ATENCIÓN: ARTÍCULO REVISADO
Escribí este artículo hace más de 6 años. Era básicamente lo que había aprendido como Pediatra en mi formación.
Ya no comparto los argumentos que defiendo en él.
Podría haberlo borrado. Pero creo que es mejor mantener lo que defendía en ese momento para que entendáis que al decir ahora lo contrario no es porque no conozca esta opción previa. Sino porque conociéndola pienso con lo que sé ahora que es un error. Pido perdón a aquellos que leyendo este artículo tal como estaba perdieron la oportunidad de hacerlo de un modo mejor para sus hijos. Pero ha llegado el momento de sustituir claramente una opción por la otra.
Dejo con la letra en rojo lo que afirmaba hace años al final del artículo.
En la actualidad recomiendo lo siguiente:
Evitar las alergias con introducción precoz de alimentos.
La hoja con indicaciones que doy a los padres en mi consulta actualmente.
Consejos sobre como preparar la verdura para introducirla en la alimentación de un lactante.
Suele darse en la comida de medio día. En realidad se puede dar en cualquier comida en la que nosotros tomemos la verdura.
Podemos iniciar con patata, zanahoria, habichuelas verdes, puerro, apio, calabaza, calabacín y cebolla. Realmente podemos dar cualquier verdura menos las de hoja verde antes del año. Acelgas, lechuga, espinacas, col… pueden generar intoxicación botulínica. Pero las demás verduras y hortalizas pueden tomarlas desde que muestren interés por probarlas.
El Tomate lo recomiendo a partir de lo 9 meses – 1 año y acelgas, espinacas y pimientos a partir del año.
Se echa todo en una olla con agua (el agua va a hervir, por lo que da igual que sea mineral o del grifo) y si se quiere un poco de aceite de oliva, pero sin sal. No es necesario cocinar aparte para el bebé. Puede tomar nuestra comida si concinamos sano, con sal y especias en cantidad moderada.
Siempre a estas alturas de la explicación me preguntan cuándo se puede dar sal a un bebé:
La respuesta médicamente hablando es muy simple: Nunca.
Todos sabemos que esto, hoy en día, es poco menos que imposible.
A lo que me refiero al decir nunca, es que desde el punto de vista nutricional la sal no aporta nada.
Las sales que necesitamos van en el resto de alimentos.
Realmente se usa como especia, da sabor, y yo soy el primero que come con el salero en la mesa.
Y tu hijo acabará tomando sal, pero cuanto más tarde mejor, porque es una de las responsables de lo que algunos llaman el asesino silencioso: la hipertensión.
Una enfermedad que no da síntomas hasta que ha producido daños irreparables y que es cada vez más frecuente.
Por eso mi consejo es que cuanto menos tiempo sobrecarguemos sus riñones y sus arterias, mejor.
Mientras no lo pida él no debería dársele algo que sólo le perjudica.
Y si no lo conoce no lo pide. En esto lo ideal sería que todos comiésemos sin sal. Pero tras estos años soy realista. Y sé que el bebé acabará comiendo con la misma sal que vosotros. Ya me conformo con que la uséis de forma moderada.
Esa es una de las razones por las que no debería probar vuestra comida. Lo siento, error. Lo mejor es que coma vuestra comida, y que ésta sea sana.
Cuando le toque comer, come él.
Cuando os toque a vosotros no tiene porqué picotear de lo vuestro.
De hecho la mayoría de los niños que prueban la comida de los padres empieza a comer mal.
Una vez cocida la verdura se escurre y la verdura (sin el caldo) se bate en batidora con la potencia más alta.
No pasar por el pasa-purés ya que lo que se queda en el pasapurés es la fibra, que interesa que se coma para evitar el estreñimiento. Mejor sin triturar. Mira el artículo sobre BLW.
Por esa misma razón debe batirse con la potencia más alta, por un lado evita que queden trozos sin batir con los que pueda atragantarse o que el niño rechace y por otro rompe las hebras, sin dejar que se queden liadas en las aspas de la batidora.