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Los ruidos de los niños mientras duermen

Los Ruiditos y los Movimientos de los niños mientras duermenTodos hacemos ruidos mientras dormimos. Pero los niños suelen hacer aún más. Son muy activos y durante el sueño también. Pero esto a veces crea problemas.

En realidad no es sólo cuestión de ruiditos (bufidos, gruñidos, ritmos de respiración extraños, toses esporádicas, gemidos…). Es que no paran ni cuando duermen.

Algunos piensan que el sueño es una fase inactiva de nuestra vida. Pero no es así. De hecho la actividad del cerebro en algunas fases del sueño es mayor que cuando estamos despiertos.

Y los niños sabemos que tienen un nivel de actividad mucho mayor que el de los adultos. Durante el sueño no es una excepción.

Si grabáis a vuestro hijo mientras duerme y ponéis el vídeo a cámara rápida posiblemente os asombre lo mucho que se mueve.

Esto es natural y no supone un problema para el niño en ningún caso. Por mucho que se mueva o por muchos ruiditos que haga.

Pero sí puede serlo para los padres. Hay muchos que no tienen claro cómo actuar ante esto. Y hay muchos padres que no pueden dormir junto a sus hijos a causa de esta actividad mientras duermen.

Yo sé la carga de ansiedad que supone ser padres y que la mejor forma de disiparlo es entender porqué no preocuparse o cuando debe uno preocuparse. Así que voy a explicarlo.

Los distintos ruiditos y porqué no preocuparse:

Ritmo extraño de respiración las primeras semanas.

En las primeras semanas de vida los bebés tienen un ritmo de respiración mientras duerme que resulta llamativo. A veces lo hacen tan superficial que parece que dejase de respirar, y de repente hacen varias respiraciones más intensas. Esto se debe a la inmadurez de su centro respiratorio. Cuando los gases en sangre están a concentraciones normales casi se le olvida respirar. Se espacian y son muy superficiales.

Pero, cuando tras varias respiraciones más superficiales se acumula dióxido de carbono y falta oxígeno, es como si recordase de repente que tiene que respirar y lo hace de forma más intensa hasta que se normaliza.

Todo esto es normal. Y no es necesario hacer nada. Sólo en los prematuros puede ser un problema. Porque en ellos a veces el centro respiratorio es tan inmaduro que no controla bien y pueden hacer Apneas (pausas sin respirar más allá de lo recomendable). Pero en niños nacidos a su tiempo esto es rarísimo. O sea que tranquilos por este tema.

Ruidos al respirar.

Los primeros meses la mayoría de los bebés tienen la nariz congestionada, especialmente durante la noche. Es lo que llamamos rinitis seca del lactante. Suena como un cerdito. Es más evidente de noche porque no hay más ruidos, y porque en los dormitorios el ambiente suele estar más seco, lo que hace que se congestionen más.

A partir de que el niño empieza a pasar catarros lo que ocurre es que el niño ronca. Tiene la nariz taponada de moco y respira con la boca abierta, vibrando el paladar (ronquido).

Si ni uno ni otro caso hacen que el niño llegue a despertarse, en principio no hay que hacer nada.

Ruidos mientras sueña.

En torno a los 5-6 meses el patrón de sueño de los niños ya es parecido al de los adultos y eso hace que muchos niños ya tengan sueños y pesadillas. Durante esos sueños pueden gruñir, gemir, lloriquear y aquellos que ya hablan, hasta hablar…

Pero de nuevo no es necesario hacer nada. En realidad el niño está dormido y la fase de sueño en la que hacen esto es una de las más reparadoras. Lo mejor es no interrumpirlas. Cuando no se despiertan, les pasa como a nosotros. Si tu pareja nota que estás haciendo estos mismos ruidos durante la noche y no hace nada, al preguntarte a la mañana siguiente cómo has descansado dirás que bien y no recordarás nada. Si te despiertas sí recordarás el sueño.

Estos ruidos pueden ir acompañados de movimientos más o menos bruscos con los que el niño se va desplazando por la cama y cambiando de posición en función de su capacidad para moverse. Según la edad, los más pequeños giran la cabeza y mueven pies y manos, los más grandes pueden desplazarse por la cama, darse la vuelta, dar patadas, pelear… Pero todo con los ojos cerrados. Es decir, dormidos.

Resumiendo

Como podéis ver la mayoría de estos ruidos y movimientos son normales y no suponen un problema para el niño.

Pero hay casos en los que los padres no descansa debido a que interrumpen su sueño de forma demasiado frecuente. Cuando esto ocurre debemos entender la familia como una unidad en la que la falta de descanso de uno de sus miembros acaba afectando a todos. Y empezar a plantearnos soluciones.

Una posible solución es que el niño deje de dormir con los padres y lo haga en su propio dormitorio. Pero todo son opciones y sois vosotros quienes valoraréis hasta qué punto es necesario tomar medidas.