamos ofreciendo al bebé una cantidad escasa para él o con una frecuencia insuficiente. Sea porque sólo le damos de comer cuando llora o porque sea dormilón y cuando por fin se despierta está ya desesperado por comer. En ambos casos la solución para que coma más tranquilo es ofrecerle antes.

Cuando un bebé echa muchas bocanadas. A pesar de lo que muchos piensan, si espacias las tomas lo normal es que las bocanadas aumenten, ya que al comer con más hambre tomará más cantidad de golpe que si hace más tomas. Cuando hace tomas más frecuentes acaba convenciéndose de que no le vamos a «matar de hambre» y acaba tomando más tranquilo cantidades menores que retiene con más facilidad.

Pero cuando recomiendo esto, lo habitual es que los padres manifiesten «miedo al Empacho».

¿Qué es un empacho?

Un empacho es cuando dejamos acceso libre a la comida, y la cantidad que se toma es claramente superior a lo ideal. Entendiendo por ideal aquella cantidad que no genera problemas.

Está claro que la barriga de un bebé es un espacio limitado. Es flexible, pero limitado.

Cuando el estómago o el intestino se llenan demasiado pueden aparecer molestias.

Es un dolor intermitente. A ratos muy fuerte, a ratos más pasable.

Pero los momentos en los que es intenso puede ser Muy Intenso.

Cuando ocurre el bebé reacciona en primer lugar moviendo el intestino para intentar vaciar la barriga. Lo que vemos es que el bebé da apretones o pujos y se encoge, intentando hacer presión para que el contenido del intestino salga.
Si no lo consigue es cuando aparece el dolor cuando la presión es excesiva.

Decimos que el bebé está empachado cuando esto ocurre. Cuando ha comido tanto que le genera molestias.

Ante esto surge la pregunta ¿qué debo hacer para que no se empache?

Y la respuesta es «nada». Aún teniendo esto claro mi recomendación sigue siendo que no le dejes con hambre, que si te pide le des y que lo hagas hasta que no quiera más.

Os explico porqué.

Si por miedo al empacho limitamos la cantidad de comida que damos a un niño por debajo de lo que su cuerpo le pide, tenemos garantizado que cuando coma lo hará con ansiedad.

Al comer con ansiedad se tragan más gases. Y esos gases en exceso producen las mismas molestias que el temido empacho.

Esta opción es peor que la de dejarle que se empache.

Lo es porque cuando un niño se empacha, llega la siguiente toma y suele comer menos. Pasan unas cuantas tomas y vuelve a comer con alegría. Tal vez se vuelva a empachar. Pero finalmente, a fuerza de que le siente mal cuando se pasa, acaba aprendiendo a no hacerlo.

Esto significa que dejándole acceso libre a la comida acaba autoregulándose.

Pero ¿qué pasa cuando por miedo al empacho limitamos su acceso a la comida?

Pues que lo que aprende es que la comida es algo escaso que necesita y cuando la consigue la tomará con ansiedad. El hambre no es algo a lo que uno pueda acostumbrarse. Puedes, dentro de ciertos límites aguantarte con ella. Pero en cuanto puedes saciarla lo haces.

Con lo que el llanto en los niños a los que se limita el acceso al alimento para evitar el empacho acaban llorando mucho más: Unas veces lloran por hambre, otras porque tras comer cuando por fin se les permite siguen con hambre. Y por fin, con gases por haber comido con desesperación.

Por tanto, confía en la capacidad de tu hijo de autoregularse y aprender. Dale la oportunidad de que se empache. Tras hacerlo varias veces aprenderá a evitarlo y los llantos desaparecerán.

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El Cólico del Lactante

Cólico del Lactante

El bebé con gases o cólico del lactante es un tema difícil para quienes lo sufren y para muchos pediatras. Os cuento lo que he aprendido sobre él.

Qué es el Cólico del Lactante

El Cólico del Lactante es una de las mayores pesadillas para los padres los primeros meses de vida.
 Resulta desesperante.

Son niños que lloran mucho con dolor de barriga.

Definición clásica:

Niño menor de 3 meses que llora más de 3 horas al día, más de 3 días por semana.

En teoría sin que esté enfermo.

Esta definición me lleva a la primera consideración importante sobre el cólico: El cólico del lactante no existe.

Si lees esto porque tu hijo cumple la definición y te lo han diagnosticado estarás pensando: «pues empezamos bien».

A lo que me refiero es que el «Cólico del lactante» no es un problema concreto: Es un cajón de sastre en el que se mete a todos los bebés que cumplen la definición. Y ahí está el primer error.

Hay muchas teorías sobre el cólico del lactante.

Hay muchas soluciones para el mismo.

Y hay muchos bebés que tras teorías, medidas alimentarias y medicinas varias siguen con el cólico del lactante durante meses.

Las teorías que hay hablan de intolerancias alimentarias, defectos en la movilidad del intestino…

Lo que se puede ver en todo niño con cólico del lactante es:

– Niño entre los 15 días y los 3-4 meses. Hablar de cólico antes de los 15 días es mucho decir. Ya se apuntan maneras, pero es una fase en la que se está empezando a adaptar a la alimentación y no puede decirse que puntuales momentos de más dolor sean un cólico como tal. En cuanto al final, generalmente suele ceder poco a poco a partir de los 2 meses y medio o 3 meses, aunque hay alguno que sigue hasta los 6 meses.

– Son niños ansiosos para comer.

La solución que me enseñaron para el Cólico del Lactante

Lo que a mí me enseñaron en la especialidad es lo siguiente:

«Pues no la hay.
 Es decir, hay demasiadas. Y cuando algo tiene muchos remedios…
»

Desde el punto de vista de lo que podemos darle hay 3 opciones:

Medicinas que aumentan el movimiento del intestino favoreciendo que echen los gases. 
(Aerored, Carminativo Juventus, Lupidón, Enterosilicona…Colikind, Nux vomica).

Infusiones como Blevit Digest, Colimil, Alivit…

Leches especiales como Blemil AC, Almirón Omneo, Nutramigen, Novalac AC…

Como digo, los hay que después de probarlo todo no mejoran con nada.

¿Porqué no funciona y cómo me planteo el cólico en la actualidad?

Lo que he aprendido del cólico es que en realidad en cada niño es diferente. Ese llanto del niño suele ser el resultado de la combinación de varios problemas. Lo difícil es que cada niño tiene una mezcla diferente. Pero los elementos que están presentes en la mayoría son una lista corta:

  1. Una mala pauta de alimentación.
  2. Gases.
  3. Intolerancia a la lactosa.
  4. Intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.
  5. Reflujo gastro-esofágico.
  6. Niño de alta demanda.

No hay tratamiento para el cólico del lactante. Pero sí que lo hay para cada una de las posibles cosas que se combinan en cada caso dando lugar a él. El problema es averiguar cual es la mezcla en un niño concreto. No es algo tan sencillo como dar una infusión o un medicamento. Pero mi experiencia es que con este abordaje es posible obtener mejorías importante en poco tiempo.

Para llegar a descubrir esas causas y cómo solucionarlas ofrezco 3 opciones:

Espero que alguna de esas opciones pueda ayudaros.