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Aprender a dormir solo

Aprender a dormir solo

Lograr que un niño aprenda a dormir solo es el objetivo de muchos padres. Os contamos algunas de las claves para lograrlo respetando los ritmos del bebé.

Cuando decidimos no aplicar el Colecho por cualquier motivo, la otra opción que conozco es enseñar a los niños a dormir solos.

Algún autor de la Crianza Natural defiende que enseñar a dormir a un niño es absurdo. Todos necesitamos dormir y aunque no se nos enseñe lo vamos a hacer. Pero estamos hablando de conseguir que el niño duerma de una forma que no es aquella para la que está preparado instintivamente.

Razones para enseñar a un niño a dormir solo. Es decir, de un modo que va en contra de su instinto

1º El modo en que vivimos hoy día hace imposible, en algunos casos, aplicar la Crianza Natural del modo en que se hace en otras culturas o lo hacían nuestros antepasados.

Pero eso no es algo que ocurra sólo con el sueño. Comer como lo hacían nuestros antepasados pero con la facilidad de acceso actual a la comida (y sobre todo a ciertos alimentos como el azúcar refinado del que no disponían en la antigüedad) genera problemas como la obesidad.

Y por eso, aunque todos sabemos comer, es necesario aprender a comer bien. Porque aplicar en nuestra sociedad los esquemas de alimentación que instintivamente tendemos a usar, genera problemas.

Otro ejemplo es la sujeción a horarios, puede que sea una aberración, en algunos casos puede flexibilizarse, pero el caso es que las relaciones entre personas que no se conocen en absoluto ha hecho necesario establecer ciertas convenciones, como los horarios, sin los cuales nuestra sociedad no puede mantenerse. En otras culturas y en la antigüedad, el concepto de tiempo ni existía o era mucho más relativo y laxo.

En resumen, hay muchas situaciones en las que nuestro modo de vida actual ha exigido la modificación de tendencias, que en el ser humano se habían afianzado de forma instintiva durante milenios. Y esos cambios se han producido en pocas generaciones. Es normal que aparezcan problemas de adaptación a una situación que, como la actual, evoluciona de forma muy rápida.

2º Si no podemos aplicar el colecho de forma adecuada, es fácil que aparezcan problemas que son evitables.

Cuando entré por primera vez en el foro de crianza natural uno de los comentarios que me llamó poderosamente la atención, fue el de la madre de un niño de 20 meses que aplicaba el colecho y ella dormía fatal. Decía que «tenía unas ojeras que parecía un mapache y estaba hecha polvo, porque su hijo se despertaba durante la noche un montón de veces, pero todo lo que fuera necesario por el bien de su hijo».

No era el único comentario de este tipo. Lo que me hace pensar hasta que punto se puede influir con una determinada teoría en el comportamiento de la gente, para que sean capaces de seguir adelante en su aplicación, aún cuando vemos que su resultado es claramente perjudicial.

Éste no es un problema de la Crianza Natural. Es una forma de crianza que da muy buenos resultados en muchos casos.

Pero en el caso del ejemplo, lo necesario por el bien de su hijo es que, tanto él como su madre, tengan una calidad de descanso adecuada, sea con colecho o sin él. El colecho es bueno en la medida que genera resultados positivos sobre el niño y la relación con sus padres. Pero no es un bien en sí mismo

Si se recomienda el colecho debe ser porque pensemos que es la mejor opción para el bienestar y el desarrollo del niño. Pero hay que ser más flexibles y entender que si se opta por la crianza con apego (y en eso sí que soy totalmente parcial, no entiendo en qué puede beneficiar a nadie que no le quieran), significa que el vínculo que une al niño con sus padres es tan fuerte que si sus padres no descansan, por fuerza no pueden estar bien, y es imposible que eso no afecte a su hijo.

Si el resultado es similar a ese, conviene plantearse si no estamos aplicándolo bien, o simplemente no es un método adecuado para nuestra familia y deberíamos enseñarle a dormir sólo.

Del mismo modo si intentáis enseñar a un niño a dormir sólo y lo pasáis fatal y no conseguís que descanse él ni hacerlo vosotros, conviene que os planteéis si lo estaréis aplicando mal o no es el método adecuado a vuestra familia y lo que deberíais es probar el colecho.

3º Enseñar a dormir sólo a un niño tiene los siguientes objetivos en la sociedad actual:

  • Que mejore la calidad de descanso de aquellos padres e hijos en los que el colecho no es una opción válida.
  • Hacer más fácil la adaptación del horario de descanso infantil a su horario escolar y al laboral de los padres.
  • Promover una mayor autonomía del niño que haga menos traumática su adaptación temprana al colegio que es necesaria en muchas familias.

Como decía al comenzar en la introducción, estas dos teorías son contrapuestas y cada una ve a la otra como una barbaridad en sus objetivos y en sus métodos.

Yo, en su objetivo, que debe ser que descanséis todos veo que puede ser válida cada una de ellas en un tipo de familia determinado y en los métodos para alcanzarlo pasa igual.

De nuevo sois vosotros, como padres, los únicos que conociendo ambas teorías podréis decidir cual es la apropiada a vuestra familia.

Si quieres que tu hijo aprenda a dormir solo te recomiendo el artículo «cómo enseñar a dormir solo a un niño sin dejarlo llorar» y si has oído hablar del método «duérmete niño» puedes leer mi opinión sobre él. 

Si preferís el colecho y descansáis bien haciéndolo, seguid disfrutando de él.

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Para dormir sólo, ¿cuna o cama?

Cuando un niño pasa a dormir a su propio dormitorio ¿es mejor que lo haga en una cuna o en una cama?

Esto en realidad es una duda accesoria, que a veces acompaña a otras más importantes:

Cuál es el momento para que nuestro hijo deje de dormir en nuestro dormitorio y pase a hacerlo en el suyo. Y es evidente si ya me conocéis un poco que la respuesta no va a ser una edad concreta. Por supuesto, depende de cada caso. A mi entender:

  1. Plantearse sacar a un niño del dormitorio de los padres si toma lactancia materna antes de los 4-6 meses es muy poco operativo. En esta edad la lactancia a demanda casi es sinónimo de colecho, al menos en el mismo dormitorio, muchas veces de forma constante o intermitente en la propia cama.
  2. Entre los 4 y los 7 meses suele producirse un cambio en el patrón de sueño de los niños, que suele vivirse por parte de los padres como un empeoramiento en el ritmo de sueño del bebé. Ya que lo más evidente es que pasa a despertarse con más frecuencia y a pedir la colaboración de los padres para volver a dormirse de forma más intensiva. Cuando esto ocurre, una de las posibilidades es dar el paso de que el bebé pase a dormir separado de los padres.
  3. Pero hay niños que duermen bien con sus padres y padres que duermen bien con sus hijos. En estos casos el colecho o compartir dormitorio puede prolongarse el tiempo que la familia (Padres e hijo) desee.
  4. Sólo me atrevo a proponer que saquen al bebé o niño del dormitorio en los casos en los que son los padres los que plantean de forma clara que su calidad de sueño es muy mala, va a peor, y ya les está afectando de forma importante. En estos casos les doy mi opinión: Que sacrificarse no durmiendo noche tras noche, cuando se puede buscar una alternativa que permita descansar a todos, no me parece razonable. Porque pensando en el bienestar del niño, especialmente cuando nuestro vínculo afectivo con él es muy fuerte, pasa por que los padres descansen. Ya que no descansar, quiere decir que se resiente nuestra salud, nuestro humor y la relación de pareja de los padres. Es imposible que esto, mantenido en el tiempo, no perjudique al niño.

Cómo puedo hacer ese cambio de forma respetuosa. En eso hay varias tendencias hoy en día:

  1. Una, la verdad cada vez menos pujante, es la conductista pura conocida en España por el libro «Duérmete niño». Yo no es la que recomiendo, aunque pueda ser efectiva, porque creo que hay otra mejor. Os cuento mi opinión sobre duérmete niño en otro artículo.
  2. La que yo recomiendo. Pude lograrse lo mismo, es decir, que un niño pase a dormir en su propio dormitorio y que cuando se despierta, si lo único que desea es volver a dormirse, sea capaz de hacerlo sólo, mientras sus padres siguen descansando, de forma menos dolorosa para el niño y para los padres. La mayoría de los padres que conozco quieren a sus hijos de un modo que les hace muy difícil verlos llorar sin hacer nada. Y por tanto, usar un método como «duérmete niño» que se basa en dejarlo llorar periodos cada vez más largos hasta que el niño se acostumbra a dormir sólo, me parece un método muy mejorable. Podéis leer la alternativa en mi artículo: «Cómo enseñar a un niño a dormir sólo sin dejarlo llorar».

Y ahora el tema central de este artículo ¿cuna o cama?

Aclarado lo anterior, pasamos al título de este artículo. Y de nuevo la respuesta no es única: Depende de la edad y sobre todo de la habilidad del niño.

Es decir, lo que me hace recomendar a unos padres cuna o cama es una sola cuestión. ¿Qué importancia tiene que duerma en cuna o en cama? ¡Pues que se la pegue!

Explicándolo. Todos nos hemos caído alguna vez de la cama. Y lo que preocupa a los padres cuando se plantean si cuna o cama es precisamente eso.

Sabemos que al final el objetivo es que acaben durmiendo en una cama. Y que la cuna no es más que una cama con protección para no caer de ella. Por tanto la cuestión es si necesita o no esa protección.

Y eso depende de dos cuestiones en los niños:

  1. ¿Suele dormir apoyándose en los laterales de la cuna o si hacíais colecho antes del cambio solía pegarse a vosotros? En ese caso os recomiendo empezar con la cuna o con una cama con protección lateral, ya que posiblemente va a desplazarse hacia los lados buscando ese apoyo y puede costarle más dormir si no lo tiene o puede caer por los lados buscándolo.
  2. ¿Es capaz de bajarse de una cama con facilidad? Si un niño no sabe aún bajarse de la cama es más fácil que se caiga en un intento de hacerlo. Si es el caso os recomiendo mejor la cuna. Si por el contrario, ya se baja perfectamente de la cama, pues cama: Con barras laterales si tiene tendencia a buscar apoyo para dormir. Sin ellas si veis que suele dormir en el centro de la cama.

En la mayoría de los casos suele hacerse un cambio en 3 fases:

  1. Paso en cuna a su propio dormitorio. Si tenía cuna en el cuarto de los padres y sigue cabiendo en ella. Lo mejor es hacer el cambio con la misma cuna.
  2. Cuando el niño tiene la habilidad de bajarse de la cuna con la barandilla bajada (la mayoría de las cunas permiten esta opción), lo dejamos dormir con ella bajada. Si el colchón puede regularse también en altura, conviene que esté lo más bajo posible, para que si hay una caída no sea importante y que le resulte lo más fácil posible bajar de la cama si lo desea.
  3. Finalmente el paso a la cama, sin barandilla. Suele hacerse cuando el niño lleva ya un tiempo durmiendo con la barandilla bajada sin problemas. Pero en la mayoría de los casos, cuando ya empieza a no poder moverse mucho por falta de espacio y toca cambiar a una cama por tamaño.
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Dormir sólo o colecho: PekeTip 3

Lo más importante cuando hablamos de sueño en niños, es elegir la opción que consiga que toda la familia descanse.

Hablar de sueño y niños es un tema peligroso. Lo es porque se despiertan muchos prejuicios. Es un tema en el que en España hay mucho radicalismo. Casi se puede decir que los padres se dividen en pro y anti «Duérmete niño». O pro o anti «Colecho».

En mi práctica habitual como pediatra es muy frecuente que uno de los problemas que más afecta a las familias son las alteraciones del sueño.

El principal consejo que yo doy a las embarazadas es «duerme». Tanto como puedas, especialmente en el último mes. Y en los primeros días, duerme al ritmo que lo haga tu bebé.

A partir de ahí, en los siguientes 2-3 años las opciones son infinitas, casi tantas como familias.

Pero cuando se habla de cuál es la mejor opción a veces se pierde de vista el objetivo. Leeréis soluciones para todos, con explicaciones que las apoyan. Pero por convincentes que resulten si el resultado es que ese sistema no os permite descansar todos (primero el bebé, pero casi tan importante, vosotros también), es que no es válido para vosotros.

Para encontrar vuestro sistema, mi consejo general es: Observad a vuestro hijo, en la medida de lo posible adaptaos a sus necesidades, pero buscad de la forma más fácil para él, que eso sea compatible con que vosotros también descanséis.

Si elegís el colecho, disfrutadlo, pero si vosotros también descansáis.

El primer perjudicado si sus padres no descansan día tras día es el niño que tiene que con convivir con unos padres de mal humor.

Si preferís que aprenda a dormir sólo, hay sistemas para conseguirlo menos traumáticos para el niño y los padres que el «duérmete niño» y hay momentos adecuados para conseguirlo con más facilidad y pasos para hacerlo más sencillo para el niño.

Peketip 2
cada niño es único