Claves para que una madre tenga una buena alimentación mientras da lactancia materna.
Como parece que en cuanto se es madre todo tienen que ser preocupaciones, y siempre tiene que haber motivos para interferir en la conducta de las madres novatas, no faltan los comentarios sobre este tema.
Desde el famoso «tienes que comer por dos» que se aplica durante el embarazo a «ahora tienes que recuperar tu peso anterior, porque lo que no pierdas cuando hayas dejado el pecho ya es pa´ti pa´siempre». Pasando por no comas de eso que le da gusto a la leche y te va a rechazar el pecho, o no tomes de aquello que le da gases al niño… En su mayoría afirmaciones sin fundamentos que son ni más ni menos que comentarios por hablar.
Ya sabéis que el deporte nacional es calentarle la cabeza a las madres novatas.
Así que voy a intentar que estéis vacunadas contra estos comentarios.
Evolución del peso tras el embarazo.
Cuando se da lactancia materna exclusiva, ayuda a la pérdida de peso tras el parto. Lo normal es que durante el embarazo se gane peso. Suele ser entre 6 y 9 kg. De los que parte se pierden en el parto (algo pesan el niño, la placenta y el líquido amniótico).
Es normal que al principio, tras el parto se haya producido una retención de líquido importante, especialmente en las piernas si has permanecido en cama varios días por una cesárea.
El resto es razonable que se vaya perdiendo entre 6 meses y un año después del parto.
Para hacerlo suele bastar con volver a comer al ritmo habitual antes del embarazo (sin dietas, estamos hablando de tener una alimentación sana y equilibrada), y volver a las actividades anteriores más las nuevas que implica ser madre.
¿Se puede hacer ejercicio dando el pecho? Pues claro. No os recomiendo que corráis una maratón, pero hacer ejercicio de forma regular es sano. Especialmente si lo hacías antes del embarazo de forma regular, mi consejo es que vuelvas a retomarlo de forma gradual en cuanto sientas que tu estado físico te lo permite.
¿Qué evitar durante la lactancia materna?
Durante el embarazo se suele recomendar no tomar alcohol, no fumar, evidentemente evitar otras drogas más perjudiciales… Esto sigue siendo aplicable durante la lactancia. Pero en el alcohol, siendo realista a un niño no le va a pasar absolutamente nada si su madre se toma una cerveza o un poco de vino de vez en cuando. Aunque eso de que es muy buena para aumentar el pecho no es tampoco cierto. El pecho es más simple: Si la madre tiene una alimentación equilibrada, está bien hidratada y su bebé lo vacía con frecuencia, el pecho suele funcionar.
Especialmente en las primeras semanas os recomiendo no tomar alimentos con demasiadas especias. Es frecuente que tras el parto muchas madres tengan hemorroides. Si es vuestro caso las especias picantes y las bebidas con alcohol suelen pagarse caras.
Alimentos que producen gases al bebé
Este apartado es corto: Ninguno.
Los bebés con gases pueden tenerlos por distintas causas. Pero la única que tiene que ver con la madre es si el bebé tiene intolerancia a las proteínas de la leche de vaca y la madre la toma.
Todo lo demás que suele decirse no tiene base. Los alimentos que nos dan gases lo hacen porque fermentan en nuestro intestino produciéndolos. Pero esos gases no pueden llegar a la leche materna de ninguna forma. Es materialmente imposible.
Alimentos que dan gusto a la leche materna
Esto sí es posible. La leche es un filtrado de la sangre. Igual que la orina. Y todos sabemos que tras tomar por ejemplo espárragos, la orina desprende un olor llamativo de forma casi inmediata. Pero el tema es que aunque ciertos alimentos que se tomen pueden modificar el sabor de la leche materna, no tiene porqué producir rechazo alguno por parte del niño. Por un lado, la mayoría de los bebés tienen más interés en saciar su hambre que en el sabor en sí del producto. Pero por otro, hay gustos para todo, y esos sabores variantes habrá niños a los que les gusten y otros a los que pueda disgustar algo.
No te guíes por una «lista de alimentos que dan mal sabor», observa a tu hijo. Si parece tomar peor el pecho cuando tomas un alimento concreto, evítalo unos días y vuelve a probarlo para ver si fue una coincidencia o de verdad influye.
Embutidos curados y carnes «crudas»
Muchas madres durante el embarazo no toman carnes crudas o embutidos curados por el riesgo de toxoplasmosis. En cuanto el niño nace se acaba ese riesgo. Con lo que si son de tu gusto, a partir del parto puedes tomarlos.
Suplementos vitamínicos y minerales
Tras el parto y durante la lactancia suele recomendarse a las madres tomar suplementos de hierro y vitaminas. El parto supone a veces una pérdida importante de sangre y un sobre esfuerzo. Es razonable tomar un suplemento de hierro. Porque ese hierro puede ayudar también al bebé.
En cuanto a los demás suplementos, yo tengo que reconocer que soy poco «vitaminoso». Cuando hablamos de este mismo tema en niños ya os expliqué que una dieta variada tiene las cantidades necesarias de vitaminas y minerales. Y si la dieta no es sana no se resuelve con un complemento vitamínico.
Con lo que mi consejo es similar a las madres que a sus hijos: Procura tener una dieta variada.
Fibra
Uno de los problemas más frecuentes tras el parto es el estreñimiento:
– El estreñimiento, ya de por sí, es más frecuente en mujeres que en hombres.
– Tras el parto, las molestias del suelo pélvico hacen que muchas madres teman ir al baño por el dolor. Lo que lo acaba empeorando. Porque si encima cuando salen las heces son duras o voluminosas, mucho peor.
– Tras dejar un espacio importante desocupado en el abdomen, los intestinos tienen tendencia a moverse menos.
La solución a toda esta coincidencia de causas que pueden llevar al estreñimiento es más fibra en la dieta y regularidad en ir al baño.