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Los Probióticos y la Lactancia Materna

Momentos más frecuentes en que puedes tener la duda de si Falta Leche Materna

Los probióticos están de moda. En la Lactancia Materna no es una moda, son la herramienta más útil en prevención y tratamiento de obstrucciones y mastitis.

¿Qué son los probióticos?

No vivimos solos en este mundo. Lo compartimos con muchos otros seres vivos. Entre ellos gérmenes microscópicos que están en todas partes, incluso en nuestro cuerpo. Sobre nuestra piel, en nuestras mucosas y en todo el tubo digestivo hay gérmenes siempre. La mayoría de ellos conviven con nosotros sin producirnos ningún daño. De hecho, algunos de ellos nos ayudan en la digestión o en la defensa de esos espacios evitando que lo ocupen gérmenes más agresivos.

Hablamos de probióticos para referirnos a cualquier forma de aportarnos esos gérmenes beneficiosos. Habitualmente se dan por vía oral, ya que una vez se asientan en el intestino son capaces de extenderse por superficie hasta los lugares más insospechados. Así por ejemplo, hay probióticos que tomados por vía oral se asientan en el intestino, son expulsados por las heces y por la piel se extienden y asientan en las zonas donde tienen un entorno que les resulta más propicio.

Hay probióticos específicos para lactancia materna. Son Lactobacilos que están presentes en la leche materna de madres sin problemas en el pecho. Dar estos probióticos como prevención y como parte del tratamiento de algunos problemas frecuentes en la lactancia es algo que suelo recomendar.

Problemas en los que los probióticos pueden ser útiles en lactancia materna

En el pecho hay también gérmenes. Ocupan la superficie del pezón y los conductos por los que sale la leche. Cuando los gérmenes son los adecuados todo va bien. Pero cuando prolifera un nuevo microbio que irrita la zona los problemas aparecen.

Las alteraciones en las que están implicados son:

  • Infecciones del pezón.
  • Perlas de leche.
  • Obstrucciones del drenaje de una zona del pecho.
  • Mastitis.
  • Abscesos.

Vamos a repasar cada uno de ellos y cuando los probióticos son una parte o la solución esencial.

Infecciones del pezón

En ocasiones durante la lactancia materna la madre presenta un enrojecimiento del pezón con escozor y pinchazos al dar el pecho. Son signos de que está infectado por algún germen que no debería estar ahí y cuya presencia da lugar a las molestias.

Cuando esto ocurre mi recomendación suele ser:

  • Recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas. Esto nos sirve para tener esta información si luego aparecen otros problemas (mastitis) en los que puede ser útil para pautar un antibiótico.
  • Higiene normal. Usar un jabón poco agresivo y frotar lo menos posible.
  • Dar un probiótico específico para la lactancia materna que aporte gérmenes buenos que desplacen a los malos.

Obstrucciones del drenaje y perlas de leche

Los agrupo porque van una con la otra. Si esa infección del pezón progresa y afecta a los conductos por los que sale la leche, los bichos malos irritan las paredes de esos conductos. Esa irritación hace que se engruese la pared hasta taponar el paso de leche. El taponamiento va siendo expulsado y acabamos viendo en el pezón un punto blanco denso que llamamos «perla de leche».

Notamos entonces una zona del pecho que presenta un bulto doloroso, pero ni caliente ni enrojecido. Puede aparecer febrícula, pero no fiebre.

Para resolverlo:

  • Recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas. Esto nos sirve para tener esta información si luego aparecen otros problemas (mastitis) en los que puede ser útil para pautar un antibiótico.
  • Hay que vaciar el pecho bien en las tomas. E interesa que el bebé succione especialmente la zona obstruida. Esto se logra poniendo al bebé de tal modo que cogido al pecho su barbilla quede apuntando a la zona en la que está la obstrucción. Hay toda una variedad de posturas para cada zona.
  • No aplicar calor, ya que puede favorecer que la zona se inflame y proliferen los gérmenes agresivos.
  • Aplicar masaje en la zona obstruida, en círculos y arrastrando hacia el pezón.
  • Si hay perlas de leche se puede puncionar por el borde para ayudar a que drene.
  • Y de nuevo, dar un probiótico específico para la lactancia materna que aporte gérmenes buenos.

Mastitis durante la lactancia y uso de probióticos

Cuando una zona obstruida retiene la leche hasta que se infecta puede aparecer la mastitis. La diferencia con la obstrucción es que el bulto se vuelve caliente y enrojecido, la fiebre sube habitualmente por encima de los 38,5ºC y aparece malestar general.

En estos casos:

  • Si no lo hemos tomado en etapas anteriores, recoger un frotis del pezón y un cultivo de la leche materna para saber cuál es el germen que está dando los problemas.
  • Por supuesto dar un probiótico específico para lactancia materna.
  • Se pueden dar antitérmicos/antiinflamatorios.
  • Se puede aplicar frío, pero no antes de las tomas, sino después y evitando siempre la zona del pezón y la areola.
  • Hay que vaciar el pecho bien en las tomas. E interesa que el bebé succione especialmente la zona obstruida. Esto se logra poniendo al bebé de tal modo que cogido al pecho su barbilla quede apuntando a la zona en la que está la obstrucción. Hay toda una variedad de posturas para cada zona.
  • Aplicar masaje en la zona obstruida, en círculos y arrastrando hacia el pezón.
  • Si el mal estar general y la fiebre no son muy intensos podemos empezar tratando sólo con probióticos y darle un par de días de oportunidad. Pero si hay mal estado general, fiebre alta o no evoluciona bien sólo con los probióticos debemos dar antibióticos. En caso de dar el antibiótico lo importante es mantener el probiótico tras la resolución.

Absceso mamario durante la lactancia materna y uso de probióticos

Debemos pensar en un absceso siempre que en una mastitis vemos que la fiebre baja pero no desaparece, la inflamación se reduce pero sigue el bulto.

La prueba de elección para diferenciar absceso de mastitis es la ecografía.

Y el tratamiento incluye todo lo indicado en la Mastitis pero con drenaje.

Es importante para no dificultar más la lactancia que la incisión se haga lo más alejada posible del pezón y la areola.

Resumiendo, son muchos los problemas en los que la colonización del pecho por los microbios inadecuados pueden generar problemas. Tanto en la prevención como en el tratamiento los probióticos juegan un papel esencial.

Yo daría dos recomendaciones:

  • Tomar un probiótico específico para lactancia materna en las últimas semanas de gestación para facilitar que cuando empiece a trabajar el pecho los gérmenes presentes sean los adecuados.
  • Si no lo hemos tomado como prevención, mantenerlo tras resolverse cualquiera de los problemas mencionados durante al menos un mes para evitar las recaídas.

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