
Crianza Respetuosa y Crianza Natural o con Apego se usan muchas veces como términos equivalentes. Te explico una diferencia que puede marcar vuestra vida.
Se acerca el día de la Madre y voy a centrarme en Vosotras en este artículo. Permitídmelo desde la limitación de ser hombre y ver vuestra esencia desde fuera. Pero quisiera hacerlo porque en mi día a día como pediatra trabajo con vosotras y cuando no disfrutáis de la Crianza me contáis vuestras razones, cómo estáis viviendo esta experiencia que todo el mundo describe de forma bucólica, pero puede ser muy dura en el día a día.
En los últimos años han surgido formas diferentes de explicar la Crianza. ¡Menos mal! Porque estábamos haciendo demasiadas cosas absurdas.
Aquí permitidme un poco de Historia para contextualizar la situación actual de la Crianza.
Hace unos 100 años la mayoría de las mujeres no había estudiado. Se formaron en sus casas aprendiendo a hacer las labores domésticas. Se las preparaba para ser amas de casa y se hacía en la escuela más práctica posible…. La propia casa.
Aquella mujer que mostraba interés por hacer algo más allá de ese campo lo tenía crudo… Salvo contadas excepciones que habían tenido la suerte de nacer en familias con mentalidades algo más abiertas la vida de cualquier mujer era:
Nacer. Crecer hasta el momento en que podía empezar a ayudar en las tareas de la casa. Iba haciendo cada vez más de esas tareas hasta el día que contraía matrimonio. Pasaba entonces a ser ama de «su propia casa» y a tener sus propios hijos y se ocupa del hogar, marido e hijos el resto de su vida.
Ojo, no desprecio en absoluto a estas mujeres. Mi madre es una de ellas y es UNA GRAN MUJER. En nada la considero inferior a otras que hayan tenido relevancia en Política, Arte, Ciencia o cualquier campo profesional. Pero… No era justo. Mi madre quiso estudiar y no le dejaron. Estaba capacitada para haber hecho muchas más cosas de las que le permitieron hacer.
Que el sexo determine lo que puede o no puede ser tu vida no es justo. Que el sexo determine tu puesto en la sociedad no es justo. Que nacer hombre o mujer limite lo que puedes hacer como persona NO ES JUSTO.
Hay cosas inevitables. Los hombres no podemos gestar, «no podemos hacer dos cosas a la vez», «no podemos…» Entrecomillo porque es broma.
Pero más allá de lo que implica la propia biología, durante milenios ha habido limitaciones culturales a lo que se permitía hacer o no hacer a la mujer por el simple hecho de serlo.
Hace poco más de 100 años comenzó el movimiento de Emancipación de la Mujer. Un movimiento que reclama simple y llanamente que el sexo no determine limitaciones sociales.
Este movimiento ha ido tomando fuerza en la mayoría de los países siendo de hecho uno de los pilares de su desarrollo.
Parte de ese desarrollo ha sido la especialización. Han ido surgiendo especialistas en cada vez más campos. Uno fue la Pediatría.
Cuando la Pediatría apareció como Especialidad Médica tuvo que ganarse su prestigio. En esa época el prestigio Científico consistía en aplicar Matemáticas a todo. Conste que no tengo nada en contra de las Matemáticas. Fueron mi asignatura preferida durante muchos años.
Pero no conocemos todavía lo suficiente de los seres vivos para reducirlos a cifras.
Empezó entonces una etapa en la que la Crianza se protocolizó. Se establecieron formas «correctas» de hacer las cosas y se criticaba de forma muy activa a quien no las aplicaba. Hasta el punto de considerar padres y madres incompetentes a quienes no cumplieran esas normas de crianza.
Lo primero que se empezó a enseñar a las mujeres es a ser madres «de la forma correcta».
Como todo, esa forma «correcta» de crianza tenía mucho de trasfondo político y de decisiones de base nada científica. Pero se revestían de un halo de ciencia fácil de sostener en una sociedad en la que la mayoría de la población era analfabeta o casi. El «Experto» hablaba desde su púlpito y los demás sólo podían escuchar. La crítica era «arrogancia desde la ignorancia».
Surge la Crianza con Apego o Crianza Natural
Tras esa etapa en la que los niños se criaban en una lucha constante para que:
- Coma una cantidad determinada cada ciertas horas.
- Duerma unas horas determinadas al día con un patrón fijo.
- Y hasta haga las caquitas en color, cantidad, frecuencia y consistencia predeterminada….
Porque lo demás se toma como signo de que no estás haciendo algo bien…
Hace unos 50 años alguna gente empieza a revelarse contra la simplificación matemática. Empezamos a darnos cuenta de que los seres vivos somos demasiado complejos para reducirnos a matemáticas simples. Tal vez un día conozcamos tanto de los seres vivos y tengamos una capacidad de cálculo tal que seamos capaces de entendernos realmente y hacer modelos matemáticos que funcionen. Pero no hemos llegado a eso ni de lejos. Y las reglas simplistas que se han usado durante décadas en Crianza no son más que simplificaciones absurdas.
No surgían de la ignorancia ni muchos menos. Tenían su intencionalidad. No buena para quienes la sufrían precisamente. Pero no entraré en eso ahora por no perdernos.
La cuestión es que aparecieron tendencias nuevas que buscaban recuperar algo que se estaba perdiendo:
- La comprensión de que los seres vivos tenemos nuestros mecanismos adaptativos porque nos desarrollamos en ambientes cambiantes. Y que esos mecanismos son muy eficientes. Tanto que permitieron durante millones de años sobrevivir a esos seres vivos antes de que nadie definiese «pautas correctas». La Crianza Natural busca entender esos mecanismos adaptativos para que comprendamos mejor a nuestros hijos y sepamos porqué actúan como lo hacen y cómo ayudarles en su adaptación en lugar de entorpecerla.
- La recuperación de algo esencial: El Vínculo Afectivo entre el niño y sus padres. Con la Crianza «protocolizada» se había transformado a los padres en una especie de obreros de una cadena de producción en la que su hijo era el producto. Y uno no se vincula afectivamente con el producto. Pero los seres humanos tenemos un plano esencial que es nuestra afectividad, que estaba siendo ignorado. Para responder a eso surge la Crianza con Apego. La defensa de que vincularte afectivamente con tu hijo no le perjudica como decía la Crianza Protocolizada porque lo hacía más débil y dependiente, sino que forma unos cimientos sólidos para su personalidad que son imprescindibles.
Las comparto ambas. Plenamente. Y de hecho la mayoría de mis artículos van dirigidos a respaldar ambas teorías, a que conozcas mejor a tu hijo y sus necesidades y a que refuerces el vínculo afectivo con él.
Cuando escribo un artículo me planteo siempre:
- Cómo ver este problema desde la óptica del niño.
- Cómo responde él a este cambio desde sus mecanismos de adaptación.
- Qué hacemos nosotros que ayude o que entorpezca a estos mecanismos.
- Cómo influyen nuestras acciones en este caso al Vínculo Afectivo con nuestro hijo.
¿Y qué es entonces la Crianza Respetuosa?
Pues muchos dirían que es otra forma de llamar a la Crianza Natural o con Apego. Yo no.
Como toda teoría, cuando se va desarrollando, van apareciendo situaciones reales que desde el planteamiento teórico no se veían y surgen entonces los matices.
¿Qué es lo que me hace pensar a mí que algo falla en la forma en la que hemos defendido la Crianza con Apego o Natural y hace necesarias matizaciones importantes?
- Que veo a diario mujeres convencidas de la Crianza con Apego o Natural y no disfrutan de su Maternidad.
- Mujeres que se sienten frustradas y además no se atreven ni a confesarlo porque se sienten culpables de hacerlo.
- Mujeres físicamente destrozadas por hacer la Crianza de un modo que están convencidas que es lo mejor para su hijo.
- Que en los grupos de crianza, cuando una mujer deja de dar el pecho o vuelve a trabajar y escolariza a su hijo deje de acudir por sentirse juzgada y excluida.
- Que hagamos un planteamiento de la Crianza que entra en conflicto directo con la realización personal de muchas mujeres.
- Que no hablemos de todo esto por miedo a ser criticados….
¿Cuál es la razón que justifica a mi entender todo esto?
Que hemos dejado de lado a la otra parte esencial de la ecuación: La Madre.
No hay Crianza Natural sin la Madre.
No hay Crianza con Apego sin la Madre.
Pero hemos centrado tanto la atención en las necesidades del bebé que hemos olvidado que la Madre por serlo no deja de ser una Persona con sus Legítimas Necesidades también.
Olvidar o no respetar esas necesidades rompe el equilibrio en el que se se basa la Crianza.
Es imposible que un bebé, con el que formamos un fuerte Vínculo Afectivo, esté bien si su Madre no lo está.
Y es difícil que su madre esté bien si se le plantea que ser Madre significa:
- No descansar.
- No tener un segundo para ella.
- No tener aspiraciones de realización personal o profesional más allá de la maternidad.
- …
El problema es que hemos simplificado la Crianza Natural y hemos mitificado ciertos elementos como si fuesen lo esencial:
- Lactancia materna.
- Colecho.
- Escolarización tardía.
Uno por uno:
Lactancia Materna en Crianza
- Es la mejor opción de alimentación para un bebé en composición. Previene alergias,mejora la capacidad defensiva del bebé, reduce la incidencia de obesidad, diabetes….
- Refuerza el Vínculo Afectivo.
- Es la opción más cómoda, barata y placentera para el niño y para la madre… Cuando funciona.
Pero ¿Y cuando no funciona? ¿Qué pasa cuando pese a corregir los errores más comunes que dificultan una lactancia efectiva no funciona?
No entiendo por no funcionar sólo que el bebé no esté bien alimentado. Sino también cuando cuando lo hace a costa de que la Madre esté en unas condiciones deplorables.
Hay situaciones en las que la lactancia va tan mal que supone que toda la experiencia de Maternidad se focalice única y exclusivamente en el Pecho.
Esto afecta al Vínculo Afectivo de forma muy negativa. Son muchas las Madres que consiguen mantener la lactancia exclusiva, pero a costa de un agotamiento extremo o de acercarse al pecho a su hijo con más miedo y dolor que placer.
Sé que en muchos casos esto se debe a problemas solucionables: a un frenillo o un mal agarre que son corregibles; a una colonización por gérmenes inadecuados; a una mala pauta de alimentación del bebé…
Pero en ocasiones, arreglando todo lo que se puede arreglar es lo que hay, aunque sea de forma transitoria.
En esta situación ser flexibles y aceptar que puede ser necesaria una sumplementación transitoria o incluso la eliminación de la lactancia, puede marcar la diferencia en la vida de toda la familia. Y a veces somos demasiado radicales. Nos centramos en el mantenimiento de la lactancia materna exclusiva como objetivo en si mismo.
Siendo importante, la lactancia materna es un instrumento. Es posible la Crianza Natural y con Apego sin Lactancia Materna. Y una Crianza sin Lactancia Materna no es un fracaso, es una opción. Respetemos las circunstancias de cada familia y no hagamos sentir culpable a ninguna Madre por no dar el Pecho. Un signo de que lo hemos logrado es que siga compartiendo su experiencia en un grupo de Crianza sin sentirse juzgada.
El Colecho en la Crianza
Desde la Crianza Natural y con Apego se defienden las virtudes del Colecho.
Llamamos Colecho a la práctica de que los niños duerman con los padres en la misma cama.
Se defiende porque es lo que siempre se ha hecho. Porque cubre una necesidad biológica del bebé. La de sentirse seguro. Esa seguridad es un cimiento firme para la personalidad en el futuro.
Simplificando: Los bebés que permitían que su padres se alejasen de ellos eran devorados por los depredadores. Somos los descendientes de los bebés que lloraban cuando sus padres se alejaban de ellos. Son muchos millones de años de evolución para cambiarlo así porque sí.
Pero…. Y volvemos a los «peros». ¿Qué ocurre cuando haciendo Colecho los padres no descansan bien? Habrá quien diga que es lo que toca. Que para el bebé es una necesidad biológica y que los padres son adultos y deben sacrificarse…
Pero eso es no entender el resultado real.
Claro que tener un bebé implica pasar más de una mala noche. Pero si los padres no descansan sistemáticamente su humor se acaba resintiendo.
Por mucha buena voluntad que se le quiera echar, una Madre también es un ser vivo que necesita descansar.
Y su bienestar es esencial para un bebé que tiene un Vínculo Afectivo fuerte con su Madre.
A veces el bienestar del bebé pasa por que aprenda a dormir de forma que permita el descanso de su Madre.
Evidentemente esto puede conseguirse de formas más respetuosas para el bebé que dejarlo llorar en la cuna (que dicho sea de paso no es una opción aceptable para el Vínculo Afectivo y es una opción muy poco imaginativa).
Pero es que hay opciones para lograrlo de forma respetuosa. Volvemos a la necesidad de forzar nuestra imaginación para alcanzar equilibrios que respeten a todos los implicados y sus necesidades legítimas.
Escolarización tardía en la Crianza
Desde la Crianza Natural o con Apego se defiende que en los primeros 3 años de vida el niño es muy dependiente de la seguridad que le confiere el contacto constante con una figura de referencia que le da seguridad: La Madre.
Algunos plantean la escolarización antes de esa edad como una especie de crimen. Se habla de conciliación familiar. De lo corta que es la baja maternal y lo incompatible que es con una Crianza decente. Y es cierto, 16 semanas es penoso, patético. Pero…
Pongámonos en contexto. ¿Qué significa para una Madre dedicarse en exclusiva a la Crianza durante esos 3 primeros años de vida en el mundo real?
Hay Madres para las que el planteamiento de nuestras abuelas puede ser válido: Dedicar su vida a la crianza de sus hijos sin una proyección profesional fuera de ese aspecto.
Pero no es lo normal. Lo normal hoy en día es que una mujer sea una persona con muchos planos de desarrollo. Uno de los cuales es el profesional. Y seamos realistas, no es sencillo. El mundo es muy competitivo y en la práctica muchas mujeres ven la maternidad como una disyuntiva. Es difícil escoger el momento adecuado.
¿Qué significa para una mujer que ha luchado durante muchos años para alcanzar un determinado nivel profesional dejarlo todo durante 3 años?
¿Y si no es un sólo hijo, sino 2 ó 3? ¿5-6 años fuera del mundo laboral? A la velocidad que evolucionan hoy en día las cosas esto significa quedar excluida del mundo laboral. A veces definitivamente.
Algunas personas tienen una situación económica desahogada o una profesión que puede ejercerse desde casa sin horarios fijos. Pero esto es un porcentaje mínimo de la población.
¿De verdad creemos que lo mejor para un bebé es que su madre sacrifique toda motivación profesional a una presencia constante?
Incluso en el caso de mi madre que sí lo hizo… Yo soy el 3º de 7 hermanos. Jamás disfrute de ese supuesto contacto constante y acceso ilimitado a mi madre. Ni lo necesité.
No convirtamos a los niños en una especie de altar de los sacrificios donde debes inmolarlo todo. Porque tu hijo no lo necesita y si lo haces estarás haciéndole soportar una carga que no ha pedido y empobreciendo la Persona que puedes ofrecerle.
Date a él. No te sacrifiques a él. Lo importante no es la cantidad de tiempo que pasas con tu hijo. Sino lo que puedes ofrecerle en él. Y eso depende de que como Persona no te mutiles sin sentido.
Una escuela infantil no es una especie de campo de concentración para bebés en el que se le deja llorar sin atenderlo. Son centros en su mayoría preparados para aportar cosas positivas a los niños. Incluso muchas que tú no puedes o sabes darle.
Si para hacer compatibles dos planos de tu vida, el Profesional y la Maternidad tu hijo debe ir a la guardería, no es una catástrofe insalvable, sino una forma de buscar un equilibrio necesario.
En un mundo ideal tendríamos muchas vidas para que hubiese tiempo para todo. Pero el día tiene 24 horas y hay que repartirlas.
Quien lo plantea como una disyuntiva en plan: «Tú sabrás si para ti lo importante es tu hijo o tu trabajo» sólo tiene a mi entender dos interpretaciones:
- Es un ignorante y no entiende que mutilar tu desarrollo profesional va a dañar el bienestar de tu hijo.
- Es un manipulador cuyo mensaje real es «el sitio de la mujer está en la casa con los hijos». Pero no tiene el valor de decirlo tal cual y aprovecha para atacarte en lo que sabe que te hace más vulnerable.
El primero es un ignorante, el segundo un miserable.
Crianza Respetuosa
Los niños son seres vivos, con sus necesidades y sus propios mecanismos de adaptación. La Crianza puede hacerse respetando lo que el bebé es y necesita.
Pero los padres también tienen sus necesidades legítimas y sus limitaciones. Como el niño vamos creciendo con él y nos enfrentamos a situaciones nuevas a las que respondemos según lo que somos.
Tu hijo no necesita que lo sacrifiques todo para su bienestar. Porque si lo sacrificas todo ¿qué le puedes ofrecer?
Para tu hijo, más importante que si das pecho, mucho más que dónde duerme, más que tenerte constantemente a su lado, lo es que estés bien con él.
Lo esencial en la Crianza es el Vínculo que une a Padres e Hijo.
La Crianza Respetuosa se basa en entender al bebé y sus necesidades. Conocer cuáles son las mejores opciones innatas, lactancia, colecho, contacto… Y buscar un equilibrio que permita cubrir esas necesidades que aúne el bienestar de todos. Esas opciones existen, y se basan en matices que son esenciales, en opciones que dependen de las circunstancias. Y sobre todo en dejar de crear sentimientos de culpa en las madres porque no se adapten a una versión «perfecta» y «bucólica» de la Maternidad imposible de alcanzar en el mundo real.
Entender esto puede marcar tu vida y la de su hijo.
Es lo que intento transmitirte en mi libro:

Espero que os ayude.