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Qué hacer si mi bebé se cae de la cama

Qué hacer si un bebé se cae de la cama

Se cae de la cama el bebé y todos entramos en pánico. Tranquilidad. Te explico lo que realmente debes saber y qué tiene sentido hacer.

Todo bebé se cae antes o después.

Todos nos sentimos culpables cuando ocurre la primera vez.

Y en casi todos los casos el susto se queda en casi nada.

Así que lo primero, como siempre: Tranquilidad. La clave para resolver los problemas es no agobiarse y tener ideas claras.

Un par de conceptos claros sobre las caídas en bebés

Un bebé pesa poco. Si se cae de la cama el golpe no es fuerte

Esto hace que la fuerza del golpe suela ser escasa. La fuerza de un golpe depende de dos cosas:

– El peso del bebé. Por su propia naturaleza es muy bajo. Mucho menos que un adulto. Con lo que los golpes en lactantes suelen ser menos intensos que los de niños mayores o adultos.

– La velocidad que alcanza antes del golpe. Cuando se cae de la cama la altura no es muy grande y por tanto la velocidad que puede alcanzar es escasa. Está más alto, por ejemplo, un cambiador.

Los huesos del bebé son más elásticos que los nuestros

Un bebé tiene unos huesos blandos y elásticos. En comparación es como si se caen una taza de porcelana (nuestros huesos) y una de plástico (los del bebé). Los nuestros suelen romperse. Los del bebé es más fácil que no sufran daño o simplemente se deformen.

Nuestros huesos tienen capacidad de reparación. Los del bebé se van a remodelar por completo

Cuando un adulto se rompe un hueso va a reparar la fractura. Pero un bebé va a remodelar con el crecimiento sus huesos por completo. Por eso a largo plazo no queda señal alguna de la gran mayoría de las lesiones en los bebés.

El bebé tiene la cabeza abierta

Lo que más preocupa cuando un bebé se cae de la cama, o de cualquier otro sitio, es que se haga daño en la cabeza. En seguida pensamos si puede haber una hemorragia dentro…

Tenemos que entender que la cabeza es como una olla a presión. Cualquier aumento de presión en su interior puede tener consecuencias graves. Pero los bebés tienen la fontanela abierta y los huesos separados unos de otros.

Si en algún momento hay un aumento de presión el cráneo del bebé puede hacer algo imposible para el del adulto: Puede dar de sí y aliviar la presión.

Qué hacer si mi bebé se cae de la cama

Entendido todo lo demás vamos a lo concreto:

  1. Tranquilidad. En la mayoría de los casos el susto acaba en nada.
  2. No te culpes. A todos, incluido el que escribe, se nos puede caer un bebé. El mío cayó del cambiador mientras le ponía un pañal… Fué un segundo, girarme a por el pañal nuevo… Claro, ten más cuidado para la próxima vez. Pero que pase esto no te convierte en la peor madre o el peor padre del mundo.
  3. ¿Ha perdido el conocimiento? Cuando un golpe en la cabeza es intenso puede producir pérdida de conocimiento. Si lo que hace tras el golpe es llorar, aunque nos dé pena, es tranquilizador. Es lo normal. Si pierde el conocimiento conviene que sea visto en el servicio de urgencias más cercano.
  4. ¿Ha vomitado inmediatamente tras el golpe? Cuando tras caer de la cama vomita inmediatamente el golpe en la cabeza puede haber sido intenso. Que tras un rato llorando acabe vomitando es algo normal que no implica nada. Si es inmediato y sobre todo si tras ese siguen otros vómitos y el bebé está muy decaído, conviene que le vean en urgencias.
  5. ¿Lo notas muy adormilado? Si tras el golpe un bebé llora intensamente y tras un rato calmándolo acaba dormido, es normal. Sé que muchas veces suele decirse a los padres que intenten que no se duerma tras el golpe, para valorar su evolución neurológica. Pero en un lactante, tras una llantina, y especialmente si era su hora de dormir, mantenerlos despiertos es casi imposible. Lo que no implica que haya un problema. Cuando más nos preocupa es cuando el adormilamiento es inmediato al golpe. Sin crisis de llanto. En ese caso, a urgencias.
  6. Cuando no hay ninguna de las 3 últimas, es decir, si no pierde el conocimiento, no está adormilado y no vomita ¿qué hago?
  7. Quita toda la ropa al bebé y explora a ver si ves signos de traumatismo. En muchos casos sorprende. Vemos la caída, puede incluso hacer un ruido preocupante al caer, y cuando buscamos signos de golpe.… No encontramos nada. «Es que son de goma». Busca especialmente lo siguiente:
    1. Signos de golpe en la cabeza cuando se cae de la cama: Un chichón o simplemente una zona de la piel coloradita es normal. Lo que nos preocuparía más es un hundimiento de los huesos o un abombamiento evidente de la fontanela.
    2. Clavícula rota: Tras el golpe en la cabeza lo más frecuente si hay alguna fractura son las clavículas. Yo de hecho, me la rompí con 6 meses por una caída cuando iban a bañarme. Cuando ocurre vemos que el bebé mueve menos el brazo cuya clavícula se ha roto y muestra dolor cuando tocamos sobre la clavícula. Por si alguien no lo sabe, la clavícula es el hueso horizontal que todos tenemos en la parte alta del pecho, desde la raíz del cuello al hombro.
    3. Otras fracturas en brazos y piernas. Si vemos inflamación evidente en un brazo o una pierna, que el bebé no lo mueve y que ante un intento nuestro de moverlo mínimamente hay un llanto intenso, puede haber una fractura. Si lo sospechas no muevas, dentro de lo posible, el miembro dañado y a urgencias.
    4. Golpes en pecho, espalda y abdomen. Es muy raro que aquí ocurra nada más allá de un moratón, a no ser que la caída sea sobre un objeto con aristas. Si se golpea con algo así los sitios que más nos preocupan son la parte alta de la barriga, justo debajo de las costillas, porque ahí están hígado y bazo. En la espalda la zona de los riñones.

Si tu bebé se cae de la cama, no pierde el conocimiento, no vomita inmediatamente tras el golpe, no ves signos llamativos de un golpe en una zona definida y al rato notas que está normal…. Susto y nada más.

Si aparece alguna de las cosas mencionadas o tienes dudas, visita a urgencias.

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Golpe en la Cabeza del Bebé que ya camina

Golpe en la cabeza de un bebé que empieza a caminar

Qué importancia tiene un golpe en la cabeza del bebé que empieza a caminar. Aprende a distinguir un simple chichón de cuando puede ser algo más grave.

Este artículo es en respuesta al Peketema propuesto por Débora en Facebook:

«A mi me gustaría saber si tantas caídas de que tienen los bebes cuando empiezan a caminar en su cabeza le afecta o le queda secuela de algo..???»

Recuerda que todos los lunes a las 11:00 hora de Madrid se publica el Peketema para que podáis proponer los temas que os preocupan. Si no hay un tema ya escrito que dé respuesta lo escribiré.

Vamos con este.

Golpes en la cabeza del bebé que empieza a caminar

Los golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar no suelen ser graves por varios motivos:

  • La altura de la caída. Por la propia naturaleza del bebé, que es bajito, el golpe se produce desde escasa altura. Y como dice el refrán, cuanto más arriba más dura es la caída.
  • El peso. La fuerza que sufre el bebé al caer es proporcional a su peso, por lo que es claramente menor en un bebé de unos 10 kilos que en un adulto de 80.
  • La cabeza está abierta. Con esta edad las suturas que separan los huesos del cráneo no están aún totalmente cerradas, lo que permite en caso de que un golpe produjese un aumento de la presión dentro de la cabeza se pueda amortiguar en parte. Cuando el niño crece y la cabeza está totalmente cerrada se convierte en una olla a presión donde cualquier hemorragia o inflamación puede generar problemas más serios.

Cómo distinguir un golpe importante en la cabeza de uno que no lo es

Cuando un golpe en la cabeza es importante suele acompañarse de alguna o varias de estas cosas:

  1. Pérdida de conciencia. 
  2. Vómitos inmediatamente después del golpe. En esto es importante entender que algunos niños tienen mucha facilidad para vomitar y que si tras el golpe pasa un rato llorando, es bastante fácil que acabe vomitando un rato más tarde, al comer o si había comido poco antes del golpe. Cuanto menos propenso es el niño a vomitar y más inmediato sea el vómito tras el golpe, más importancia tiene.
  3. Alteración neurológica. Es decir, que después del golpe haya algo llamativo que parece no funcionar como siempre: No puede mantener el equilibrio, no puede mover bien un brazo o una pierna, tiene desviada la boca…
  4. Presenta una herida llamativa. En muchos casos el golpe en sí no ha producido ningún daño en el interior de la cabeza. Pero hay una herida importante que debemos cerrar.
  5. Deformidad del cráneo hacia dentro. Si un golpe hunde una parte del cráneo hacia dentro puede afectar al interior de la cabeza. En algunos casos los huesos del bebé son tan flexibles que se pueden deformar sin romperse.

Cuando aparece una o varias de estas cosas debemos acudir a urgencias para que sea valorado por el pediatra.

Otras cosas que suelen acompañar a un golpe en la cabeza y cómo valorarlas:

  1. Chichón, hematoma o como queramos llamarlo. La superficie del cráneo tiene una piel fina que lo recubre con muchos vasos sanguíneos. Como por debajo hay una superficie de hueso rígido, cualquier hematoma o inflamación sobresalen llamativamente hacia fuera. En algunos casos puede resultar muy, muy escandaloso. Pero si no se acompaña de ninguna de las cosas que hemos visto en el punto anterior (Pérdida de conciencia, vómitos inmediatos tras el golpe, alteración neurológica o una herida que haya que cerrar), un chichón no es preocupante. Lo que hay que hacer es aplicar frío local y presión para que el sangrado que hay bajo la piel se corte lo antes posible.
  2. Daños en otras partes del cuerpo. A veces un golpe en la cabeza es tan llamativo que pasamos por alto otros golpes que siendo menos escandalosos pueden tener más importancia. En una caída conviene siempre desvestir al niño y comprobar si hay signos de traumatismo en otras partes del cuerpo. Los más frecuentes asociados a caídas son:
    1. Golpes en el abdomen.
    2. Fracturas de clavículas.
    3. Fracturas de muñecas.
    4. Golpes en las piernas.

Prevención de golpes en la cabeza de los bebés cuando empiezan a caminar

Para mí lo primero es no forzar al niño a andar de ningún modo. Hay niños que empiezan a caminar antes y otros que lo hacen después. Cuando tardan en hacerlo, algunos padres se preocupan por si tienen problemas de desarrollo neurológico o si hay algún fallo en sus caderas…

En muchos casos simplemente es que el bebé no se siente seguro aún. Y esto no es malo en absoluto. Muchos niños empiezan a andar tarde porque son prudentes. Fue el caso de mi hijo.

Yo no le forcé en absoluto a hacerlo. El mejor aliado de la prudencia de un hijo es la paciencia de sus padres.

Si tu hijo no se ve con la seguridad suficiente para empezar a andar y le fuerzas es fácil que acabe cayéndose. Y a parte del riesgo en sí de la caída es fácil que acabe volviéndose más miedoso y que finalmente retrase el momento en que empieza a caminar.

El único resultado que tuvo que mi hijo caminase más tarde fue que su cabeza está limpia de heridas. No se ha golpeado nunca en la cabeza.

Otras cosas a tener en cuenta para prevenir los golpes es evitar puntos peligrosos, como esquinas de mesas y cosas similares.

No hay que ser obsesivos con esto. Al final el bebé tiene que ir desarrollando su capacidad de evitar situaciones peligrosas. Pero hay algunos que es especialmente fácil que sufra. Y por eso hablo de las mesas.

Algo en lo que tu línea de visión no ve y queda justo por encima de ella. Yo soy alto y no paro de golpearme con lámparas. La que hay en el salón de mis padres está a la altura justa para que no la vea mirando hacia delante, pero me golpee en la coronilla. Raro es el día que los visito y no me doy con ella. Para un niño que empieza a andar el borde de una mesa es el equivalente. Pon sillas rodeándola que impidan que camine bajo la mesa sin darse cuenta del borde.

Pero como digo no hay que obsesionarse con el tema. No hay que acolchar la casa. No hay que poner un casco al niño por si se cae…. La inmensa mayoría de los golpes que un bebé se da en la cabeza cuando empieza a andar no produce nada más allá de un ratito de llanto y no tiene más tratamiento que un besito en la pupa.

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Golpes en niños y bebés

Lo que los padres pueden aprender para atender a sus hijos en caso de que reciban un golpe. Como atender a un niño o un bebé que ha sufrido una contusión, herida, esguince, luxación o fractura.

Este va a ser el primero de una serie de artículos, en los que trataré de explicar los consejos que yo doy a los padres, cuando acuden a mi consulta con su hijo, tras sufrir un golpe.

Tras un golpe en un niño o bebé, pueden ocurrir cualquiera de las siguientes cosas:

Nada. Milagrosamente, la mayoría de los golpes en niños y bebés, incluso los más aparatosos, acaban en nada. No es nada raro que presenciemos un golpe en el que nos parece imposible que el niño o bebé no se haya hecho algo, y al explorarlo nos encontremos con que no hay nada. Nada, a parte de la llantina.

Contusión. Es lo que aparece en primer lugar. Tras un golpe, es normal que el sitio del cuerpo que ha recibido el impacto con más fuerza, se inflame. E incluso, que empiece ha hacer un hematoma (el «morado» de toda la vida). Eso puede combinarse con lo demás o ir sólo.

Herida. A veces la forma en que se produce el golpe hace que la piel se rompa. Entonces hablamos de herida. Las heridas pueden ser por corte (algo afilado corta la herida), punción (algo alargado se clava en la piel) o contusión (machaca la piel por el golpe, rompiéndola). Cada una de ellas tiene una forma diferente de actuar. Lo trataremos en el capítulo de las heridas.

Esguince. Nuestro cuerpo tiene muchos huesos, capaces de moverse entre ellos. Estos huesos se unen por articulaciones, que son las que permiten el movimiento. Y las articulaciones tienen a su alrededor ligamentos, que limitan y dirigen el movimiento. Cuando un golpe fuerza ese movimiento, los ligamentos actúan para evitar que un movimiento incontrolado haga más daño. Pero a veces, haciendo su trabajo, se dañan. En eso consiste un esguince.

Luxación. En algunas ocasiones, el golpe es tan fuerte que los ligamentos se ven superados. Y la articulación hace un movimiento que va más allá de lo que suele estar permitido. Quedando los huesos en una posición extraña. Es lo que llamamos luxación. En la mayoría de los casos los ligamentos además están dañados. Por lo que la mayoría de las veces las luxaciones incluyen uno o varios esguinces.

Fractura. Hay otros casos en los que el golpe actúa directamente sobre un hueso, o el desplazamiento que produce es tan grande, que ya las articulaciones no pueden evitar que la fuerza que actúa sobre los huesos sea tan intensa, que los rompa. En las fracturas, puede haber sólo rotura del hueso (no desplazada), que los trozos del hueso roto se muevan uno respecto al otro (desplazada), o que llegue incluso a abrir una herida (fractura abierta).

¿Cómo actuar tras un golpe?

Lo principal. Alguien debe mantener la tranquilidad.

Si todos nos ponemos atacados, lo más fácil es que actuemos mal.

Si hay varias personas tranquilas, uno debe dedicarse exclusivamente a valorar al niño, mientras el otro se encarga de separar a los nerviosos de él (si los hay) o de asistirle (si están solos).

La persona que valore al niño debe hacer lo siguiente.

1º. ¿El niño está consciente o inconsciente?

Si está inconsciente, debe intentar llamarlo por su nombre. Si no reacciona, debe intentar despertarlo con algo que produzca dolor (un pellizco puede valer). Todo ello intentando mover al niño lo menos posible. Si no responde y puede hacerlo, debe llamar al servicio de emergencias para que le envíen una ambulancia. Cuando llame por teléfono es necesario que se mantenga la calma, intentando dar el máximo de información sobre lo que ha ocurrido y la situación del niño o bebé.

2º. Si el niño está inconsciente y no hay un peligro claro que se acerque, conviene no moverlo de donde está, por si hay una lesión que pudiese empeorar al desplazarlo. Si no hay más remedio que moverlo (imagina que ha caído por las escaleras en un incendio y el fuego se acerca) intenta llevarlo a un lugar seguro. En ese caso lo más importante es hacerlo teniendo cuidado de mantener la cabeza y la espalda sin grandes desplazamientos. Esto en bebés puede ser bastante fácil, conforme los niños son más grandes puede resultar complicado.

3º. Una vez que estás en lugar seguro. Moviendo lo menos posible al niño intenta explorar los signos externos de traumatismo:

Contusiones. Especialmente importantes son las de la cabeza y las del tronco (sobre todo las de la barriga).

Heridas.

Deformidades. Pueden ser un signo claro de fractura.

¿Cuándo debemos acudir a urgencias después de que un niño se golpee?

No siempre hay que ir a urgencias después de que un bebé o un niño se golpeen.

Todos los días hay golpes sin importancia y que cualquiera es capaz de tratar en casa con un poco de frío local y un antiséptico.

Pero hay casos en los que es evidente que debe ser valorado por un médico:

Pérdida de conciencia. Aunque se recupere, es recomendable que el médico valore a cualquier niño que tras un golpe ha perdido el conocimiento.

Contusiones fuertes, especialmente en la cabeza o en el tronco.

Heridas. Se entiende que me refiero a heridas que no puedan ser tratadas con una simple tirita. No es cuestión de desplazarnos a urgencias a perder todos el tiempo para que le pongan una tirita.

Deformidades evidentes. Suelen ser signo de fractura o luxación, que siempre precisan valoración y actuación por parte del médico. Si es posible, se recomienda inmovilizar la zona deformada para el traslado. Por ejemplo, ante un golpe en el antebrazo que lo ha deformado (frecuente fractura de cúbito y radio), se puede usar un periódico, una revista o un libro de tapas flexibles, como «yeso improvisado» para el traslado, liándolo en torno al antebrazo y sujetándolo con un cabestrillo.

Comportamiento extraño del niño tras el golpe. Cuando un niño no puede seguir actuando de forma normal, es que hay algo que se lo impide y debe ser valorado.

Ante cualquier duda, de si es necesario o no acudir al médico, hacedlo. La mayoría somos comprensivos. Y en muchos casos los padres son demasiado prudentes.

Si el niño está consciente, os recomiendo que antes de salir corriendo hacia el médico, si tenéis un analgésico a mano y el niño tiene dolor evidente, se lo déis. Así mientras llegáis y es atendido, empezará a hacer efecto y el niño sufrirá menos.

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¿Qué hago si mi hijo se golpea en la cabeza?

Qué hacer si un niño o bebé sufre un golpe en la cabeza

Consejos e ideas sobre como actuar y cómo valorar la gravedad de los golpes en la cabeza de niños y bebés

 

Dentro de las caídas y golpes que puede sufrir un niño suelen preocupar especialmente a los padres los golpes en la cabeza.

Los niños entre el año y los dos años, tienen especial predilección por estos golpes. La frente, la nariz, los dientes y la barbilla son el parachoques oficial durante la época de los primeros pasos.

En alguna ocasión he visto en mi consulta niños con esta edad con cascos para evitar daños mayores, ante la desesperación de los padres por su frecuencia. Aparte de exagerada, suele favorecer que se la peguen aún más.

Pocos padres saben que los golpes en la cabeza en niños (especialmente en los menores de dos años, en los que es más frecuente) suelen ser menos graves que en los adultos por varios motivos:

  • En primer lugar, la fuerza del golpe suele ir en relación al peso del cuerpo y a la altura desde la que cae, que es menor en niños que en adultos.
  • En segundo lugar, y más importante, el cráneo de los niños menores de dos años no está aún totalmente cerrado. El problema más frecuente de los golpes en la cabeza, son los sangrados dentro de la misma. En un adulto el cráneo es como una olla a presión y cualquier mínimo sangrado puede aumentar la presión en su interior produciendo problemas graves. En niños pequeños (más aún si tiene la fontanela abierta), si hay un sangrado no aumenta la presión tanto como en un adulto, siendo menos frecuentes las complicaciones.
  • En los niños que tienen la fontanela abierta (habitualmente los menores de un año), además de compensar un posible aumento de presión, actúa como chivato. Si tras un golpe en la cabeza aumenta la presión, antes de dar problemas serios suele notarse que se abomba la fontanela de forma llamativa. En esto hay que tener cuidado con un detalle: a muchos niños se les nota la fontanela abombada cuando están tumbados y deja de notársele cuando lo incorporamos (incluso en esta postura se nota hundida). Cuando hay un problema la fontanela se abomba incluso al estar incorporado.

Signos de alerta tras un golpe en la cabeza en niños o bebés

  • Si el niño pierde el conocimiento tras el golpe.
  • Si vomita inmediatamente tras el golpe, o lo hace de forma repetida.
  • Si apreciamos alguna diferencia importante en su comportamiento (pierde el equilibrio, no mueve una extremidad, temblores repetitivos…)
  • Hematoma muy llamativo o deformidad del cráneo.
  • El dolor tras el golpe es cada vez más intenso.

Ante cualquiera de estas señales conviene que el niño sea valorado por un pediatra lo antes posible, aunque en la mayoría de los casos no suele pasar nada a pesar de que haya alguna de ellas.

Cuando no aparece ninguno de estos signos de alerta

  • Si hay un hematoma (chichón): No se debe aplicar Thrombocid, o cremas similares. Están de moda ahora las barras de Arnica.  Lo mejor es aplicar frío. Éste hace que los vasos que están sangrando se compriman y dejen de hacerlo.
  • Si hay una herida: Aplicar presión con una gasa limpia y acudir a un servicio de urgencias con tiempo suficiente para que pueda ser curada y cerrada antes de 2 horas si es posible.

Signos de mala evolución después de que un niño se golpee en la cabeza

  • El dolor se hace cada vez más intenso.
  • Vomitos frecuentes.
  • Alteraciones del equilibrio o la capacidad para moverse o hablar…

Ante cualquiera de ellos o dudas sobre su buen estado, acude la pediatra.

Analgésicos después que en un niño se dé un golpe en la cabeza

Como uno de los signos de mala evolución es el dolor cada vez más intenso, no recomiedo dar analgésicos (Dalsy, Apiretal, Nolotil…) tras un golpe en la cabeza. Si hubiese algún problema sólo valdría para que lo detectásemos más tarde. Y si no hay problema lo normal es que el dolor vaya poco a poco a menos sin tomar nada.