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Vacunas retrasadas por el Coronavirus

Retrasos de la vacunación del calendario por la cuarentena de la epidemia del coronavirus Covid-19

La epidemia de Coronavirus está afectando a muchas cosas. Una de ellas es el calendario vacunal. En muchas zonas se está retrasando.

Esta epidemia está suponiendo muchos cambios. Especialmente en lo que respecta a organización de la asistencia sanitaria. Para entender algunas cosas es necesario tener una visión de conjunto.

Uno de los principales problemas de la respuesta frente a la epidemia de Covid-19 es que se tienen que tomar decisiones y en cada una de ellas se está escogiendo entre lo malo y lo menos malo.

En este asunto concreto lo que estáis encontrando muchas familias es que al buscar información sobre cómo vacunar a vuestros hijos de las vacunas normales del calendario infantil os están diciendo que se retrasan hasta que pase esta situación.

Esto va a depender de dos cosas fundamentalmente:

  • Cómo de saturado está el sistema sanitario en la zona en la que vivís.
  • Qué edad tiene el niño.

Retraso de las vacunas por la epidemia de SARS-Cov-2 según la edad del niño

Los niños por encima de los 5 meses, han recibido ya la primera tanda de vacunas y no tienen más programadas hasta cerca del año. Estas vacunas que van en torno al año tienen fechas que pueden moverse sin problema 2-3 meses, que es lo que se estima como mucho que pueda durar la cuarentena. Siendo así no hay urgencia alguna y prima el cumplimiento de la cuarentena. Evitando así que los niños y sus cuidadores se desplacen a un centro médico donde es más fácil que puedan contagiarse del coronavirus.

En el caso de los más pequeños depende de cuál sea la situación en la zona donde viven:

  • Si hay una incidencia de infección por coronavirus y/o los servicios médicos están muy restringidos se retrasa la vacuna.
  • Si hay poca incidencia y funcionan sin problema los programas de vacunación, es precisamente para estos bebés por debajo de los 5 meses. Para que puedan recibir sus primeras dosis de vacuna.

¿Este retraso de la vacunación debe preocuparme mucho?

Evidentemente cuanto antes se vacuna un bebé antes está protegido ante todas esas infecciones incluidas en las vacunas.

Si se retrasa se asume un riesgo. Pero ese riesgo siempre se toma escogiendo entre lo malo y lo menos malo.

Cuando el bebé nace tiene todos los anticuerpos que ha recibido de su madre a través de la placenta durante el embarazo. Se ponen las primeras dosis en el periodo de inmunización pasiva para que genere anticuerpos propios frente a estas infecciones antes de que desaparezcan los recibidos de su madre. Pero seguirán ahí durante al menos los primeros 4-6 meses de vida. Después empezarán a bajar.

Sin embargo, estamos en una situación especial en la que estando en cuarentena también se reducen las posibilidades de sufrir esas infecciones contra las que inmunizan las vacunas, por lo que la situación reduce en sí misma el riesgo de otros contagios distintos al Covid-19.

Resumiendo: En la situación actual priman las medidas para evitar el contagio del Coronavirus. Cuando pase esta cuarentena intenta poner lo antes posible las vacunas retrasadas. Pero en este momento debemos adaptarnos a lo que pauten las administraciones sanitarias.

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No vacunar también tiene efectos secundarios

Efectos secundarios de Bexsero, ¿qué hay de cierto en lo que se dice?

¿Vacunar o no vacunar? Una de las dudas que más preocupa a muchos padres. Es un debate abierto en torno al miedo. Porque todos queremos lo mejor para el niño.

Cuando se habla de este tema no presupongo que haya buenos y malos. A priori pienso que todos los padres y profesionales que cuestionan la seguridad de las vacunas son buenas personas. Y lo mismo opino de los padres y profesionales que defienden la vacunación.

Tampoco creo que sea una lucha entre ignorantes y sabios.

Las vacunas son una de las intervenciones sanitarias con mayor protagonismo en Salud Pública. Y todo es cuestionable. No es extraño que se haga con ellas.

Cuando hablamos de salud tenemos siempre que gestionar el miedo. Y por supuesto, como queremos lo mejor para los niños, tenemos miedo a equivocarnos. No tenerlo sería propio de inconscientes.

Pero a veces el miedo nos lleva a pensar que no hacer nada es la mejor opción. Simplemente porque nos paraliza y parece que “no decidirnos a hacer” equivale a retrasar la decisión.

En Salud todos quisiéramos escoger entre lo bueno y lo malo. Y por supuesto cogeríamos lo bueno, desechando lo malo.

Pero creo que nunca es esa la elección. Habitualmente en Salud escogemos entre lo Malo y lo Menos Malo.

Por supuesto que las vacunas tienen efectos secundarios.

Todo lo que hacemos lo tiene. Y si quieres conocerlos no tienes más que leer el prospecto de las vacunas.

A todos nos preocupa la seguridad de las vacunas. Son muchas las vacunas que han sido eliminadas antes de llegar al mercado porque no cumplían nos niveles de fiabilidad exigidos.

El efecto secundario más frecuente es…. Ninguno. Es decir, la gran mayoría de los niños que se vacunan quedan protegidos frente a la enfermedad para la que se creó y no presentan ningún efecto negativo detectable.

Algunos presentan fiebre o inflamación… Y dependiendo de la vacuna se pueden presentar otros efectos secundarios, que como te digo aparecen en el prospecto.

Siguiendo la teoría de la conspiración, si un laboratorio detectase un efecto secundario importante, por su frecuencia y su gravedad, y lo ocultase, estaría cometiendo el error más estúpido de su historia. Antes o después se haría evidente que generaba un perjuicio y acabaría pagando en demandas judiciales mucho más de lo que podría ganar vendiendo la vacuna.

Para que una vacuna sea aprobada y se mantenga en el mercado, debe demostrar su seguridad y el balance entre los efectos secundarios (por su frecuencia y gravedad) y los efectos de la infección que pretende prevenir debe ser clarísimo a favor de la vacunación.

Pero no olvidemos que No Vacunar También tiene efectos secundarios.

No vacunar puede permitir que una infección se extienda como siempre lo hizo y alcanzar los niveles que tenía antes de la Vacunación. Con los efectos sobre la salud que tuvo históricamente.

Y el problema es que tenemos mala memoria. Nos asusta lo que hay ahora (las vacunas) y hemos perdido el miedo a lo que hoy en día no vemos (las infecciones). Tal vez por eso cuando surgen infecciones nuevas de las que asustan, como el Ébola, hay poca controversia y casi todos queremos una vacuna efectiva lo antes posible.

Esas infecciones de las que protegen las vacunas sí que daban miedo. Lee la lista de efectos secundarios de la vacuna, multiplica su gravedad y frecuencia y tal vez te acerques a lo que puede hacer la infección.

¿Tendremos que volver a verlas y sufrirlas en nuestros hijos para que recordemos porqué se empezaron a desarrollar las vacunas? El tiempo lo dirá.

Mientras tanto, el esfuerzo por hacer que las vacunas sean cada día más seguras debe seguir. Mientras tengan efectos secundarios es que son mejorables y ahí debemos trabajar.

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Vacunas y Antivacunas

Vacunas y Antivacunas. Quiero saber los motivos que te llevan a ser Antivacunas.

Uno de los temas con mayor conflictividad en Pediatría: Las vacunas. ¿Son buenas o malas? ¿Son seguras? Todos los pediatras atendemos famílias antivacunas.

En muchas ocasiones me habéis pedido que aborde este tema. Y hasta ahora no lo había hecho de forma directa en un artículo concreto. Creo que ha llegado el momento.

La primera pregunta evidente es ¿Soy provacunas o antivacunas?

Sabéis que a mí me gustan los matices. Pero hablando de forma general:

Soy Pediatra, y a diario recomiendo a las familias que vacunen a sus hijos.

Las vacunas para mí son una herramienta que ha contribuido claramente a la reducción de la mortalidad infantil y evitan infecciones que pueden generar secuelas graves. Ya quisieran muchas familias de países sin medios disponer del calendario vacunal de España.

Esto no significa que defienda cualquier vacuna y de cualquier manera. O que ignore que como cualquier actuación también las vacunas tienen efectos indeseados.

Ahora vamos con los matices…

¿Qué opino de los antivacunas?

Creo que son personas que, al igual que yo, quieren lo mejor para los niños. Personas que están preocupadas por los efectos secundarios que puedan generar las vacunas. Y que con la información de la que disponen, llegan a la conclusión de que prefieren no vacunar.

Para mí su intención merece mi respeto. Y su búsqueda de conocimiento también.

Como padres, somos los últimos responsables del bienestar de nuestros hijos. Y tomar una decisión en la que cualquiera de las dos opciones puede generar un daño es complicado.

A veces no se puede elegir entre lo bueno y lo malo, y hay que escoger entre lo malo y lo menos malo. Podemos pensar que la mejor opción es no hacer nada. Pero esta ya es una decisión en sí misma, con sus consecuencias.

Con toda la información de la que dispongo, las cuentas a mí no me salen para ser antivacunas… Los efectos secundarios que pueden atribuirse a las vacunas son, con los datos de los que dispongo, mucho menores que los efectos negativos de no vacunar.

Pero reconozco que tal vez no dispongo de toda la información…

Así que ¡quiero saber más!

Hace muchos años que dejé de pensar que poseo la verdad absoluta.

Especialmente, desde que empecé a escribir en internet he tenido que “comerme con patatas” muchas de las verdades que creía indiscutibles. Y gracias a eso he ido ampliando mis miras, siendo una de las cosas de las que más me alegro.

En muchos conflictos la situación se estanca y empezamos a construir trincheras.

En este caso hay quien desde la posición de defensa de las vacunas ataca a los antivacunas como ignorantes, irresponsables, egoístas, fanáticos….

Y quien desde las filas antivacunas llama a los provacunas ignorantes, irresponsables, egoístas, fanáticos….

El problema es que en medio, entre las dos trincheras, están las familias con sus hijos, que son los que realmente pueden resultar heridos en esta lucha.

Creo que es necesario que alguien salga de su trinchera, se meta en el barro y recorra el camino hasta la trinchera contraria, para ver si hay forma de resolver una lucha en la que los heridos son aquellos a los que ambos bandos pretenden proteger.

Los argumentos a favor de la vacunación ya los conozco, me han formado en ellos.

Quiero conocer los argumentos en contra de la vacunación:

Seas madre, padre o profesional, si te consideras “antivacunas”, me gustaría que me ayudes a tener una visión más completa respondiéndome con la siguiente información a mpediatraonline@gmail.com (no es mipediatraonline, es mpediatraonline):

¿Cuáles son los motivos por los que prefieres no vacunar a los niños?

Sed lo más concretos que podáis.

Agradecería mucho que incluyáis enlaces a información (estudios, vídeos, libros, webs) en los que se profundice en esas razones.

Mi intención no es juzgaros ni rebatiros. Lo que quiero es saber más.

Os lo agradezco mucho.

Por favor, no hagáis de esto una lucha en redes sociales. Creo que provacunas y antivacunas merecen respeto, pues todos están preocupados por el bienestar de los niños y espero que entre todos logremos que ese bienestar mejore.