Categorías
Blog

El Crecimiento

Una idea de conjunto del proceso de crecimiento infantil

La pediatría se define como la medicina del ser humano en crecimiento.

Es un proceso constante durante toda la edad pediátrica pero no uniforme. Cada edad tiene su ritmo.

La alteración de ese ritmo es a veces por si sola signo de problemas, que en algunos casos no da otros síntomas. Asimismo, supuestas patologías que no alteren ese ritmo nos dicen que la patología no es tal o es mucho menos grave de lo que parece.

Evolución del peso en los primeros meses.

Cuando nace el niño, la primera semana suele perder peso, debido a que al nacer tiene un exceso de agua que tiene que eliminar. Puede llegar a perder hasta una décima parte de su peso al nacimiento. Así un niño que al nacer pesó 3 kg puede pesar a la semana 2,7 kg sin que haya ningún problema. Pérdidas superiores si suelen indicar un problema para asimilar el alimento o simplemente una falta de él.

Desde ese momento empezará a recuperarse y aproximadamente a los 10 días de vida suele alcanzar de nuevo su peso al nacimiento. A partir de ahí el ritmo de ganancia de peso suele ser de 150-200 gramos por semana hasta los tres meses. Edad desde la cual se enlentece a un ritmo aproximado de 100 gramos por semana hasta los 9 meses. Entre los 9 meses y los dos años mantienen ya una ganancia de unos 50 gramos por semana.

Estas cifras son orientativas. Los niños ni son relojes ni tienen un contrato que les obligue a cumplir con ellas. Son seres vivos que se ven influidos por sus propios condicionamientos y por todo lo que les rodea, por lo que son normales las fluctuaciones. Es normal por tanto que si en una semana gana 500 gramos en la siguiente no gane o incluso pierda porque se haya empachado y coma menos. También es normal que si pesa con 4 meses 8 kg cuando lo normal sería que pesara 6, ralentice su crecimiento desde ese momento y pase a no ganar nada en un mes.

Evolución de la talla en los primeros meses de vida

En cuanto a la talla, hasta que se cumplen los dos años lo que se mide es la longitud (tumbado). A partir de esa edad se mide la talla (de pie). Los primeros días puede haber un aumento llamativo de la longitud. A veces es más debido a una mayor relajación del recién nacido (se estira mejor) que a un crecimiento real. Los dos primeros meses suele crecer unos 3-4 cm por mes. Desde entonces se irá frenando, de modo que a partir de los 9 meses suele ganar uno centímetro por mes hasta los 2 años.

Los 3 parámetros más usados para controlar el crecimiento en los niños son peso, talla y perímetro cefálico (circunferencia de la cabeza).
En el primer año de vida son peso y perímetro cefálico los que tienen una mayor importancia para controlar el correcto desarrollo del niño.
Este último, el perímetro cefálico, para ser valorado correctamente hay que saber medirlo bien e interpretarlo conjuntamente con el grado de cierre de las suturas de la cabeza y su forma. Algo realizable por un pediatra, por lo que no tendría mucho sentido que os de unos valores de referencia que de poco os valdrán. Desde el cierre total de las suturas del cráneo (que suele ocurrir entre los 6 y los 15 meses) el control del desarrollo pasa a centrarse más en peso y talla.

La talla suele tener un crecimiento más regular, que puntualmente puede acelerarse por la fiebre. No es que como dice la gente le de fiebre porque va a crecer, sino al revés. El crecimiento es continuo y no tenemos fiebre de forma continua. Lo que sucede es que cuando tenemos cualquier infección por la que sube la fiebre, al aumentar la temperatura del cuerpo se acelera el metabolismo, y como parte de él, se crece más rápido. Es como si pisáramos el acelerador.

Los dolores de crecimiento

Otra cosa que suele relacionar la gente con el crecimiento son los dolores articulares. También falso. El crecimiento no duele.

Los dolores atribuidos al crecimiento, son en realidad dolores por sobrecarga. Los niños no paran, incluso cuando se hacen daño, en muchos casos, al no ser un traumatismo con fractura ni esguince grave, pueden y de hecho siguen jugando. Después, cuando paran, al enfriarse, los pequeños daños de articulaciones, tendones y músculos empezarán a hacerse más evidentes y a doler. Ese tipo de dolores no es típico de los niños mientras crecen por el crecimiento, sino por el tipo de actividad que tienen. De hecho es el mismo tipo de dolores que mantienen los deportistas (aunque ya no crezcan). Desde que se estabilice el crecimiento de la talla a partir de los 2 años en torno a 5-7 cm por año, se mantendrá a ese ritmo hasta la pubertad.
Entonces llegará el “estirón” del cambio hormonal en el que pueden crecer a un ritmo de entre 6 y 12 cm por año durante 2-3 años tras los cuales se frenará bruscamente por el cierre completo de los cartílagos de crecimiento de los huesos largos.
Desde ese momento tendrá la que será su talla adulta con variaciones de no más de 5 cm.

¿De qué depende que un niño llegue a ser más o menos alto?

Hay una gran variedad de factores que influyen en ello. Vamos a tratar los principales.

  • La herencia genética: suele decirse que se puede calcular la talla futura de un niño en función de la de los padres.
    Sin duda la información genética que determinó la talla de los padres influirá en el hijo de forma similar, hasta el punto de que muchos niños bajos no tienen más causa para su escasa talla que el provenir de una familia de talla baja (talla baja familiar).
    Pero es imposible determinar con exactitud la talla futura de un niño sólo en función de ello.
    Si fuese así la talla media de nuestros hijos sería la misma que la nuestra y es evidente cuando estudiamos las 3 ó 4 últimas generaciones de españoles que se ha producido un aumento significativo de la talla media.
    Eso no puede ser por herencia a no ser que los padres legítimos de una cada vez mayor proporción de españoles sean turistas suecos. Si es así debe ser uno de los secretos mejor guardados de las españolas. ;P
  • La nutrición: el principal factor que ha propiciado ese crecimiento en las últimas generaciones ha sido el nutricional.
    De hecho la talla media de cualquier país aumenta con el progreso económico. Algún lector avispado en este punto me diría que no debe ser entonces tan mala la alimentación actual infantil que critico en otros artículos de esta web.
    Pues se siente, pero me mantengo en mis trece. La alimentación infantil actual es una basura, mezcla del marketing y la hiper selección caprichosa de alimentos.
    Que tiene el efecto secundario del mayor crecimiento de nuestro hijos, pues sí. Que es a costa de reducir sensiblemente su calidad de vida futura, pues también.
    De hecho lo que había antes era una carencia de alimentación, no en calidad (que era sensiblemente mejor) sino en cantidad. Antes estaban desnutridos por falta de comida. No alcanzaban la talla de las nuevas generaciones por que aunque su plano genético era tan bueno como el nuestro había carencia de ladrillos para construir.
    Hoy esa falta no existe, hay exceso de oferta alimentaria, de hecho y haciendo honor a la verdad la calidad de los alimentos no procesados es también mayor que la que había antes.
    El problema está en la forma tan desequilibrada en que los consumimos. Junto con los ladrillos necesarios para construir estamos metiendo mucho embalaje, mucho adorno y mucha vidriera. El resultado, como en cualquier construcción es que cuando sustituimos los ladrillos por adornos y vidrieras el edificio se embellece, pero si nos pasamos pierde resistencia y puede derrumbarse.
    Hoy en día estamos sustituyendo los azúcares complejos por refinados y aumentando la proporción de grasas, proteínas y sales en la dieta.
    Resultado: más altos, más obesos, más hipertensos, colesterol alto, diabetes, cáncer…
  • El tercer factor fundamental que determina la talla final de un niño es la edad con la que se produzca la pubertad. El crecimiento en talla se produce fundamentalmente por el crecimiento de los huesos largos del cuerpo. Estos huesos suelen tener en cada uno de sus extremos un cartílago con hueso a ambos lados. El hueso como tal crece poco o nada, es una estructura bastante rígida. Estos cartílagos son más flexibles y cuando sus células se multiplican, la matriz que los envuelve puede crecer. En su límite con el hueso esta matriz va poco a poco solidificándose transformándose en hueso, pero mientras este proceso sea más lento que la multiplicación de las células del centro del cartílago el hueso seguirá creciendo. Es lo que pasa durante toda la infancia. Lo que antes referíamos a la relación de fiebre y crecimiento se debe a que la fiebre estimula la reproducción de las células cartilaginosas. Cuando llega la pubertad, hay un aumento en la secreción de hormonas sexuales. Estas hormonas tienen un efecto potente sobre la maduración del cartílago de crecimiento. De modo que producen una aceleración del crecimiento pero acaban por agotarlo. El resultado son los 2-3 años de crecimiento más rápido en talla de la vida tras los cuales se para casi en seco. Por ello la edad de comienzo de la pubertad resulta determinante.
    Hay niños que la empiezan antes de modo que rápidamente superan al resto de sus compañeros de clase. Pero al haber iniciado ese último tramo de crecimiento rápido desde niveles más bajos, una vez finalicen el proceso quedarán por debajo del resto.
    Aquellos que iniciaron la pubertad en último lugar han seguido creciendo al ritmo lento del resto de la infancia durante más tiempo, y al iniciar la última fase de crecimiento rápido lo hacen desde una talla mayor superando en la mayoría de los casos a los que fueron más precoces.
    Esta es la razón por la que la mayoría de los hombres son más altos que la mayoría de las mujeres: Los hombres maduran después.
    Cuando tenemos un niño con talla baja una de las primeras pruebas diagnósticas que pueden orientarnos hacia el pronóstico de talla es comprobar el estado de sus cartílagos de crecimiento respecto a su edad. Esto nos indica si el proceso de maduración final está ya iniciándose y en que grado se ha completado.
    Así, un niño con una edad de 10 años cuya talla corresponda a la de un niño de 9, si presenta en la radiografía unos cartílagos correspondientes a 8 años no tendrá problema en alcanzar la talla media, incluso superándola con facilidad.
    Si este mismo niño en la radiografía tiene unos cartílagos equivalentes a una edad de 11 años quiere decir que no solo tiene una talla inferior a la media de su edad sino que dado que ha agotado una porción de su potencial de crecimiento mayor al que correspondería para su edad, las posibilidades de recuperar ese atraso se reducen considerablemente.

Tabla de Crecimiento de la Organización Mundial de la Salud

Categorías
Blog

Picadura de abeja

¿Qué hacer si a tu hijo le pica una abeja?

Remedios caseros nada más picar y tratamientos para reducir la reacción posterior. ¿En qué casos hay que acudir al médico?

En verano son frecuentes las picaduras de abeja. Aunque bastante menos que las de avispa.

 

Su picadura suele producir una sensación de dolor y quemazón intensa. Su veneno es más potente que el de las avispas.

El mayor problema que plantea es la reacción alérgica que puede desencadenar y que depende de la persona a la que pica.

Pero también puede ser grave cuando se reciben muchos picotazos. Cosa que puede ocurrir con más facilidad que con las avispas.

Hay  a quien no le hace casi reacción y ha resuelto el problema en menos de dos días.

Pero hay gente que pueden tener reacciones tan intensas que produzcan incluso ahogo o un intenso malestar.

¿Qué hacer si a tu hijo le pica una abeja?

El veneno de las abejas es ácido, con lo que si, nada más picar, aplicamos alguna sustancia alcalina, lo neutraliza.

Puede usarse cualquiera de los álcalis que tenemos más a mano:

Amoniaco o bicarbonato, pero diluidos…

No conviene apretar la picadura, ya que produce más inflamación.

Una de las diferencias esenciales con la picadura de avispa, es que tras la picadura de abeja, el aguijón se queda en la piel junto con una especie de tripita. La abeja se marcha, pero muere poco después.

Hay que extraer el aguijón, pero sin presionar esa bolsita, ya que contiene veneno que si apretamos, introducimos en la piel.

La forma de extraer el aguijón es usando una aguja para sacarlo empujándolo desde la base.

 

extraer aguijón de abeja
Extraer aguijón de Abeja

 

Sí se puede aplicar frío o agua (pañitos mojados, hielo…)

En personas que sabemos que sufren reacción a las picaduras de abeja, para reducirla podemos usar cremas de corticoides (directamente sobre la zona de la picadura) o antihistamínicos (por boca).

¿En qué casos hay que acudir al médico tras picaduras de abeja?

Hemos dicho que el problema en las picaduras de abeja es fundamentalmente la reacción alérgica a ellas, que puede ser muy intensa en algunos casos. Pero en las abejas también puede ser grave la intoxicación que produce su veneno si ha recibido muchas picaduras.

Lo habitual es que pique una sola abeja y haga una reacción en torno a la picadura más o menos intensa.

Pero tanto si hay muchas picaduras como si es sólo una, a veces notamos:

– Malestar general.

– Dificultad para respirar.

– Inflamación intensa incluso en zonas alejadas de las picaduras.

En cualquiera de esos casos conviene acudir a urgencias.

Si disponéis en casa de algún antihistamínico y corticoide (en los casos conocidos de alergia a picaduras es recomendable tenerlos y que tu pediatra te apunte las dosis en caso de picadura), dáselos antes de salir hacia urgencias. Ya que a veces la reacción puede ser muy rápida.

¡¡ Colaborad para hacer crecer esta comunidad !!

Al pulsar «me gusta» facilitáis que vuestros amigos

encuentren esta información.

Categorías
Vacunas

Vacunas en niños y bebés

Vacunas en niños y bebés. Calendario vacunal infantil en Andalucía y recomendaciones de la AEP explicado por un pediatra a los padres.

 

Calendario Vacunal en Andalucía (España)

Uno de los problemas que nos encontramos al hablar de Vacunas es que cada administración sanitaria tiene su propio programa.

En teoría eso permitiría que cada zona geográfica pueda tener un calendario acorde a sus características. Por ejemplo, hay países donde la vacuna de la Polio es oral y otros como el nuestro donde es pinchada. La razón es que la oral se da en zonas donde aún existe Polio y la pinchada en zonas donde se considera erradicada.

En la práctica, ciertas diferencias de los calendarios vacunales entre las Comunidades Autónomas en España no se justifican más que por la falta de coordinación o el deseo de no coordinarse. Lo que genera confusiones a los pacientes que podrían evitarse.

Como orientación os muestro el Calendario de Vacunaciones de la AEP de este año:

Aparecen en azul claro las vacunas incluidas en calendario de todo el territorio español.

Hay un error. En Andalucía y otras comunidades, la Vacuna contra el Neumococo no está incluida en el calendario oficial, para ponérsela los padres deben comprarla en la farmacia.

Puede comprarse con receta.

Pero la receta de la Seguridad Social, MUFACE, MUGEJU o ISFAS sólo es válida si va sellada por el inspector de la compañía.

Y el inspector sólo la sella si va acompañada de un certificado del pediatra que diga que padece una inmunodeficiencia, bronquitis crónica, cardiopatía…

Si pedís a vuestro pediatra que os haga ese certificado sin que sea cierto le estáis solicitando que cometa falsificación en documento público: delito penado con 2 años de cárcel e inhabilitación para ejercer la medicina.

En azul oscuro aparecen las que la Asociación Española de Pediatría recomienda.

En violeta las que se ponen a determinados grupos de riesgo.

En Andalucía el calendario vacunal es:


 

¿PORQUÉ VACUNAR A TU HIJO?

TEORÍAS EN CONTRA DE LA VACUNACIÓN. 

VACUNAS RECOMENDADAS:

NEUMOCOCO

ROTAVIRUS

VARICELA EN ANDALUCÍA

NO DAR APIRETAL ANTES DE LA VACUNA

Categorías
Vacunas

¿Porqué vacunar a tu hijo?

¿Porqué vacunar a tu hijo? Razones para vacunar a tu hijo. Porqué todos los países desarrollados tienen programas de vacunación similares y los demás quisieran tenerlos.

Las vacunas son una de las herramientas médicas que más vidas ha salvado desde su invención. Y que más secuelas ha evitado.

Conviene recordar un poco de historia.

La viruela y la Poliomielitis. Dos ejemplos claros del gran éxito de las vacunas.

La viruela era (ya no existe) una infección que casi todo el mundo pasaba más tarde o más temprano, como la varicela. Pero con altas tasas de mortalidad.

Hasta tal punto era asesina, que en América, donde no se conocía hasta la llegada de los europeos fue una de las responsables de la aniquilación de los nativos americanos.

Ya no se vacuna en España desde los años 70 en que se erradicó de este país. Y a nivel mundial hace décadas que ya no se vacuna y no se ha detectado ni un sólo caso.

La poliomielitis es otra infección viral que cuando no mataba, entre otros producía daños nerviosos y musculares en muchos casos irreversibles dejando al paciente desde una ligera cojera, hasta la incapacidad para poder respirar por sí mismo.

Está erradicada en todo el mundo desarrollado y se aspira a eliminarla como la viruela en los próximos años.

Otros ejemplos de vacunas de éxito: 

El tétanos. La invención de su vacuna hizo mundialmente famoso a Louis Pasteur.

Antes de su invención miles de personas morían todos los años por heridas infectadas por un germen que no podemos eliminar del mundo en que vivimos.

El sarampión. En EE.UU. morían todos los años decenas de miles de niños infectados con sarampión.

Desde que el programa de vacunación cubre a toda la población, en Estados Unidos no llegan a la decena de casos de muerte al año y sistemáticamente son niños no vacunados.

La rubéola. En mujeres embarazadas era causante de abortos y malformaciones en los ojos, el corazón, el cerebro…

Un poco de memoria:

Estas imágenes ya no se ven hoy en día, pero se debe a un solo motivo, las vacunas.

Le hemos perdido el respeto a enfermedades que las vacunas evitan, precisamente porque nuestra generación no las ha conocido. ¿Vamos a tener que verlas de nuevo para reaprender el valor de las vacunas?

Esto no quiere decir que cualquier nueva vacuna que se invente sea necesaria o recomendable, ni que no sean mejorables. Pero no entiendo cómo se puede ser «antivacunas».

   

 

 

Teorías en contra de la vacunación

Categorías
Blog

Convulsión febril en niños y bebés

Explicación para padres sobre las convulsiones con fiebre en niños y bebés. Porqué se producen, qué hacer, consecuencias a largo plazo.

 

 

¿Qué es una convulsión febril típica en un niño o bebé?

Algunos niños y bebés, entre los 6 meses y los 6 años, pueden sufrir ataques cuando les sube la fiebre.

Se debe a que los niños menores de 6 años tienen un cerebro en el que se está formando el aislamiento entre los nervios (mielinización).

Hasta que este proceso es lo bastante efectivo, en algunas condiciones (la fiebre por ejemplo), se excita la actividad de las neuronas (células nerviosas) y puede desencadenarse un cortocircuito, con una descarga que hace que el niño pierda el conocimiento y haga movimientos extraños.

Por tanto para que se produzca una convulsión febril típica, debe haber pérdida de conocimiento y alteración de los movimientos normales del niño.

Esos movimientos pueden ser como sacudidas rítmicas (no un temblor como cuando tienes frío, que es normal en la fiebre).

Pero a veces lo que hay es una ausencia de movimiento: el niño se queda simplemente rígido, o pierde la fuerza y se desploma.

En algunos casos puede haber incluso combinación de varias de esas alteraciones.

Todo esto coincide con un aumento de la temperatura (a veces no demasiado alto).

Lo normal es que ceda en menos de 15 minutos, y que después el niño quede con algo de somnolencia. Pero al rato está totalmente normal.

Suele dar el primer día que empieza la fiebre, y es habitual que aunque en los siguientes días suba aún más la fiebre, no desencadene otra convulsión hasta semanas después, si aparece otra infección.

¿Qué hacer en una convulsión febril de un niño o bebé?

Hay una medicación que suele recomendarse que tengan en casa todos los padres de niños que han tenido alguna vez una convulsión con la fiebre: Diazepam rectal de 5mg (Stesolid).

Es un enema pequeño, fácil de poner en las convulsiones cuyo efecto como relajante muscular hace que ceda.

Aunque su absorción es muy irregular (su principal defecto) suele cortar la convulsión en menos de 5 minutos, por lo que en niños de más de 10 kilos de peso se puede repetir pasados los 5 minutos si no cede.

Ante una convulsión con fiebre, si se tiene el Stesolid, es lo primero que debemos ponerle.

Evitar que con los espasmos se golpee contra objetos próximos retirándolos de su alcance.

Procurar que pueda respirar bien, eliminando cualquier objeto de la boca (por ejemplo si estaba comiendo) y procurando que haya aire (abrir las ventanas y que no se agolpe la gente a su alrededor).

Una vez que cede la convulsión, si la fiebre es alta dar algo para que ceda.

Si está consciente se puede dar en jarabe (Dalsy, Apiretal, Metalgial…), pero si sigue somnoliento, es mejor ponerlo en supositorio (Febrectal, Efferalgan, Melabón, Nolotil…).

Como cualquier tratamiento para la fiebre tarda en torno a una hora en empezar a hacer efecto, mientras se puede ir bajando la temperatura por medios físicos (meter en la bañera con agua templada, o liar al niño en una toalla húmeda templada).

Tras todo esto y aunque se recupere bien de la convulsión, debe ser valorado por un pediatra para cerciorarse que la crisis ha cedido sin complicaciones y tratar la infección desencadenante de la fiebre.

Consecuencias a largo plazo de las Convulsiones febriles en niños y bebés

Se han hecho estudios para comprobar si a largo plazo las convulsiones febriles de niños y bebés se asocian a algún otro problema, como epilepsia o retraso mental…

Los resultados fueron algo sorprendentes. Estas patologías no sólo no aparecen con más frecuencia en niños que han tenido convulsiones con la fiebre, sino que parece ser que cuando crecen, son niños con mayor capacidad de concentración y más dotados por ejemplo en los estudios. Si quieren, claro…

Cuando cuento esto a los padres, suelen decirme:

«Pues mira, prefiero que luego sea del montón, pero que no me dé más estos sustos.»

Categorías
Blog Calculadoras

Tablas de percentiles de la OMS

Gráficas de crecimiento en niños y bebés.

Cómo interpretar las Tablas de peso y talla en niños y bebés. Explicado con claridad a los padres, para entender si tu hijo está dentro de lo normal o si no es así, qué hacer.

ESCOGE LA TABLA DE PERCENTILES DE CRECIMIENTO SEGÚN EL SEXO Y EDAD DE TU HIJO.

Son las tablas de percentiles de peso y talla de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hay otras muchas tablas hechas por zonas geográficas. Pero estas son las que la mayoría de agrupaciones de pediatría usan como consenso.

Escoge la tabla de percentiles adecuada según el sexo y edad de tu hijo. La edad, intenta que quede lo más centrada posible en el rango de la tabla. Para un niño de 2 años, es mejor usar la tabla de 0-5 años que la de 0-2 años.

NIÑOS NIÑAS
PESO 0-2 AÑOS 0-5 AÑOS 5-10 AÑOS 0-2 AÑOS 0-5 AÑOS 5-10 AÑOS
TALLA 0-2 AÑOS 0-5 AÑOS 5-19 AÑOS 0-2 AÑOS 0-5 AÑOS 5-19 AÑOS

INTERPRETACIÓN DE LAS TABLAS DE PERCENTILES DE CRECIMIENTO DE LA OMS

En todas las tablas de percentiles de la OMS, el eje horizontal expresa la edad, y en el eje vertical el peso o la talla según de lo que sea la tabla.
Os aconsejo que miréis la tabla que incluya la edad que deseéis consultar más centrada. Así en niños de 1 año, se verá mejor en la de 0-2 años. Mientras que en niños de 2 años se verá mejor en la de 0-5 años.

Los percentiles de crecimiento y su interpretación en tablas

Las diferentes líneas que van marcadas con  P3, P15, P50, P85 y P97 corresponden a los percentiles 3, 15, 50, 85 y 97.
Un percentil expresa el porcentaje de población que siendo normal está por debajo de esa línea:
Así si el peso de un niño está en el percentil 15 quiere decir que el 15% de los niños normales tienen un peso inferior a ese.

En cuanto a la falta de peso o talla según la tabla de percentiles:

El percentil 3 de peso y talla se usa habitualmente como límite de alerta absoluto.

Es decir, que cuando un pediatra ve un niño con un peso o talla por debajo del percentil 3 se recomienda realizar estudios para descartar las posibles enfermedades causantes de ese retraso.

Aunque un 3% de los niños normales tienen un peso o una talla por debajo de esas cifras sin tener ninguna patología, son así.

De hecho la frecuencia de enfermedades capaces de producir este retraso afectan a menos del 3% de la población, con lo que es más frecuente que simplemente sean así, de modo que en la mayoría de estos niños no se acaba detectando ninguna causa tratable.

Pero conviene hacer el estudio, porque en los niños que sí existe una enfermedad de base, esta es tratable y el peso y talla recuperables.

Cómo valorar el sobre-peso comparando las tablas de peso y talla

Para valorar el peso que le pueda sobrar a un niño con sobre-peso miramos primero la talla del niño.

Si por ejemplo tiene una talla equivalente al percentil 85, su peso ideal sería el que corresponda a percentil 85 para su edad.

De modo que le sobrará el peso que suba por encima de ese valor.

Ejemplo:
Niño se 8 años con una talla de 133 cm y un peso de 33 kilos.
133cm equivale según la tabla al percentil 85 para 8 años.
El percentil 85 de peso par 8 años corresponde a 29,5 kilos. Con lo que al niño le sobran 3,5 kilos.

Evolución de los percentiles de crecimiento:

A lo largo del crecimiento, un niño normal puede acelerar o enlentecer su aumento de peso o talla por muchos motivos sin que suponga un problema.

De hecho, es frecuente que niños que toman sólo pecho y tienen percentiles muy altos de peso, en torno a los 4-8 meses frenen su aumento de peso sin que haya ningún problema de salud que lo cause, acercándose al percentil 50.
Asimismo, si un niño tiene desde su nacimiento un peso en percentiles por debajo de 50 pero más o menos estables, no hay que preocuparse, eso es lo normal para él.
Pero si un niño de forma continuada va bajando de percentiles a partir de un momento determinado en varios controles, conviene plantearse si ha podido ocurrir algo que cause ese descenso.

Ejemplo:
Cuando introducimos la leche artificial o el gluten, aquellos niños que no pueden digerir bien alguno de estos alimentos, es frecuente que empiecen a frenar su crecimiento. Aunque no vomiten, ni tengan diarrea ni erupciones en la piel al comerlos.

Si a partir del momento que introducimos alguno de esos alimentos el peso empieza a frenar claramente su aumento hay que hacer pruebas para estudiar si tienen un problema con él.

Categorías
Blog

Espasmos del sollozo en niños

Espasmos del sollozo en niños

Hay niños que pierden la conciencia si lloran con intensidad. Qué es el espasmo del sollozo y qué importancia tiene.

¿Qué es un espasmo del sollozo?

Lo llaman también apnea del sollozo. Es una variante de las rabietas y por tanto es más frecuente en la misma edad que estas, es decir, entre el año y los tres años.

En realidad se trata de un mecanismo de defensa del cerebro. No se asocia a secuelas, porque precisamente su función es evitarlas.

Algunos niños tienen mucho genio. Cuando lloran, lo hacen con tal intensidad, que pueden llegar a cortar la respiración durante bastantes segundos (se quedan «pillados», como dicen algunos). Si no respira, la cantidad de oxígeno que llega al cerebro empieza a bajar. Y si eso se mantiene puede provocar daños.

Ante esa situación, algunos niños tienen predisposición a desencadenar un mecanismo de seguridad del cerebro. Consiste en que la consciencia se pierde, y toma el mando de la respiración el cerebro inconsciente. Haciendo que suba la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. Cuando eso se normaliza, a los pocos segundos, el niño recupera la consciencia.

¿En qué se parecen y en qué se diferencian los espasmos del sollozo de una convulsión?

La diferencia con algunos tipos de convulsiones, es que la pérdida de conciencia siempre está precedida por un llanto intenso en el que se interrumpe la respiración. Pero los espasmos del sollozo a veces pueden incluso ir acompañados de sacudidas de brazos y piernas mientras está inconsciente. Lo que hace que pueda confundirse con convulsiones.

Si son frecuentes o hay dudas de si puede ser algún tipo de convulsión, conviene que el neurólogo lo estudie. Pero las convulsiones epilépticas no van precedidas de crisis de llanto.

¿Qué consecuencias a largo plazo tienen los espasmos del sollozo?

Con el tiempo tienden a desaparecer, siendo bastante raro en niños de más de 4 años.

No se asocia con secuelas a largo plazo ni con la aparición de epilepsia cuando crezca…

Pero sí que tienen consecuencias. Las tienen en la relación de los padres con su hijo. Es frecuente que llegue un momento en que los padres temen llevar la contraria a su hijo por si eso le provoca una crisis. Cuando eso pasa, una parte importante de la educación se resiente, y la relación de los padres con su hijo pasa a estar presidida por el miedo.

Creo importante que se entienda la benignidad de los espasmos del sollozo. Para así comprender que aunque le dé la crisis, cuando debemos decir que no, es importante hacerlo.

 

Categorías
Bebé de 6 meses Blog Piel del Bebé y el Niño Protección Solar Quemaduras

Los niños, los bebés y el sol

Proteger a los bebés adecuadamente del sol

Cómo exponer a los niños al sol de forma segura, proteger su piel. Aprende a evitar y tratar las quemaduras solares para proteger la piel de tu hijo.

Siempre me gusta recordar este tema al principio del verano, cuando empezamos a plantearnos actividades al aire libre con los niños. Especialmente antes de ir a la playa.

El sol es algo que llevamos esperando todo el invierno, pero en exceso puede resultar peligroso.

No debemos huir de él como si fuésemos vampiros. Pero tampoco exponer a los niños hasta el punto de que se queme la piel.

Siempre que un niño tiene la piel quemada por el sol, es porque ha estado expuesto más tiempo del que su piel puede soportar.

Estamos cuidando bien su piel si nunca se quema. Si lo hace con cierta frecuencia es que debemos actuar mejor.

Eso varía mucho de unos niños a otros. Los hay que no se queman estando horas a pleno sol y otros que con 10 minutos en las horas centrales del día ya se ponen rojos como cangrejos.

Por poca experiencia que tengamos los padres, todos sabemos el tipo de piel de nuestros hijos y según eso la sensibilidad que tienen al sol.

Medidas claras para proteger a los niños del sol

– La mejor protección solar es no estar al sol. Hay que evitar que los niños permanezcan a pleno sol en las horas centrales del día (de 12:00 a 18:00). No solo por las quemaduras solares. También para evitar las insolaciones.

– La segunda mejor protección es la ropa.

Cremas de protección solar. Siempre que tengamos previsto que un niño se exponga al sol más de lo habitual, conviene usar cremas de protección. Yo recomiendo usar en los niños el mayor factor de protección disponible. En la actualidad +50.

Forma adecuada de usar las cremas de protección solar

Debe aplicarse por primera vez en casa. Eso hace que la piel la fije más en profundidad.

Muchos niños llegan a la playa, le aplican la crema, y al agua. Siendo así no permite que se fije y el agua la elimina. Si no se la habéis puesto en casa, tras aplicársela, esperad al menos 15 minutos antes de meter al niño en el agua.

Ninguna crema solar protege más de 2 horas. Por lo que si se prolonga más tiempo la exposición, conviene volver a aplicar la crema de protección.

Quemadura solar y su tratamiento

Las quemaduras solares más leves son un enrojecimiento de la piel. Cuando ya notamos esto es un signo de que debemos quitar al niño del sol. Si la piel está roja, no basta con volver a aplicar crema. Se acabó el sol hasta que desaparezca el enrojecimiento (lo que puede ser cuestión de horas o de días según el daño recibido).

En estas quemaduras leves conviene mojar la piel con agua para refrescarla, quitar al niño del sol y aplicar cremas antiinflamatorias:

– Puede usarse por ejemplo Physiogel AI intensive / 12 horas. Esta crema baja la inflamación, pero no tiene corticoides.

– En casos más intensos que con cedan con la anterior, podemos usar cremas de corticoides como Cutivate o Lexxema emulsión / 24 horas.

Si duele, puede ayudar algún analgésico, como el ibuprofeno o el paracetamol.

Y si pica, algún antihistamínico como la Dexclorfeniramina.

Pero lo primero y principal es quitar al niño del sol.

En algunos casos aparecen incluso ampollas.

Eso quiere decir que debimos quitarlo del sol hace rato. Así que si sigue al sol debes sacarlo inmediatamente.

Y es recomendable que no vuelva a tomar el sol hasta que se curen las quemaduras. Lo que suele tardar en estos casos en torno a una semana.

Como en el caso anterior, lavamos con agua fría y damos analgésicos para el dolor, pero en caso de ampolla prefiero aplicar cremas con corticoides y antibióticos asociados.

Si os resulta interesante pulsando «me gusta» y compartiéndolo, permitís que otros accedan a esta información.