Categorías
Bebé de 20 meses Blog Bronquitis Edad del Bebé o Niño Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños Infecciones en Bebés y Niños Mocos Qué hacer si mi bebé.... Respiratorias Se Despierta Mucho Síntomas del Bebé y el Niño Enfermos Sueño del Bebé y Niño Tos

Adenoides o Vegetaciones Grandes, ¿Se operan?

Hipertrofia de Vegataciones o Adenoides. Una forma de hiperreactividad

Cuando decimos a unos padres que su hijo tiene grandes las adenoides o vegetaciones suele salir el tema de la operación. ¿Cuándo nos planteamos esta opción y qué podemos hacer para no llegar a ella?

Este artículo lo hago en respuesta a la pregunta de Katy Rojas en nuestra comunidad de Facebook:

“Adenoides.. amigadalas grandes.. ¿Operar o no? ¿Será esa la mejor solución? Algun tratamiento alternativo…”

¿Qué son las vegetaciones o adenoides?

Son el principal órgano de producción de defensas que se encarga de responder a las infecciones que entran por la nariz.

Están justo detrás de la nariz, en la parte alta de la garganta.

Todos tenemos vegetaciones. Incluso cuando nos las han quitado, porque no se eliminan por completo y tienden a reproducirse.

¿Por qué crecen las vegetaciones?

Como cualquier órgano del cuerpo, las vegetaciones crecen cuando tienen más trabajo y se reducen cuando tienen una etapa de menor ocupación.

Las vegetaciones son rápidas creciendo, pero lentas en reducirse.

Entendiendo esto es normal que las vegetaciones:

Crezcan en invierno y se reduzcan en verano. Durante el invierno, las infecciones respiratorias son mucho más frecuentes. Esto hace que crezcan rápidamente con cada catarro. Cuando acaba esa infección empiezan a reducirse lentamente. Pero antes de volver a su tamaño previo llega el siguiente resfriado. El resultado es un crecimiento con altibajos, pero constante, que lleva a que al final del invierno tengan su mayor tamaño. Cuando en verano las infecciones respiratorias se espacian dan tiempo a que el tamaño de las vegetaciones se reduzca entre catarro y catarro más de lo que crece en cada episodio. Y al final del verano alcanzan su menor tamaño.

Crecen más entre los 2 y 4 años. El crecimiento como hemos dicho es acumulativo. Los niños empiezan a pasar infecciones respiratorias con frecuencia desde el primer invierno con más de 6 meses. Y la máxima frecuencia de catarros llega en los 2 primeros años de escolarización. Para los 4-5 años el niño ha sufrido, vencido y fichado a la gran mayoría de los gérmenes que hay en su entorno, y las infecciones empiezan a ser mucho menos frecuentes. Por lo que a partir de los 5-6 años las vegetaciones tienden a reducirse progresivamente de tamaño.

¿Qué síntomas tiene un niño con las vegetaciones grandes?

Cuando las adenoides crecen demasiado generan un doble problema:

– Dificultad el paso de aire.

– Producen moco espeso.

Dificultad para respirar cuanto las Vegetaciones crecen

En condiciones normales se debe respirar por la nariz. Aprendemos a respirar por la boca en la etapa de 1-2 años habitualmente obligados por las vegetaciones y la mucosidad nasal de los resfriados. Mientras un bebé pueda respirar por la nariz, nunca lo hará por la boca.

Cuando las vegetaciones crecen, pueden llegar a ser tan grandes que bloqueen completamente el paso de aire que entra por la nariz. Vemos que el niño tiene que respirar por la boca aunque no veamos moco en la nariz.

Esa dificultad empeora cuando el niño se tumba. El motivo es el movimiento del paladar. El paladar es como una cortina que cuelga.

Cuando nos tumbamos, cuelga hacia atrás, y si las vegetaciones están grandes choca con ellas y cierra el paso de aire.

Cuando nos levantamos, cuelga hacia abajo, y abren el paso de aire.

Por tanto hay una dificultad para respirar por la nariz que mejora de día y empeora de noche en cuanto se tumba. 

A veces esa dificultad es tan intensa que produce interrupciones en la respiración mientras duerme de varios segundos. Es lo que llamamos Apnea del Sueño. 

Moco espeso en la garganta cuando las Adenoides están grandes

Las vegetaciones producen moco. Es un moco espeso que escurre por la garganta y el niño se va tragando.

Cuando estornuda puede salir el velón de moco verde o amarillento.

Si está tumbado, el moco se va acumulando en la garganta y llega un momento que puede despertar al niño tosiendo hasta que consigue eliminar la flema de la garganta.

Durante el día si ese moco, en lugar de tragárselo se va hacia la vía respiratoria, puede toser. Es lo que suele ocurrir cuando se despierta y se incorpora, cuando se agita, llora, corre, salta, se rie… Pero suele ser más persistente de noche.

Hay niños con las vegetaciones grandes en los que lo más llamativo es la dificultad para respirar y otros en los que lo es el moco espeso de garganta.

Este moco, cuando está tumbado puede irse con facilidad hacia los oídos. Y esto hace que mu nos niños con las vegetaciones grandes tengan tendencia a las otitis de repetición.

Ya tenemos los dos principales motivos para plantearnos la Operación cuando las Adenoides están grandes:

Apnea del sueño. Porque empeora seriamente la calidad de vida impidiendo el descanso.

Otitis de repetición. Porque puede generar una pérdida de audición irrecuperable.

Alternativas para mejorar la Apnea del Sueño y las Otitis sin recurrir a la Operación

Una operación, incluso tan sencilla como la reducción de adenoides, tiene sus riesgos.

Por lo que para nadie es plato de buen gusto meter a su hijo en un quirófano si se puede evitar.

De hecho, hubo un tiempo en el que se operaba de vegetaciones con mucha ligereza. Yo lo fui. Y me lo hicieron sin siquiera hacer un preparatorio. De haberlo hecho habrían descubierto que tengo un defecto de la coagulación… Todavía recuerdo la cantidad de sangre que eché tas la operación….

Hoy en día tenemos alternativas para reducir el tamaño de las Vegetaciones sin recurrir a la cirugía. No siempre funcionan. Pero cuando lo hacen evitan una cirugía más agresiva.

Para ver lo que podemos hacer para que las vegetaciones no crezcan tanto debemos entender primero

¿Por qué a algunos niños les crecen mucho más las Vegetaciones que a otros?

Como hemos dicho antes, las vegetaciones crecen para aumentar las defensas contra las infecciones que entran por la nariz.  adenoides.. amigadalas grandes.. operar o no? será es la mejor solución? algun tratamiento alternativo…

Ante un mismo catarro cada persona responde de un modo diferente. Hay niños que casi sin fiebre y un poco de moco acaban con el virus en 1 día. Y otros que con ese mismo virus tienen fiebres altas y muchísimo moco durante una semana.

La Hipertrofia de Adenoides (vegetaciones grandes) es un síntoma más de la Hiperreactividad.

Se trata de niños cuyo sistema defensivo responde de forma demasiado exagerada ante cualquier agresión. Parte de esa respuesta es un crecimiento mayor de lo normal de las Vegetaciones. 

Por eso los tratamientos que pueden mejorar a estos niños son medicamentos que reducen la respuesta del sistema defensivo. Son medicinas habitualmente usadas en los alérgicos:

Antihistamínicos. Reducen la congestión de la mucosa y la producción de moco nasal.

Corticoides. Bajan la inflamación y pueden reducir el tamaño del tejido linfático (del que se componen las Vegetaciones).

Inhibidores de los Leucotrienos. Reduce la tendencia de los tejidos a desencadenar reacciones defensivas intensas.

Muchos niños que tiene ya Apnea del Sueño o Infecciones de Oído frecuentes mejoran claramente si:

Pautamos un Inhibidor de los Leucotrienos durante todo el invierno. Sirve como tratamiento de base.

Cuando hay moco claro de nariz toman un Antihistamínico. Reduce la mucosidad clara abundante de nariz y hace que durante el catarro crezcan menos las vegetaciones.

Cuando hay moco espeso de garganta reducimos el tamaño de las Vegetaciones con un Spray de Corticoide Nasal. Lo que reduce antes el tamaño de las Vegetaciones a su tamaño normal, reduciendo la producción de moco y la obstrucción nasal.

La gran mayoría de las Hipertrofias de Adenoides pueden resolverse hoy en día así, no precisando operación.

Cuando a pesar del tratamiento las otitis siguen siendo frecuentes o la calidad de sueño es mala, la operación puede ser necesaria.

Categorías
Blog Edad del Bebé o Niño Enfermedades Crónicas en Bebés y Niños Enfermedades Raras Malformaciones Congénitas Primer Mes de vida del Bebé Qué hacer si mi bebé.... Recién Nacido

¿Qué hacer si mi bebé recién nacido tiene Hidrocele?

Hidrocele en bebé recién nacido. ¿Hay que operar o no? Complicaciones y hernias.

Tu bebé ha nacido con un hidrocele. ¿Qué es eso? ¿Qué importancia tiene? ¿Hay que hacer algo, o se resuelve sólo?

En los recién nacidos varones, una de las cosas que pueden resultar llamativas cuando nacen, es el tamaño de los genitales.

Muchos al nacer tiene un escroto (la bolsa en la que están los testículos) que parece «bastante grande para tan poco niño».

En realidad no es que tengan unos testículos más grandes de lo normal. Sino que alrededor de ellos hay acumulada una cantidad mayor de líquido.

En esa acumulación de líquido hay dos componentes:

  1. Por un lado, el niño ha estado sumergido en líquido durante nueve meses. Muchos niños nacen hinchados, con los párpados edematizados… Un sitio donde la piel da de si con facilidad es el escroto, y ahí también se acumula líquido con facilidad. Esa parte se resuelve sóla en la semana posterior al nacimiento. De forma que muchos recien nacidos con los genitales «de toro», en una semana «se han quedado en nada».
  2. Luego está lo que es el hidrocele de verdad. Y este puede envolver a ambos testículos, o sólo a uno de ellos. Es lo que queda tras esa primera semana de pérdida de líquidos, o incluso va creciendo a partir de ese momento.

¿Qué es un hidrocele y porqué aparece en algunos recién nacidos y no en otros?

Los testículos se forman dentro del abdomen. Y están cubiertos por una capa que también cubre a los intestinos (peritoneo). Cuando los testículos bajan hacia los genitales, lo hacen envueltos por esa capa, pasando por las ingles (canal inguinal). Por ese canal llegan al testículo los vasos sanguíneos que lo alimentan y sale el conducto por el que el testículo expulsa a los espermatozoides y las secreciones que los acompañan.

A veces ese canal inguinal es más amplio de lo normal y permite el paso de líquido desde el abdomen. Como el escroto es una piel que da de si con facilidad y tiene menos presión que la pared del abdomen, en algunos niños se va acumulando líquido poco a poco en esa zona. Eso es un hidrocele.

¿Qué importancia tiene que un recién nacido tenga un hidrocele?

El hidrocele tiene tres problemas fundamentales:

  1. Estético. Cuando el hidrocele va creciendo, tiene tendencia a seguir haciéndolo. Con lo que más tarde o más temprano tiene un tamaño que «no queda bien». Aparte de que molesta.
  2. Fertilidad. El testículo está en el escroto, porque para funcionar bien necesita una temperatura más baja que la que hay en el interior del abdomen. Cuando los testículos no bajan pierden fertilidad y poco a poco van produciendo menos espermatozoides y de peor calidad. El hidrocele, tiene el problema de que hace una manta líquida alrededor del testículo que aumenta su temperatura. Y eso, si no se soluciona, con el tiempo produce pérdida de fertilidad.
  3. Hernias. Cuando un bebé tiene un hidrocele, quiere decir que el canal inguinal es más amplio de lo que debería. Eso hace más fácil, que con un esfuerzo, pueda escapar por ese canal parte del intestino. Eso es una hernia inguinal.

¿Hay que hacer algo con los hidroceles en bebés, o se resuelven solos?

En muchos casos, los hidroceles empiezan a reducirse sólos, y acaban por desaparecer. Pero cuando esta evolución no es clara o lo que se aprecia es justo lo contrario (van creciendo), la solución es la operación.

Es una operación bastante sencilla y que da muy buenos resultados.

Categorías
Blog

Las Anginas, Amigdalitis

Anginas, infección de garganta en niños explicadas de forma comprensible

Todos necesitamos respirar. Y en el aire hay miles de microbios de los que algunos tienen las condiciones para crecer en el interior de nuestro cuerpo.

Muchos de ellos crecen en nuestra piel, nariz, garganta e intestino sin dar problemas, simplemente ocupando espacio (en algunos casos como en el intestino ayudándonos a digerir los alimentos).

Ya que la principal vía de entrada de estos gérmenes es la garganta, el cuerpo ha desarrollado a su alrededor un Anillo Defensivo formado por las anginas (las dos pelotitas, a veces no tan -itas, que se ven a los lados de la garganta cuando abrimos la boca) y las vegetaciones (en la parte alta de la garganta, al fondo de los huecos de la nariz, que no se ven directamente abriendo la boca, porque quedan más arriba).

Las anginas tienen una forma ovalada con más o menos irregularidades. Hay niños que tienen muchos huecos en los que se acumula comida (que se pudre haciendo que tengan mal aliento) y hace más fácil que aniden infecciones.

Su tamaño varía desde algunos en los que casi no se aprecian hasta otros en los que chocan entre sí dejando el espacio justo para que uno respire con dificultad, roncando de noche… Crecen con cada infección contra la que reaccionan y se reduce poco a poco si no tiene estímulos.

Cada vez que tenemos una infección en la garganta, se inflama la mucosa de toda la garganta y las propias amígdalas. A veces sobre las amígdalas empiezan a formarse placas (que no es otra cosa que las colonias de microbios creciendo con el exudado defensivo de la propia mucosa).

Habitualmente las placas las forman las infecciones bacterianas y las provocadas por virus no producen placas.
Pero hay alguna infección bacteriana que no genera placas y alguna infección viral capaz de producirlas.

La importancia de diferenciar entre virus y bacterias está en su diferente evolución y tratamiento:

– Los virus son resistentes a los antibióticos y su evolución es independiente del tratamiento de modo que suelen aumentar los síntomas (fiebre, dolor, mocos, tos) durante los 2-3 primeros días, hasta que el cuerpo empieza a formar defensas contra el virus que frenan su multiplicación haciendo que mejoren los síntomas poco a poco hasta desaparecer 2-3 días después.
Con lo que entre subida y bajada duran habitualmente de 4 a 6-7 días.
En estos casos el tratamiento va dirigido a combatir los síntomas más molestos para hacer la infección más llevadera mientras la vence nuestro sistema defensivo.

– Las bacterias son sensibles a los antibióticos, suelen ceder uno o dos días después de iniciar el tratamiento. Las infecciones bacterianas tienen además tendencia a producir complicaciones que pueden evitarse dando el antibiótico.

En los primeros 2-4 años de vida estas infecciones son muy frecuentes, pudiendo llegar a tener una cada semana o cada 2 semanas. El hecho de que sean frecuentes no significa que el niño tenga las defensas mal, sino que ha tenido contacto con varios gérmenes que aún no había fichado.

La mayoría de esas infecciones están producidas por virus (3 de cada 4 ó más).

Pero hay niños que tienen infecciones bacterianas con mucha frecuencia.

Entre las bacterias capaces de producir estas infecciones hay una, el estreptococo piógenes que tiene tendencia a colonizar la garganta de forma mantenida.

Cuando se mantiene mucho tiempo allí, el cuerpo empieza a reaccionar contra el germen. Esa reacción en algunos casos puede producir problemas reumáticos.

En una analítica de sangre, podemos detectar un anticuerpo, el ASLO, que puede decirnos si ha tenido contacto con ese microbio y si éste ha sido más o menos constante.

Recogiendo una muestra de la mucosidad de la garganta, podemos saber si el estreptococo sigue allí y a qué antibiótico es más sensible. Pero no siempre conseguimos que crezca en el cultivo.
 

Criterios para quitar las amígdalas

Cuando hay infecciones muy frecuentes las anginas van creciendo hasta que llega el punto que durante la noche le hace roncar, pudiendo interrumpir la respiración durante períodos de más de 10 segundos. Nunca se ahogan, pero el nivel de oxígeno puede bajar haciendo que el niño esté en situación de alerta durante el sueño, lo que hace que no descanse (esto se llama Apnea del sueño).

Cuando no conseguimos eliminar el germen (el ASLO permanece alto) o las anginas crecen tanto que aparece Apnea del sueño debe valorarse el quitar las anginas, de lo que se encarga el Otorrinolaringólogo.

Categorías
Bebé de 23 meses Blog Dolor fiebre Graves Infecciones en Bebés y Niños Mocos Respiratorias

Mastoiditis en niños

mastoiditis en niños

La Mastoiditis es una complicación que aparece a veces en infecciones de oído. Puede ser grave y suele necesitar tratamiento hospitalario.

Es la complicación más frecuente de una infección de oído. Pero aún así no es habitual.

¿Qué es una Mastoiditis y cómo se origina?

Detrás del oído hay un bulto que todos tenemos. Al tocarlo es duro. Es un bulto de hueso llamado apófisis Mastoides.

apófisis mastoides

Su interior es poroso.

A veces una infección de oído puede extenderse a su interior acumulando pus.

Eso es la Mastoiditis.

Lo que podemos apreciar es un bulto doloroso, enrojecido y caliente tras la oreja.

Para que aparezca esta complicación un niño debe tener una otitis con infección bacteriana en el oído medio. Y esto no es tan frecuente como creemos. La mayoría de las otitis medias son producidas simplemente por acumulación de moco a presión tras el tímpano.

Hay niños que tienen tendencia a sufrir otitis de este tipo simplemente porque tienen las vegetaciones grandes o la salida de ese moco hacia la garganta no se hace bien a través de la Trompa de Eustaquio.

Como consecuencia el moco tiende a acumularse. En muchos casos esto produce un dolor que aparece cuando está tumbado un rato (de noche o en la siesta) y que cede cuando lleva un rato incorporado. Ya que tumbado el moco cae hacia el oído aumentando la presión y cuando se incorpora un rato el moco vacía hacia la garganta bajando la presión.

Cuando un dolor de oído es permanente y no cede tras un rato de estar incorporado pensamos que realmente puede haber infección en el oído.

A veces puede llegar a perforar el tímpano y salir la supuración hacia fuera. Aunque pueda asustar, suele ser positivo. Ya que cuando la pus sale el dolor mejora y es más fácil que el cuerpo elimine la infección.

La mayoría de las Mastoiditis se producen precisamente porque el tímpano no se perfora, retiene la infección a presión y acaba extendiéndose a zonas próximas como la mastoides. Aunque en algunos casos puede llegar a aparecer la mastoiditis incluso tras perforarse el tímpano.

El tratamiento de la Mastoiditis

En un principio el tratamiento es antibiótico. En casos muy leves se puede dar por boca.

Pero en muchos casos es necesario administrarlos por vía intravenosa (en suero) para que el antibiótico alcance suficiente concentración en el foco de la infección. Esto significa ingreso hospitalario para administrar el tratamiento.

Tras poner el tratamiento se controla la evolución valorando al niño y haciendo analíticas:

  • Lo normal es que la fiebre empiece a bajar 24-48 horas después de iniciar el tratamiento antibiótico. Si no es así hay que pensar en que el germen causante sea resistente a este antibiótico, que haya que subir la dosis o que haya que drenar la Mastoiditis.
  • La inflamación tras la oreja y el dolor deben también empezar a reducirse claramente.
  • Hacemos analíticas en las que nos fijamos sobre todo en dos aspectos:
    • Leucocitos. Son las células del sistema defensivo en sangre. Cuando una infección bacteriana es grave pueden estar altas o bajas, pero tienen sobre todo un tipo de leucocitos, los neutrófilos. Son los que luchan contra las bacterias.
      • Si suben los leucocitos. En principio es un signo de que la infección es intensa y el cuerpo se está defendiendo. Un aumento de los leucocitos tras iniciar el tratamiento antibiótico suele indicar que el germen causante es resistente.
      • Si bajan los leucocitos. Si tras iniciar el tratamiento antibiótico los leucocitos van bajando con mejora del estado general del niño, bajada de la fiebre y reducción de la inflamación tras la oreja, es una buena señal. Pero si bajan con empeoramiento de lo demás es muy mala señal. Significa que el sistema defensivo del niño se está agotando.

Cuando a pesar del tratamiento antibiótico intravenoso la evolución no es buena, puede ser necesario operar para que salga el pus hacia fuera. Si se opera suele dejarse un drenaje para que la pus salga con más facilidad y tras unos días se cierra.

Como en todas las enfermedades infecciosas graves debemos tener claro que hay que confiar en los profesionales que atienden a nuestro hijo. Y que cuantos más días pasen sin empeorar la situación más probable es que se cure.

Si os ha resultado útil difundidlo dando a «me gusta» o «compartiéndolo» con vuestros amigos.

Categorías
Bebé de 2 meses Blog Vómitos

Estenosis hipertrófica de píloro

La Estenosis hipertrófica de píloro es un problema que puede aparecer en las primeras semanas de vida haciendo que el bebé vomite todo lo que toma.

¿Qué es una Estenosis Hipertrófica de Píloro?

El Píloro es el cierre que hay entre el estómago y el duodeno (que es la primera porción del intestino).

Tiene la fuerza suficiente para retener la comida en el estómago hasta que este acaba su trabajo.

Entonces el Píloro se relaja y deja pasar el contenido del estómago hacia el intestino, donde continuará la digestión.

En el estómago se produce ácido. Este ácido hace uno de los pasos de la digestión. El estómago está preparado para aguantar esta acidez. Pero el intestino no. Si el píloro no funcionase bien y dejase escapara el contenido del estómago hacia abajo antes de compensarse la acidez aparecerían úlceras en el duodeno. Es algo frecuente en adultos.

Por algún motivo (no se sabe aún la causa), en algunos bebés de en torno a 3-4 semanas de vida ese anillo va haciéndose cada vez más fuerte, más grueso y llega un momento que no permite que el alimento pase del estómago hacia el intestino. Lo que notamos es que un bebé que casi no echaba comida empieza a vomitar con frecuencia.

Esto es fácil de confundir con las bocanadas, que son muy frecuentes en bebés de esta edad.

Lo que caracteriza a la Estenosis Hipertrófica de Píloro y lo diferencia de las bocanadas simples es_

  1. Rápidamente (en pocos días) el bebé vomita con mucha más frecuencia, hasta que llega el momento en que lo hace con todas las tomas.
  2. A pesar de comer con ganas (lo que lo direrencia de infecciones de orina, gastritis o intolerancias alimentarias…) vomitan la comida de forma casi inmediata y el peso empieza a bajar.
  3. Hacen cada vez menos caca y el bebé empieza a estar más decaído.

¿Qué hacer si sospechas que tu bebé puede tener Estenosis Hipertrófica de Píloro?

Cuando se sospecha, debe ser valorado por su pediatra.

Puede confirmarse haciendo una ecografía. En la ecografía se mide la parte muscular del píloro. Cuando supera un margen que se considera normal interpretamos que el bebé tiene una Estenosis hipertrófica de píloro. Si no se llega a ese límite se observa la evolución, de modo que si los vómitos ceden se da por resuelto el problema. Pero si persisten debe repetirse la ecografía para ver si la capa muscular del píloro se ha seguido engrosando.

Tratamiento de la Estenosis Hipertrófica de Píloro

Si la ecografía demuestra que tiene Estenosis Hipertrófica de Píloro, el tratamiento es una operación.

Consiste en cortar parte del anillo muscular (Píloro) para que pierda fuerza.

Si los vómitos son continuos la operación suele hacerse ese mismo día o al siguiente, solucionando el problema de forma inmediata.

No es una opción plantearse no operarlo si lo necesita porque causaría una rápida desnutrición con deshidratación.

Y no se corrige sólo, sin operación.

Evidentemente cuando hablamos de operar a un bebé tan pequeño (recuerda que estamos hablando en torno al mes de edad), a todos nos asusta la idea.

Para tranquilizaros puedo decir que en mis años de experiencia como pediatra ninguno de los bebés operados que he conocido ha tenido un problema con la operación.

El único que queda como veis en la foto es una cicatriz en la barriga. Habitualmente en la parte alta derecha.

Una vez pasado el miedo de la operación y cuando ya ha ido todo bien la preocupación suele ser si se le quedará la marca. Como veis en la imagen es una línea fina de unos 2-3 cm. Con el tiempo esta marca va pareciéndose cada vez más al resto de la piel hasta hacerse casi imperceptible.

Será el recuerdo de un problema que se resolvió.

 

cicatriz tras operar estenosis hipertrófica de píloro
Cicatriz tras la Operación de una Estenosis Hipertrófica de Píloro