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Pérdida de Peso por una Infección

Pérdida de peso de un niño cuando sufre una infección.

Pérdida de peso por una Infección: A qué se debe. Qué es normal y qué no. Cómo podemos ayudar el niño durante y tras la infección.

Este artículo es en respuesta al tema pedido por Ana Moya en nuestra comunidad de Facebook:

Estos días nos encontramos con muchos niños enfermos en casa por la Gripe. Una semana en casa con poco animo de alimentarse, como resultado de ello encontramos una bajada de peso considerable. Me gustaría que comentaras que bebida y comida podemos darles mientras se encuentran mal y como recuperar defensas después o con que alimentos o medicinales podemos ayudar a aumentar sus defensas.
Gracias

¿Por qué hay Pérdida de peso por una Infección?

Toda infección supone una agresión al cuerpo.

Y para contrarrestarla necesitamos dedicar recursos que no gastamos en eso cuando estamos sanos.

Lo más evidente es la fiebre.

Si con las gripes que estamos pasando hay muchos niños que pueden estar con fiebre de más de 39º entre 5 y7 días, se gasta muchísima energía.

La fiebre aparece como un mecanismo del cuerpo para activar las defensas y combatir la infección. Es un mecanismo defensivo. Pero a veces lo tratamos. Y lo hacemos precisamente porque puede agotar demasiado al niño.

Para mantener la temperatura normal del cuerpo gastamos continuamente energía. Pero cuando hay fiebre ese gasto se multiplica.

Por lo tanto, la primera medida para evitar que un niño pierda mucho peso con una infección es ayudarle a controlar la fiebre. Esto puede hacerse:

– Con medios físicos.

– Con medicamentos.

– Manteniendo al niño bien hidratado. Aunque un niño no tenga vómitos ni diarrea, con el sudor de la fiebre se pierde más agua que en condiciones normales.

Pero también porque la propia infección puede hacer que no se alimente bien

Hay infecciones que cursan con vómitos o diarrea. Cuando esto ocurre es evidente que va a haber pérdida de peso.

Si vomita con facilidad pierde la posibilidad de alimentarse de una parte importante de lo que toma. Merece la pena dar medicamentos para reducir los vómitos si son frecuentes. Con ello buscamos que no se deshidrate, que no pierda mucho peso y evitar la molestia del propio vómito, que es mucha.

Si tiene mucha diarrea pasa lo mismo.

Tanto los vómitos como la diarrea se desencadenan con más facilidad cuando tomamos cantidades grandes de alimento o bebida. Por lo que podemos mejorarlos dando muchas veces cantidades pequeñas. 

Pero no solemos pensar en que el simple hecho de tener mucho moco también puede tener el mismo resultado.

La gran mayoría de los mocos que genera un niño no van fuera de su cuerpo por la nariz o escupiéndolos por la boca. Van al intestino. El niño se los traga.

Esto tiene un doble efecto negativo sobre su capacidad de alimentarse:

  1. En primer lugar, el moco es azúcar y proteínas. Con lo que si traga moco constantemente el niño no tendrá hambre. El problema es que son azúcar y proteínas generadas por el propio cuerpo, por lo que es reciclaje. El niño produce moco y digiere y absorbe parte de él. Pero es más lo que se pierde.
  2. Aun comiendo, con el estómago y el intestino llenos de moco la digestión es mucho menos efectiva, con lo que de lo que come gran parte se desaprovecha.

Lo único que puede ayudar aquí es eliminar mocos de otra forma que no sea tragarlos.

Por eso mucha gente recomienda los lavados nasales. Pueden ayudar si lo que tiene el niño son muchos mocos espesos de nariz. Cuando el moco es claro o es moco espeso de garganta los lavados sirven de poco.

En el moco claro de nariz van mejor los antihistamínicos.

En el moco espeso de garganta van mejor los corticoides nasales.

Otras veces es el dolor al alimentarse lo que les hace perder peso

Infecciones como una amigdalitis, una faringitis, una estomatitis herpética… pueden dar un dolor tan intenso al tragar que hacen que el niño rechace la comida aunque tenga hambre.

Aquí la clave es calmar el dolor con antiinflamatorios.

¿Qué pérdida de peso es normal y cuál no?

Cuando un niño que tiene una infección come mal no es raro que los padres acudan preocupados a la consulta porque ha perdido mucho. A veces son exagerados: “¡Ha perdido al menos 2 kilos!”

Como he explicado es normal que pierdan algo de peso. Pero no más de un 5-10% del peso que tenía antes de la infección. 

Conviene pesarlos y ver la evolución. Una pérdida de más del 10 % del peso puede hacernos pensar que es necesario rehidratarlo y alimentarlo de formas que no puedes realizar en casa… A veces precisan ingreso hospitalario.

¿Cómo podemos ayudar el niño durante la infección?

Ya he comentado algunas de las formas:

  1. Ayudarle a controlar la fiebre con medicamentos o medios físicos.
  2. Ofrecer líquido y comida con frecuencia, pero en cantidades pequeñas.
  3. No ser muy estrictos con el tema de las dietas para la diarrea o los vómitos. Permite que el niño tome cantidades pequeñas de lo que le apetezca mientras no le sienten claramente mal.
  4. Tratar el dolor si le impide alimentarse.
  5. Reducir los mocos si le hacen no comer.
  6. Medicamentos para la tos si le provoca el vómito.
  7. Cortar los vómitos con medicación si son frecuentes.

¿Y hay algo que pueda ayudarle después para recuperarse antes?

Los suplementos vitamínicos no son necesarios si el niño come poco, pero variado. Porque siendo así no hay carencias importantes.

En niños que tienen de base un poco de anemia sí puede ser útil dar un suplemento de hierro si no conseguimos que tome alimentos ricos en él como carnes, legumbres, moluscos…

La clave es no caer en el error de reducir la variedad de la dieta con tal de que coma algo. Cuando un niño supera una infección en la que ha perdido peso, habitualmente come como una lima y se repone en pocas semanas. Dale su tiempo, pero que lo haga con una dieta sana y variada. Siendo así son innecesarios los suplementos.

La mayoría pierden peso y en menos de dos semanas lo han recuperado.

¿Y para ayudar a subir sus defensas?

Si tiene muchas infecciónes, pero las supera todas sin ayudas extraordinarias (ingreso hospitalario), son los bichos los que deberían tomar algo que les ayude a atacar a tu hijo. Que tenga muchas infecciones es normal. Si las vence todas él, es un asesino en serie de bichos temible. No necesita mucha ayuda. Una dieta variada y descanso suelen bastar.

 

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Cómo evitar infecciones respiratorias en recién nacidos

Infecciones respiratorias en bebés

Infecciones respiratorias en bebés muy pequeños. Las que más preocupan son Tosferina y Bronquiolitis. ¿Hay algo útil para protegerles de ellas? Sí y no.

Este año en España hemos tenido una ola de Bronquiolitis especialmente intensa. Y esto se ha juntado con que desde hace unos años tenemos un rebrote de una enfermedad que era muy rara en las décadas anteriores: La Tosferina.

Ambos cuadros son especialmente graves en los bebés más pequeños, siendo causa frecuente de ingresos en el Hospital. Pueden llegar a producir la muerte o secuelas serias, pero esto es muy raro. Lo más frecuente es:

  • En bronquiolitis: Que el bebé quede con una mayor sensibilidad que desencadene bronquitis de repetición con cualquier cosa que irrite sus bronquios en los 2-4 años siguientes. Es lo que llamamos Hiperreactividad Bronquial Inespecífica.
  • En la tosferina: Que queden con una tos seca irritativa que puede durar unos meses, a veces acompañada de vómitos.

Cómo proteger a un bebé recién nacido de las infecciones respiratorias

Lo que suele recomendarse:

  • Lavarse las manos antes de atender al bebé.
  • Si alguien en la familia tiene una enfermedad respiratoria, usar mascarilla.
  • Si hay otros niños en casa, evitar su contacto con el bebé.
  • Limitar las visitas.
  • Evitar salidas a sitios con aglomeración de gente.
  • Evitar que le dé frío al bebé…

En mi opinión, todo esto es irreal, recomendaciones teóricas que en la práctica son absurdas. Una por una:

  • El lavado de manos cada vez que se atienda al bebé es algo que puede sugerir quien no haya tenido un bebé. En esta etapa necesitan atención de forma constante. ¿Qué se supone, que van a lavarse las manos 30-40 veces al día? «¿Con antiséptico?» ;P ¡Mejor cortarse las manos directamente!
  • Mascarilla. Sí, todo el día y toda la noche…. Vuelve a ser irreal.
  • Lo de evitar el contacto de los otros niños que hay en casa…. ¿Cómo? Si eres madre, tienes un bebé recién nacido y otro de, pongamos, 2 años… Es indispensable que los tengas constantemente juntos… ¿Cómo si no vas a cuidar de ambos? Y la mayoría de estos gérmenes se contagian por el aire. Plantearse distancias en la misma habitación es absurdo. Sin contar con que lo peor que puedes hacer para que un hermano mayor acepte a su hermano pequeño es mantenerlo a distancia.
  • Limita las visitas: ¡Mira, esto sí! Tu miedo a que el bebé se infecte puede ser la excusa perfecta para librarte de visitas indeseadas…
  • Es cierto que yo no me iría con un bebé recién nacido a la inauguración de las rebajas. Pero en espacios abiertos y con sentido común sin ningún problema.
  • Los cambios bruscos de temperatura pueden reducir el riego sanguíneo de las mucosas en la vía respiratoria. Eso puede reducir si capacidad defensiva. Pero las infecciones respiratorias no entran por la piel, sino por la boca y la nariz. No vas a evitar que se resfríe por mucho que lo abrigues. Y pasarte con la ropa puede ser tan contraproducente como quedarse corto. Para saber cuánta ropa ponerle lee este artículo.

Lo que de verdad puede hacerse respecto a las infecciones respiratorias en recién nacidos

Hay cosas que sí os recomiendo para reducir la posibilidad de que vuestro bebé sufra una infección respiratoria grave.

Siendo realistas, la verdad es que cualquier bebé está expuesto a sufrir una infección respiratoria y todos tienen posibilidades de desarrollar una forma más o menos grave.

Prevenir la Bronquiolitis en Prematuros

Pero hay algunos más propensos: Los prematuros. Especialmente aquellos que por nacer mucho antes de tiempo han necesitado ayuda intensiva para respirar. Cuando esto ocurre pueden quedar con una secuela que llamamos broncodisplasia.

La infección respiratoria más intensa que pueden sufrir en esa situación es la Bronquiolitis por Virus Respiratorio Sincitial. Para prevenirla, a estos bebés se les administra anticuerpos que les protegen contra ella.

Prevenir la Tosferina en todos

En cuanto a la Tosferina la herramienta es la vacunación con una estrategia doble:

  • Vacunación de los bebés. La vacuna de la tosferina está incluida en el calendario vacunal a partir de los 2 meses de vida. De hecho la mayoría de casos graves que vemos son bebés por debajo de los 2-4 meses, porque por encima de esa edad, con dos dosis de vacuna administradas, es raro que aparezcan formas complicadas.
  • Vacunación de la madre en el tercer trimestre del embarazo. La mayoría de las madres fueron vacunadas en su niñez, pero los anticuerpos defensivos van bajando poco a poco. Y ya en edad adulta son muchas las madres y padres que los han perdido y pueden ser portadores sanos de la Tosferina. Cuando su hijo nace pueden ser precisamente ellos quienes contagien a su bebé. Pero si administramos la vacuna a la madre en el tercer trimestre del embarazo reactivamos esas defensas, que pasan al bebé a través de la placenta y le protegen así durante los primeros meses en los que, gracias a su propia vacunación, generará defensas por sí mismo.

El papel de la lactancia en la prevención de infecciones respiratorias

Otra cosa que ayuda es la lactancia materna. Con ella llegan al bebé anticuerpos de la madre que ayudan al bebé a defenderse. Y es una de las medidas preventivas más efectivas que se conocen. Lo es más en infecciones intestinales, pero también colabora evitando o reduciendo la gravedad de las respiratorias.

Por tanto, obsesionarse es inútil y altera demasiado la vida de la familia. Evítalo. Pero si tu hijo es prematuro o puedes tomar medidas efectivas como las descritas en la tosferina, valóralas. Y si puedes y quieres, dar el pecho puede ayudar mucho.

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Cuándo dar Antibiótico a un bebé o a un niño

Cuándo dar antibiótico a un niño o bebé

Un antibiótico no debe ser dado a un niño o bebé sin que lo prescriba el pediatra. Pero muchos padres se preguntan en qué nos basamos para hacerlo o no. Así que os lo voy a explicar.

¿Qué es un Antibiótico?

Un Antibiótico es un medicamento que mata bacterias y/o dificulta que se reproduzcan.

Por lo tanto lo usamos para ayudar a defenderse a un paciente que sufre una infección producida por bacterias.

No sirve para luchar contra infecciones causadas por otros gérmenes distintos, como hongos, virus, protozoos

¿Es malo dar Antibióticos a los niños y bebés?

Los Antibióticos on medicinas. Y como cualquier medicamento tienen efectos secundarios. Por eso no deben usarse más que cuando está justificado.

Un Antibiótico mata bacterias malas, pero también hay bacterias «buenas». Es imposible eliminar de forma permanente a las bacterias de nuestro organismo. En nuestra piel, muestras mucosas y en nuestro tubo digestivo hay y siempre habrá gérmenes.

Pero somos capaces de convivir con la mayoría de ellas. Estas bacterias con las que vivimos sin que nos agredan son las que llamamos «Flora Saprofita». La más conocida es la Flora Intestinal.

Cuando tomamos un Antibiótico dañamos a esa flora. A veces es necesario para defendernos de alguna bacteria agresiva que nos está haciendo daño. Pero tomarlo cuando no está justificado es hacer daño a las bacterias buenas con las que convivimos. Y eso significa dejar campo libre que puede ser ocupado por bacterias malas. No conviene hacerlo si podemos evitarlo.

Los Niños y los Bebés tienen una flora intestinal más débil que puede ser dañada con más facilidad cuando usamos Antibióticos. Por eso hay que justificar muy bien su uso.

Probióticos para evitar el daño de la flora si toma Antibiótico

Hay una forma de reducir el riesgo de usar Antibióticos sobre la Flora del niño. Y es acompañarlos siempre de un probiótico.

Hay varios tipos de probióticos:

  • Bacterias. Son bacterias de las que componen la flora buena de nuestro intestino. El problema es que darlas simultáneamente al antibiótico no sirve. Ya que si son sensibles a él, por mucho que las demos van a morir con la siguiente dosis. Son útiles tras finalizar el tratamiento antibiótico.
  • Hongos. Hay algunos hongos beneficiosos que forman parte de nuestra flora como el Saccharomyces Boulardii que son beneficiosos por dos vías:
    • Ocupa el espacio que cuando tomamos antibiótico puede ser ocupado por otro hongo muy perjudicial, la Candida Albicans.
    • Cuando el Saccharomyces se asienta en el intestino produce sustancias que seleccionan a las bacterias que crecen a su alrededor. Y da la casualidad de que escoge a bacterias que son buenas para nosotros.
    • Además no es sensible a los antibióticos por lo que puede darse ya durante el tratamiento antibiótico y servir como base para que luego se colonice con bacterias buenas.

Mi recomendación sobre cómo usar los Probióticos cuando damos un Antibiótico a un niño

  1. Usar el Antibiótico sólo cuando esté justificado y sea prescrito por un pediatra.
  2. Dar Saccharomices Boulardii durante el tratamiento Antibiótico.
  3. Dar un Probiótico Bacteriano tras acabar el tratamiento Antibiótico.

Criterios en los que nos basamos los Pediatras para dar un Antibiótico a un Niño o Bebé

Lo que hacemos es buscar la causa de la infección. Y sólo cuando es bacteriana indicamos el uso de Antibióticos.

Para averiguar esa causa:

  • Preguntamos cosas a los padres que pueden orientarnos sobre la causa de la infección. Es lo que llamamos Anamnesis. ¡Qué nombre más raro!
  • Exploramos al niño. Buscamos signos que nos indiquen cuál es el foco de la infección y cuando lo encontramos buscamos las características que nos dicen si puede ser bacteriano:
    • Placas de pus en la garganta.
    • Ruidos característicos al escuchar el pecho.
    • Ciertas lesiones de la piel.
    • Ciertas características de la diarrea.
    • Algunos tipos de supuración…
  • Pruebas complementarias:
    • No siempre está claro con la simple exploración si una infección es producida por bacterias. Cuando esto ocurre podemos completar la exploración con:
      • Analítica de sangre:
        • Sospechamos que es bacteriana cuando los Leucocitos están muy elevados o muy bajos con un aumento de un tipo concreto de ellos que lucha contra las bacterias (Neutrófilos o Polimorfonucleares).
        • Hay marcadores como la Procalcitonina o la PCR que suben en las infecciones bacterianas y no lo hacen cuando es un virus.
        • No está justificado hacerla simplemente por tener fiebre porque no es algo agradable para el bebé que le pinchen y en la mayoría de los casos podemos diagnosticar sin usarla.
      • Frotis faríngeo. Hay hoy en día pruebas que pueden detectarnos gérmenes concretos en el moco de la garganta en minutos. El más usado es para buscar al estreptococo piogenes.
      • Radiografía: Puede usarse por ejemplo para diagnosticar neumonías y según su aspecto nos orienta al posible causante. No es recomendable hacerlas con frecuencia porque sometemos al niño a una radiación que no es inocua. Pero en algunos casos puede ser necesaria.
      • Ecografía: Útil por ejemplo en cuadros como la Apendicitis, Abscesos
      • Punción lumbar: Se hace cuando se sospecha meningitis.
      • Analítica de orina: Cuando sospechamos que la causa sea una infección de orina podemos hacer dos pruebas:
        • Sedimento. Es una prueba rápida que nos dice si hay infección bacteriana (cuando suben leucocitos y nitritos en orina) o no.
        • Cultivo. Es más lenta, tarda lo que tarden los gérmenes en crecer en un caldo de cultivo hasta ser identificables. Varios días.
  • Cuando tenemos los datos necesarios para identificar la infección y tenemos pruebas que demuestran que es bacteriana indicamos el tratamiento con Antibiótico.
  • Un antibiótico que puede cambiar en cuál, en qué dosis y en cuánto tiempo en función de la causa. 

Criterios que No justifican dar un antibiótico a un niño o bebé

La Fiebre no es motivo para dar antibiótico.

Da igual lo alta que sea o cuántos días lleve con ella.

Hay gente que da el antibiótico cuando un niño lleva más de x días con fiebre o cuando sube de xºC de temperatura. Esto es una mala práctica. Una gripe por ejemplo puede causar fiebre muy alta y durar muchos días.

Pero en ella los antibióticos son inútiles.

El Moco Verde no es motivo para dar antibiótico.

Hay quien dice que cuando hay moco verde es porque hay una infección bacteriana y por tanto «Antibiótico al canto». No es así. A poco que tu hijo pase un invierno completo te darás cuenta de que el moco cambia de color con mucha facilidad, incluso durante un mismo día.

Es frecuente por ejemplo que un niño con un catarrro, que tiene moco claro durante el día, lo tenga espeso al despertarse por la mañana. Y que tras limpiarlo vuelva a ser claro durante el día.

En un catarro la causa es un virus, pero durante el día el moco sale porque el niño está de pie. Al fluir sale claro.

De noche, tumbado, el moco se retiene y da tiempo a que se espese y crezcan en el bacterias que no son la causa del catarro y ni si quiera son agresivas. Simplemente pasaban por ahí.

Dar antibiótico porque tenga fiebre y/o moco verdoso es una mala práctica si no hemos detectado cuál es la infección bacteriana causante.

Que el moco esté bajando al pecho no es motivo para dar antibiótico.

Hablamos de que el moco se ha bajado al pecho cuando un niño tiene bronquitis o neumonía. Detectamos que es así por el tipo de tos, auscultando el pecho del niño y a veces haciendo radiografías.

En las bronquitis la mayoría de las veces la causa es, de nuevo, un virus. Y por tanto es inútil dar antibiótico en ellas.

Hay bronquitis en cuyo origen sí puedes haber bacterias y en la mayoría de las neumonías son las bacterias las culpables. Pero no es algo que puedas diferenciar tú en casa. Por lo que toca que lo vea el Pediatra y sea él quien te diga si es adecuado o no tratar con Antibiótico.

Investigar la causa de una infección y pautar de forma correcta un Antibiótico es algo que sólo debe hacer un médico.

Porque sólo el médico tiene la formación, experiencia y herramientas necesarias para hacerlo de forma adecuada.

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Mononucleosis en niños

Mononucleosis

Mononucleosis o Enfermedad del Beso en niños. Una infección que empieza en la garganta pero puede afectar ganglios, hígado… Explicada a los padres.

Cuando un niño tiene una infección en la garganta puede ser producida por virus o por bacterias. Esta distinción es importante porque en las infecciones provocadas por virus no sirven los antibióticos, mientras que en las bacterianas es el tratamiento recomendable.

Una de las cosas que orienta sobre si es de un tipo u otro es la presencia de placas en la garganta.

Solemos pensar que es bacteriana cuando hay placas y que es viral cuando no las hay.

Pero esta sencilla regla tiene sus excepciones:

  • Algunas infecciones bacterianas, como la Escarlatina, pueden no producir placas en la garganta.
  • También hay infecciones virales que pueden generar placas: La típica es la Mononucleosis. La que nos ocupa hoy.

Por eso es frecuente que algunas Mononucleosis aparezcan como una amigdalitis con sus placas, que ha empezado a tratarse con antibióticos, pero no mejora tras varios días.

¿Qué es una Mononucleosis?

Es el aumento de células Mononucleares o Monocitos. Me explico. Cuando hacemos una analítica de sangre básica para ver la composición en células de la sangre hay glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Los Glóbulos Blancos son los que se encargan de defender al organismo. Entre ellos hay varios tipos: Neutrófilos (que suelen aumentar en número cuando hay una infección bacteriana), Linfocitos (que aumentan cuando hay virus), Eosinófilos (en alergias y parasitosis) y Monocitos.

Los Monocitos aumentan en las infecciones virales, pero en algunas concretas lo hacen de forma más llamativa. Estas son las que llamamos Mononucleosis.

Los 3 microorganismos con los que ocurre esto de forma típica son: Virus de Epstein-Barr (el que causa la llamada enfermedad del beso), Citomegalovirus y Toxoplasma.

La enfermedad del beso

Es la Mononucleosis a la que se refiere este artículo. Es causada por el Virus de Epstein-Barr. 

La llaman Enfermedad del Beso porque lo típico es que se transmita por saliva y suele aparecer en niños por encima de los 10-12 años. A diferencia de otras infecciones virales que es típico pasar mucho antes. Este contacto íntimo de saliva ocurre habitualmente en las guarderías o en adolescentes.

Hay muchas personas que tienen este virus activo sin que les genere ya molestias, ya que lo pasaron en su momento. Son lo que llamamos «portadores sanos». Sin tener síntomas de enfermedad pueden transmitir a través de su saliva el virus a otras personas.

Se estima que el 95% de los seres humanos lo ha pasado en algún momento de su vida.

Hay infecciones típicas de ciertas estaciones. No es el caso de la Mononucleosis por Virus de Epstein-Barr. Puede aparecer en cualquier época del año.

Síntomas de la Mononucleosis por Virus de Epstein-Barr

El periodo de incubación de la Mononucleosis por virus de Epstein-Barr es muy variable. Puede ir de 1 a 4 semanas. Lo más frecuente es en torno a 10 días.

En niños pequeños y bebés los síntomas suelen ser poco llamativos. Fiebre, decaimiento, mucosidad… Como cualquier otro virus.

Es en niños más mayores y adolescentes donde vemos la forma típica:

  • Fiebre alta de más de 39º que puede prolongarse entre 5 días y dos semanas.
  • Decaimiento intenso que a veces tarda más de un mes en superarse.
  • Inflamación llamativa de la garganta con placas evidentes de color blanco-gris.
  • Inflamación llamativa de los ganglios, especialmente de los que hay alrededor de la garganta. En algún caso muy llamativos.
  • Inflamación del hígado. En la analítica puede verse que aumentan las transaminasas. Son un indicativo de que hay inflamación en el hígado. Pero es raro que esto genere problemas a parte de dolor de barriga y a veces algún vómito.
  • Inflamación del bazo. No es de las infecciones que más lo hacen crecer. Pero puede aparecer.
  • Edema en párpados. Aparece en un tercio de los casos y no es debido a problemas de riñón, sino a la inflamación de los ganglios que dificultan el drenaje de líquido.
  • Erupción en la piel. Aparece en muy pocos casos. Son muchos puntitos por todo el cuerpo. A veces a partir de haber tomado un antibiótico, lo que hace que se pueda confundir con alergia a ese medicamento.

Diagnóstico de Mononucleosis

Cuando por la evolución y los síntomas sospechamos la Mononucleosis, podemos confirmarla con una analítica de sangre en la que vemos un aumento llamativo del número de Monocitos en sangre.

Para confirmar cuál de los microbios posibles es su causante podemos hacer otra analítica que detecta anticuerpos frente a ellos.

En la analítica es frecuente que veamos también un aumento de las transaminasas debido a inflamación del hígado.

Tratamiento de la Mononucleosis

Al ser una infección producida por un virus los antibióticos no sirven para tratarla. A pesar de la fiebre y las llamativas placas en la garganta.

Sólo hay tratamiento para los síntomas:

  • Antitérmicos para la fiebre y el malestar.

A veces las placas de la Mononucleosis pueden servir de base para que asiente alguna bacteria y entonces aparece un empeoramiento con aumento de la fiebre. Sólo en esos casos puede ser útil el uso de antibióticos. Pero en realidad no es para tratar la Mononucleosis, sino otra infección diferente que ha aprovechado la ocasión.

Cuándo puede volver al colegio tras pasar una Mononucleosis.

La infección está activa mientras siga teniendo picos de fiebre. Cuando pasa 24 horas sin nuevas subidas de la temperatura consideramos que el niño ha superado la Mononucleosis y el virus ya no está activo.

Pero a veces el decaimiento dura más tiempo y el niño puede necesitar unos días más para recuperarse y estar en condiciones de hacer vida normal.

Mononucleosis y Tumores

Uno de los aspectos que resulta más alarmante respecto a la Mononucleosis es que puede favorecer el desarrollo de tumores como el Linfoma.

Pero pensad algo. Si hemos dicho que el 95% de los humanos acaba pasando la Mononucleosis antes o después… Todos tenemos ese riesgo, ¿no?

Os lo digo porque como sabéis mirar en Internet es muchas veces causa para el pánico.

A lo que se refieren con la relación entre estos tumores y el virus de Epstein-Barr es al hecho de que cuando detectamos algunos tumores es frecuente que se haya pasado este virus poco tiempo antes. Pero la inmensa mayoría de los que lo pasan (casi toda la Humanidad), no lo ha desarrollado ni lo hará.

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Escarlatina en niños

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La Fiebre Escarlatina en NiñosLa escarlatina es una infección de garganta que sigue con nosotros, pero que a muchos padres cuando se la diagnosticamos a su hijo les suena a «antiguo».

Si hacemos memoria, a casi todos la escarlatina nos recuerda a «Mujercitas». Recordaréis que una de las hermanas la sufre.

Hace años, antes de que existieran los antibióticos la escarlatina era un problema serio. Pero desde que disponemos de antibióticos se habla muy poco de ella. Lo que hace que mucha gente piense que es algo que ya no existe. Pero no es así. El Estreptococo pyogenes sigue con nosotros, lo que pasa es que hoy en día da síntomas mucho menos llamativos gracias a que disponemos de tratamiento contra él.

¿Qué es la escarlatina?

Es una infección producida por el Estreptococo Pyógenes. Una bacteria que alguna gente puede tener como parte de su flora en la garganta. Se puede sufrir escarlatina varias veces. Porque los anticuerpos que produce el cuerpo a veces no son suficiente para evitar su crecimiento.

Algunas personas la tienen sin que a ellos les afecte, pero pueden contagiarla. Al respirar, toser o estornudar expulsan a la bacteria que así contagia otros que respiran a su lado.

Lo que suele producir es una infección de garganta, habitualmente con fiebre alta. Pero es una bacteria que da anginas con o sin placas. Por lo que a veces puede confundirse con infecciones virales.

Cuando hay una infección de garganta con placas, asumimos que es bacteriano, pero cuando no las hay suele ser viral. Hay dos excepciones claras a esto:

  • Mononucleosis: Es una infección viral que puede generar placas en la garganta.
  • Escarlatina: Es una infección bacteriana que puede no tener placas en la garganta.

Algunos signos que nos orientan a que pueda ser Escarlatina:

  • Enantema en el paladar. El enantema son puntos rojos en el velo del paladar. No aparece siempre.
  • Lengua aframbuesada. Tampoco es constante. Consiste en que las papilas de la lengua están inflamadas y enrojecidas, dándole el aspecto de una frambuesa.
  • Erupción en la piel. A veces aparece y a veces no:
    • Suele aparecer poco después de la fiebre. En el primer o segundo día de la infección y suele desaparecer en menos de una semana.
    • Es una erupción con muchos puntitos rojos por todo el cuerpo.
    • Empieza habitualmente en cara y cuello, luego se extiende por todo el cuerpo.
    • Se concentran más en las mejillas, las axilas y los codos.
    • Es una erupción con relieve, suele hablarse de piel de lija.
    • Al final puede descamar y picar. La descamación y la desaparición sigue el mismo orden que la salida, desde la cara hacia abajo.
  • Descamación del la piel en los dedos. En algunos casos lo vemos al final de la infección.

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Diferencias con otras erupciones habituales con fiebre:

  • Sarampión y rubeola: No tiene relieve.
  • Exantema súbito: La erupción es parecida pero aparece cuando la fiebre cede, no con ella como en escarlatina, rubeola y sarampión.
  • Boca-mano-pie: Las lesiones de la piel son como ampollitas en la piel y se concentran como su nombre indica en boca, manos y pies (y alrededor del ano).
  • Varicela: Erupción con burbujitas de capa muy fina que se rompen con facilidad distribuidas por todo el cuerpo, incluidas zonas con pelo.

Vía de contagio de escarlatina

Se pasa de una persona a otra a través de las gotitas de saliva que «disparamos» al hablar, toser, estornudar… El contagio es bastante fácil cuando en la garganta se tienen las condiciones necesarias para que crezca. Hay quien reúne esas condiciones y quien no.

Diagnóstico de la escarlatina

Se pude llegar a la conclusión de que lo es con la simple exploración en algunos casos. Pero otra veces puede ser dudoso. Especialmente cuando no hay placas en la garganta.

En esos casos se puede hacer un frotis faríngeo con cultivo que identifica si está el Estreptococo pyógenes. El problema es que a veces tarda más en crecer el germen en el cultivo de lo que dura la infección.

Hoy en día disponemos también de test rápido que tomando una muestra de moco de la garganta puede detectar en menos de una hora si el Estreptococo Pyógenes está ahí. Lo que pasa es que no está siempre disponible en todos los servicios donde se atienden niños.

También podemos ver el ASLO, los anticuerpos contra el germen de la escarlatina, que pueden medirse en una analítica de sangre. Suben o bajan según lo frecuente y permanente que es el contacto de cada persona con él. Nos pueden orientar de la evolución a largo plazo en personas que tienen tendencia a padecerlo una y otra vez.

Tratamiento de la escarlatina

Una de las cosas por las que hoy en día no se habla tanto de la Escarlatina es porque responde muy bien al tratamiento con antibióticos.

Tu pediatra te indicará el más adecuado en su caso.

Prevención de la Escarlatina ¿Hay vacuna?

Pues no. No tenemos vacuna contra el Estreptococo Pyógenes. Con lo que no hay una prevención segura contra él.

Complicaciones de la escarlatina

Cuando no existían los antibióticos las infecciones por escarlatina podían llegar a ser graves.

Hoy en día lo que sí podemos ver a veces son efectos de las infecciones repetitivas por este germen o algunos efectos cuando está de forma habitual en la garganta aún no dando fiebre:

  • Uno de los efectos es que crezcan más de lo normal las anginas y las vegetaciones. Al tener el germen presente, estos centros de producción de defensas aumentan de tamaño y siguen grandes para mantenerlo a raya.
  • Pero además el cuerpo produce anticuerpos contra el Streptococo. Y si sigue manteniéndose el estímulo, a veces esos anticuerpos dan problemas en otras partes del organismo. Los más frecuentes en niños son inflamaciones en las articulaciones (Fiebre reumática) y los riñones (Glomérulo-nefritis).

Por eso, si el germen tiene facilidad para anidar en la garganta de un niño hay que seguir su evolución y plantearse medidas para eliminarlo antes de que genere otros problemas.

Hay varias opciones y es tu pediatra, en función de la evolución de cada niño, quien debe proponer alternativas. Pero hoy en día disponemos de muchos recursos para resolver este problema sin que genere complicaciones.

Cuándo deja de ser contagiosa la escarlatina

En cuanto empezamos con el tratamiento antibiótico el germen muere en poco tiempo. Asumimos que deja de ser contagioso cuando pasa 24 horas sin fiebre.

La mayoría de las cepas de Estreptococo pyógenes son muy sensibles a los antibióticos y esta desaparición de la fiebre suele ocurrir en uno o dos días tras iniciar el tratamiento.

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Segundo mes de embarazo (III), prevenir la listeriosis

La listeriosis se puede contraer en cualquier momento del embarazo, para prevenirla debemos saber de ella lo más pronto posible.

La listeriosis, es una de las infecciones que si se contrae durante el embarazo puede ocasionar efectos no deseados en el futuro bebé, no es la única, pero he decidido hablar de ella en primer lugar porque considero que es menos conocida que otras, espero ayudar a difundir su existencia y a prevenir su contagio, porque más de un tercio de los casos se dan en embarazadas.

Actualmente la listeriosis es una enfermedad muy poco frecuente, pero grave cuando la contraen ancianos, inmunodeprimidos y embarazadas. Mi principal objetivo al divulgar información es que promueva la salud, podéis ver mi artículo: Divulgación o asistencia sanitaria online, y que llegue a la mayoría, por eso tengo esta web, escribo mi blog, lo comparto en redes sociales (Facebook, Youtube, Twitter y Google+ ) y os animo siempre a que vosotros también lo hagáis.

La bacteria responsable de la listeriosis se caracteriza por sobrevivir y crecer a bajas y altas temperaturas, salados y envasados al vacío, por lo que se considera a los alimentos poco tratados, refrigerados de larga duración y los de consumo “abrir y listo”, como vía más frecuente de contagio.

Para no infectarse de listeriosis en el embarazo, hay que evitar la leche o quesos no pasteurizados, huevos crudos, carnes crudas o poco cocinadas y sus derivados (patés, fiambres y embutidos), pescados y mariscos ahumados o crudos, frutas y verduras sin lavar, productos artesanales y cualquier alimento que cumpla con las características descritas. Mantener medidas de higiene adecuadas, cocinar  y recalentar bien los alimentos, verificar que nuestro frigorífico y congelador funcionan bien.

La listeriosis se puede contraer en cualquier momento del embarazo y llegar al bebé a través de la placenta, causando aborto espontaneo, nacimiento sin vida o prematuro.

Los bebés que nacen infectados suelen presentar sepsis o síntomas de infecciones como meningitis en los primeros días tras el nacimiento.

Os repito que la listeriosis es muy poco frecuente, y muchas de las precauciones que hay que tener para evitar su contagio, son recomendaciones para evitar también otras infecciones. Saber que existe y sus características minimizará los riesgos de listeriosis en el embarazo y sus consecuencias, la información os permitirá disfrutar mejor de vuestro embarazo.

Finalizo compartiendo un vídeo que una mamá me ha hecho llegar a la Galería de MPO, es una ecografía en la semana 9 de embarazo, representativa del fin del segundo mes de embarazo y comienzo del tercero, se distinguen perfectamente sus pequeños brazos y piernas que «parecen jugar a la pelota» con el saco vitelino.

 

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Riesgo de infección en el recién nacido.

La infección en el recién nacido es uno de los peligros que puede correr en los primeros días de vida.

Hay varias situaciones en las que es más frecuente que pueda ocurrir. Como son en su mayoría conocidas, están protocolizadas.

Las situaciones en las que es más habitual que pueda aparecer una infección en un recién nacido son:

  1. Recién nacido prematuro. Los niños que nacen antes de tiempo, tiene varios factores que favorecen la infección: Un sistema inmunitario menos desarrollado y más probabilidades de presentar problemas respiratorios por inmadurez, que pueden complicarse con infección.
  2. Cuando la bolsa se rompe muchas horas antes del parto. Hay protocolos diferentes, pero habitualmente se considera que hay riesgo por encima de las 16-18 horas de bolsa rota antes de la salida del bebé.
  3. Cuando la madre tiene fiebre antes o durante el parto. Es un signo de que la madres sufre una infección. En algunos casos la infección es en la placenta o en el líquido amniótico. También son frecuentes las infecciones de orina de la madre.
  4. Cuando es un parto por vía vaginal (normal) pero la madre tiene en su flora vaginal una bacteria: SGB+. Este germen no produce síntomas en la madre, pero es uno de los causantes más frecuentes de infección en el recién nacido.

En todos estos casos, en cuanto se conocen se inician una serie de acciones que están protocolizadas en casi todos los hospitales:

  1. A veces se administra antibióticos a la madre en las horas previas al parto.
  2. En algunos casos hay que hacer analíticas y administras antibióticos al recién nacido en las primeras horas de vida.

¿Es muy grave el riesgo si diagnostican que mi recién nacido tiene una infección?

En la mayoría de los casos no. Especialmente si se diagnostica por que le han aplicado el protocolo y antes de que el bebé manifestase ningún síntoma. En esos casos, hemos llegado habitualmente antes de que la infección se desarrolle y responden muy bien al tratamiento.

Pero cuando la infección se diagnostica porque el bebé ya está mal, la evolución puede ser a veces muy rápida y tener consecuencias graves. Si es vuestro caso, tened claro que cuantas más horas pasen sin que empeore, mejor es el pronóstico. Cuando las infecciones van mal en niños pequeños, suelen hacerlo muy rápidamente. Si no hay signos de empeoramiento conforme pasan las primeras 12 ó 24 horas, lo habitual es que todo acabe bien.

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¿Cómo sé si mi hijo tiene las defensas mal?

Para los padres de niños que van por primera vez al cole y no paran de coger infecciones siempre surge esta preocupación: ¿Será que sus defensas no están bien?

Cuando tu hijo nació, en su sangre había defensas que le pasaron a través de la placenta. En los 4 primeros meses de vida casi no enferman (aunque tomen lactancia artificial), gracias a estas. El niño tiene defensas contra cualquier «bicho» que su madre haya pasado en su vida.

Desde los 5-6 meses, y especialmente desde que empieza a ir a la guardería (o si tiene hermanos mayores que van), empieza a enfermar con frecuencia.

A parte de otras muchas cosas, una guardería es el centro de intercambio de bichos por excelencia. Los niños que por encima de los 4 meses pasan a ser caldos de cultivo vírgenes para casi cualquier germen, se reúnen y se ponen al día: intercambio de cromos… Yo traigo un resfriado, yo una gastroenteritis, yo varicela…

No es que sus defensas estén mal. Es que hay más bichos que en la jungla. Y cuando no está peleando con uno, lo está haciendo con más de uno. Si pasa dos semanas sin tos, mocos, fiebre, vómitos ni diarrea, haced una fiesta y celebradlo.

Cuando un niño tiene las defensas mal se nota porque las infecciones que pilla se le complican:

Si pasa en 6 meses 20 resfriados, 2 amigdalitis, 3 gastroenteritis y una infección de oído es normal. Si pasa 1 resfriado y acaba ingresado por neumonía, unas anginas y acaba de nuevo ingresado con meningitis, entonces si tiene las defensas mal.

El primer caso simplemente ha tenido contacto con muchos gérmenes nuevos. Su cuerpo se ha defendido de ellos de forma adecuada en cuanto ha tenido noticias de que le estaban atacando y ha ganado todas las peleas una tras otra sin que le pusieran en peligro.

El segundo, a pesar de que posiblemente no fuese a la guardería y lo tengamos encerrado en casa, las pocas infecciones que ha tenido han sido capaces de superar a su sistema defensivo hasta el punto de necesitar ayuda del 7º de caballería para que no acabaran con él. Sólo en estos niños es útil hacer cosas para subir sus defensas.

Pero hay niños que parecen enfermar mucho menos que el mío

Lo que sí ocurre en muchos casos es que la experiencia de dos niños puede ser muy diferente. En una comunidad con contacto constante como un aula lo normal es que todos acaben pasando más o menos las mismas infecciones.

El problema es que no todos los niños las pasan igual. Hay quien un virus lo pasa con un par de estornudos y un ligero malestar. Y mientras hay otro que hace una fiebre de 39º que le dura 4 días y unos mocos y tos tan intensos que le hacen vomitar.

La mayoría pensaría que el segundo niño tiene las defensas mal. Pero es al revés, lo que le pasa es que responde a las infecciones de forma exagerada. Es decir, en realidad sus defensas se excitan más de lo necesario para responder ante cualquier mínima agresión. Evidentemente a este niño le demos lo que le demos para subir las defensas no va a funcionarle. Porque las tiene de todo menos escasas.

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Dermatitis del pañal

Dermatitis del pañal en bebés

La Dermatitis del pañal: El bebé con el culete irritado. Cómo cuidar el culete de tu bebé para evitar que se irrite y cómo curarlo cuando está irritado.  Diferencia las infecciones por hongos y bacterias. Una explicación clara y sencilla para padres.

La piel de los bebés es muy sensible.

Y la zona cubierta por el pañal reune las condiciones perfectas para el crecimiento de microbios: Humedad y temperatura constantes.

En el intestino tenemos muchos microbios que son parte de nuestra flora normal y no causan problemas (incluso son beneficiosos).

Pero cuando alguno de esos microbios consigue anidar en la piel, puede producir irritación.

Hay dos tipos fundamentales de microbios que pueden dar este problema, producen lesiones de un aspecto diferente y su tratamiento es distinto:

Hongos y bacterias.

Dermatitis del pañal por hongos

Los Hongos (el más frecuente es la candida albicans) buscan especialmente zonas a cubierto, con una humedad y temperatura más estables, por lo que suelen crecer en los pliegues y se extienden desde ellos.

En la dermatitis del pañal por hongos aparecen zonas enrojecidas que ocupan los pliegues y se extienden como una mancha.

El tratamiento de la dermatitis del pañal por hongos que recomiendo:

  • Cambiar el pañal con frecuencia (al menos cada 3 horas durante el día y cada 5-6 horas de noche).
  • No usar toallitas.
  • Lavar con una esponja suave, agua y un poquito de bicarbonato (un pellizco en el agua, el bicarbonato dificulta el crecimiento de los hongos).
  • Secar bien entre los pliegues empapando, sin frotar.
  • Aplicar Fungisdina crema sobre la zona irritada cada vez que cambiemos el pañal. (Esta crema mata a los hongos)
  • Aplicar encima de la anterior Pasta al agua. Vereis que son unas cremas muy pegotosas. Precisamente es su virtud, deja el culo «plastificado» para que cuando vuelva a hacer caca o pipí no le vuelva a irritar.

Los hongos suelen ser resistentes, por lo que se debe mantener el tratamiento de la dermatitis del pañal por hongos hasta que la piel esté bien y un par de días más. En algunos casos puede tardar en curar algo más de una semana. La cuestión es que vaya mejorando. Si en cualquier momento empeora el aspecto es posible que se haya sobreinfectado con bacterias y necesitemos cambiar el tratamiento.

No recomiendo aplicar, en las dermatitis del pañal por hongos, cremas con corticoides, ya que bajan la inflamación, pero favorecen que la infección se extienda.

Dermatitis del Pañal por Bacterias

Las bacterias necesitan más una piel dañada que les permita crecer en profundidad, por lo que crecen más en las zonas de roce.
El aspecto que vemos en las dermatitis del pañal por bacterias es de pequeñas ulceritas que aparecen más alrededor de ano o en los cachetes.

El tratamiento que recomiendo en la dermatitis del pañal por bacterias, es el mismo que para los hongos pero cambiando la crema que mata hongos por una que mata bacterias:

  • Cambiar el pañal con frecuencia (al menos cada 3 horas durante el día y cada 5-6 horas de noche).
  • No usar toallitas.
  • Lavar con una esponja suave, agua y un poquito de bicarbonato (un pellizco en el agua, el bicarbonato dificulta el crecimiento de los hongos).
  • Secar bien entre los pliegues empapando, sin frotar.
  • Aplicar Mupirocina pomada sobre la zona irritada cada vez que cambiemos el pañal. (Esta crema mata a las bacterias)
  • Aplicar encima de la anterior Pasta al agua. Vereis que son unas cremas muy pegotosas. Precisamente es su virtud, deja el culo «plastificado» para que cuando vuelva a hacer caca o pipí no le vuelva a irritar.

La evolución de la dermatitis del pañal por bacterias suele ser hacia la curación más rápida que en los hongos (2-5 días). Si en cualquier momento empeora a pesar del tratamiento, cambia de aspecto, afectando más a los pliegues, o no acaba de mejorar tras más de una semana de tratamiento es posible que se haya sobreinfectado con hongos, para lo que habría que cambiar de tratamiento.

Evitar la Dermatitis del Pañal

Para evitar que aparezcan estas infecciones en el culo del bebé:

  • Cambiar el pañal con frecuencia. Cada vez que lo manche, al menos cada 3 horas durante el día.
  • No usar toallitas o usarlas lo mínimo posible y que sean de fibras naturales, sin parabenos y sin perfumes alergizantes.
  • Lavar el culete con agua y un jabón suave (muy poca cantidad) o un poquito de bicarbonato en el agua.
  • Secar bien entre los pliegues sin frotar.
  • Si se nota mínimamente irritado empezar a aplicar Pasta al agua en cada cambio de pañal.

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